Ollivander's (MM B: 94928)

[Eugenia Evanik Readley]

Asentí con la cabeza un poco más despejada mientras Sele habría otra puerta con la varita indicandome que pasara a la trastienda donde estaba su oficina, sin decir nada la seguí pensando en como decirle las cosas ahora que lo pensaba bien, pero es que su simple mención movía de nuevo miles de emociones todas negativas hacia la misma persona, aquel deseo de acabar con el nunca se había desvanecido al parecer ya que seguía muy vivo. Me senté donde la Dumbledore me indicó y me quedé seria obsrvando los vasos de Wisky mientras eran servidos.

 

-Tal vez me alteré por nada y vengo a alterarte a ti pero el ha regresado, nuestro "Padre" ¿recuerdas?- Había hecho un ademán acentuando la palabra padre como si eso dijera mil cosas que no podía expresar ya que al solo recordarlo aquel nudo volvía a mi garganta.

 

Había cosas en el pasado de ambas que nos mantenían unidas como un lazo irrompible que no se veía, inumerables aventuras e incontables momentos de los cuales tal vez solo quedaba el recuerdo pero si el había vuelto esperaba que mi hermana estuviera más preparada que yo y no se bloqueara como yo lo había hecho. ¿Tan mal me había tratado? todos los recuerdos que tenía de ese ser eran todos muy malos.

[Kris Gryffindor]

Una leve brisa alteraba la quietud de los castaños cabellos de Kris, sus pasos eran calmados. Pensativo caminaba y es que hacía unos cuantos minutos habría de recibir una lechuza de parte de su hermana, como consideraba a Eugenia, en aquella enfatizaba algo malo, muy malo para aquellas dos personas tan importantes en su vida. Luego de unos minutos llegó caminando hasta aquél negocio imponente en el Callejón Diagon el cuál sería tan importante para los jóvenes aspirantes como para los mismos magos como él lo habría sido hace unos años.

 

Abrió de golpe aquella puerta quedando así la figura de un trajeado tratando de buscar en concreto a un par de personas. Esperaba que se encontrarán ambas bien, ya que aquella carta le haría suponer demasiadas cosas. Aquél hombre resaltaba por su buen porte y elegancia por dónde pasaba, pues un traje en dos piezas grisáceo que constaba de un pantalón y saco desabrochado que acompañaba con una camisa en color vino la cuál apenas desabrochados los dos primeros botones mantenía dejando al descubierto parte de su musculoso y bien formado pecho en el cuál colgaba un collar con un pequeño fénix de oro.

 

Caminó por la recepción hasta poder vislumbrar algún rostro conocido, alzó su zurda para observar su rolex, marcando las cuatro en punto. Al fondo notó como un par de personas se encontraban en una oficina, sin embargo no reconoció bien aquél rostro y solo decidió esperar que alguien le atendiese. « ¿Para que quería vernos a los tres Eugenia? ¿Se encontraria bien Selene? » Pensó por un momento, cruzando sus brazos, a la espera de alguien lo atendiese.

[Ada Camille Dumbledore]

La Riddle se veia alterada, pero comprendí la razon al escuchár sus palabras? Senti uná leve nausea al recordár de lo que habia sido victima Selene, hasta yo send un demonio lo odiaria, de hecho lo hacia. Bloqueé los recuerdos y tome el vaso de wisky de un solo sorbo.

 

No atine a decir nada pues al sonar la campanilla asimile que la otra persona que esperabamos habia llegado, una leve emoción me recorrio y despues de acriciar el cabello de Eugenia corrí a la entrada y pasando el estante me lance a los brazos de mi hermano.

 

- Kriss!

 

Casi de un salto llegue a los fuertes brazos del vampiro, era increible que desde casi el dia de nuestro nacimiento fueramos tan unidos.

 

- tenian que volver los muertos de su tumba para que tu volvieras a mis brazos!

 

Profese casí en un grito, soltando una carcajada, Sele se habia apoderado de mi ante su emoción

[Eugenia Evanik Readley]

Podía notar algo raro en Selene, como que no era ella, la chica con la cual yo me había criado y consideraba mi hermana no era nada fría en cambio era una persona muy linda que siempre me había recibido con una sonrisa en los labios al igual que abrazos y besos ¿quién era aquella persona? tenía su caminar, su forma de vestir, incluso su apariencia pero no era ella, algo me decía que no era ella más por su aroma y por sus modales que por otra cosa.

 

Miré a la mujer que se tomaba de un sorbo el wisky con cara de dolor tratando de analizarla, sin duda alguna no era Selene, la Selene con la cual tenía un lazo y eso hizo que Seremis despertara haciendo que mi nariz se volviera más sensitiva oliendo algo muy diferente a lo que era mi hermana, tenía frente a mi a otro demonio pero ¿cómo?, en eso llegó otro aroma a mi, ese si lo conocía por fin había llegado Kris de inmediato aquella persona que tenia la apariencia de Selene se paró a saludarlo y la dejó salir un poco al parecer, yo también hice los mismo dejando la copa de wisky a un lado y llendo a saludarlo.

 

-Hermano perdón si te altere pero el solo recordarlo me da asco todavía, el ha regresado - Mi cara se volvía verde de solo mencionarlo y recordarlo, era tanto lo que nos había hecho que olvidaba que era una persona adulta por completo.

[Joaquín Granger]

La alterada mujer que había entrado en la tienda de varitas, según pude escuchar era hermana de Selene, y parecía no tener interés en que yo supiera de que se trataba, el problema que parecía tener y que a su vez Sele también estaría afectada. Cada palabra que decía la alterada joven aumentaban más mis ganas de saber, y quitarme esa duda que tanto me molestaba, ya que desde siempre tuve el problema de querer saber todo, por más que supiera que no fuera de mi incumbencia, o no fuera nada importante, siempre tenía que saberlo, para luego por fin poder estar tranquilo.

 

Por eso cuando la joven le pidió que fueran a un lugar, donde no las oigan, sonreí satisfecho era típico pensar "que no las oirían" pero no tendrían mucha suerte, no tenía problema en ser completamente indiscreto y pegar la oreja a la puerta, en caso de ser extremadamente necesario, pero generalmente no lo era, como vampiro tenía un excelente sentido de la audición, tanto como del olfato, seguro podría escuchar desde ahí, si me concentraba, seguramente podría. Cuando entraron en la oficina, Sele me guiñó un ojo e hizo una sonrisa, lee guiñé un ojo también y sonreí también mostrando mis colmillos con orgullo, no se que era lo que tenía la joven, pero se veía radiante, hasta diría irresistible...

 

Sabía que ellas ya en la oficina deberían estar hablando pero por alguna extraña razón por más que quisiera, que deseara saber cuál era el drama que tenían las 2 jóvenes no podía concentrarme en escuchar por detrás de la puerta <<¡Rayos!>> maldije por lo bajo y me acerqué a la puerta, sonriendo con malicia. Ahora si pude escuchar la conversación, ya empezaba a sentirme más tranquilo <<Tal vez me alteré por nada y vengo a alterarte a ti pero el ha regresado, nuestro...>> y hasta ahí pude escuchar con claridad porque un gran estruendo de cajas y maderas golpeando al piso interrumpió mi concentración.

 

-¡Maldición!- Exclamé viendo el desastre.

 

Justo en ese momento varias cosas sucedieron casi simultáneamente, un joven entró a la tienda y cuando iba a atenderlo salieron Selene y su hermana, a recibirlo, al parecer era su hermano, mientras ellas se acercaban a el hombre yo ya había corrido hacia el lugar donde había varitas y cajas desperdigadas por el suelo, al parecer un duendecillo de Cornualles se había metido a la tienda y había decidido molestarme, agité la varita y todo se acomodó en un momento, cada varita estaba en su respectiva caja, y a su vez cada caja estaba en su lugar de la repisa, no había dudas de que las varitas eran de gran calidad porque ninguna se rompió.

 

Por eso adoraba la magia una sacudida de "un palito" como decían los muggles ignorantes, y todo quedaba resuelto, era simplemente fabuloso. Ahora era tiempo de encargarme de la alimaña que estaba revoloteando cerca de las cajas nuevamente, con mis reflejos de vampiro, otra cosa que agradecía muchísimo, cacé al duendecillo de las alas, quien luchaba intentando zafarse de mi, sin poder conseguirlo. ¿Qué haría con él? podría aplastarlo entre mis manos y intentar embrujarlo, pero no, era solo una criaturita, arrojarla con fuerza por la ventana bastaría, y si chocaba con fuerza contra la pared del local de en frente mejor. Y así lo hice sonriendo con malicia, y aún más alegre creí ver como se golpeaba contra la pared de en frente.

 

-Buen día a todos- dije sonriendo a los hermanos de Sele, y volví a sentarme aparentemente despreocupado, pero de verdad quería saber quién era el hombre del que hablaban.

[Kris Gryffindor]

El vampiro esperó unos cuantos segundos más cruzando sus brazos observando los estantes con millares de cajas con varitas dentro. Por un instante recordó como los libros que magos importantes habrían escrito mencionaban con cariño al viejo ancestro Ollivanders y ahora su hermana era la dueña de aquél lugar. Caminó por entre los estantes cuidadosamente, observando unas cuantas cajas hasta por detrás escuchar los pasos de alguien, inmediatamente volteó y observó como Selene era quién casi corría hasta colgar del cuello del vampiro.

 

— Al parecer los muertos me han de extrañar, hermanita — Susurró colocando un tierno beso en los labios de aquella mujer. Pronto escuchó como una presencia más al fondo comenzaba a caminar, era su hermana(Eugenia), recordaba apenas un incidente vergonzoso no hace mucho tiempo por lo que tenía mucho que recriminar, pero no era ni el lugar ni el momento de hacerlo. — ¿Te refieres a ese id.iota de cuando niños? — Preguntó el vampiro figurándose en sus pensamientos aquél hombre a quién no hacía mucho habría de odiar, y es que recordaba que aún fingiendo ser su padre, trataba de intimar con las distintas parejas de él mismo.

 

— Realmente que es una gran sorpresa que haya vuelto y sin duda me gustaría tener una "Plática" con él a solas. — Sentenció un tanto enojado a la situación «¿Cómo era posible que regreses tan campantes después de lo que hiciste?» Susurró en su mente al mismo instante que apretaba su puño y en aquellas verdes pupilas pronto se figuraba un rojizo color de enfado.

 

— ¿Pero, eugenia díme, ha querido... ya contactar contigo? — Cuestionó a Eugenia un tanto pensativo.

[Eugenia Evanik Readley]

Sin duda el encargado de la tienda de Selene era una persona metiche ya que si no fuera por la aparicón intencionada de un duende derrumbando cajas hubiera podido oir toda nuestra coversación, no era tiempo de hacer maldades al viejo estilo eso lo reservaría para después tan solo le dediqué una pequeña mirada de odio cuando saludó pero sin contestarle mientras observaba a Kris y Sele o quien quiera que fuera esa mujer que tenía su forma y su andar.

 

- A ese mismo Kris, la parecer tu tampoco lo has olvidado- Otra vez aquella cara de asco imaginando su sonrisa, recordando cada palabra de tortura para hacerme sentir inferior,cosa que alguna vez logro con tanta humillación y verlo ahora derrotado y abatido aún así me daba asco su simple presencia en el lugar que yo consideraba sagrado para trabajar y en el cual pasaba días enteros a veces. Cuando Kris hizo esa pregunta, el estomago se me volvió a revolver haciendo ademán de querer vomitar pero me controlé.

 

-Si, si lo hizo no se como pudo pasar las puertas del hospital pero se presentó en mi consultorio como si fuera un paciente más, no resistí y salí de ahí excusandome- Bajé la mirada diciendo todo aquello ya que no podía verlos a los los dos a los ojos, no sabía por qué aún le tenía miedo a que fuera a hacer algo o a hacerme algo aunque sabía que yo era más fuerte que el en muchas cosas.

[Ada Camille Dumbledore]

Trate de reprimir las palabras de Selene, me volvia loca, como yo no la importunaba cuando estaba a cargo y cuando yo podía salir, a ella le daba por retener mis acciones. Aunque en esta ocasion estaba totalmente de acuerdo con ella y sus hermanos que ese tipo debia desaparecer y estar lejos de nosotras.

 

En los brazos de aquel vampiro, donde me senti extrañamente segura, disfrutando aquel beso en los labios, encerre bien a Selene mientras me separaba de él con aquella sonrisa maliciosa que poseía.

- Lo mejor que podemos hacer es deshacernos de él sin darle oportunidad, es desagradable, perverso y absolutamente desagradable...no hay que recordar lo que le intento hacer a Se...a mi cuando me iba a casar con Severus, no hay que perder tiempo...que parezca un accidente?...

 

Solte lo último en broma, mire a Joacco, no me importaba que el lo escuchara, además yo no me ensuciaria las manos tocandolo, ni de riesgos, que alguien más lo hiciera.

 

- Bueno sigamos a la oficina no me gusta que mi wisky se caliente...

[Kris Gryffindor]

el trajeado observó atentamente a Eugenia quién platicaba las cosas que se habían suscitado, en cierta forma también comprendía aquella reunión, y es que estando ellas solas podría pasar cualquier cosa, aquél otro hombre. sin embargo justo cuando comenzaron a hablar escuchó demasiados ruidos por lo que comprendió que algo pasaba y que aquellas dos mujeres necesitaban platicar en privado. Tomó un par de cajas con un aspecto similar a tormentor, su varita para poder observarlas un poco más adentro, teniendo alguna excusa creíble como para entrar a la oficina de Selene.

 

— Si, creo que hiciste bien Eugenia, aunque hubiera sido mejor que lo hicieras estando en el hospital y viera que no están solas — Sentenció asegurándose que aquél hombre que suponía se encontrara por ahí escuchara claramente sus palabras. — Y que cualquiera que es su enemigo, debe ser eliminado cuanto antes — Sentenció recordando su pasado mortífago, al momento que caminaba lentamente por detrás de ellas, hasta la oficina del fondo del pasillo, ambas entraron y él simplemente quedó en la puerta observando que nadie más se acercara y así cerrar la puerta.

 

— Ahora sí, diganme ustedes dos ¿Que traman? — hizo una leve pausa, para continuar. — ¿Por qué tanto misterio para entrar aquí? — Preguntó el trajeado paseando lentamente hasta recargarse en la mesa enfrente de ella y así cruzar sus brazos. — ¿O es que querían darme una sorpresa aquí? — Preguntó con una sonrisa en los labios, jugando con aquella varita tan parecida a tormentor. Intentó hacer un hechizo, el cuál salió, pero muy débil, sabía que Tormentor era única.

[Eugenia Evanik Readley]

Al parecer ambos querían eliminar al hombre, se alivio un poco al ver que no era la única con ese pensamiento pero ahora su hermano se comportaba raro y ya sabía ella cual era la causa, el empleado de Selene nos espiaba y con más razón debiamos irnos a la oficina auqnue seguramente el pensaba que era aquel hombre que tan malos recuerdos nos traía a los tres de una infancia en la que los recuerdos buenos abundaban a su lado.

 

 

-Valla, al parecer no soy la única que lo quiere muerto pero que lo hagan otros ni de chiste me enlodo las manos por el- Mi mirada había cambiado a una de odio total, aunque perteneciera al bando al cual consideraba familia no lo mataría ya que sería incluso desonrroso prefería darle la oportunidad a otros de que lo hicieran.

 

Selene ofreció su oficina para seguir hablando por que había un metiche a la vista, Kris nos cedo el paso permitiendo que accesaramos primero y después el, los vasos de Wisky seguían ahí esperando a las chicas y ahora se integraba alguien más, me senté donde había estado antes mientras Kris preguntaba que tramabamos jugando con su varita, al parecer tanto misterio lo ponía un poco tenso.

 

-Juro que no mate a tu empleado Selene por decencia nada más estaba ahí a ver que oía, Mi querido Kris creo que lo que tramamos no te lo puedo decir o me descubriria- Solté la carcajada viendo la mirada de confusión de mi hermano y después la de Selene- Es bueno verlos chicos y hablar con ustedes aunque tenga que verlos por asuntos como esos-