Jump to content

✿.。.:*El refugio Mágico*.:。✿* (MM B: 102601)


Helene Eloise Bellerose
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Weasley permaneció en el umbral de la puerta mientras Junny inspeccionaba el lugar. Había evitado acercarse mucho al cadáver, porque todavía seguía impresionada por su existencia en primer lugar.

 

Vio a su hija revolotear por la habitación sin tocar o mover nada, mirándolo todo con atención y haciendo algunas anotaciones en su pequeña libreta. ¿Cuándo había crecido tanto? ahora era toda una profesional, una perfecta detective. La idea de imaginarla luchando contra magos oscuros le dio escalofríos, aunque no pudo culparla.

 

Se sobresaltó un poco cuando la escuchó preguntar sobre la hora de la muerte. Sí, había visto muchos cadáveres con anterioridad, pero ninguno en su territorio. Con pesar, abandonó la postura cómoda que tenía y se acercó al cadáver, lamentando no tener consigo los implementos del centro médico.

 

Se arrodilló junto al hombre mirándolo sin tocarlo, intentando imaginar qué le había sucedido. Luego lo tocó, evaluando la rigidez que tenía intentando determinar el número de horas que llevaba muerto. El olor ya dejaba ver que tenía al menos un día, puesto que su cuerpo había empezado a descomponerse. El tono verde-azul de su piel confirmaba esa teoría, pero el aparecimiento de pequeñas ampollas, daban a entender que llevaría ya al menos un día y medio en esa posición.

 

Creo que es un día y medio, puede que dos. Ya está empezando a podrirse, pronto estará hinchado y lleno de ampollas... —Comentó sin quitar los ojos del cadáver.No hay signos evidentes de lucha, no tiene rasguños, tampoco tiene hematomas. A simple vista pudo haber sido el corazón, un infarto, pero... pero tú y yo sabemos que una maldición no deja marca. —Su rostro ensombreció, tratando de imaginar quien pudo hacerle eso.

 

—¿Si buscamos sus pertenencias? sus documentos, algo.

 

@@Junnyco Wright

bkcs7UT.gifF8NeP.giftA4DkbA.gif

 

WhatsApp Image 2021-05-26 at 8.52.41 PM.jpeg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

JunnyCo Wright

Empleada Cuartel de Aurores

 

 

Anotó cada palabra que decía Kassandra, le alegraba que ella supiera sobre el tema, la información sobre su tiempo de muerte era algo fundamental. Por un momento se detuvó a pensar que sería una excelente idea aprender sobre el cuerpo humano y su fisiología, incluso podría ser su propia madre quien la guiara en ese mundo.

 

 

Se picó el mentón con la punta del lápiz al darse cuenta que su mente se dirigía en otra dirección. Cerró los ojos un momento calculando la hora promedio de su muerte.

 

 

- Podríamos decir entonces que murió anteayer entre las doce del día y las seis de la tarde, aproximadamente - Murmuró mientras escribía - ¿No realizan aseo en las habitaciones todas las mañanas? - Preguntó con su mirada puesta en Kassandra - De ser así deberían haberlo encontrado ayer en la mañana, ¿no?.

 

 

Suspiró, talves el trabajo de investigar un homicidio era mucho para una sola persona, en especial para alguien que recién comenzaba en esta área, como era su caso.

 

 

- Concuerdo contigo que la hipótesis más lógica es que haya sufrido una maldición - Volvió a mirar la expresión tranquila en el rostro del hombre - Necesitamos encontrar su varita y ver cuál fue su último hechizo, talvez intento defenderse.

 

 

La bruja tenía razón, deberían revisar su documentación, eso no solo ayudaría a saber la identidad del hombre, si no también donde trabajaba y donde encontrar a su familia. Examinó cajones y las pertenencias del hombre, pero nada, con cuidado busco en sus bolsillos de donde extrajo una simple billetera de cuero negro, la cual reviso, pero estaba estaba vacía.

 

 

- ¿Tienes en el registro el nombre de los que solicitan cabañas?

 

 

@

D3bHtQP.gif gkcsSXD.gif PsmKFgP.gif


uHLwd3R.jpg


WQI4Sqf.gif fDXXRuW.gif c3cuSMA.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 4 meses más tarde...

Hacia mucho, mucho tiempo no me pasaba por el negocio de mi madre Kassandra, de hecho la última vez que la vi fue en su boda Y aún no me lo creo. El refugio mágico era mi santuario, venía cada vez que necesitaba pasar tiempo conmigo misma. Recuerdo la primera vez que crucé sus puertas, me sentía tan mal...luego llegó Irina, ¿qué habrá pasado de mi amiga?. No he sabido de ella hace ya mucho tiempo. Bueno, hace mucho tiempo no se de nadie de hecho, pero ahora que volví a Ottery espero volver a ver a mis amigos. Pero primero a mi madre, espero que se emocioné tanto como yo.

 

Aparecí en frente de las puertas del Refugio Mágico y entré sin pensarlo dos veces. Me acerqué al escritorio y ahí estaba como siempre Xenix, el elfo de Seraphyne, esperaba con todo mi corazón que me dijera que mi madre se encontraba en su despacho, como la vez que la visité con Emi.

 

-Hola, buenas tardes, espero que los años no te hayan hecho olvidarme- le dediqué mi mejor sonrisa al pequeño elfo.

 

@

7w6jAaX.jpg


http://i.imgur.com/xEu2Do0.gif 1IhVpHf.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Xenix, elfo encargado de la recepción

 

 

La afluencia de gente que visitaba el refugio se había visto reducida aquellos días, quizás porque ya no estaban en temporada alta, o porque el incesante crecimiento de Diagon había creado una serie de hoteles, hosterías y casas de retiro que habían servido para diversificar las opciones de los magos. Solo aquellos fieles huéspedes, los que habían encontrado la paz y la verdadera conexión espiritual con el lugar continuaban yendo allí.

 

Xenix no veía a su ama desde hace tiempo por el lugar, la cantidad de ocupaciones que tenía ahora más la administración de sus demás negocios habían menguado la cantidad de veces que Weasley pasaba en el sitio. Eso sí, iba puntualmente cada quincena para ocuparse de la contabilidad y pagos varios que había que realizar tanto a proveedores como a institutos fiscalizadores.

 

Él adoraba su estancia en el refugio, que se había convertido en su hogar permanente desde su inauguración. Adoraba pintar, barrer, cuidar de los registros, atender y mimar a sus huéspedes, así como mantener el buen nombre de la institución a través del buen servicio y trato. No habían tenido nunca un incidente incómodo o molesto (exceptuando aquel del asesinato) por lo que pasaba sus días en la mayor de las calmas, ocupándose siempre de sus quehaceres y de cuidar la actividad de los demás elfos a su cargo.

 

Sentado en su pequeño escritorio, cuidaba siempre de todos los detalles desde su sitio privilegiado. Era quien recibía y despedía alegremente a todas las personas que allí llegaban.

 

Aquella jornada no fue la excepción, Xenix se encontraba organizando el set de llaves a sus espaldas cuando una voz conocida y hermosamente familiar captó su atención. La primogénita de su señora a quien no veía en varios años se encontraba allí de pie, como si el tiempo no hubiese hecho mella en ella.

 

—¡Señorita Ania! —El elfo emocionado empezó a realizar apresuradas reverencias, tocando siempre el suelo con la punta de su larga nariz. —Xenix sería incapaz de olvidarla señorita. ¡Incapaz! — Que bello era encontrar rostros conocidos así tan de repente. —¡Permita a Xenix atenderla! ¿Planea quedarse en el refugio? ¡Xenix puede prepararle la mejor suite!

 

@@Ania Evans Weasley

bkcs7UT.gifF8NeP.giftA4DkbA.gif

 

WhatsApp Image 2021-05-26 at 8.52.41 PM.jpeg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Reí por la reacción del pequeño elfo y luego negué despacio con la cabeza- Tranquilo Xenix, me alegro de verte- pensé un poco antes de responder su pregunta ya que no sabía si iba a quedarme o no, lo más probable era que sí pero no estaba segura - No se si me quedaré, pero es probable que lo haga, Xenix, puedes prepararme la suite por si acaso?- pase mi mirada por todo el lugar -veo que lo mantienen muy bonito como siempre- me acordé del paisaje del lago- Xenix- exclamé de repente- preparame la habitación que tiene la vista al lago por favor- dije emocionada.

 

Había caminado por esos senderos antes y esperaba que estuviese igual de hermoso como hacia un par de años.

 

-Oh, también quiero hacerte una última pregunta, Xenix- hice puchero- dime por favor que sí- quería ver a mi madre Kassandra, hacia dos años no pisaba Ottery y sólo la vi unas horas en su boda porque tuve que volver de inmediato a Paraguay- ¿Mi madre está aquí?- en mi interior rezaba porque me diera una respuesta afirmativa.

 

@

Editado por Ania Evans Weasley

7w6jAaX.jpg


http://i.imgur.com/xEu2Do0.gif 1IhVpHf.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Xenix, elfo encargado de la recepción

La felicidad de la pequeña criatura desbordaba, evidenciándose en los ojos abiertos que se posaban en la hija de su ama con la intención de analizarla, ver que en todo ese tiempo que había desaparecido no hubiese pasado hambre o necesidades, que tuviese color en las mejillas, luz en el rostro, en fin, saber que había estado bien.

 

Al escuchar que aceptaba su propuesta de quedarse, el elfo dio un saltito alegre tomando con prisa la llave de la suite que se le indicaba y corriendo hasta posarse junto a Ania, buscando con los ojos saltones la evidencia del equipaje que pudiese llevar consigo.

 

—¿Y el baúl? Xenix puede ayudar con el equipaje, ¡Xenix ayudará a la señorita con mucho gusto!

 

Emprendió así el camino, hacia las afueras, la cabañita con vista al lago que Ania deseaba para hospedarse se encontraba a una distancia prudente de la casona base, por lo que ambos tuvieron que atravesar un tramo bastante largo mientras el elfo llenaba de preguntas a la bruja.

 

—¿Paraguay? Xenix no conoce ese país, aunque Xenix en realidad no conoce ningún país. Xenix es feliz en el refugio, donde está con los huéspedes y puede limpiar y arreglar todo para que lo vean bonito siempre.

 

El elfo parloteaba a medida que saltaba casi, tintineando la llave de la cabaña a medida que avanzaba. Al escuchar la pregunta formulada por la muchacha, Xenix paró en seco, sin saber qué responderle. —Oh, la señora, la señora viene cada quince días a revisar la contabilidad y supervisar el trabajo de Xenix. Siempre sale contenta, evidentemente. —Infló el pecho, orgulloso. —¿Pero cómo es que la señorita no ha avisado a su madre que regresaba a Londres? Ella seguro hubiese querido saber con tiempo para preparar la mejor habitación y recibir a la señorita Ania con todas las golosinas que le gustan... —Reflexionó un momento, asumiendo que sus motivos habrá tenido para no avisar.

 

—¡Llegamos a la cabaña del lago! —Anunció alegremente, deteniéndose sobre la puerta.

 

@@Ania Evans Weasley

bkcs7UT.gifF8NeP.giftA4DkbA.gif

 

WhatsApp Image 2021-05-26 at 8.52.41 PM.jpeg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Solté una risa contenida al ver la reacccion del pequeño elfo cuando accedí a quedarme. Vi que buscaba de inmediato algo con los ojos y miré detrás de mi para ver si había algo, luego Xenix me preguntó por el baúl y entonces supe qué era lo que buscaba. Me volví de nuevo hacia él sonriendole y me agaché para explicarle.

 

-El baúl, Xenix, lo mandé a mi casa con Timo, porque era muy grande e innecesario. Tengo lo que necesito en esa maleta- señalé una maleta pequeña de unos cincuenta centímetros que había dejado al costado del escritorio -¿Puedes cargarlo por mi?.

 

Xenix tomó la maletita y nos encaminamos hacia la habitación, mientras lo hacíamos, El pequeño elfo me preguntó por Paraguay. Yo caminaba feliz admirando los detalles del lugar.

 

-Pues, Paraguay- pensé un poco -Paraguay es un país muy bello, tiene muchos árboles, cerros, tiene gente muy agradable y servicial, tiene mucha tierra fértil y una cultura muy...- hice un par de ademanes con mis manos buscando la palabra adecuada -especial- se escuchó como una pregunta -también hablan dos idiomas, Xenix, el español y el guaraní- me volví hacia el elfo y vi cómo al igual que yo caminaba feliz y mi sonrisa se asentuó -Ojalá algún día pueda llevarte para que conozcas, pero debes prometer que no llamarás la atención- mire de nuevo las plantas que pasábamos mientras caminamos -desearía que ellos puedan ver todo ésto algún día, es hermoso, ¿no crees?.

 

El elfo siguió hablando feliz y emocionado, mencionó la satisfacción de mi mamá por el trabajo que él hacía en el refugio con orgullo, pude imaginar el brillo en sus ojos.

 

- Es Que quería darle una sorpresa, como la que te di a ti, y ¿cuándo fue la última vez que vino, Xenix?- pregunté de nuevo después de responder la pregunta de mi amigo y esperando que éste abra la puerta de la cabaña.

 

@

7w6jAaX.jpg


http://i.imgur.com/xEu2Do0.gif 1IhVpHf.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Xenix- elfo encargado de la recepción

 

El pequeño elfo luchó un poco con la maleta y la cerradura, pero finalmente pudo ingresar a la cabaña, que estaba bellamente iluminada por toda la luz que filtraban los amplios ventanales. Haciendo gala de sus maneras, se paró junto a la puerta haciendo una pequeña reverencia y dejando que Ania pasara primero.

Una vez ambos adentro, el pequeño elfo depositó la maleta en el suelo y corrió a adecuarlo todo, acomodando las almohadas de la cama, esponjándolas con golpes y movimientos, luego corrió hacia el sofá haciendo lo mismo con los cojines. Estaba muy emocionado.

 

—¡Xenix se quedará tan callado e inmóvil como desee la señorita!—Respondió con ilusión ante la mención de que le llevarían de viaje. —Aunque la señorita no tiene obligación de llevar a Xenix con ella, Xenix no quisiera incomodarla o incordiarla. —Se disculpó de inmediato.

 

Ania preguntó otra vez sobre su madre, esta vez sobre la última fecha que había estado allí. Parándose por un breve momento el elfo hizo cuentas, usando los dedos de ambas manos para ayudarse con las cuentas. —Hace once días señorita. Debería venir en los días de la próxima semana, a revisar el trabajo de Xenix. ¿Piensa alargar su estancia? La señorita podría esperar a su madre en el Refugio, Xenix cuidará bien de usted.

 

@@Ania Evans Weasley

bkcs7UT.gifF8NeP.giftA4DkbA.gif

 

WhatsApp Image 2021-05-26 at 8.52.41 PM.jpeg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Exhala con cansancio.

 

No es que precisamente se esté sintiendo incómodo ante la formalidad que está tratando de tener en aquel relajante, pero al mismo tiempo muy elegante restaurante al que Bel lo ha traído esta vez, si no más bien es que, su rostro lo confirma, él pareciera más cansado de lo habitual, agobiado quizá por la cercanía de la noche de luna llena, o quizá por todos estos deberes que de pronto han llenado espacios en la vaga vida del mago, y que de pronto tienen un peso que no se justifica ante la personalidad ausente del muchacho.

 

A pesar de las pocas ganas que siente de salir de casa, en esta ocasión no ha dejado que Bel le insista para convencerlo de salir. Había bastado una sola vez, una sola mención para que aceptara a acompañarla, porque han pasado tanto tiempo juntos estas últimas semanas, uno al lado del otro, acompañándose al trabajo o compartiendo el almuerzo, pero por alguna razón, se siente como si ella no estuviera ahí, ¿ella podría estarlo sintiendo igual con él?

 

"Esto es una “cita”, decía Yanna Smith mientras animadamente buscaba en el armario un atuendo más propio para la ocasión, aunque también era difícil saberlo si ninguno de los hermanos tenía una idea de a qué se iba al lugar. Para su suerte, esta vez, como en muchas otras ocasiones, Evans lo conseguía impresionar presentándole tal rincón de Ottery, aunque estuvieran a las afueras, supone él que es lo más lejos que Evans está dispuesta a salir del pueblo mágico por ahora, pero funcionará para él. Quizá la latina había acertado vistiendo al mago con aquel traje semi casual de tonos marrones y cafés.

 

Está intentando mejorar un poco la estropeada corbata guinda en su cuello, sus ropas parecieran solo un poco más flojas de su cuerpo, señales de la mala condición que le está dejando el exceso de toxinas y pócimas que estimulan su cerebro, pero que claramente estropean, aun mas que la licantropía misma, el cuerpo del joven Ollivander. Después de un par de veces más, el mago deja de insistir, prosiguiendo a tomar aquel elixir ambarino que Evans pidió para él al mozo que los atendía.

 

―Es un buen lugar-, musita en vos baja y rasposa tras el trago ardiente en su garganta cuando ve a Bel regresar a la mesa. ―M-me..me gusta-, forzadamente apenas sonrió, no miente, el lugar es de su agrado, pero hablar mucho en esta época del mes no es algo común en Garry.

 

@

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Desconectar. Esa era la única y fundamental razón por la que, de un momento a otro, había comunicado a Garry de mi intención de visitar un negocio que ya llevaba buen tiempo funcionando, y que no pisaba desde hace varios años atrás. Y yo misma estaba necesitando tomarme un respiro también, agobiada por todas esas labores en el ministerio que no había creído pudieran ser tantas, teniendo en cuenta que no se habían perpetrado incidentes violentos de mortífagos en negocios o mansiones de Ottery hace mucho.


Hay además algo divertido de hacer algo sin apenas haberlo planificado. Así que apenas con tres mudas de ropa (y un solo par de zapatos) llegamos hasta El Refugio Mágico, algo sucios (algo que solucionamos rápidamente con un duchazo rápido) y luego con los estómagos (o lo más correcto era decir mi estómago) rugiendo de hambre bajamos al restaurante para comer.


No había sido mi intención inicial lucir excesivamente formal hasta el momento en que había visto la ropa que Garry llevaría. Solo entonces, había agradecido la idea de última hora de Yanna de que colocara el vestido de satén verde esmeralda entre esa ropa "indispensable". Pero no me sentía cómoda, e incapaz, por evidentes razones de decoro, de aflojar el ajuste del corsé que él mismo había anudado, me limité a desanudar el botón de la capa que me cubría los hombros, y la coloqué sobre el respaldar.


La vista desde la terraza donde nos encontrábamos era preciosa, y hasta antes que llegaran los platos, el mejor motivo para dejar el calor de la habitación que compartíamos. Garry lucía, si tal cosa era posible, bastante más desmejorado que en otras veces, y apenas habíamos cruzado palabras desde nuestra llegada. No terminaba de entender si en el fondo, se encontraba allí más por ceder a mi capricho que a otra cosa, así que agradecí la llegada del mozo trayendo la botella de champagne, pues un brindis era la excusa perfecta para entablar conversación.


Pues ¡salud por ese nuevo empleo en el Ministerio!- exclamé alzando la copa y bebiendo su contenido de un solo trago- espero que este sea el comienzo de grandes cosas para ti querido.


Él también dio un trago a la bebida, aunque sin vaciar del todo el contenido de la copa. Luego de ello, como si estuviera a punto de contar alguna clase de secreto vergonzoso, bajó la voz hasta convertirla en un susurro. Intrigada, me serví una copa más e incliné el cuerpo en su dirección de forma que pudiera oírle mejor, y apenas negué con la cabeza al escuchar su comentario.


― No es malo que te guste, así que no tienes porqué decirlo en voz baja.


Todavía la comida no había sido servida, pero incluso mi hambre se había postergado debido a la preocupación que su semblante ensombrecido me provocaba. Si habíamos llegado hasta allí, era porque quería que él pudiese relajarse al menos por esas horas. Si no lo estaba consiguiendo, francamente, no me importaba detener todo eso allí mismo.



― Todavía estamos a tiempo de pedir esa comida para llevar y hacer alguna otra cosa ¿sabes?


cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.