Luna de Ciervo - Julio 2022

[Rory Despard]

Nasha Montpellier

En cuanto cruzó la verja, habituada a moverse en las sombras, Nasha sintió de inmediato el llamado de cientos de voces desde los otrora campos extensos de fértiles cañaverales. Como si se hubiesen pasado la voz los unos a los otros, la presencia de la nigromante agitaba a las almas errantes, e incluso, en las lápidas derruidas y corroídas por la humedad y el abandono, la tierra vibraba. Malfoy, aparentemente concentrado en la tarea que le había dado no parecía consciente de todo ello, y  se había adentrado en la mansión para buscar las prendas, ajeno a ese ajetreo. El gris gris por supuesto que estaba cumpliendo su función de protegerlo, pero nadie, ni ella misma con todo su entrenamiento, podía ser invulnerable a aquel mundo de tinieblas por completo ¿Sería que el resto de sus acompañantes si lo entendían así o podría perderlos su exceso de confianza?

— Adelántate que aun hay algo que debo hacer- susurró Montpellier, antes de dar media vuelta y de espaldas a la puerta contemplar las pantanosas tierras de la plantación.

Sin un ánimo mayor de proteger a esa gente y más pensando en la recompensa a obtener, era indispensable reducir los riesgos, mucho más ahora que no contaban con la protección de los especialistas en artes oscuras que no habían llegado a la misión. Necesitaba conservar su voluntad incólume, pero su mente como humana no le daría tregua con los reclamos de todas esas almas, así que necesitaba librarse de ella, para que la tarea se le facilitara. Sin dudarlo más entonces, destapó la botella de ron con picante que siempre llevaba consigo, y dando un largo sorbo, de a pocos fue induciendo a su cuerpo a un estado de éxtasis para que su loa protectora, Mamam Brigitte, tomase posesión de su cuerpo.

A medida que el brillo de sus ojos se apagaba para ser reemplazado por unas pupilas ennegrecidas, los cantos en aquella voz aguda de la loa se hicieron presentes. Deshaciendo el amarre de la pañoleta sobre su cabeza, sus cabellos atados en innumerables trenzas finísimas cayeron a lo largo de su espalda, y descalza, la joven bruja comenzó entonces a marcar con cruces las lápidas más cercanas a las venas de luz creadas con su encantamiento, y todas las que rodeaban la casa, para evitar que esos cuerpos se levantasen de sus tumbas, atados a seguir protegiendo aquella residencia maldita más allá de la muerte.

Sin saber exactamente la duración de aquel trance, cuando finalmente retomó la conciencia, los ojos claros de Malfoy la observaban con atención excesiva esperando por la siguiente orden. Ambos se encontraban en el comedor principal, que otrora había rebosado lujo y confort, y ahora solo poseía un puñado de muebles carcomidos por las polillas y el abandono. A los pies del mago un cúmulo de ropas de diferentes tamaños y tipos se acumulaban.

— Pocas personas son conscientes de lo importante que son las vestimentas. Ellas pueden abrirnos o cerrarnos puertas, en muchos lugares otorgan status, y como los rasgos en las personas, también los materiales con que se fabrican son clasificadas estéticamente de excelentes a corrientes, de bonitos a feos, de caros a baratijas. Y en esos gustos, en lo que escoges llevar o no llevar finalmente, se oculta la propia persona. Por eso, no es descabellado concluir que las prendas son en muchos sentidos nuestra segunda piel.

Recitando un encantamiento con aquel endemoniado francés cajún, Nasha explicó finalmente a Ludwig la causa de su particular pedido.

— Las almas errantes que no conocieron el descanso eterno suelen aferrarse a las prendas que más adoraron en vida. Esa devoción es tan fuerte,  que su energía maldice a los objetos, y su destrucción amenaza la existencia misma de estos seres tristes. Hoy no vamos a destruir estas prendas, en cambio son el cebo para que uno a uno los fantasmas lleguen al Gran Comedor. Entonaré un canto que era de mi abuela, que arrullaba a los espíritus impacientes para evitar que ellos huyan, pero el hechizo permanente para encerrarlos a todos deberás hacerlo tú, y no va funcionar a menos que lo hagamos con la luna de ciervo a pleno. Por eso es importante, que esos dos que construirán el planetario se apresuren también, que a simple vista no conseguiremos distinguir el momento.

Apenas había terminado de decirlo, el primero de los fantasmas se hizo presente, así que  Nasha comenzó su canto para cumplir con su parte. ¿Cuántos más llegarían?

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ NoTazz

[Ludwig Malfoy]

Pepé dela Creme
Astronomía

Le encantaba la manera en que aquel chico oriental tomaba un poco la iniciativa y sugería la manera en que debían conseguir los distintos objetos a base de ramas y demás naturaleza muerta. Si bien la drag queen no era la mejor en herbología, supo distinguir los lirios de luna a la perfección para comenzar a localizar la posición exacta de la luna, tal cual como Nasha lo había sugerido. No obstante era claro que necesitaban mucho más y claramente ser más veloces.

Su grisgrís aparentemente había funcionado a la perfección pues se sentía segura y protegida pero no dejaba de percibir esa sensación de que era seguida y observada por alguien o algo no necesariamente vivo. Después de todo estaban en tierra maldita y desconocía la manera en que los espíritus de aquel lugar habían sido usados en rituales paganos y demoniacos. De hecho la manera en que la instructora comenzaba a marcar las tumbas le causó más escalofríos pero de alguna manera al finalizar aquella sensación de terror inminente disminuyó un poco. Tragó saliva pudiéndose observar como su prominente manzana de Adán bajaba y volvía a subir, respiró y continuó reuniendo ramas. Fue cuando se encontró con un objeto que le llamó bastante la atención, era una pelota pequeña de plástico con la que seguramente los niños jugaban.

La vestida tuvo una idea, si pudiera alcanzar aquel objeto podría realizar una maldición geminio y multiplicar aquel objeto en nueve diferentes esferas las cuales podrían servir como planetas al usar su conocimiento en astronomía. El único inconveniente era que aquel objeto de plástico estaba fuera del camino plateado y por más que intentó invocarla con accio, el objeto simplemente no se movía. Tenía que arriesgarse. Volteó a ambos lados, primero que nada Nasha estaba en una especie de trance, Ludwig dentro de la mansión y Toji buscando más ramas. Quería ser útil y pensó que no sería mala idea ir por la pelota, después de todo solo eran cinco metros lejos del camino marcado.

Respiró profundamente y salió, de inmediato supo que había cometido un gran error, fue como cruzar un portal hacia el inframundo. El frio era espeluznante y el cielo había cambiado a un rojo sangriento. Corrió y tomó la pelota pero justo al tocarla se dio cuenta de que esta era sostenida por la mano de un pequeño no mayor a cinco años, su cuerpo estaba totalmente desfigurado y carcomido por gusanos. Se percató que de las tumbas los cuerpos comenzaban a salir mostrando sus manos con uñas que habían crecido al menos unos cinco centímetros más después de morir.

Dio la vuelta, no quería estar ahí, pero era extraño, el camino plateado había desaparecido y no había rastro de sus amigos, era como si hubiera cruzado hacia otra dimensión y le era imposible regresar. Se maldijo por no tener la habilidad de nigromancia pues con ella hubiera podido cruzar el portal hacia el mundo de los vivos. Una mano se posó en su hombro y la vestida gritó de terror comenzando a correr sin soltar aquel balón – ayuda por favor, ayúdenme, Toji, Nasha, Ludwig, ayúdenme – gritaba con la esperanza de que fuera escuchada.

 

@ Rory Despard  @ NoTazz

 

[Rory Despard]

Nasha Montpellier

Era sencillo en la quietud de esa pieza, que su voz se alzara y vibrara en suaves notas que poco a poco empezaron a traer desde distintos espacios a los fantasmas de la casa. Aquella plantación, como muchas otras de su época, había terminado sus días envuelta en el horror del descubrimiento de las prácticas de sus dueños, que no incluían únicamente el abuso físico a sus trabajadores, sino también que los habían sometido a experimentos, sacando de sus cuerpos diversos órganos, remendando una y otra vez los cuerpos en una enfermiza búsqueda de aquello que los hacía inferiores. 

Vio entonces aparecer al fantasma del doctor, el hijo mayor que había arrastrado al resto de la familia a aquella práctica. El fantasma, que exhibía aun las huellas de la violencia de su muerte se acercó al cúmulo de ropas dejadas por Ludwig, reconoció su propia bata blanca, percudida por el paso del tiempo. Seguido de él, poco a poco sus otros hermanos, y finalmente su padre y su madre, llegaron también hasta el comedor, y cada uno se ocupó en una o más de las prendas dejadas allí. La historia que podía estar tras todo ese apego solo la conocían ellos, pero Nasha no interrumpió su canto, incluso cuando el más furibundo de ellos, el hermano menor que era el encargado de cazar a las víctimas, la atravesó y comenzó a lanzarle una retahíla de insultos.

No obstante, la urgencia de la mirada que lanzó a Ludwig, mostraba claramente que necesitaba que él actuara de una vez con el encantamiento para que aquellas almas quedaran atrapadas para siempre en uno o más de esos ropajes.

***

Le había seguido todo ese tiempo, desde el instante mismo en que había tomado sus objetos del cementerio, Alaska había entendido que por fin un espíritu afín al suyo la había encontrado, sorteando las barreras de la distancia, de la vida y de la muerte. La había saludado, pero aparentemente aquella alta y jovial artista no era capaz de verla. Así al menos lo había dicho la nigromante, pero sin desanimarse por ello, la joven había ido contando a Pepé la historia de su corta vida, de las luces de la ciudad que la habían enamorado a los quince años, y de las sombras en esquinas y callejones oscuros, donde había terminado agonizando en un charco de su propia sangre, por causa de un cliente ebrio al que había rechazado atender. Y había seguido hablando y hablando el resto del tiempo, intentando aclararle que ella no era un espíritu vengativo, como la morena había maliciosamente señalado, pero que no se adentrara en esa residencia maldita.

Sin embargo, Pepé se había puesto en marcha, y luego tenaz, se había atrevido a salirse de las venas de luz en la tierra. Ella podía verlos, a todos los cuerpos bajo las tumbas, inquietos, repelentes, repletos de un odio hacia quienes les habían infringido dolor, pero que después de la muerte se había convertido en un odio indistinto hacia todos los vivos, solo por el hecho de la posibilidad de tener otro tipo de experiencias en sus vidas. Alaska la había seguido aun entonces, y finalmente, con tristeza sus oídos se llenaron de los llamados de auxilio de la artista. Sin saber qué hacer, la muchachita había colocado su blanquecina y fantasmal mano sobre el hombro de ella, y entonces, el milagro había obrado.

En esa oscuridad, en las peores circunstancias, Pepé por fin podía sentirla.

— Te guiaré de regreso donde tu compañero, pero no tienes que mirar atrás. Solo sigue mi voz. Si volteas, quedarás atrapada para siempre.

Podía notar su miedo ¿sería que conseguiría calmarla? ¿Qué confiara en ella? E incluso si lo hacía temía que quizá su otro compañero no lo hiciese.

@ Ludwig Malfoy Haughton @ NoTazz

[Ludwig Malfoy]

Ludwig Malfoy
Encantamientos

Intentaba a toda costa no perder la cordura al percibir todas aquellas energías malignas, posiblemente por ello se había alejado para poder estar un poco solo y lidiar con aquellas criaturas utilizando sus conocimientos en energía oscura. Al regresar pudo ver que su instructora estaba meditando y no se había percatado que el rubio la esperaba con atención. Fue entonces que le explicó el motivo de llevar aquellos objetos después de todo tenía razón. Ludwig pese a tener muchas prendas, casi siempre se le veía usando lo mismo e incluso en sus sueños se imaginaba con la misma ropa – entiendo entonces debemos esperar a que aquellos terminen de construir el planetario – no tenía idea de que hechizo usaría para atrapar a aquellos espíritus pero Nasha decidió que era momento de cantar y atraer a aquellas almas al gran comedor, pudo como estaban llegando a rodearlos, atraídas claramente por el canto y las ropas que Ludwig había profanado.

Observó como los espíritus llegaron rápidamente hacia las prendas y supo que era el momento perfecto para realizar un hechizo que había aprendido hacía muchos años, encantamiento de contención, el cual permitía meter objetos o seres en otros lugares u objetos, en este caso serían espíritus y esperaba a que funcionara aunque no tuvieran listo el planetario. Movió su varita y realizó el movimiento recordando paso por paso las palabras y técnicas que debía realizar. Para su sorpresa el hechizo funcionó con el fantasma que estaba cerca de la prenda de médico logrando que éste se fusionara y desapareciera entre las ropas.

Debía hacer lo mismo con los demás espíritus y comenzó a observarlos a todos y repetir el mismo procedimiento una y otra vez hasta que todos los que habían llegado finalmente desaparecieron, suspiró exhausto, necesitaba saber por qué sus compañeros tardaban tanto pero no le quedó de otra más que encoger los hombros y esperar a que Pepé y Toji estuvieran listos con su planetario.


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Pepé estaba cada vez peor, caminaba intentando evitar a todos los espíritus que la rodeaban, se sentía acechada, intimidada y perdida. Pensó que pronto llegaría su final. Se lamentó por no haber sido mas cuidadosa y haber escuchado las palabras de su instructora y se preguntaba si algún día alguien encontraría su cuerpo para darle descanso eterno o si se convertiría en un alma más atormentada por la magia negra. Fue entonces que escuchó una voz que venía de su pecho, era su grisgrís el que le hablaba, pero en realidad era la voz de una mujer, Alazka quien se había comunicado con Pepé.

Escuchó su mensaje, tenía que caminar y seguir el camino que el espíritu le asignara, no debía voltear atrás y tenía que depositar su confianza en aquel objeto que estaba entre sus senos de silicona. Pepé no tenía otra opción, era eso o morir así que apretó los puños y caminó siguiendo a su corazón, sorpresivamente por aquel tramo los fantasmas no aparecían y a lo lejos se lograba ver una inmensa luz. Pepé seguía la voz de Alaska en todo momento hasta que finalmente llegó a ese extremo que brillaba intensamente, en cuanto lo pisó de alguna manera se transportó de nuevo hacia el camino a un lado de Toji, no sabía si lo había soñado pero la pelota en su mano le decía que todo había sido real.

-Gracias Alaska, gracias de verdad, dijo aliviada – miró a Toji quien no se había percatado de su pequeño viaje al inframundo – encontré esta pelota, podemos usarla para crear los planetas – dijo todavía con los pelos de punta.

 

 

@ Rory Despard  @ NoTazz

[toji]

Fushiguro, Toji

Astronomía 

Durante unos minutos, el nipón se distrajo mientras avanzaba delante de la drag queen. estaba maquinando mil y unas formas para poder construir el artefacto que les había encargado Nasha. De momento solo contaban con la madera especial que habían recogido, pero aún necesitaban más objetos, algo como cuerdas o pegamento… y aunque cuentan con magia, la astronomía era una de las ciencias muggles que nada tenía que ver con las cosas mágicas… 

–Pepé.. – se giró para hablar con su compañera pero ella ya no estaba. Toji no se había dado cuenta de la ausencia de su compañera, estaba tan concentrado en las tareas que les habían encomendado. –¿Dónde estás? – la llamó con la esperanza de que solo se hubiera retrasado. A los escasos minutos apareció Nasha y empezó a hablar con Pepé, intentando guiar de vuelta al camino. –Si nos escuchas, Pepé… –empezó a hablar a la par que Nasha. –sigue las indicaciones de Montpellier. 

Exhausto, Toji paró de gritar hacia la nada… Él no veía, ni sentía lo mismo que quizás esté experimentando Nasha, quizás ella era la única que podía guiar de vuelta a la drag queen. Un haz de luz de pronto se materializó en frente de ellos, era fría y detrás se escuchaban voces clamando salir, penando por a saber qué asuntos pendientes que no les permitían avanzar hacia “el más allá”. –¡Oh! menos mal que estás de vuelta, Pepé … Me he distraído un momento y has desaparecido– Toji dio la bienvenida a su compañera de aventura. La drag queen traía consigo una pelota y comentó que la podríamos utilizar para la construcción del planetario. –Desde luego, si podemos duplicar la pelota con algún encantamiento para hacer varias copias. 

–Cuando estemos de vuelta en la mansión podemos buscar algo que nos sirva para mantener flotando los planetas– 

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Rory Despard

[Ludwig Malfoy]

Pepé dela Creme 
Astronomía

Aterrada se encontraba, no lograba dejar de pensar en los minutos qué pasó encerrada en esa otra dimensión, las cosas espeluznantes que había visto y la manera en que su grigris había funcionado. Gracias al fantasma de Alaska había logrado salir con vida de aquel lugar infernal y esperaba nunca volver a pisar ese suelo maldito. No obstante sabía que tendría pesadillas por mucho tiempo, hasta que algún día aquella experiencia fuera solo un encuerdo del pasado. Trató de sonreírle al japonés de manera cordial pero la verdad es que estaba tan pálida que ni el maquillaje lograba disimular el miedo que había vivido.

Nasha y Ludwig se encontraban dentro de la mansión en ruinas y por alguna razón el solo mirar aquel lugar le causaba escalofríos como si fuera un portal también al otro mundo. Escuchaba el canto de la instructora y juraba que podía ver como en el suelo se hacían pisadas las cuales iban dirigidas hacia la mansión. Pepé supo que no tenía nn mucho tiempo y que debían acabar con ese planetario.

-De acuerdo comencemos, geminio - dijo varias veces hasta tener 10 esferas idénticas, usando sus conocimientos en astronomía tenía que darles forma de planetas así que  comenzó a decir - engorgio - para hacer crecer esos objetos más y más hasta que cada uno tuviera una proporción diferente de esa manera habría de planetas más grandes y más pequeños - creo que con un wingardium leviosa podremos tener los “planetas” en órbita, ¿haces los honores? - La drag queen necesitaba descansar un poco, decidió quitarse los tacones y la peluca que le pesaba bastante y respirar, un no olvidaba la voz de Alaska que le había salvado la vida.

 

@ NoTazz  @ Rory Despard

[Rory Despard]

Nasha Montpellier

El encantamiento de contención de Ludwig dio resultado de forma tan eficaz como espeluznante. Uno a uno, los fantasmas fueron arrastrados hacia las indumentarias que más habían valorado en su vida. Nasha no dejó de cantar hasta que el último de ellos fue absorbido, ignorando los amargos insultos que cada una de las ánimas le hacía llegar. No era esta la primera vez que asumía encargos de ese tipo, y ni siquiera podía contar entre las residencias más embrujadas de Nueva Orleans, pero definitivamente, Brevard Plantation iba rondar sus sueños un largo tiempo, como los ojos tristes de la última de las almas, una muchacha de trenzas largas que había sido la única que al acercarse había agradecido lo que estaban haciéndoles.

¿Por qué lo hacía? La pregunta quedó en su garganta, pero la explicación llegó en el momento que vio que ella, a diferencia del resto de miembros de su familia, se disolvía sobre un viejo suéter que claramente NO era suyo, pues mostraba en sus colores y cuidada elaboración a mano, las marcas de pertenencia a un esclavo. Con una sonrisa triste, Nasha la vio desaparecer, y a los segundos los golpes en la puerta principal hicieron que desviara la vista hacia allí y se acercara hasta Ludwig para advertirle de que quien tocaba no era ninguno de sus compañeros, sino otra clase de visitante.

— Ella traicionó a su familia. La única flor en medio del infierno que guió sus actos por amor.

Inclinándose sobre la ropa hechizada, apartó aquel suéter, pero empezó hábilmente a hacer jirones todo lo demás y de a pocos un extraño muñeco fue tomando forma en sus manos. Afanada en su labor, Montpellier continuó ignorando los golpes en la puerta, hasta que el retumbar más fuerte la llevó finalmente a ponerse de pie.

— Marqué con cruces las tumbas del campo delantero, pero en el pantano, debían de haber docenas de cuerpos más. Alguien afuera debió salir del camino de luz, y su recorrido en las tinieblas ha guiado a todos ellos hacia el camino de luz- le fastidiaba sobremanera que sobre la tarea pesada que de por sí llevaban a cuesta tuvieran ahora que cargar con ese problema, pero probablemente fuera por eso mismo que los encargados del planetario aun no volvían- ¿dominas las artes oscuras cierto?- el aura que percibía en Ludwig se lo hacía notar así que no esperó la respuesta del mago y le tendió un fino trozo de pergamino donde estaba dibujado con suma precisión un sello alquímico que combinaba los símbolos de los elementos, con el de la calcinación y el tiempo.

— Hazte un corte y dibuja con tu sangre este sello allí en el centro mismo de la estancia. La sangre llamará a esos espíritus vengativos y una vez dentro del sello, yo me encargaré de llevarlos al mundo de los muertos para que descansen en paz. Si no lo hacemos, los dos que están afuera no podrán entrar a la casa. A la cuenta de tres ¿entendido? 1...2...¡3!

Respirando hondo, deshizo el conjuro que hasta entonces había bloqueado el acceso por la puerta, y al instante el hedor se apoderó de la estancia cuando docenas de cadáveres la invadieron, avanzando con pasos torpes por la alfombra púrpura otrora bella. Pero ignorando aquella visión de espanto, la joven volvió la vista a su muñeco, y con la misma paciencia de antes se volcó a terminar de componer aquel raro amasijo.

@ NoTazz  @ Ludwig Malfoy Haughton

[Ludwig Malfoy]

Ludwig Malfoy 
Encantamientos 

Continuó utilizando aquel encantamiento de contención una y otra vez. Realizaba el movimiento de la varita cada vez con más perfección hasta que pareció un movimiento mecánico repetitivo. A su vez observaba cómo los fantasmas iban acercándose arrastrados hacia sus prendas, todos parecían resistirse pero no podían hacer nada en contra del hechizo. Algunos atravesaban al Malfoy intentando lastimarlo. Lo que sentía Ludwig era una especie de náusea cada vez que uno de los fantasmas lo atravesaban pero fuera de eso estaba en perfecto estado. Escuchó las palabras de Nasha hizo la mención de que posiblemente alguno de sus colegas se había desviado del camino lo que había abierto una puerta hacia los espíritus que estaban fuera del camino seguro. Se preocupó esperando que los dos estuvieran bien.

Fue gracias a la salida de su compañera que ahora el rubio debía hacerse un pacto de sangre para ayudar a sellar a los espíritus. Sabía que el tiempo era crucial y Nasha no tuvo que reparar o esperar, la indicación era clara y en cuanto la mujer hizo la cuenta regresiva Ludwig invocó su daga de sacrificio y se realizó el corte profundo que lograra hacer brotar toda la sangre necesaria. Un pequeño chorro comenzó a brotar de la palma de su mano derecha y con la zurda realizó el dibujo indicado y una vez que lo terminó, la magia sucedió.

Su sangre de alguna manera activó un iman para aquellas almas. Las puertas del salón se abrieron de par en par como si una gran ráfaga de viento entrara de golpe. Parecía una aspiradora que arrasaba con todo, Ludwig tuvo que cubrirse la cara mientras veía como todos los espíritus eran arrastrados, caminando con un olor a muerte. Esperaba que Nasha hiciera su movimiento con rapidez o también sus almas serían separadas de sus cuerpos para ser selladas junto con los espíritus.

 

@ Rory Despard  @ NoTazz

[toji]

Fushiguro, Toji 

Ya tenían todo lo necesario para poder construir lo que les había pedido la guía de la misión, habían tardado lo suyo, y por supuesto habían tenido inconvenientes en el camino, pero a pesar de ello habían podido avanzar con los requerimientos. Por su parte, la drag Queen había tomado por válida la idea del nipón que consistía en copiar el balón que había acompañado de vuelta de la “otra dimensión” en donde había caído sin querer. —Perfecto, Pepé— felicitó a su compañera por la increíble destreza que mostraba con la varita. —ahora solo hay que hacer que floten— remarcó la sugerencia que antes había hecho Pepé. Tomó las copias de diferentes tamaños y una a una fue encantando para que se colocasen en la posición correcta. Toji minutos antes había sacado nuevamente su telescopio y lo había colocado mirando a las estrellas, para ir mirando de vez en cuando hacía el firmamento y así colocar los planetas en su posición correcta. 

—La astronomía es una de las ciencias más infravaloradas en el mundo mágico, algo que no pasa en el mundo muggle— reflexionó el nipón sin hablarle a nadie en concreto, mientras seguía colocando uno a uno los planetas en su órbita exacta y a tiempo real, ya que eso precisamente era lo que buscaban… de alguna forma mediante ese artilugio que estaban construyendo y utilizando lo estudiado sobre las estrellas en las clases de astronomía debían de situar un momento exacto para poder acabar con la plaga que asolaba la mansión. —Ya casi lo tenemos— añadió Toji con un poco más de fuerza en la voz. Ya solo le quedaba por colocar la última de las lunas de saturno para que toda la construcción quede lista para aclararnos el camino a seguir. 

Pepé seguía sentada descansando, se había quitado cosas de encima para ponerse más cómoda mientras se masajeaba los pies (¿). Toji echó un vistazo a la imagen que proporcionaba la dragqueen desde su asiento, ella le miró y Fushiguro para no parecer maleducado por mirarla fijamente, hizo un ademán para indicarle que el artilugio estaba listo. —Lo hemos conseguido, compañera ¿Quiere hacer los honores? — preguntó mientras se alejaba un poco del invento, necesitaba verlo con perspectiva para asegurarse de que todo estaba en su sitio. —Deberíamos de avisar a Nasha y Ludwig que ya tenemos listo el artefacto— sugirió el nipón mientras miraba hacia la mansión, en donde se habían adentrado la guía y el rubio Malfoy.

@ Rory Despard  @ Ludwig Malfoy Haughton

[Ludwig Malfoy]

Pepé dela Creme
Astronomía

Efectivamente la vestida se encontraba muy cansada y un poco fastidiada por todo el camino que había tenido que realizar durante aquella expedición pero le entusiasmaba la idea de que finalmente escaparían de aquella pesadilla, nada le podría hacer más feliz que estar finalmente fuera de aquel territorio de magia profana y maldita. Quería correr pero sabía que era necesario acabar con aquel planetario que Nasha les había encargado. Afortunadamente Toji se había percatado de su cansancio y con bastante destreza se encargó de montar los nueve planetas rodeando al sol. Las estructuras flotaban y giraban en su órbita dando un aspecto bastante llamativo y curioso.

Le impresionaba saber que usando sus conocimientos en astronomía habían hecho un maravilloso trabajo del que Nasha posiblemente estaría orgullosa pero no lo sabría hasta que ella misma lo viera por sus propios ojos. El orienta sugirió que fueran a buscarla junto con Ludwig para que se finalizara con la misión. Ambos podían ver la presencia de espíritus que se reunían alrededor de la vivienda. Pero parecía que una vez creado dicho planetario la presencia de criaturas se había multiplicado logrando que todos y cada uno de los fantasmas saliera hacia la superficie. El momento de limpiar con aquel lugar había llegado.

-Creo que debemos ir por ellos, o quedarán encerrados aquí – dijo la drag queen volviéndose a colocar los tacones, se acomodó el busto de silicona y volteó a ver a su colega – vamos guapo – comenzó a caminar junto con el chico dejando al planetario flotando en un lugar estratégico. Llegaron juntos hacia la mansión y vieron como el Malfoy estaba realizando encantamientos uno tras otro para encerrar a las almas en ¿ropas?, no tenía idea de cuanto resistiría el mago – rápido tenemos que ayudarlo.

La drag queen comenzó a imitar los movimientos de Ludwig quien se veía cada vez mas cansado pero no se rendía en su misión. Gracias a ello pudo aligerar un poco su peso. Arrastraba a los fantasmas hacia las prendas y los obligaba a permanecer en ellas. Así lo hizo una y otra vez mientras Nasha continuaba cantando.

 

 

@notazz

 @ Rory Despard