✿.｡.:*El refugio Mágico*.:｡✿* (MM B: 102601)

[Laimi Evans]

Emily Miller - Asesina profuga de la justicia

 

Habia logrado llegar dentro de un cuarto junto a mi socia, eso era la primera parte del plan que estaba completa, al menos ya estabamos "seguras" entre cuatro paredes pero aun asi, las paredes hablan por lo cual debias seguir siendo cuidadosas puesto que no debiamos cometer ni un error desde ahora en adelante.

 

Me deje caer sobre uno de los sofas que estaba en la habitacion mientras observaba como mi socia caminaba de un lado para otro, en ese instante desvie mi mirada a la maleta que traia, aun no podia creerlo, que dentro de ella estuviera quien años atras habia sido mi amigo pero por cosas del destino lo llevaron a hacer lo que hizo, no hubo otra solucion que la que tomamos y segun mi punto de vista fue la correcta.

 

-¿Crees que es hora de librase de el ? - le dije a mi socia sin quitar la mirada de la maleta, en realidad no sabia como ibamos a deshacernos de el pero sabia que debiamos hacerlo y sin dejar ni una solo huella ni rastro de lo ocurrido.

 

Estaba segura de que nos buscaba la justicia era seguro puesto de John tenia muchos contactos y su familia era bastante podera por lo cual al no contestar su movil mas de diez veces se preocuparian por el .

 

-¿Le damos su carne a los animales?- sugeri sin querer imaginarme la escena.

[Gomita Haughton Westrong]

"La sucesora de Dexter" - Agente secreto de la poli-CÍA (XD)


— No está mal para empezar — dijo mi compañero.

— Perfecto, vamos entonces.

Y comencé a caminar por el caminito al final del callejón, el cual nos desviaba hacia una extraña construcción y un tanto diferente de las que se encontraban a los alrededores. Bastante apartada también, por lo que bien podría ser un buen refugio para personas que prefieren moverse sin llamar demasiado la atención. Mientras continuaba mi camino, miré de reojo al agente con la que estaba asignada al caso mientras que mis labios dibujaron una sonrisita leve.

— Buen día — en voz baja, saludó el hombre cuando por fin llegamos a la puerta de entrada mientras la abría con cuidado.

— ¿Hay alguien? — volví a preguntar yo, pero al observar a mi alrededor, me di cuenta de que la recepción se encontraba completamente vacía.

— Qué extraño, no parece estar abandonado... — mencionó nuevamente el agente.

— Ocupado tal vez... — mencioné mientras hacía sonar la campanilla del escritorio para llamar.

Fue en ese momento que se escucharon los pasitos de un elfo sobresaltado, a quien seguramente el timbre de ésta había terminado por despertarlo. Al ver su actitud nerviosa, yo no pude aguantar soltar una risita y le saludé pidiendo una habitación mientras preguntaba por los dueños del lugar.

— Necesitamos hacer algunas preguntas — continué y en ese momento callé al escuchar un suave sonido, pero luego no escuché nada más.

[Helene Eloise Bellerose]

Martha Jhonson - Asesina prófuga de la justicia

 

La rubia estaba ansiosa… sentía que todo aquello había sido irreal, que estaba sucediendo en un sueño. Emily y ella habían confiado en él, y pensar que las había traicionado, además de llevarse todo el botín y haberlo escondido en Merlín sabe dónde. La única opción que habían tenido, había sido la de asesinarle, aunque viendo el cadáver creyó que se les había ido un poquito la mano… pero eso no importaba. Ahora tenían que deshacerse de él, y de toda evidencia que las involucrara en el crimen, por lo que literalmente, partiéndolo en pedazos, habían huido con él, con la esperanza de poder lanzarlo por algún lago, o esconderlo en algún jardín.

 

Emily habló desde su posición, y le hizo una pregunta. La rubia se sentó en el borde de la cama, y analizó su propuesta, con ojo crítico.

 

—Sí, es hora de librarnos de él. Tenemos que ser cautas, hemos tenido mucha suerte con el elfo, esperemos que aún no se dé cuenta. ¿Te parece si convertimos su cadáver en piedras y lo enterramos en el jardín? También veo que este sitio tiene un lago… podríamos dejarlo caer al fondo… —Sopesó aún pensativa.

 

En ese preciso momento, escuchó el sonido de dos voces, y su sentido de alarma se disparó por completo.

 

—Creo que tenemos compañía —Le dijo a la pelirroja con evidente alarma en el rostro. —Pueden ser huéspedes, pero ¿a esta hora? *****, yo creo que nos siguieron. —Empezó a hiperventilar. Su rostro se dirigió inmediatamente a las dos maletas que transportaban los cadáveres y miró a su socia con urgencia. —Tenemos que deshacernos de eso. ¡Ahora!

 

Xenix- Elfo encargado de la recepción

 

La noche había caído pesada sobre él... estaba tan cansado había tenido un día duro peleando con Alpha sobre la manera de limpiar la piscina ya que era muy quisquilloso respecto a eso. Al final ambos habían peleado y él se había ido molesto a sentarse en el pequeño escritorio… Lástima que se había quedado dormido, pues en su ronda era vital estar alerta, por si algún huésped venía.

Unos suaves golpes, y el sonido lejano de una voz, lo trajeron lentamente a la conciencia, mientras ahora las voces-porque eran dos- venían magnificándose. El sonido de la campanilla lo alertó, y con un respingo bastante exagerado se levantó y se dispuso bastante azorado, a atender a los huéspedes.

 

—Señor, señorita… —Comenzó, bastante arrepentido por su tardanza. —¿Desean los señores una habitación? Xenix puede conducirles a una bonita suite, y prepararles algo caliente para comer. ¿O quizás los señores vienen de luna de miel? Xenix tiene una bonita habitación para esa ocasión… —Empezó a hablar bastante apurado, pero tras escuchar las serias palabras de la bruja, guardó silencio y se dispuso a responder.

 

—Por supuesto, la señorita puede preguntar a Xenix lo que desee.

Editado 25 de Noviembre del 2012 por Kassandra S. Weasley B.L.

[Gomita Haughton Westrong]

"La sucesora de Dexter" - Agente secreto de la poli-CÍA... y compañía (XD)


—¿Y si se colaron ya?

—Puede ser, ahorita lo averiguaremos.

Yo eché un vistazo a mi alrededor, recorrí con la mirada muy bien pero no encontré nada extraño o fuera de lo común. En ese momento el elfo que atendía el recibidor se despertó y acudió a atendernos de inmediato. Claramente se le veía el cansancio en la mirada, él acababa de despertar y sentí pena por él. Mi compañero simplemente sonrió mirándolo un momento y luego dirigió su mirada hacia mí al momento que comencé.

—Oh muchas gracias, qué amable —comencé —¿Una habitación? Pues...

En ese momento el elfo continuó y me quedé escuchando con atención al igual que el agente. El pequeño elfo mencionó que contaban con suites a lo que me pareció una gran idea inicialmente, pero lamentablemente no estábamos ahí para descansar sino más bien para asuntos de trabajo. Y muy importantes por cierto. Aunque la idea de la comida caliente no venía nada mal y mientras notaba que mi compañero pensaba lo mismo que yo, me reí.

—¿Luna de miel? En realidad no... —comencé cuando fui interrumpida.

—Ah sí, realmente queremos pasar una noche muy agradable en una de sus habitaciones ¿No es así mi amor? —continuó el hombre sonriendo de manera encantadora.

—¡Estás loco, cállate!

—Ninguna pregunta, tomamos la habitación...

Quince minutos después...

—Voy a matarte... —continué mientras caminaba con la llave de la habitación matrimonial en la mano, entrecerrando los ojos al observar a mi compañero, quien no dejaba de reírse de mí.

[Jessie Black Lestrange]

Jessie Potter Blue

 

Ese estaba pintando a ser un lindo día, algo de lo que tal vez nunca me olvidaría. Muchas cosas habían pasado, cosas buenas y cosas malas, pero no siempre había por que verle a todo el lado negativo. Sonreí al llegar al refugio magico, lugar donde la nota dejada por uno de mis pacientes me pedía que lo viera.

 

Al entrar al local me di cuenta que era como un spa, algo realmente hermoso y único. Sonreí y me quite la capa color hueso dejando al descubierto el vestido blanco con flores rojas pintadas en la parte inferior, unas zapatillas negras y un liston negro recogiendo mi cabello en una diadema.

 

Llegué hasta una de las mesas del lugar dejando mi bolso de mano sobre la mesa y esperando a que mi acompañante llegara, rogando a los cielos que no tardara mucho, pues era la primera vez que salía yo sola y más a estas horas. Cruce la pierna derecha sobre la izquierda por debajo de la mesa mientras cruzaba las manos sobre mi regazo y observaba el lugar mientras el chico llegara.

[Ania Evans Weasley]

Quería salir de mi casa esa tarde, entonces decidí caminar un poco por las calles de Ottery, así también aprovechaba para pasear un rato a Emi, el pequeño oso que me había regalado mi madre. Le invité, le dí un chocolate, que era su comida favorita y bajamos las escaleras de la Mansión para luego llegar a la puerta, avisé a Timo que saldríamos por si alguien nos necesitaba para que nos avise enseguida, hecho esto salimos los dos.

 

Caminábamos por las calles de Ottery hasta llegar en el callejón Diagón, entonces se me ocurrió visitar un lugar donde esperaba encontrar a una persona especial tanto para mi como para Emi, se lo comenté y él se puso muy contento así que apresuramos nuestro paso para poder llegar cuanto antes al Refugio Mágico, como mi oso tenía las patas cortas, no podía ir a mi mismo ritmo y se cansó, entonces reí un poco al ver que él se dejaba caer de cansancio y lo alcé en mis brazos-te cuento que de venida tu me cargaras Emi-dije antes de echarme una carcajada.

 

-No te preocupes, moriré antes-bromeó el osito mientras reía conmigo.

 

Cuando por fin llegamos a nuestro destino, abrí la puerta y pasé directo hasta la recepción a esperar que alguien nos atendiera.

[Helene Eloise Bellerose]

Xenix, elfo a cargo de la recepción

 

Los días habían pasado desde aquel curioso día en el que las cosas se habían puesto extrañas dentro del refugio. La clientela había sido menor aquellos días y se respiraba un ambiente de calma y tranquilidad. Xenix se encontraba sobre el pequeño escritorio de recepción haciendo unas anotaciones en el libro de huéspedes, cuando en el local hicieron aparición una joven bruja y un oso parlante (?

 

El elfo se acercó a la dama, haciendo una leve reverencia, aún sorprendido por haber escuchado al animal hablar. -Buenos días, señorita. ¿En qué puede Xenix auydarle? -Preguntó con amabilidad, observando al animalito que ahora se enconrtraba callado al lado de su dueña. Seguramente nunca había hablado y todo había sido producto de su imaginación. Decidió ignorarlo.

 

-¿Desea la señorita una habitación?- Preguntó, de repente reconociendo a la muchacha. Parecía ser la hija de su ama. Apenado por su falta de modales, volvió a hacer una pronunciada reverencia hacia la muchacha, y volvió a hablar.

 

-Señorita Ania, mil disculpas por no reconocerla. ¿Viene de visita? ¿o piensa hospedarse con nosotros?

[Ania Evans Weasley]

Xenix, uno de los tantos elfos de mi madre nos había recibido a mi y a Emi, al parecer no me había reconocido a primera vista, pero luego se disculpó y me preguntó en que podía ayudarme, le sonreí amablemente y me limité a responderlo.

 

-Buenas Xenix, no te preocupes, hace mucho no me pasaba por aquí y quería caminar un poco, así que con Emi-miré a mi oso y luego posé de nuevo mi mirada en el elfo-decidimos visitar el refugio y de paso ver si por aquí está mi madre-tome una pausa sonriendole un poco y luego tomé de nuevo la palabra-queremos pasar un rato con ella y platicar, se encuentra?-finalicé con una pregunta mirándolo atentamete

[Helene Eloise Bellerose]

Xenix, elfo a cargo de la recepción

 

Tras escuchar la respuesta de la joven bruja, Xenix realizó de nuevo una exagerada reverencia, mirando a la chica con amabilidad, continuó hablando. —Señorita Ania, a Xenix le complace informarle que la señorita Weasley se encuentra en su despacho analizando algunas cifras. Permita a Xenix guiarla a usted y a su pequeño amigo hacia la oficina. ¿O la señorita prefiere ir por su propia cuenta? Xenix puede preparar un poco de té, y alguna golosina que a la señorita le apetezca. —Respondió mientras asentía frenéticamente con la cabeza. Esperó la respuesta de la muchacha con serenidad.

 

Kassandra S. Weasley B.L.

 

Seraphine había estado toda la mañana encerrada en su despacho. Odiaba hacer papeleo, pero era la única a cargo del negocio desde que sus dos socias no se habían presentado desde hace algunos meses. Le preocupaba que la situación del refugio decayera, por lo que ella misma había decidido comprobar los papeles y la situación del mismo, a pesar del poco gusto que tenía por esos menesteres.

 

Escuchó que la puerta principal del local se abría, señal que un nuevo huésped había ingresado. Esperó que Xenix atendiera al forastero, los elfos del local siempre habían sido muy eficientes y simpáticos, y jamás había tenido quejas de ninguno. Al final dejó de estar atenta a los sonidos de fuera, y con un resoplido de frustración, continuó con el análisis de los documentos.

[Ania Evans Weasley]

-Genial!, entonces vayamos junto a ella Xenix, guíanos por favor-pedí al elfo que nos guiara ya que no conocía bien los espacios del lugar,miré a Emi con una sonrisa indicándole que siguiera al elfo y él asintió y así lo hizo mientras yo iba detrás de él, era gracioso su caminar, caminaba rápidamente para mantenerse cerca de Xenix, reí un poco y llegamos hasta la puerta del despacho de mi mami.

 

-Abu!-exclamó Emi cuando Xenix abrió la puerta, yo me eché a reír cuando imagine a mi madre sintiéndose vieja, luego agradecí al elfo y entré detrás de Emi.