Sakato Shoji

vi la espada que Arya pateo en mi dirección, si alguien enserio venia a pelear no me serviría de nada, de un salto me levante y saque la varita que llevaba amarrada bajo el brazo, luego desenvainé mi propia espada, que no se había separado de mi cintura y me coloqué cerca de Arya. podía sentir una presencia demoníaca acercándose en pie de combate, pero después de un segundo instintivamente volví a envainar la espada. "es la misma presencia de tu madre, no creo que necesitemos ponernos en guardia" le dije a Arya mientras volvía a poner la varita en su puesto bajo mi manga, deje a Arya sola mientras me sentaba y tomaba un largo trago de un vaso que la elfa me estaba ofreciendo, el agua estaba fresca, me quede mirando tranquilamente mientras la Madre de Arya llegaba con varias personas a su espalda con las varitas levantadas. "quizá esto se ponga interesante" le dije divertido a la elfina que miraba aterrorizada a los magos que llegaban

su abrazo me tomó por sorpresa, aun no me había acostumbrado al tacto de las personas, decidí no pensar mucho en ello, no quería que las cosas se volvieran incomodas para ella, flote un momento sin cuidarme de la corriente, pensando en como aliviar un poco el ambiente, ella se había alejado y no me miraba en ese momento. entonces se me ocurrió una pequeña broma para aliviar la tensión, me acerque silenciosamente por detrás, hasta que estuve a la distancia correcta, y con un movimiento fuerte de brazos le salpiqué una buena cantidad de agua sobre la cabeza, y luego me alejé riendo y nadando de espalda y mirándola salpicar un poco de agua en mi dirección. mientras flotaba bajando por la corriente miré al cielo, a lo lejos unas nubes negras se estaban juntando para una de aquellas tradiciones inglesas que yo adoraba, iba a llover por todo el día. "hasta ahí nos llego el sol" le dije y cuando ella se volvió señale la gran masa de nubes grises, me pareció ver un poco de tristeza en su mirada "¿porque no hacemos una promesa?" le dije mientras me acercaba, tome su mano bajo el agua "cuando podamos vengamos aquí, es un gran placer estar contigo, aunque con este clima ingles las oportunidades de nadar sean pocas" luego nade hasta la orilla. las nubes ya empezaban a tapar el sol cuando salí del agua y me puse mi túnica. @

seguía intentando estocar con esa cimitarra, error de novatos, necesitabas ser un maestro con la cimitarra para poder dar una estocada decente, y aun así esta no tenia la potencia ni el alcance que tendría una ropera, por un momento imagine a Arya sosteniendo una ropera y atacándome con ella, me hubiera pasado al menos un palmo de acero con los golpes que ya había lanzado. pero por ahora estaba haciendo los movimientos correctos con el arma equivocada, ¿se daría cuenta? o quizá era coincidencia, seria bueno averiguarlo después. la deje seguir atacando, haciendo que mantuviera la guardia alta, cansando su brazo, si bien manejaba la espada bien con ambas manos, no parecía estar acostumbrada a hacer tanta fuerza continua con la izquierda, una falla en su entrenamiento, pensé mientras esquivaba suavemente un par de tajos que silbaron por el aire. por un rato siguió la danza, derecha, izquierda, tajo, tajo, estocada, tajo, un paso atrás. un ligero temblor en su hombro me dijo que era el momento, detuve su tajo con mi espada el tiempo suficiente para darle una patada a su brazo, como esperaba, la cimitarra callo al suelo, su hombro estaba muy cansado, y el golpe le impediría mover bien el brazo por un rato. "creo que lo mejor sera que nos tomemos un descanso" le dije recogiendo la cimitarra y viendo como se agarraba el brazo "con suerte no se te formara un cardenal y podremos practicar mas en 20 minutos" me di cuenta que tenia la garganta seca "¿donde crees que pueda encontrar algo frió de beber?"

"deberías concentrarte niña" le dije lanzando otro par de estocadas que no iban a ningún lado, no había perdido su velocidad, eso me agradó, pero no era como si la fuera a dejar vencerme tan fácil. le lance otro par de estocadas fáciles, pronto seria el momento justo. dos pasos a la derecha, uno a la izquierda, tajo, estocada, tajo, defensa. y entonces sucedió, ella lanzo una poderosa estocada con la cimitarra dejando abierta su guardia, no pude evitar sonreír mientras daba un golpe certero al mango de su arma y esta salia volando por el aire. "la cimitarra es muy curva para estocar tan descuidadamente Arya" le dije mientras recogía su arma "trata de no usarla para estocar y concéntrate en los cortes, si estocas hazlo como si cortaras en reversa, en un movimiento circular" le mostré el movimiento. le lancé su arma y ella la atrapo, se puso en guardia nuevamente. "¡de nuevo!" grite cargando contra ella con un tajo a dos manos.

el agua estaba helada y relajaba cada poro de mi cuerpo, aun así el color subió a mi rostro al notar que ella se quitaba el vestido, decidí mirar hacia otro lado, concentrándome en algunas briznas de hierva hasta que escuche el ruido de ella entrando en el agua, no se porque, pero esto me relajo, y cuando ella salio del agua sonriendo no pude evitar reír yo también, incluso cuando sentí su tacto en mis cicatrices no me sentí incomodo. "yo ya estoy dañado", pensé por un momento mientras me hundía para sentir el agua helada en mi rostro. nade un rato a su lado y por un momento mis ojos se perdieron en su dorada cabellera flotando, arrastrada por la suave corriente parecía formar un mar de oro pudo donde suaves olas viajaban de un lado a otro. luego me dedique a flotar un poco, en mas de una ocasión pude sentir el suave tacto de su cuerpo junto al mio, pero el agua helada me mantenía completamente relajado, la mire nuevamente y su rostro se me antojo incluso mas bello cuando los reflejos del sol e el agua resaltaba sus facciones. "no puedo creer que no vengan mas seguido a bañarse en este rió" le dije entre risas mientras lanzaba un poco de agua en su dirección "incluso a esta hora el agua es deliciosa" nade un poco , dejando que el agua helada refrescara la piel de mi espalda, usualmente mucho mas caliente de lo normal, en cierta forma el fuego aun quemaba dentro de mi, cerré los ojos, la sensación del agua helada era maravillosa, y me hacia olvidar todo el dolor que hubiera tenido antes. "¿que otras maravillas esconde este castillo?" le dije mirando los brillantes ámbares de su rostro "es el sitio mas increíble que vi nunca" me acerque un poco y le sonreí "aunque quizá he conocido la mayor de las maravillas desde que la puerta se abrió" @

"¿cimitarra eh?" le dije sonriendo cuando estuvimos fuera, "te sienta la elección" mire la hoja que había escogido, mas larga que mi espada usual y mas pesada, aun así no seria mucha la dificultad de usarla, hacia ya bastante que no tenia un duelo propiamente dicho, y en un circo entre todos los posibles lugares. aun así este parecía ser un lugar especial para la pequeña Arya, y no seria correcto pensar menos de un duelo por el escenario. cuantas veces no fue mi campo de batalla el callejón y mis armas solo mis manos, a comparación de eso este sitio parecía un palacio para combate. caminamos hasta encontrar un sitio lo suficientemente abierto y despoblado para poder practicar sin ser molestados. nos paramos a una buena distancia y le sonreí desde donde estaba "así que quieres olvidar, pequeña niña" me puse en guardia sacando la espada de entrenamiento de su saya y arrojando esta a un lado para que no estorbara "no creo que sea bueno que desvíes tu mente del combate, sabes que no tengo piedad" respiré hondo, la sonrisa en mi boca ahora mostraba los dientes y dejé que mi aura llenara el espacio, dejé fluir la intención asesina frente a mi y mire a Arya ya no como la niña que era, ahora era el enemigo "arroja tu miedo, ¡y enfréntate a mi!" y gritando estas palabras me abalancé sobre ella con un tajo sin darle tiempo a nada mas.

este lugar olía a recuerdos, no necesitaba estar con Arya para darme cuenta que muchas personas guardaban aquí sus memorias, tanto de días felices como de días aciagos. la gran carpa parecía nueva, pero el tiempo tiene su forma de marcar en los objetos, incluso aunque se renueven el tiempo siempre se nota. deje que Arya me arrastrara por el circo, creo que era mas emocionante para ella volver a este lugar de memorias que lo que era para mi conocer un lugar nuevo, ya en su carromato me la imagine con todos los vestidos que había allí, incluso sonreí un poco cuando vi el colorido traje de payaso y me imagine a la regia Perenela dando brincos en un traje de lunares. vi la colección de espadas de su padre, "¿armas'" pensé mirándolas, quizá se utilizaran como tal, pero existe una diferencia entre una espada y un hierro afilado. aun así estas parecían de buena calidad, mire cada una, incluso levante algunas para sopesarlas en la mano. tras un par de minutos revisando tome una de las Katanas, el tiempo ya había desafilado lo suficiente la hoja para que fuera seguro practicar con ella. luego mire a Arya y sonriendo le dije "¿con que arma crees que puedes vencerme?"

logré ver en sus ojos un poco de preocupación cuando menciono a los parasitarios, pero siguió sonriendo así que decidí no presión ar mas el tema, después de todo, no había nada que yo pudiera hacer por ella ahora. "¿la mansión donde vivo?" dije mirando a su madre "claro, si tienes algo en que anotar con mucho gusto" me acercaron un pedazo de pergamino y una pluma con tinta, escribí lo mejor que pude "Haughton" y se lo entregue a la señora Sagitas con una sonrisa "cualquier cosa que necesite quedo a su disposición" le sonreí una ves mas antes de salir de la tienda tras Arya

logré ver en sus ojos un poco de preocupación cuando menciono a los parasitarios, pero siguió sonriendo así que decidí no presión ar mas el tema, después de todo, no había nada que yo pudiera hacer por ella ahora. "¿la mansión donde vivo?" dije mirando a su madre "claro, si tienes algo en que anotar con mucho gusto" me acercaron un pedazo de pergamino y una pluma con tinta, escribí lo mejor que pude "Haughton" y se lo entregue a la señora Sagitas con una sonrisa "cualquier cosa que necesite quedo a su disposición" le sonreí una ves mas antes de salir de la tienda tras Arya

me quedé mirando al río por un rato, el sol ya despuntaba y el agua se me antojaba deliciosa, ¿pero sería correcto? ella seguía allí sentada en la hierba, el brillo del sol hacia refulgir su cabello con cada movimiento que hacia, sentí mi pesada túnica negra, bajo ella solo llevaba el amplio pantalón blanco, no tenia puesta una camisa, me molestaba un poco. la vi nuevamente, el vestido azul me recordó por un momento las olas del mar, ella era tan bella, y aun no tenia idea de los recuerdos que cargaba yo, no solo en mi mente sino en mi cuerpo. "cuando murieron mis padres" le dije con la vista clavada en el río "el fuego de la casa casi consume mi cuerpo" me empece a desabrochar la túnica hasta que quedo completamente abierta en el frente "y desde entonces cargo con ese recuerdo, aunque no solo esta en mi mente" sonreí y me quite la túnica, dejándola caer a mis espaldas. el sol brillo sobre la gran cicatriz de quemadura de mi espalda, un área roja que cubría la mayor parte de mi espalda y en algunos puntos incluso se extendía hasta mi estomago y mi pecho, como una gran araña que hubiera quedado incrustada bajo mi piel. "tarde o temprano supongo que tendría que mostrarte" le dije sonriendo al ver su rostro un poco conmocionado al ver la marca de mi espalda "porto esta cicatriz con orgullo, gracias a ella nunca puedo olvidar mi objetivo" luego miré el río, no debería darle mucha importancia, después de todo no era para tanto. "y tienes razón, ¡el agua se ve deliciosa!" sin darle tiempo a decir nada tome carrera y me arroje en el helada agua del río, era muy fría, pero por alguna razón se sentía genial, me quede flotando esperando a que ella se uniera a mi en el agua. @

en realidad no me molesto que confundiera mi nombre, en Alemania nadie podía decirlo tampoco, así que estaba acostumbrado, "¿entrenar espada eh?" dije para mi mismo. La mire de arriba a abajo mientras le hablaba a su madre "no he tenido un buen reto en algún tiempo, veremos si has mejorado en algo" le dije cuando me presto atención, tome los libros y los puse bajo un brazo y e ajuste la corta espada en el cinturón de la túnica, "aunque debo admitir que hace mucho que no practico contra alguien bueno" mire a su madre, ya ocupada con la otra cliente de la librería, y aproveche un momento en el que me miro para hacer una leve reverencia a manera de despedida. "no conozco todavía muy bien Diagon, así que por ahora te sigo" le dije a Arya mientras me alistaba para salir. "¿hay un circo en el callejón?" me pregunte mientras avanzábamos hacia la puerta.

hola, me gustaría afiliarme al restaurante, me encanta la cocina asiática y por un tiempo trabaje ne un restaurante de comida thai (en el mundo real soy graduado de cocina) en el rol mi personaje es japones así que quedaría bien en el negocio dejo mis datos: Ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/index.php/user/119392-sakato-shoji/ bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/106375-boveda-de-sakato-shoji/ gracias

"una mujer excepcional, sin ninguna duda" pensé mientras caminábamos juntos, ¿habría logrado ver las lagrimas de mis ojos cuando me miro de reojo? seguramente no lo vio, siempre supe ocultar mis emociones. "¿seguir a mi lado?" pensé, nada me haría mas feliz e el mundo, pero ¿podría arrastrarla a ella a esto? aun no sabia ni contra que fuerza me enfrentaba, solo tenia pistas sueltas y por lo que sabia mi búsqueda podría tardar años, pero ver su dorada cabellera de espaldas a mi me daba cierta sensación de fuerza, como si a su lado no importara contra que me enfrentara, yo podría vencer. estaba en estas cavilaciones cuando llegamos al río, "tomar un baño" pensé cuando ella me lo sugirió de forma divertida, me alegraba que recuperara su buen humor, se veía mas hermosa con una sonrisa. me separe suavemente de sus manos y me acerque al agua, puse mi mano en ella "helada, perfecto" junto al rió note un pequeño claro entre los arboles con bastantes piedras, "parece un sitio perfecto para eso" "es un lugar maravilloso Frau Agatha" dije levantándome y mirando en los bellos ámbares de su rostro, "háblame de este río y de los encantamientos que lo custodian" luego pensé un momento "aunque si hay algo que no debas contarme, como matriarca, no hay ningún problema" me acerque a ella, la niebla de la mañana ya se había disipado casi por completo y ahora la luz del sol hacia brillar aun mas su dorada cabellera, no me atreví a tocarla, por miedo a que mi alma nuevamente flaqueara, así que me limité a sonreír mientras la miraba "solo estar aquí contigo ya ha alegrado infinitamente mi vida" @

la dulce sensación de sus labios sobre los míos me tomo por sorpresa, el calor de su cuerpo presionado contra el mi y el dulce aroma de su cabello inundaron mis sentidos, el mundo a mi alrededor se apago, mis ojos se cerraron y por un eterno momento solo existía ella, en ella se condensaba todo mi universo, y todo a mi alrededor desapareció. por lo queme pareció una eternidad me perdí en lo mas profundo de mi mente, por un momento creí estar loco, loco de felicidad, y entonces lo escuche, al principio como un rumor, y luego cada vez mas fuerte, gritando hasta ensordecerme, cada momento mas fuerte hasta que se volvió insoportable ¡FUEGO Y ACERO! volví al mundo real cuando nuestros labios se separaron, aun estaba en mis brazos, aun estaba muy cerca de ella, pero mi mente estaba lejos, lejos del bosque, lejos de ella y lejos de mi mismo cuerpo, mi mente voló hacia una pila de cenizas que se habían apagado hace mucho, pero que seguían echando humo. la humilde casa donde habíamos vivido hacia tantos años, ahora no quedaba nada, solo una mancha quemada en el piso. suavemente me separe de ella, como si temiera hacerle daño, solo el perder su suave tacto destrozaba mi alma, pero los gritos ensordecedores de aquella noche ya lo hacían desde hacia mucho tiempo, el dolor me había mantenido vivo hasta el día de hoy, el dolor me mantendría vivo lo que hiciera falta. "no puedo" susurre mirando hacia los brillantes ámbares de sus ojos "mi corazón no es mio para dártelo, no puedo seguir adelante si tomas lo único que queda de mi" di un paso adelante, pero no me atreví a volver a tocarla, sabia que si volvía a poner mi mano en su dorado cabello mi alma se desgarraría "aun no puedo olvidar el fuego y el acero, mientras aquellos a quienes busco aun estén vivos no podre descansar" me quede perdido un momento en sus ojos, una sonrisa triste se asomo en mi rostro, "lo siento" dije sin bajar la mirada, @

pude leer la tristeza en sus ojos mientras nos dirigíamos hacia el bosque, causarle siquiera un asomo de tristeza a la hermosa dama que no solo me había acogido en su hogar, sino que me había tratado con un respeto y dignidad jamas pensados para alguien de mi humilde origen. camine junto a ella en silencio, la sola idea de causar la mas mínima amargura en su corazón me causaba un gran dolor, pero había hecho promesas a las cenizas de mi hogar "nunca descansaré, nunca me rendiré, nunca dejaré que los espejismos del mundo me engañen, viviré hasta el día en que mis enemigos hallan muerto" dije estas palabras sin mirarla, pero sostuve su mano mientras las recitaba, seguimos caminando por entre los arboles, era casi como si se hicieran a un lado para dejarnos pasar, sobre nuestras cabezas la bóveda formada por los arboles mantenía los rayos del sol, cada vez mas potentes, alejados, haciendo de nuestro paseo muy agradable. sentí que ella no comprendió mis palabras, así que decidí explicarle "el día que quemaron mi casa, cuando tenia 14 años, no solo perdí a mis padres, también descubrí que hay alguien mas viviendo dentro de mi, ¿o quizá el y yo somos una misma persona?" vi la confusión en sus ojos, "el toma control de mi cuerpo cuando estoy cerca a la muerte, y susurra en mi oído, así es como supe que eras un demonio" su mirada de confusión continuaba en su rostro, así que decidí dejar de explicar "el punto es, el me salvo esa noche, fue la primera ves que lo vi fuera de mi cabeza, y junto a el juramos cazar a los que nos habían robado todo" Le sostuve la mano y la traje frente a mi y clave mis ojos en los brillantes ámbares de su rostro, acaricie nuevamente su rostro, "hasta ese día mi corazón no me pertenece, pero quiero que sepas esto, no importa por que camino me lleve mi venganza, yo siempre estaré de tu lado" la acerque un poco mas y tome un mechón de su cabello, por un momento mis ojos se perdieron en el brillo que reflejaba con la luz que se filtraba por las ramas de los arboles "debo decirte que me has embrujado en cuerpo y alma, y moriré el día que deje de ver tus ojos, el día en que no pueda estar cerca de la bella cascada de oro que es tu cabello" subí su mano a mis labios y presioné suavemente sobre sus nudillos "a ti te pertenecerá mi corazón, cuando mi corazón sea libre" di un paso hacia atrás sin soltar su mano, y me quede perdido en los brillantes ámbares de sus ojos @Agatha M. Gryffindor