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Cornelius Wind Haugthon

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Cornelius Wind Haugthon ganó por última vez el día 10 Mayo 2013

¡Cornelius Wind Haugthon tenía el contenido más querido!

Acerca de Cornelius Wind Haugthon

  • Cumpleaños 7 Junio

Ficha de Personaje

  • Bando
    Neutral
  • Trabajo
    0
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Conocimientos
    Primeros auxilios
    Pociones
    Artes Oscura
    Defensa Contra las Artes Oscuras (Conocimiento Adquirido)
  • Medallas
    0

Profile Information

  • Género
    Male

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Reputación

  1. No esto de acuerdo con el pago del departamento ya que he dejado algunos post, donde segun entiendo es la forma que se trabaja ahora y admito que no soy quien para decir que tanto fue mi actividad, pero no se t1 lo veo como si fuera nula la actividad, quizas me equivoque y antes de nada es solo información si acaso tienen un escalafon por post de cada rango que se ve de actividad, ya que ello me gustaria saber. De antemano gracias, y si es posible en la boveda de la radio, que vi que han pagado hasta junio, sea que pueden colocar que se encuentra cerrada o cobrar hasta el mes de agosto. XD Creo que es hata alli o donde vos consideren.
  2. @@Mynerva de Weasley no es por ello, eso me da igual, solo me daba curiosidad, el moetivo, como lo notifique en aquel post que me dijiste que avisara el cierre es por el poco interes del mismo por los usuarios, hasta la fecha solo se han matenido activos 2 aparte de mi persona, a pesar que lo pueda seguir manteniendo de esa forma, la idea es que participaran los usurios con un poco más de interes, sino siplemente creo un rol privado en el bosque y rolee alli, me parece más grato ver como crece por el interes de mucho y si me llegara ausentar, eso significaria una perdida, por lo que creo es mejor cerrarlo.
  3. Gracias de antemano, por constante meditaciones y la evolución de posteadores creo que la nulidad de interés es obvia, por lo que considero que es mejor cerrarlo, y pido disculpa si he sido desconsiderado en los pasados días, y bueno creo que eso es todo, hacedlo cuando puedan. Gracias y saludos. Nombre del Negocio: La Radio Link a la Bóveda del Negocio: Bóveda Trámite a Realizar: Clausura. Xd Señal de emisión cancelada. XD (no lo pude evitar)
  4. Vengo a reclamar las migas de la Radio, que veo que no aumenta su capital mes a mes, es posible que ande muy apurados pero he visto otros negocios que estan más al día, me preguntaba como iban las finasas de la misma, ya que tengo planes de acuerdo y estoy algo interesado y más porque considero que ello me sirba para subir de rango social algun día.
  5. -Dumbledore.- Acoto la entrevistadora. -¿Qué nos puede decir de su hijo?- En ello le clava la mirada y con una vela pluma camina lado a lado de él. -Yo no tengo hijo, este ha muerto al nacer.- Agrego el gran y prestigioso director, miembro del título de la Orden de Merlín en su única clase. –Los reportes de su adopción son una cruel mentira, es más el día de mañana será su funeral.- En eso baja la mirada y se le ve caer una lagrima en su mejilla izquierda, es allí cuando el fotógrafo le toma la foto y el reportero le consuela. Al marcharse el reporte una idea pasaba por la mente del Dumbledore y era ir a donde la madre de su hijo, por ello se desvanece y aparece en los límites del castillo Lestrange. Allí se encontraba la mujer con el niño en brazos y con el rostro llorando. –Fue tu culpa y de la Orden del Fénix, si no fuera por ese ataque él se encontrara con vida.- Le reprocha y le clava una mirada fulminante. -Era necesario y la perdida fue algo que no estaba en aquellos planes.- Le respondió, notándose en su rostro caer varias lágrimas. –No, nada lo justificara.- Le reprocha la mujer, mientras que se comienza arrodillar, tomando al bebe en su pecho y acariciándole el rostro. –Jamás te lo perdonare.- Le grita al Dumbledore con mucho dolor. –Creo que este será nuestro fin, deja que sus restos descansen en paz.- Le dice con cariño y con un nudo en la garganta el mago. -Yo he muerto con él, yo me encargare de él.- Le responde cerrando los parpados, y una dulce niña comienza a llegar, en su tierna mirada ve al Dumbledore. -¿Quién eres?- Le cuestiona, pasando su mirada a su madre y al desconocido. –Vete, márchate.- Grita con desperro la Lestrange y al escuchar esas palabras, la infante comienza a gritar pidiendo auxilio, pues pensaba que era un intruso que le estaba haciendo daño a su progenitora. El mago le lanza una mirada a su hijo y se marcha a rumbos desconocidos. El llamado de auxilio fue respondido por los Mortífagos que se encontraban merodeando y protegiendo el castillo, pero a su llegada a donde se encontraban, la niña corre a los brazos de su madre, mirando con temor aquellos seres tenebrosos, pero la mujer solo tenía mirada para su infante, aquel que apenas había nacido. En ese tiempo, si tenía algunos meses de vida era mucho, y todo parecía indicar que todo para él había finalizado antes de comenzar. -Ustedes pueden regresarle a la vida.- Grito la mujer, y los Mortífagos solo se quedaron observando la escena, pues ellos no eran capaz de algo parecido y nadie en el mundo podía hacerlo, al menos no en este plano terrenal y solo pensarlo sería ir contra las reglas de la magia, ir contra la naturaleza del orden natural. –No importa el precio…- Las palabras de la mujer, era imposible de resolver. El tiempo se comenzó a detener, y cada respiro que parecía un segundo era ahora una eternidad. -¿Qué sucede?- Indago la mujer, y nota como todo se encontraba paralizado, es allí cuando observa a una sombría figura con alas negras y cabello de una tonalidad difícil describir. -¿Quién eres?- Se acerca lentamente, dejando atrás a la niña que antes se había acobijado a ella. -¿Qué precio serias capaz de pagar?- Le cuestiona y ella queda helada, aquella voz era dulce, agradable y penetrante. -Lo que sea…- Este comenzó a desprender una hebra de su cabellera y se lo entregó a la dama, a cada segundo que lo sostenía le ardía en la mano. La figura comenzó a volar y el tiempo regreso, ella aún seguía en su lugar, pero en su mano aun portaba la hebra. Esta comenzó a verse traslucida y anhelaba estar el cuerpo del infante. -¿Qué quieres decir con lo que sea?- Le cuestionan los Mortífagos, y observan la aparición de aquel objeto misterio en las manos de la mujer. -Nada…- La niña le llama la atención aquello que brillaba, y por curiosidad le toca y hace que se desprenda, al rosarlo con la mano, la menor cae un profundo sueño y todo parecía indicar que ese era el precio que esa creatura se refería, sin embargo la niña despierta con un brillo extraño en su mirada. –Somos muchos.- Añade y baja la mirada, en ello se percata en su voz algo diferente, ya no era inocente su voz o dulce, ni mucho menos provenía de una niña, esta voz parecía ser de una legión de hombres y mujeres. -¿Qué significa esto?- Ante esa voz, su niño comienza a verse cada vez más putrefacto y la mujer hace que se caiga al suelo, la niña al contario va para que no se haga daño alguno, tomándole en sus brazos y mirando a la mujer con cara de pocos amigos, mientras que pasaba su lengua por la boca y su cuerpo comienza a levitar. -¿Acaso no recuerdas nuestro trato?- Le cuestiona y los Mortífagos ahora comienzan apuntar a la niña con sus varitas. -Pero…- Es lo que ella puede responder, en eso la niña al extender el brazo hace que una fuerte brisa lance a los magos tenebrosos de ese lugar, haciendo que caigan un profundo sueño y pensaron que todo lo vivido era producto de una pesadilla. Aquel poder no podía provenir de esa niña, era incluso más fuerte que cualquier encantamiento hasta ahora descubierto. -¿Quién eres?- Le cuestiona, mientras ve con curiosidad lo que pasaba. -No temas, si haces lo que te decimos.- Baja la mirada. –Él vivirá y esta niña será liberada de nuestro poder, donde todo rastro de oscuridad de ella no existirá.- Comenzó a caminar. –Dumbledore tenía razón, este bebe debe ser enterrado y alma debe descansar en paz.- Mira con frialdad a la mujer. –Y luego de algunos años, iras a desenterrar y profanar su tumba, y dejaras al niño en un orfanato.- La mujer con el rostro en lágrimas ni pudo hablar, en eso asienta con la cabeza y nota como su hija cae en el suelo, va corriendo a donde ella y nota como ella se encontraba temblando, dejando al bebe en el suelo, va al castillo y cuando regresa nota como el Dumbledore había regresado sosteniendo al bebe en los brazos. – ¿Por qué?- Le cuestiona, pero ella no dice nada, solo se marcha a su castillo. Al regresar, nota que su hija cae un profundo sueño, y no la logra despertar. La aflicción de la Lestrange se estremece del dolor y en cada uno de sus pensamientos desea la muerte de cada miembro de la Orden del Fénix, apenas si derrama lágrimas y un grito que alerta a su madre, quien acude a consolarla. El deseo y anhelo parece borrarse, destruyendo a cada segundo el corazón de la mujer, cayendo a un abismo de la oscuridad. El Funeral Un señor mayor de baja estatura era rodeado por varios magos de atuendo oscuro, en el rostro de algunos se notaba lagrimas caer y alanzando sus varitas dejaban salir sus Expeto Patronum ante la oscura noche. Dumbledore tomo la palabra y expreso con un nudo en la garganta. ­–La oscuridad es la ausencia de la luz.- Y en ese momento comienza a llover, cayendo a penas una leve llovizna suave. –El dolor que hoy sentimos no se puede volver a repetir, por ello os invito a que junten su varita y luchemos…- Hizo pausa. -No lo pronuncies.- Grito uno de los presentes, pero a este no le importo. –contra Lord Voldemort.- Y es allí que en el cielo caer haz de luz oscuro, que pronto comenzaron a destruir algunas lapidas, haciendo que los pedazos volaran por todas partes e incluso algunos de los presentes comenzaban a desaparecer. –No tenga miedo, que la luz va prevalecer.- Sentencio desvainando su varita. -Debes ser un i******…- Exclamo una Mortífaga que rápidamente desarmo al Dumbledore y lo coloco de cabeza. -¿Quién te dio el derecho en pronunciar su nombre?- En eso se da cuenta de la tumba, y escupe en ella. ­–Alto Malfoy.- Le sentencia el señor mayor, pero en su cuerpo comenzaba a producirse algunos cambios. –No permitiré que lo lastime.- Adquiriendo aquella persona, la apariencia de un hombre un poco menor que el Dumbledore. La Malfoy conjura la marca tenebrosa y hace que aparezcan sus camaradas, en poco tiempo se ve repleto el cementerio por hordas de magos tenebrosos. –Esta será tu muerte, incluso Dumbledore cayó ante nosotros.- Se burló, en eso siente como alguien la golpeaba en el rostro y cae al suelo bruscamente. Al recuperar la conciencia, nota algunos miembros de la Orden del Fénix aparecer. –Es imposible, ellos habían desaparecido.- Añadió la Malfoy. La batalla fue abismal, pues iban y venían rayos, incluso algunos magos tenebrosos comenzaban a usar a los muertos a su favor y estos luchaban contra las estatuas que comenzaban a cobrar vida, fuego caí del cielo asustando a los muggles que este era el apocalipsis, pues justamente pasaban por el fin del año. Al final, hubo perdida de parte y parte, resultando ganador el lado oscuro, aunque el Dumbledore logro escapar, al igual que aquel joven, que era quien lideraba la guerra desde la muerte de Albus. Tras la caída de Lord Voldemort -Los Black nos encontramos presentes.- Comentaron algunos magos, de igual forman iban agregando apellidos tras apellido, hasta llegar la oportunidad de los Lestrange, que fueron antecedidos por los Malfoy. –Bien, bien…- Exclamo uno de los tres que dirigían la reunión de magos y brujas, clavando la mirada en los presentes, y haciendo aparecer el cuerpo de la profesora de la universidad que se dedicaba a dar la clase de estudios muggles. -Es hora hacer valer la marca que hace en sus brazos.- Expuso la mujer, quien era parte de los tres que dirigía. –No sienta que deben jurar lealtad a nosotros, ya son ustedes los que juraran lealtad al ideal que comenzó el Señor Tenebroso.- Ante esas palabras fue aplaudida, pero ella en tono secante se mofo con una carcajada, haciendo callar a los presentes. –Pero antes de comenzar, debemos presentarla a nuestra invitada, aunque para muchos le será conocida la profesora de estudios muggles.- Hace pausa. ­–Quien dice que debemos ser iguales- Bajando sus rostros. –Y debemos protegerlos ante los ataques de los demonios, vampiros y licántropos.- -Esto debe ser falsa.- Se comenzó a escuchar dentro la multitud, eso hizo que la mirada del líder que no había hablado se clavara en cada uno de los invitados. –No le crean, ellos no son quienes dicen ser…- Fue allí que la nota, era una mujer la que alardeaba esas palabras, y ante un leve movimiento de varita el cuerpo de la profesora comenzó a moverse. –Es una trama de la Orden del Fénix, para revelarse.- Los adeptos del pasado comenzaban a desconfiar, pues tenían cierto temor de ser capturados por aquella fuerza que crecía a cada segundo y más si el ministerio le daba su respalda, desde que el Potter pertenecía al ministerio. –Potter Black.- Se escucha la voz imponente del líder. -¿Cómo osaste a venir?- Le apunta con su varita al pecho de la misma. –¿Acaso no eres tu quien lideras a ese grupo?- Los otros dos líderes le apuntan sin vacilar. –Malfoy, no vas hacer que eso ocurra nuevamente.- Le sentencia, mientras que ella desvaina su varita, junta a ella se encontraba una de los lideres tenebrosos. –Cariño, no pudiste aguardarte.- Le toma de la mano. -Esto es insólito, y me osas traicionar…- Le clava la mirada, notando como aquel otro líder se encontraba en shock, en ello toma la palabra el Black. –Deben morir, han traicionado los ideales que deseamos fundar.- En eso la mirada de todos se clava en los unos a los otros, algunos apoyaron al Malfoy otros a la Potter Black. Al caer el cuerpo de la profesora, impactado en el suelo y muriendo al instante, fue el comienzo de la guerra. La Potter Black con su amante se marcharon a los confines de la tierra, y crearon allí un sitio de resguardo, conocido como el Cuartel. Lo mismo sucedió con el Malfoy, quien había fundado la Fortaleza Negra, un sitio tan temible que ningún mago se pensaba en pasar por ella, es más a lo largo de los años se hizo como una leyenda su existencia. La Triada que lideraba fue renovada, y poco a poco los años indicaban que no iba a ser la única espía que hubiera penetrado el territorio de la oscuridad. Aunque el Ministerio comenzó a desconfiar de la aparecida Orden del Fénix, manteniendo a la misma como un grupo vandálico que actuaba como los recién nombrados Mortífagos. Fue curioso como antiguos miembros del bando defensor de la luz se uniera a la Marca Tenebrosa, y uno de ellos fue el Dumbledore. Ante la impiedad de sus líderes, tuvo que cometer sin fin de crímenes para ingresar, pero él ahora era un demonio. -Se comenta que los Dumbledore le son leales a la orden del Fénix.- Indaga la Líder Mortífaga, en el juicio que se lleva a los miembros que existían sospecha de su lealtad. –Incluso, se dice que ellos son partidarios de esconder a los miembros de la misma, a la hora que nuestros Ángel Caídos van a recolectar sus partidarios.- El Dumbledore respondió con gran astucia, y daba prueba de su lealtad. La discusión hizo que algunos miembros crearan desconfianza en este y comenzaron a sospechar, más que este siempre visitaba en el aniversario de la muerte a su hijo a la tumba. Al caer la noche, le llegan las pruebas necesarias y hacen un nuevo juicio, pero este no se presenta, por lo cual dan caza al mismo. El Despertar La Lestrange quien era adepta a los ideales de su familia fue a realizar la promesa que hace años había hecho aquella creatura, llevando la compañía de su hija, en la noche fue cuando perpetuado la profanación. La tumba de mármol comenzó abrirse lentamente, viéndose el cadáver putrefacto del infante, vistiendo una túnica blanca, en la inscripción de la lápida no había nombre, pues su padre no se lo había dado. -¿Qué hacemos?- Le pregunta a su madre con preocupación, quien comenzaba a sacar al infante de su tumba, tomándole de los brazos y mirando al cielo, este comenzaba a colocarse nublado, haciendo que todo rastro de luz desapareciera. ­–Déjalo descansar, él ya está muerto.- Haciéndole recapacitar, y lo vuelve a colocar en el pequeño ataúd. –Lo lamento.- Haciendo que de su rostro caigan algunas lágrimas. Amabas se abrazan, y se comienza a marchar, cuando el cielo se comienza despejar y una creatura comenzaba descender, esta era traslucida y con forma cambiante, la cual levemente va a donde se encontraba él bebe, al tocarle, el comienza a regenera todo tejido y órganos necesarios, y lanza de nuevo el llanto. -¿De dónde proviene ese llanto?- Indaga la Lestrange y corre a la tumba, allí le nota, aunque su cabellera ha cambiado y no le importo, ya que lo toma en brazos, y se lo entrega a su hija. –Llévalo al orfanato.- Sentencia con un nudo en la garganta. -Pero…- Es lo que logra a pronunciar, mientras intenta tranquilizar a su hermanito, en ello lentamente camina a su madre, notando como esta comenzaba a cambiar, ahora era ella un demonio, ese había sido el precio a pagar, el alma o eso suponía. –Márchate.- Le grita la Lestrange a su hija. Ella solo obedece con lágrimas en el rostro. Cuando se marcha llega el Dumbledore, y la mira algo indignado. -¿Dónde está?- Le apunta con su varita. –Él vive…- El mago no sabe que decir al respecto, ya que habían pasado años de su muerte y sabía que era imposible que alguien regresara de la muerte, a no ser que ello significara que no regresara de la misma forma que se fue. –No mientas, y dime que hiciste con su cuerpo.- La oscuridad había absorbido al mujer, y lo único que había hecho fue pronunciar e invocar la marca tenebrosa, para que ellos aniquilaran al Dumbledore, pues conocía que lo buscaban. Al comenzar a llegar los Mortífagos él se marchó a los Cuarteles, mientras que la Lestrange la Fortaleza negra, el camino que tomaría su hijo sería un misterio pues la influencia de ambos era nula, aunque algo hacía pensar que aquel infante no sería tan común como otros. No obstante, la hija no tuvo el valor dejar a su hermano en un orfanato y fue por ello que se marchó a la Mansión Malfoy. Ella dejo al niño en una canasta y luego, ella pidió ser adoptada días después que acogieran a su hermano, el secreto era algo que ningún mago o bruja conocía, incluso los padres del infante conocía únicamente que este vivía, sin embargo que seria. Aunque el precio pagado era el alma de los padres y del menor, pues como fue prometido la niña no fue poseída o convertida en su totalidad. El Nombre El más temible hombre era el patriarca de los Malfoy y por suplicas de una de sus hijas fue adoptado aquel recién nacido, pues veían en el mismo un cierto potencial a desarrollar e inculcar sus ideales. –Debería tener el nombre un gran mago…- Su hija le miro, y refuto. –Jamás tendrá tu nombre, ni mucho menos el de mis antepasados.- Entonces el Malfoy indago y pregunto con malicia. -¿Qué nombre le colocaras?- En eso le miro, y en su mente solo le vino un nombre. –Cornelius.- Aquel nombre no tenía relación con algún miembro o mucho menos con el legado familiar, pero si guardaba de su misterioso pasado. -¿Cornelius?- Indaga y su hija solo afirma con la cabeza. En ello aparece la hermana legitima de Cornelius, inocente de todo y con timidez pregunta -¿Quién es él?- La Malfoy le responde con ternura. –Él es Cornelius tu hermano, el menor de todos mis hijos.- Al menos hasta que este había llegado, ya que en el trascurso llegarían otros más. -¿Le puedo cargar?- El Malfoy le clava la mirada, indicando que no lo podía hacer. Pasaron algunas semanas y todo indicaba el retoño no sería el mismo, cada noche él no dejaba de llorar, solo con la presencia de su hermana se calmaba, que con el tiempo adquirió el nombre de Lucia. Esta cuido con dedicación a su hermanito, con mucha preocupación, hasta aquel día que se marcha y regresa a donde su madre. La Lestrange no recibió con agrado a la misma y la manda a vivir en Egipto. Pues en ese lugar, era donde había nacido ella y su hermano. La demonio su corazón quebrantado estaba, pues en los sueños inmortal parecen, a la soledad parece incrementar su maldad, a cada paso en el mundo, solo deslumbra oscuridad. A salvo se creyó, pero algo en ella le hacía marchar y una sed de sangre se creó. El Dumbledore se topó con la que fue alguna vez su esposa, ahora los amantes eran enemigos, luz y oscuridad, cayendo en espiral que florece un secreto que nadie jamás sabrá, ocultando lo que son en realidad, lo que antes fue bondad ahora es pura crueldad, aunque este heridos sus corazones, allí están en esa oscuridad, mirándose y recordando el pasado, allí al volverse a encontrar la guerra iniciaría. Ahora deberán vivir con una carga en su interior, donde los sueños de inmortal parecen. En cuanto a los Malfoy, abrasados e inmenso en secreto, se crio el demonio lejos de sus padres, que es reflejo de la maldad que se estaba por desatar, buscando una mentira por el nacimiento de un ser que poseía su sangre, fingieron un embarazo y al darle a la luz, le presentaron como suyo, ocultando así un misterioso pasado. El tiempo hizo que chiquillo creciera en lujos, dándose cuenta que no era igual a su madre, aunque ella le amara. Donde a salvo pensaba que estaba, aunque en la oscuridad no suele descansar, a donde haya luz siempre hay oscuridad, apoderándose en su soledad y su latidos llenos de dolor, por ser igual a los que creían que era su familia, borrando con todo esas ilusiones de ser alguien que no era. Ya muchas veces tubo que ocultar su realidad, hasta que decidió marcharse y crecer apartado de todos, fue allí que a la luz de la luna, sus sueños de bondad comenzaba a crecer y su destino comenzó a cambiar, a pasos lentos se dirigió al lago, allí observo a una creatura cambiante, notando como aquellos ojos le miraban con curiosidad, penetrando en su existencia y reconociendo en la misma la maldad. -Donde estoy…- Musito, al caminar y acercarse al lago, desprendiéndose de su camisa y sintiendo como algo emergía de su espalda. -¿Quién soy?- Cayendo en cuenta, de su existencia, y reconociendo que antes de nacer, ya se encontraba muerto, pues él estaba maldito sin saber el porqué del hecho. Lentamente se comenzó a elevarse, sintiendo el viento soplar contra su rostro, en su mirada de asombro le pudo guiar y con el tiempo sus manos pudieran tocar un mundo mejor, tal vez pudiera cambiar, dejando los miedos atrás. Pues era un ser oscuro buscando el futuro cambiar, en su interior en su corazón ardía la verdad, pues le convirtieron un eterno soñador de imposible, dormir pudiera sentir una paz interior, lo que por sueños le llamo y ante la luz de luna se quedaría quedar, cuando lo único desearía era volar a la libertad, pero si aferrara a sus sueños era posible quizás cambiar. Y aunque su vida se le mache de llanto, aun tendría la esperanza de cambiar. La creatura se transformó en un cuervo, pues le acompañaba a su lado, como al pensamiento al brillo de luna en esa noche, pues allí pudiera ser sincero de lo que era, pero sin saberlo el gran señor le encontró, ocultándose entre la sombras y distinguiendo lo que era aquel niño, pues nunca en su familia había sucedido algo como él. Era asombroso, verle tocar el agua con las puntas de sus yemas, al rosar este con la brisa, jugar entre las nubes, y descender como un águila en picada, dejándole alcanzar al siguiente las estrellas, ese poder que pudiera alcanzar. Al darse cuenta decidió dormirse en la grama, donde sus alas le arroparían, el Kelpie que le acompañaba solo tomo la forma de un lobo y le protegió como a su cría. En el resplandor de su mirada, se encontraba aquel infante, que viajaba a un mundo desconocido para muchos y donde pudiera por fin descansar, al adentrarse donde él solo podía ser igual a sus hermanos y su abuelo al fin le amara. En el silencio amaneció un nuevo día, las alas del joven habían desaparecido y en su espalda algunas heridas sangrantes se encontraban, la creatura que le acompaño se desapareció, pero aquel gran señor no, solo fue hasta donde este se encontraba y le miraba con ternura, lo tomo entre sus brazos y lo llevo a su hogar, pues aun en el silencio le protegía. Al llegar la madre, le tomo en brazo y lo llevo hasta su cama, curando con mucho cuidado las heridas, aunque ello le despertó. -Lo siento.- Fue lo que pronuncio, mientras le besaba la mejilla a su madre. Esta solo acaricio el rostro del niño, y fue hasta donde su padre, para que le explicara que significaban esas heridas, pero esto no respondió, solo guardo silencio de lo que era aquel chiquillo de grandes poderes, pues era alguien más que pudiera utilizar a sus fines. Desde esa noche, el cada vez se marcha al lago y espera encontrar a su amigo, sin embargo no vuelve a ver. Sumido en la tristeza y soledad, decide no volver a soñar despierto y comienza adentrarse en la biblioteca, rodeado de polvorientos y extraños libros, a cada uno le comienza a devorar y saber poco a poco aquel conocimiento que pudiera tener, un nuevo amor hacia un saber le comenzó a despertar, y allí le vio a su amigo, allí supo lo que aquella creatura era y que no era producto de un sueño, en ello se queda observando la ventana y nota un turpial, revoloteando. -¿Sera él?- Se acerca a la ventana y le abre, dejando entrar un poco de brisa, el ave simplemente se aleja, en ese momento pasa su abuelo y le regaña muy fuertemente, pues la brisa había desordenado algunos papeles, incluso llega golpearle como castigo. Ante esa acción le prohíben visitar la biblioteca, y estando aburrido se va a molestar a sus hermanos, algunos eran más jóvenes que él, aunque los mayores ya se encontraban estudiando. Al fin le llega su carta, una carta que ansiaba por mucho tiempo, pero aun así deseaba poder ingresar la casa que habían pertenecido su familia por mucho años, se va con su madre y sus hermanos a comprar las cosas que le fuera necesaria, allí compro a su águila y obtuvo su primera varita, la cual era gemela en núcleo con la de Morfin, aunque ello lo descubriría más tarde. Al abordar el expreso, se queda dormido hasta que la voz chillona de una chiquilla le despierta, esta era una Potter Black, según escucho, pero no le importo y se fue a otro vagón, allí se encontraba alguien de la casa de Ravenclaw, solitario y jugando con su varita, este sin pedir permiso entro y se puso a leer alguna noticia del profeta, en medio de los pasillos uno de sus hermanos mayores pronunciaba su nombre, pero esto no respondió. -Que insoportables son los Malfoy- Ante ese comentario Cornelius solo le quedo mirado de arriba abajo y noto de donde era aquel mago. De seguro un sangre sucia y procedente de la casa de los Tonks, quizás a lo mucho un Potter Black, al presentarse el Malfoy, ni lo tomo en cuenta, pues tenía cosas más importante que hacer, apenas si había escuchado su apellido. Cuando llegaron, un medio gigante llamaba a los de primero y tomando su equipaje se marchó, allí al final del Adén le esperaban sus hermanos, los que le hicieron bromas y le despeinaron un poco, dándole a entender que más le valía entrar en la casa que por años la familia había pertenecido. El trayecto a la escuela, fue como todos los años en los de primero, que deberían abordar una barca y cruzar el lago, por desgracia le había tocado en la compañía de dos Black. Al llegar, todos se dirigieron al gran salón acompañados por uno de los profesores, el cual se detiene y les advierte que deberán ir al sombrero seleccionador y allí este le indicara a la casa que pertenecen, uno a uno fueron pasando, hasta que le toco el momento a Cornelius, sentado el Sombrero quedo perturbado con cada cosa que examina. -¿Qué eres?- Le cuestiona y el joven no responde, aunque si cato la atención del Director. Luego de un largo tiempo expresa. –Ravenclaw.- Años pasaron y el Malfoy había conseguido amistad con un Tonks, una relación prohibida comenzó, pues la luz y oscuridad comenzaba a difundirse en el pensamiento del demonio, la resurrección de la esperanza o una ilusión le fue creada, descansado por un tiempo en la hacienda, olvidando un poco de su familia, las tradiciones y cuando ya lo inevitable llega el dolor resurgirá. -Otra vez la pesadilla.- Le comenta Sebastián, al ver que su amo se despierta de manera abrupta con lágrimas en el rostro, aunque estas eran diferentes y no era porque era de sangre, al poco tiempo la noche cubrió el cielo. Poco a poco la tormenta se avecino, recogiendo las lamentaciones que vendría, al rugir el cielo fue destruida la puerta principal de la morada donde habitaba. Allí lo alerto, aquel joven que le daba cobijo ahora se encontraba en problemas. -Amo…- Añadió elfo, mientras notaba como apenas se lograba vestir y tomaba la varita de su mesita de noche, sale de su habitación y recorre corriendo los pasillos, al llegar a la sala noto a su amigo, muerto a la merced de una bruja que ocultaba su rostro bajo una máscara, a su abuelo y otros magos tenebrosos. Un leve pestañar estos ya se habían ido y en la soledad, lo único pudo pronunciar fue una maldición. Otro día llegaron nuevamente los que perturbaron aquel hogar, ahora era Cornelius que o enfrentaba, su abuelo le deseaba darle una lección y ordeno a una mujer que se encargara de este. El combate finalizo y fue quizás un empate, desde ese momento la figura de la mujer recorría los pensamientos del joven, que anhelaba volverla a ver, en secreto entreno con uno de los hijos de aquel que había llamado hermano. Se marchó de aquella familia, pues el pasado seguía trazando su presente y le hizo forjar una huida, dejando atrás aquello que alguna vez aprecio. Estando vagabundo por el mundo y desperdiciando cada galeón de su ostentosa fortuna, cada placer imaginado lo disfruto y nada ello le apetecía, tomando en una de la más prestigiosa taberna, una copa le volvió a ver y le seguía cautivando, esas líneas en su vestido hizo que se le acercara, él era inexperto en el tema y ella ya era veterana en el mismo. Le conduce hasta llegar a la fortaleza negra, tan abismal y temida, era forjada por el sufrimiento de los muggles y todo en ello parecía indicar, que era lugar donde emergía la maldad en todo el mundo, oscura fue la noche cuando la misma le reclamaba y este se donaba a la misma. Entre sus mayores placeres, fue tenerla a ella y otras en sus sabanas, incluso todo tipo de perversiones la disfruto. Algunos de sus viejos amigos que ahora cubría su rostro en luz, gritaban en contra suyo algunos impronunciables maldiciones, lamentablemente su poder era suficiente para vencerle, ya que aquel dúo demoniaco era infernalmente invencible, ella de mayor poder hacia caer a sus víctimas, y este con tal rapidez hacia que ningún acto le afectara, por algún tiempo su relación se volvió nociva para ambos, y aun así pronunciaron una fecha para casarse. -¿Qué hare hoy?- Indago, mientras que caminaba y observa a sus retoños crecer, tomando un leve sorbo, fue convocado por sus líderes, allí le presentaron a un perverso hombre que fumaba y era leyenda, este se encargó a descubrir al mago, mostrándole sus miedo e incluso sus fortaleza. –Vaya deseo de tener más poder.- Le comenta su maestro, mientras que lanzaba de la boca un poco del humo de su cigarro, y en un chasquido le concedió un poco de aquel poder que ansiaba. –Sígueme, y veremos si tienes ese potencial.- La lucha comenzó y todo era caos, incluso para los muggles el lugar era decadente, entre deseos y anhelos fue creciendo el odio, pues se encontraban un campo de concentración nazi. –Revela esa oscuridad, no la reprimas.- Le sentencia su maestro y comienza a comportarse según su naturaleza, aunque ese poder no le domino por completo, apenas si lo pudo contener por poco tiempo, dando como un resultado su derrota. Eso le hizo comprender que debería buscar un conocimiento más para poder alcanzar ese poder. Los días pasaron y la actitud del demonio comienza a cambiar, era sospechoso incluso para su pareja, así fue como corrió el rumor de su traición y del hecho fue realidad, algunos indicaba que había comenzado por su nueva relación, incluso cuando se encontraba comprometido, aquel sobre nombre de casanova se lo tenía bien merecido. Cuando llega el día del casamiento, este no se presenta y más aún se había marchado de los Mortífagos de la noche a la mañana. El amanecer de un nuevo día, indicaba nuevos ideales, sin embargo era una treta del mismo, ya que en las filas tenebrosas se había hecho de la información que una poderosa bruja se encontraba prisionera en el Cuartel, aquellas paredes impenetrables para alguien con su escaso poder, incluso debería fingir ante sus compañeros, para que fuera aceptado. Ardiente fue su voz al momento de pronunciar unas palabras a favor de la Orden del Fénix, ya que no le importaba en lo absoluto. -Su lealtad…- Comenzó a expresar una mujer delgada, de cabellera oscura y atada a la pared. –Es la oscuridad, ya le he visto a esa calaña de seres…- En eso la mirada de todos se clavan en el mismo, poco a poco un silencio abismal rondo por todo ese inmenso lugar. Cornelius, solo responde.-Pensad lo que quieran, si quieren me pueden atar a las paredes como lo han hecho con ella, pero les demostrare mi lealtad.- Sin pensarlo, se marcha tras una luz oscura y abandona en cuestión de segundos. Entre los miembros que se encontraban aun presentes, comenzaron a discutir por si apoyarle o no. Regreso a la mansión de su familia, pero al abrir las puertas y ver a su hijo con sus hermanas, una voz ronca se comenzaba a escuchar. –Este ya no es tu hogar y ellos no son tus hijos.- El demonio solo se voltea, y entre lágrimas de sangre pronuncia. ­–Tienes razón, no tengo hijos.- Se comienza a marchar y sus hijas lloran diciendo. –Padre.- Una incluso corre en torno a él, le abraza y este dibuja una sonrisa en el rostro. –Suéltame mocosa, tú no eres mi hija. Te ordeno que regreses.- La aparta y se marcha en un haz oscuro lanzado al firmamento, sabiendo que ahora ellos se encontraba mejor con ellos. Los Malfoy acogen su descendencia y le borra de su árbol familiar, pero era imposible hacerle cambiar de opción aquellos miembros de la familia, por tal motivo han quedado como hijos del padre desconocido, ya que el recuerdo de aquellos menores era tan borroso, que no recordaría el nombre y este lentamente olvidaría su apellido, dejando crecer con el tiempo a sus hijos, añorando cada día estar con ellos y sabiendo que lo había hecho era lo mejor que podía hacer. Un primo suyo se le aparece y camino lado a lado suyo. -¿Por qué deseas probar tu lealtad?- Le cuestiona, y le pasa su mano por su larga cabellera. –Me haces recordar a mi tío, seguro ¿Qué no eres un Dumbledore?- Bajando la mirada, se detiene y el Dumbledore hace lo mismo. –No sé de qué me hablas.- Al momento llega un patronum con la forma de un fénix, avisándole que había problemas. –Vamos es hora de actuar.- Le comenta y ambos desaparecen al unísono. -Siempre tarde.- Añade, al aparecer en la casa de los Black. –Al menos hemos llegado.- Comenta a su primo, ambos apuntan a los Mortífagos. –Creo que nos podremos divertir.- En ello actúa lanzando hechizos, pero incluso con su experiencia son obligados a retroceder, al poco tiempo regresan a los Cuarteles, y es allí cuando el Dumbledore le comenta. –Creo que te deberé enseñar.- Ambos comienzan a practicar en secreto, incluso los miembros de la Orden, desconoce sobre su entrenamiento. -Sabes, creo que no lo haces nada mal.- Le comenta y se acuesta en la grama, en ello la mirada de Cornelius se le queda observando, a cada movimiento solo se limita a imitarlo, reposando su cabeza en el pecho del mismo. -¿Por qué me ayudas?- Ante la interrogante, se ríe un poco. –Eres mi primo, creo por ello te ayudo.- Cornelius se asombra ante ese comentario y se sienta, pero en eso recuerda su pasado y añade. –Yo soy un Malfoy, bueno lo era.- Haciendo leve pausa. – ¿Por qué dices que eres mi primo?- En eso recibe un golpe de su maestro, haciendo que bote un poco de sangre por la boca, pero no le responde a la interrogante. -Una cosa más, es necesario que actúes como si no supieras nada de lo que sabes…- Eso le extraño y le causo interés del motivo, muchas eran las interrogantes que le causaba que la respuesta que le daba, luego comprendió que él también había sido un mago tenebroso, por eso se compadeció de él. –Una duda, esa mujer es la legendaria Mortífaga…- Expreso Cornelius con mucho interés, y su primo le confirmo que si, por eso detuvo su entrenamiento, sospecho que las intenciones de este no eran buenas. Con algo de confianza, se adentró en el cuartel y pudo hablar con la mujer. Ella le confirmó las sospechas, esta conocía algunos secretos de su anterior familia que nadie jamás pudiera imaginar, pero su interés era el poder que ella tenía. –Tu y yo, somos iguales…- La mujer rio, mientras que se liberaba de las cadenas, tomando en sus frívolas manos su varita. –No.- Contesto seco ella, mientras le apunta con su varita. –Esto es una farsa, yo me encuentro por ella, y nadie jamás me pudo contener, nadie de la luz lo podrá hacer.- -Atrás…- Le comento su primo, mientras le apunto con su varita aquella despiadada mujer. –Y si yo consiguiera, pudiera destruirle a él.- La mujer, le causa interés su deseo y deseaba darle su merecido a su bien merecido hombre que le arrebato su hija, por lo que accedió. –Te brindare un poco de conocimiento, ya tu veras que haces con este.- Le dice, mientras regresa a la pared y las cadenas le atan nuevamente. El Dumbledore, le pide que le acompañe y al borde del Cuartel le dice. –Si sigues ese camino, no habrá retorno.- Algunos días pasaron y nada se supo de él, meditaba cada conocimiento oscuro que podía adquirir, tal era su deseo que libros prohibidos le era su fascinación, estrategias pasadas le fueron reveladas, encantamientos y maleficios hacía en su mente, ahora faltaba salir de aquellos ideales y le fue fácil, cada ceremonia que se hacía, este lanzaba el encantamiento para hacerse ver en el cielo la Marca Tenebrosa, revelando a sus antiguos camaradas su localización, pero ello no le fue suficiente. El pasar de los años hizo cambios y promesas vacías en seguir defendiendo los ideales, aunque para él era fácil reconocer que los lideres eran frágiles, necesitaban de magos tenebrosos pasados para ser fuertes y eso no pudiera ser posible, por lo que por fin logro su meta y marcha, con un libro de encantamientos malditos dados por la bruja, aquella cuyo nombre fue leyenda, más el entrenamiento dado por su primo le hizo valer, la suficiente fuera para poder desaparecer. El Retorno. El cuerpo de Cornelius regreso a la tumba, por el encantamiento de un poderoso mago de la luz, le hizo por fin descansar por muchos años. La historia de sus aventuras eran cosas del pasado, ya los Mortífagos habían perdido de ese gran poder que el recordaba, en ese sueño le mantuvo cautivo por mucho tiempo. La oscuridad reclamaría lo que la luz le había arrebatado, por ello le haría resurgir entre los muertos, como alguna vez le hizo. No obstante, tendría que valerse de algo y la cuestión seria quien le despertaría. La entidad que alguna vez le provoco su nacimiento, también era el responsable del nacimiento de una chiquilla, o mejor dicho de dos gemelas. Lo curioso fue una sola nació, esta creció sin saber de ese lapso que le uniría aquí que ya reposaba en su ataúd de cristal. La treta de la maldad fue hacerle creer a un joven vampiro, que se enamora de ella por leve tiempo, para que así le odiara y a todos los hombres. En sueños se le manifestaba a la chica, en visiones de anhelos y placeres que ambos conseguían, incluso la madre de la chica fue manipulada por las tinieblas para que le enseñara lo que debería enseñarle. Todo en su vida era una manipulación, para cuando le conociera debería ser independiente, oscura pero ágil de pensamiento, todo como fue establecido por quien se decía el padre de la creatura. -Esta es la tumba.- Murmuro el acolito. -¿Estás seguro que le desea regresar a la vida?- Indago a su señor, pues todo parecía indicar que nada bueno pudiera venir de aquel ente, quien había sido creado por la misma oscuridad. Este no era igual como los demonios que habían tomado posesión de un humano y ahora luchaban por los Mortífagos, este era un engendro que era capaz de todo. –Sí, es necesario para aniquilar a la luz, mira como la oscuridad comienza a llamarle.- -¿Qué hacen?- Comenta el Dumbledore, notando como el cuerpo de su hijo ahora se encontraba inerte, pero aquellos seres le intentaba revivir. –Vos no podrás hacer nada, pero si no serás útil.- Le petrifican con rapidez, le realizan un corte con una hoz de plata maldita, que hace que la herida comience a sangrar, mientras que el estado del mago seguía sin moverse. Un cuervo comenzó a descender del firmamento muy lentamente y se colocó en lapida del demonio. Grazno ante los magos, aquella creatura desprendía una mirada que no pudiera provenir de este mundo, y volviéndose alzar con sus garras destroza un poco de aquel granito negro donde se encontraba sus patas. Aquel imprevisto, alerta al Acolito. –No, él no debe despertar.- Confronto a su señor, le apunto con su varita. -¿Qué haces?- Camina hacia su sirviente, haciendo con unos cráneos de humanos le rodeaban, al poco tiempo mando la legión de estos atacarles. Aunque, el sirviente guardaba algunos secretos y una pared de tierra se alza, seguido que su cuerpo fuera cubierto por agua, haciendo que aquellas defensas le protegieran de aquel abismal ataque. –Eso no te salvara.- Los cráneos impactaban en la tierra y poco lo destruían, al llegar al agua, sentía como los cráneos eran repelidos por la misma. -Interesante.- Comento al aparecer un joven con el rostro cubierto de la luz, mientras notaba como sangraba el Dumbledore ¿Pero cuál era el objetivo? ¿Qué significaba ese lugar? ¿Qué era ello que sentía? La pronta concentración del acolito acabo, y los cráneos fantasmales le impactaron y le mataron, apenas si pudo pronunciar algunas palabras el Acolito antes de morir. –No le permitas…- vomitaba sangre por la boca, mientras miraba al joven de rostro de luz. –que le reviva o despierte, ese mago es un misterio en sí.- El cuervo regresa y perfora el cráneo del acolito, devorando lentamente su interior, así comenzaría el resurgir del mismo. La sangre del Dumbledore se dirigía a la tumba, eso alerto al miembro de la luz y apunto al otro mago, quien era el responsable de la muerte de aquel mago, en eso observo como la tumba comenzaba abrir lentamente, un desagradable aroma comenzó a expandirse. El cuervo voló ahora al cadáver y se comienza a convertir una densa niebla, la cual cubre por completo, engendrando todo tipo de tejido, órganos y demás sustancia que su cuerpo necesitare, vistiéndole como antes lo había hecho, quedando frente a frente del mago de la luz, pero se encontraba inerte, aun se encontraba dormido. -¿Sera aquel mago del que hablaba?- Expreso el que cubría su rostro por una luz. Este comienza actuar y hace un encantamiento tan fuerte que el expecto patronum se hace corpóreo y lanza un graznido, este era un ave fénix, seguidamente hace que una espada se cree, reduciendo un poco el poder su adversario despierto, y si ello no fuera poco encierra en llamaradas al cuerpo durmiente. –Esto solo lo retrasa.- Comento, y vio como el mago tenebroso, creaba una katana que desprende una fuerte brisa y le causa heridas, le silencia la voz, crea un creatura de la oscuridad que lucha con el ave, para su burla era de su misma naturaleza pero de la oscuridad, ambas aves luchaban ferozmente como su convocadores. El Dumbledore recupera su cinco sentidos y siente como la oscuridad comenzaba a crecer a cada segundo, lentamente nota como su herida emana sangre y a pesar de todo tipo de encantamiento, no le logro sanar, su sangre se dirigían al soñoliento mago, que no lograba despertar. –Sangre de mi sangre, y carne de mi carne.- Exclamo el Dumbledore y un brillo desde la tumba comenzaba producirse, y materializarse con ello la varita del demonio en su mano derecha. –Sí, otro gran pasó…- Exclamo, mientras que se dejaba impactar por un rayo, que le comenzó a desangrar. –El vivirá con mi muerte.- La tumba estallo y los cristales salieron disparos contra los magos presentes, estos fueron cubiertos por llamaradas, incrustándose en el miembro de la luz y en el Dumbledore. Ambos se los quitan y se sanan, para cuando disminuían las llamas, notaron que el mago durmiente ya no se encontraban en ese lugar. –Él ha vuelto.- Le comento y la luz de su rostro se desvaneció. -¿Quién es él?- Aunque este no supo expresar nada, ya que no lo conocía, ni mucho menos su rostro, solo había escuchado rumores. En la oficina del ministerio se conseguía el Dumbledore, al momento que el apareció. –Hola padre.- Comento con frialdad, allí observo la foto de una mujer de cabellera roja. –Ella debería ser mi madre…- El mago de la luz no supo que responder, aunque la respuesta era que no, ya que solo era su novia o prometida. –Aunque creo, que será mejor que me vaya.- El cuerpo que poseía regreso a la normalidad, cayendo desmayado. -No es posible…- Se acercó al joven, este se encontraba muerto desde hace algunos días, pero eso significaba que el retorno de su hijo era inevitable y de alguna forma había despertado de aquel sueño. El tiempo siguió pasando y renuncio a su cargo, no volviendo a saber del mismo. Lo único que paso por sus pensamientos era significado de ese acontecimiento. Lucia quien leía con atención cada acontecimiento en Londres, supo que era hora de viajar, ella se percató que la oscuridad de su hermanito se encontraba naciendo, haciendo los pasos que su hermano ya había hecho, aunque al ingresar a donde los Tonks, se enamora perdidamente del hijo del amigo de Cornelius, adquiriendo cierta admiración por los defensores de la luz, Lo fue enterarse de la muerte del mismo, por lo que fue a buscar al mago que le había hecho, pero para esos momentos la misma se había convertido en vampiro, por que usaría sus dones para liberarle del eterno sueño. - ¿Quién eres?- Le comenta, mientras que nota como se le acercaba, pero este no caía ante sus encantos. –Lucia.- Pasa su suave mano por el rostro del mago. -Es hora que vuelva mi hermano.- Le comenta al oído, mientras con su mano izquierda le perfora el pecho y le agarra el corazón, sacándosele lentamente. -¿Por qué?- Le pregunta, mientras intenta besarla, la cual le corresponde el beso, cuando le termina de besar le había sacado por completo el corazón. –Adiós.- Se agacha, y le besa la frente al mago de la luz que había caído. La vampiresa camina lentamente, dejando el corazón en el piso y marchándose como si nada, abriéndose paso a la sala, allí se encontraba su hermano sentado y bebiendo una copa de vino. -¿Eres tu Cornelius?- Indaga su hermana, mientras que su mano le apuntaba con su varita. El mago solo daba leves sorbos, se comenzaba a levantar y desplegaba sus alas negras como la noche, deja caer la copa y desvaina su varita. –Pero…- Musita su hermana. -¿Qué haces?- Este camina lentamente. –No…- Ella emite un grite, y el demonio sale de aquel hogar, volando y alejándose a cada segundo. -¿Dónde estoy?- Expreso Lucia al recuperar el sentido, mientras que notaba que su mano se encontraba machada de sangre. -¿Quién soy?- Se comenzó a levantar, y vio aparecer a varios magos cuyo rostro se encontraba cubierto de luz, se desmaya y aparece en los Cuarteles, allí se encontraba el Dumbledore, el cual la miraba con intriga. –Déjenla con vida y regresen lo que puedan de su memoria.- Sentencio el líder. Los días pasaron y Embrollo estableció nuevamente la Radio, contratando Argot Black como locutor, Magnus Alone aprendiz y Cornelius como jefe de prensa. El regreso de Lucia indicaba que todo debería cambiar, ya que el demonio había callado y ocultado lo que en realidad era, una falsa para el mundo. –Soy Lucia.- Añadió, y se presentaba a Embrollo, extendió la mano, al ver a Cornelius un recuerdo vago le vino y supo que era su hermano. Magnus, Cornelius y Lucia, fueron a comprar una escoba nueva, el amor que crecía entre Lucia y Magnus florecía, el deseo y la oscuridad eran cosas del pasado. Cuando ingresaron a la tienda, allí se encontraba Argot con Embrollo, se encontraban discutiendo, tanto fue el pleito, que el Black se lastima y es enviado a San Mungo. –Black, corres peligro.- Añadió Cornelius cuando le visito e hizo que se marchara de aquella institución, a las pocas horas aparecieron algunos magos tenebrosos, ambos le enfrentaron con éxito. –Debemos habar con Magnus.- Y se desvanecieron. En la oficina de Embrollo se encontraban discutiendo por el devenir de la Radio, Argot no le parecía que Magnus fuera el sucesor de Embrollo, Magnus no le agradaba que Cornelius tuviera el poder de la institución, por fin Lucia aparece y le hace doblegar a su hermano su decisión, ganando por algunos votos el puesto Magnus, en su trayecto la institución crece, pero los celos del Black comienza a crecer. Celeste, una enamorada de Magnus planea con Argot su caída de la Radio, por días traman y convocan a los magos tenebrosos, así pudieron lograr que se volviera paranoico y comenzara su sed de sangre, eso le desagrado a Cornelius y hace que se marche a Egipto. Lucia, no podía resistir más y deja Alone el día que se iban a casar, esta le comenta a su hermano, y a su regreso toma por la fuerza el control de la Radio, desterrando a Magnus a la prisión de Ázkaban, y Argot pidiendo que se marchara de la institución. Lucia acede, solo si este cursa la Academia. Unos días antes de ingresar el demonio decide ir a visitar los negocios como vagabundo, pretendiendo alguien que no era, una máscara que jamás nadie pudiera penetrar, estando herido su corazón, hundiéndose en la perdición va a un local algo famosos, allí observa a una dama, su mirada le hipnotiza y se enamora de la misma, le cusquita por medio de su gran saber, y esta por su pasión. Ella sería la responsable de revelar aquella oscuridad, pues donde había luz es ahora solo oscuridad. Los días pasan y el primer día de clase la ve, se muestra indiferente con ella, pues no sabía cómo actuar, luego se da cuenta que un nuevo sentimiento comenzaba a surgir en él, algo que nunca había sentido, algo que desconoce y le aterra. Espero que terminara la clase para marcharse, sin embargo ella le daría sorpresa en la vida. Al momento, que se da cuenta se encontraba en su zona de confort, es decir, la Radio, ella pide trabajo y le va conociendo poco a poco más. Un ardor que nunca había sentido desde hace años, le hacen recapacitar y pide a los Mortífagos su ingreso y era posible que no ingresara solo, ya que estando maldito solo traerían almas en desgracia sus caminos, aunque siempre tenga en su pensamiento, como aquellos orbes de bondad pueden penetrar en las tinieblas de su ser, dejando indefenso a la merced de sus manos… Continuara
  6. No estoy loco, o eso creo.... Bueno dicen que todo tenemos un poco de poeta, músico y loco, por lo que no seria raro que algo de loco estoy, bueno vengo a reafirmar mis palabras desde la bóveda del negocio, según veo y leo, creo que hay algo de noticiar al banco. El motivo lo desconozco, pero me gustaría saber... Entonces deseo saber que beneficio tendré o si ello me afectara. Dejo el Link. Donde curiosamente hay en el segundo post, un cierto comentario de notificar al banco sobre los afiliados. Borrar, ya me di cuenta del error.
  7. No fue por los limites de la bóveda trastero, tampoco soy tan olvidadizo. Supongo que aun no se aprueba, pero bueno... Lo de los afiliados y los pagos ya me había quedado claro, mi pregunta es como me pediste notificar cuantos afiliados al mes o cuantos se iban, por eso pregunto. Quizás sea eso sabido por todos, exceptuando este desaparecido del foro, de una reforma anterior.
  8. Lucia Malfoy Tonks La insolencia de la chiquilla era insoportable, pues ante su primer rayo esta se defiende con un escudo de cuarta, por lo que volvió a pronunciar aquel hechizo, pero esta vez apuntando a las piernas de Romina, para darle una buena lección. -Sectusempra.- Un nuevo haz de luz se desprendió y se dirigió con rapidez aquella legionaria, en esta ocasión tendría la dicha de que si impactara le causaría severas heridas, pero luego sintió como algo afectaba su encantamiento. Aunque, ello no significo nada por ahora. “El amor de aquel Haugthon, seria mio.. Esta mocasa se le ha metido por los ojos a mi osito.” Pensó mientras que pasaba su mano por su cabellera, allí meditaba que otra acción sería capaz de hacer, pues le era difícil pensar que hacer, pues no acostumbra a batirse en combate. Observado a su alrededor, se dio cuenta de algo y era el ambiente donde se encontraba y ello le causo gracia, de como uno de esos árboles fue el escondite de su primer beso con su enamorado. -Vas a morir.- Sentencia. –Babosas.- Y de su varita salieron unas flores negras, las cuales arrojo sin perder tiempo, pisando cada una de las rosas negras que se formaron, a cada segundo su tacón impedía que estas se movieran. La actitud de la Malfoy Tonks se quedó observando el movimiento de aquella mujer, pues nada parecía estar decidido.
  9. Lucia Malfoy Tonks En el cielo nocturno o diurno se vio descender en una carrosa negra jalada por Thestral. En el interior de la misma se encendía leves y tenues luces, al momento que desciende un gran silencio invade todo el lugar, en los límites de la familia comienza andar lentamente y conducirse por los terrenos y llegar cercano al castillo, la puerta se comienza abrirse lentamente. -Toca la puerta.- Ordena la Vampiresa al elfo. –No pienso ensuciar mis zapatos sin necesidad.- La creatura comienza a caminar y nota algunos miembros de la familia y se detiene. -¿Acaso este es el castillo Haugthon?- Indaga, mientras nota que su ama le clava la mirada, apenas si ha sacado la mano y sus uñas rosaban la madera. –Al parecer mi ama, no tiene mucha paciencia y deseaba sabe si encuentra Agtha.- El ardor de la llamarada se hacía cada vez más intenso y su resplandor cada ve era más hermoso, en algunas ocasiones tomaba la forma de un fénix y en otras ocasiones en un cuervo, pero siempre regresaba a ser llamaradas que jamás se apagaban y no consumía nada. @
  10. Lucia Malfoy Tonks Iba muy furiosa caminando por el Bosque que rodeaba la Mansión Gaunt. Esperaba encontrar a Romina. Le iba a enseñar a no meterse en las relaciones serias y apasionadas. No era posible que se hubiera confundido tanto y que esa chica se hubiera puesto a colocarse en medio de su relación con aquel joven y apuesto mago de cabellera dorada, ojos verdes y una nariz perfilada y algo chata en la punta, de media estatura y algo gordito. Llegó a un pequeño claro desde el que no se veía Little Hangleton. Sólo había bosque y maleza, algún arbusto pequeño y mucha hojarasca. Algunos árboles llegaban a medir más de 10 metros de altura y unos dos metros de ancho, aunque no todos eran tan grandes. Lucia se quedó allá esperando a que llegara la muchacha. Entre la bóveda de las hojas se reflejaban los rayos de la luna. Apenas había visibilidad. La Malfoy Tonks convocó antorchas que colocó alrededor del claro. En ello nota que llega. -¿Quién te crees que eres?- Le cuestiono y mostro sus colmillos. –Acaso piensas que me lo vas a quitar…- Su mirada se encontraba clava ante aquella legionaria. –Ese chico, será mío y de nadie más…- Le apunto al pecho con su varita, mientras sus tacones se calvan en la tierra y pequeña minifalda ondeaba con la brisa, incluso su blusa ajustada a su cuerpo. –Sectusempra.- Sentencio y una luz tenue se desprendió de la punta de su objeto mágico con la de impactar en aquella usurpadora y quita novios.
  11. Vale, gracias... Aun tengo una duda hace algunas semas y quizás un mes, he posteado mi bóveda trastero a no ser que no lo haya enviado, pero era para saber como va ese proceso, ya que he deseado conocer como se manejan mis finanzas. Respecto a la bóveda del negocio de la radio me surge una duda, para que sirve ahora los afiliados, cuento con dos... Pero acaso sirve de algo??
  12. Tengo duda sobre mi negocio de la Radio, este fue aprobado… Es que veo cómo pasan los días y no deseo llegar a los tres meses de la creación, siendo que se acerca el segundo o es el primero. Y luego tenga que ver como se cierra ¿Esta todo bajo control? ¿Acaso falta algo para su aprobación?
  13. La Targaryen E se defiende con un simple escudo, lo que provoca que el demonio probará a ver si la misma era útil sin varita, por ello apuntándole al pecho expreso con una sonrisa en el rostro. -Expelliarmus.- Un luz intensa se desprende rápidamente de la varita del Malfoy Tonks, segundos instantes ella responde lanzándole otro rayo. -Interesante.- Comentaba mientras que sufría un terrible dolor en el rostro y perdiera levemente la visión. En cambio al impactar el rayo en la bruja (Romina) este se desprende a diez metros de ella al sur de la misma. La distancia era perfecta, para que terminara el combate con un simple encantamiento. -Corre, corre.- Se bufaba de la misma. –Varita Accio.- Los efectos son inmediatos y la varita de la legionaria ahora se encontraba en la mano izquierda de Cornelius, ahora en cada mano portaba una varita. La mirada del demonio observaba con cierta intriga a la miembro de la Orden del Fénix. En sus adentros su único deseo era saber qué hacer con su nueva presa.
  14. Hola vengo a dejar mi resultado de esta tarea. Veo que los demás pusieron que valores utilizaron en cada uno de los colores pero yo la verdad no me di cuenta solo le moví a todo y deje la imagen como me salio, admito me costó mucho el cabello de arriba, cada hebra, cada matiz. xD Original, que se ve mejor… // Y el resultado, del cual no estoy orgulloso.
  15. Al fin termine... Vale, puntos si le cambie el color de los orbes. Incluso se ve más sexy, nah mentira me gustaba el tatuaje que tenia la imagen, estaba tentado de cambiarle el color, lo curioso es que me di cuenta que con la herramienta del tapón no soy muy bueno, a decir verdad creo que solo podre modificar imagines sencillas por ahora. Original // Resultado
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