Crónicas de Luces y Sombras III

[Kahlan Blackthorn]

 

—¡¡¡ Se lo han llevado !!!—

Aquello fue lo último que escuchó tras corroborar que el Lugarteniente de la Marca Tenebrosa, irremediablemente cayera en manos del esposo del Líder de la Orden del Fénix. Vaya que estaba haciendo una labor mucho más productiva que su cónyuge, tomándose un tramo de ventaja contra los mortifagos. El Ángel Caído sabía que el Blackfyre, no emitiría palabra alguna aunque le sometieran a la peor de las torturas conocidas dentro del mundo mágico— Es más probable que se congele en infierno a que el suelte prenda—recorría con paso apresurado su habitación dentro de la mansión Rosier. Amenazando con hacer un surco en el suelo, ganándose posiblemente una reprimenda por parte de Juliette.

Contaba con ella para ir en busca del hombre recientemente capturado, decidiendo enviarle una misiva a su nueva arrendadora. No le gustaba aprovecharse de la hospitalidad de la medimaga, pero ella sabía como sanar algo más que las heridas que llevaba a cuestas y no acababan de cerrar del todo— Espero que quiera acompañarme, necesito alguien que sea de mi entera confianza. Aunque existen más nombres en mi corta lista—mordiendo el interior de su mejilla, sacaba un poco de la tensión acumulada por la situación que les ocupaba a los magos tenebrosos.

Quote

Querida @ Juliette Macnair

Necesito hablar contigo urgentemente, te encontraré en el sitio donde me diste la bienvenida a tu hogar.
 
Saludos, Kyle Blackthorn.

La nota era demasiado escueta, ahorrándose dar detalles innecesarios o que pusieran en evidencia que estaban preparándose para atacar la Potter. Esa mansión quedaría reducida a cenizas, tras verse abrazada por las llamas feroces que serían expulsadas por los dragones que obedecían fervientemente al Vidente. Reviviendo fragmentos de la batalla, buscaba algo que le ayudará ir un paso adelante de los Fenixianos. El talón de Aquiles del Malfoy era una joven que se escapo por los pelos y si podía atraparla la ofrecería como trueque en caso de que el rescate no saliera como lo esperaban.

@ Mael Blackfyre @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Darla Potter Black @ Dennis Delacour @ Luna Gryffindor Delacour @ Ludwig Malfoy Haughton @ Sagitas E. Potter Blue @ Ada Camille Dumbledore @ Helike R V PB @ Anthony Ryvak Dracony @Todes xD

Editado 9 de Agosto del 2022 por Kahlan Blackthorn

[Eterno Black Triviani]

¡ Pues no puede ser que este ocurriendo esto ! 

Bramó el Walpurgis mientras recordaba las escenas que había comenzado a realizar en esa encrucijada cuando él comenzó a abrir la primera ruta de ingreso cuando fueron a tomar posesión de dicho curita, lastimosamente a que el servidor de su propio intereses se encontraba muy bien escondido el muy cretino y lo pudimos dar con su rastro, paso de todo aunque nosotros no dimos el brazo a torcer pero se lo llevaron a aquel quién en ese momento los lideraba nuestro lugarteniente, esto realmente no podía estar pasando y lamentó de este descuido que no podía haber pasado pero pasó yéndose de sus propias manos.

 

Sostenía en ese instante un panfleto pero arrugando este lo tiro en su incomodidad hacia aquella pared que tenía enfrente, mirando con rabia ya no quiso lamentarse parándose de golpe para dirigirse con rapidez hacia la salida e indicarle a su secretaria de la cancillería que que le fija una reunión con la jefa de alto mando de Francia y así poder unirse con esta para hacer un plan y con este nos beneficiaría a todos. No se podía perder más tiempo en esto dejando Suiza para dirigirse en un vuelo sin escalas hasta dicho país una vez ordenados los papeleos aunque tenía libre acceso quiso que todo estuviera en orden. 

 

Oh sorpresa la suya ya la Emperatriz qué Austria se encontraba presente aunque estaba muy pensativa a todo esto, se le acerco y le dio un beso y está reaccionó absorta a la situación, ya había pasado mucho tiempo y aunque ella se encontraba embarazada los quería apoyar ya que dicha persona era alguien muy cercano.

En ese momento sintió una presión en el muslo adivinando lo que era aunque le ardía manteniendo la calma y después de respirar profundamente pidió permiso para sentarse después de la aceptación de la dueña del lugar y apretando los puños los cuales los tenían sobre la mesa levantó la mirada para mirar a ambas chicas y así comenzar con esta reunión.

 

Sacando su varita la que manipulo para hacer visible un frasco el cual se encontraba lleno y tapado pero este líquido que contenía era transparente como burbujeante, a sus ojos lograba ver unos leves destellos plateados que emergían de él lo bueno de dicho envase transparente qué mantenía viene el calor la podrían maniobrar con mucha soltura y sabía que esto les iba ayudar en algo.

@ Ada Camille Dumbledore

@ Malum Luxure Mael Blackfyre@ Malum Luxure@ Eterno Black Triviani@ Darla Potter Black@ Dennis Delacour@ Luna Gryffindor Delacour@ Ludwig Malfoy Haughton@ Sagitas E. Potter Blue@ Ada Camille Dumbledore@ Helike R V PB@ Anthony Ryvak Dracony@Todes

Editado 9 de Agosto del 2022 por Eterno Black Triviani

[Goderic Slithering]

Su ojo izquierdo apenas podía mantenerse abierto. Al fin había logrado hacerse un tiempo libre para poder descansar y su agotado cuerpo parecía saberlo porque apenas reunía energía suficiente para llegar a la cama. Ni siquiera se molesta en sacarse los zapatos o en cambiarse la ropa del trabajo, el sueño era lo más importante. Sin embargo, un brillo intenso interrumpe lo que prometía ser un dulce descanso.

Goderic sabía, sin tener que girar su cabeza, que se trataba de un patronus. Podía sentir el calor característico de un hechizo que se formaba a partir de buenos recuerdos. Un calor casi hogareño el cual servía para curar un poco su fatiga. Se sienta en la cama para oír el mensaje que el patronus, con forma de gato siamés, le tenía: «reunión urgente en la Potter, no puedo dar más detalles, sean rápidos.»

Suelta un bufido sutil. Estaba cansado, tenía sueño y no tenía ganas de levantarse para cumplir una orden tan imprecisa como aquella. Nadie le pedía que contara la historia de su vida, pero sí podría informar un poco el motivo de la reunión ¿y si fuera una urgencia que le resultase irrelevante? El mago se queda unos minutos debatiéndose sobre si su próximo destino seguía siendo su cama o había cambiado a la Potter. Lo cierto es que ambos destinos eran lugares que no visitaba muy a menudo y tenían elementos atractivos, por lo que, ignorando completamente la orden de ser rápido, se mantiene mirando a la pared.

Luego de unos minutos, se levanta acompañado de un fuerte suspiro. Acomoda sus ropas arrugadas y recupera su monedero de piel de Moke a.k.a. “kit de aventuras” antes de guardarlo en su abrigo. Una voz, que probablemente tenía razón, no paraba de gritar en su interior: «es una mala idea... te vas a arrepentir... mejor duérmete». Sin embargo, de todas formas gira sobre sus talones y aparece dentro de la mansión Potter. Con un simple hechizo de rastreo, no le resulta difícil encontrar la ubicación de la reunión urgente por lo que camina, sin mucho ánimo, hasta reunirse con el resto de miembros de la Orden del Fénix.

— Hola, ¿qué tal?

Saluda sin dirigirse a nadie en particular. Reconoce a Ludwig, a Luna y a Darla aunque con muchos de ellos no había intercambiado muchas palabras, por lo que solo se atreve a dar un saludo genérico y esperar a que llegase el resto de invitados. Solo deseaba que no se dilatara demasiado el evento o su cerebro realmente se apagaría a mitad de la reunión.

[Mica Gryffindor]

Los segundos desde aquel llamado parecieron extenderse en demasía. ¿Acaso estaban demasiado ocupados como para responder al llamado de los suyos? Porque sí, mal que les pesara era parte del grupo y, como tal, también debían respetarla y acudir. Más en esas circunstancias, casi todos sabían el hecho de que Mael había sido capturado, por ende debían estar preparados para rescatarlo en cualquier momento...

Una joven de nariz aguileña y castaño cabello fue la primera en llegar. La Gryffindor la recibió, aliviada. Era bueno ya no encontrarse sola en el recinto. 

-Mica, Mica Gryffindor- se presentó, extendiendo su mano para saludarla. -Esperemos a que lleguen los demás... necesitamos ser varios si queremos actuar. Es por... por el secuestro de nuestro lugarteniente -le costó pronunciarlo en voz alta, pues era una realidad que le dolía...

Mefistófeles fue el siguiente en llegar, se contuvo de lanzarse a sus brazos en busca de consuelo, aunque su presencia ya la tranquilizaba un poco. Le sonrió levemente, acercándose para besar su mejilla. 

-No estoy aquí para dar ordenes, solo informar e intentar pensar un plan de acción -dijo tranquilamente, tomando su mano por unos instantes, lo necesitaba. 

La siguiente en llegar fue Maida, quien saludó en forma algo distante. Era importante contar con ella, sin dudas, necesitaba de todos y cada uno si pretendía llevar adelante el rescate...

-¿Vendrá más gente? No sé cuánto sea prudente esperar...-la ansiedad empezaba a ganarle. 

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[Mael Blackfyre]

Tenía algunos sentimientos encontrados. Si se lo veía desde afuera, podía notarse que había sido una gran batalla, un enfrentamiento que había ocurrido después de mucha tranquilidad en mucho tiempo entre la Orden del Fénix y la Marca Tenebrosa. Ellos seguramente estaban pensando en que el muchacho Malfoy era un gran duelista y me había logrado vencer. Nosotros pensábamos que ése secuestro podía ser parte de un plan maestro donde queríamos descubrir sus sitios seguros.

Pero no, podían ser ambas cosas o ninguna. Lo que estaba pensando en ése momento es que aquello no significaba un posible triunfo, sino una posibilidad de perder lo que había conseguido dentro del bando ¿Cómo iba a perder como Lugarteniente? Tenía algunas intenciones y la primera era retomar mi buen desempeño y lograr algo más. De momento me había dedicado a mantenerme en silencio, no era muy bueno hablando, no tenía el estilo de algunos compañeros de la Marca. Hasta ése entonces Ludwig se había encargado de querer sacar información y no había logrado nada. Pero hoy había algo diferente.

— ¿Por qué crees que diré algo? ¿Crees que ésto es un juego? Has decidido jugar con fuego y meterte donde no debes. Así que fuego obtendrás —aquellas palabras salieron con una sonrisa. Tenía la gran ventaja de que aún portaba mi máscara de mortífago, así que Lud no sabía realmente con quien estaba tratando. Sin embargo, creía que sus armas se habían agotado porque ahora había decidido pedir un poco de ayuda—. ¿Han venido a tomar el té? Ya que estamos hablando de té ¿Por qué no invitan a su amiguito inglés el cura? Lo estábamos buscando…

Me regodee de mis estu.pid4s palabras solo. Ya sabía que iba a quedar como un tonto mas, pero lo que ellos no sabían es que era eso o empezar a dejar llevarme por la ira y que poasen cosas que no estaban en mi voluntad. Me encontraba totalmente aprisionado por unas cadenas, que rodeaban mi cuerpo, incluso apretando mis manos. No tenía varita. Y ahora aquella mordaza se encontraba colgada en mi cuello. Pero fue inevitable ver como aquel grupo se iba formando alrededor de Ludwig.

— Que lindas caritas tienen. ¿Creen que se verán bien decorando el Atrio del Ministerio? —volví a reírme de mis propias palabras. Si querían sacarme información, iban a tener que hacer más que tomar el té. Era un grupo reducido, claramente demasiado idi0t4s si se dejaban ver asi nomas ante un mortífago. ¿O me subestimaban? Iban a correr un gran peligro ellos y toda su familia. Una mueca de asco apareció en mi cara tapada cuando Luna se presentó allí. Una joven (Dennis) y un chico (Goderic) también hicieron acto de presencia. Pero me petrifique al ver a aquella bruja pelirroja.

— Darla… —susurré. Los problemas volvían como ella lo había hecho. ¿Creían que me iba a quedar con los brazos cruzados? No iban a poder limitarme aún sin varita.

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Goderic Slithering  @ Dennis Delacour  @ Darla Potter Black

[Anthony R. Dracony M.]

Dejo a un lado el montón de pergaminos, su cuerpo se encrespó al sentir el habitual ardor sobre el tatuaje que lleva en el antebrazo. Es extraño como se acostumbra uno a ciertas clases de dolor que fuera de quitarle la tranquilidad, le infunden fuerza... una muy especial que le impulsa a seguir viviendo.

Se colocó la punta de la varita sobre el hombro aplicándose un episkey, lo poco que hizo en el ataque le tamborilea sobre su orgullo, ya que no fue una gran ayuda y su autoestima se ve mermada. Pero no estaba para "sentarse" o perder tiempo en lamentarse de lo que no hizo o lo poco que logro... no, era momento de acudir al llamado.

El joven mago peliverde, es demasiado ignorante por ser un elemento relativamente reciente (si ya un año y meses se puede considerar poco, es relativo pero determinante que fuese esforzándose más... algo que es uno de sus objetivos personales)

Ryvak materializo su máscara de cobre y se la coloco sobre el rostro, los cristales en la ranura de los ojos, ocultan su color miel y se ven con un destello violeta, augurando su postura de apoyo incondicional para con sus compañeros de Bando. Se aseguro de colocarse la cabellera azul sobre su cabeza y después uso un portal mágico para presentarse ahí con las brujas y magos oscuros.

Flagelo uniéndose al grupo

Algo en el ambiente le trasmitía la preocupación de sus camaradas y supo con solo verles que era apremiante la reunión, así que con desenvoltura se acerco a ellos y dijo lo que cruzo por su mente:

-- ¿Qué es lo que haremos? definamos prioridades, que el tiempo es crucial y mejor si decidimos de una buena vez nuestro accionar. -- El mago dio una mirada rápida barriendo el lugar, pero por más que se esforzó, no localizo con la vista ni a Sagitas, ni a Mael... seguro que algo les habrá acontecido...

[Goderic Slithering]

Cuando nota la presencia de un hombre atado, presuntamente mortífago, su reacción no se puede describir. ¿En qué ...ajo pensaba quien lo trajo a la Potter? Suponía que era Ludwig ¿acaso se había vuelto un traidor? ¿esa era la urgencia? ¿una trampa para sus compañeros de bando? Sin pensarlo demasiado, mueve su varita rápidamente y, con un fuerte movimiento, lanza un rayo azulado directo al pecho del mortífago (Goldor) quien caía inconsciente producto del desmaius que había lanzado. Por supuesto, antes de lanzar el hechizo había utilizado el amuleto Caudex luego de pasarlo dos veces sobre el corazón del mago (Goldor), por lo que el mortífago no pudo defenderse y quedó inconsciente por el tiempo suficiente para hacer sus siguientes movimientos.

Por su parte, había lanzado un expelliarmus a su ¿ahora ex compañero? Ludwig. Sin preocuparse por si el mago alcanza a reaccionar a su hechizo o el porqué el mortífago reconocía a Darla, saca de su monedero de piel de Moke un pequeño frasco con poción Destilado Borra Recuerdos el cuál era creado a base del veneno de Swooping Evil y era capaz de eliminar un recuerdo en específico. Y, en este caso, Goderic había utilizado para borrar los recuerdos del mortífago de los últimos 10 minutos.

— ¿¡En qué estabas pensando trayendo a un mortífago a un lugar seguro!? ¡Y peor, dejarlo consciente para que escuche nuestra reunión!

Activa su Anillo salvaguarda contra miradas indiscretas y su Anillo de Salvaguarda contra oídos indiscretos para proteger la identidad del resto de miembros del lugar y, para aumentar sus medidas, saca un frasco de multijugos que bebe rápidamente. Por suerte, siempre llevaba varias botellas consigo las que habían sido fabricadas con cabellos recogidos de distintas peluquerías de distintos lugares del mundo.

— ¿¡No podrías decir que tienes un rehén en el propio patronus!? ¿¡Era muy difícil!?

Sigue despotricando sin preocuparse por la diplomacia o los sentimientos que su contraparte pudiera sentir. Mueve su varita y un lobo de gran tamaño viaja rumbo a los distintos miembros de la Orden del fénix que tenía un simple mensaje: «...la urgente reunión implica un mortífago de rehén. Si quieren proteger su identidad o seguridad, vengan preparados.»

[Sagitas E. Potter Blue]

En la habitación en que me encontraba, los ruidos de la Mansión apenas llegaban, encerrada en las muy gruesas paredes donde los dos Lugartenientes y la líder habían tenido reuniones extremadamente secretas. Ahora vacía, allá dentro se habían curtido mil planes de acción del bando mortífago. A lo lejos, algo destelló y una explosión apenas llegó a mis oídos. Sin querer parar en mi concentración, alejé aquel sonido para meditar en profundidad sobre la ausencia de Mael.

Si no había contado mal, hoy hacía una semana de su desaparición y, a pesar de mis órdenes, nadie había sabido encontrar una pista de su paradero.

-- Aunque eso, en sí, también es una pista -- murmuré.

Fue suficiente para que el ruido, las luces, los movimientos, volvieran a aparecer en la Mansión, al desconcentrarme por un ardor en la Marca. ¿Quién se había atrevido a usar la llamada en el interior de la Casa de los Mortífagos?

-- Mica...

Fruncí levemente el ceño. Antaño, había sospechado de su persona. Ahora, tras lo vivido con la Calavera de Kaiser, había arrinconado aquella sensación y, por lo contrario, ahora pensaba mucho mejor de ella, sin dejar de tener la sensación, sin embargo, de que escondía algo importante. Pero, al fin y al cabo, ¿quién no tiene secretos que no comparte más que con compañeros muy estrechos? Era indudable que Mica y Mael eran eso, compañeros muy unidos y que ahora nos llamara me hizo tener la esperanza de que pudiera saber algo sobre él.

Salí de la habitación y pateé la alfombra verde del pasillo de aquella planta, bajando por las escaleras de forma rápida. No, no iba a aparecerme en la entrada, tampoco quería dar la sensación de estar aterrorizada por la desaparición de mi compañero. Primero la líder, ahora él... Demasiado peso encima. Sólo tenía que aguantar medio mes más, quince días, para cumplir mis obligaciones para con el bando. Pero teníamos que recuperar antes a Mael o el proceso podría alargarse más de lo esperado.

Así, casi sin prisas, llegué a ver al grupo que se acumulaba ante la llamada: Mica lucía apresurada y dispuesta a compartir algo con nosotros. La saludé e indiqué con la mano que pasara a sentarse; una reunión en los jardines me parecía algo demasiado precipitado y poco riguroso. Me sorprendí viendo que Heliké también había venido e hice un gesto de desagrado. No por ella, sino por el hecho que a mi me ignoraba ante todas mis llamadas y, sin embargo, acudía a la llamada de otra compañera. Mi sobrina era así, algo especial y siempre dispuesta a ignorarme, a pesar de que yo cuidaba de su niñita mientras ella tenía larguísimos consejos en Italia, como si fuera más importante que la familia.

También vi la llegada de Mefistófeles, un miembro relativamente nuevo en el bando. Su presencia también me animó, porque significaba que se tomaba en serio las convocaciones de La Marca. Todos debían acudir a la llamada, cuando ésta se producía. ¿Pero cuántos eran capaces de hacerlo sin dudarlo? Esperaba que fueran muchos más los que aparecieran, de un momento a otro. Maida también apareció enseguida y moví la cabeza de forma afirmativa. Después, apareció Anthony. Bien, la gente acudía. Esto iba bien.

Aún en silencio, les contemplé, sin salir de la puerta de entrada de la Riddle, para ver a los reunidos. Pero los minutos pasaban y, entonces, carraspeé, uniendo mi voz a la de Mica.

-- No, no eres quién para dar órdenes. Pero yo sí. Y me gustaría escucharte en el salón de reuniones y que nos cuentes lo que sabes de Mael. -- Dije su nombre con mucha tranquilidad, aunque los nervios me podían. ¿Qué habría descubierto que yo no había podido? -- Estaré orgullosa de ayudarte en lo que necesites, Mica. Tengo todo un bando a tu disposición. ¿Pasamos, entonces, a que nos cuentes qué planeas hacer?

Tampoco es que quisiera darle una importancia mayor de la que tenía, pero sí sabía que ella necesitaba contar con el esfuerzo de todos y cada uno de los compañeros de bando y que, como nunca antes, el bando necesitaba de cohesión y unidad. Y parecía que muchos, como yo antes, dudaban de ella, tal vez por algún dato del pasado que no podía recriminarle. El mismo Mael y yo misma podíamos decir lo mismo y mi experiencia me decía que era bueno haber vivido de un lado para valorar el otro, precisamente por el conocimiento del tiempo vivido en otra época con otros ideales diferentes. Y ahora, lo importante para mí no era ni Mica ni los grupitos que parecían formarse, en vísperas de las elecciones que se celebrarían en breve, sobre quién comandaría o no La Marca.

Lo que me importaba era encontrar vivo a Mael. Rescatarlo. 

Traerlo a casa.

[Darla G Dumbledore]

Frunció el ceño, no esperaba ver a Dennis y Goderic allí. Así que los muertos revivían y no solamente los de la Marca Tenebrosa. Una lástima que ella no hubiera logrado revivir al único muerto en su vida que valía la pena y que sí sabía valorar la verdadera Orden del Fénix. Las palabras de Goldor le parecían tan vacías como su cabeza en ese momento. Chuzaba, no cabía dudas, algo había hecho mal o solo hacía tiempo, pero algo no había salido del todo como el planeaba, podía sentirlo de alguna manera. O quizás solo se lo dijo el hecho de que al verla susurrara su nombre.

El que Goderic le gustara menos que a ella la situación, no le sorprendió sin embargo, su punto de vista era lógico. Claro que sí alguna vez se hubiera ocupado de explicarle a los nuevos miembros tan siquiera el más mínimo detalle de lo que realmente era la Orden. En ese momento recordó cuando había visto revelarse a su prometido como miembro de la Orden del Fénix. ¿Sería por eso que ahora no le importaba mostrar a ella su rostro? Aún no lo tenía en claro, e igualmente ¿cuántas veces Goldor la había atacado ya? Confirmar o no sus inclinaciones, tan variables como un péndulo en un barco en altamar, era algo que no tenía ya la menor importancia. Pero lo que postulaba Goderic tenía una pisca de lógica, aunque él no fuera más que un extranjero para ella en ese momento, desde que solo les importaba el MACUSA, a ello no le importaban ellos casi más nada tampoco.

—Pensé que tú o el pastor podrían haberles enseñado a Cillian y Ludwig, cuando dejé la Orden ustedes parecían tener muy claras las prioridades, veo que no ha sido así y mmm… ¿realmente era necesario atacara a Ludwig? —preguntó esquivando a Goderic y sacando su varita, le había hecho olvidar a Goldor los últimos diez minutos de recuerdos, ella haría más que eso.

Como especialista en desmemorizaciones y ex directora del DAMyC supo muy bien como manipular los recuerdos de Goldor, para que éste no tuviera idea de donde había estado y en su mente, los rostros de los que se habían cruzado con él desde que había atacado el ministerio resultaran deformados y difíciles de recordar. De hecho, él ya no podría saber en qué prisión había estado y hasta llegaría a estar convencido de que habían reabierto la Torre Blanca.

—Listo, modifiqué algunos recuerdos más de los que tú le alteraste y por cierto, mi identidad para él es más que conocida, ya me atacó en la Evans cuando fui a defenderla  y cuando el Anarquista Nott rebeló ante todo el mundo mágico que Despard era el líder de la Orden del Fénix… ups… ¿qué me decías de seguridad? —preguntó Darla a Goderic, aún sin tener en claro si debía cuidarse de que no la desarmara también, que no jugara con ella, si atacaba al propio lugarteniente de la Marca por “un bien mayor” no dudaba que podría hacerlo contra cualquiera. Ella misma activo su anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos, aunque dudo con el de las miradas, porque después de todo, ¿quién más podría llegar al lugar?

—Y Ludwig ¿qué demonios pensabas teniendo a Goldor para ti solo así? Sabes muy bien lo que los rumores dicen de él, yo no me fiaría de ningún mortífago, menos de él, y menos cuando cualquiera de ellos puede invocar unas malditas necrohands y no tenemos nada con las que hacerles frente, aún cuando él no tenga varita, lo que ha hecho Goderic, hasta cierta medida, está justificado y por cierto —se volvió hacia Goderic —¿con qué lugar cuenta la Orden actualmente para mantener un prisionero? —su expresión no decía más nada, solo quería saber, en verdad había faltado varios meses pero sentía que habían sido años.

[Luna Gryffindor Delacour]

El enojo de Goderic hace que salte del susto y suspira porque el tiene razon, fue demasiado arriesgado que Mael este allí y además él podría saber nuestra ubicación así, pero aún así estaba preparada para eso.

 

- Me sacaste las palabras de la boca Gode, por Merlín, podríamos haberlo sabido y nos poníamos una luz en los ojos o algo, así ya sabe quiénes somos y eso es peligroso - Dije dándome cuenta que la situación era peligrosa de por sí -

 

Además él tenía razon en enojarse pero estaba feliz de que lo arreglará borrandole la memoria, por lo menos así no sabría quienes éramos o a dónde estaba.

 

- Estaba pensando en llevarlo a otro lado, esto es demasiado evidente, no me malinterpreten siempre quise apresarlo por supuesto, pero podríamos haberlo llevado a algun depósito, oficina o un parque de diversiones, se que suena raro pero a lo que voy, es que cualquier lugar era mejor que tener al león en nuestra jaula - Dije hablando en clave apropósito para que no se enterará de lo que hablaba -

 

Había dicho León en la jaula casi como un chiste interno, ya que Mael era Gryffindor así que si apresabas a un Gryffindor, era casi como si apresaras a un león propiamente dicho, suspiré dándome cuenta que sin Goderic hubiéramos estado todos perdidos de antemano.

 

- Bueno sigo diciendo que podriamos llevarlo a algunas oficinas en desuso, conozco demasiadas y eso sería más lógico que tenerlo aquí, cómo quieren hacerlo? Nos movemos o nos quedamos reunidos aquí?  Creo no tenemos algún lugar para prisoneros, al menos no que yo sepa - Dije en un susurro pensando en que quizás Mael ya había escuchado demasiado de toda la cháchara -

 

Tenía miedo porque recordaba haber llamado a Lud cuando entre y me tropecé, trague saliva preocupada de si había metido la pata o no, por lo pronto moverlo de allí era la mejor idea que tenía GGode, escuche lo que dijo Darla convencida de que ella también tenía razón y que modificarle los recuerdos era una muy buena idea, además así Mael no podría saber dónde estábamos y luego volver con algunos de sus amigos a darnos una pelea.

 

Mael seguía hablando y diciendo muchas cosas para provocarnos, no caería en su juego, así que solo pensé en una cosa, callar su molesta voz de una vez por todas.

 

- el único que decorara el ministerio de alguna forma serás tú, molesto muchacho, y ahora silencio - dije frunciendole el ceño a Mael por molestarnos -

 

- Silencius - dije apuntando a Mael para dejarlo mudo al fin -

 

Mire a mis amigos luego de bajar la varita y parpadear, hacia mucho tiempo que tenía ganas de callarlo y me estaba vengando de todo lo que había hecho, por su culpa estaba sin casa y sin familia, de veras pensaba que se lo dejaría fácil? No tenía caso ahora ponerme una luz en la cara, el ya me había visto y eso me preocupaba sobremanera, que ya no tuviera recuerdos era una buena idea, aún así seguía preocupada por lo que podría pasarnos si se desataba.

 

- Lud no tiene la culpa, realmente él sólo intento hacer lo correcto, peleándonos entre nosotros no solucionamos nada, lo que si hay que hacer es pensar en frío que hacer con él - dije sumando a lo que dijo Darla para intentar solucionarlo todo -

 

 

- ya no tiene caso que me tape el rostro no? De todas formas debemos moverlo de aquí, por favor saquemoslo - les pedí pensando en que tenerlo allí era más un peligro que una bendición -

 

Sabía que parecia un loro con esa cantinela pero estaba preocupada de recibir alguna represaria por traerlo a nuestro hogar y además si se escapaba o algo podría volver con sus amigos para atacarnos, acaso no pensaron en eso? Por qué yo si lo estaba pensando? Sea como fuere, solo esperaba que este arresto se pudiera hacer de forma ordenada y sin causarnos ningún problema.

Editado 9 de Agosto del 2022 por Luna Gryffindor Delacour