Jump to content

● Ars & Vita ● (MM B: 94346)


Adrian Wild
 Compartir

Publicaciones recomendadas

- Bien, pues sígueme -miré a Cye-. Si quieres quédate aquí practicando... En la sala de profesores hay unas pastas -le hice una seña discreta a mi elfo que apareció, marcando esas últimas palabras.

 

Salí de la sala de baile junto con Devi, a la cual miré con una sonrisa. Me acerqué a la barandilla de la escalera y miré las puertas que estaban a nuestro alrededor.

 

- Mira, la puerta de la que acabamos de salir, la azul, lleva a la sala de baile, ya sabes -me giré hacia la puerta roja-. La roja lleva a un pequeño salón de actos; la verde a un estudio de música, donde puedes encontrar todo el material que necesites para grabar y un karaoke; y la naranja a la sala de música, llena de instrumentos.

 

Me quedé callado por un momento mirando al piso inferior por el hueco de las escaleras, pensando en si bajar o simplemente explicarle lo que había allí. Me decanté por la última opción.

 

- Abajo como has visto está el vestíbulo, y a los laterales hay dos salas de actuaciones bastante grandes, por las cuales se accede a los camerinos -la miré a los ojos-. Allí tienes uno sólo para tí. También están los baños y el ascensor.

 

Le hice una seña para que me siguiera hasta las puertas del ascensor de aquella planta y entramos en él. Pulsé el botón con un tres y subimos a la planta donde estaba montada la academia.

 

- Aquí tienes las mismas salas que en la planta de abajo, incluyendo unas con pupitres por si quieres dar algo de teoría o no necesitas los materiales de las otras. El atrezo que ofrece el teatro está en un compartimento pegado a la sala de interpretación -caminé por el pasillo hasta llegar a la puerta que estaba al lado de la del despacho-. Y ésta puerta -tomé el pomo y la abrí- es la sala de profesores, vamos a tomar un café.

 

En la mesa central de la sala había una caja con pastas inglesas, y varios elfos estaban sentados alrededor en las sillas que se predisponían para ello. Me acerqué a la máquina de café y, pulsando varios botones, salió un dulce café "bombón". Me senté en una de las sillas mirando a una elfina.

 

- ¿Qué tal Melinda? -hizo un asentimiento de cabeza y me dedicó una sonrisa-. Cubre el puesto de profesora hasta que tengamos más personal y la necesitemos para otras cosas. Es de pocas palabras -le expliqué a Devi-. Si quieres un café, sírvete.

 

Tomé una de las pastas y le di un bocado, saboreándola. Llevaba un poco de chocolate derretido por dentro, algo que me encantaba profundamente. Amaba el dulce. Entonces recordé que me había quedado una parte del local por explicarle a Devi, pero no era necesario subir.

 

- ¡Ah! También está la azotea, donde puedes relajarte con buena música y tomar una copa. Tu puedes entrar a la sección VIP, la cual también puedes encargar con antelación si vas a celebrar algo. Puedes invitar a esa sección a quien quieras, pero con moderación -le dediqué una sonrisa, dándole otro mordisco a la pasta.

Useiaum.gif

Firma AW.png
✤ Viajero de la noche ✤

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 4 semanas más tarde...

Caminaba deprisa porque por muchos reparo que le había hecho a mis sandalias, la hebilla no duraba dos pasos sin romperse de nuevo. Y eso me cabreaba, porque si aquella mañana me hubiera puesto los tejanos, no me hubiera importado descalzarme y caminar sintiendo el suelo sobre las plantas de los pies.

 

Pero no, me había puesto un traje chaqueta con una faldita corta por encima de las rodillas, de color azulón, al igual que la chaqueta. La blusa de manga corta que llevaba debajo era de color azul pastel, pero quedaba monísima. Y con esas pintas no quedaba bien ir descalza, sobre todo cuando iba a un Hotel a ofrecer los servicios de mi Lavandería para aumentar un poco las ventas, que habían bajado ligeramente con todo el tema de la crisis y cierres de negocios.

 

Me paré bruscamente y bajé la vista a mi zapato derecho. Volvía a tener la hebilla fuera, con lo que al dar cada paso golpeaba contra la acera. A pesar del riesgo de pisarla y caerme, lo que más me molestaba era que no me gustaban aquellos zapatos, y no sabía por qué me los había comprado. Me puse a la pata coja para sacarme el ruido y sentí un ruido.

 

Miré hacia los lados y no vi a nadie cerca.

 

-- ¡Qué raro!

 

Volví a centrarme en el zapato y volví a sentir ese ruido de algo que se arrastraba. Levanté la cabeza y me di cuenta de lo que era. Me había parado delante de un local y no me había dado cuenta que las puertas se abrían automáticamente cuando estabas delante de ella. Sonreí. Nunca lo había visto pero podía ser que aquello no fuera una casualidad.

 

Así que me decidí a pasar, poniéndome de nuevo el zapato y lanzando un par de Reparos provisionales hasta que encontrara un zapatero mágico que pudiera cambiarme la hebilla. Quién sabía... Tal vez allá también necesitaran los servicios de una tintorería.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Saburns, elfo recepcionista

 

Mi compañera hacía rato que se había marchado a revisar que las salas de actuaciones etuvieran en perfecto estado, por si tenía que entregarles algún parte a los otros elfos encargados del mantenimiento del local. Mientras tanto, me dediqué a ordenar unos folletos que anunciaban la apertura del lugar. Seguramente los dueños nos mandarían repartirlos más tarde. Seguramente querían que organizáramos alguna fiesta de inauguración.

 

Largos minutos silenciosos pasaron hasta que el ruido de las puertas de cristal al abrirse me hizo levantar la mirada por encima del pequeño mostrador, observando la figura de alguien parada frente a la puerta. Las puertas se cerraron, y la figura, al moverse, se quedó expectante al ver que nuevamente las puertas se abrían. Reí. Seguramente la bruja, pues pude deducir que era una mujer, no se había percatado del negocio.

 

- ¡Buenos días!¡Bienvenida a Ars & Vita! -saludé alegremente al ver que por fín se decidió por entrar-. ¿La puedo ayudar en algo?

Useiaum.gif

Firma AW.png
✤ Viajero de la noche ✤

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Casi chillé cuando sentí la voz fina que me saludaba. Parpadeé unos momentos hasta que lo identifiqué. Me acerqué hasta él con algo de precaución. No por él, por supuesto, sino porque aquel negocio le había sorprendido.

 

-- hola, -- le saludé amablemente. -- Perdona, no he podido dejar de ver este negocio al pasar y... me pudo la curiosidad.

 

Ojeé un instante lo que se veía. Aún no tenía muy claro de qué se trataba.

 

-- Perdona... Es que... ¿A qué se dedica ésto? ¿Cómo se llama? ¿Me das un folleto?

 

Intentaba no preguntar mucho, pero la verdad es que estaba sorprendida muy gratamente por la decoración que se veía allá.

 

-- Oye, realmente es un lugar elegante. ¿Qué se celebra algo? ¿Quién es el dueño? ¿Crees que necesitarán el servicio de una tintorería lavandería? Casualmente soy la dueña de un local de este tipo en el Callejón Diagon. ¿Puedo tener una cita con él para darle mi tarjeta de visita?

 

Y sonreí al ver la cara seria del elfo.

 

-- Perdone tantas preguntas. Es que soy algo chafardera.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En el Vestíbulo - Saludando a Sagitas

 

- Amo, su hermana...

 

- ¿Sagitas está aquí? -exclamé cortando a Wilmo, mi elfo-. ¡Llévame con ella!

 

¡Mi hermana había entrado en mi negocio! ¿Qué querría? ¿Sabría que yo y Cye eramos los dueños? Estaba ansioso de ver su cara al verme aparecer. Bajamos por las escaleras, en vez de tomar el ascensor. Mis pasos al pisar los escalones casi no se oían a pesar de mi rapidez.

 

Llegamos al vestíbulo en un segundo y allí estaba la pelivioleta, admirando el lugar, junto con Saburns, el cual mostraba una sonrisa al ver el asombro de la mujer. Me acerqué por detrás de mi hermana, y cuando estuve a menos de un metro, la agarré por la espalda gritando a todo pulmón:

 

- ¡Bienvenida a Ars & Vita!

 

El bote que pegó fue descomunal. Cuando se giró ya pensaba que me iba a dar un guantazo, pero me adelanté abrazándola con todas mis fuerzas, dejándola sin respiración.

 

- ¿Qué tal hermanita? ¿Te gusta mi negocio? -mostré una amplia sonrisa picarona.

Useiaum.gif

Firma AW.png
✤ Viajero de la noche ✤

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Y pegué un bote. Sólo había una persona que pudiera pegarme esos sustos por la espalda, no podía creerme que estuviera allá dándome gritos. Me giré, con aire furibundo, y si no fuera porque estaba en el negocio de otra persona y no quería quedar mal, le hubiera perseguido hasta azotarle por poner en riesgo la salud de mi corazón.

 

Aún así, el susto me lo dio igual. Se agarró a mí y me abrazó como siempre, con fuerza, con ímpetu. No lo quería decir, pero en el fondo adoraba a mi hermanito, sus muestras de afecto eran siempre deliciosas (aunque me privaran de aire). Cuando por fin pude respirar, le espeté:

 

-- ¡Bruto! Qué poco me quieres, por poco me matas del susto y me rematas con el apretón -- le dije, riéndome.

 

Pero después mi rostro cambió de expresión al entender lo que me decía.

 

-- ¡¡Oooooh!! ¿Este negocio es tuyo? Pero si es preciosooo..

 

Y achiqué los ojos y fruncí el ceño.

 

-- Tú me mientes. Este negocio es demasiado bonito; no puede ser tuyo, estoy segura que es de otra persona. Tú no tienes tan buen gusto.

 

Y le di un zape mientras los elfos nos veían discutir y no sabían si era en serio o en broma.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Esbocé una amplia sonrisa al oír su comentario respecto al negocio, aunque esa sonrisa se borró tras su última frase. Estaba a punto de darle una colleja, pero me contuve. Ya había tenido suficiente por hoy. Me puse serio y la miré retante.

 

- Sí, es mío -dije sécamente-. Bueno, mejor dicho, es de Cye y mío.

 

No pude mantener el gesto, y volví a mi típica sonrisa imperceptible. La verdad es que estaba en eterna duda con mi cuñada Cye, la cual había accedido a abrir el negocio conjunto a pesar de todo su trabajo. Entonces, decidí continuar la conversación sin gestos falsos.

 

- Pero la decoración es completamente mía -agregué con una sonrisa, mientras admiraba mi alrededor-. ¿Te gusta? Bueno, sí, si ya lo has dicho. Vaya pregunta más tonta -estaba nervioso, pero no sabía por qué. ¿Serían los nervios de ser empresario?-. Y bueno... ¿Qué haces aquí?¿Has venido a algo en especial?¿O una simple visita a tu queridísimo y favorito hermano pequeño?

 

Aquello último lo acompañé con otra sonrisa pícara. Miré a Saburns y a Wilmo, que nos miraban desconcertados. Reí a causa de sus caras y me dirigí a ellos manteniendo la sonrisa.

 

- Podeis seguir con vuestro trabajo, y tranquilos... Nosotros -miré a mi hermana- siempre estamos así, no es nada raro.

 

Éstos asintieron sin quedarse muy satisfechos con mi respuesta a sus nunca formuladas dudas, pero claramente expresadas en sus ojos. Tomé a mi hermana del brazo y la conduje al interior de uno de los salones de actos. Completamente vacíos y sin estrenar.

 

- ¿Quieres que te enseñe ésto o vamos a tomar algo a la azotea?

Useiaum.gif

Firma AW.png
✤ Viajero de la noche ✤

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-- Las dos cosas -- aplaudí. -- Me enseñas ésto un poquito y después subimos a la azotea para que hablemos y hablemos.

 

Y es que en verdad todo aquello era verdaderamente lindo. Y se le notaba estilo.

 

-- Pues la decoración es muy bonita para ser cosa tuya.

 

Y me reí ante su cara circunspecta. En algo tenía razón, en lo que le había dicho a los elfos, nosotros siempre estábamos igual, metiéndonos continuamente el uno con el otro y sin embargo, muy felices de ser hermanitos.

 

-- Entiendo que Cye te ayudara en todo ésto. Tú sólo irían perdido, estoy segura.

 

Me dispuse a seguirle a donde me llevara y a esconder sus explicaciones del negocio. No podía dejar de admirar todo lo que veía.

 

-- Oye, ahora en serio. No sabía que fuera tuyo. En realidad venía a saber si tenéis cubierto el servicio de tintorería o si os puedo ser de ayuda en eso.

 

La sala de actos era muy bonita. Realmente el espacio estaba muy bien aprovechado y tenía una decoración exquisita. Iba a ser un gran negocio, de eso estaba muy segura.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¿Has dicho tintorería? ¡Uy! -agarré del brazo a mi hermana y subí al escenario por las escaleras centrales-. ¡Te vas a llevar un encargo hoy mismo!

 

Íbamos directos a la sala de ensayos que estaba bajo los dos salones de actos y los camerinos. Mi hermana iba a ver mi camerino todo desorganizado, pero me daba igual. Necesitaba que me arreglara algunas prendas que necesitaba para la gala de apertura del Ars & Vita, la cual estaba organizándose.

 

Las escaleras hacia abajo se hicieron eternas, pues ambos teníamos cuidado y especial atención el uno del otro para no caernos; la verdad era que había que hacer malabares cuando hubiese actuaciones para pasar por allí. Crucé sin soltarla del brazo la gran sala de ensayo y fui a los pasillos de camerinos privados, hasta llegar a uno que poseía una plaquita en la puerta, la cual rezaba: "Adrian Wild".

 

- Bien -dije adentrándome en el lugar, tomando una camiseta del suelo y poniéndola encima de la cama, abierta-, te tienes que llevar ésto... ésto y... -rebusqué en el armario-. ¿Dónde está? Me cachis... ¡Aquí!

 

Le había ido dando varias prendas a mi hermana sin darme cuenta de cuántas y, al mirar hacia ella, no vi más que un montón de camisas, pantalones y chaquetas. Reí ayudándola a sostener algunas y se las fui enseñando una a una para que las examinara.

 

- Necesito que las limpieis y plancheis, y guardármelas hasta que las vaya a recoger. Tienen que estar impolutas -sonreí y le di un fuerte abrazo-. Muchas gracias, mana.

 

Estaba muy contento, pero ya no por el favor que le acababa de pedir, sino porque estuviera allí conmigo, en el primer día de mi nuevo negocio. Aquello me recordaba que siempre podía contar con ella, y me alegraba aún más. Pero ahora, la tenía que invitar a tomar algo en la azotea y charlar durante un buen rato.

 

- Bueno, deja eso ahí en las perchas esas vacías y subamos arriba. ¿Te apetece tomar algo?

Useiaum.gif

Firma AW.png
✤ Viajero de la noche ✤

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La exclamación de Adrian me pilló de sorpresa, así que antes de que pudiera protestar por su ímpetu en hacerme correr hacia algún lugar desconocido de su negocio, llegamos a una especie de camerino repleto de… de todo.

 

-- Leñe, el ser desorganizados nos viene de familia – pensé, mientras Adrian iba depositando ropa en mis brazos.

 

Intenté protestar, lo juro, pero cualquier gargajo que quisiera expresar se quedaba opacado por la cantidad de ropa que iba poniendo más y más. Creo que paró cuando intuyó el “Socorro” que estaba modulando débilmente ante la montaña de ropa que me ponía encima.

 

-- ¡Ay, gracias! – exclamé, por fin, cuando me ayudó a quitarme ropa de encima. – Leñe, tienes mucha ropa acumulada, hermanito. Por supuesto, la Tintorería se hará cargo de todo.

 

Y aquí elevé el pecho, con orgullo. En mi negocio íbamos a darle un trato excelente a toda esa ropa y quedaría muy satisfecho.

 

-- Aunque creo que tendrías que comprarte un bono porque con tanta cosa seguro que sales ganando más que si usas tickets individuales. Por supuesto, te haré precio de familia querida, eso lo sabes.

 

Accedí a lo que me pedía. Subiría con él a la azotea. Ya mandaría a Harpo o a alguno de los elfos de la lavandería a buscar toda aquella ropa.

 

Además, tenía que comentarle algo sobre una fiesta de cumpleaños y quería estar con él de forma distendida para invitarlo.

 

-- Vamos a donde quieras, manito, y me enseñas todo este negocio tan grande que os habéis montado.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.