Tienda P.B. de Material Escolar (MM B: 96638)

[Ashley Peverell]

-Ahora están hablando de un pasaporte

Asintió durante varios momentos tomando nota en su pequeña libreta de pastas rosadas y doradas que además adornaba con flores por lo que hacía que las portadas olieran rico, al menos ella esperaba que olieran a rosas porque había tenido el aroma de las hojas normales y del cartón y eso le desagradaba bastante, se le figuraba a los viejos libros de su abuelo el Espartano.

-Es una lástima que pikachu no haya venido conmigo, el hubiera podido entrar a oír mejor a mi hermana

Habló con ella misma, esa era una costumbre que no debía de haber copiado de la hechicera pelirroja que lo hacía muy a menudo y en voz muy alta pero a veces esas cosas se quedaban y no había nada que pudeira hacer en realidad.

Siguió pasando la pluma por la libreta pero entonces, miró a la bruja con la que su hermana hablaba y recordó el comentario de la mujer vampiro sobre que si se le acercaba al menos la primera vez fuera con ella presente.

Pero ahora tenía mucho miedo y trató de esconderse mejor.

No quería que se la comiera.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame bostezó un poco y se talló un poco para intentar despejar el sueño que en esos momentos la estaba fastidiando bastante y que le estaba impidiendo estar tan atenta como de costumbre, cosa que la irritaba todavía más que nunca.

Ya la habían mandado llamar para atender a lo del pasaporte pero la persona encargada que la había citado no llegaba, por lo que la vampiro había dejado a su querido elfo Czésar vigilando por si tenía que regresar corriendo a seguir arreglando sus papeles; pero claro, nadie le mandaba a esa loca vampira tener doble nacionalidad o que el loco de su padre fuese un rumano casado con una inglesa...

O una inglesa casada con un rumano?

Ya no lo recordaba, solo sabía que su madre estaba muerta, su padre la había asesinado y que un dia se había encontrado amarrada en un palo para hoguera y ser cocinada como un kebab

Y ahora tenía que estar arreglando papeles

-Supongo Sagis, que terminaré comprandote una pluma para terminar de firmar y arreglar todos esos papeles espantosos que voy a estar tramitando por días y días y días... -le dirigió una mirada pesada- en verdad era tan necesaaaaario que me congelaras todos los tramites?? a mi, a tu propia hermana???

[Ashley Peverell]

¿Le congelaron los trámites a Hayame?

La niña de cabellos rubios alzó la cabeza confundida y con una gran sorpresa ya que no se había esperado escuchar algo como aquello por lo que entornó los ojos y afianzó aún más la mirada para entender de alguna manera lo que se decía en el interior pero nada, le era imposible oír a través de ninguna puerta o intento de pared por lo que solo podía ver la boca de la hechicera de cabellos rojos y tratar de adivinar de dónde iban todos sus problemas.

Pero no era lo normal el verla lamentarse cuando por lo general eran las demás personas las que solían tener ese tipo de actitud para con la más alta que no solía tener ningún tipo de molestia al respecto.

Se acercó un poco más a la puerta y se apoyó en esta aferrando con fuerza la pequeña libretita de tapas rosadas con flores blancas.

Las sakuras siempre le habían gustado y el forro de aquello las llevaba por montones.

Volvió a mover la pequeña pluma sobre las hojas firmemente delineadas para no perder la escritura, que ya en la chica era bastante bonita, una hermosa caligrafía antigua y bien cuidada por el abuelo de las dos chicas aunque la vampiro no pudiera considerarse como chica, pero ella sí, aún era una niña que recordaba las lecciones de escritura con el abuelo.

A la vampiro le iban viniendo bien unas nuevas porque desde que se había hecho médico ya no se le entendía a sus garabatos que asimilaban más a un montón de arañitas aplastadas.

[Hayame Snape Potter Black]

Suponía que Sagitas no le iba a responder a esas cosas por lo que solo bufó y se cruzó de brazos, volteando en otra dirección y bajando levemente los párpados mientras mas de mil cosas pasaban por su cabeza a la velocidad de la luz.

En verdad que había unos momentos...!!

Abrió y cerró una mano con ansiedad, a pesar de no necesitarlo y de estar muerto su corazón era movido por alguna fuerza que lo golpeteaba contra su pecho como si tuviera demasiada ansiedad o energía acumulados en el cuerpo y que fuesen a estallar de un momento a otro; no estaba muy segura de porqué pero una parte de ella solamente quería en esos instantes ahorcar algo.

Y no estaba segura de si ese algo era una persona, un animal o un objeto

Pero no podía desquitarse con las cosas de la tienda de su hermana porque como hiciera un estropicio como ese duelo tremendo que se estaba llevando en la otra tienda... volvió a voltear el rostro hacia otra parte con miles de gotitas de sudor corriendo por su nuca, verdaderamente le estaban matando los nervios porque como Sagitas se enterase de que le habían desgraciado uno de sus amados negocios ya no iba a vivir para contarlo

Y entonces...

-Oye... creo que nos están espiando- dijo por lo bajo con los ojos formando un par de media lunas y presentando un tic por sobre una de sus cejas

[Ashley Peverell]

La chica de hermosos ojos almendra se cubrió la boca para ahogar el pequeño grito que amenazaba con salir de entre sus labios y se agachó a nivel de suelo para cubrirse un poco más aunque sin querer había terminado con una mancha de tinta en una de sus mejillas debido al toque de la pluma y de la punta sobre la blanca piel de nieves de la jovencita de aires celestiales.

Cerró los ojos y se encogió aún más aferrando con fuerza los materiales con los que iba tomando notas de todo lo que hacía la hechicer vampiro esperando que de alguna manera no fuera capaz de percibirla y regañarla por estar detrás de esta por todo ese tiempo.

Abrió despacio los ojos y entonces se dió cuenta de que sentía la humedad de la tinta sobre la piel por lo que procedió a pasarse el suave dorso de la mano por el cachete.

-¡Oh!

Soltó con suavidad para sí misma al ver la fea mancha oscura que se emborraba sobre la parte trasera de la mano y le daba un aspecto sucio.

-No, no, no. ¡Las señoritas no deben de estar manchadas en la cara!

Se quejó en voz baja ella sola como si el simple hecho de haber tenido un accidente fuera uno de los peores pecados que podía cometer después de todo lo que había pasado.

Ella se regañaría a ella misma si se viera de esas maneras tan poco propias.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame comenzó a andar despacio en dirección de la puerta de salida mientras le hacía una seña corta a Sagitas para que supiera que tenía que estar haciendo silencio.

Ya había visto anteriormente el moño rosado de ese pequeño capullo floreado que solía ser su hermana menor y que parecía un pequeño chicle.

Uno muy pegajoso y rosado que parecía no tener nada mejor que hacer que estar detrás de ella como si le fuese a descubrir en alguna maldad.

Un tic bastante visible apareció en uno de sus ojos

Si, estaba haciendo maldades pero en clase de los Libros, no en otro sitio...

Aunque ahora que lo pensaba... se llevó un dedo a los labios mientras levantaba la vista, era considerado maldad el pararle los pies a su profesor cuando la estaba sacando de quicio? seguramente Sagitas diría que si y le metería tres collazos por busca pleitos... pero es que Hayame siempre había sido de ese tipo!!!

No era su culpa que el profesor se portara como una de esas avecillas a las que siempre resultaba tan fácil irritar!!

Empezó a andar de puntitas y se rió para sus adentros

Le iba a meter un muy buen susto a esa chiquilla que le tenía con los nervios en punta

[Ashley Peverell]

Finalmente la niña había conseguido retirar las manchas negras que se habían instalado en su bella y delicada piel blanca de porcelana y rápidamente de uno de los bolsillos ocultos de su vestido sacó un pequeño espejo de mano, tocándose con los dedos la zona afectada para después proceder a dejar salir el aire con el alivio de quien ve que no ha ocurrido nada grave como para tener que sentirse presionada.

Sonrió.

-Me sigo viendo perfecta como siempre.

Su cara dejó de ver un signo de alegría apretando los párpados y permitiéndose una risa pequeña e ingenua que de escucharla alguien le llenaría de ternura los corazones, porque la rubia encantadora no podía evitar tener ese poder sobre los magos y brujas que se pasaban cerca de ella.

Así que se puso de pie y estiró las manos hacia los lados de su cuerpo, tan solo incinándose un poco hacia el frente.

-¡Muy bien entonces!

Exclamó con una nueva decisión en la mirada.

[Hayame Snape Potter Black]

-Muy bien qué cosa?

Hayame se encontraba recargada de lado con la puerta abierta y contra el marco de esta, manteniendo los brazos cruzados y una mirada neutra y que escondía sus risitas traviesas que resonaban en el interior de su mente; ya se imaginaba la reacción de la chiquilla en los momentos que vendrían pero hasta Sagitas le había ofrecido que la hiciera entrar por lo que no iba a perder la oportunidad

Quizás la Potter Blue no estaba demasiado feliz con que la pequeña rubia se les uniera porque la veía como una amenaza, pero al menos le estaba permitiendo un paso dentro de su negocio y eso ya era mucho decir

-Qué tanto estabas haciendo aquí afuera, boba?

Preguntó enderezándose al tiempo que se colocaba una mano en la cadera y apoyaba el peso del cuerpo en una pierna

-Sagitas dice que pases a tomar un poco de chocolate- dijo bajando los párpados dandole un aire desconfiado- en lugar de que te quedes ahí sentada en el piso, nada más viendo a ver que se te pega

Le dió la espalda con firmeza y se quedó quieta solo un segundo más

-Boba

Resopló y cerró los ojos frunciendo el ceño antes de empezar a caminar al interior del negocio de su hermana con los puños apretados a los lados de su cuerpo

[Ashley Peverell]

-¡AH!

La hermosa rubia se había sobresaltado en verdad al escuchar a su hermana mayor que la llamaba de esa manera pero no contenta con hacer que su corazón se acelerara y casi se le saliera de su tierno y doncellal pecho, empezaba a insultarla con cada palabra que le decía.

-¡Mo!

Volvió a quejarse y alzó un brazo dejando ver brillar la molestia en sus ojos de almendra dulces y brillantes, con un tono chocolate que antojaba de dulce hasta al más amargado.

Con la excepción quizás de la hechicera vampiro que ya se estaba yendo.

-¡No soy una boba!

Se quejó.

-Boba.

Colocó los puños en la hermosa y esbelta cintura que se remarcaba elegantemente con el cinto de su precioso vestido anaranjado y comenzó a seguir a pasos livianos y sueltos a aquella mujer de pocas ropas hasta que pudo vislumbrar a la jóven bruja de cabello de colores simpáticos que estaba en el interior por lo que le sonrió con agrado y movió una de sus manos.

-Buenas tardes señora Sagitas

Saludó de buena gana y con tono suave y amable, carácterístico de una dama como ella.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame observó de reojo a su hermana menor, apenas volteando por encima de su hombro y sin dejar de darle la espalda a esa pequeña cosa rosada y pegajosa

-Estás segura de esto? -le susurró a Sagitas frunciendo muy apenas el ceño- te va a empalagar toda la tienda como le des tanta libertad

Aseguró haciendo una mueca con los labios

La verdad era que no le molestaba tanto el hecho de que Ashley finalmente entrara a un sitio cuando ya la habían descubierto sino que acaso le ponía nerviosa el hecho de que a sabiendas de que a Sagitas todavía no le simpatizaba del todo la niña...

Por un lado estaba interesada en ver como se las apañarían si se agarraban a hechizos como ya lo había hecho a Snape con esa cría en Mega Ayudas...

Pero al mism tiempo (y mientras se rascaba la mejilla con los dedos) no sabía cómo iba a salir viva de aquello

Salir en medio de un fuego cruzado no era uno de los deseos más grandes de su vida

Y ya comenzaba a tener hambre

-Vale... lo mejor será que vaya de una buena vez por ese chocolate y de paso, un par de tés bien cargados para las adultas- cerró los ojos y asintió un par de veces dando la apariencia de que se estaba quedando dormida

Al menos hasta que volvió a abrir los ojos y observó a ambas mujeres

-Puedo confiar en que no se va a matar ninguna en lo que regreso?- les preguntó cruzándose de brazos como si fuera la madre de ambas