Ollivander's (MM B: 94928)

[Ada Camille Dumbledore]

Ariane rio sonoramente al escuchar a su hermana preocuparse por la presencia de Joacoo, a ella no le molestaba ni le inquietaba en lo absoluto.

 

- hay querida no te preocupes por Joacoo, el no abriria la boca y tampoco puede escuchar todo y si lo hiciera siempre podriamos hacerle un obliviate....

 

Pensó en tranquilizarla sabia que su estado de alerta era a causa de la presencia de aquel padrastro que les habia amargado la vida cuando eran adolescentes.

 

Levito otro vaso de wisky y le sirvio a Kriss, mientras le ofrecia una gran sonrisa.

 

- En cuanto al problema que nos atañe, no podriamos tocale un pelo nosotros, tendriamos que hacer que "algo" o "alguien" le impídiese tocarnos o acercarse de nuevo a nosotros...asesinarlo es una opcion pero...la menos viable.

 

Tomo un sorbo de wisky hasta desocupar la copa y la lleno de nuevo, lleno la de Eugenia tambien.

 

- Que hacer para que nos dejara la vida en paz de una vez por todas.

 

Cruzo una pierna sobre la otra centrando su mirada en la copa, pensaba en que hacer.

[Ada Camille Dumbledore]

Ariane rio sonoramente al escuchar a su hermana preocuparse por la presencia de Joacoo, a ella no le molestaba ni le inquietaba en lo absoluto.

 

- hay querida no te preocupes por Joacoo, el no abriria la boca y tampoco puede escuchar todo y si lo hiciera siempre podriamos hacerle un obliviate....

 

Pensó en tranquilizarla sabia que su estado de alerta era a causa de la presencia de aquel padrastro que les habia amargado la vida cuando eran adolescentes.

 

Levito otro vaso de wisky y le sirvio a Kriss, mientras le ofrecia una gran sonrisa.

 

- En cuanto al problema que nos atañe, no podriamos tocale un pelo nosotros, tendriamos que hacer que "algo" o "alguien" le impídiese tocarnos o acercarse de nuevo a nosotros...asesinarlo es una opcion pero...la menos viable.

 

Tomo un sorbo de wisky hasta desocupar la copa y la lleno de nuevo, lleno la de Eugenia tambien.

 

- Que hacer para que nos dejara la vida en paz de una vez por todas.

 

Cruzo una pierna sobre la otra centrando su mirada en la copa, pensaba en que hacer.

[Ada Camille Dumbledore]

Ariane rio sonoramente al escuchar a su hermana preocuparse por la presencia de Joacoo, a ella no le molestaba ni le inquietaba en lo absoluto.

 

- hay querida no te preocupes por Joacoo, el no abriria la boca y tampoco puede escuchar todo y si lo hiciera siempre podriamos hacerle un obliviate....

 

Pensó en tranquilizarla sabia que su estado de alerta era a causa de la presencia de aquel padrastro que les habia amargado la vida cuando eran adolescentes.

 

Levito otro vaso de wisky y le sirvio a Kriss, mientras le ofrecia una gran sonrisa.

 

- En cuanto al problema que nos atañe, no podriamos tocale un pelo nosotros, tendriamos que hacer que "algo" o "alguien" le impídiese tocarnos o acercarse de nuevo a nosotros...asesinarlo es una opcion pero...la menos viable.

 

Tomo un sorbo de wisky hasta desocupar la copa y la lleno de nuevo, lleno la de Eugenia tambien.

 

- Que hacer para que nos dejara la vida en paz de una vez por todas.

 

Cruzo una pierna sobre la otra centrando su mirada en la copa, pensaba en que hacer.

[Ada Camille Dumbledore]

Ariane rio sonoramente al escuchar a su hermana preocuparse por la presencia de Joacoo, a ella no le molestaba ni le inquietaba en lo absoluto.

 

- hay querida no te preocupes por Joacoo, el no abriria la boca y tampoco puede escuchar todo y si lo hiciera siempre podriamos hacerle un obliviate....

 

Pensó en tranquilizarla sabia que su estado de alerta era a causa de la presencia de aquel padrastro que les habia amargado la vida cuando eran adolescentes.

 

Levito otro vaso de wisky y le sirvio a Kriss, mientras le ofrecia una gran sonrisa.

 

- En cuanto al problema que nos atañe, no podriamos tocale un pelo nosotros, tendriamos que hacer que "algo" o "alguien" le impídiese tocarnos o acercarse de nuevo a nosotros...asesinarlo es una opcion pero...la menos viable.

 

Tomo un sorbo de wisky hasta desocupar la copa y la lleno de nuevo, lleno la de Eugenia tambien.

 

- Que hacer para que nos dejara la vida en paz de una vez por todas.

 

Cruzo una pierna sobre la otra centrando su mirada en la copa, pensaba en que hacer.

[Ada Camille Dumbledore]

Ariane rio sonoramente al escuchar a su hermana preocuparse por la presencia de Joacoo, a ella no le molestaba ni le inquietaba en lo absoluto.

 

- hay querida no te preocupes por Joacoo, el no abriria la boca y tampoco puede escuchar todo y si lo hiciera siempre podriamos hacerle un obliviate....

 

Pensó en tranquilizarla sabia que su estado de alerta era a causa de la presencia de aquel padrastro que les habia amargado la vida cuando eran adolescentes.

 

Levito otro vaso de wisky y le sirvio a Kriss, mientras le ofrecia una gran sonrisa.

 

- En cuanto al problema que nos atañe, no podriamos tocale un pelo nosotros, tendriamos que hacer que "algo" o "alguien" le impídiese tocarnos o acercarse de nuevo a nosotros...asesinarlo es una opcion pero...la menos viable.

 

Tomo un sorbo de wisky hasta desocupar la copa y la lleno de nuevo, lleno la de Eugenia tambien.

 

- Que hacer para que nos dejara la vida en paz de una vez por todas.

 

Cruzo una pierna sobre la otra centrando su mirada en la copa, pensaba en que hacer.

[Kris Gryffindor]

Kris escuchó atentamente todo lo que decían, aunque sin duda aún no comprendía muy bien los sucesos, lo que realmente pasaría, sin embargo aquellas dos mujeres sabían que tenían su apoyo incondicionalmente ante lo que decidieran hacer. Hablaban de la muerte de él como si fuera de lo más normal cosa que le hizo reír de sobremanera, ya que era la primera vez que alguien hablaba abiertamente del tema como si no debieran absolutamente nada, y aunque sabía las razones, no estaba muy de acuerdo que aquellas dos mujeres lo hicieran, ya que en todo caso como el mayor, debería asumir aquella responsabilidad.

 

― ¿Y que opinan, finalmente? ― Sentenció mirando como ambas tomaban de sus copas. Aunque realmente querría buscar una solución, al final de cuentas se haría lo que ellas dos, quisieran, tercas como nadie, y al parecer solo el castaño se encontraba para apoyo moral. Igualmente guardaba rencor ante aquél hombre, pero era algo que pasaba a segundo termino al hablar con ellas dos. ― ¿Hermanita y a mí no me invitarás una copa? ― Bromeó el vampiro cruzandose de brazos mientras se sentaba sobre aquél escritorio.

[Ada Camille Dumbledore]

El Gryffindor hablo de manera escueta, la verdad sabiamos que se debia encontrarse la solucion pronto pero el estar juntos era tan agradable que parecia que no estuvieramos hablando de un asunto tan serio como era el darle solucion a la desagradable presencia de un ser que nos habia causado dolor y angustia en algun tiempo de nuestras vidas.

 

yo lo conocia poco puesto que no salia muy a menudo en la adolescencia de la Dumbledore, pero si conocia sus recuerdos y aquel hombre y sus acciones daban asco, realmente era una persona que solo pensaba que los chicos que habia adoptado eran unos objetos con los que el podia hacer lo que se le deiera la gana.

 

Selene tenia por el un sentimiento mezclado entre el miedo y el asco, por eso entendia, y mas en este momento en el que ella estaba tan tiste y decepcionada, que yo estuviera al frente.

 

Acerque el vaso de cristal a Kris, el no se habia percatado que le habia servido el Wisky, el se sento en el escritorio y yo puse mi mano en su pierna, la acaricie notando lo firme de ella, lo mire con picardia, pero desvie la mirada a Eugenia.

 

- Bueno y tu que dices que podeos hacer, en serio yo no puedo pensar nada para liberarnos de el sin meternos en problemas.

 

Tome un largo sorbo de Wisky, lo disfrute y jueguetee con mis labios sobre el vaso de cristal sin dejar de acariciar aquella fuerte pierna.

[Hakoda Albus Gryffindor Dumbledore]

Largo y extenuante tiempo había pasado desde que el Dumbledore había pisado las calles del callejón Diagon, y ahora que retornaba a su cuerpo humano, suponía que nadie lo recordaría cuando observaban y señalaban a aquel extraño ser de blancos cabellos y profundos ojos azules como el mar. Sacó su varita, su mas preciada posesión, y se dirigió a un establecimiento del callejón en el cual no pretendía comprar nada, pero si le era importante visitar a una persona a la que había dejado olvidada en la tierra, y sin importar si lo recibiera con cariño u hostilidad, el joven Hakoda tendría la decencia de presentarse en el lugar y hacerle saber que de nuevo estaba con vida.

 

Abrió lentamente la puerta del establecimientos, produciendo dos sonidos al mismo tiempo. El primero, netamente insoportable era el chirrido de la antigua y tal vez oxidada puerta, mientras que el segundo correspondía a la campanilla que llamaba a los tenderos del lugar, más sin embargo la persona que se encontraba detrás del mostrador no requería que la llamaran, pues allí se encontraba tal y como la recordaba el Gryffindor, y una sensación de dicha y alegría lo invadió, reflejada en su rostro, al verla de nuevo, luego de tanto tiempo. Tal y como se había prometido ya antes, sin importar si lo acogiera con dicha o furia, él simplemente le dedicaría una sonrisa y le permitiría recobrar su vida en Ottery.

 

Se acercó lentamente y pensó, por un delicado y fugaz momento, ofrecerle una rosa, o algo para demostrarle su perdón, pero su simple presencia allí sería la causante de un caudal de sentimientos encontrados y no quería, en lo más mínimo, un encuentro exuberante. Carraspeó un poco para hacerse notar, puesto que por lo que vio se encontraba con otro miembro de su familia que reconoció como Kris, y simplemente dejó escapar una palabra que parecía suspiro, pero que mantenía un tono de voz tan fuerte que podían escucharlo a la perfección.

 

- Hola...

[Ada Camille Dumbledore]

El corazón me dio un vuelco en cuanto note su presencia, sentí la presencia de aquel angel y me llene de recuerdos, si hubiera sido una simple humana seguro habia vomitado ante la presencia de aquel ser.

 

Contuve cualquier emoción y salí de la oficina sin decirle nada a mis hermanos Joacoo no estaba en la trastienda, agradadecí no encontrarlo en ese instante.

 

Cuando ví aquellos ojos azules llenos de paz me lleve las manos al rostro en gesto de sorpresa, pues nadie más que Ariane conocia a Hakoda, ella era su esposa a pesar del abandono.

 

Cuando escucho sus palabras penso en huir de aquella pesadilla, no era justo que jugaran así con ella, pues el jamas volveria.

 

Camino hacia él como viendo un fantasma con la mano adelante para poder tocarlo y comprobar que no era una ilusion, en cuanto estuvo en contacto con su piel, mas fria de lo que la recordaba la semivampiro, exhalo un grito.

 

- Eres tu...

 

El nudo en la garganta apenas si le dejo para hablar, ella ya no era inmortal, cayo por tierra sin sentido.

[Joaquín Granger]

Tenía un aburrimiento mortal, al parecer me habían descubierto escuchando la conversación, seguro que tomarían medidas sobre eso, así que mejor no me arriesgaba a escuchar otra vez, pegando la oreja a la puerta, y como ya sabía que no podía concentrarme y escuchar desde mi lugar, solté un largo suspiro, y tomándome un pequeño atrevimiento subí los pies sobre el mostrador, aquel lugar estaba muy tranquilo, no creo que me digan nada por hacer eso.

 

Estuve así por unos momentos, mirando hacia la oficina de Selene, y pensé que como socio que era también debía buscarme un lugar, aunque pequeño para mi, era algo que me causaba ilusión, hace mucho soñaba con un lugar (que no fuera mi habitación) para poder estar tranquilo, y colgar fotos de Seishiro por todos lados, así lo tenía siempre presente, lo que me llevó a pensar que estaba completamente pendiente de ese pequeño adorable desde que quedó a mi cargo.

 

En un rato más comprendí que si seguía quieto moriría de aburrimiento, así que me puse a recorrer entre los estantes, ahora que había vuelto debía familiarizarme con la tienda, y con eso quería decir que debía aprenderme donde estaba cada varita, y saber como la palma de mi mano donde se encontraba cada alta repisa, ahora si me comprometía con el negocio, no tenía escusa, y yo sentía enormes deseos de ayudar en la administración de esa mágica tienda de varitas.

 

Estaba ya recorriendo en una de las filas más lejanas de estanterías, tocándolo todo y abriendo cajas, para mirar las varitas hasta que sentí un fuerte golpe en el suelo, y me puse alerta, volví al frente de la tienda para sorprenderme con la escena. Selene tendida en el suelo inconsciente, y un hombre contemplándola, no comprendía que había pasado, no sentí ningún hechizo ni un grito, solo un estruendo, corrí hacia ella y la sostuve en mis brazos.

 

-¡Sele! !Sele! reacciona Selene- Le grité mientras con un abanico que aparecí le abanicaba -¿Que ha pasado?- le pregunté al hombre, ahí parado.