† Mansion Ragnaventus † (MM B: 88988)

[Hades Ragnarok]

El vampiro dejo pasar a la Malraux sin saber si a la final se arrepentiría de su decisión. Mientras la observaba caminar recordó como él había permitido que ella re-decorara aquel lugar, había dejado que ella entrara en su biblioteca donde se encontraba toda su colección de libros antiguos y hasta le había dado su propia habitación, la cual se encontraba intacta como si no hubiera pasado el tiempo, el cainita después de que ella se había ido no había vuelto a pisar aquel sitio que el traía dolorosos recuerdos. Aun podía sentir su aroma.

 

Al final después de un segundo sin halar llegaron al salón, ese donde ella se la pasaba leyendo por horas mientras el hacia alguna otra cosa, leía o intentaba hacerle sonreír. Aquellos habían sido sus momentos más felices después de haber abandonado Grecia, en aquel entonc4s se creía muerto en vida, solo que la pelirroja lo había logrado rescatar poco a poco, sin embargo, había sido la misma chica quien lo había enterrado de vuelta en aquel hueco oscuro y vacio. Lo había devuelto de nuevo al abismo.

 

-¿y bien? –pregunto el vampiro quien no le pondría nada fácil aquello a la chica quien lo había dejado nuevamente medio muerto.

 

El Ragnarok se encontraba esperando una explicación o que ella dijera lo que tenia que decir, si ella estaba allí era por algo, y si él no la había lanzado a la calle, destruido sus cosas y tratado peor era por algo, muy en el fondo aun quedaba una pizca diminuta del cario que le había tenido a la pelirroja. aun sentia el dolor de su recuerdo

 

@@Emilia Malraux

[Emilia Malraux]

Su pregunta fue tajante, directa y sin una pisca de tregua quería respuestas y ella tendría que dárselas una a una esperando no morir en el intento. Miro unos segundos el salón intentando encontrar la paz que parecía haber perdido desde que sus pies se posaron en los jardines del Mago.

 

- ¿Qué quieres saber? ¿Por qué me fui?- lo miró - Siempre te dije que nunca había podido estar estable en un solo lugar, y no lo digo para excusarme o salvarme de algún tipo de reproche de tu parte. Me sentía agobiada y no, tu jamás fuiste el causante de todo eso y es por ello que he venido a verte; aun cuando sé que eres la única persona con un motivo justificado para odiarme me niego rotundamente a terminar de perderte.-

 

Su voz poco a poco agarraba más confianza, estaba soltándolo todo de golpe y sin respirar, o pararse a pensar si quiera en lo que decía. Siempre había tenido filtros que contaran solo lo necesario y lo importante pero en ese momento eran ellos dos y sus palabras saliendo de sopetón.

 

- y si, acúsame de egoísta, llámame todo lo que quieras, merezco tu odio y mucho más. Pero me niego, aun cuando te herí a terminar de perderte; Te quiero y eres una persona importante, marcaste muchos momentos en mi vida desde mi llegada a Inglaterra y no quiero eso se acabe aun cuando quizás ya no quede nada que salvar.

 

Lo miró largamente sabía que aún quedaban cabos que contar y cosas que decir, pero esa era su disculpa, quizás una muy patética pero no falsa. Se mordió el labio con nerviosismo esperando una respuesta de hombre que la escrutaba con su mirada.

[Hades Ragnarok]

Roto y sin ningún tipo de esperanzas, así se sentía el vampiro. Desde siempre, en todas sus vidas había recibido heridas, su alma estaba marcada y atormentada, la verdad es que el tiempo no curaba las heridas, sino que simplemente él había aprendido a vivir con el dolor, por lo que estuviera desgarrado por dentro o no, su máscara era la de una persona normal.

 

Escucho serio aquella explicación de la Malraux. Aquello aprecia más bien una excusa ya que el vampiro jamás la había forzado a nada, la había dejado ser libre, que hiciera lo que nadie jamás había hecho, cambios en su mansión, ella se hubiera podido esconder allí, entre aquellas paredes, entre aquellos libros que no dejaba de leer y nadie jamás se hubiera enterado de su existencia, pero había preferido irse, causarle una nueva herida al vampiro en vez de decirle la verdad, o al menos despedirse.

 

La estudio con la mirada, dejando que sus orbes negros como el abismo se posaran en los ojos de la pelirroja, la ventana de su alma después de que ella se había ido y después de tanto dolor ¿la había perdonado?, no, se había intentado olvidar de ella, la creía muerta y para él era así, al menos hasta aquel segundo en que la demonio de fuego volvió pisar aquella mansión.

 

-¿Y que se supone que yo debo hacer? –le pregunto en tono serio y de molestia- me enterraste en vida

 

No dijo nada mas esperando, seguramente había mucho mas de donde salió aquella “excusa para irse” y aquella “disculpa”.

 

@@Emilia Malraux

[Emilia Malraux]

Las palabras del Ragnarok cayeron como un centenar de dagas en su corazón, Era verdad cada una de sus Malditas palabras lo eran y ella no podía hacer nada para cambiarlo. Sus Labios se apretaron formando una línea mientras desviaba la mirada a la biblioteca del Vampiro, intentaba controlar sus lágrimas que esta vez amenazaban llegar con más fuerza.

 

Siempre dañaba a aquellos que amaba y lo peor era que no podía culpar a nadie más que a sí misma, intento serenarse observando los lomos de aquellos preciosos libros que el Mortifago había coleccionado desde sus años de vida en una Grecia diferente a las ruinas que hoy en día le daban su fama. Un título en específico llamo su atención, aquel mito olvidado que ella tanto amaba y que más de una noche se desveló leyendo en aquel mismo sofá.

 

- Eros y Psique- Murmuró consciente que el mago la miraría como una completa loca pero en ese momento poco le importaba, le dio la espalda a Hades adentrándose en el salón donde ambos solían leer. – ¿Existe alguna manera posible en la que tú puedas perdonarme e intentar recuperar aquello que yo misma mate por necia?- Sus dedos acariciaron el lomo del libro unos segundos antes de que girara su cabeza para observarle.

 

- Haría lo mismo que ella hizo, pasaría las mismas penas que Psique solo para suplicar tu perdón y recuperar tu cariño y amistad- Dijo mirándole a los ojos

 

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El vampiro siguió con la mirada a la demonio de fuego. Seguía sin decir nada, la miraba molesto, más que eso, estaba decepcionado y dolido con toda la situación. En algún momento se pregunto que había hecho de mal para estar pagando todo aquello, sin embargo, si había elegido un camino ahora tenía que aceptar las consecuencias de sus actos.

 

-¿a dónde crees que vas? –le preguntó el Ragnarok a la mujer una vez que observo cómo iba caminando en dirección a la biblioteca- hace mucho perdiste las oportunidades y los privilegios que tenias, perdiste el derecho de acercarte a la biblioteca y a todo lo que se encuentra en esta mansión.

 

Entrecerró los ojos de manera amenazante. La Malraux había entrado en alguno de aquellos trances que solían darle cuando se acercaba demasiado a la biblioteca del cainita. Dio unos cuantos pasos, ella lo había herido, casi enterrado vivo y ¿ahora seguía intentando hacer lo que le daba la gana como si nada hubiera pasado? Se acercó a ella para que se retirara de aquel lugar sagrado para él. Escucho el susurro de esta mientras rozaba el lomo de aquel antiguo libro. El conocía perfectamente la historia. Guardo silencio ante las palabras de esta. No caería en el miso juego de la chica estaba vez, no lo convencería tan fácilmente. ¿Qué ganaría la demonio de fuego con bajar la misma luna?

 

-No creo que lograras pasar ninguna de las pruebas que pudiera darte Malraux –dijo el Ragnarok seriamente si es que Emilia pretendía aquello- esta vez no te sería fácil redimirte, ya me mataste una vez, ¿Por qué deseas hacerlo de nuevo?, ¿acaso ya no le he pagado lo suficiente al destino y al karma que aun quieren causarme mucho más dolor?

 

El Ragnarok se acerco mucho mas a ella para evitar que siguiera en aquello, sin embargo fue demasiado tarde, la pelirroja había tomado uno de aquellos tomos, uno envejecido, misterioso, con letras en un idioma diferente y con algunos símbolos que ella seguramente no había podido leer y por lo cual justamente tomó aquel libro, por su aroma y misticismo, por lo que representaba…

 

El caos se había hecho en un segundo. De la tranquilidad que amaba el vampiro, a lo que acababa de suceder era otra cosa. Como si fuera un traslador, aquel viejo y poderoso libro los había sumergido dentro de sus páginas, era como si entraran en los recuerdos de alguien en un pensadero, solo que esto era mucho más peligroso. Al menos, en el pensadero nadie los vería, no podrían intervenir en aquellas historias pasadas o recuerdos, pero en aquel libro todo era realmente muy diferente, aquello era mucho más real, era un juego de vida o muerte, ya que allí, podrían ser heridos, allí, podrían morir.

 

*****************

 

-la hiciste buena Malraux –dijo en tono molesto cuando el Ragnarok abrió los ojos y observo donde se encontraban- porque no podías mantener tus manos lejos de la biblioteca –la miró con furia reprimida- bueno, esa es mi maldita culpa siempre deje que hicieras lo que re diera la gana y aun así me abandonaste, no entiendo porqué ahora podría ser diferente, quizás ni siquiera debí dejar que pasaras a la casa

 

El tono que usaba el vampiro era claramente de pocos amigos. Miro de reojo hacia los lados para girar en un radio de 360 grados.

 

Era de noche y habían “aterrizado” en un paraje montañoso. A lo lejos se podían ver las luces de una población en el valle debajo de la montaña. Negó con la cabeza. ¿Por qué justamente tenia que tomar aquel libro?.

 

@@Emilia Malraux

[Emilia Malraux]

apenas había posado su mano en aquel libro cuando otro cayó al suelo abierto perfectamente a la mitad, apenas tuvo el tiempo justo para mirar al mago antes de sentir como entraban ambos al libro de la misma manera que un traslador los llevaría a otra parte del mundo. Cayó con fuerza en un duro y frio suelo lleno de arena, tosió un poco ya que el aire de sus pulmones se había esfumado y su brazo tenía un leve raspón.

 

Se sentó a como pudo intentando ver en donde estaban, hacía frio y era noche cerrada donde solo la luna y a la distancia el aullido de lobos hambrientos se escuchaba. Tragó saliva con algo de dificultad antes de ponerse de pie, quiso preguntarle algo al mago pero sus palabras fueron mas rápidas haciéndola encolerizar por primera vez en mucho tiempo.

 

- Oh! perdone usted señor "tengo cosas malditas dentro de mi casa"- dijo haciendo comillas con los dedos mientras lo miraba. - ¿A quién se le ocurre tener un libro maldito en una biblioteca? ¿Que acaso eso no lo deberías tener en San Mungo, en tu despacho?No me culpes a mi por tus descuidos Ragnarok.-

 

Dijo mirándole directamente a los ojos, esa mirada azabache que parecía flamear con cada una de sus palabras - Se bien que la líe al irme pero tampoco tenias que tratarme de esa manera cuando te dije que no tuve ninguna criatura y mucho menos me case con alguien- Lo jaló del brazo obligandolo a mirarla frente a frente.

 

- Y si no te molesta podrias decirme ¿donde demonios estamos?- murmuró

 

 

@@Hades Ragnarok

Editado 16 de Enero del 2019 por Emilia Malraux

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok observaba aquel poblado lejano mientras la Malraux le reclamaba al vampiro por todo aquello, como si que ella estuviera metiendo0 las manos donde no debía fuera su culpa, aunque como siempre dejo que la chica hiciera lo que le venía en gana, sí que lo era.

 

-primero y principal, ese libro “maldito” –hizo unas comillas con los dedos- como dices tu es nuevo, lo adquirí mucho tiempo después de que tu desaparecieras y me dejaras abandonado extrañándote –dijo en tono serio y a la vez molesto por todo aquello- además yo puedo tener los libros que quiera en mi biblioteca, sean malditos o no, ya que, jamás pensé que volvería a verte, aunque con mi suerte debo suponer que viniste a rematar tu trabajo y a terminarme de romper, a hacer lo que mis enemigos no pudieron... Matarme

 

El aullido de aquellos lobos no presagiaba nada bueno. Conocía perfectamente aquel libro, conocía exactamente y perfectamente aquel lugar donde se encontraban y más aun, había zonas de aquel lugar las cuales él jamás había pisado. Aquello no era bueno, mas con la inexperiencia de la demonio que justamente en aquel momento lo estaba mirando a los ojos molesta. Allí, en aquel extraño, fascinante y terrorífico mundo él había conocido la aventura, el riesgo, el amor, la cobardía, la desolación, había sido el mejor de todos y a la vez repudiado por muchos, había sacrificado todo y ya no tenía nada, claro estaba, era su culpa, su maldita culpa, aquel sitio con sus costas, tierras, lugares inexplorados lleno de aventura había formado parte de una de aquellas cicatrices que levaba el Ragnarok en su alma.

 

Emilia siempre había sido una gran tentación para el cainita, quizás por su elemento, quizás por ser un demonio o por lo que llevaba adentro, la pelirroja ejercía una fuerza misteriosa. Sin embargo, el sentimiento de tristeza y molestia del Ragnarok en aquel momento eran más fuertes, ya que extrañaba muchas cosas, muchas personas, aquel lugar, más aun extrañaba su antigua vida.

 

-Esto es Grecia, pero no la Grecia mitológica, hablo de la otra Grecia –dijo observando seriamente la Malraux- la Grecia de las aventuras y aprendizajes, la Grecia de mis errores, mis penas y mis alegrías –dijo respondiendo la pegunta de la pelirroja- y da verdad será mejor que nos movamos e intentemos llegar al pueblo, a menos que quieras desaparecer nuevamente o servir de aumento para las alimañas. -saco la varita y la mantuvo en sus níveas manos esperando saber si sucederá alguna cosa

 

Sin perder tiempo apuntó con el dedo hacia el pueblo que se encontraba bajando la ladera

 

-deberíamos ir allí por provisiones –comentó serio ya resignado a no poder salir al menos por el momento a aquel libro

Editado 23 de Enero del 2019 por Hades Ragnarok

[Emilia Malraux]

Lo miró por cada segundo en el que el hablo ¿Cómo podían ser ahora tan indiferentes el uno del otro? Estaba enojada, estaba cansada de que el aun con toda razón de recriminarle le recordara sobre su “supuesta fuga” y sobre ese bebe que a la final jamás existió. Era consciente de que las cosas entre ambos jamás volverían a ser las mismas y eso le dolía en lo más profundo de su ser.

 

Respiraba intentando mantener la calma mientras aquellos pozos negros la detallaban, por un momento deseo tener legilimancia y así poder entender lo que pasaba por aquella mente oscura y retorcida llena de misterios. Una curva llena de malicia por el mismo enojo salió de sus labios, aun cuando el vampiro fuera alguien de suma importancia para ella, no iba a dejar le siguiera recriminando cosas que ella no hizo y que él se negaba a entender.

 

 

- ¿Matarte? Querido yo creo que en el infierno no te quieren, es por ello que sigues aquí- Le sostuvo la mirada llena de enojo antes de girar los ojos y mirar a su alrededor.

 

Allí a la distancia se encontraba un pequeño poblado pero para llegar a él tendrían que acercarse hacia el lugar donde los aullidos eran más fuertes “ Genial ”- Pensó mientras metía las manos en los bolsillos de su chaqueta tomando su varita. Fue allí cuando escucho de nuevo la voz del Vampiro y su cabeza se giró otra vez para verle.

 

Aquellos azabaches brillaban de manera triste, ocultando historias de miles de años y dolores que aún tenían poder en su portador y que ella conocía. Durante muchas noches mientras vivió con él en la mansión Hades fue contándole fragmentos de su pasado que jamás lo dejarían vivir en paz; Suspiró y llevó su mano al hombro del mago, aun estaba enojada con el pero no soportaba verlo en ese estado.

 

- Saldremos de esta aunque no me soportes, y si creo que deberíamos movernos hace frio tengo hambre y esos lobos se acercan- sacó su varita y se colocó tras el mientras avanzaban

 

- Hades si esta es tu Grecia, ¿no deberíamos buscar ropa de esta época?, y ¿a que nos enfrentaremos mientras atravesamos el bosque para llegar al pueblo? - Susurró

 

 

@@Hades Ragnarok

Editado 23 de Enero del 2019 por Emilia Malraux

[Hades Ragnarok]

-No- contesto a la pelirroja- tristemente para los que me conocen soy el amo del infierno –la miro a los ojos- estuve allí cuando hubo la gran fuga de almas y demonios, estuve en las mismísimas puertas, vi al antiguo consejo, vi a los nuevos demonios e hijos de las sectas aparecer, te aseguro que no es nada agradable, mas cuando tienes que pelear contra ellos con todas tus fuerzas y evitar que algo malo pasé, aquí o allí ya no eres bueno o malo, simplemente eres tu –a su mente vino la imagen de cuando se habían querido llevar a su prima y él había tenido que atacar a uno de los mismísimos demonios mayores del consejo para evitarlo.

 

Se resigno, estaban allí, en aquel espejo de su propia alma. La tristeza lo invadió pero no había remedios ni vuelta atrás. Mantuvo la varita entre sus níveos dedos. Recordó que en aquel sitio, en aquel lugar podía usar a garras de fuego, su poderosa Katana, aquella que había sido forjada para él por sus tíos. Dibujo una mueca, ¿cuánto tiempo había pasado para que él le llamara a aquella persona tío?, su hermosa y maravillosa tía, la demonio a la que él amaba y extrañaba seguro se estaría riendo de aquello en aquel momento. Sintió la mano de Emilia en su hombro.

 

La demonio conocía muchas de sus historias, él le había comentado una que otra cosa de su pasado, de aquella época, de su tiempo, le había confesado o mostrado alguna de aquellas cicatrices de su alma y aun así ella se había alejado. Negó con la cabeza, eso se ganaba por permitirse soñar y sentirse “normal”. Escucho sus palabras. No dijo nada. Guardo silencio mientras comenzaban a caminar. Aquellos lobos estaban cerca, pero no los atacarían, al menos no por ahora. Claro estaba, no sabía si en realidad era una manada de licántropos u otra cosa.

 

-No bajes la guardia a menso que te lo diga –dijo en tono serio sin saber si en verdad le importba aquello o morir- este lugar no es un juego como Londres –escucho aquellas preguntas- no et preocupes, no estamos en la época de Iovis, estamos en una época un poco más actual, por consiguiente, lo que llevas puesto está bien, aquí nos vestimos de la manera normal

 

Se detuvo para pensar solo un segundo y recorrer con su mirada todo lo que le rodeaba en un ángulo de 360 grados. Se movió lentamente dejando que sus instintos vampíricos salieran a flote.

 

-Aquí podemos encontrar cualquier cosa o todo depende de la zona en la que nos encontremos, podemos hallar desde sombras invocadas, hasta hadas, nereidas, criaturas extrañas del inframundo, licántropos, vampiros, fantasmas sedientos de sangre, cualquier cosa que te puedas imaginar –contesto a lo que había preguntado.

 

Caminaron un poco más, esperaba que llegarán al pueblo antes de que se metieran en algún tipo de problemas, aunque ahora era mucho más poderoso que antes, aun así, jamás se podía confiar o subestimar aquel mundo, lo que se les pusiera al frente podría ayudarlos o matarlos, ¿no había visto ya tantas muertes y era de los pocos que habían sobrevivido?

 

@@Emilia Malraux

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra apareció en los terrenos de la mansion sola, llevaba bastante tiempo con la idea de visitar a su padrino, a quién no veía desde su boda cuándo la llevó por el altar, la Nigromante se mordió el labio para ocultar su sonrisa al recordar ese día y que pronto cumplirán dos años de casadas. La Delacour suspiro de felicidad aunque seguía un poco preocupada por la Snegovik y su embarazo.

 

No podía hacerse la idea de que Kamra daría luz a los hijos de ambas siendo vampiro, lo que le preocupaba bastante siendo que serían híbridos de demonio y vampiro, queria sacarse la preocupacion de encima, su esposa le decia que todo iba a estar bien pero los nervios siempre la engañaban por eso decidio visitar la Mansion Ragnaventus.

 

Volvio a usar la aparicion pero esta vez directamente fue a su cuarto, estaba oscuro y olia a soledad lo que no le gusto para nada y se dispuso a abrir las cortinas y las ventanas para que se oree el cuarto. Su vuelapluma salió volando a dónde había un block de notas dónde escribió una misiva a su melliza.

 

-Lady, estoy sola en la mansion de Hades, ven un rato sola-

 

Alessandra.

 

Después de escribir la nota se transformó en un ave de papel y salió volando por la ventana en busca de su pelirroja hermana.

 

@@Lady Luxure Grindelwald