Astara Macnair

El dolor se extendía por todo mi cuerpo, cada respiración era un recordatorio del impacto contra el árbol. Apenas podía moverme, y mi varita había caído fuera de mi alcance, brillando débilmente a unos metros de distancia. Intenté incorporarme, pero mis músculos gritaban en protesta. Todo estaba sucediendo demasiado rápido. El frío del bosque parecía penetrar hasta mis huesos, y aunque intentaba concentrarme, la criatura que teníamos delante me helaba el alma. Su presencia era abrumadora, y la Piedra Encantada… esa maldita piedra estaba drenando nuestra magia. Sentía cómo mi fuerza se desvanecía, como si algo la estuviera absorbiendo lentamente. Escuché la voz de Coleen, lejana, pero clara. Sabía que estaba intentando pelear, que no se iba a rendir, y a pesar de toda nuestra rivalidad, me aferré a esa idea. No podíamos darnos el lujo de fallar aquí. No en este maldito bosque. Lo vi volar por los aires, como si fuera un simple muñeco de trapo. La criatura lo había lanzado lejos, y por un segundo, me sentí completamente sola. Maldición, Coleen. No me dejes sola en esto. El miedo me golpeó con fuerza. Sabía que era joven, que no tenía ni la mitad de la experiencia que muchos otros magos habrían tenido en este tipo de situaciones. Y, sin embargo, aquí estaba, frente a una bestia de magia oscura que absorbía nuestras defensas como si fueran nada. Me sentía pequeña, insignificante. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿Cómo había pensado que podía manejar algo así? Sentí las lágrimas arder en mis ojos, no de tristeza, sino de frustración. No podía permitirme esto. No ahora. —Vamos, Astara —murmuré para mí misma, el temblor en mi voz apenas perceptible—. No te puedes quedar aquí tirada. Me arrastré hacia mi varita, mi cuerpo protestando con cada movimiento, pero lo hice de todas formas. Tenía que recuperarla. A mi alrededor, el bosque se sentía vivo, como si nos estuviera observando, esperando que fracasáramos. Sabía que la criatura no estaba lejos, y que el próximo golpe sería fatal si no hacía algo. Escuché otro gruñido espectral, una advertencia de que no teníamos mucho tiempo. Coleen había conjurado un Reducio, y aunque el hechizo no había tenido el efecto que esperábamos, le había dado unos segundos más. Vi cómo intentaba levantarse a lo lejos, su cuerpo claramente dolorido, pero no podía dejar que lo enfrentara solo. Mi mano finalmente alcanzó la varita, y con un último esfuerzo, me levanté tambaleante. No sabía cuánto más podía soportar, pero sabía que no iba a quedarme de brazos cruzados. El miedo seguía ahí, esa sensación de estar frente a algo mucho más grande que yo, algo que me superaba en cada sentido. Pero había una cosa que siempre había aprendido: el miedo solo te consume si se lo permites. —¡Coleen! —grité, sintiendo cómo mi propia voz resonaba en la oscuridad—. ¡No podemos vencerlo con fuerza bruta! La Piedra está absorbiendo nuestra magia. Necesitamos distraerlo. Él giró su cabeza hacia mí, apenas capaz de mantenerse en pie, pero en sus ojos vi la misma determinación que me impulsaba a seguir. Teníamos que pensar rápido. Si la magia directa no funcionaba, teníamos que ser más inteligentes. —Voy a intentar atraer su atención. ¡Tú busca una forma de destruir la piedra o neutralizarla! —No tenía ni idea de si funcionaría, pero ya no teníamos otra opción. Alcé mi varita y apunté hacia el cielo. —Periculum —conjuré, y una explosión de chispas rojas iluminó el área. No era un hechizo ofensivo, pero esperaba que al menos desviara la atención de la criatura por unos segundos. El rugido volvió, y la criatura se detuvo, sus ojos infernales centrándose en las chispas. Aproveché ese momento para lanzar un Impedimenta en su dirección, no para detenerla, sino para ralentizarla lo suficiente para que Coleen tuviera tiempo. No era magia poderosa, y probablemente no duraría, pero tenía que confiar en que juntos, de alguna forma, podríamos salir de esto. El miedo seguía ahí, palpitando en mi pecho. Podía convertirme. Podía transformarme en un hurón y huír de allí con velocidad, pero eso significaba dejar a Coleen atrás. No, no podía ser tan cobarde. Me mordí el interior de la mejilla y los ojos se me llenaron de lágrimas, mientras la boca se inundaba con el metálico sabor de la sangre. —Kiorke — el látigo azul que brotó de la varita era largo y brillaba sin cesar, como una luz de neón de esas que los muggles ponen en sus negocios. De inmediato, le ordené que atacara a la criatura de sombras. En efecto, el látigo pegó en el ser, haciendo que éste retrocediera. Aún así, la luz se iba extinguiendo poco a poco. A menos que Coleen se deshiciera de la piedra, no había hechizo capaz de mantener a esa criatura a raya por mucho tiempo. Y nuestras fuerzas se agotaban.

Uy, amé la dinámica chicos, me encanta ❤️ Les pongo una estrellita por hacer algo tan divertido... 1. ¿Cómo llegaste por primera vez al foro? Estaba buscando un foro de rol, específicamente porque sabía que había de muchas cosas. Había entrado el .com cuando tenía como 10 años, y nunca más había sabido de él, así que volví a entrar al .com, vi que decía algo del .org, y me metí. La mejor decisión de mi vida XDD 2. Tomando en cuenta toda tu experiencia que tienes en el foro ¿Qué es lo que más te gusta de este lugar? La gente ❤️ Hay de todo, sí, pero la gente, las pasiones que nos unen. 3. ¿Qué echas de menos del foro que viste por primera vez? La enorme cantidad de activos y las dinámicas del juego. 4. ¿A qué usuarios del foro conoces irl y como fue la primera vez que se conocieron? Conozco a mucha gente. En 2010, Elvis me escribió un MP para decirme que él también era de Mar del Plata, y nos encontramos en una plaza que estaba a dos cuadras de mi casa con él, Lole (Arabella), Guillermina y Mica. También, entre 2010 y 2011, conocí a Marce (Marcellus), Felipe (Felias), Sandra (Darla), Gonza (Thanathos) y Animaga. En 2014, conocí a Maca (Arya), Matías (Near) y Mary (Brardolla). Gente que no recuerdo el user o el nombre XDD 5. ¿A qué te dedicas IRL? Soy Crupier en un Casino. 6. ¿Cuál sería tu día perfecto? Ir a las termas ❤️ o estar tranquila, con un libro y un café. 7. ¿Cuál es tu serie favorita? La Ley y el Orden: UVE 8. ¿Cuál es tu canción favorita y quien la interpreta? The Reason - Hoobastank / Rumbling - SiM 9. ¿Qué has aprendido del foro actualmente? Que no todo es tan fácil como parece. Estar jugando es muy muy diferente a estar intentando que el juego sea jugable para la gente T-T 10. ¿A que usuario del foro te gustaría conocer en persona que no lo hayas hecho aún? @ Sagitas E. Potter Blue @ Matt Blackner @ Monica Malfoy Haughton @ Adrian Wild @ Sophie Elizabeth Granger @ Jank Dayne @ Cillian Haughton y @ Goderic Slithering ... No, mentira, a @ Hades Ragnarok también T-T 11. ¿Quien es tu mejor amigo foril? @ Arya Macnair siempre y por siempre. Es la madrina de mi hijo más peque, mi mejor amiga, mi hermana de otra madre, la razón de mi existir, mi otra mitad... XD 1.Resumido en 3 puntos solamente ¿Qué tres cosas motivan las acciones de tu personaje?: Su inmadurez, apenas tiene 17 años Su familia y amigos Su ambición 2. ¿Qué es lo que más te ha costado encajar del perfil de tu personaje? Su forma de ser divertida y graciosa, de mi forma de ser más fría que témpano en Polo Norte. Cuando entré en el foro, a mis dulces 18, definitivamente me costaba separar a Cissy de mí. 3. ¿Quien es el crush de tu personaje? ¿De Astara? No tiene. 4. ¿Cuál es la faceta de tu personaje que más se te dificulta rolear? No lo sé, apenas la estoy descubriendo. 5. ¿Qué es lo que más amas de tu pj? Que es muy muy divertida y hace comentarios mordaces, pero no deja de ser una adolescente a la que le preocupa su ropa y su pelo. 6. ¿Qué hace imperfecto a tu personaje? Que cree que se puede llevar al mundo por delante, y no es más que una cría jugando juegos de grandes. 7. ¿Con quién tendrías un Lemmon en el Foro? No one 8. ¿Qué crees que le hace falta a tu personaje para ser perfecto? Uff.. no llego nunca a cubrir este punto... 9.- ¿Qué talento único tiene tu personaje? No tengo idea, creo que nunca pensé que podía llegar a tener algo especial. 10.- ¿Cómo ves a tu personaje a futuro? La iré haciendo crecer con el foro, así que espero verla madurar, básicamente. 11- ¿Qué es lo que definió la lealtad de tu personaje por un bando? De que Sean roba ropa interior femenina para ocultar algo de sí mismo... No sé... Será que tiene ciertas inclinaciones que no desea que nadie sepa...

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Ficha y perfil editados para agregar dos conocimientos por multicuenta graduada: Pociones Conocimiento de Maldiciones Astara Macnair Moderadora de HarryLatino.org

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Saldo Anterior: 223217 G Devolución por quita de conocimientos de bando: 4000 G Conocimiento 1: 500 G Conocimiento 2: 1000 G Conocimiento 3: 2500 G Saldo: 227217

Histórico del post #2 Se han quitado los conocimientos de bando y, por lo tanto, se devuelve a la bóveda la cantidad de 4000 G: Conocimiento 1: 500 G Conocimiento 2: 1000 G Conocimiento 3: 2500 G Total: 4000 G

Histórico del Pst #2 Histórico del Post #3 @ Alexander Luxure Evil Solamente posees TIMO, lo que en su momento te dio acceso a 1 conocimiento, una medalla de 2000 EXP y 500 G. Si tu intención es declarar la cuenta como multicuenta, entonces no haría falta que hicieras la Academia de Neutrales, por lo tanto no obtendrías el EXTASIS ni lo que venga con él (1 conocimiento adicional, una medalla de EXP y Galeones de regalo). En cambio, al declararla como multicuenta, accederías a ya poseer el título de graduado y, además, te correspondería 1 conocimiento más, además del que posees. Dicho esto, sí podrías cambiar el conocimiento que ya tienes por otro, si declaras la cuenta. Sobre la bóveda trastero, para poder hacer una, debes ver los requisitos que se piden. No los conozco todos de memoria, pero sé que debes tener al menos 5000 G en tu cuenta, que es el costo de una bóveda trastero. Cualquier duda, puedes escribir a mi lechucería.

Nick y Perfil del donante (en link): Astara Macnair Bóveda del donante: Bóveda N 85617 Cantidad a donar: 4000 G ==>Receptor 1: Nick y perfil (link): Cissy Macnair Bóveda: Bóveda N 119750 Cantidad a recibir: 4000 G Concepto (Opcional): Quiero comprarme el Libro 1 y necesito dinero XD

Acompañado: @ Cillian Haughton Acompañante: Astara Macnair Habilidad: Animagia Mis palabras sonaban seguras, casi desafiantes, pero por dentro sentía una punzada de incertidumbre que no podía ignorar. Cillian Haughton no era un cualquiera. A pesar de mis habilidades y el control que creía tener sobre la situación, la realidad era que él era un adulto, mucho mayor que yo y probablemente más versado en la magia. Por mucho que me esforzara en mostrar firmeza, el hecho de estar frente a alguien que me superaba en experiencia me hacía dudar. Mi corazón latía con más fuerza de la que me gustaría admitir. No podía dejar que lo notara, no podía mostrar debilidad, pero no dejaba de preguntarme si estaba en desventaja. Él parecía tan calmado, tan confiado, mientras yo mantenía mi compostura a duras penas, tratando de ignorar la sensación de que me encontraba en un juego mucho más peligroso de lo que había previsto. —No soy de las que se venden por promesas vacías, Haughton —repetí, pero esta vez mi voz tembló apenas un poco. Me odié por eso. Lo miré a los ojos, buscando algún indicio de lo que realmente quería de mí, pero no era fácil leerlo. Mi mente se debatía entre las ganas de demostrar que no era una niña que podía manipular y el miedo real de estar sobrepasando mis límites. Mis ojos recorrieron brevemente el lugar, buscando una vía de escape en caso de que las cosas se salieran de control, pero no quería pensar en huir. No quería sentirme acorralada, y mucho menos darle la satisfacción de que me viera dudar. —Dime exactamente lo que tienes en mente —añadí con algo más de dureza, intentando reafirmarme—. Tal vez consideremos quién tiene más que ganar con esto. La inseguridad seguía presente, como un murmullo en el fondo de mi mente, pero si iba a entrar en este juego, lo haría sin retroceder. Aunque no estuviera segura de cómo terminaría. Mostrar lo que podía hacer, la magia avanzada que había aprendido en mis últimos años, podría tranquilamente meterme en problemas y ser un arma que él podría usar en mi contra, aunque aún no sabía cómo es que eso iba a ocurrir. A menos que tuviera algo interesante para ofrecerme, entonces buscaría la forma de zafarme de la situación.

El calor de las llamas me golpeó el rostro cuando llegamos. La casa de los Moody, que solía ser un refugio tranquilo, estaba completamente envuelta en fuego. Los crujidos de la madera quemándose eran casi ensordecedores, y el humo se alzaba en columnas oscuras que oscurecían el cielo. La puerta principal había sido destrozada, colgando de sus bisagras, y el jardín, normalmente impecable, estaba devastado, como si una turba desenfrenada lo hubiera arrasado. Me detuve por un segundo, tratando de procesar el caos que tenía delante. Esto no era una simple advertencia. Había sido un ataque deliberado, brutal. No tuve tiempo de pensar más cuando escuché un grito desde el interior. Mi instinto me llevó a avanzar, pero alguien me detuvo con una mano firme en el brazo. "Es peligroso entrar", dijo una voz a mi lado, pero no podía quedarme quieta. -No hay nada que hacer, nos vamos- dijo un hombre a mi derecha. No me convencía. Todavía podían estar por allí. Me mordí el interior de la mejilla y obedecí a regañadientes. -Haz de la Noche- conjuré con mi varita, haciendo aparecer un portal. Me metí por el mismo, echando un último vistazo al fuego que ya menguaba, de los restos de la puerta de la cabaña.

Alguien había lanzado un Patronus para convocarnos a todos a la casa de las Moddy. ¿Qué demonios estaba pasando? Era la primera vez que entraba en batalla desde que había sido reclutada para la Orden del Fénix, una jovencita de diecisiete años. Pero bueno, yo quería contribuir a la causa. El aire estaba cargado de tensión cuando llegamos. A pesar de la adrenalina que recorría mi cuerpo, no podía evitar sentir cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Todo era un caos controlado; miembros de la Orden empezaban a aparecer, sus rostros serios y decididos. ¿Qué había sucedido para que las cosas escalaran tan rápido? Me ajusté la capa y empuñé mi varita, sintiendo la madera cálida en mis dedos. Estaba lista para luchar, para probar que mi lugar en la Orden no era solo un accidente, que no era solo una adolescente jugando a ser heroína. Esto era real, y estaba a punto de enfrentarlo, por primera vez, de verdad. -No tengo miedo- me dije a mí misma, ocultando mi cabello platinado todo lo que podía para no ser reconocible.