Ollivander's (MM B: 94928)

[Valeskya Granger]

Tenía tanto tiempo que no veía a alguien pasar por el proceso de elección de varita, que Valeskya olvidó por unos instantes el verdadero motivo por el cual había estado ahí y se dedicó a observar al mago con mucho interés. No pudo evitar sentir algo de nostalgia por el simple hecho de que ella no recordaba nada de lo que había pasado al elegir su varita, solo sabía que la había tenido desde que su memoria se lo permitía. Así que ver a alguien pasar por ese proceso, por más simple que pareciera para muchos, era algo que no podía pasar desapercibido. Apenas y se percató cuando Selene se había acercado a saludarla.

- Siempre es un gusto saludarte – Sonrió la bruja a manera de respuesta, apartando la mirada del mago. – Creo que he sido demasiado descortés, espero no le haya incomodado. - Susurró a medida que acercaba su rostro, claramente se refería al caballero que estaba a unos metros de ellas, ya que tenía claro que había sido bastante indiscreta – Y me encanta la idea del embellecimiento, nunca he hecho algo así. – Miró y se dio cuenta de lo descuidada que traía su varita. – Confío en ti, aparte tengo todo el tiempo del mundo, así que puedo esperar a que lo atiendas. – 

 

- Solo algo más… - Respondió de repente, mientras su mirada violácea recorría rápidamente el lugar, en busca de un lugar para esperar. Y enseguida se dio cuenta: había sido la peor idea del mundo haber llegado ahí y más para preguntar por alguien a quien probablemente sería todo un tema complicado de abarcar para la bruja que atendía el negocio. - ¿Has visto a Joaquín? – Preguntó con cautela.

 

- Disculpa por la imprudencia. – Dijo rápidamente. –Pero sé que has permanecido acá mucho más tiempo que yo, ya que me marché por unos meses y casi siempre que he vuelto, Joaquín suele estar merodeando, ya sea en la mansión o en algún negocio del callejón, incluyendo este… Y bueno, ese es el motivo principal por el cual estoy acá. – Suspiró. – Aunque bueno, tampoco es que vaya a desaprovechar la visita del todo. – 

 

Cuando terminó de hablar y una vez más observó su varita, podría jurar que tenía hasta rastros de polvo de tan pocas veces que últimamente la había utilizado; algunos rayones que había sufrido hacía ya bastantes años, lo cual la hacía lucir más descuidada de lo que realmente era. Recordó de la última vez que había estado allí, y que por algún motivo, no había podido darle un mantenimiento a su varita. 

 

- ¿Te parece si te espero por… allá? – Le dijo a Selene, mientras señalaba un lugar cualquiera del negocio. 
 

Editado 14 de Febrero del 2022 por Valeskya Granger

[David Augustus Lestrange]

Asintió con la cabeza mientras observaba a la dependienta acercarse a la recién llegada. Posteriormente, sus sentidos se centraron exclusivamente en la nueva varita que le había ofrecido la mujer. Desde un primer momento, le llamó la atención. Desde luego, le parecía mucho mejor que la primera. No solamente por lo visual, sino también por los datos que conocía de la misma. Había sido fabricada por el mismo Ollivander. Portar una varita fabricada por él sería un gran orgullo, un honor.

Que la varita tuviera tantos años, los suficientes como para ser más antigua que la dependienta, lo hacía todavía más especial. No estaba convencido de que eso fuese un plus, no sabía tanto sobre el tema como para saber si tener muchos años podía afectarle al rendimiento de la misma, pero lo dudaba. Algo le hacía pensar que era algo a favor, eso la haría más sabia y poderosa que una recién fabricada, estaba convencido de ello. La tomó entre sus manos, sintiendo un leve cosquilleo en las mismas. Eso no lo había sentido con la anterior.

—Me gusta esta. Sin duda siento la conexión necesaria como para llevármela, pero no puedo "elegir" sin ver la última de las varitas. —dijo señalando a la última caja de las tres que había seleccionado, mirando para la mujer que hablaba con la recién llegada.

Si había algo que nunca le había acabado de convencer era el hecho de que, cuando un mago encontraba una varita que se acomodaba a él, no le enseñasen ninguna más. ¿Por qué? No lo entendía. Que una varita en concreto tuviese ese vínculo con el mago o bruja, no significaba que en la misma tienda no hubiese más que podrían tener la mismo o incluso más conexión. Así que, esperaba que su deseos de ver la última fuesen cumplidos. Sólo por mera curiosidad. No quería conformarse. 

Por otro lado, no pudo evitar escuchar hablar a las señoritas. Estaban hablando de un caballero. Y decidió darles su opinión personal.

—Yo cuando necesito encontrar a una persona envío a mi elfo doméstico, es una gran buscador. —les comentó. Les dejaba ese dato encima de la mesa. Como idea para que usase a su propio elfo doméstico en caso de que tuviera o, para ordenarle a su propio elfo que las ayudase en la búsqueda del chico. 

[Valeskya Granger]

“No cabe duda que la elección de varita es una experiencia única”, pensó la joven mientras continuaba observando al mago en lo que parecía ser una difícil elección. Había escuchado muchos rumores acerca de que era la varita quien elegía al mago y no al revés como muchos, incluso ella, lo pensaban. Joaquín en alguna vez le había explicado algo sobre el tema, justamente la última vez que habían estado allí, aunque por alguna razón que no recordaba en ese momento, la conversación se había desviado en algún punto y habían terminado peleando, como era lo habitual.

 

La intervención del caballero, detuvo las intenciones de Valeskya de irse a algún lado a hacerse tonta; sugerir enviar a un elfo le resultaba algo bastante lógico, pero a lo mejor había entendido mal o el mago había dejado la intención de usar a su propio elfo doméstico para que se uniera a la búsqueda, algo que le resultaba algo atípico viniendo de alguien a quien no conocía. Dedujo que quizás era amigo de Selene, pero no quiso verse mal educada preguntándole directamente a ella, así que trató de disimular lo mucho que le sorprendía su comentario.

 

- Ciertamente, los elfos pueden ser bastante hábiles para buscar personas. – Le sonrió amablemente al mago. – Sin embargo, nuestros elfos están… indispuestos, por decirlo de alguna manera. – Evitó dar detalles acerca de que la mayoría de los elfos que habitaban en la mansión, seguramente estaban con sus amos, de los cuales ella no tenía ni la más remota idea de dónde se encontraban, así como también algunos que seguramente estaban apoyando con los negocios familiares, incluyendo a Breena, su elfina doméstica.

 

- Quizás he entendido mal, pero ¿estaría dispuesto a ordenarle a su elfo que vaya con una desconocida a realizar una búsqueda? – Dijo con cautela. – Claro que conmigo no tendría nada que temer ¿No es así, querida? – Se dirigió a Selene. – Lo cierto es que quizás ni el mejor buscador del mundo podría encontrar a Joaquín, la verdad es que mi hermano puede ser bastante escurridizo cuando se lo propone. Es probable que sería una búsqueda bastante tediosa y que ocasionaría que se quedara sin elfo durante un largo tiempo, lo cual ocasionaría que me sintiera culpable por ello. –

 

- No he escuchado su nombre. – Dijo sutilmente. – Yo soy Valeskya Granger, un gusto. – Le extendió la mano, se consideraba realmente mala para las presentaciones. – Elegir una varita puede llevar más tiempo del que uno espera, pero valdrá la pena sin duda. Está en el mejor local del callejón, lleno de historia y por supuesto, de varitas con gran potencial para grandes magos. –

 

No quería verse muy imprudente al respecto, ni tampoco quería que el mago pensara que se metería en su elección.

 

- Yo no se qué haría sin mi varita, a pesar de que ya no la utilizo tanto como antes, siento que es parte de mi pasado, presente y futuro, claramente. – Finalizó.

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad es que en la mañana no había esperado que el local estuviese tan concurrido, la época después d ela navidad el callejón estaba siempre abandonado pues todas las personas solían refugiarse en los días más fríos del invierno, pero el mago y la bruja en mi local no parecían en nada estar afectados por dicho clima.

La visita de Valeskya era algo que me agradaba su hermano era no sólo mi socio en la tienda sino una de los seres más cercanos a mi, aunque el vampiro siempre había sido muy cerrado con todos a través d e los años y de mucho tiempo juntos nos habíamos convertido en grandes amigos. Pero tenía en inusual defecto de desaparecer por largo tiempo y en esta ocasión lo había hecho con nuestros hija Helena, con quien le encantaba pasar tiempo al igual que con el pequeño hijo que tenía y a quien críaba solo él. Sabía que Helena no me echaba de menos pues su padre y su hermano adoptivo eran para ella una gran compañía. Valeskya se disculpo con él joven, por su acento creía que no era Británico, pero hablaba perfectamente el idioma, no había preguntado su país de origen al caballero.

 

-No se preocupe Señor, pero gracias por ofrecer su ayuda, mi socio está de paseo y es un vampiro muy hábil para esquivar las búsquedas.

 

Note que dejo la varita y me asegure de recibirla, mientras daba de nuevo la vuelta al estante para dejar la varita en la caja mire a la Granger y le hice una seña para que se acercara a donde estaba también el joven.

 

- Sabes que el parece un mago de circo aparece y desaparece, se llevó a Helena y al pequeño de paseo y no estoy segura si volverán pronto porque ya sabes que les encanta andar d e paseo juntos, pero puedes estar segura que apenas venga de vuelta yo te avisaré.

 

Deje la varita en su caja y sonreí al tacto, abrí la siguiente caja, esta varita tenía un color oscuro porque era de madera de ébano, lustrosa brillante y con aspecto fuerte.

 

- Esta varita es de ébano africano , 22 centímetros, rígida su núcleo es de los nervios del corazón de un Nundu… fue fabricada por mi tía Magenta Ollivanders, ella misma fue en busca del animal para hacer esta varita y ustedes saben que el Nundu es considerado el animal más peligroso del mundo mágico

 

Le entregue la varita con calma mientras la observaba con detenimiento, su voluntad era singular, parecía tener fuego dentro de la madera y un espíritu rudo y salvaje.

@ Valeskya Granger  

@ Augustus Ronaldo Teixeira

 

 

 

[TwilightNad]

Si bien jamás había pasado tiempo aquí, sabia antes de llegar que la mayoría de las brujas y magos compran su primera varita cuando tienen once años, justo antes de comenzar su educación mágica. Aunque yo ya tenia 18, este seria mi comienzo en Hogwarts, así que estaba bien igual.
También Adrián, tal como me lo indicaban en mi carta ,había mencionado que  la mayoría de los magos y brujas ingleses compran sus varitas en la tienda de varitas de Ollivander´s en el Callejón Diagon, donde pueden probar varias varitas hasta que encuentran la que más les conviene, o mejor dicho, la varita encuentra la bruja o mago que más le convenga. Supe que algunas brujas y magos, especialmente los de origen más pobre, optan por usar varitas que no eligieron ellos, pero que les fueron 'heredadas' o prestadas por un miembro de su familia.
Yo estaba bastante lejos de considerarme alguien pobre pero me hubiera encantado heredar la varita de algún familiar Granger no sólo por el sentimiento que eso conlleva, sí no también para ahorrarme un poco de preocupación e indecisión que estaba sosteniendo en el camino hacia la compra y elección de mi primer varita,para ya comenzar con mis estudios de brujería y magia.

Si. Ya estábamos aquí. Ya era un hecho. hora de elegir mi varita o que ella me elija a mi,...
Entré a Ollivander's con algo de confianza gracias a Adrián quien me alentó a proseguir y él firme detrás de mi... pero a la vez con un poco de miedo. Por que negarlo...? No sabría con que o con quien me encontraría y un miedo particular que siempre había tenido es el miedo a lo desconocido.

Lo primero que note de la tienda fue el cartel con letras doradas sobre la puerta que decían:''Ollivander's : fabricantes de varitas finas desde 382 ac´´. 

Toqué el timbre y mientras esperamos a que nos atendieran ,observé todo lo que mi vista pudo alcanzar.La tienda era pequeña, vacía, excepto por una sola y delgada silla en la esquina. Se apilaban miles de cajas estrechas que contenían varitas hasta el techo de la pequeña tienda, y todo el lugar tenía una fina capa de polvo...

Entre la penumbra, a lo lejos, pude divisar una silueta que se iba acercando. 

Con atrevimiento  me adelanté: -Buenos días! dije cordialmente,pero con la voz alta. Mi nombre es TwilightNad. Es la primera vez que estoy aquí. Soy aspirante a Hogwarts y necesito una varita...

Sonreí amistosamente y con emoción a Adrián. 

@ Adrian Wild

 

 

[Adrian Wild]

El nerviosismo de la muchacha parecía acaparar toda atención, aunque me percaté de que cada vez lo disimulaba mejor y parecía, minuto a minuto, coger más confianza en sí misma y a convencerse de que todo aquello era real. Su mirada atenta a aquella figura que se acercaba desde el fondo del local, por uno de los estrechos pasillos entre estanterías, me provocó mirar en la misma dirección.

Me mantuve en silencio y atento a todo lo que ocurría, casi como si fuera un guardián. No quería intervenir y pecar de paternalista por el simple hecho de ser el tutor temporal de TwilightNad, así que le dejé todo el espacio para que fuera ella quién tomara la iniciativa y se presentase. Sí le devolví la sonrisa cuando se volvió a mirarme, emocionada.

— Encantado de conocerla señorita —dijo amablemente el dependiente de mediana edad que se nos había revelado tras el mostrador—. ¿Tiene alguna preferencia particular?

Yo sabía a lo que se refería el hombre. Había familias que, conocedoras de las diferentes propiedades de las maderas y los núcleos con los que trabajaban aquellos fabricantes de varitas, persuadían o aconsejaban a sus hijos e hijas maderas o núcleos que creían convenientes, a veces en un intento de que sus descendientes obtuvieran la varita que mejor se acoplara a sus personalidades —aunque aquello denotara cierta desconfianza en el propio poder que las varitas tenían de elegir a sus dueños— y otras veces, tratando de preservar ciertos valores, ideas o "temperamentos" familiares que consideraban esenciales para su linaje. Existía toda una suerte de razones, pero yo sabía que TwilightNad no estaría enterada de nada de aquello.

Sin embargo, seguí manteniéndome al márgen. Tampoco era cuestión de explicar algo que se evidenciaría inmediatamente. La muchacha no pareció saber qué responder, así que el dependiente obtuvo su respuesta y cambió su pregunta:

— Bien, comprendo. ¿Y pertenece a algún linaje mágico concreto, señorita?

Aquella última pregunta apeló a mi interés. No había hablado de aquello con la muchacha, asumiendo que tenía ascendencia muggle, pero mis años y experiencia sabían que aquel tipo de asunciones eran tremendamente superficiales y que las historias no eran nunca simples. Posé la mirada en el cabello de la muchacha, el cual reflejaba un cierto tono violáceo al ser tocado por los tímidos rayos de luz que se filtraban a través de las vidrieras del escaparate. Estaba deseoso de saber cómo iba a continuar la conversación entre ella y el dependiente y, por supuesto, de que comenzara con la prueba de varitas.

@ TwilightNad

[TwilightNad]

Amablemente quien nos atendió, mostró interés en conocer si yo tenia algún linaje mágico, es algo de lo cual aun no había conversado con mi tutor y desconocía si lo habían mantenido al tanto. 

Con cierto temor respondí, que si, que según tenia entendido yo descendía directamente de la familia Granger ,pero que había sido criada por 18 años en una familia muggle, ya había aprendido ese termino que refería a las personas carentes de magia.

Mientras el hombre luego de oírme, buscaba minuciosamente las diferentes varitas para mostrarme entre las montañas de cajas  , le volví a contar a Adrián sobre mis orígenes, del cual yo tampoco sabia demasiado...pero le mencioné que siempre en mi interior tuve una corazonada sobre que realmente pertenecía a otro mundo, como que en el que conocía, si bien los protocolos enseñados siempre me habían convertido en una persona amable y con tacto y mi presencia siempre había sido bienvenida en todo el mundo, del todo no encajaba al 100% , sentía en el fondo de mi alma que quizás fuera un sueño, pero necesitaba conocer una verdad que creía inventada quizás por mis más profundos deseos de conocerlo todo (?), aunque creí que sólo eran divagaciones de mi inquieta mente; hasta que luego de enviar una solicitud para aceptación en una escuela en Italia de arte, descubrí que yo no era hija sanguínea de mis padres y entonces me contaron la historia sobre mi madre bruja que me había dejado con aquella familia para protegerme . Sabía que su nombre Sophie Granger y que mi nombre era TwilightNad, por una cadenita que había dejado grabada con ella ,pero nada más.  

El señor se acercó con varias cajas, y dejamos de hablar. 

Me invitó sin más a probar cada varita, mencionó nombres que conocía y otros que no tenia idea sobre que hablaba ,me resultaron familiares algunos términos otros me habían asustado por su historia  y otros hasta graciosos o divertidos;tejo, pelo de cola de unicornio,olmo,pluma de fénix, parecía que ninguna tenia que ver conmigo. Hasta que acercó hacia mi una varita medianamente fina, aproximadamente menos de 30 cm de largo,hecha con madera de vid y me comento que tenia un núcleo de corazón de dragón,lo cual me pareció extremadamente interesante .

Al sostenerla tuve una sensación de conexión cósmica en la cual una visión me sorprendió repentinamente ,un circulo mágico prendido fuego...y  lejanamente oí una voz que me decía y repetía ''somos uno...somos uno''. Luego de unos segundos abrí mis ojos, ambos hombres  sonrieron. 

Parece que ya había encontrado mi varita y alegremente nuestro servidor miró a Adrián también mencionando que la varita de vid y fibra de dragón  es fuerte y deslumbrante, y genera algunos encantamientos y hechizos sorprendentemente grandilocuentes. Forma un vínculo sólido con sus maestros y pueden utilizarse para magia oscura sin esfuerzo (aunque no necesariamente inclinaba a su dueño hacia este camino) Las brujas y magos que han tenido  varitas de Dragon Heartstring incluyen a  Dolores Umbridge, Minerva McGonagall, Lucius Malfoy, Peter Pettigrew, Bellatrix Lestrange y el propio Ollivander. Curiosamente también a  Hermione Granger, quien es la primer bruja del linaje Granger. Y Quien había logrado convertirse en ministro de magia .

Emocionada abracé a Adrian y agradecí a ambos. Ya había recibido mi varita, algo más me acercaba a mis orígenes y también ya estaba cerca de comenzar los  estudios en Hogwarts. Me despedí amablemente y salimos de Ollivander's. Seguimos conversando con mi tutor para retomar nuestro itinerario y actividades del día.  

@ Adrian Wild

 

[Ada Camille Dumbledore]

Deambulaba por el callejón de regreso al negocio después de ir a traer algunos de los materiales necesarios para hacer una varita especial, había conseguido varias maderas  varios núcleos exóticos y mil cosas para dotarlas de maravilla. Estaba altamente inspirado y por si fuera poco el invierno se acercaba, así que me podría poner manos a la obra a construir en mi negocio lo que mi gran inspiración me traía a la mente. Amaba el otoño, no sabía como no había nacido 3n esta estación del año si era por encima de todas mi favorita, yo disfrutaba el cambio de clima el viento fuerte y todo lo que traía consigo. El cambio de color de los árboles era algo maravilloso a la vista y definitivamente me enamoraba cada día más de eso. Era por 3so que me dedicaba a hacer varitas a tocar el violín y a tomar el té en maravillosa soledad.

 

Muchos me criticaban por ser tan alejada del mundo, pero mis varitas eran mi mundo. Hacía muchos ya que Ollivanders era para mí el todo de mi todo. Amaba a mi familia pero aunque pudiera yo sabía que en manos de mi hija y mi tía estaban mejor, yo jamás había sido una líder de nada y prefería trabajar de sol a sol con mis varitas como debía ser, llenando de más magia al mundo mágico. Nadie podía sentir la satisfacción que me daba el poder vender una varita y ver como servía a su dueño, además tenía la habilidad de entender las varitas, ellas no hablaban un idioma, pero sabían expresar justo lo que querían decir y era algo maravilloso. Frente al local me detuve en la puerta a acariciar aquel árbol familiar.

Editado 10 de Octubre del 2022 por Ada Camille Dumbledore

[Lucrecia Blackthorn]

Era una mañana un frio de invierno, estaba en mi habitacion vistiendome para ir a la tienda de mi tia Selene para conseguir mi varita magica. Tenia 8 años, iba vestida con un pantalon negro, camiseta de cuello alto, y mi abrigo de tercio pelo a sin no iba a pasar frio fuera.

Iba caminando tan tranquila por el callejon de Londres no recordaba que hacia tantisimo frio en Londres por esa razon me abrigue para no resfriarme. 

A lo lejos vi el callejon donde me indicaba y vi gente salir del local de mi tia Selene, habia muchisima gente y yo estuve esperando a que llegara mi turno, mientras esperaba estuve echando un vistazo a la tienda, estaba chulisima me encantaba la decoracion, cuadros, todo en general no le faltaba ningun detalle me sentia como en casa.

Tuve que esperar pero valio la pena, estaba muy nerviosa por mi nueva varita y Selene me estuvo mostrando todas las varitas.

Y me dijo a mi cual me gustaba estaba enamorada de tantas varitas juntas me gustaba una en particular estaba echa para mi. Cuando iba por irme a casa me dirigir le di un abrazo a mi tia Selene y un beso muy grande para abrirme las puertas de su local.

Iba caminando tan contenta por Londres cuando vi una cafeteria y me pare a tomarme un chocolate caliente estaba con mucho frio me lo tome estuve pensando que haria despues cuando este en casa.

Fui caminando se estuvo echando la tarde hacia mas frio de lo normal, llegue a casa y lo primero que dice es saludar a mis padres: 
-Hola mama-,  -Hola papa-. 

Me dirigia a mi habitacion a soltar la varita y darme una ducha para ponerme el pijama, me duche me puse comoda y fui a la biblioteca a coger un libro y me baje al salon para estar en familia.

@ Ada Camille Dumbledore  

[Anthony R. Dracony M.]

Tan solo unos minutos atrás, Ryvak se levanto y se vistió para bajar a desayunar. Iniciar su jornada por la mañana le fructifica las tareas, gran variedad de ellas que ya va dominando día a día. Sus ojos miel fijan su atención en el cielo platinado... una mañana fría... ideal para usar uno de sus abrigos largos recién adquiridos.

Llega hasta la mesa cercana a uno de los ventanales abiertos y el peliverde nota una pequeña pila de misivas... suspira al pensar en que será necesario responderlas... en ese momento llegan un par de lechuzas y su halcón peregrino "Kautet" ??? una escena difícil de creer pues la ave de rapiña no es muy sociable con las lechuzas... ¡más misivas! xd

El mago se acerca, recibe el correo, en especial da una mirada a las dos cartas que su halcón lleva en su pico. Ambas cartas lucen rasgaduras y dobleces nada comunes, pero intuye que su Halcón intercepto a las mensajeras para tomar las misivas... seguro que encomendar al halcón su correspondencia personal, le hace creer que es su tarea exclusiva... ¡vaya ave!

Dracony quiere mucho a su halcón, le agradece por llevarle las misivas, el ave se yergue  orgullosa extendiendo sus alas y luego se marcha para iniciar su cacería, son tres cartas las que "Kautet" tomo... una de ellas está membretada por @ Ernest Dumbledore Prior  un amigo entrañable, la segunda por @ Malum Luxure pariente de su querida hermanita del alma Lady... y la tercera por @ Darla Potter Black ... Anthony Ryvak Dracony se sintió asombrado, su corazón dio un vuelco... hace mucho que no va al encuentro de la pelirroja, pero al menos siguen en comunicación por medio de las cartas.

Abre una de las misivas y descubre una invitación para ese día... en el local Ollivanders...