Torneo de Duelos - Halloween 2024 - Segunda Ronda [Jank Dayne vs Sean -Ojo Loco- Linmer]

[Volthier]

♟️Torneo de Duelos - Halloween 2024♟️

🎃Segunda Ronda - Jank Dayne vs Sean -Ojo Loco- Linmer🎃

 

La sacerdotisa se mantuvo muy concentrada mientras observaba a Sean combatir contra Leah. Ella sabía que ambos podían dar un buen espectáculo y no habían decepcionado: la tribuna estaba como loca vitoreando y saltando. A pesar de que habían tenido algunos fallos, aquello había sido un verdadero espectáculo de buena duración. Se inclinó en su asiento, aumentando la expectativa, sabiendo que en breve ese duelo llegaría a su climax. Su prisionera había intentado anticiparse a un hechizo de su rival, volviéndose intangible por unos breves momentos. Pero ese hechizo tenía una duración casi efímera, lo que la dejó al descubierto justo antes de que las filosas medialunas de su enemigo le impactaran de lleno. Así había terminado ese primer enfrentamiento, dejando a Sean como ganador definitivo.

Tan solo un rato después, la sacerdotisa observaba el combate entre Jank y Lucrezia. Ambos tenían mucha clase y estilo, pero el combate había resultado ser muy breve. Un pequeño cálculo fallido había dejado a la mujer al descubierto, quien se vio impactada por un peligroso Sectusempra. La multitud no parecía muy satisfecha con lo breve de ese combate, pero eran cosas que podían suceder. La sacerdotisa sabía que, cuanto más se acercaban a la final, más chances había de que los combates incrementaran en calidad.

Tanto Jank como Sean habían sido curados y atendidos, con mudas de ropa nuevas. Además, la sacerdotisa había incrementado el poder de sus varitas, permitiéndoles lanzar hechizos más complejos e interesantes en esa nueva ronda. Los dos magos se enfrentaron en la arena, uno en cada punta a una distancia media. Ese campo circular, de suelo blanco y liso, pronto sería el lienzo de la sacerdotisa. Sin perder más tiempo, comenzó a conjurar ese escenario.

Una fina capa de niebla cubrió toda la superficie, a penas elevándose unos centímetros, lo que cubría de forma parcial los pies de aquellos magos. En el suelo, pudieron sentir el césped seco y amarillento. Una serie de lápidas desordenadas se erguieron desde el terreno. Eran bajas, no llegaban ni a las rodillas. Árboles lúgubres, troncos muertos y algunas estatuas rotas decoraban ese lúgubre panorama. No había señales de vida en esa arena más que los dos magos.

— ¡Que comience la segunda ronda! ¡Sean vs Jank! — gritó la anunciadora. El cuerno sonó, dando comienzo a un nuevo duelo en el torneo.

@ Jank Dayne  @ Sean -Ojo Loco- Linmer

OFF

 ____REGLAS

• Los duelos tendrán un sistema de puntos:
  • Ganar el duelo otorga 20 puntos (máximo puntaje).
  • Calidad de rol 1 a 10 puntos.
  • Utilización de hechizos 1 a 10 puntos.
• En caso de empate o duelo inconcluso, ganará quien se acerque más a los 20 puntos.
• Se exigirá un mínimo de actividad. Por cada 48hs pasadas de la última respuesta, se restará un punto a la calificación final.
• Cualquier duda se resolverá en el Tablón de la Sala de Duelos (siguiendo las mismas reglas ya establecidas sobre veredictos).
• En esta ronda duelearán con Hechizos hasta Templario/Mago Oscuro + hechizos hasta Libro del Druida (inclusive). 
• El nivel de sus personajes es irrelevante. Solo importa el rango de la ronda y están en completa igualdad de condiciones.
• No se permite el uso de consumibles
• No se permite interactuar en el duelo con la tribuna, presentadora, sacerdotisa ni ningún otro personaje no jugador (NPC) mencionado. 
• Este topic estará abierto hasta el día 14 de Noviembre 2024 (o hasta cuando concluyan todos los duelos de la ronda)
• El iniciador del duelo se determina de forma aleatoria
• Inicia el duelo Jank Dayne:

 

[Jank Dayne]

La niebla lo transporta a un lugar recóndito de su mente que creía haber olvidado. Un pueblo viejo, presuntamente abandonado, donde él y sus compañeros de la Orden Oscura se vieron envueltos en una de las misiones más espeluznantes de sus vidas. La Arena se asemeja demasiado a esa lúgubre localidad, especialmente por la presencia de estatuas rotas y rastros de vida lejana. Jank hace un esfuerzo para despejar sus ideas y centrarse en la realidad. Al igual que aquella oscura noche, donde sobrevivieron a medida que exterminaban demonios a diestra y siniestra, ese día debe centrarse en el derrocamiento de un nuevo enemigo. Uno menos terrorífico, supone. 

Dayne observa a Sean de pies a cabeza apenas el cuerno suena. Presta especial atención en su estatura, su porte, la expresión en su rostro. Sabe que es muy temprano para sacar conclusiones, pero tomando en cuenta que su cuerpo dista mucho de estar fornido, intuye que no se trata de un hombre curtido por la guerra. O tal vez solo se trata de una fachada para despistarlo. De cualquier manera, sabe muy bien que no debe bajar la guardia jamás, sea quien sea el enemigo. Lucrezia había aprendido esa lección con creces. 

El hombre lo saluda mediante una reverencia sencilla y delimita el espacio inicial entre ambos. Mientras lo hace, el césped seco bajo sus pies se resquebraja. Calcula unos ocho o nueve metros de separación. Al rededor de ambos magos se puede notar la presencia de troncos muertos y trozos de grandes estatuas repartidos por el suelo, dotando el escenario de una extraña energía sombría, silenciosa. Por algún motivo, el hecho de que se fueran los únicos seres vivientes presentes lo reconforta. 

Estira la espalda y apunta su varita a Sean, decidido. 

- Maldición! - se le oye exclamar. Su varita emite una leve vibración, confirmando efectividad. El poder de su hechizo ha hecho mella en las capacidades mágicas de Sean, quien se verá a obligado a empezar el enfrentamiento conjurando una versión ridícula e inutilizable de cualquier tipo de conjuro. Es una forma extraña de iniciar una pelea, pero al menos le ayudaría a estudiar las primeras reacciones de Sean ante una problemática tan simple; encontrar cualquier mínimo indicio de debilidad o flaqueza será la clave de su éxito. 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

En duelo anterior había terminado con un fructífero Seccionatus. A continuación, había sido atendido por las heridas y mis ropas habían sido cambiadas mientras yo estaba en los brazos de Morfeo, lo me hizo continuar el duelo en mi mente probando diversas estrategias. Algunas sin poder confirmarlas porque ya listo para el siguiente nivel había despertado. Sin duda, el duelo anterior había sido exigente, y esperaba que la siguiente fase fuese igual. Ya con los cinco sentidos puestos en donde debían estar mire a mi alrededor para adaptarme a mi nuevo escenario. Nada que ver con el anterior. Dada la fecha de Halloween, el lugar donde nos encontrábamos hacia méritos para la festividad mágica. Al menos yo esperaba que no me saliera un bicho con lo de ¨dulce o truco¨ o le daría una buena maldición.

Pero no. El ambiente lúgubre y fantasmal estaba hecho solo para mi oponente y para mí. Al frente tenia, una versión descafeinada de un personaje nórdico. Aun así, el hecho de que se le prefiriera dejarse las cicatrices a la vista en zonas tan sensibles como el rostro demostraba confianza y denotaba una advertencia, tenía experiencia. Mejor así, en este torneo no esperaba duelos sencillos y de corta duración, la diversión estaba en tentar la suerte lanzando la moneda de la gloria para ver que me deparaba, cara y pasaba de ronda, cruz y posiblemente visitase por una temporada San Mungo. Volviendo a duelo en sí, en la distancia recta que nos separaba, de entre ocho y nueve metros, no había ningún obstáculo potencial. Al menos nada que sobresaliera de la neblina que nos ocultaba los pies y un césped muy descuidado. 

Otros elementos de interés eran las lapidas, estatuas rotas, arboles lúgubres y algunos troncos muertos. Las primeras, que ni siquiera alcanzaban a llegar a la rodilla, estaban esparcidas por el terreno. Permanecían bastante alejados de nosotros, a más de cinco metros. Salvo dos, al parecer hacían conjunto con dos estatuas rotas. Una de ellas, a poco más de tres metros a mi derecha rezaba ¨a las hermanas caídas¨ y venia acompañada de la estatua a una anciana encorvada sin rostro y sin uno de los brazos. Por un momento mentalice a Sagitas principalmente cuando se ponía sus batongos de dormir. Ahí si se cumplía lo que decía la tumba. La otra lapida de mayor interés si estaba a metro y medio a la izquierda de mi rival. No podría decir exactamente que decía el epitafio, por lo oscuro del lugar, pero la estatua que la acompañaba era la de un uno angelito de metro y medio, alzando el vuelo y apuntando con un arco y flecha a escandinavo. Lo sabía por las alas...porque le faltaba la cabeza al querubín. En cuanto a árboles y troncos muertos estos nos rodeaban, pero ya a más distancia. Marcando un círculo de un radio de quince metros como arena de combate. 

Listo, captada en mi mente toda la información era hora de darle al público, lo que había venido a buscar. Respondo a la sencilla reverencia de mi oponente con una similar para ubicarme de costado y apuntando a mi rival. Así tendría mucho menos cuerpo a la hora de que me apuntaran. Según las reglas empezaba él. Así que espere y su primera acción me trajo muy ingratos recuerdos. Por un momento me sobrecogió ese sentimiento de mala suerte y sabiendo lo que me esperaba sonreí y apunté a la estatua al lado de @ Jank Dayne  

-Cofre Indio

Fue lo que pude pronunciar en vez de un Confringo. Fue algo simpático ver que frase saldría de mi boca. No defraudo. Claro no es que pudiera entretenerme en esta clase de contemplaciones. Ahora me tocaba tomar la iniciativa a ver qué futuro se vislumbraba ante mí de la mano de la suerte. Apunte al pecho de mi rival

-Sectusempra

Fue lo que pude decir, un ataque peligroso saldría de mi varita iluminando la noche de un color esmerada y que de impactar causaría graves heridas sangrantes en la anatomía de mi oponente, que de no curarse lo llevarían a hacerle compañía a los que estaban bajo tierra. La multitud se animó  y yo comencé a procesar los miles de escenarios futuros para estar preparado para enfrentarlos.

[Jank Dayne]

- Sectu... - empieza a decir Sean. Jank se adelanta: 

- Expelliarmus! 

Un rayo escarlata sale disparado de su arma mágica segundos antes que el chorro de luz esmeralda de Sean. Dayne alcanza a ver la varita de su oponente volar de sus manos un par parpadeos antes de sentir el dolor inmenso causado por el sectusempra. Entrecierra los ojos, intentando asimilarlo. Cuando los abre por completo, se percata de que ha valido la pena. La varita de su rival, que ha sido desprendida de sus manos mediante un flash fugaz, ha caído a metros de su propietario y ahora yace entre la densidad de la niebla que recubre el suelo. Jank, que a pesar de la consternación producida por la herida sangrante, no ha perdido noción de todo lo ocurrido, apunta su varita hacia la posición donde ha caído la de su enemigo, y grita: 

- ¡Accio Varita de Sean! 

El hechizo es efectivo. Se escucha un sutil silbido y, por arte de magia, la varita de Sean sale disparada hacia la mano libre de Jank, quien la sujeta con especial ahínco. El silencio se apodera del escenario durante unos segundos. Al igual que su duelo anterior, el enfrentamiento ha acabado en menos tiempo del que había presupuestado, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de previos ganadores. Es incapaz de evitar chasquear la lengua, demostrando clara inconformidad y decepción. Basándose en la energía y convicción con el que el mago lo ha atacado, Dayne cometió el error de sobrestimar sus capacidades. Concluye que casi siempre las apariencias engañan, y que Sean solo se traga de un mago inexperto que solo había tenido suerte de llegar tan lejos. De otra forma, no se explica por qué se ha decantado por exponerse de esa manera. 

- Honestamente pensé que duraría más tiempo - dice, jadeante. La motas de sangre aumentan. Para contrarestarlas, Jank piensa en una Curación que cierra la herida causada por el rayo de manera inmediata. La ropa nueva, sin embargo, se ha manchado lo suficiente como para quedar inutilizada. Vuelve a respirar hondo, claramente aliviado. Se enconge de hombros -. Suerte para la próxima. 

Dayne completa la frase con una ligera reverencia. Se vuelve a preguntar, entonces, qué pensará el público de la Arena acerca de esa clase de enfrentamientos tan rápidos; tiene un presentimiento de que lo detestan. Por un momento, desea que su rival se atreva continuar la contienda sin varita. 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

En medio de mi pronunciación veo que mi oponente se adelanta. Así que en medio de una noche que se aclara al salir la luna llena de detrás de una nube (supongo que tampoco se quería perder el duelo), el espacio es más iluminados por la mezcla de colores escarlata y esmeralda. De mi parte suponia que buscaría una solución así. Digamos que se estaba siendo costumbre a la hora de adelantarse al rival usar esa estrategia.

Así que me centre en mi, ya que al impactar el hechizo  del escandinavo y hacerme retroceder un paso, no perdi de vista la varita que trazo una parábola cayendo a unos tres metros a mis espaldas. Me gire. Buscarla sería improductivo ya que la neblina la cubría. Conociendo lo que seguía solo espere que saliera para tomarla al vuelo. Y así hice cuando al conjurar el accio mi rival la varita dejo el césped provocando una alteración en la fina capa de niebla que la cubría.

Como había caído a mi espalda cualquier trayectoria hacia mi oponente me tenía a mi en el medio, lo que ayudado al reflejo de la varita por la luz de la luna me permitió verla a tiempo y tomarla en mis mano de un movimiento rapido. (Gasto de una acción en movimiento físico para a recuperar la varita tal y como dice la definición del Expelliarmus). Podría ser viejo pero por los gajes del oficio tenía manos y vista muy ágiles. Para algo era ladrón.

JJusto en ese momento una brisa recorrió el lugar para arrastrar algunas rama secas de los árboles muertos que no rodeaban lo que me permitió regresar a mi pose de ataque. Probablemente una rama arrastrada por esa brisa es lo que haya atrapado mi rival que pareció entender que era el final del duelo.

--Y yo realmente espere que no tomaras la salida más fácil del libro. Así es aburrido.

Dije mientras se comenzaba a curar de sus heridas. Digamos que sin poderse aplicar de nuevo una Curación de nuevo tendría difícil el repetir esa misma estrategia. Así que me tocaba volver a atacar.

---Cineade-

Dije para comenzar a conjurar un gas venenoso alrededor de mi rival que llevaría a que se le cerrarán las vías respiratorias que de no tratarlo lo llevaría a que pasase a mejor vida lo que en un feo color azulado por la asfixia. @ Jank Dayne

 

[Jank Dayne]

La energía de Sean lo conmueve. 

Puede verse a sí mismo reflejado en sus movimientos veloces, intentando aferrarse a la idea de un combate que se había dado por terminado antes de siquiera comenzar. La escena lo transporta, de nuevo, a un pasado que creía sepultado, aunque esta vez se le viene a la mente Abbadon y sus días como guardián. Las irrupciones de los mortíagos, los bombardeos y las intensas batallas que ocurrieron en sus pasillos son huellas que marcan a Dayne hasta el sol de hoy. Particularmente recuerda cómo, incluso sin varita, los prisioneros hacían lo posible para liberarse a la espera de que el primer incauto perdiera la suya para que pudieran robarla y unirse a la contienda. Esa práctica la consideró ruin hasta que le tocó compadecer como prisionero en Nurmengard, donde las frías noches de invierno lograban hacer de la varita una recompensa invaluable. 

Estira su espalda, haciéndola crujir. Cuando su rostro se eleva y puede notar a los espectadores en sus tribunas, se pregunta si otro duelo tan corto afectará la perspectiva que tangan sobre sus dotes de luchador honorable. ¿Lo creerían demasiado aburrido? ¿Presumido, tal vez? En su libro, culminar un enfrenamiento de una forma precisa y sin tantas preliminares son rasgos de un duelista elegante y experimentado. No está seguro que todos compartan la misma opinión. 

Así que, para asegurarse, eleva su varita hacia Sean: 

- Cinaede - se le escucha decir, apenas. 

El humo tóxico pronto se entremezcla con la abundante niebla que recubre la Arena, invadiendo el espacio de su rival. Pronto, el gas venenoso ingresa sin mediaciones en el sistema respiratorio de Sean, causando estragos y un daño corrosivo que hará derretir sus pulmones por dentro segundo a segundo. Aunque Dayne no quiere que termine de esa manera, sabe que lo más sensato es asegurarse. Sin una varita para lidiar con los efectos del veneno, Sean está condenado a muerte.

- Espero que te rescaten antes de que mueras  - dice. Su voz suena genuina -. Tal vez nos encontremos de nuevo, algún día.