Nate Weasley

- A mí también me recuerda a mi niñez pero... me hace acordar a personas que he perdido. Es un buen recuerdo, no obstante. - le dijo a Lisa, tragando saliva, antes de que esta se marchase a ayudar a la arcana. Recordaba claramente varias noches de verano con toda la familia Weasley en torno a una mesa en el jardín de la mansión, su madre Felicity vestida de ropas livianas a un lado, y su abuela Mynerva del otro. Siempre le había gustado sentarse entre las dos mujeres, le hacía sentir cómodo y a salvo. A pesar de que termino rápidamente de preparar la mesa, no ayudó a Anna con la cena sino que se acercó al sillón donde la arcana reposaba. Sus músculos del hombro se relajaron al ver que la mujer había recobrado gran parte de la compostura y que aquella apariencia de fragilidad se desvanecía de a poco: el color volvía a sus ya no tan pálidas mejillas y ahora hablaba con mayor naturalidad mientras se movía en dirección a la mesa. - No hay por qué. - dijo Nathan en respuesta a la Arcana, ofreciéndole una sonrisa y moviendo una silla en dirección a la mujer antes de sentarse él mismo junto a Lisa, de quien recibió un amistoso codazo que Nathan correspondió arqueando sus cejas y sonriéndole. Su tía era una mujer con la cuál había aprendido a comunicarse bajo pocas palabras y una gran cantidad de señas, principalmente luego de varios años de travesuras que ella encubrió para safarlo de problemas y ya más de adulto en varias misiones de la Orden del Fénix, donde hacer el más mínimo ruido significaría la muerte. Una vez todos estuvieron sentados, Nathan imitó a sus compañeras sirviéndose un poco de carne y ensalada mientras escuchaba las palabras de la Arcana y la contestación de Lisa. Él prefirió beber un sorbo de agua antes de contestar para refrescar su garganta que se había deshidratado ante la preocupación por la arcana. - Me alegro de que este mejor. - comenzó diciendo el Weasley, tomando la palabra luego de Lisa - Mi nombre es Nathan y en mi forma animaga soy un coyote albino, no demasiado grande pero lo suficiente como para causar miedo, o eso me han dicho.- aclaró, riendo para sí - Son animales muy rápidos, con un gran sentido del olfato y la visión... es, en verdad, uno de mis animales preferidos.

- Eso espero yo también, señorita Atkins. - dijo el Weasley, tratando por unos segundos de dimensionar la cantidad de personas que se verían beneficiadas con una cura definitiva para una... condición, sí, así debía ser catalogada, tan atemorizante, seria y expandida como la licantropía. Afortunadamente, una persona muy sabia y ducha en las pociones había sido capaz de crear aquel brebaje conocido como la poción matalobos, que si bien no era una cura definitiva, verdaderamente constituía una ayuda para los licántropos. Observó a su alumna dirigirse hacia el armario y uno a uno reconocer y recoger todos los ingredientes de la lista. Evidentemente, debía tener conocimientos previos de Herbología y Cuidado de Criaturas Mágicas dado que reconoció las plantas de Molly, las raíces de bubotubérculo y los dientes de Gorros Rojos sin demasiado problema. En cuestión de minutos, todos los ingredientes en sus cantidades exactas se encontraban en la mesa, cercano al caldero. - Buen trabajo. - dijo el Weasley, agitando su varita para que el caldero se llenase de agua en la cantidad justa y el fuego comenzara a crepitar debajo de este - Es el momento de que prepares la poción, en el libro tienes las instrucciones, quiero que me vayas comentando que haces y yo observare el cómo. Si tengo alguna corrección, la haré. Si tienes alguna pregunta, no dudes en hacerla. Tienes también las instrucciones en el pizarrón. El Weasley agitó una vez más su varita y con esto la lista de ingredientes desapareció para que apareciesen las instrucciones. - ¡Manos a la obra, sé creativa!

Equilibrio. La palabra sonaba tan graciosa y pura en sus labios que el Weasley no pudo sino soltar una risa sarcástica por lo irónico de la situación en aquel momento: últimamente su vida lo era todo menos algo estable, en equilibrio, sin embargo allí estaba en otra oportunidad más para recibir el conocimiento que los invaluables libros de los guerreros Uzza transmitían. Esta vez, al menos, había dudado menos en adquirir el tercer ejemplar que cuando lo hizo con el segundo, principalmente porque quería terminar con toda la serie cuanto antes fuese posible y por que, a ciencia cierta, no sabía qué pero había algo que lo empujaba a saber cada vez más sobre aquellos libros. El pergamino en el cual había recibido notificación de la clase actuó como traslador a una hora específica en uno de los días a la mitad de Mayo, y por fortuna para el Weasley, esta vez fue transportado hacia un lugar donde el sol reinaba en lo más alto del cielo y un paisaje oceánico se desplegaba frente a él, salpicando sus sentidos con notas de distinta intensidad: la brisa marina golpeaba contra su rostro, el olor a sal y arena llenaba sus fosas nasales y los rayos del sol calentaban su piel con aquellos rayos que alcanzaban a colarse por entre las pocas nubes que había en el cielo. No le sorprendió en lo absoluto ver que sus compañeros eran los mismos que había visto en la clase del libro anterior, e incluso fue una grata sorpresa para él ver que Elvis sería su profesor una vez más en esta oportunidad. Escuchó cuidadosamente las introducciones que ambos profesores dieron, a sabiendas de que el perderse un sólo detalle constituiría la diferencia entre llegar al final de la clase con un resultado satisfactorio o uno desastroso. Se detuvo a pensar una respuesta elocuente cuando notó lo sabio de su decisión en escoger ropas livianas para aquella ocasión, dado que el calor estaba comenzando a hacerse notar. Decidió dejar la mochila con el ejemplar del libro y sus amuletos, joyas y anillos anexos a un lado y emitir su respuesta: - Yo creo que seremos capaces de ofrecerles algo distinto, esta vez. Uno puede aprender mucho estudiando el libro, y estoy seguro de que ellos en su tiempo aprendieron bastante cuando fueron instruidos en estas mismas artes, pero no hay nada que instruya más que el ver a otros aprender, el observar sus errores y dificultades, el tener que tomar los recados necesarios para ayudar. Quizá en este caso el conocimiento que tengamos para aportar sea experiencia, y la experiencia, a mi forma de ver, es una de las formas más valiosas de conocimiento. El silencio que siguió a su respuesta y a la del resto de sus compañeros solo era roto por el quebrar de las olas contra la orilla, no estaba seguro de cual sería su resultado con esta clase, pero si sabía que en aquel momento en su alma había un poco de equilibrio.

Hola Modes, ¿cómo va? Me gustarían los siguientes cambios en mi ficha. Primero que nada, me gustaría que cambien el nombre del tópico a Nathan Atticus Weasley. Segundo, que la ficha quede así:

Afortunadamente, y contrario a lo que se esperaba, sus compañeros tomaron su sugerencia gratamente y en cuestión de segundos la mayoría de ellos se había dispersado en varias direcciones para cumplir con los recados. Nathan, en cambio, quedó junto a uno de los jóvenes quien se había presentado último y a quien no conocía desde antes, pero que quizá tendría la oportunidad de conocerlo mejor ahora que se estaba por incursionar junto a él en una selva tropical. -Claro que sí, Ernest. En mis días normales me dedico a dar clases de herbología, así que en lo que respecta a plantas, frutos, raíces y hongos... creo que podremos encontrar algo. ¿Vamos? - dijo Nathan, sacando su varita y señalando con ella a un pequeño camino que se abría hacia la jungla aledaña al claro donde habían iniciado el campamento - Varita fuera, no sabemos que hay allí dentro. La lluvia comenzó a caer de forma menos copiosa y en gotas mas finas cuando ambos magos se incursionaron en aquella enorme y continua formación de plantas. Una simple mirada le hizo saber al Weasley que las plantas que había a su alrededor no eran más que helechos crecidos exageradamente, los cuales tenían un sabor amargo y, en cualquier caso, eran indigeribles por el cuerpo humano debido a su naturaleza química. Debían adentrarse un poco más y encontrar algún claro en la jungla. Afortunadamente, a medida que se fueron adentrando en la selva, la vegetación se hizo un poco menos espesa y se fue enriqueciendo para dar lugar a otras especies. Nathan mantuvo la mirada atenta y trató de que las gotas que se deslizaban por su frente producto de su cabello mojado no le molestaran demasiado; el efecto del Salvaguarda Mágica había cedido hacía ya tiempo, y ahora tenía que soportar la incomodidad de sus prendas mojadas. - Aquí, tenemos raíces de bubotubérculo y algunas plantas de Molly, quizá si conseguimos algún animal silvestre podamos armar una sopa... ¿te gustaría buscarlo? Estoy seguro de que debe haber un castor o una ardilla por aquí... cualquier cosa nos servirá. - dijo el Weasley a su compañero, sonriéndole - ¡Diffindo! - dijo el por su parte, seccionando las raíces y guardándolas en su bolsillo.

Escuchó atentamente las respuestas de su alumna, quien se tomó su tiempo para elaborarlas y al darlas demostraba que había puesto algo de pensamiento y esfuerzo detrás de ellas. El Weasley dejó que el silencio se asentase entre ellos por unos segundos luego de que hubiese respondido, parte porque estaba meditando el contenido de sus respuestas y parte porque estaba pensando en como proceder a continuación. Había tenido muy poco, por no decir nulo, tiempo de preparar la clase y no había recibido ningún tipo de material para darle a su alumna, así que básicamente estaba sólo en aquella causa. - Muy bien, prosigamos entonces. - dijo el Weasley, agitando su varita para que se abriesen de par en par las puertas del armario, mostrando un gran repertorio de ingredientes - Como quizás sepas y recuerdes de tus años en Hogwarts, muchos profesores tienen la tendencia de enseñar las pociones subdividiendo sus clases en distintos ingredientes y varias lecciones teóricas antes de pasar a lo práctico. Yo en cambio, tengo un enfoque distinto y prefiero que pasemos directamente a la práctica, creo que te será más util. Se puso de pie y dio unos pasos, tomando de una librería adyacente un volumen de lomo marrón grueso que despidió una leve capa de polvo en cuanto el Weasley lo abrió y lo deposito frente a su alumna sobre su pupitre. Se trataba de un ejemplar muy antiguo de Pociones Moste Potente que solía pasar sus días en la sección restringida de Hogwarts, pero que ahora en cambio disfrutaba de un paseo hacia la torre de Astronomía. El libro estaba abierto en el capítulo doscientos diez, que rezaba en letra imprenta mayúscula: POCIÓN MATALOBOS "Poción muy innovadora y compleja que alivia, pero no cura del todo, los síntomas de la licantropía..." - Quizá hayas escuchado o leído en las últimas ediciones de El Profeta que se ha visto un aumento en el número de licántropos en los últimos tiempos, a tal punto que el Ministerio ha comenzado a emitir panfletos de seguridad a todos los habitantes de Londres. Me gustaría enseñarte como preparar esta compleja poción y que luego vayamos hasta la enfermería donde un joven está internado porque pronto tendremos luna llena, es mi esperanza que podamos ayudarlo un poco... ¿qué te parece? - Nathan agitó su varita y en la pizarra detrás de el apareció una lista de ingredientes: 300 gramos de raíz de mandrágora 1 bezoar Acónito Sal y Pimienta 150 mL de esencia de díctamo 240 gramos de dientes de Gorro Rojo 1 caparazón de Cangrejo de Fuego 4 aguijones de Billywig Ralladura de Cuerno de Erumpent - Encontrarás todo lo que necesitas en aquel armario, por favor trae los ingredientes - dijo el Weasley, observando a su alumna - Y ten cuidado, que no son ingredientes baratos. Cada error que cometas, ese niño en la enfermería lo pagará.

Bueno, con este nivel ya tengo para cursar un conocimiento más, y luego creo que me dejaré de embromar por un buen tiempo (? Así que bueno, dejo la ficha para el conocimiento de Junio y ya pues: Nick: Nathan A. Weasley ID: 106737 Conocimiento: Astronomía Nivel de Magia: Nivel XIX Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha Pues tengo mucho sueño, gubay xD

Pasó un poco más de tiempo durante los cuales esperaron pacientemente a que la mujer despertarse, y en el transcurso de algunos minutos se les sumó una joven más que seguramente había estado invitada desde un principio y que sólo recién lograba unírseles. Lisa se había encargado de darle un poco de agua a los sedientos canes quienes, agradecidos, bebieron diligentemente. La sombra negra volvió a materializarse en el cielo, tapando incluso en algunos segundos el sol y envolviéndolos a todos en una amenazadora oscuridad. Pero sobre todo, ella despertó. Pareció sentir por unos segundos la totalidad de la extensión de sus heridas, pero sus poderes ancestrales hicieron que sus heridas sanasen y el dolor menguara hasta dejarla únicamente en un estado de debilidad que estaba seguro duraría muy poco. Al mismo tiempo, aquel espectro negro desapareció por completo como si nunca hubiese existido, agregándole aún más misterio a aquella velada que parecía estar cargada de sorpresas a pesar de que el Weasley se había esperado algo completamente diferente. No obstante, diligente, obedeció el comando de la Arcana. Comenzó a caminar en dirección a la casona, sin poder evitar echar una mirada de reojo constantemente para controlar que la mujer no se descompensase repentinamente. Para su sorpresa, la mujer resistió fervientemente las inclemencias de su estado anímico y se adentró junto a todos en la pequeña casona que a pesar de su tamaño, lucía fantástica por dentro. No pasó demasiado hasta que su tía Lisa comenzó a ordenar el grupo para que cada uno tomase un rol, cosa que el Weasley en parte agradeció dado que le daba algo que hacer. - Yo tenderé la mesa, así luego podemos sentarnos a comer. Una vez que termine, puedo ayudar con la cena. - dijo el Weasley, agitando su varita y realizando una floritura en el transcurso que demarcó un encantamiento que comenzó, lentamente, a invocar el orden de la mesa. Un mantel salió despedido de un cajón y se colocó sobre la mesa, para que luego juegos de utensillos, platos, vasos y servilletas se colocasen frente a cada silla que rodeaba una mesa redonda.

Bueno, al igual que mis compañeros, paso y dejo esto por acá Nick: Nathan A. Weasley ID: 106737 Libro de Hechizos: Libro del Equilibrio Justificante de compra del Libro (Link a la bóveda trastero): http://www.harrylatino.org/topic/107596-boveda-trastero-de-nathan-weasley/?p=4956663 Rango Social: Dragones de Oro Nivel de Magia: XIX Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Agosto de 2010 Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/84203-boveda-de-nathan-weasley/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/84160-ficha-de-nathan-weasley/ Gracias desde ya, saludos y gracias por extender la fecha unos días más para que `podamos sumarnos.

Poco tiempo después de que comenzaron a surcar los cielos en dirección oeste, una amenazadora tormenta se dibujó en el suelo y trazó una fuerte tormenta que comenzó a abalanzarse sobre ellos. Rayos, un viento demasiado fuerte y una gruesa lámina de lluvia se ciñeron sobre ellos sin piedad en una combinación que ponía completamente en jaque el traslado hasta su lugar de excursión, además, el ruido del viento hacía casi imposible que ellos se comunicasen, aún peor teniendo en cuenta que estaban a varios metros de altura. - Salvaguarda Mágica - dijo, aunque nadie más lo escucho, ni siquiera él: sólo el movimiento de sus labios y lengua le indicó que lo había conjurado. Su cuerpo se volvió intangible y el viento y la lluvia dejaron de molestarlo, el agua simplemente lo atravesaba o caía sobre su escoba que aún sufría las inclemencias del tiempo. Estaba a punto de sugerirlo cuando su profesora indicó que lo mejor sería descender, y a pesar de que no tenía una sensibilidad al cien por cien de su capacidad, su cuerpo lo agradeció. Tocaron tierra firme, y por fin pudo escuchar la voz de su profesora que instruía que lo mejor era colocar encantamientos protectores para no ser encontrados por los muggles o cualquier visitante indeseado. El Weasley contempló con algo de lástima la figura del hijo de la profesora quien, disminuido por el frío, se había apuntado a aquella excursión de un mes que supuestamente tomaría lugar en México... si es que alguna vez llegaban. - Protego Totallum - conjuró, abarcando un gran perímetro y aunando su conjuro al de sus compañeros - Salvio Hexia, Repello Muggletum, Muffliato, Cave Inmicum -repitió aquella serie de encantamientos una y otra vez, hasta que finalmente contempló como una esfera de protección se había conformado en torno a ellos como una especie de domo. Estaba a punto de montar su tienda de acampar, cuando la profesora instó a todos a presentarse y sus compañeros siguieron diligentemente la orden. - Mi nombre es Nathan Weasley y estoy aquí para... para aprender, simplemente. - dejó que sus palabras fueran degustadas unos segundos, para luego agregar - ¿Podríamos dividirnos en grupos y armar una fogata? ¿Conseguir comida?

- No realmente, esta es mi primera vez por aquí.. aunque he estado aquí por varias horas. - le dijo al extraño, notando sólo en ese momento que aún no sabía su nombre. Cerró los ojos y dejó que la brisa del mar que se deslizaba a sus pies le golpeara suavemente en el rostro, aspiró el olor salado y dejó que el ruido de las olas se perdiera entre sus pensamientos, la tranquilidad que aquel lugar le profería era tan imbatible como su sabiduría de que volvería pronto a aquel lugar. - He escuchado muchas veces sobre este lugar, no obstante. ¿Qué hay de tí, cómo llegaste hasta aquí? Miró hacia su alrededor y contempló la escena, preguntándose donde diablos se había metido Sherlyn, dado que en un primer momento el había venido con ella. Quizá se había perdido en algún lado de aquel misterioso lugar, podría buscarla más tarde, o quizá un patronus bastaría para buscarla... No debía preocuparse demasiado, su amiga estaba excelsamente capacitada para cuidarse por sí misma y sabía que lo contactaría de tener algún problema. Además, lo cómodo que estaba hacía que la perspectiva de pararse a buscarla fuese algo que le daba flojera. - Mi nombre es Nathan, por cierto, Nathan Weasley. ¿Cómo te llamas tú? - inquirió el initié segundos después, sacudiendo su cabello hacia un lado. @@Syrius McGonagall

POCIONES Luego de que por motivos personales se había visto forzado a tomarse el mes libre de su propia clase de Herbología, se le había consignado la tarea de dar cátedra sobre el conocimiento de Pociones a una única alumna que hubiese quedado sin acceder a la clase de no ser por el Weasley, quien logró, gracias a Elvis, interceder a último momento. Lamentablemente, más como era de esperarse, no había tenido demasiado tiempo para preparar los contenidos que se dictarían en la lección, más tras recordar una serie de viajes y su propia clase cuando aprendió el conocimiento le ayudaron a diseñar un rápido boceto de como tomaría lugar el encuentro. Había citado a su alumna para encontrarse con él en la torre más alta del Castillo Hogwarts de Magia y Hechicería en la medianoche del siete de mayo, esperaba que su lechuza hubiese llegado a tiempo dado que no había recibido confirmación alguna, pero confiaba en que su fiel ave había logrado persistir a pesar de las intensas tormentas que habían azotado Londres en los últimos días y que tan solo estaba descansando en algún pedestal mientras emprendía el camino devuelta.. total, que si su alumna no aparecía tendría la oportunidad de contemplar los astros con su propio telescopio, que por casualidad llevó en su mochila. Fue por ello que se apareció en la torre de Astronomía aquel viernes ya casi hecho sábado unos treinta minutos antes de la hora pactada, había acordado con Elvis que transformaría aquella torre en un salón de clases convencional por la noche, más que le haría una serie de modificaciones que se adaptasen al tipo de conocimiento que se le impartiría a la joven. En consecuencia, los mil y un telescopios y modelos planetarios habían sido movidos temporalmente y reemplazados por dos escritorios con sus respectivas sillas a un lado, una pizarra negra vacía y un gran caldero por encima de un mechero apagado. En la pared, además, había un gran ropero con varios ingredientes que le serían útiles a su alumna en la prueba final. - Buenas noches, Mary. - le dijo a la joven una vez se presentó, indicándole que tomase asiento en su pupitre mientras él hacía lo mismo - Antes que nada me corresponde disculparme por la demora en comenzar la clase, hemos tenido algunos problemas de último momento, pero lo importante es que ya estamos aquí... así que.. saquémosle el mayor provecho posible, ¿qué me dices? Para empezar quiero que pienses y me cuentes sobre ejemplos de pociones que puedan suplantar la magia hecha por una varita, y por qué crees que el utilizar una poción sería más ventajoso que un encantamiento. Se recostó sobre la silla y miró a su alumna, aguardando pacientemente una respuesta.

Tras mucho pensarlo y luego de serias sesiones de autoconvencimiento, Nathan se adjudicó una vez más la responsabilidad de concurrir a las tan famosas clases de los libros de hechizos. A pesar de lo incómoda que había sido su última clase, rodeada de tanto aire de desolación y muerte, se había dicho a sí mismo que tales experiencias educativas le aportaban conocimientos que no conseguiría de ninguna otra forma, y su propia sed por el saber lo empujaba cada vez más hacia la tercera planta del Magic Mall, destino a conseguir el próximo ejemplar. Tuvo que ignorar además las fervientes recomendaciones de su elfo doméstico quien insistió en que dejara de molestar, al menos por un tiempo, con aquellas peligrosas experiencias. - Qué va a ser... no es fácil ser yo - bromeó mientras tomaba el ejemplar del cuarto libro en la serie de libros de hechizos, más conocido como el Libro del Equilibrio, y se acercaba hacia el mostrador para poder realizar su compra. Ni siquiera se molestó en revisar el libro de stock disponible al público, dado que sabía por experiencia propia cuando había trabajado más o menos tres meses atrás la abundancia de ejemplares que había: los suficientes para toda la comunidad mágica londinense. - Buenos días - dijo al empleado que lo atendió - Me gustaría llevarme este ejemplar. ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XIX Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2016-05-06 Nombre del producto: Libro del Equilibrio Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: - Precio: 10000G Precio total: 10000 G Total de Puntos: -

Hola mis queridos duendes, ¿cómo están? Espero todo ande bien, vengo con una pequeña consulta.. Me paso por aquí por que cuando estaba revisando los pagos de la bóveda de mi negocio, me encontré con que en el pago del mes de Enero me contaron 0 posteos y me cobraron el impuesto por inactividad, pero en enero, desde este (#83) a este (#113) hay 31 posteos. Quería saber si es que yo me estoy perdiendo de algo o si fue simplemente un error. Muchas gracias desde ya!

Hacía ya tiempo que venía posponiendo el tomar aquella clase, y la razón detrás de ello eran motivos que el Weasley aún no podía dilucidar completamente. Quizá era porque, en un pasado no muy lejano, cuando tomó la clase de encantamientos en la antigua Academia de Magia y Hechicería, su experiencia no fue demasiado grata. No obstante, tras un poco de auto-convencimiento, logró inscribirse para aquella clase que tomaría lugar en los primeros días de Mayo y que constituiría, seguramente, una aventura para recordar. Se había enterado, además, que algunos de sus amigos también participarían de la clase, por lo cual estaba seguro de que al menos se divertiría. - Allá vamos, una más y una menos. - soltó vago, mientras caminaba por los terrenos aledaños al edificio de la universidad en búsqueda del punto de reunión que había acordado con la profesora. De sus hombros pendía una especie de mochila sumamente grande que había comprado en un local muggle y a la cual le había aplicado un encantamiento de extensión indetectable. Esperaba que a su profesora no se le ocurriese revisar el equipaje del Weasley puesto que notaría de inmediato que había sufrido una modificación mágica. Aferró fuertemente las cuerdas y continuó caminando con el sol golpeándole en la cara y el fresco viento de una primavera precoz alborotando sus cabellos. Finalmente llegó al punto de reunión, y rápidamente sus compañeros llegaron también, para entonces recibir las instrucciones de la profesora, quien se tomó poco tiempo para introducirse y en cambio prefirió poner a prueba uno de los más básicos conocimientos de encantamientos. Una escoba? ¿A dónde vamos? >> pensó el Weasley, quien no perdió demasiado tiempo y rápidamente pensó en la Nimbus 2001 que descansaba en el depósito de la Mansión Weasley... invocarla sería pan comido, aunque hacía tiempo que no practicaba un encantamiento invocador a tanta distancia. - ¡Accio Escoba! - murmuró, y la vibración en su varita le hizo saber que el encantamiento había sido efectivo. No tuvo que hacer más que esperar unos cuarenta segundos durante los cuales la escoba surcó la distancia que separaba Ottery St. Catchpole de las inmediaciones de la universidad, para finalmente aparecerse por detrás de unos árboles y terminar junto al Weasley, quien la tomó en el vuelo y rápidamente montó en ella. Allá vamos...>> pensó, mientras ascendía hacia el cielo.

Fue tal el ensimismamiento que tenía sobre el estado de salud de la mujer que no notó cuando Lisa apuntó su varita hacia él. De todas formas, no le hubiera molestado: la conocía como colega y a sabiendas del tipo de trabajo que ambos llevaban día a día, las súbitas apariciones eran más frecuentemente señal de peligro que de otra cosa. Por su parte, el Weasley se limitó a alzar la barbilla de la mujer con una mano y verter dentro de su boca unas gotas de poción herbovitalizante que se deslizaron por su vía digestiva sin encontrar resistencia... pronto despertaría, o eso esperaba. - No estoy seguro de qué ha sido eso que la atacó, lo único que vi fue una especie de espectro negro surcar el cielo y a continuación escuché el golpe de su cuerpo contra el suelo. ¿Magia negra, quizá? - comentó el Weasley, pero rápidamente se retractó - No creo que haya un hechizo lo suficientemente fuerte como para derribar a un arcano de un solo saque, debe de haber sido otro animago pero... ¿dónde se metió? Sabía que sus concepciones sobre la situación eran malas, y que muy probablemente se irían a su fundamento por lo poco predecible de la magia en sí misma. Sin embargo, el solo hecho de conjeturar la raíz de aquel ataque le hacía sentir de cierta forma algo más tranquilo, o que por lo menos alguien estaba tomando cartas en el asunto. Solo quedaba que la arcana despertase y finalmente podrían proceder a llevarla dentro de su hogar. - Pero qué bellos animales. - soltó inconscientemente Nathan, quien recordó su propia forma animaga que hacía ya tiempo no utilizaba... no desde los últimos sucesos en aquel bosque. - Podríamos intentar algunos encantamientos para animarla, quizá un ennervate haría el truco, pero me preocupa que hagamos mas daño que otra cosa, ¿qué opinais? Quizá sea tiempo de moverla adentro, como Lisa sugirió, si armamos una buena camilla de sostén podríamos hacerlo.

Su encuentro con la mismísima arcana de Animagia se había visto pospuesto para más tarde aquel mismo día luego de que se les comunicara de que la profesora debía hacer algunas preparaciones finales para aquellos quienes debían tomar la prueba antes de proceder a entrenar a una nueva tanda de pupilos. El Weasley, quien no había dormido muy bien la noche anterior y quien cada vez tenía los pies más fríos, había aprovechado la oportunidad para dormir unas cuantas horas más hasta que su elfo doméstico lo despertó con el llamado de la arcana, quien ahora efectivamente lo convocaba para comenzar con la prueba.. Acto seguido se apareció listo en los terrenos de aquella Universidad mágica de cuyo cuerpo docente el mismo integraba. No obstante, en vez de dirigirse hacia las aulas del ateneo de conocimientos donde pasaba mañanas enteras amaestrando pupilos en el arte de la herbología, tomó un sendero anexo a aquel y se dirigió hacia el lugar pactado: el lugar de residencia de la Arcana. No estaba seguro de donde quedaba, más se aventuró por aquel sendero que se perdía de vista en la inmensidad de los terrenos. A algún lado tengo que llegar... todos los caminos conducen a Roma, ¿no? >> Caminó sin rechistar por unos quince minutos hasta que finalmente un estruendo seguido de un alarido desgarrador reverberaron en los terrenos de la Universidad. Alzó la vista del suelo para encontrarse con que, no muy lejos de él, alguien había caído producto de una misteriosa formación que el Weasley no logró identificar o, mucho menos, llegar a catalogar como criatura o espectro. Su instinto lo llevó a correr hacia la persona damnificada, al tiempo que otras dos personas aparecían de la nada... una mirada las identificó como Anna, a quien había conocido más temprano aquel día, y Lisa, colega de la Orden del Fénix. - ¿Qué ha sido eso? - dijo el Weasley buscando el espectro que había desaparecido momentáneamente mientras se arrodillaba junto a la mujer. - ¡Es ella, es la arcana! - en efecto, la identificó como la mujer que había estado hacía horas sentada en una ronda con los otros pupilos. El Weasley examinó el cuerpo de la mujer y sus conocimientos de primeros auxilios le ayudaron a detectar un hombro dislocado, pero había una complicación mayor que esa que no estaba seguro de si sus compañeras habían notado: una costilla estaba fracturada cerca de su inserción medial en el esternón, y a pesar de que gran parte de la fractura sobresalía por encima de su caja torácica, estaba seguro de que había cierto riesgo de que se le perforara el pulmón o se le desgarrase un músculo. - Debe haber sido una caída dolorosa, colócale el amuleto... tengo algo de díctamo por aquí, si eso no es suficiente. - dijo, mientras comenzaba a rebuscar en su mochila el frasquito que siempre cargaba consigo por cualquier emergencia.

No fue hasta que el empleado detrás de la ventanilla se dirigió hacia ella que el Weasley notó a quien tenía al lado. Inconscientemente, alzó la vista de sus propios pergaminos que seguía comprobando en busca de algún inexistente error en sus formularios y se encontró con su amiga Lyra quien, tan alta como siempre, al parecer había tomado la misma decisión que el Weasley aquella tarde. Se mostró un poco reticente a saludarla tan efusivamente como normalmente lo haría, dado que desde su partida del Magic Mall temía que su relación hubiese quedado algo dañada. - Muchas gracias, y sí, por favor, este formulario también. - le contestó al empleado, quien seguía esperando una respuesta de él, deslizando otro de sus formularios por debajo de la ventanilla. - Lyra, ¿cómo estás? ¿vienes a comprar más criaturas para esa reserva que tienes? La verdad era que su amiga era aún más fanática que él en lo que a criaturas se refería, y él mismo había visitado la gran extensión de tierra del hogar Selwyn donde vivía su amiga el cual albergaba no solo humanos sino también una vasta variedad de criaturas mágicas, algunas de las cuales Nathan no había visto nunca antes en su vida. Podía llegar a admitir, tras un poco de insistencia, que había sido su amiga quien había despertado en él tal fanático interés por aquellos animales. - - - ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XIX Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2016-05-02 Nombre del producto: Cangrejo de Fuego Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Puntos por unidad: 40 P Precio: 2000 G Nombre del producto: Duendecillos de Cornualles Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Puntos por unidad: 40 P Precio: 2000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 P - - -

Finalmente había llegado el día en que la tentación se hizo más fuerte que la resistencia: los rumores de que nuevas criaturas habían llegado a la Mall Mágica se hacían oír cada vez más en las calles del callejón Diagon, lo cual constituyó combustible suficiente para que el Weasley se apareciese en la puerta de aquel centro comercial la mañana de un martes casi primaveral. Durante los últimos meses se había desenvuelto dentro de sí una especie de obsesión por tener cada vez más criaturas mágicas diseminadas por los jardines de la Mansión Weasley, y dado que se estaba privando hacía tiempo de tener nuevas adquisiciones, decidió que era hora de volver a comprar. - Una vez más este lugar. - se dijo para sí mientras suspiraba, una vez dentro del Magic Mall. Años atrás había participado como uno de los organizadores del Concilio de Mercaderes, que era la sociedad detrás de aquella Mall y de otras cuestiones mercantiles, no obstante había decidido abandonar aquel cargo por motivos personales y tras varios años, al intentarlo una vez más, se había encontrado con que las cosas eran demasiado diferentes a como las recordaba. Ya hacían casi dos meses desde que había debajo de trabajar allí, pero aún así los recuerdos afloraron en su mente como un boomerang que estaba esperando que apareciese por la puerta. Se dirigió hacia la trastienda, y el conocido olor a alimento para animales, un poco de estiércol y una gran dotación de tierra inundó sus sentidos, lo cual impulsó un poco más los recuerdos que aún rebotaban en su mente. Le tomo nada más que unas vueltas decidirse por aquellas criaturas que quería llevarse a casa, y tras hacerse una pequeña lista con todas las que se llevaría aquella tarde, se dirigió hacia el mostrador principal donde tras revisar que las criaturas se encontrasen en stock suficiente, tomó varios formularios y los fue llenando diligentemente con sus datos que se repetían en todos. - Buenos días, me gustaría llevarme estas criaturas. - dijo al empleado con una amplia sonrisa, deslizando el primero de los formularios. - Entre otras - se dijo en sus pensamientos. - - - - ID: 106737 Nick: Nathan A. Weasley Nivel Mágico: XIX Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2016-05-02 Nombre del producto: Gorros Rojos Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Puntos por unidad: 40 P Precio: 2000 G Nombre del producto: Dugbog Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Puntos por unidad: 40 P Precio: 2000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 P En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Dragones de Oro - - -

Las fiesta dentro de aquel mausoleo horripilante proseguía, y Nathan tuvo que contemplar como una tajante herida se abría en su pecho producto de un maleficio encantado por su oponente, cómo su propio Morphos había fallado miserablemente luego de una buena intercalación por parte de la Black Lestrange y cómo de pronto un trozo de roca se desprendió del techo. Nathan no tuvo demasiado tiempo para pensar, e hizo lo único que su cuerpo le comandó como reflejo. - ¡Morphos! - dijo, apuntando a la roca, y esta se transformó en medio de su trayectoria en una almohada que cayó sin hacer daño a nadie entre medio de Nathan y Mía. Lejos de dejarse sorprender por las trampas que había en aquel lugar, el Weasley tomó acción y aprovechó para pensar en un eficaz Episkey que selló completamente la herida causada por la daga. Algo incómodo por la cantidad de sangre que había perdido recientemente, pero a sabiendas de que los hechizos curativos regeneraban aquel líquido tejido en cuestión de segundos, decidió tomar cartas más profundas en el asunto e invocar, al igual que su compañera, la daga del sacrificio que quedó alojada en el bolsillo de su túnica para un futuro uso que el Weasley pudiese darle en el transcurso del duelo. Por último, pensó en un último maldición que podría llegar a poner a su compañera en apuros y que dejaría su próximo hechizo ridiculizado.

Hola, vengo con otra duda, por favor no me linchen D: Creo que mi oponente se me quiso adelantar a mi Morphos con un silencius que teóricamente no puede x.x Díganme si está bien esta tabla o si estoy errado como los mejores ¿? M: Juramento de Sangre N: Episkey M: Maldición N: Maldición (válido al ser no verbal) M: Morphos N: Morphos (avispa) M: Perdido por Marca de Sangre N: Perdido por Marca de Sangre M: Silencius N: ¿? M: Inmolo oppugnare Si no me equivoco, su silencius dejaría sin efecto mi primera acción de mi tercer turno, ¿o no? Saludos, y gracias desde ya!!+ EDITO: más dudas (? Mi oponente utilizó el poder de "curación" `propio de libros anteriores en su primer post, yo quiero saber si a pesar de que esto no consuma la primera acción de ella, el hechizo aún cuenta como válido porque solo se puede usar una vez y ella lo usa para curarse luego de su propio corte haciendo tres acciones en un mismo post, díganme si todo esto se puede xDD Y otra cosa, en realidad ella usa el amuleto de la curación en su tercer post, que asumo que no es lo mismo que la propia curación. De cualquier modo, necesita tener el poder de primeros auxilios para usar este poder, el cual no tiene... ¿sería válido? En realida, lo que quiero preguntar, está o no curada? xD

A pesar de que Nathan y Mía habían sido los primeros en colocarse para comenzar su duelo, dos de los otros participantes ya habían iniciado su propia contienda y ahora cuatro de ellos se encontraban en situación de batalla. A decir verdad, no había forma alguna de salir de aquella que no fuera batiéndose a duelo, y en adición, se encontró a sí mismo curioso por aprender los contenidos de aquel libro mágico... si tan sólo pudiese marcharse a su casa con los conocimientos en su posición... pero no, tenía que concentrarse. ¡Vamos, concéntrate! >> se dijo a sí mismo, y observó como el hechizo que su compañera había querido encantar quedó en exposición al no cumplir su propósito. Sin embargo, su pie quedó enterrado bajo una torta de chocolate que a juzgar por su espesor y su contextura húmeda, tenía crema dentro - Vaya, qué lástima, podríamos haber comido un pedazo al terminar. Sabía que tenía poco tiempo para actuar y ejecutar su hechizo, más el encontrar una estrategia le tomó un poco más de tiempo de lo que hubiese querido. No obstante, prefirió retortarle a su contrincante la misma estrategia que ella había utilizado, a fin de evaluar un poco más sus competencias antes de continuar. - ¡Morphos! - soltó, y el efecto fue instantáneo. La prenda que cubría el torso de la joven se transformó en una avispa marina de dimensión considerable que de inmediato rodeó la contextura de Mia con sus tentáculas, inyectando su veneno que de no curarse resultaría letal para su sistema inmune. Observó una expresión de confusión en el rostro de su compañera, y decidió aprovechar aquel momento a su favor, más cuando estaba a punto de efectuar su siguiente jugada su mente se vio obnubilada por una especie de confusión combinada con una sensación de ardor en su brazo derecho, justo donde uno de los profesores lo había tocado. Vaya vaya... la Marca de Sangre, parece que no hay mejor maestro que la experiencia.>>

Las travesías en las profundidades de aquel mausoleo abandonado parecían no acabar nunca, dado que tras recorrer varios pasillos cuyo olor nauseabundo no hacía más que empeorar, llegaron a una especie de claro que se sostenía por diversas formaciones rocosas que iban desde el suelo al techo. Por otra parte, en el suelo había un par de esqueletos por aquí y por allá que curiosamente estaban situados en la entrada a los pasillos que salían de la caverna. Estamos encerrados aquí. >> pensó para sí, y mordió su labio inferior tan fuerte que de seguir así pronto comenzaría a sangrar Ya me imagino lo que se avecina >> En efecto, y en cuestión de tan solo unos segundos, sintió un fuerte ardor en su pecho y supo que de alguna manera los profesores habían causado una herida mágica que necesitaría curar de inmediato. Su atención se vio descentrada momentáneamente cuando de la varita de Elvis salieron expulsadas unas cuantas formaciones de fuego rojizo que de a poco tomaron forma e imprimieron en el aire los nombres de los magos que deberían batirse a duelo. Mía Black Lestrange >> lo único que podía inferir de ella era que su apellido no le decía nada bueno, más si había llegado hasta estas instancias evidentemente mostraba muchas cualidades como bruja. Allá vamos >> se dijo, y sostuvo con fuerza su varita mientras pensaba en una Curación que le salvó de aquel corte, que se obturó por completo en cuestión de segundos y cuya hemorragia desapareció completamente. Su oponente no perdió tiempo alguno y se acercó a él con suma agilidad para proferirle un corte en el hombro con una daga que se materializó de la nada. Supo instantáneamente al escuchar sus palabras que tendría grandes problemas durante un buen tiempo si no podía conjurar rayo alguno, más se dejaba contentar con el hecho de que ella misma estaba sometida al mismo juramento. Por otra parte, debía suponer que aquel corte requería curación inmediata. - ¡Episkey! - soltó, con su varita apuntada sobre el hombro en el que se encontraba la herida, la cual se cerró inmediatamente y desapareció sin dejar rastros. Decidió no perder el tiempo y devolverle el ataque a su compañera, a la cual miró con seriedad mientras pensaba en una Maldición que dejaría a su próximo hechizo sin efecto dado que éste se vería completamente pormenorizado a una broma. Se alejó unos cuatro metros de su contrincante, deseando imponer una distancia entre ellos para poder recobrar un poco de control sobre la situación.

Mis queridos niños (? Una pregunta: "En su primer post, la Daga de Sacrificio se activa y les produce una herida en el pecho a ambos duelistas. Deberán curarse antes de empezar el duelo. ... .... El saltar las barreras, no consume acción. Pueden saltar las barreras en un post y luego volver a postear para atacar a sus compañeros. O todo en el mismo post." Dos preguntas respecto a esto: Esta curación ants de empezar el duelo consume la acción que tendría quien inicia el duelo? Me refiero a que quien sea que empiece el duelo perderá su primera acción? Y segundo, a que barreras hacen referencia? No encontré ninguna en el rol de ustedes salvo esos cuerpos que solo se activarían si nos acercásemos, cierto? Gracias desde yA (?

Las palabras de Elvis lograron calmar un poco la sensación de ansiedad que crecía peligrosamente dentro de su pecho: si bien la presencia de algunos de sus compañeros y buenos amigos podía llegar a reconfortarlo un poco, nada podía hacer contra la sensación de que algo malo estaba ocurrir. Poco ayudaban, por otra parte, la oscura noche que se había tornado gélida apenas Elvis apagó los fuegos y la penumbra nocturna que se mantenía impenetrable a pesar de la luna que resplandecía en el cielo De pronto, y casi como para empeorar radicalmente la situación, el otro profesor se acercó a un mausoleo aledaño de mármol blanco y con solo apoyar su varita contra el suelo produjo un ruido estridente que despertó un dolor de cabeza punzante que, tenía el presentimiento, tardaría varias horas en menguar. Sin embargo, y a pesar de lo incómodo que se encontraba con la situación y la tarea que se le estaba imponiendo, acató las órdenes del profesor y siguió al resto de sus compañeros hacia dentro del mausoleo donde, al llegar al borde de la entrada, podía verse una profunda caída. Del bolsillo de sus pantalones sacó el amuleto que lo salvaría de la situación, lo aferró con fuerza y se lanzó al vacío. El amuleto volador le permitió planear sobre el suelo cuando la distancia aminoró hasta que finalmente pudo aterrizar sobre el suelo. Como si fuese posible, el frío allí bajo la caverna era aún peor y tuvo que aguantar las ganas de desaparecer con un solo movimiento al sentir como su pie derecho se paraba sobre lo que parecía ser una vértebra humana en estado avanzado de descomposición. Ignoró completamente las palabras de sus compañeros, a sabiendas de que si pronunciaba palabra alguna podía llegar a vomitar. - ¿Nathan? - una fémina voz dijo a sus espaldas. El Weasley giró su cabeza por encima de su hombro al tiempo que un nudo se formaba en su garganta al reconocer la mujer a quien pertenecía aquella voz. - ¿Ma? - soltó Nathan con voz ronca, olvidando completamente su precario estado fisiológico. Allí, entre los restos humanos, estaba su madre a quien no veía hace ya varios meses y quien había desaparecido sin dejar rastro alguno.. los rumores habían dicho que... No, ni quería pensar en los rumores, prefería recordar a su madre con los buenos recuerdos. - ¿Felicity? La mujer no respondió, en cambio extendió su mano para que Nathan la tomase, y el lo hubiese hecho si no fuese por la voz de su profesor que obturó toda presencia de la mujer y lo obligó a centrar su atención en el hombre.