Torneo de Duelos - Halloween 2024 - Primera Ronda [Sean -Ojo Loco- Linmer vs Leah Slytherin]

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Aun algo magullado por el intercambio sangriento con el Vitae conjurado por mi oponente pude ver como las medialunas en su dispersión se dirigían a la vampira. @ Leah Slytherin  se adelantó unos pasos para mantener las distancias, que seguían siendo de quince metros, mientras la concentración que se plasmaba en su rostro me alerto sobre lo que sucedería a continuación. Su defensa no fue algo instintivo como un hechizo para desaparecer las medialunas, o invocar una serie de aves para que recibieran el daño para sí. No. Ella había optado por una opción más poderosa de magia. Hacerse intangible para hacer que las medialunas la atravesaran sin hacer ningún daño era una pieza de magia muy profesional que demostraba la categoría de la usuaria separándola de un duelista común ya que requería más concentración que adrenalina y fuego en la sangre. Maldecí por lo bajo, en una pronunciación oculta por el griterío del público que se sentía por momento más cercano. Estaba ligeramente frustrado al sentir como las medialunas impactaban en el asfalto sin cumplir su cometido. Ahora solo quedaba esperar cuál sería su respuesta.

Esta no demoro mucho en llegar. Porque una vez pronuncio el hechizo ya mi mente trabajando a mil había preparado una respuesta acorde. -Fortificum- exclame al tiempo que un rayo escarlata iluminaba las distancias entre los dos. Rápidamente una muralla de caucho, fijada al suelo y curvada hacia mí para proteger mis flancos se materializo a unos dos metros frente mí. Era lo suficiente alta para solo dejar visible mi cabeza. Tener una altura de casi dos metros ayudaba. A continuación, solo se escuchó el golpe seco del hechizo en el material seguido de una leve deformación del mismo hacia mí por el poder del impacto. Lo bueno aún tenía mi varita y la barrera me protegería de hechizos directos. 

Ahora había que ir afinando la estrategia. Ya llevábamos cierto tiempo de duelo y temía que de ser por tiempo dejara de disfrutarlo como lo estaba haciendo. Al menos yo no me molestaría en mirar hacia donde regia nuestro querido público a ver si había algún reloj de arena por allá. No, ahora mismo mi concentración iba dirigida hacia mi rival. No me gustaba repetirme, pero bajo las restricciones mágicas que teníamos no es que hubiera muchas opciones.

-Maldición- 

Comencé a exclamar mientras apuntaba por encima de la barrera a la vampira peliblanca, sabiendo que de terminar la formulación mágica el siguiente hechizo del objetivo sería mal pronunciado, ya sea verbal o no verbal, y derivaría en una versión ridícula del original, sin ningún efecto real sobre nadie. Interesantes opciones que nunca había tomado en cuenta en los duelos respecto a este hechizo. Puestos a pensar había sido el más utilizado en este encuentro. Y debo admitirlo el que peor me lo había hecho pasar a nivel estratégico.

[Leah Slytherin]

El duelo estaba siendo francamente largo y era una situación a la que no estaba acostumbrada y eso era lo que hacía que respetara a Sean, a su entusiasmo y a su entereza. No todos los días se encontraba eso en un duelo cualquiera, ni siquiera en las propias filas de los bandos; era un diamante en bruto. En algún lugar en lo profundo de su cabeza, un pensamiento titiló hasta que se difuminó por la necesidad de prestar atención: ¿Debería preguntarle si quería formar parte de la Marca Tenebrosa? La respuesta a la pregunta no llegó, pues los segundos parecían transcurrir extremadamente lentos en su cabeza, pero eran eso. Segundos. Y en segundos, Sean había invocado una muralla ante sus ojos. 

Apretó la varita entre los dedos, viendo cómo el rayo se estrellaba con fuerza desmedida contra la estructura de caucho del Fortificum, generando una lluvia de chispas escarlata. El sonido fue curioso, como si se desinflara, pero la muralla estaba intacta al igual que su contrincante. Estaba haciendo lo imposible por evitar los daños y de momento le estaba saliendo bien, pero era momento de empezar a apretar un poco más. Giró la varita entre sus dedos con sobrada habilidad y cuando la punta estuvo otra vez apuntando a Sean, volvió a adelantarse una vez más a su ataque.

—Silencius —exclamó.

El hechizo salió un suspiro antes que el Maldición de Sean y este se quedó a medio camino de la pronunciación, perdiendo el habla antes de que pudiera finalizar el lanzamiento. De haberle impactado, la mayor de los Slytherin habría tenido problemas para volver a atacar. Pero al no hacerlo, le había dado una ventana para no solo tomar ventaja, sino hacerlo de la mano con algo que acababa de aparecer. No solo en el terreno del duelo, sino más cerca de él que de ella.

—Vitae.

El efecto en su varita se manifestó como una suave vibración en las falanges y, en el objeto, con un estruendo que sobrepasó por un instante el rumor del público. El caucho de la muralla transfiguró en apenas  un pestañeo; en un segundo, ya no era una muralla, sino una cosa monstruosa. Era un híbrido, sí, pero era difícil decir de qué… al menos hasta que se puso a dos patas. Era o al menos aspiraba a ser, un oso. Un oso que estaba a dos metros de Sean, justo donde él había invocado la masa que ahora ella había encantado. Había sido tan solo una decisión y ahora ahí estaba manifestada la estrategia que había estado manteniendo. Ahora iba a por su cuello, porque era el momento. 

La orden fue simple: atacar, hacer daño. Y habría tardado un pelín más, si tan solo Sean no la hubiese hecho tan cerca de su cuerpo, al alcance de la bestia. El primer zarpazo fue a su abdomen y los siguientes, seguirían profundizando en su tripa; ahora Sean tendría que defenderse y encima, curarse. 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Las ganas de completar mi maldición sobre la vampira fueron frustradas ante el rápido accionar de la misma. En medio del conjuro que realizaba el sonido que unía las letras en una palabra cesó. Así silenciado pude apreciar como los ojos de la vampira pasaban de mi hacia la muralla que había conjurado. Entendía lo que venía a continuación, a fin de cuentas yo habria hecho lo mismo. Aprovechar el entorno formaba parte del A,B y C de cualquier duelo. Por lo tanto mientras mi muralla de caucho se animalizada como oso, gire mi varita hasta la cabina telefónica. 

-Vitae-

Lance mi conjuro y la cabina telefónica realizó una ransformacion casi instantánea de un ave similar a un cóndor de los Andes. Su primera misión llevarse volando al oso recién invocado. Evidentemente no pude evitar que el oso me golpeara en el vientre. Pero era de caucho, goma, el daño aunque si existiría no sería para tanto y era un riesgo calculado. Así por el golpe volví a caer al suelo faltándome el aire, posiblemente con heridas internas, pero cuando fue a por más el cóndor-cabina telefónica metálica lo atrapó y al ser de caucho pudo con el peso del mismo limpiando el terreno de obstáculos y llevándolo a volar siempre sobre la cabeza de la chica.

-Curacion- pense mientras me incorporaba, comenzamos a curarse mis heridas internas por el golpe del oso. --Eso estuvo cerca.

Respire profundo, sintiéndome aliviado y sin dolor para volver a apuntar a la bruja y -Sectusempra.

Exclamé en alta voz, aún audible ante el frenesí del público que había disfrutado de cómo el oso-muralla de caucho me había dado en buen gancho cual si fuese boxeador. Casi al instante un rayo esmeralda salió hacia @ Leah Slytherin con el objetivo de que si no se defendía la bruja, crearle peligrosas heridas sangrantes en el pecho, que requerirían que se curase casi en el momento.