Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Anna T. Ryddleturn]

Miré el nombre del segundo local de mi lista, viendo aquella larga lista sabía que no podría ir a todas, por eso había ordenado a mi lechuza Aiko que se pasara por algunaas de ellas a dejarlas, pero me daba curiosidad saber como era el local de mi amiga y compañera de equipo Estefy.

 

Me había quedado sorprendida a ver su nombre como coopropietaria junto con su hija, ella nunca me había contado nada a cerca de que tuviera un negocio, aunque si de que tenia ciertas ideas de abrir alguno que otro con mi primo David, del cual no sabía nada desde hacía tiempo.

 

Fue agradable la cálida sensación al entrar en el local, esquivando así el frio del exterior. Pude comprobar que en el establecimiento había de todo un poco, pero aun así no me detuve demasiado y me dirigí hacia el mostrador, para dejar otra invicación como en los demás locales.

 

- Si fuera tan amable de darselo a las dueñas...- dije mientras se lo enregaba.

 

http://i.imgur.com/JOawr.png

 

Tal y como había llegado me marché del local para seguir con mi camino.

[Bridget Wenlock]

La luz impactó sus ojos de pronto y o tardó en comprender que una sustancia desconocida había recorrido sus venas y le había quitado la consciencia por ese pequeño lapso de tiempo en el que se habían ocupado de curarla con un bezoar. Se vio en los brazos de una de las chcias y algunos ojos desorbitados mirándola con curiosidad, tanto de los elfos como de la otra muchacha, agachada muy cerca de ella. Como era evidente le sugirieron retirarse a descansar y aunque era muy temprano de mañana y todavía tenía muchos pendientes para el resto del día, el malestar la obligó a asentir cn la cabeza y luego cumplir con la promesa mientras se dirigía lentamente hacia la puerta de salida.

 

No tardó en estar en el final del callejón, en donde se desapareció buscando fuerzas en su interior para ocuparse de llegar completo y al lugar correcto. En cuanto apareció en el castillo de su familia, sus pasos indecisos la dirigieron a su recámara, en el segundo piso. Se preguntó como es que había llegado ilesa por el estado de mareo en el que se encontraba su cabeza, pero todo pensamiento despareció de su mente cuando se recostó a dormir en la cama.

 

***

 

Era un nuevo día, y estaba en mejores condiciones para agradecer a aquellas personas que día antes la habían ayudado tan gentilmente. Tomó una ducha bien fría para refrescarse, a pesar de que en el exterior el ambiente también era helado. Se calzó sus botas para la nieve y le dio dos vuelta a su bufanda para cubrirse incluso parte de la boca, que se tornó violáceo en cuanto el viento golpeó en su rostro. Su capa gris con flecos resaltaba en medio de la inmaculada nieve de la mañana, y aunque el grosor de la misma era notorio, la muchacha se movió de la forma mas ágil para evitar resbalones.

 

Justo al final de los terrenos Ravenclaw una voluta de aire blanquecino salió de la boca de la pelirroja y decidió que era conveniente abrigarse un poco mas. Con un movimiento rápido de su muñeca izquierda, sacó el gorro de lana que había metido anticipadamente en su bolso pequeño, y se lo calzó sobre los alborotados cabellos sin pensárselo dos veces. Soltó un suspiro que chocó con el tejido de la gruesa chalina y sosteniendo con firmeza su varita, desapareció en medio de una densa oscuridad que para su suerte no tardó en convertirse en las ruidosas inmediaciones del Callejón Diagon.

 

Caminó sin dirección por un buen rato, observando varios escaparates que todavía no habían sdo abiertos y mucho menos expuestos. A lo lejos escuchó la socarrona melodía navideña que salía de las tiras de focos de luces que a menudo usaban los muggles para adornar todo lo que se quedara quieto (y lo que no). Se preguntó distraídamente de donde vendría aquello, pero la pregunta desapareció sin respuesta cuando recordó que el callejón estaba escondido en medio de negocios y viviendas muggles. La nostalgia la atacó, la cuestionante sobre cual sería su navidad aquél año le perturbaba un poco las emociones, especialmente porque todavía no se sentía apegada emocionalmente a nadie mas que a...

 

Había llegado.

 

Miró la pequeña puerta que daba una caluroso bienvenida al lugar en el que día antes había padecido un confuso desayuno. Se acercó sigilosa y se limpió los pies con delicadeza en el tapete de entrada. se deshizo de una de las vueltas de su bufanda y se quitó el gorro. Una vez dentro decidió que era necesario desabotonarse un poco la capa que llevaba encima. Se acercó a la barra sigilosa, como quien no quiere llamar la atención. Su actitud cambió de pronto, cuando no se sentó en las altas sillas como todos y se apoyó los brazos en la barra al tiempo que se aclaraba la garganta.

 

Esperó que alguien respondiera a su especie de llamado, pues aunque el estómago el gruñía, lo único que en ese momento le apetecía hacer era dar las gracias, ya luego podían hablar de otro huevo estofado, puesto que ni se acordaba de haber pagado nada.

[Gabyxlllsiby Rambaldi Tao]

Observé como los elfos se disponían a trabajar ya preparados para el nuevo día. La temperatura era muy frio pero dentro del negocio era normal y uno podría retirarse de las amplias gabardinas, gorros y guantes.

 

Miraba algunas de las columnas del lugar, pensaba en lo que se podría realizar para ya las festividades que llegarían pronto. Además de pensar si estaba presente los otros dueños del lugar.

 

Varios magos llegaron para un desayuno rápido y se lamentaban de volver al frio Callejón Diagon.

 

-Por favor... es de limpiar la mesa 4 y 6 -dije a la elfina quien se apresuró ante mi pedido

 

El sonido de que alguien ingresaba al lugar hizo que girara mi vista y ante mi sorpresa era la joven bruja del día anterior.

-Buenos días... como ha estado? -dije saludándola e indicandole una de las sillas para que tome asiento

Editado 2 de Diciembre del 2011 por gabyxlllsiby

[Bridget Wenlock]

Un poco incómoda con la situación en la que se vio, tomó asiento en donde se le indicó y tardó un poco en responder mientras trataba de encontrar las palabras correctas, que no delataran su curiosidad por lo que en verdad había pasado y que expresaran lo feliz que estaba de poder estar ahí, como si nada.

 

-Bueno días-fue lo primero que se le ocurrió responder-. Muy bien, gracias. ¿Y por acá?-terminó, mostrando normalidad mientras se echaba a ver uno de los menús y no despegaba la mirada de las letras que aparecían en él.

 

Aquellos días andaba quizás un poco decaída por las cosas que habían ido pasando desde que salió de la Academia, sin embargo no tenía la costumbre de compartir aquello con nadie y a veces le costaba trabajo poner una especie de máscara en su rostro. Por fin se decidió por un chocolate caliente, que en aquél momento le venía muy bien. suspiró y extendió el menú hacia la chcia, con el dedo índice encima de donde señalaba "Chocolate Caliente".

 

-Uno, por favor-añadió, y luego se puso a la tarea de desabrigarse un poco en medio de aquél ambiente templado que le resultaba sofocante con todas las prendas que tenía encima.

[Only Marauder]

* Elfos Betty y Queathon oO

 

-Betty, ¡Betty!- llamó el elfo.

 

Hacía levitar el sartén pero señalaba con el dedo al mango, mismo que necesitaba un areglo, quizá se había dañado al caerse o quien sabe que. Ambos ignoraban lo que podría pasar del otro lado de la cocina, aun cuando no era muy grande la división, era significativa y servía para evitar que se desconcentraran. Esperó a que su compañera acudiera solo eso lo calmaría (xd).

 

-Betty, mira esto.... ¿me ayudas?...

[looney_black]

No me pasaba por el negocio en semanas, así con el hambre que tenia, era una excelente oportunidad para aprovechar de visitar el lugar y además poder tomar un aperitivo. Avanzaba rápidamente por la calle empedrada del callejón.

 

Al entrar el lugar el calor y el olor de la comida me invadió rápidamente, no me fijé demasiado en las personas a mi alrededor pues el hambre era más fuerte que yo. Apenas tomé asiento se me acercó un elfo.

 

- Buenos dias señorita ¿En qué podemos servirle?

 

- Buenos dias, quisiera unos pancakes con un café por favor

 

- Claro enseguida

 

Y sin decir más el elfo desapareció, mientras esperaba mi comida miré alrededor del lugar, buscando distraidamente por si algún conocido estaba por allí.

[Only Marauder]

* Elfos Betty y pancho (?) digo, Queathon.

-Graciaas Betty, así Queatoh se siente más tranquilo.....

 

Acababa de agradecer a la elfina cuando le pareció notar la llegada de alguien más, todo cliente era importante eso no se discute. Luego de arreglarse el uniforme quitándose algunas migas de pan de la manga de la camisa, asintió, eso serviría para que se mostrara tan impecable como siempre y tuviera un debido trato por parte de las personas, aunque la mayoría lo solía tenerlo con los elfos, nunca descartaría la posibilidad. –Oh si si, por supuesto.- Dijo el elfo luego de darse cuenta que era una cliente importante cosa que les habían mencionado al empezar a trabajar. Hizo otra reverencia antes de regresar con los pankakes en una bandejita y a su vez con los finos platillos y depositarlos en el único puesto libre para la dama. Antes de realizar otra reverencia sirvió el café en la taza, retirándose un paso luego de servirle correctamente.

Editado 31 de Diciembre del 2011 por Only Marauder

[looney_black]

No había encontrado a nadie conocido en el lugar, y no sabía nada acerca del negocio en realidad, en ese momento llegó el elfo y me sacó de mis pensamientos, traía con el unos pancakes que se veían deliciosos incluso sin haberlos probado, y el café caliente era ideal en el clima que hacía, ya que había algo de frío.

 

El elfo ya se retiraba cuando se me ocurrió que si necesitaba información del negocio, él era un buen informante.

 

- ¿Podrías venir un momento? - lo llamé luego de dar un gran sorbo a mi café.

[Only Marauder]

* Elfos Betty y pancho (?) digo, Queathon.

 

-Buen provecho señorita.... - añadió antes de apartarse un poco.

 

Era importante fijarse en si algún transeúnte deseaba acercarse al kiosko, nunca se sabía si estos necesitaban de ayuda, sobre todo por el desconsiderado clima que tan cambiante como era en Gran bretaña y el resto del mundo, podría hacerse notar con otra nevada que obligaría a muchos apiñarse a un lugar más confortable y desde luego, el Kiosko lo era y seguía siendo en esos momentos.

 

-¿Si señorita? - dijo cuando se percató de que lo llamaba a el, por lo que agregó otra reverencia y esperó a que la bruja se volviera a dirigir hacia el.

[looney_black]

Mientras el elfo se acercaba nuevamente, decidí probar los pancakes se veía deliciosos, y lo mejor de todo era que sabían a chocolate, definitivamente el mejor de los sabores. El elfo no tardó mucho más en llegar, cuando estuvo lo suficientemente cerca, pregunté:

 

- ¿Está aquí alguno de los propietarios del lugar? - luego de otro poco de café, añadí - me gustaría hablar con ellos, o que tu me indicaras como va el negocio, es decir - especifiqué - como ha estado el movimiento últimamente, o si han tenido algún tipo de problema.