Jump to content

Crónicas Vampíricas


Kaiser Lord Pilu
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Crónicas Vampiricas


Huneadoara, Rumania, Castillo de Hunyad


La noche no desciende de los cielos,es marea profunda y tenebrosa, que sube de los astros: mirad cómo aduéñase primero del abismo y se retuerce en sus verdosas aguas.
sube, enseguida, a los rientes valles, y cuando ya domina la planicie, el sol, convulso, brilla todavía en la torre del alto campanario
Es náufraga la luz: terrible y lenta surge la sombra: amedrentada sube la triste claridad a los tejados y cuando, al fin, airosa la tinieblala arroja de sus límites postreros,
en pedazos, la luz el cielo puebla y los condenados corren a esconderse a su morada.

La flamante reina de los malditos se encontraba pensante sobre su escritorio, pluma en mano, rasgando aquel pedazo de papel con diferentes versos, intentando remendar lo que jamás podría ser remandado.
Sus nuevos hijos rondaban las inmediaciones del castillo, ahora convertido en fortaleza. Cada uno de ellos vigilaba la posición desde las sombras, excepto uno, su preferido y mano derecha, aquél que la había ayudado a trepar hasta su nueva y reciente posición.

-Michael, dime que te parece.- Comentó la vampiresa entregándole uno de los escritos. -Creo que resalta fervientemente los sentimientos encontrados-

-Mi reina, ¿cree que es prudente seguir pensando en aquella alimaña?, despues de lo que nos hizo, de lo que intentó hacerle a ud.- Comentó el vampiro luego de leer el contenido del papiro.

-Sabes bien que lo necesito, mejor dicho lo necesitamos, él nos necesita, solo que aún no lo sabe, aunque tal vez ahora con la maldición que lo carcome, su cerebro pueda empezar a enfrentar la verdad- Exclamó la fémina mientras se ponía de pié para acercarse a la ventana del cuarto

-¿La verdad?, la única verdad es que debimos deshacernos de él cuando tuvimos la oportunidad cordelia, cuando ya no nos era útil- Se lamentó el espectro.

Al escuchar la última oración, la mujer se movió con una celeridad que demostraba su status como maestra vampira y quedó sumamente cerca de su mano derecha, sus ojos ya no eran cristalinos, ahora se encontraban inyectados de sangre

-Kaiser es míooo- Bramó la vampiresa a la vez que sujetaba al vampiro del cuello. -Su alma me pertenece michael, al igual que tu lealtad absoluta, así que lo quiero aquí con nosotros, sabes bien los planes que tenemos para su raza, es nuestro tiempo-

-Grrr.. Lo haré, lo prometo- Bramó el vampiro intentando romper el agarre.

La reina continúo mirando a su mano derecha durante unos segundos y finalmente soltó el agarre, complacida con la obediencia de su subordinado.
El vampiro se puso de pie con dificultad y haciendo una pequeña reverencia se retiró de la habitación principal con la sola idea de cumplir con los deseos de la vampiresa.

 

@ todo  @ todos los publicos

@ Mica Gryffindor  @ Darla Potter Black  @ Juliette Macnair  @ Ada Camille Dumbledore  @ Maida Black Yaxley  @ Agatha Andrómeda Abbott

 

Editado por Kaiser Lord Pilu
  • Me gusta 1
  • Love 1
  • Me encuerva 1

SYwSmIQ.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tac...Tac...Tac...Tac...

El goteo constante de los restos de lluvia entre las hojas, rompía el silencio que invadía el bosque en su totalidad. 

Delante de su mirada, se abría una amplia variedad de árboles frondosos, cuyas encaprichadas ramas, se entretejían a veces entre ellos, a veces con los arbustos, a veces mas allá de lo que la vista simplemente dejaba ver, creando paisajes armoniosos, encaprichados, tenebrosos. Una mancha sin forma en medio del oscuro grisáceo del cielo renovado. 

Tac...Tac...Tac...Tac...

La madera, húmeda por la caricia de la lluvia, olía a frescor, a selva, mientras algunos animalillos un tanto atrevidos, salían de sus cuevas para buscar alimento o simplemente beber agua. Ninguno estaba satisfecho. Es bien sabido que el bosque cobraba vida después de una copiosa lluvia. 

" Al parecer, la lluvia ha cesado."  - Fue el pensamiento que vino a la cabeza de uno de los animales que descansaba en una de las cuevas. La vegetación boscosa, recién reverdecida por efecto de la tierra húmeda, cubría la entrada como una sigilosa cortina, manteniéndola oculta de las mas indiscretas miradas. Sin embargo, el suelo arenoso del interior, era una cama lo suficientemente confortable para el acolchado de las gruesas patas, junto a unas pequeñas rocas que le servían de apoyo para la espalda. No, es mas correcto decir, para su lomo apenas manchado de polvo.

El pequeño habitáculo, era lo suficientemente espacioso para el enorme animal que se encontraba adentro. Recostado sobre sus cuatro patas, decidió mirar a través de las rendijas que formaban los pequeños tejidos de la vegetación, calculando el momento apto para salir. A su nariz no llegaba ningún olor especial, así que se levantó.

"El cielo, es hermoso..." - Ante sus ojos se desplegaba lentamente el manto de nubes, revelando un cielo estrellado. Una verdadera obra natural, plagada de constelaciones de estrellas, algunas lejanas, otras un poco mas cerca. Las mejores destellaban. 

Los belfos semi húmedos agitaron los pequeños bigotes cuando aquel enorme ser se dirigió en un suave trote bajo el enarbolado entramado de las zarzas caprichosas y los abetos que le rodeaban, subiendo por el serpenteante sendero hasta la parte superior de una infantil colina, en cuyo picacho, un tronco seco caído, le daba un toque pintoresco a la situación. Allí se detuvo. 

La luz de la luna pronto se abrió camino, despejando los aires para la alegría de algunos seres vivos nocturnos. Sus pálidos hilos cayeron como una tímida cascada encima de aquel ser vigilante en la noche. Una silueta elegante, armoniosa pero un tanto terrible. Una loba. Una loba cuya envergadura podía ser mas de los dos metros en cuanto al largo y casi lo mismo de alto. Una hermosa bestia guardiana en el bosque que dormía plácidamente envuelto en las suaves sombras de la noche. Una bestia temible, de la cual lo que mas resaltaban era su figura tranquila, su blanco pelaje inmaculado y lo último, sus ojos de un azul cielo difícil de olvidar. 

68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e617773

La cabeza giró a izquierda primero, luego a derecha olfateando. No había nada. El bosque aquí era diferente. Solo la soledad acompañaba a los pocos seres que salían silenciosos desde sus madrigueras, atentos para no ser cazados; hormigas deambulando, algún que otro insecto. Entonces pudo detectarlo. 

"Este bosque... Es diferente. Llora... Está triste." - Podía olerlo. Olía a lágrimas, a llanto. Olía a dolor y a miedo, mucho miedo. 

¿Porqué había miedo? No lo sabía. Este bosque simplemente es diferente. Los árboles parecen siniestros, incluso mas siniestros que los mismos árboles que rodeaban su antigua tierra. Podía decir que, parecía que los envolvía una extraña neblina, había algo aquí que no podía identificar. Olfateó a los extremos, se movió sobre sus patas. Las gruesas patas acolchadas aterrizaban sobre el suelo y las plantas suavemente, casi sin hacer ruido. Se movió como una flecha colina abajo. Lo había visto, había algo lejos, una edificación ruinosa, quizá los restos de alguna civilización cercana. Los edificios caídos siempre están cerca de numerosos pueblos y personas. Si podía llegar allá, se mimetizaría para mezclarse con las personas. Incluso podría comer algo fresco. 

Pero a media marcha se detuvo. 

El olfato nunca miente, mucho menos a un animal de su envergadura. Olía a extraño. Olía a humano. No, probablemente no era un humano el que circundaba, probablemente algún cazador u otro tipo de criatura. La tierra de Rumania estaba plagada de muchos seres mágicos y letales. Incluso aquellos que no podían ser vistos fácilmente o solo existían en leyendas. Pese a las advertencias dentro de su cuerpo, decidió tener cuidado. Las zarzas que envolvían un roble le dieron el cobijo ideal para esconderse. Se ocultó entre ellas y esperó paciente. 

@ Kaiser Lord Pilu  @ todos

Editado por Agatha Andrómeda Abbott

59sblFA.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No podía evitar volver a pensar en aquel muchacho. No tanto por lo inconcluso del encuentro llevado adelante, sino más bien por la preocupación frente a lo que había vivenciado. Era evidente que necesitaba ayuda para deshacerse de lo que fuera que estuviese deteniéndolo, si él quería hacerlo, claro estaba.

Las semanas siguientes no había tenido contacto alguno. Era como si se movieran en ámbitos por completo diferentes o, tal vez, como si él la evitara.

Como fuera, necesitaba sacarse las dudas al respecto. No para echar en cara aquella segunda posibilidad, sino más bien para intentar brindar su ayuda en caso de que ésta fuera requerida. Pero ¿cómo proceder?

Abandonó su cama. Había estado dando vueltas en ella por horas, peleando con recuerdos y distintos pensamientos que debía poner en orden. Algunos de ellos habían ganado, por lo que, tras cubrir su cuerpo con una delicada bata de seda, se dirigió al escritorio para intentar resolver cuanto le fuera posible.  

Preparó varios pergaminos parecidos en tamaño, y con precipitada caligrafía empezó a garabatear en ellos para luego enviarlos a varios destinatarios. Por último, decidió atender también a sus dudas respecto a Kaiser.

“Me gustaría saber cómo se encuentra y si ha podido resolver sus “inconvenientes”. Recuerde que puede contar con mi apoyo si así lo requiere, Mica Gryffindor.”

Leyó las líneas un par de veces, lo cierto era que no tenía demasiada confianza como para decir más, así que las envió. Esperaba que él no se sintiera invadido por su accionar, puesto que estaba metiéndose donde no era llamada, al menos desde su punto de vista.

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Cuántas veces había tenido aquella sensación? Ahora estaba allí acostada, en silencio, con los ojos cerrados queriendo volver a dormirse, pero era como si algo la hubiera despertado bruscamente. Más bien había sido alguien en sus sueños, pero ella sabía bien que los sueños no siempre son simplemente eso. Los rizos rojos estaban desparramados por toda la almohada, había sido un sueño agitado. ¿Una pesadilla? No sabía si llamarlo así, no eran sus sueños, no eran los de Darla, eran las emociones y contactos mentales de Scarlet, su alter ego.

«Están vivos y quieren poder» las palabras de Scarlet dentro de su mente la hicieron asentir, lo había sentido. Extendió su mano en la oscuridad y buscó en el cajón el anillo de la hermandad, aunque no estaba segura de si serviría de algo. La verdad es que en Rumania, entre la proclamada reina Lisa y los levantamientos de clanes en cada uno de los condados era algo  que la tenía desgastada. Ella no había querido estar a cargo de aquella situación y sin embargo allí estaba, asumiendo el papel que le hubiera correspondido a Scarlet de haber ocupado en forma definitiva su cuerpo.

Abrió sus ojos castaños y posó su mirada en el techo de su habitación. El anillo parecía tener una conexión con cada uno de los miembros del clan y con cada uno de los integrantes de la hermandad. Era una sensación extraña, pero era obvio que algo estaba ocurriendo, aunque no lograba saber con exactitud qué era. Presionó suavemente el anillo sobre su pecho sin colocárselo aún y volvió a cerrar los ojos. Nuevos recuerdos de Scarlet invadieron su mente, trayéndole un nuevo cuadro de cómo eran las luchas internas antes de que la hermandad ordenara todo aquello. No, no podía volver al caos anterior, eso era obvio, pero ella no quería ocuparse. Recordó a la bruja que había estado a punto de asumir una vez más el control de todo. ¿Dónde estaría ella ahora qué hacía falta?

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hoia Baciu, Bosque encantado, Rumania


"Bosque tenebroso y palido, de tu sentir inhospito y quebrado
el recuerdo del deseo has invocado, se enciende en ti el apetito desatado
y la esencia de la vida que has reclamado, sobre la mentira, tu verdad se ha proclamado
Tu alma frondosa hambrienta de carne ha despertado, de su carcel tu cuerpo encadenado"

El bosque aullaba temeroso, como pidiendo ayuda a gritos a través de la lluvia, pero nadie podía escucharlo, solo tal vez sus mas viejos moradores. Poco a poco el arbolado se iba pudriendo, un veneno sumamente ponsoñoso podía percibirse en el aire y todos los seres vivos que habitaban esos senderos empezaban a decaer, comenzaban a cambiar.
El paraje siempre había sido extraordinario, encantado y lleno de misterios, pero ahora una maldad avasallante continuaba avanzando, corrompiendo su interior, desgarrando cada hoja, consumiendo la corteza, intoxicando los caudales de agua.
Los espectros se habían adueñado del terreno y lo recorrían a sus ansias.

-El perímetro por fin ha quedado establecido, ahora nada ni nadie se atreverá a invadirnos por este sector, nuestras fuerzas crecen día a día por todo el viejo mundo hermano, ella tenía razón.- Exclamó una de las sombras.

-Tenía mis dudas cuando la eligieron, pero debo admitir que me ha convencido con hechos, hasta ahora todo ha salido según lo planeado.- Comentó el otro espectro que se encontraba a su lado.

-Ya callense ambos, su parloteo afecta mi concentración, aún queda mucho por hacer.- Bramó un tercer espectro, saliendo de la parte mas frondosa del bosque.

-Si! maestro nathan, entendido- Proclamaron los gemelos.

-Es Increíble, uds fueron convertidos al mismo tiempo y abandonaron su condición humana, pero aún así mantienen la misma conexión el uno con el otro durante la inmortalidad.- Al terminar la frase el maestro vampiro, volvió su mirada hacia el interior del bosque, sus filosas garras ahora posaban en la corteza del arbol mas cercano. Los gemelos volvieron su mirada al mismo tiempo hacia el mismo sector.

-Mis niños, parece que tenemos un invitado.-


El maestro vampiro tomó la posta y con una velocidad sobrehumana se internó en el bosque hasta llegar a un claro al costado del río, la tupida vegetación se mantenía a un costado. A los pocos segundos los gemelos se hicieron presentes en la locación. Ambos se pusieron en cuclillas y cual animal se dedicaron a olfatear el suelo.

-Es hora de salir a jugar amigo, no tenemos todo el día- Comentó uno de ellos observando la parte mas copiosa del terreno.

-Tal vez es tímido y nosotros tendríamos que ir a saludar hermano.-Respondió el otro.

                       --------------------------------


Londres, penthouse de King´s road


¿Como lograr unir los pedazos de algo que se asemejaba a una vida?, eso era algo que el mortífago se preguntaba casi todos los días, pero la respuesta a esa pregunta aún resultaba incognita, un misterio sin resolver que se había fragmentado aún mas con los sucesos ocurridos hace dos años, sucesos que habían dejado secuelas, secuelas que iban mas allá del entendimiento mundano.

Desde el último episodio, Kaiser había tenido problemas para conciliar el sueño, cada vez que caía en un descanso profundo diferentes secuencias de los últimos dos años lo invadían haciéndolo despertar, evidentemente era algo premeditado, un ataque constante al espíritu para desmoralizarlo.

El pelinegro se levantó de la cama, todo transpirado y visiblemente turbado, otra de las secuencias había hecho su trabajo. Estaba a punto de dirigirse a la cocina por vaso de agua cuando observó dos pergaminos sobre la mesa del hall, ambos sellados pero con diferentes sellos. Abrió el primero de ellos, conocía perfectamente las iniciales, pero su contenido resultaba inquietante.

                  Su poder crece día a día
                  Están invadiendo cada
                  Rincón de Europa
                  Ten cuidado!

Lanzó el pergamino a un lado con furia, era obvio que debía ponerse en marcha, la situación era peor de lo que esperaba y ya no lo involucraba solamente a él, está situación podía terminar perjudicando a toda la comunidad mágica y a todo el mundo muggle.

Tomó el segundo pergamino y aunque no reconocía el sello inmediatamente advirtió de quién se trataba y al principio dudó en contestar, no quería involucrarla, pero tal vez tenerla cerca era lo mejor. Cortó un pedazo del pergamino, escribió una hora en él y la dirección de su condominio en Milán, luego con un movimiento de manos el papel se hizo cenizas, esas cenizas encontrarían a su destinatario.

 

 

@ Mica Gryffindor  

@ Agatha Andrómeda Abbott

@ Darla Potter Black

@ Juliette Macnair

@ Maida Black Yaxley

@ Ada Camille Dumbledore

@ todos los publicos

 

 

 

SYwSmIQ.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Eran dos, no. Tres los que venían a su encuentro. No, no eran humanos a pesar de mantener el aroma de ellos. ¿Qué eran? Una cuidadosa observación a sus apariencias le daba una simple respuesta. 

Sin embargo el bosque lloraba, se lamentaba. Olfateó a su alrededor, la niebla cubría lentamente el paraje, probablemente la humedad que se alzaba silenciosamente del suelo, buscando una salida a la terrible congoja de la cual, la tierra misma se levantaba. Las hojas caían. Era natural que su presencia no pasara del todo desapercibida. 

Mientras el silencio arañaba los bordes de su pelaje, robando a su nariz la atención debida, aquellos ojos azules se enfocaron en las figuras semiborrosas a través de las tupidas hojas. Nuevo silencio, solo roto por el viento que agitó las copas de los árboles, como si quisiera librarlos de su eterna miseria implantada. Presos de una vida que realmente no deseaban vivir. 

"Estas criaturas... Parecen proteger algo." - Pensó para si, manteniéndose tranquila en medio de la arboleda. Los arbustos la cubrían, aunque tampoco debía hacerlo, ella misma carecía de miedo. 

Decidió salir. No tenía sentido permanecer oculto, nunca lo estaría. El mundo se había desarrollado frente a los ojos de la loba durante décadas, siglos incluso. Desde su nacimiento y liberación, desde la eliminación total de la que era su tribu y la desaparición de la pureza en sus tierras tras la ocupación, ya no tenía sentido. Las estrellas eran sus aliadas, la tierra su propia madre. La sangre, su alimento. La vida tan solo era una corriente innata y curiosa que se deslizaba frente a sus ojos, mostrándole siempre las mismas historias, los mismos finales, los mismos sucesos pero ocurridos en distintos tiempos, en diferentes culturas, pero siempre lo mismo. Un continuo patrón que jamás acabaría mientras la humanidad misma existiera. Ni siquiera el fin de los tiempos podría borrar del todo esa cadena. ¿Qué eran entonces las profundidades de los cielos o del infierno mismo delante de sus ojos? 

Salió. Las ramas se abrieron suavemente dándole paso como una delicada cortina verde, dejando que la silueta lobuna emergiera lentamente de en medio de la niebla, junto al río. Un par de ojos azul cielo, inolvidables y misteriosos, les observaron en silencio. 

"¿Porqué llamas amigo a todas las criaturas a las que privas de vida? ... Tu, una criatura paralelamente inmortal, que ve lo que debe suceder, que hace lo que debe hacer, ustedes que confían en la sangre mas allá de la superstición mas violenta ¿Porqué llamar amigos a la existencia? Una existencia conspicua, frugal, breve que no vale la pena. Una existencia con mucho significado a pesar de ser poca."

white-wolf-s-eyes-lup-wolf-white-wallpap

La niebla envolvía el esbelto cuerpo del animal, mas no se encontraba nadie a su lado que pudiese emitir una voz tan humana. La voz suave y fría que se había escuchado, se deslizaba aún en los oídos como una gélida corriente que ocultara una larga experiencia de años. Pero la misma carecía absolutamente de algún sentimiento. Un viento helado rodeó a las personas como si se burlase de ellos, despeinando las puntas del blanco pelaje, acentuando su elegante apariencia en medio de la soledad. Los árboles parecían aclamarla.

La loba de ojos azul cielo, permaneció por unos momentos observando a las tres criaturas humanoides que se encontraban delante de ella. Las finas patas de muslo grueso, las garras que se hundían silenciosamente en medio de la húmeda hierba, la cola caída en un arco pacífico que emergía cierto poder. Después alzó su mirada silenciosamente hacia el oscuro cielo, donde la luna sobresalía tímida de las nubes, envolviéndola con una luz tenue. Un brillo que daba un cierto toque mágico a la apariencia de por si misteriosa de la bestia. Incluso sus ojos poseían un pequeño destello humano ¿Un lobo que ya había vivido muchos años? El alma escondida en un corazón de hierro que estaba hecho de simples experiencias; analizó calladamente a las tres criaturas al frente.

Fuesen o no los límites de sus tierras, estuviera o no en sus territorios, no tenía ningún interés de invasión. Nada ni nadie podía contra ella y de la misma manera, rondaba el mundo pacíficamente, interviniendo únicamente en aquello que fuera absolutamente necesario o, simplemente, pudiese perjudicarle de alguna forma. Lo que el resto de criaturas decidiera hacer... No era su problema. Esos tres espectros, a sus ojos, nunca la atacarían. Podía percibir ligeramente sus niveles a través de la corriente sanguínea, apenas aumentados por un cuarto ser un tanto sobresaliente, solo uno de ellos se veía interesante a sus ojos, quizá valiera establecer un poco mas de conocimiento y saber lo que, la futura conversación deparaba.

@ todos  @ Kaiser Lord Pilu

Editado por Agatha Andrómeda Abbott

59sblFA.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mansión Rosier.

Tic-tac. Las manecillas del reloj indicaron las tres menos cuarto de la madrugada, y el arduo (desquiciado) trabajo por la bruja Macnair no estaba dando los frutos que había esperado. Un suspiro pesado escapó de sus labios, volviendo a agarrar el carboncillo para poder dirigir el mismo a la nueva hoja amarillenta y de esa manera, volver a concentrarse para recitar algunas palabras del Averno.

⸻ Estás totalmente desquiciada, baja eso.

Abrió los ojos de golpe cuando oyó a la sombra a su espalda, y destrozó el carboncillo hasta hacerlo polvillo, uno que terminó por arruinar la obra que aún ni había comenzado. Chasqueó la lengua con frustración, y antes de dirigirse a su protector, sacudió sus manos contra la tela de su vestido azabache.

Sin levantarse, giró sobre su eje hasta seguirle con la mirada enrojecida, pues él, entendiendo el mensaje con astucia, ya había comenzado a difuminar su figura hasta perderse entre la oscuridad que le conferían los ventanales.

Oh, primero me insultas y ahora te escondes cual cobarde... eres la peor sombra del Averno que me han podido obsequiar.

Sacudió su cabeza con gracia.

¿Qué haré contigo, Dróvik? ¿Gusano o cucaracha? Tú decides.

⸻ Él ha vuelto a Inglaterra.

Él quién. ⸻dijo inexpresiva.

@ Kaiser Lord Pilu ... tu amiguito de andanzas melodramáticas en el Caldero, ¿lo recuerdas?

La bruja frunció el ceño con cierta confusión, deteniendo un momento su amenazadora postura para poder hacer memoria en la vida de Juliette Macnair, y es que luego de su, experiencia en las profundidades montañosas de Lowlands, en ocasiones sus recuerdos se entremezclaban con las vidas pasadas que el cónclave le incitó a experimentar.

Ajá. ⸻mordió el interior de sus labios con suspicacia, y luego se levantó del suelo para poder caminar a su escritorio, abrió el viejo cajón olvidado, y con cierta desesperación comenzó a rebuscar entre las cartas que solía conservar, una por persona, sólo para recordar.⸻ Ya recordé a ese rufián... ¿se habrá metido en problema otra vez?

8QtWKtp.png

PnupsKa.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

MICKHAIL SERGEI GREYBACK

Las noches estrelladas como  aquellas eran amigas de los bosques, la nieve decoraba de forma encantadora que cada cosa sobre el piso, pero para el pequeño cuerpo del niño pelirrojo empezaba  a ser demasiado  , haciendo un pequeño alto en su andar acomodo rápidamente la capucha de su abrigo  de piel, dio un pequeño sorbo a la cantimplora que colgaba de su costado. 

Un leve escalofrio recorrió su cuerpo cuando el líquido ingerido brindó gusto a sus sentidos , retomo su andar nuevamente mientras repasaba mentalmente por qué había emprendido ese viaje tan largo desde su amada patria, podía sentir el andar de las criaturas que salían ante el amparo nocturno a alimentarse y a beber. 

El viento frío golpeaba con algo de fuerza la cara del muchacho -por el amor de Rómulo , sergi debes resistir- se alentaba a si mismo mientras que con dificultad volvía a llevar el pico de la cantimplora a sus labios, su andar siguió con la misma dificultad que le empezaba a ser persistente, pero depronto el viento trajo a sus oídos voces que parecían no estar muy lejos suya  , siguiendo el sonido de las voces llegó al límite de lo que parecía un claro, por precaución saco un pequeño cuchillo y subió a la Copa de un árbol, desde ahí pudo ver a un hombre con dos criaturas espectrales, pero algo más captó su atención era la más bella loba que hubiese visto jamás, se veía radiante y magnífica, entonces una suave voz en el viento le trajo los más bellos recuerdos a su mente. 

@ Agatha Andrómeda Abbott  @ Kaiser Lord Pilu

2j7M9VB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hoia Baciu, Bosque encantado, Rumania


El maestro vampiro y los gemelos escucharon con atención cada palabra que la blanca y majestuosa bestia tenía para decir y por un momento, solo por un momento, lo único que sonaba en aquel bosque era el viento arremolinado chocando contra la copa de los arboles, con la luna como única espectadora irradiando su luz sobre el lecho del río.
Pero al cabo de unos segundos ese silencio fue cortado en seco por la risa macabra de uno de los gemelos, que resonó de forma metálica por todo el terreno.

-Jajajaja, hablas demasiado para ser una simple bola de pelos, creo que usaré tu pelaje como alfombra en mis aposentos del castillo.

-Tal vez sería mas propicio usar su cabeza como trofeo para la pared del despacho de la reina hermano, se que estaría complacida- Comentó el otro gemelo sin inmutarse

-El primero que le truene el cuello se queda con el cuerpo ¿Tenemos un trato?.- Sugirió el primer espectro

-Suena justo- Exclamó el segundo gemelo mientras estiraba los brazos.

Ambos vampiros se colocaron en posición de caza, como animales a punto de abalanzarse sobre su presa, como dos corredores a punto de partir desde la línea de largada, pero antes de que pudieran atacar fueron sujetados por un par de hilos provenientes de las manos del maestro.

-Suficiente niños, deben aprender a comportarse- Comentó el maestro vampiro mientras movía los filamentos cual titiritero. -Además, esta hermosa fiera los haría pedazos como en cinco segundos- Explicó el vampiro aprovechando el intercambio para cruzar la mirada con el lobo blanco.

-No es justo maestro, nosotros podemos con él- Dijo uno de los gemelos

-No!, No pueden y es ella, no el- Exclamó Nathan, al mismo tiempo que envolvía las bocas de los espectros con los hilos para evitar que interrumpiesen la conversación que estaba tan deseoso por mantener.

Una vez se hizo el silencio tan deseado el maestro vampiro caminó varios pasos hasta acercarse un poco a la bestia y poder conversar de mejor manera.

-Mis mas sinceras disculpas noble ser, mis discipulos son irreverentes y sumamente irrespetuosos, en su defensa solo puedo decir que aún son jovenes y tienen mucho que aprender- Comentó el maestro vampiro haciendo una pequeña reverencia -Por mi parte, yo debo ser mas cercano a su edad, mi nombre es Nathan y estos terrenos ahora son propiedad de mi señora cordelia, reina de los condenados, futura reina del mundo mágico y de todos los humanos y como su representante directo me temo debo pedirte que abandones sus dominios.-

Al terminar la oración un olor particular llamó la atención del maestro vampiro. Otro personaje los espiaba a lo lejos, pero ese realmente no era el problema, el problema era que se encontraba también dentro del sector prohíbido. Los hilos que mantenían restringidos a los gemelos comenzaron a vibrar con fuerza, señal que ellos también habían captado la escencia de aquel extraño.

-Bien muchachos parece que sus deseos se han cumplido finalmente, ahora tienen una nueva presa, traíganmela a mis pies, intacta por supuesto.- Reclamó el maestro, liberando por fin el amarre de los gemelos.

Al sentir su cuerpo libre los hermanos vampiros salieron eyectados con una velocidad asombrosa hacia los mas profundo del bosque en busca del nuevo trofeo.

 
                                                   
                           ----------------------


Portón de entrada, Mansion Rosier


Su reloj de bolsillo marcaba exactamente las 3 de la madrugada, el horario mas propicio para realizar travesuras, pero esa idea por lo pronto debería quedar para otra ocasión, tenía trabajo que hacer y esta era la primera familia de muchas a las que debía visitar está noche, las ordenes eran muy claras.

-Familia Rosier, perfecto! el escudo familiar concuerda.- Comentó el maestro vampiro observando uno de los tantos sobres que llevaba consigo esa noche. Cruzó la puerta de entrada con serenidad y se dirigió hacia la puerta principal, luego de unos segundos se dedicó a tocar.  Esperó varios minutos pero nadie se dignaba a contestar, entonces decidió golpear con más fuerza, volvió a esperar y al no recibir respuesta decidió pasar el sobre por debajo de la puerta. Estaba a punto de dirigirse a la próxima familia cuando escuchó pasos y voces provenientes de la casa

-Calma Cross, paciencia, mucha paciencia, eso es lo que diría mi señora- Se repitió a si mismo el maestro vampiro.

 

 

@ Mica Gryffindor

@ Agatha Andrómeda Abbott

@ taison logan greyback

@ Juliette Macnair

@ Darla Potter Black

@ Ada Camille Dumbledore

@ Maida Black Yaxley

@ todos los publicos

SYwSmIQ.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

MICKHAIL SERGEI GREYBACK

Le había tomado algo de tiempo al niño subir hasta la Copa del arbol, se situó en la rama más firme que encontró, en ese momento el viento soplo en su contra revolviendo su capucha cayera sobre sus hombros y sus cabellos danzaran como el fuego en viento -rayos - se quejó en voz baja mientras re acomodaba sobre su cabeza lo único que cubría su rostro. 

Al volver a mirar a las personas en el claro, noto que los espectros junto a ellos se dirigían hacia el, por un momento sintió como el miedo tomaba el control sobre su cuerpo haciendo que casi cayera de su rama, a su mente llegó el recuerdo de por qué estaba allí ,  cuando los espectros llegaron hasta el  lo tomaron por sus brazos aarreandolo con fuerza, aun cuando no le dolia sentía la presión y por puro susto cierto sus ojos y con una de sus manos aseguró su cantimplora. 

Pudo sentir como por unos minutos sus pies se volvían ingravidos, mientras que un aroma putrefacto invadía su nariz seguido de los quejidos ahogados de las criaturas que por alguna razón no se atrevían a  morderlo, y solo se encomendaron a arrastrarlo por los aires.

Una vez que sintió que había tocado tierra quedó boca abajo, pensando bien sus palabras -espero sepan disculpar mi inoportuna intromisión no pude evitar sentir curiosidad por tal encuentro con tal magnífica volchitsa- dijo recordando el pelaje de la loba - además a un noble y gran cazador merece una mejor presa que yo - abrió lentamente los ojos llenos temor e intriga. 

@ Agatha Andrómeda Abbott  @ Kaiser Lord Pilu

2j7M9VB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.