✿.｡.:*El refugio Mágico*.:｡✿* (MM B: 102601)

[Little G.]

La joven madre permitió que el niño se recostara en su hombro, perdido entre las hebras doradas de su cabellera. Era toda una dulzura y Little no podía evitar recordar lo amorosa que era Naunet cuando tenía esa edad; con el tiempo los niños se volvían más rebeldes y distantes. Sintió que algo se le rompía por dentro. A veces llegaba a creer que era una madre terrible, que su hija sufría por la ausencia de un padre que jamás la conoció... Tal como ella misma había sufrido.

 

-Tienes que ver su rostro cada vez que Naunet la llama abuela - respondió con una discreta sonrisa al comentario de la Gryffindor. Valkyria era todo un espectáculo al rededor de su nieta, se dejaba llevar por el aura de la niña sin poder evitarlo.

 

Los orbes mieles de la Karkarov se fijaron, entonces, en el elfo que las atendía, sintiéndose hastiada por la lentitud. La estancia permanecía caliente y se respiraba un aroma floral proveniente de los frondosos jardines del refugio. Y sin embargo, nada de eso disminuyó la irritación de Little. Se aproximó al escritorio para poder observar a la criatura de cerca, identificándolo como una de las pertenecientes a Kassandra. Su ahijada sabía que la adoraba así que esperaba que no se tomara como un atrevimiento lo que pretendía hacer.

 

-Olvida el papeleo. Cuando Kassandra pase por aquí infórmale que estamos en la habitación de siempre. Ella entenderá - Little se ahorró la amabilidad aunque sabía que a Hilary no le gustaría aquello. Con una simple mirada le indicó a su amiga que la siguiera mientras en sus brazos reposaba un Apros adormilado.

 

Las lentejuelas de su vestido centellearon bajo la luz del recibidor. Continuó a través de una serie de pasillos, buscando su lugar favorito entre todos dentro de aquel sitio contenido por la Weasley. No había estado demasiadas veces allí, pero lo conocía. Y como Kassandra la conocía bien a ella, sabría dónde encontrarlas. Hilary y Little se quedarían en uno de los cuartos más alejados, aunque próximos al área de la piscina.

 

-Estoy segura que donde sea que Aime esté... No le hace falta un hombre - alegó en voz baja, dándose cuenta que el pequeño parecía más dormido que despierto. Lo que no pupudo evitar su una suave risa al recordar los buenos tiempos. -Lo único que podemos agradecerle a Gitax es la existencia de Kassandra.

 

Cuando eran más jóvenes, solían molestar mucho a la pareja. Aquel pensamiento trajo nuevas memorias de amores pasados; Little no tenía muy buena referencia sobre el género masculino. Bastian le era ajeno, el padre de su hija no tenía rostro y su corazón solo le había pertenecido a una persona que hacía años no veía. Su ceño se frunció percatándose de lo ensimismada que estaba en todo los aspectos negativos de su vida; era como si quisiera autocastigarse y no era justo. En su vida aún existían luces.

 

Finalmente llegaron a la habitación. Tenía un suelo de madera contra el cual resonaron los zapatos de tacón de la Karkarov al entrar. Las paredes tenían piedras incrustadas, otorgándole un aspecto rústico pero agradable al mismo tiempo. El gusto de la dueña era exquisito sin lugar a dudas. Avanzó a través de la estancia para posicionar al infante sobre uno de los mullidos colchones, esperando que fuera Hilary quien lo acomodase para la siesta.

 

-Saraí - pronunció al aire con firmeza. La elfina se materializó frente a su ama y efectuó una dramática reverencia. -Tráeme una botella de sangría fría, una copa y un servicio de té de almendras con galletas surtidas. Puedes traer a Bóreas, la Srta. Gryffindor y yo lo tomaremos en el balcón.

 

El licor claramente era para ella, mas habia solicitado lo demás teniendo en cuenta a su amiga. Mientras la madre se ocupaba del bebé, Little se movió hasta la enorme puerta de vidrio que se abría pasó hacia un balcón con vista panorámica. Había un par de tumbonas revestidas con tela y cómodos cojines, únicamente separadas por una mesilla de madera donde los elfos dispondrían lo que la rubia había solicitado. En aquel espacio se ubicó la rubia, cruzando las piernas delicadamente al tiempo que se deshacía de los zapatos. Ahora tendría una conversación con su mejor amiga y tenía derecho a deshacerse de cualquier máscara.

[Hilary J. Gryffindor.]

Como siempre que se trataba de algún elfo Little había logrado su objetivo con dureza. No hice ninguna protesta pues no había llegado a ser grosera. Noté a mi pequeño adormilado en sus brazos cuando me hizo una seña para que la siguiera. Mientras caminaba intentaba recordar los pasillos pues estaba segura que no estaría todo el tiempo con ella. Escuché las palabras de la bruja riéndome un poco. - Me refería a Kassandra, pero estoy de acuerdo contigo con el tema de Aime. Muy autosuficiente como tú.-

 

Mi prima se mantuvo en sus pensamientos en el momento justo, mis ojos verdes rodearon la habitación admirándolo. La Karkarov dejó al pequeño mago sobre una de las camas. Me acerqué sonriéndole estando junto a la cama me quite mis zapatillas negras sin tacón. Con un movimiento de varita cambie la vestimenta del mi hijo por unas pijamas azul con snitch doradas, las cual su padre había encantado para que no revolotearan pues el movimiento le hacia cosquillas al pequeño. Dejé su cuerpecito en el centro de la cama rodeados de almohadas y arropado, lo ultimo que hice antes de que cerrara sus ojito fue darle un beso en su frente.

 

Cuando estuve segura que se había dormido por completo me levanté de la cama dejando sus cabellos quietos. Su calmado respirar fue lo ultimo que escuché antes de cruzar las puertas de vidrio. -Esta lugar es hermoso, ya había olvidado esta sección.- El viento soplaba mi cabello haciendo mis rizos danzar. Mi vestido era de colores primaverales haciendo le juego a el momento y la época. Me acerqué hasta la silla vacía dejando una de mis piernas entre yo y el cojín me senté para agarrar la taza que estaba servida. Suponía que era mía pues las manos de Georgina estaban ocupadas con una copa. - Muy bien. y en esta ocasión, ¿quien comienza a hablar?- Hablaba de forma jocosa, pero ambas sabíamos que ninguno de los próximos temas serian un chiste.

 

@@Little G.

[Little G.]

Antes que Hilary se aproximara al balcón donde Little aguardaba desprovista del calzado, sobre una de las tumbonas aderezadas con cojines, los elfos aparecieron con el pedido. Saraí cargaba un servicio de té con galletas surtidas y Bóreas llevaba una botella de sandria insertada en un bol con hielo. Ubicaron todo sobre la mesilla que separaba los dos muebles, así que el aperitivo estaría en medio de las primas. La Karkarov les dirigió un gesto silencioso de agradecimiento a las criaturas y estas, tras reverenciarse, se esfumaron.

 

Sus manos se deslizaron hacia la botella, descorchada previamente por el elfo, y la copa de cristal reposada junto a ella. La llenó hasta la mitad, pero antes de llevársela a los labios se ocupó de coger la tetera para verter un líquido rosáceo en una de las tazas de porcelana; se la tendió a su amiga sin preguntarle siquiera si le apetecía. Little acostumbraba a hacer aquello, pero no era malintencionado. A veces suponía y creía entender lo que otros deseaban. Afortunadamente en pocas ocasiones se equivocaba.

 

La chica Gryffindor imitó a la castaña, descalzándose tras acomodar al niño en una de las camas. La mirada dorada de Little se posó distraídamente en el paisaje mientras la esperaba; y cuando la tuyo en frente no pudo evitar mantener sus ojos en la distancia. Por algún motivo se sentía avergonzada, quería y a la vez no relatarle a Hilary lo que había sucedido en su ausencia.

 

-Soy mejor terminando conversaciones que empezándolas - se limitó a responder con cierto nerviosismo. Aquella era una invitación para que Hilary fuera la primera en confesarse. Tomó su propia bebida y le dio un largo trago, sintiendo el dulzor acariciarle el paladar. - Además, tú pareces tener cosas más interesantes que contar.

Editado 25 de Mayo del 2016 por Little G.

[Hilary J. Gryffindor.]

El paisaje era hermoso, estaba segura que pronto comenzaría a atardecer. Estando en el Caribe me estuviese sintiendo sofocada por el sol de la hora. El comentario de mi prima me hizo mirarla con el ceño fruncido. Entendía perfectamente sus palabras y gestos. No es que me agrade siempre comenzar, pero ella no lo haría. Tomé una poco de té para organizar mis ideas.

 

-¿Recuerdas que les había contado que él padre de Apros apareció en mi casa muggle? Pues seguí el consejo de ustedes regresé allá intentando arreglar las cosas entre nosotros. Llegar a algún punto medio con su madre.- A este punto recordando todo ya volvía a estar enojada. - Aggh ¡Lit te juro que es imposible! Esa mujer quiere tener todo el control de Ashton y de Apros, sin olvidar que me esta arrastrando a mi. Le dije a Ashton que tenia que decidir si seguir lo que su madre quería o hacer lo correcto para Apros. Su hijo es su familia y ese mujer me envenena. ¡Se atrevió a decirle bastardo a mi pequeño!-

 

Literalmente Frida me tenia envenenada el sistema. La bruja era totalmente arcaica y tradicional. Conociendo a mi prima quemaria viva a la bruja, inclusive yo siendo la mas pasiva tenia ganas de hacerlo. -Todas las discusiones de Frida las hace frente a Apros. He tenido que darle la instrucción s Duli que se lo lleve a otro lugar cuando ella empieza a discutir.- Recordar los ojos azules de la bruja mirando de forma maliciosa e imponente me hacia hervir la sangre. Intentando calmarme bebí varios sorbos del té.

 

@@Little G.

[Little G.]

La castaña jugueteó con la copa mientras escuchaba a Hilary. El líquido púrpura bailó contra el cristal, desprendiendo un ligero aroma frutal. Volvió a beber, desvaneciendo el contenido de un solo golpe. Cogió la botella de la hielera para prepararse otra ronda, y una de sus cejas se arqueó ante la mención de Frida.

 

-Sugerí que te entendieras con él, no con su madre - alegó sonriendo ladinamente. Podía imaginarse a la Gryffindor frente al mago, exigiendo que se comportara como le correspondía.

 

En realidad Little consideraba que los hombres no debían intervenir en el cuidado de los hijos si no habían estado presentes durante el nacimiento. Con ellos la maternidad se volvía más complicada, especialmente cuando no había una relación establecida. ¿Acaso Bastian se había ocupado de ella? No, porque, al igual que su ahijado, nació en la clandestinidad.

 

-No quiero que te lo tomes a mal, pero Apros es un bastardo. En el sentido literal de la palabra - como no deseaba alterar más a su prima colocó su mano libre sobra las de ella, dándoles un apretón. - Para las familias de renombre este tipo de situaciones tienen que corregirse. Importa mucho lo que otros dirán.

 

Entendía perfectamente cómo era Frida, aunque jamás la había visto. La entendía porque era una Karkarov, una Black Lestrange; conocía las implicaciones de un buen apellido. La sangre tenía peso sobre los miembros de las casas pudientes, era algo inevitable. Little volvió a beber la sangría para deshacerse de la copa vacía, como si intentara deshacerse así de los problemas que aquella conversación tendría.

 

-De cualquier manera, lo que hiciste fue acertado. No puedes dejar que te domine, mucho menos que involucre a tu hijo - sus orbes mieles chispearon con disgusto. Si alguien se atrevía a herir a los suyos... - ¿Qué fue lo que Ashton decidió? Porque si estás aquí, sola, asumo que el muy cobarde prefirió quedarse con su madre.

[Hilary J. Gryffindor.]

Deslizando mi mano quité las gafas que estaban sobre mi cabeza para dejarlas a un lado. Suspiré tratando de controlar mis emociones, bebí una vez mas de la taza para dejarla sobre la mesa aun a medias. - Lo se Lit, pero para él su madre es muy importante por lo que intente darle una oportunidad.- Sabia que aun en su apariencia tranquila la Karkarov estaba molesta, pero por lo mismo siempre se hacia expresar de pensamiento frío.

 

-Si nos vamos al sentido literal de la palabra, pero aun así no tenemos que discutir temas de adultos frente a un niño de cuatro años. Eso era lo que tenía Apros en ese momento. Y sabes que ni en las familias mágicas mas antiguas se discuten temas de adultos frente a los niños. Ese dia el niño estuvo muy triste sin siquiera enteder lo que significaba la palabra. El necesita a su padre, pero no un apellido. Para ese le pongo Gryffindor o Lawrence, hasta Currington. Apellidos tiene de sobra.-

 

Mi mirada se perdió en el paisaje mientras escuchaba las palabras de mi amiga. Los cristalinos ojos se posaron sobre la taza a media que reposaba sobre la mesa. Cuando escuché el nombre de mi pareja levante los ojos mirando directamente a la bruja. -Realmente no, eso fue lo ultimo que le dije justo antes de aparecerme aquí hace un rato. Le daré dos días. Y no me importa que sean herederos del mismo Merlin no voy a permitir que Frida arruine la vida de mi hijo como lo hizo con su cumpleaños.-

[Little G.]

Tuvo que coincidir con la Gryffindor en ambas cosas: Apros no necesitaba apellidos, necesitaba a su padre. Ella pasaba por la misma situación porque ser madre soltera no era sencillo; los niños hacían preguntas y se disgustaban cuando no comprendían la complejidad de su origen. Little suspiró profundamente antes de asentir despacio, sintiendo un resquemor en el pecho ante la mención de Frida.

 

-Entonces es muy reciente, creí que llevaban más tiempo separados – comentó al tiempo que su ceño se fruncía. Parecía ser que su regreso había sido anterior al de su mejor amiga; aquel encuentro en el Refugio había sido completamente azaroso. – No te mentiré, creo que a pesar de todo ha tenido un carácter muy débil. Especialmente si esa anciana causó tanto revuelo frente a mi ahijado.

 

No obstante, tal como había dicho, entendía lo engorroso que era ser parte de una familia importante. Quebrar los lazos con los padres… Era algo que ningún hijo deseaba. Cogió una de las galletas de chocolate que reposaban en la bandeja del servicio de té; estaba helada, blanda. El color oscuro del dulce siempre le traía recuerdos de Naunet. Dirigió entonces sus orbes mieles hacia el rostro de Hilary al tiempo que rellenaba, por tercera vez, la copa de cristal; su tolerancia con respecto al alcohol había mejorado, así que se permitía pequeños excesos de vez en cuando.

 

-¿Qué fue lo que hizo para arruinarlo? – inquirió sin mutar la expresión de su rostro. Le desagradaba inclusive la ausencia de la bruja malintencionada que tanto daño le hacía a la rubia; de haberla tenido en frente… Aunque su amiga sabía defenderse, jamás cometería una falta de aquel calibre. Hilary tenía más escrúpulos que Little, era evidente. Little sabían cuando deponer la cordialidad. - ¿Quieres que le haga una visita? Yo puedo ser… bastante convincente si lo deseo. Después de encontrarse conmigo no te volverá a molestar - ofreció sin una sombra de duda en la voz.

 

Sus manos se mantenían entre la bebida y las manos temblorosas de la joven Gryffindor. Estaba encolerizada, podía sentirlo. Como estaban encerradas en el lugar y nadie escucharía, Little se permitió memorar su tiempo en las filas de la Marca Tenebrosa. Nadie salvo sus progenitores conocía su participación dentro de aquella organización clandestina; allí su personalidad había mutado, la habían educado para ser leal. Y todas esas enseñanzas ahora se limitaba a practicarlas exclusivamente para la protección de sus seres amados.

 

@@Hilary J. Gryffindor.

 

[Nox Black Lestrange]

Nox Black Lestrange

Empleado del Departamento de Transportes y Deportes Mágicos

Su primer día como empleado del departamento. Afortunadamente para él su primera asignación era bastante sencilla, tan sólo tendría que ofrecer los servicios que prestaban, a los dueños de algunos establecimientos del callejón Diagon. Verificó que llevara los formularios necesarios, sus credenciales y algunos galeones extra por si surgía alguna emergencia. El primer negocio que tenía que visitar se encontraba al final del callejón, al llegar al recinto se acercó a uno de los elfos encargados de atender el lugar, mostró sus documentos e intentó recitar casi de memoria, las palabras que le habían indicado horas antes en las oficinas.

 

—Buenos días, mi nombre es Nox Black Lestrange, empleado del departamento de transportes y deportes mágicos del ministerio de magia. Estoy aquí porque he venido a ofrecer los servicios de nuestro departamento para este negocio, conexión a la red flu y hechizo antiaparición —. Extendió un formulario de solicitud de servicios al elfo. — Le agradecería que por favor le hiciera llegar este documento al encargado del lugar y si es posible, comuníqueme con él o ella directamente para hablar en detalle.

 

Una gota de sudor había rodado por su sien mientras decía toda aquella retahila, pero ya lo peor había pasado. En cierto modo se sentía un poco realizado, la presión había ido desapareciendo y ahora sólo le restaba esperar por una respuesta o una cita para discutir los términos del servicio.

 

 

Presente:

Por medio del presente memorándum, indico que sí deseo mantener los siguientes servicios, y estos consciente de los costos:

Indicar detalle de los servicios solicitados, ejemplo:
- Conexión de la red flu:
-- Conexión a X - 300 galeones (Cada conexión)

- Hechizo antiaparición activado: 800 galeones.
- [indicar detalles del hechizo antiaparición]

Total: X galeones, que autorizo que se descuenten de: [indicar bóveda de la que se descontarán los servicios, adjuntando el link]

Agradezco de antemano su atención.

- Indicar aquí: [Nombre de la Familia-Mago-Negocio]
- Tópico de Registro de la Familia o Negocio. [Adjuntar Link]
- Tópico de la Granja, Mansión, Castillo o Tienda. [Adjuntar Link]

 

@

[justo]

Confieso que lo visite una vez, volvia de un viaje agotador y en vez de aloarme en el sitio de costumbre vi este lugar y me quede.

 

Nada mas pasar la puerta la sensacion de sosiego me invadio. Me recordo el ambiente de mi pueblo, que es bastante tranquilo, pero este lugar era distinto, muy distinto.

 

Para empezar el tipico trasiego de clientes que habia visto en otros sitios aqui era inexistente, lo que sentia era una relajacion absoluta como hacia años que no experimentaba. Una noche necesite un te y un elfo domestico me lo trajo, lo trate con amabilidad y el elfo no se sorprendio lo mas minimo.

 

Pero lo mejor son los precios, cuando por fin me fui, muy descansado, vi que me habia costado la mitad de lo que suelen costar sitios semejantes, una experiencia enriquecedora.

[Nox Black Lestrange]

Nox Black Lestrange

Empleado del Departamento de Transportes y Deportes Mágicos

A los pocos instantes el elfo regresó y se dirigió hacia donde él estaba. Se encontraba absorto, inmerso en sus propios pensamientos y no fue hasta que la criatura estuvo a unos centímetros, que un poco sobresaltado notó su presencia. El elfo le explicó que su ama, la encargada del establecimiento, no podía atenderlo en ese momento debido a compromisos importantes. Suspiró por un instante.

 

—Entendido, le agradecería sin embargo, que le avisara a la encargada que si toma alguna decisión respecto a nuestros servicios, no dude en ponerse en contacto con nosotros a través de las oficinas del ministerio. Yo estaré más que encantado de atenderla y tomar sus solicitudes.

 

Tomó una última bocanada de aire del pacífico ambiente del establecimiento y dándose vuelta, se dispuso a terminar el recorrido que tenía pendiente. Aún era temprano y seguramente tendría mejor suerte a medida que avanzara el día.