Crónicas de Luces y Sombras III

[Mefistófeles Evil.]

La casa cada vez se encontraba más llena de una gran cantidad de personajes que no podían ser más opuestos, eran fuego y gasolina, una chispa, una sola palabra que de pronto se sintiera algo altisonante, podía provocar casi una guerra, lo único que evitaba eso era las pocas coincidencia familiares que había entre unos y otros, nadie quería derramar sangre de personas queridas y apreciadas, gente que se encontraría en medio de fuego cruzado, algo en extremo encantador, pero aquello era el delicado hilo que nos unía.

El intercambio de frases entre cordiales y ariscas que Sagitas y Lud fue entretenida por no decirlo más, notaba que a pesar de la tensión que existía entre los dos, había un alto grado de respeto y admiración entre ellos, eran dos líderes, dos personas que en verdad estaban hechas para dirigir grupos cosa que los hacía merecedores de toda mi consideración.

La llegada de la hermosa Ada solo puso la cereza del pastel, me sentía muy bien estar en medio de ese debate político que pocas veces se podía repetir, no dejé pasar el momento para saludar con toda la formalidad del caso a la Ministra de Francia, mi hermana, ¿lo era?

-Señorita Ministra que honor verla nuevamente...-tomé su mano y le di un delicado beso...-estas hermosas casualidades son por las que me encantan este tipo de reuniones sorpresa...-

Sonreí viendo a los ojos de la Dumbledore, cuando de pronto los comentarios mordaces empezaron a salir por parte del futuro ministro, sabía que tenía sus sospechas de uno o de todos los presentes con respecto a nuestras actividades extracurriculares, seguramente quería que alguien hable de más, el hombre no era para nada tonto, entre nosotros había también gente muy visceral, esperaba que sus comentarios sean mesurados y no pongan en riesgo la delicada calma que reinaba en el lugar.

-Violencia para mitigar la violencia, una idea seductora pero no creo que sea un buen mensaje para personas que desean vivir en paz...-me atreví a responder antes que la ministra...-pienso que si vas a ser ministro algún día debes crear un puente de comunicación con los Mortífagos, con el fin de conocer motivos del por qué por tal o cual acto y darles solución, recuerda mi estimado Ludwig que a pesar de que sus métodos carecen de toda legalidad, son un colectivo, una minoría la cual debería ser escuchada si vivimos en democracia, es un peligro decretar un día de anarquía ya que en menos de eso imperios milenarios han caído...-

Mi preocupación era válida, a pesar de ser un fanático de la violencia y de ver correr sangre, algunas veces la idea de hacerlo por deporte y no por motivos válidos hacían a mi gusto perder la emoción, eso era de bárbaros.

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[Luna Gryffindor Delacour]

Por primera vez en lo que va de la noche, me sentí en casa y me di cuenta que casa significaba cualquier lugar que estuvieran Ada, Malum y Mefistofeles, porque no tenía más familia que esa, así que hice lo único lógico en esa situación (quizás no tan lógico) me acerque a Ada y Malum y les di a ambas un abrazo, para luego volver hacia donde estaba papá, esto se estaba poniendo interesante y político y no quería perderme ningún detalle en lo absoluto.

 

- Vayamos por partes, primero y principal Ada corazón, estoy feliz de que vengas a verme, lamento la carta rápida que te deje es que el tiempo apremiaba, Malum mi madrina bella, también estoy feliz de verte y pues por qué no debatimos sobre política en la mesa? Se sabe que comiendo las personas se llevan mejor no? - Dije intentando imprimir entusiasmo a mis palabras -

 

Me pregunté en qué momento Ludwig y Sagitas se habían enfrascado en una conversación política, de qué me estaba perdiendo por ver a Ada y Malum? Sea como fuera, seguía pensando que papá tenía razón y que Lud debía tener un puente entre todos pero... Por qué hablaba de minorías y Mortifagos? Lo mire confundida pero me encogi de hombros, sabiendo que en realidad nunca entendería mucho de política.

 

- Bueno a riesgo de sonar mal, creo que papá tiene razón debemos de llevarnos bien con todos y porque no también ayudar a las personas y estoy segura que eso es lo que hará Lud cuando llegue a Ministero de Magua, y esas pruebas son efectivas? Lo pregunto porque si es así, podríamos haberlo hecho mucho antes o no? además de pensar en un puente con los Mortifagos, bueno más bien sería pedirles que se comporten y no hagan destrozos por mansiones no? aunque... Por qué te preocupan? Papá, los de las máscaras raras esas siempre han tenido algún aliciente en el gobierno y no me cabe la menor duda de que lo seguirán teniendo en menor o mayor medida - Le dije a todos los presentes, aunque miraba a Mefis confundida porque realmente no había entendido muy bien su preocupación -

 

Mortifagos? Por qué a Mefistofeles le preocuparían? Qué significaba lo de minorías Mortifagas? Seguía cavilando lo que sea que estaba diciendo, por mi trabajo de Auror y más en concreto por mi amada Orden del Fénix, me las había tenido que ver varias veces con los Mortifagos, lo primero no era secreto pero lo segundo si y nadie de la habitación (a excepción de Ludwig por obvias razones) sabía que pertenecía a esa organización, así que parpadie intentando buscarle algún sentido a sus palabras, pero descarte la idea para preguntárselo más tarde, no todos los días tu propia hija sospecha de que puedes ser un señor que lleva máscara, trague saliva preocupada y me dije que eso no podía ser cierto y que papá solo hablaba para conversar con Lud, o de eso me intente de convencer mientras esperaba la reacción de los demás a sus palabras. 

 

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Editado 20 de Septiembre del 2022 por Luna Gryffindor Delacour

[Eterno Black Triviani]

Después de la actividad que tuvo con anterioridad en la Malfoy y después de haberse reunido junto con su grupo y charlar sobre un tema en específico decidió acompañarlos en lo que se tenía en mente, se alejó de aquel lugar a regañadientes por no conseguir lo que el esperaba pero aún así sabía que en un momento iba a tener la oportunidad para poder concluir con su deseos encontrados.

 

 

Luego de un buen tiempo tuvo la invitación de ir a la mansión Gryffindor a la cuál el Blackthorn aceptó amablemente ante tal alternativa, acompañando al dueño de casa y otras amistades cercanas que llegaron con él a la par diéndonos la sorpresa la sorpresa ese lugar no se encontraba vacío, había alguien puesto que las luces visibles se encontraban encendidas, dada la esta situación que logró llamar bastante la atención de los presentes aunque el canciller quiso seguir de manera para mantenerse con una postura baja enterándose que su ahijada había llegado al recinto y eso era lo más importante ante cualquier cosa por todo lo que me ha pasado días atrás, después de todo había entendido por lo que había pasado en acontecimiento un tanto desafortunado aunque ella no lo había tomado esa manera. Él se encontraba bastante preocupado por ella y trataba de mantener la calma para no alarmarle pero aún así por dentro le corroía esa ansiedad cómo el temor a qué de alguna manera le hubiesen dañado. Los comentarios decían que pudiesen haber quedado embarazada sin saber bien el porque había escuchado esas palabrerías de un tema delicado ah sí nada más por aquellas malas lenguas qué se rumoreaba en otras familias dentro de Ottery, aunque la situación una vez no creía que haya sido negativa después de todo ya que una vida es un regalo tan bonito qué conllevaba a lo largo algunas consecuencias las cuales en un transcurso para la familia serían beneficiosas. Yo como padrino correrías el riesgo para mantener y apoyar en la educación de ese regalito qué se les había dado como darle el amor correspondiente de familiar casi directo. Al entrar en la casa y al verla me acerqué hacia ella sin decirle nada para darle un abrazo, eso hacia ella era algo que no sabía propiciado en otra oportunidad aunque la comunicación entre nosotros no había sido muy continua sabía bien que había una conexión qué le mantenía al tanto de todo lo que sucedía en nuestro entorno en particular. Luego de todo ello quería escuchar lo que se hablaba en el lugar acercándome dónde se encontraba mi esposa quién toda tan bonita, a quien acompañaba en este lugar. 

A lo lejos saluda a su Padre con un movimiento de cabeza esperando que todo esto ya sería después de todo qué se expresaba de un grupo dentro de su preocupación.

- Yo creo que sí, sería bueno sí los logramos contactar con esas personas para forjar algún tipo de comunicación y que no ocurran más esas clases de actividades. ya que todo se logra miente la paz que se pueda llegar a querer. Imagino que debería haber una persona con la que se pueda conversar ante todo eso que puede estar predispuesta al diálogo.- 

Agregó mientras observaba a su sobrina y a su compadre en ese lugar, puesto que él creía que no todos podían ser tan malos ya que algo de bondad deberían tener todos en sus corazones.

 

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Editado 20 de Septiembre del 2022 por Eterno Black Triviani

[Malum Luxure]

Bueno parecía que el muerto que habla estaba teniendo más atención de la que debía, casi puse los ojos en blanco ante aquel acto de mala actriz, me decidí centrarme en algo más al oír a mi bis hablar del embarazo le di un disimulado codazo al demonio, luego hablaría con él sobre como sabe sobre mi estado, pasé por al lado de mi tío Ludwig y le regalé una sonrisa a modo de disculpa al escuchar su respuesta a mi pregunta, era mejor no entrometerse en asuntos personales de pareja, lo que aún no superaba que él fuera de la orden...ese detalle yo no lo sabía, lo que estaba segura que si no se había percatado era que su ser se podría convertir en una presa pues era un pollito rodeado de serpientes.

La elegante voz de mi esposo se hizo notar cuando la charla entre Ludwig y mi bis Sagitas se puso, bastante política y por supuesto Mefistofeles dio su opinión al respecto, pero lo más divino fue la llegada de mi bella, quien con su presencia venía a opacar cualquier teatrito anterior, mi corazón saltó de júbilo al verla bien.

-Creo lo mismo que la mayoría el diálogo es el arma que se debe usar en estos casos, los mortifagos son solo una parte del mundo mágico que debe ser escuchada, también los neurales y los regentes de distintos países como nosotros también tenemos algo que aportar.- Dije esas palabra con tal convicción que no parecía yo un miembro de la marca...de cuando nosotros no despreciabamos la posibilidad de hacer daño a los sangre sucia? Estaba segura que sí exponíamos un pensamiento a favor eso nos llevaría a afirmar que pertenecemos a la marca, sin duda decir que no es lo correcto. -Considero que deberíamos formar un comité de que se encargue de tal tarea, que prometa el resguardo de quienes vayan a colaborar con la causa...un no rotundo a la violencia sin sentido.- Caminé despacio hacia mí hermana y bese con ternura su mejilla para luego ir al lado de mi esposo.

En serio estaba muriendo de hambre y esta reunión se estaba poniendo más entretenida con cada invitado inesperado que iba llegado, la noche estaba recién empezando y esto sí se manejaba bien podría llegar a buen puerto, el posible ministro de la magia estaba entre nosotros, es una lástima que no pudiéramos deshacernos de su persona si es que no comparte nuestros pensamientos, pero bien dicen "ten a tus amigos cerca pero a tus enemigos aún más cerca"

-Tiene razón mi dulce ahijada es mejor si seguimos tratando este tema en la mesa...por que literal morimos de hambre.- Ante mi propio error al hablar en plural esperaba que el tema no se volviera a desviar de donde ya estaba, solo me puse un poco colorada y solté una risita nerviosa. -Me refiero a todos nosotros en general. -Comente de la forma más casual posible.

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[Luna Gryffindor Delacour]

Estaba feliz de ver a mis padrinos allí, no había tenido oportunidad de hablar tanto con Eterno como si con Malum, pero igualmente sonreí cuando mi padrino me abrazo y le correspondía el abrazo feliz, ya que se veía preocupado por mí, le di un abrazo a mi madrina también, para luego volver a los brazos de mi papá para poder seguir escuchando todo cuanto decían.

 

-Concuerdo con la madrina, debemos tener un comité que se encargue de dichas cosas, como uno que contemple a todas las personas en general, no sólo los bandos de este o aquel, si no a todo el que necesite ayuda, qué les parece la idea? Lo digo porque así escuhariamos las opiniones de todos lados y no solo de un grupo en específico, aunque insisto que yo mucho no entiendo del tema, si se que todos deberían de poder ser escuchados o al menos, eso es lo que opino - dije entusiasmada con la idea y aún cavilando lo todo -

 

Al menos ahora que hablaban de minorías en general parecía más acordé a lo que pensaba yo, que a lo que podría pensar papá al respecto, todavía una parte mía, le seguía dando vueltas a eso de minorías Mortifagas, quizás porque tener cerca a Mael me pusiera nerviosa por mis sospechas de que era una Mortifago o porque tenía miedo de que nos lastimaran a Lud y a mí, es que acaso estaba loca? Ni mi mejor amiga Ada, ni mucho menos mi papá Mefis, o mismo mis padrinos Malum y Eterno, permitirán que algo me pasará a mi, así que debería de calmarme y no pensar en que la última vez que vi a mi sobrino, dejaba que me echaran de la Gryffindor sin poner un solo pero al respecto.

 

- Podríamos ir a comer algo, por cierto que estaba haciendo un banquete en la cocina pero si quieren le pido a Arturo que lleve todo a la mesa del comedor - dije feliz de poder ser una buena anfitriona -

 

Eso me hizo sonreír, les mostraria a todos los bien educada que estaba, Annick y Elvis no se habían gastado en enseñarme modales para que yo los olvidará en dos minutos, así que suspiré pensando en lo cansada que estaba de luchar y en como haría para recuperar mi hogar de una vez por todas, mientras pensaba en que la política era más interesante de lo que pensaba en realidad.

 

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[Ludwig Malfoy]

Sin darse cuenta los invitados a aquel salón se habían reunido para dar sus puntos de vista. Ludwig sabía a la perfección que todos ellos eran simpatizantes con los ideales tenebrosos, no podía asegurar que fueran mortífagos o que eran responsables de los ataques anteriores, pero no necesitaba y no quería saberlo, tanto conocimiento podría ser contraproducente y de por si ya sabía la identidad de tres personas que se encontraban en aquel lugar. Aquellos dilemas morales comenzaban a hacer estragos en su toma de decisiones ya que por una parte Mica, Mael y Mefistófeles se habían convertido en personas importantes para el rubio y en caso de llegar al poder tendría que tomar la decisión de actuar en contra de ellos o hacerse de la vista gorda aún siendo parte de la orden del fénix.  También estaba su sobrina Malum y su cuñada Ada a quienes adoraba y posiblemente también se verían perjudicadas. Ludwig estaba seguro que su mandato debía permanecer en la neutralidad.

-Creo que todos tienen razón, los mortífagos han causado muchos estragos últimamente pero posiblemente deseen dar un mensaje a la nación, me gustaría y lo digo con sinceridad poder escuchar ese mensaje, saber sus inquietudes y evitar más muertes, si soy ministro lo seré tanto para los integrantes de la Orden del Fénix como los de la Marca Tenebrosa, no se podríamos organizar un torneo para que ahí puedan ajustar sus diferencias y evitar más violencia.

Casualmente justo después de decir esas palabras se materializaron en sus dedos un mensaje que alguien había mandado “Lud, lo siento mucho, después de lo ocurrido se hizo una votación y ya no eres Lugarteniente” decía aquel mensaje que inmediatamente se incineró, no estaba firmado y no sabía quien pudo haberlo mandado y por un momento se sintió triste y decepcionado, pero también un poco aliviado ya que estaba seguro de que el siguiente líder haría un mejor trabajo del que pudo haber hecho el. Suspiró y tomó eso como un augurio de que debía concentrarse en su campaña de ministro – bueno vamos a comer por el amor de Helga Hufflepuff – dijo para alejar esos pensamientos de su mente.

 

@ Luna Gryffindor Delacour  @ Darla Potter Black  @ Mica Gryffindor  @ Mefistófeles Evil.  @ Malum Luxure  @ Eterno Black Triviani  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre

 

[Mentita]

(Primera vez usando bannercitus, ¡miren que bonito!)

¿Celebran algo? El eco que llegaba a ella a través de las ondas sonoras le daba una información precisa de lo que ocurría dentro de la mansión. Detuvo su vuelo por unos segundos, sólo para ubicarse bien en dónde se encontraba ella y en dónde se encontraban los demás. Por la zona, podría adivinar que estaban a varios metros por debajo de la bruja, en un salón grande, varios de ellos. Entre apestosos... ¿A qué apestaba? Sangre mancillada por una falsa lealtad. Sí, a eso. Bueno, no. En realidad, eso sólo se lo estaba inventando, porque no le agradaba ninguno de los que se encontraban en esa reunión. Además de que no conocía a varios de ellos tampoco.

Pero a mal tiempo buena cara, la "reunión" de la que estaban gozando podría servirle para hacer lo que había ido a hacer y luego marcharse sin penas ni glorias. No era momento de llamar la atención y, de hecho, no le interesaba lo que estuvieren haciendo allí ese grupo variopinto. Sin embargo, antes de que pudiese colarse por una de las ventanas, su elfo la detuvo al aparecerse frente a ella.

— Es peligroso, ama. ¿De qué servirá si queda atrapada en esa maldición? —el susurro desesperado de Chuck hizo que Candela blanquease los ojos.— ¿No es mejor vivir mucho más y sin llamar la atención? 

Candela le dedicó una mirada significativa. Ya habían tenido esa charla varios días atrás, ella le había dado instrucciones expresas sobre lo que tendría que hacer en caso de que algo saliese mal. Chuck, desde luego, no estaba de acuerdo con lo que la bruja tenía planeado. Al no haberse puesto de acuerdo, el elfo no pudo contenerse de intentar detenerla antes de su ingreso a la mansión. Y como tampoco había un protocolo a seguir en caso de que apareciese el elfo a último minuto, Candela continuó con el vuelo y se coló por una de las ventanas de los pisos superiores. Chuck, más desanimado que de costumbre, se dedicó a mantener un vínculo invisible con ella para tenerla vigilada. Si algo le sucedía, tendría que actuar.

Las ondas que seguía emitiendo le permitieron asegurarse de que aún estaba sola en ese lado de la mansión y mantenía los sentidos alerta por si ocurría algún evento que le indicase lo contrario. Una habitación. Podía decir que estaba a oscuras, y que estaba sola. Se colocó sobre un armario y luego sobre unos sillones, en donde adoptó su forma humana el tiempo necesario para dar vuelta cada rincón. No había ningún pergamino allí. Volvió a su forma animal con un gruñido. La mansión era enorme, podría estar en cualquier lado.

[Mica Gryffindor]

 -¡Eso! ¡Arturo! -gritó tras escuchar a su sobrina sugerir mover el banquete hacia el comedor -¡Llévatelos! ¡Mushu! ¡Ayuda a Arturo! ¡Lleven todo al comedor! - ¿por qué pretendía que el elfo de su sobrina le hiciera caso? ¿Qué hacía allí ese elfo? No pudo retener la carcajada ante sus propias incertidumbres. La que solía ser su casa estaba invadida por gente que no la quería ni un poco, que la cuestionaba en cada movimiento, y por aquella chica cuya lealtad era dudosa. La presencia de Mael, Ludwig y Mefistófeles la tranquilizaba un poco, eran sus personas de confianza, pese a que algunos de ellos parecían flaquear bastante en presencia de Luna.

En lo que ella creyó que era un movimiento disimulado, corrió hacia atrás su silla y se puso de pie. Para los demás, de seguro, resultó un movimiento sumamente torpe y ruidoso. Tropezó con el pie de alguno de los que estaba a su lado al hacerlo y casi cae nuevamente en su asiento. Pero se mantuvo de pie y se encaminó hacia la cocina.

Fingiendo que ayudaba a los elfos, empezó a llenar una panera, poniendo en ella variedad de bollos, escondiendo un par en sus bolsillos, antes de enfilar su turbulento andar hacia el comedor, asegurándose de ir a la estancia antes que nadie. Desde una distancia poco prudente, tiró la panera sorbe la mesa, haciendo que muchos de los panes cayeran de la misma, incluso alguno rodando hacia el piso. No iba a sentarse con ellos a comer ¿quién pensaba que podría querer mantenerse en esa situación? Aún con aquella poción en su torrente sanguíneo distinguía su propia necesidad de alejarse.

Esta vez no lo hacía entre lágrimas, eso sí. Algo le decía que pese a todo sus amigos seguirían prefiriéndola siempre que las circunstancias lo ameriten, pero aquella batalla era una sin sentido ya.

Se dirigió hacia las escaleras, buscando un trozo de pan de los que había escondido y le dio un mordisco. En ese instante le supo como el bocado más delicioso del mundo, tras tantas horas sin ingerir nada. Debió concentrarse para no trastabillar, así que prefirió afirmarse a la barandilla mientras ascendía peldaño a peldaño. De cualquier modo, tropezó al llegar al último escalón, y no tardó en soltar una carcajada por ello. Se tapó la boca con las manos al darse cuenta de su falta, esperando no haber llamado demasiado la atención de quienes estarían sentándose a la mesa.

-Da igual, que les aproveche -soltó, entre molesta y divertida. No le agradaba tenerlos en su casa, pero ¿qué hacer? Ya se marcharían y el lugar volvería a estar en paz.

Avanzó por los pasillos hacia su habitación, cerrando la puerta detrás de sí, sentándose en la cama para terminar su pan. La tranquilidad que le daba el filtro era extraña. Cuando se quedaba quieta sentía como si su cuerpo flotara. Tal vez era cierto que se habían pasado en el alcohol utilizado, de seguro era cierto. Soltó otra carcajada, esta vez permitiéndose ser ruidosa, todo le parecía ridículo: aquella gente en su casa, el tonto enfrentamiento con Darla, el secuestro de Mael, Luna queriendo volver a la mansión… todo.

[toji]

 

 

 

 

 

Las grandes comitivas siempre se le antojaban desagradables, principalmente eran las largas esperas o los largos silencios que precedían este tipo de eventos. Sin más, Zenin se había apartado del grupo en primera instancia, estaban planeando atacar la Mansión Malfoy y él no iba a participar en semejante sandez. Poco a poco el mago enmascarado se iba apartando del caos que reinaba en el salón de la mansión Gryffindor, él por su parte estaba deseoso de poder secuestrar y torturar a gente y más de atacar a sus enemigos, pero en su interior no concebía a los Malfoy como enemigos, al menos no de momento. Había aprendido con el tiempo a guardarse este tipo de reflexiones para sí mismo, no era apropiado que él en su posición como miembro activo del bando tenebroso siga intimando con traidores y familias de dudosa moral. 

—Amigos, esperaré a vuestra vuelta— dijo Zenin mientras algunos de sus compañeros iban y volvía de causar estragos en los terrenos de los Malfoy. —… no volváis sin un souvenir para distraerme un poco— dejó caer el comentario mientras se servía un poco de alcohol. 

El tiempo transcurría lento en el salón, pocos habían sido los afortunados que se habían quedado e la gryffindor para espera la vuelta del resto. Mientras tanto se había organizado una especie de cena en la cual poco aportó en su montaje, no estaba de mucho humor como para estar de fiesta. Cuando fue convocado por la marca se esperaba poder batirse en duelo con sus enemigos, matarlos incluso o desmembrarlos, lo que sea, pero lo que nunca se había imaginado era tener que pasar la velada preparando una fiesta. ¿Dónde habían quedado las batallas, las muertes, etc.…? Quizás los nuevos aires que corrían en la organización eran diferentes en ese sentido, las fiestas, las celebraciones y el colegueo estaban por encima de enfrentarse y someter al enemigo en una batalla abierta. 

—Buenas noches, Mica— se despidió de la bruja que por lo que se podía observar también estaba agotada de tanta fiesta… bueno y quizás un poco borracha. 

Zenin esperó a que cada uno de los que quedaban se ausentaran para él hacer lo mismo, se acomodó el haori negro y sosteniendo la catana salió disparado hacia la puerta principal de la mansión para luego desaparecer. Quizás los tiempos cambien… quizás… El mago oscuro no perdía las esperanzas de un nuevo resurgir del bando. 

[Mael Blackfyre]

MANSIÓN GRYFFINDOR.
Era una de las pocas veces en toda mi vida en las que me había mantenido callado. Observaba a aquellas personas con sonrisa que se desviaba hacia uno de los lados de mis comisuras. Al parecer la situación había sido estresantes para todos, no solo para Mica, quien ahora se encontraba semi inconsciente al resguardo de Mefistófeles y el Ludwig Malfoy. ¿Cómo lo había logrado? Era increíble pero todo el escenario lo había imaginado tan solo en mi cabeza: el joven Mefistófeles salía volando por una de las ventanas, Luna levantada por uno de sus tobillos a tres metros del aire, siendo devorada por cuervos en el patio de la mansión y el Grandioso y Bondadoso Ludwig, o la cabeza de él mejor dicho, colgada en el Atrio del Ministerio como digna señal de quienes me molestara. Podría haber hecho eso con todos los que se atrevían a dirigirse asi en mi propia casa. Pero de reojo vi a Mica y decidí por una vez, mantener la calma.

— ¡Veo que la mansión Gryffindor se ha convertido en el bar del pueblo! Qué bueno… —el sarcasmo había salido como las flores en primavera y era inevitable comportarme de otra manera, después de los escenarios que se habían recreado en mi cabeza. Observé a Ludwig y había decidido dos cosas: ignorarlo por el momento para tener una charla después, a solas. Le guiñe un ojo a Sagitas, entendiendo en parte lo que estaba haciendo.

Malum, Sagitas, Eterno y Ada habían llegado en diferentes situaciones pero se encontraban allí como el resto. Ludwig y Mefis se tomaban las molestias de custodiar a alguien que claramente se les había escapado de las manos. Luna había estado comentando algunas cosas fuera de sí, preguntándome a mí mismo, si aquella demencia de algunos Gryffindor, como había invadido al Viejo Auror, también había llegado a su mente. ¿Pedirles a los mortífagos que se comportaran? ¿En qué mundo vivía la directora de los Auror? Me volví a resguardar aquellos pensamientos.

— ¡Tanis! ¡Rhaenya! Ayuden a armar todo en la sala con Arturo y Mushu. Traigan al resto. ¡Apresurense! Que los invitados de la mansión tienen hambre —en aquella comitiva de elfos se habían sumado Tethys, Eneas y Dido, pero realmente nunca recordaba a aquellos elfos, de hecho, no me relacionaba con ninguno, pero si estaba seguro, era que no iba a traerles la comida a su plato.

La gran sala de la mansión Gryffindor había contenido a tres decenas de miembros en su máximo esplendor, asi que no tenían que temer por su lugar. Algunos elfos se habían distribuido en diferentes zonas: los primeros habían colocado la gran mesa, otros traían la comida desde la cocina. Otros más encendían algunas lámparas y velas, y los últimos, acomodaban las sillas y les indicaban a los presentes que ya podían sentarse. Miré a los más cercanos—. Si alguien desea descansar en la mansión, son más que invitados, tenemos lugar de sobra —le dirigí una leve sonrisa a la ministra francesa, tan hermosa y radiante como siempre—. Siéntense y sírvanse unas copas. ¡Por quien sea nuevo Ministro! Ya regreso, ésta situación amerita vestirme un poco mejor.

Y desaparecí.

Ser patriarca de aquella mansión te daba ciertas posibilidades de manejarse incluso dentro con apariciones. Los miembros podían pero solo desde afuera. Tenía que cambiarme ante la situación, el tiempo había transcurrido secuestrado y no me encontraba en el mejor de los estados. Fue tan solo unos segundos, que me tomé un baño y cambie aquellas ropas por una camisa, pantalón y capa negra, con el broche dorado característico de los leones. La puerta de mi habitación había quedado abierta. Y un objeto pequeño, aleteó por el techo, cerca de la puerta. Eso hizo que no volvieran tan rápido como había querido.

@ Mica Gryffindor  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Mefistófeles Evil.  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Ludwig Malfoy  @ Malum Luxure  @ Mentita  @ Ada Camille Dumbledore  @ Eterno Black Triviani