Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Matt Blackner]

No se como, tropezándome más de una vez, pero logré llegar hasta las escaleras, asi que me fui. Durante un rato prefería estar lejos de Sagitas, a ver si se le pasaba el efecto.

 

Y asi que bajé, aunqeu al hacerlo tuve un escalofrío.

- Jo, deberíamos bajar un poco el aire. Esta demasiado fuerte.

 

Y tanto. Las paredes de la planta baja estaban blancas por la escarcha, y eso solo era obra de mi sobrinito. Al fondo me llegó la voz angustiada de Sethy y as risas de Argntus.

 

Fui hasta alli, y al hacerlo resbalé, por lo que tuve que sujetarme a la pared para no caerme. Ayudé al elfo a ponerse en pie.

 

- Argentus, oye...Congelar cosas es divertido, pero en la tienda no es buena idea. La tita Sagis se va a enfadar

 

""Aunque en este momento no creo que se enterase" pensé.

 

EL niño extendió sus manitas hacia mi, riendo, asi que con cuidado de no resbalarme, llegué hasta el.

 

- A ver que hacemos ahora. no puedo acercarme a Sagitas, tu lo congelas todo y a mi me ha mordido un microp...

 

Entonces me miré el dedo qu el animalito me había mordido. Por alguna razón, el dedo se había hinchado, poniéndose de un alegre tono violeta.

 

- Fantástico - mascullé.

[Sagitas E. Potter Blue]

Un poquito de lucidez me sacudió entre las nieblas de la pasión que estaba viviendo. Me daba cuenta que realmente estaba sufriendo el ataque de varios pociones de Amortentia, pero no paraba de reír y de tirar las manos hacia delante intentando encontrar a alguien con quien saciar la sed de amor que sentía en aquel momento.

 

-- ¿Beber? Pero si lo que quiero es bailar, Jesse -- le contesté, rechazando aquello que me daba y moviendo la cintura como si estuviera bailando una salsa. Como Sunar me había agarrado por la cintura, me puse a bailar con ella.

 

Ni supe si pudo conseguir sujeta el cuenco que no quería, me había quitado la venda y ahora buscaba algo, alguien, lo que fuera.

 

-- Uff, hace calor, de verdad...

 

Y sentí la voz de Matt y le llamé por su nombre.

 

-- Matti... Matti... Veeeen...

 

Y algo me hizo darme cuenta que no estaba haciendo algo incorrecto, era como si...

 

-- Ay, un lindo micropuff mordiéndome el dedo del pie. ¿Cuándo me he quitado los zapatos? -- dije, divertida, levantando un pie y mostrando una bola violeta enganchada a mi dedo. -- Creo que él también se ha enamorado.

 

Pero el no a beber no era algo que admitieran Sunar y Jesse y al final consiguieran que me metiera aquello en la boca.

 

-- Puaj, sabe asquerosooo... Pensé que era una cervezita. ¡Ay, por Merlín!

 

Y me di cuenta de todo de golpe. El efecto de aquello era inmediato.

 

-- ¡Madre mía! Jesse, lo que sea, has de patentarlo y venderlo junto a esa poción. Oye, darme algo para vestirme -- pedí, al ver que Matt entraba, eso sí, con los ojos cerraditos.

 

Era un buen hijo.

[Sunar PBT]

Sethy, elgo de Sunar

 

- Por Merlín, amito - chilló nuevamente al ver lo blanco de la trastienda.

 

El elfo paso su vista alrededor; las pareder blancas de escarcha tenue y recien producida por el frío que el pequeño peliazul provocó, los muebles también a punto de quedar bajo la capa blanquesina. La ojos grises del elfo solo contemplaban la escena que pronto tendría que limpiar, posiblemente solo.

 

Antes de dejar escapar al animalito, encontró una jaula y lo colocó dentro. Fue hasta una repisa que se hallba a su alcance y la puso allí. Después de suspirar varias veces fue a agarran al niño y por un instante, casi cae de bruces si no fuera por el amo Matt que llegaba justo a tiempo.

 

- Amo, no se preocupe, yo limpio todo esto. ¿Puede hacerse cargo del niño? - le pidió muy avergonzado.

 

No obstante, se dio cuenta el elfo que el mago Blackner tenía algo diferente. Un dedo morado.

 

 

Sunar

 

- ¡Tía! - exclamó la ojimarrón al verse bailando con Sagitas.

 

La joven no sabía si detenerla o seguir. Aunque ella no dejaba de moverse con su tía, muy torpemente a decir verdad. Sunar no era buena para esos ritmos y eso se apreciaba.

 

Después de luchar un rato con ella y Jesse, las dos lograron que la bruja de cabellos violetas se bebiera la poción. Al soltar a la Potter Black, esta solo se detuvo a observar si hacia efecto. Los cuales al cabo de unos segundos de ingerirla, contemplaba como ella parecía volver a su estado normal.

 

La pelicastaña en seguida la pasó sus ropas, las cuales le ayudarían a no pasar más frío.

 

- ¿Por qué hace frío? - un escalofrío recorrió el cuepo de la joven madre y una sensación de inquietud también.

 

Se acordó que su hijo estaba abajo con Sethy, y solo esperaba que nada raro estuviera pasando allá.

[Matt Blackner]

Alcé la vista, desconfiado y sonrojándome al escuchar la forma en que me llamaba Sagitas

 

Sethy me preguntó si podía cuidar del niño mientras el se ocupaba de limpiar. Snreí de forma conciliadora al elfo y asentí, mientras el niño me cogía el dedo morado y lo estudiaba todo concentrado.

 

- No te preocupes Sethy, el enano y yo nos entendemos.

 

Vi que Sethy también me miraba el dedo y aparte las manitas de Argentus. No quería que lo tocara mucho, no fuera que se le peqgara o algo.

 

- Un microppuf, seguro que no será nada - le dije.

 

emprendí el camino de subida, pues no escuchaba tanto jaleo. Por el camino, se le ocurrió a Argentus la idea de hacr que nevara sobre nosotros, y para cuando llegamos arriba, tenía el pelo blanco y con escarcha.

 

Eso si, cerré bien los ojos, no fuera que aun estuvieran en situación amorosa...

 

Y como no, me di con algo en la rodilla. Tuv eque ahogar una palabrota, aunque el niño riera a carcajadas.

 

- Eso, tu riete cubitera enana... - dije, sin evitar reirme con el niño.

[Jessie Black Lestrange]

Sabia que no debía reírme, pero no podía evitarlo, como pude me las ingenie para que el cuenco no se cayera con todo y poción cuando mi madre la rechazo por ¿bailar?

 

-Mamá en serio, si seras cabezota, tomate esto- exclame caminando detrás de ella.

 

Sunar estaba preocupada por mamá pero a mi nomas me daba risa, vi como Sunar luchaba por sujetarla para que yo le diera la poción, hice un movimiento de varita y puse a flotar el cuenco para sujetar con firmeza a mamá, una vez que la tuvimos bien sujeta logre meterle la poción en la boca y hacer que la bebiera.

 

La solté soltando el aire que había que había contenido al coger a mi madre. Reí al escuchar sus palabras, mi madre y sus ideas, primero pensando que era cerveza de mantequilla, diciendo que sabía horrible después y al final que lo patentara para venderlo junto a las pociones.

 

-Mamá esta poción... es viejisima, es desilusión amorosa- repuse pasandole unas prendas para que se vistiera-anda, tenemos que ver que hacen Matt e Itilion- le tendí la mano para que se pusiera en pie- y si quieres puedo hacer el antídoto, por mi no hay problema

 

Sonreí esperando su respuesta, ese local nos estaba dando muchos líos, pero así eramos los Potter, no salíamos de una cuando entrabamos a otra.

 

-Mamá... ¿de donde viene esa ola gélida?- pregunté volteando a las escaleras que conducían a las plantas inferiores.

[Sunar PBT]

Sethy, elfo de Sunar

 

El elfo preocupado miró al amo Matt que le comunicaba que no se preocpara por la coloración que el dedo tomó. Seguramente el micropuff era un animal que deberían ponerle restricciones. Ya que estaban desatados en ese lugar mordiendo, siendo unas criaturitas tan esponjosamnete inofensivas.

 

- Cuide al amito - le pidió el elfo que vio como se iban.

 

El peliazul le agitaba la manito despidiendose, ya hasta eso aprendió. Poco a poco el niño crecía física y mentalmente. Era muy inteligente y al mismo tiempo travieso. Pero se dedicó a mirarlos hasta que desaparecieron por la puerta.

 

- A limpiar - y el elfo de ojos grises comenzó a quitar la escarcha que se produjó por las ventisca que el pequeño Potter Black desató en esa trastienda. Algunas ya se derretían y esas debía recoger el agua primero.

 

Se tomaría un tiempo mientras los demás se hallaban en los pisos superiores.

 

 

Sunar

 

- Si, tiene que ser él - susurró la ojiamrrón al ver como tenía escalofríos.

 

La joven estaba segura que esa corriente que provenía del piso inferior, debía ser su hijo. Rogaba que Sethy estuviera controlandolo mientras ella intentaba que todo marchase bien allí.

 

De pronto, vio como su tía ya se comportaba como antes y hasta se sonrojó un poco al escuchar la inquietud de Jesse. No creía que se enojará mucho Sagitas pero no pensaba tampoco que le gustaría tener un negocio hecho para esquimales en pleno Callejón Diagón.

 

- Tal vez... - iba a decir cuando vio que una nubecita subía por las escaleras.

 

El joven Blackner con el niño y llenos una capa blanca, se acercaban. Aunque su tío parecía tener los ojos cerrados.

[Matt Blackner]

Argentus reia, yo reía con el. A pesar del frio, pues me estaba nevando encima y tenía escarcha en el pelo, lo pasaba bien.

 

Pero aun no me atrevía a abrir los ojos.

 

- Jesse, imagina, piensa. Tnemos algun minisobri con la capacidad de enfriar de una ventisca? creo qeu si, y aun más.

 

Volví a tropezarme con algo y ahogué una palabrota, e tuve que contener porque no era la primera.

 

Y encima me picaba la mano.

 

- Oye chicas, esta bien que os riais y tal, pero...habéis solucionado ya el contratiempo con Sagis? - hablaba, sin saber exactamente a quien - Es algo incomodo andar con los ojos cerrados continuamente

 

 

 

OFF: cutre rol, pero estamos parados!

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¡Ostras! Es cierto, hace frío. Pues no sé, se habrán dejado una puerta abierta -- contesté a Sunar y a Jesse.

 

Me puse la ropa que me acercó mi sobrina Sunar. La miré algo avergonzada.

 

-- No era yo, era... eso... --y le señalé las cajas rotas de las pociones del amor. -- Creo que tendríamos que deshacernos de eso antes de que haga mucho más mal.

 

Terminé de vestirme. No encontraba los zapatos. Aquel Micropuff le había mordido, le hizo gracia ver que tenían dientecillos.

 

-- No sabía que tuvieran dientes tan finos -- dije mientras me calzaba.

 

Sentí la voz de Matt y su expresión enojada. Esperaba que no fuera conmigo. Me asomé a verle, aunque aún estaba muy roja de verguenza por lo sucedido.

 

-- ¿A quién llamas cubitera enana? Oye, que yo... que no era yo... que...

 

Me atasqué, qué difícil era pedir perdón y excusarse por las tonterías que hace una a veces. Carraspeé y proseguí:

 

-- Las chicas me han dado "Desilusión Amorosa", esa poción no la conocía, menos mal que Jesse es buena en pociones, porque yo... Creo que debería ir a la Academia a recordar cómo se machaca algo en un mortero, que ya ni me acuerdo. Ya puedes abrir los ojos, Matt.

 

Me acerqué a él y le tomé a Argentus del brazo, no fuera a caerse con el niño. Me encantaba su color de pelo tan azulito.

 

-- ¿Así que éste es quien hiela todo? En verano te quiero cerca, pero en invierno... mejor te meteremos en una nevera. Jajaj, Sunar es broma.

 

Entonces me di cuenta que Matt tenía un dedo morado. Le miré extrañada y le susurré un "¿Qué pasó?", con miedo que me contestara que había sido culpa mía.

[Matt Blackner]

Manos mal que hacía buen día fuera, porque de ser invierno habría acabado con un constipado.

 

Escuché a mamá que se acercaba, intentando justificarse por el apodo de "cubitera enanan" que le había puesto a Argentus. Eso me hizo gracia.

 

- No te preocupes! Se lo llamo al minisobri y su habilidad rfrescante.

 

Me explicó qu le haían dado esilusión amorosa, que contrarrestaba los efectos de aquella poción amorosa que había olido.

 

Noté que me cogía al niño y no opuse resistencia, mientras me deía que abriera los ojos. Al principio la luz me molestó un poco, pero me acostumbre.

 

- Me alegro de volverte a ver vestida - dije, notando que me ruborizaba levemente.

 

- F´jate, parezco un árbol de navidad - dije, señalándome la cabeza. Tenía todo el pelo lleno de escarcha, lo que al contrast con el pelo rojo era un efecto curioso.

 

Noté su mirada a mi dedo y lo miré. Estaba más hinchado y parecía empezar a cubrirme los nudillos y una pequeña porción de la palma.

 

- No lo se. - dije bajito. - Cuando subí ver qeu te pasaba me mordió el dedo un microppuff, y hace un rato me di cuenta de qe lo tenía asi

[Jessie Black Lestrange]

Las cosas ya estaban mejor y al escuchar la respuesta de mi hermano mayor no pude mas que resoplar divertida, tenía razón, teniamos un sobrinito hermoso que provocaba que todo se congelara.

 

-Debí imaginarlo, pero... estaba ocupada en otra cosa- exclame riendo de lo que había pasado hace pocos minutos.

 

Escuche como mamá le daba la explicación de lo que había hecho y que abriera los ojos a mi hermano y era lo mejor por que perdía el equilibrio a cada rato, eso me provocaba risa pero también me preocupaba un poco, ya no quería mas accidentes ese día.

 

Veía como mamá tomaba al niño en brazos, ese pequeño monstruo congela todo, ahora comprendía por que él e itilion se divertían tanto, de seguro uno congelaba todo y el otro lo descongelaba, un día me uniría a sus bromas. Tambien le examinaba el dedo, ahora que me fijaba bien en mi hermano, despues de reír de lo que había dicho sobre su cabello me percataba que no estaba bien del todo.

 

-Tal vez sea una reacción alergica- sugerí encogiendome de hombros- si quieres puedo... revisarte hermano