Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Matt Blackner]

Mamá aceptó al final acudir a una rvisión en la clínica. Aunque claro, la condición era que yo también fuese.

 

La miré entrecerrando los ojos, todo ofendido. Éramos igualitos, no nos gustaban los hospitales y nos escaqueábamos siempre que podíamos, asi qeu seguro que al final nos "surgía" algún compromiso o se nos olvidaba misteriosamente.

 

Y aprovechó que me paraba Jesse para echar ella a correr y subir un par de plantas para que nos separásemos y la dejáramos tranquila. la miré, indignado de que no me llevase a mi también, porque sabía que mi hermanita era muy insiste con los temas de salud y tal. Y como descubriera mis cicatrices y quisiera saberlo todo...

 

- No te escapes! llévame contigo! - le grité.

 

Pero nada, asi que miré sonriendo a Jess, a ver si se olvidaba del tema. Argentus se había dormido a pesar del jaleo que armábamos, dspués del ajetreo

 

Arriba se escuchó un grito y el sonido de cristales que se rompían. Reí el comentario de Sunar.

 

- Iré a ver si está bien. - dije, revolviendole el pelo a Jesse entre risas para que me soltase.

 

Asi que eché a correr escaleras arriba.

 

- Donde vais vosotros? - pregunté, agachándome a coger uno de los microppufs. Pero el tio antipático me mordió un dedo y se escondió con el otro.

 

Me chupé el dedo, que me sangraba un poco.

 

- Estás bien mamá? - prgunté, llegando a la planta de donde salió el ruido. - El maldito bicho me ha mordido el dedo!

[Jessie Black Lestrange]

Me reía por loq ue decian ambos, se notaba que el dicho muggle que tantos quebraderos de cabeza me había dado tenia algo de cierto, de tal palo, tal astilla, ambos se negaban rotundamente a una revisión.

 

-No es cobarde, solo precavida- murmure cuando vi a mi madre salir como bolido rumbo a la planta alta- pero ya los revisare a ambos, no te preocupes

 

Y le vi mirarme, como si estuviera... ofendido y trataba de zafarse de mi agarre, pero no lo hacía con convicción por que de lo contrario ya iría varios pisos arriba.

 

-Claro... lo que digas, pero no creo que halla sido mamá- murmuro Jesse soltando al tiempo que rodaba los ojos.

 

 

El ruido provenía de las plantas superiores, preocupada siguió a su hermano por las escaleras

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¡¡No te acerques!! -- le grité a Matt.

 

Cerré los ojos y busqué algo con lo que tapármelos.

 

-- ¡¡No me hables!! ¡¡Ni me roces!! Estoy... Esto es peligroso...

 

Seguro que pensaba que me había vuelto loca o algo así, pero ahora mismo no podía dejar que nadie del otro sexo se acercara a mí, al menos hasta conseguir un antídoto a la Amortentia, que no estaba segura si funcionaría.

 

-- ¡¡Vete, no vengas donde mí!!

 

Caminaba con los ojos cerrados y los brazos extendidos, intentando buscar algo. Pero tropecé varias veces y no di con nada que pudiera servirme. Era muy difícil estar ciega en la planta llena de paquetes y de objetos. Tropecé varias veces hasta que me paré en seco y decidí romper un trozo de tela que saqué de mi manga.

 

-- ¡Jesse, Sunar! -- grité. Y tarareé algo por si acaso a Matt se le ocurría hablarme.

 

No podía escucharle, era... peligroso. El Amortentia era la poción más peligrosa que tenía que ser controlada, según el Ministerio. Y yo acababa de respirar su aroma de por lo menos cuatro o cinco potecitos. Sería mejor atarme a algún lado antes de tirarme encima de alguien, mientras durara el efecto.

[Sunar PBT]

Sunar

 

La ojimarrón se fijó que nadie se acercará hacia donde ella se hallaba agachada por el dolor. Posiblemente uno de los golpes que se propinó al estar acomodando las cajetas de varitas le estaba saliendo ahora.

 

Respiró profundo para incorporarse y seguir la búsqueda de los micropuffs. La verdad no recordaba cuentos debían atrapar y eso era lo que le preguntaría su tía, ya que ella sin querer los había "liberado". La Potter Black se movió hacia donde sus tíos se encontraban, pero ellos ya subían por las escaleras.

 

- En serio, no tendremos nada que vender si nosotros mismos destruimos la mercancía - comentó en voz alta antes de escuchar los gritos de la Potter Blue en una de las plantas altas.

 

Sin embargo, no eran cualquier grito, la sensación que algo le pasaba a su tía la hizo subir llegando a toparse con Jesse y Matt en el camino. La bruja de cabellos violetas lucía como si estuviera jugando a uno de eso juegos muggles. Tenía los ojos cerrados y daba tumbos por todas partes.

 

- Tía, ¿Qué pasa? -pregunto Sunar aproximándose a ella con cautela.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- La, la, lá...-- procuraba tararear para no escuchar nada de nada.

 

Y es que de repente me habían entrado sudores y notaba como anhelaba algo, algo que fuera cálido. Pasé la lengua por mis labios, para mojarlos, me notaba sudada y con mucho calor. Debía... Debía... quitarme ropa, eso me quitaría el calor, seguro.

 

-- La, la, lá... -- repetí, mientras me quitaba la parte de arriba de mi blusa destrozada.

 

Mi corazón empezó a latir de forma violenta y mi respiración se disparó. Sentía pasos pero no estaba segura de quién era. Algo me decía que tenía que esperar que fueran mis familiares. Pero... ¿Podría enamorarme de ellas? ¡Por Merlín! ¿Cuál era el antídoto? Estaba segura que lo había leído en alguna parte. ¿Tendrían libros de antídotos en la planta de libros para la Academia?

 

-- ¡Ay, qué calor! -- y me quité los zapatos, que me molestaban. Y con ellos me quité los calcetines.

 

Moví la cabeza y la melena me rozó la espalda. Aquel contacto era tan sensual... Sonreí un poquito y mi mente divagó. Me quité la falda y la volteé un poco por encima de mi cabeza, dejándola caer vete a saber dónde, pero sentí el ruido de algo romperse, como si la falda lo hubiera arrastrado al suelo.

 

Pero aquel ruido me hizo despertar, al menos unos segundos. Me volví hacia la voz de mi sobrina Sunar.

 

-- ¡Maldita Fortuna la mía! Sunar, por favor, átame, ¡átame antes de que siga desnudándome!

 

Y volví a sudar y avancé un paso hacia alguna parte.

 

-- Estoy enamorada... Ven... ¿Dónde estás...? -- dije a alguien mientras intentaba quitarme la venda que había apretado fuertemente a mi nuca, para buscar al dueño de mi corazón, de mi alma, de mis ansias.

[Jessie Black Lestrange]

Corri escaleras arriba al escuchar el grito de mi madre ¿que demonios pasaba ahora? Sunar ya estaba con ella cuando llegue y la escena que vieron mis ojos me sorprendió.

 

-Madre... ¿que te pasa?- pregunté preocupada de verla en ese estado.

 

Pero por las emanaciones de sus poros fue fácil adivinar que era lo que le ocurría. Amortenía y una alta dosis era la que estaba en su sistema.

 

-Demonios, tenemos... ¿ poción de desilusión?- y salí corriendo escaleras abajo, a la planta donde las pociones deberían estar.

 

Pero oh error, esas cajas aun estaban en la planta baja y si Matt me veía tomando una de esas y veía que se la daba a mamá de seguro se reiría completamente. Pero no importaba, baje como alma que lleva el diablo a la planta inferior.

 

Rebusque en todas las cajas pero no la veía por ningún lado, tal vez tendría que preparar un poco, lo bueno es que no era nada del otro mundo. Tome frasco tras frasco con ingredientes que necesitaba para la poción, tome uno de los cuencos de otra caja y vacié uno a uno los ingredientes, revolví quince veces en el sentido de las manecillas del reloj y dos en el contrario por cinco minutos. Una vez que estuvo lista corrí de nueva cuenta escaleras arriba.

 

Tenía que suministrársela rápidamente o no sabía como terminaría todo, tal vez hasta terminara enamorándose de mi hermano, Merlín, eso sería completamente extraño.

 

-Mamá, ten... bebe esto, te hará bien- exclame pasandole el cuenco y colocandolo en sus manos

[Matt Blackner]

Jesse echó a andar detrás de mi, también para ver como estaba mamá. Peor al escucharme, enseguida me gritó para qeu no me acercara. Ni le hablara, ni la rozra.

 

Estaba a su espalda, pero se giró, asi que me escondí.

 

Caminaba con ojos cerrados y brazos extendidos, como una ciega algo torpe, mientras llamaba a las chicas.

 

Que demonios pasaba?

 

Me asomé un poco mientras se atab un trozo de tela a ls ojos, después de arrancárselo de la manga.

 

Había trozos de cinco o seis recipientes de cristal. Lei el letrero y me oculté de nuevo.

 

Poción de amor.

 

Horror.

 

Empezó a tararear una cncioncilla y me asomé a mirar.

 

Y palidecí de pronto.

 

Horror y más horror.

 

Le había dado por desnudarse, asi que me escondí, rojo como un tomate, cerrano los ojos para no ver nada a pesar de darle la espalda, cuando Jess pareció llegar con algo.

 

- Jesse, cuando est´vestida me avisas - le dije. - Ojalá estuviera aqui Jack, seguro qeu sabría que hacer...

[Sunar PBT]

Sunar

 

La ojimarrón miró perpleja a su tía. La bruja de cabellos violetas se encontraba quitándose la ropa a la vista de todos. Aunque en ese instante, no necesariamente había mucho público. Solo la familia que no entendía que le sucedía a la bruja.

 

– ¿Qué haces? - alarmada pero dispuesta a que dejara de ponerse en vergüenza.

 

Rapidamente la tomo de la cintura con delicadeza mientras escuchaba que Jesse decía algo y salió corriendo hacia quien sabe donde. La Potter Black asumió que iba por un antídoto, ya que escuchó de labios de la castaña que estaba bajo efecto de Amortentia. Sunar sabía que esas pociones eran fuertes.

 

– Ya todo pasará – le susurraba para calmarla y que no sele zafara para continuar con ese ritual de desprenderse de toda la ropa que cargaba.

 

Su tío entendió que pasaba y se mantuvo al margen hasta que Jesse regresó. Entre las dos le dieron de beber el antídoto. Sunar le miraba atentamente por si debiera nuevamente sujetarla para que no saliera de la tienda en paños menores.

[Matt Blackner]

Sunar apareció para echar una mano a Jesse y logró evitar que Sagitas acabara de "ponerse cómoda"

 

Las escuchaba moverse y hablar para que se calmara, pero no tenía ni idea de si podía salir o no de mi escondite y sabía que estaba rojo por aquella situación extraña.

 

Y tampoco me quería quedar alli plantado todo el santo día.

 

Asi que, con los ojos cerrados, salí del rincón, eso si, con los ojos bien cerrados no fuera a ser uqe me encontrase con algo que no debiera.

 

- Como va la situación chicas? - pregunté. - Tiene arrego, o deberé esconderme para siempre?

 

 

 

 

 

OFF: no es gran cosa, pero estamos muy abajo!

[Sunar PBT]

Sethy, elfo de Sunar

 

El elfo cuidaba al niño, mientras terminaba su biberón. Los amos se encontraban arriba arreglando algo, cosa que no preocupo al elfo porque allá estaban todos. Solo debía vigilar al niño que durmiera al estr llenito de comida.

 

Sin embargo, al mirar hacia la cunita improvisada en la entrada de la tienda. No lo vio. De inmediato se puso algo nervioso.

 

- Amito, ¿Dónde esta? - trató de no gritar mucho para que los de arriba no se dieran cuenta, además que la bruja de cabellos violetas con sus gritos amortiguaban los de Sethy.

 

Rápidamente el elfo de ojos grises buscó por las cajas que todavía no revisaban. Nada, el pequeño Potter Black ni ruido hacia para saber su paradero. Siguió revisando entre otras bolsas y más cajas. No pensó que estuvier arriba porque subir por esa escaleras ya le habrían visto.

 

Y de pronto, una leve ráfaga fría le vino desde la trastienda.

 

- ¡No!, va a congerlar eso - chilló corriendo hacia ese lugar.

 

Al llegar a esa parte del negocio, vio como las paredes ya estaban blancas. Y sus grandes ojos observaron como intentaba atrapar a uno de los micropuff que necesitaba la Potter Blue.

 

- Amito... ¡¡No!! - se lanzó antes de que el animal fuera petrificado de frío.

 

El niño de cabellos azules, solo rió y se sentó a aplaudir.