Ollivander's (MM B: 94928)

[Gellert Dumbledore]

Seguía al lado de mi madre mirando a la chica que venía como agente del negocio The Hunters cuando tres chicos entraron por la puerta de la tienda. Estos no parecían tener muy buenas intenciones, es más, parecía que querían destruir el lugar o reclamar algo que le habían quitado. Realmente ni me enteré de lo que querían ya que de pronto mi madre me encerró en el cafetín.

 

Sorprendido intenté abrir la puerta para estar de nuevo junto a ella, pero no era quien ya que la había hechizado para eso. Asustado de que pudiera pasarle algo a mi madre intente pegarle fuertes patadas a la puerta para que esta rompiera y pudiera volver con ella, pero sin éxito. Asustando me senté en la silla donde antes me encontraba esperando que no le ocurriera nada.

 

Nervioso me di cuenta de que una chica entró en el cafetín y asustado la miré con rabia.

 

- ¿Qué quieres?

 

Parecía que la mujer no me había escuchado ya que no me contestó y dijo que nos teníamos que ir del lugar. Yo no quería, pero igualmente apreté con fuerza la mano que nos había tendido para irnos, mientras nos intentaba tranquilizar aunque una duda esencial me había surgido.

 

- ¿Y cómo sabré si le pasa algo a mi mamá?

[Mei Black Delacour]

Solange

 

Al a vez que la agente de The Hunters había reaccionado, la dueña del local, Selene, también lo había hecho. Aunque como aquellos tenían un "arma muggle" en sus manos, a Solange no le asustaba en lo más mínimo, pues con un simple hechizo podría deshacerse del problema, y era lo que haría para mayor seguridad de todos.

 

–Accio arma – susurró por lo bajo y de inmediato la pistola fue a parar a sus manos, donde se encargó de ponerle el seguro por si las dudas, y sin siquiera distraerse por un momento, siguió apuntando a quienes habían tenido el atrevimiento de ingresar de aquella forma tan violenta al local que tenía encargado custodiar.

 

Miró detenidamente los rostros de aquellas personas para memorizarlas lo mejor que pudiera y luego de un momento, procedió a sacarlos del local

 

***

 

Al cabo de pasado un momento, la pelirubia volvió a ingresar al local y miró a Selene, que era la única que había quedado en el lugar, al parecer, por lo que rápidamente se le acercó y le habló.

 

–Me encargué de que se alejaran lo más que pudieran del local, ya puedes estar más tranquila. De todas formas, – agregó con velocidad – me quedaré un poco más por si se les da por volver, aunque realmente espero que no lo hagan, pues se las verán conmigo, esta vez enojada.

[Ada Camille Dumbledore]

El cielo estaba nublado, no sabia muy bien porque no llovia a cantaros viendo tanta aglomeracíon de nubes, mi vestido blanco no parecia resaltar en aquel opaco día.

 

Camine despacio por el callejon, al igual que yo algunos abrían sus negocios, la última vez habia sido atacada por unos insolentes chiquillos, pero solange, una agente les habia desarmado y les habia sacado de alli.

 

Abrí la hermosa puerta de madera y pase mi mano por aquella puerta de madera con el arbol genealogico de los Ollivander, aparecia al final del arbol, la última de aquella hermosa familia. Suspire y seguí adelante a la tienda, pase el mostrador y deje mi bolso y las llaves en mi oficina.

 

Lave mis manos y colocandome un delantal para proteger mi hermos vestido de seda empece a trabajar en una varita de cedro rojo, con nucleo de nervios de corazón de dragon... En el arte de las varitas ellas elegian dandole al indicio del fabricante las caracteristicas que esta quedeseaba tener finalmente. Habia que tener mucha pasion para lograrlo.

[Joaquín Granger]

Caminaba alegremente por el Callejón Diagón uno de los pocos lugares a los que frecuentaba, y que casi me lo conocía de memoria, la tienda de ingredientes para pociones, la de calderos, varios restaurantes todos de distintos tipos de comida, algunos hoteles, me parecía haber oído de uno con casino también, y claro una gran cantidad de bares había por todo el callejón, además claro por el resto de las tiendas, como por ejemplo la tienda de varitas, a la que hoy me dirigía

 

Ese día era justo de los que me gustaban, bien nublado, y con probabilidades de lluvia, no había forma de que el sol me molestara, ese día seguramente sería muy bueno, seguro que también me iba bien en el local, porque para eso me había leído todos esos gruesos libros sobre la historia y la fabricación de las varitas, e incluso todas las maderas y núcleos conocidos hasta la fecha, y debía reconocer que era fascinante

 

Y en ese entonces llegué frente a la tienda Ollivander's, el local de Selene, hacía tiempo que no entraba, y pensándolo bien hacía tiempo que no veía a mi hermana ¿Que habrá sido de ella?. La última vez que nos vimos o que la vi, ella estaba directo para ir directo a San Mungo, junto con uno de sus hijitos, pobre de ellos, esperaba que ya se encontraran bien, ninguno de ellos se merecía terminar en esas condiciones, debía preguntar sobre ellos, pero no había forma Selene había tenido que salir, sin explicaciones solo me lo mandó decir esperaba que no fuera por temas de salud.

 

Dejé de pensar en eso y me dirigí a la puerta del local, dudaba que algún elfo estuvieran ahí para orientarme un poco pero de todas formas creía poder resolverme bien, no creo que tendría problemas en atender a los clientes varios decían que yo era bueno para eso, y ya tenía práctica en eso. Entré en la tienda y miré a mi alrededor me encantaba el lugar, no sabía si era por el hecho de que estaría a mi cargo, o porque estaba lleno de varitas, fuente de magia, que adoraba, pero simplemente me gustaba.

 

Busqué por el local algo, una libreta con anotaciones una nota una lista, algo para no quedar tan a la deriva, pero no había ni una en el mostrador o en la mesita que había ahí cerca, ni pegada tras la puerta pero seguiría buscando, no podía dejar de hacerlo hasta asegurarme de eso. Seguí entre todas las estanterías que estaban hasta el techo con varitas, busqué en la puerta de la oficina de Sele y nada, tendría que ingeniármelo yo solo, cosa que no me gustaba mucho en estos casos.

 

-Ni una lista, ni una nota, nada- susurré mirando al suelo y solté una maldición.

[Ada Camille Dumbledore]

KILLIAN, Elfo domestico

 

El elfo yacia en la bodega contigua al negocio, alli organizaba algunas piedras que su ama habia ordenado guardar en la boveda despues de haberlas sacado de gringots aquella mañana.

 

La presencia de un mago llamo su atención su ama Ariane habia dicho que el Joven Lestrange iria a la tienda mientras ella iba unos días lejos de Ottery. Encamino sus pasos mientras arreglaba aquella pequeña chaqueta de paño confecionada por su ama, que jugaba perfecto con aquel pantalon gris oscuro.

 

Al ver al mago le hizo una reverencia y le ofrecio una misiva que su ama habia escrito.

 

Querido Joacoo:

 

Ágradezco que te reincorpores a la tienda, la verdad el pedido de varitas ha bajado tras las festividades, así que no hay ninguna por fabricar. Pero quiero que te encargues de atender a nuestra querida clientela.

 

estoy en Africa llevando un pedido de ebano para ciertas varitas y algunos diamantes. Volvere pronto

 

Tuya

 

Selene

 

El elfo esperaba poder ayudar al mago con los pedidos de su ama en el local.

[Eugenia Evanik Readley]

El sol estaba en todo lo alto mientras la Evanik caminaba sin prestar atención por el callejón buscando una tienda en particular, el solo verlo le había traído recurdos muy dolorosos además de odio que creía ya haber olvidado. Toda la rabia estaba contenida en una sola persona, todos aquellos pensamientos hacia ese ser que tanto repudiaba hacían que su cara se transformara a más no poder mostrando facciones que no eran propias de ella.

 

Si topezaba con la gente tan solo decía disculpe siguiend su camino como si algo en su mente no cuadrara, si se había atrevido a buscarla a ella sin duda haría lo mismo con sus hermanos que eran tan inocentes como ella. Esas personas era lo único bueno que le había quedado de haberlo conocido, el llamarlos hermanos aunque no fueran de sangre era por que los unía un lazo que va más allá de eso, Sin esperarlo había llegado a la puerta de la tienda.

 

Entró buscandola con la mirada, no le importaba si había clientes o si tenía que esperar al fin ya se había salido de su trabajo a la hora de la comida cuando siempre comía ahí entre risas y alboroto pero esta vez no podía quedarse, tenía que advertirle, esa necesidad de informarle lo que había pasado y si era preciso llamar a su hermano para decirle a él también sin dudarlo lo haría, de todas las sorpresas que le podía dar la vida aquella fue la más desagradable de todas. Miró a su hermana y sin esperar otra cosa la abordó.

 

-Necesitamos hablar urgentemente, es más llamemos a Kris ya que a el también le interesa y mucho todo esto, es que no puede ser Sele de todo lo que nos podía pasar se presento el apocalipsis- Sin duda la bruja estaba alterada a más no poder.

[Ada Camille Dumbledore]

La alegría rebosaba en los labios de la dama oscura, su cabellos violaceo parecía bailar ante su caminar, por fín era libre y eso la hacia felíz. Entro al negocio por la puerta de atras y camino hasta la ofcina, busco el elixir lo tomo y siguio hasta el aparador de enfrente.

 

Alli encontro al joven Joacoo, noto como Selene se retorcio en su interior<<no le digas nada, pero no le hagas daño>>; blanqueo la mirada ante el ruego y disimulo ante él.

 

- Joacco, como estas? Alguna novedad en mi ausencia?

 

No habia respondido cuando el ingreso de una demonia que conocia la distrajo las palabras aceleradas de la Riddle la confundieron.

 

- Espera Eugenia detente! No entiendo nada de nada? Habla con más calma si? Solucionaremos esto con más calma

 

Solto tratando de hacer todo más claro para ella, pues no conocia muchos de los secretos.de la Dumbledore

[Joaquín Granger]

Estaba sentado en la tienda, era una tranquilidad de ultratumba, eso me gustaba mucho, disfrutaba del silencio, y me gustaba estar entre objetos mágicos, como sin duda lo eran las varitas. El elfo de Selene había aparecido hace un rato, me entregó una carta de ella, donde aclaraba donde estaba ella, y tal como el día lo había estado demostrando en este tiempo, todo estaría muy tranquilo. Ya había dicho al elfo que podía retirarse, por lo que estaba solo, detrás del mostrador

 

Cerré los ojos y solté aire, sonriendo tranquilamente, atender un local era muy fácil, y yo que creía que no era capaz de encargarme de un local, ya veía que estaba equivocado. Estuve recostado en mi silla unos segundos hasta que Selene apareció, en la tienda, se veía muy emocionada, hasta feliz diría yo, y nunca había visto su pelo atado y de color violeta a la vez, y antes de saludarle, y quitarme esa duda ella me saludó.

 

-Buen día Sele, no...- Iba a decir "no hay ninguna novedad" pero al momento mi voz quedó oculta trás la de una mujer que no conocía.

 

Y así era como si Selene tuviera un imán que atrae personas, una joven llegó a la tienda hablando rápidamente, y gracias a mi oído vampírico, escuché lo más discretamente posible que era una desgracia. Por un momento pensé que escuchar conversaciones ajenas era mala educación, pero mientras ellas no me lo dijeran o no se dieran cuenta de que escucharía la charla, no tendría problemas. Me eché hacia atrás en la silla y sonreí satisfecho, por escuchar un buen drama, que hacía bastante tiempo que yo no vivía uno.

[Eugenia Evanik Readley]

Sin duda había llegado muy alterada a la tienda de su hermana, aquella aparición tan repentina de ese ser la había alterado bastante, mirando a la chic notando que además de ella había otra persona más respiró hondo calmandose con prontitud como si aquella urgencia por comunicar algo fuera demorarse un poco para después decirle en tomo menos dramático del de un momento antes.

 

-Esta bien pero vallamos a un lugar de la tienda donde no nos oigan-

 

Aquel ser la traumaba, había vivido parte de su adolescencia creyendose culpable de cosas que ella nunca había hecho por causa de ese monstruo pero debía dominarse ya que era una adulta aunque en esos momentos la niña insegura que había sido pisoteada antes estaba queriendo salir a dar pelea. Esperaba que la reacción de Selene o de Kris no fuera la misma y que solo fuera ella y su tan inoportuna falta de juicio que se estaba haciendo evidente ahora.

[Ada Camille Dumbledore]

Las palabras llenas de confusion de la Riddle se calmaron ante mis palabras, me dispuse a sonreirle y ante su insistencia de hablar a solas conmigo, hice un delicado ademan de varita abrí la puertilla de acceso de la tienda a la parte de atras.

 

- Pasa a mi oficina, allí hablaremos cn algo más de calma

 

Dejando que pasara por delante de mi mire a Joacoo y le hice un guiño con una sonrisa torcida, la guie a la oficina y cerre la puerta tras de mí, le ayude a sentar y camine detras del escritorio, cruzando la pierna me acomode recostada en el sillon.

 

- Bueno querida, quien te ha molestado de tal manera para ponerte así, te dare un buen vaso de wisky y asi me contaras todo más tranquila.

 

Levite dos vasos de cristal, donde se vertio el liquido ambarino y lo deje sobre la mes a unos centimetros de ella.