Jessie Black Lestrange

Viana de Roca Gris Escuchaba con atención lo que aquel hombre tenía para decirle. Comenzar por la exhibición japonesa sonaba interesante así que asintió viendo como el hombre comenzaba a hablar con alguien más. No le extrañaba, ella era muy despistada, ya Jessie se lo había recriminado en un par de ocasiones que aquel despiste la metería en serios problemas. —¿Eh? Yo... Si, me parece bien, comencemos— sonrió bajando la mirada un tanto apenada comenzando a caminar con una ligera sonrisa torcida. Aquello era facina te, ver todas las explosiones y cada cuadro, cada escultura, cada estatua, todo era muy hermoso y lleno de magia. Viana podía sentirlo. Aquellas obras de arte guardaban magia en su interior aunque no estaba segura de si era magia de quienes representaba o de quién las esculpió. —¿Disculpa... Tu también sientes la magia que emana de ellas?— pregunto nerviosa de que él descubriera que la chica era un poco extraña. @ Cillian Haughton

No dejarse controlar por los instintos animales. Eso era más fácil decirlo que hacerlo. El encontrarse en otro lugar tampoco ayudaba mucho ya que aquella reserva se parecía en demasia a dónde podría correr, jugar y trepar. -Vamos Jessie, recuerda tus clases de oclumancia, cierra tu mente- se reprendió a si misma observando como la Arcana volvía a desaparecer. Aquello se parecía mucho a su anterior clase, tener que estar tranquila y en sintonía con lo que la rodeaba. Suspiro soltando el aire lentamente, centrándose en mantener su conciencia a flote y no dejarse dominar. Poco a poco aquello fue más sencillo. Cerro sus ojos y sintió como volvía a ser ella misma en su forma humana. Sonrió para sus adentros y repito el procedimiento una vez más regresando a ser un oso panda rojo. Camino en sus cuatro pata, sintiendo la tierra y hojas secas bajo sus pies. Olisqueo el aire descubriendo nuevos aromas y cuando se sintió satisfecha volvió a sentarse para regresar a su forma humana. -Ojalá @ Suluk Akku vuelva pronto— murmuró poniéndose de pie y retirando la hojarasca con un ademán de manos

Hola mundo Escapando un rato al mundo mágico en medio de mi estrés muggle, siempre es bueno escapar de vez en cuando y más cuando se tiene un poco de tiempo en medio del caos. Pasen un bello hallowen.

Viana de Roca Gris Brinco en su lugar asustada cuando un hombre se acercó a donde ella estaba. No estaba acostumbrada a la compañía salvó la de Jessie. Su corazón corría a mil por hora y sabía que sus mejillas habían entrado en sintonía con su cabello rosa. —Di-di-disculpa Cillian, me asusté solo un poco — bajo la mirada apenada jugueteando con sus manos — llegó la invitación a la mansión dónde vivo con una amiga y... No sé ¿Que me recomiendas? Observaba el lugar asombrada, sus verdes ojos brillaban por querer verlo todo pero no sabía por dónde comenzar. Suspiro perdiéndose en sus pensamientos sabiendo que tal vez parecería una tonta pero tras tantos años viviendo en el Inframundo valoraba cada instante que pasaba fuera de aquel horrendo lugar. @ Cillian Haughton

Ponerse en la piel del panda rojo. Aquello no sería difícil; se relajo en toda su extensión. En uno de sus viajes había estudiado algo que los muggles llamaban yoga pero que para ellos, los magos, era más similar a conectar con tu magia interna. Se posicionó en el piso, relajándose todo lo humanamente posible, cerrando sus ojos y visualizandose en los bosques de oriente, dónde aquellas criaturas habitaban. Sintió como el viento cálido rozaba sus brazos y rostro y se enredaba en su cabello. La Paz de aquel lugar la envolvía haciendo que su respiración fuera cada vez más lenta, más larga y armoniosa con lo que la rodeaba. Sin abrir sus ojos sintió como su pulso bajaba cada vez más notando la sincronía con el resto de sus emociones. Su olfato se agudizó al igual que sus oídos. Escuchaba la brisa a su alrededor aunque aún estaba consciente del lugar en donde estaba. Sintiendo como poco a poco comenzaba a encogerse, su corazón quiso acelerarse pero no debía perder la concentración; como pudo contuvo el aliento forzando a su corazon a ir más lento de nuevo. El bello de sus brazos comenzó a crecer, ella lo sentía, le provocaba un poco de comezón, sonrió sin evitarlo. Las emociones la abrumaban; lentamente abrió los ojos moviendo su nariz al sentir una pelusa en la punta de ella. Soltó un grito que más bien sonó como un gruñido al ver que sus manos habían pasado a ser dos garras de color rojizo. Volteo a todos lados un tanto asustada, su corazón estaba demasiado acelerado así como su respiración. Abría y cerraba los ojos intentando recobrar la compostura pero algo dentro de ella la invitaba a correr, correr y correr. Y un olor peculiar le llamaba la atención, era una fruta exquisita que provocaba que el pequeño osos panda rojo comenzará a babear.

Viana de Roca Gris Jessie no había querido ir a aquella exposición de arte de la cual había llegado invitación a la mansión de su madre. A decir verdad, Viana tampoco tenía muchos ánimos de asistir, ya que no sería divertido sin su gran amiga. Pero la entendía, el volver a Londres aún menguaba su estado de ánimo y Viana no era quien para forzarla a asistir a eventos donde la chica se veía rodeada de personas ya que sus ánimos comenzaban a decaer. Llegó a la exposición engalanada en un vestido entallado en color gris oscuro, una capa blanca aperlada cubría sus finos brazos, mientras su cabello rosa caía liso por su espalda. Ni bien entró recordó las múltiples veces que había escuchado de aquellos lugares gracias a su captor. Sonrió de lado ya que finalmente podría ir a todos aquellos lugares sin miedo alguno, ya que Jessie se había encargado de que ella fuera libre. Sonrió parada en la entrada de la galería, pensando seriamente a cual de ellas iría primero, ya que no sabía por dónde empezar. Si al menos su amiga llegará le ayudaría a elegir.

Hola, saludos hospitalarios Hoy los saludo desde mi pequeño niño en terapia, tengo que estar aquí dos horas y media en lo que terminó de realizar mi tratamiento, espero todo vaya viento en popa. Así que este lugar es para pasar el rato?

¿Feliz? A qué venía aquella pregunta... Entornando los ojos, Jessie observo con fijeza a la Arcana centrándose mejor en la otra parte de la pregunta que le formulaba. ¿Cuál sería el vínculo con el animal que tanto había soñado? No estaba del todo segura, era una pregunta que muchas veces se había hecho, el porque se sentía tan unida a aquel oso. Solto un suspiro tomando un trago de su taza de té observando a su madre en el regazo de uno de sus compañeros. Nego divertida por aquella acción, de seguro era muy unida a aquel hombre. Pero volviendo a su predicamento debía pensar que era lo que lo vinculaba. Bajo la mirada y lo medito durante varios minutos. —Soy tan feliz como el humano promedio, en medio de esta vida que nos tocó vivir, en medio de todo el dolor y sufrimiento que debemos soportar y aprender a cruzar a lo largo de nuestra corta vida, ya que no somos eternos ni mucho menos y son pocos los magos que han alcanzado algo similar a la inmortalidad pero ¿A qué precio? — se encogió de hombros y tomando la taza entre sus manos jugueteo con el borde con uno de sus dedos — eso creo que es lo que me vincula al oso panda rojo, su pasividad, la forma en la que ve la vida, como lo que es, un lugar donde pasamos a disfrutar el momento y nada más. Tras decir aquellas palabras se quedo callada, sopesando ella misma lo que había dicho. Decir abiertamente lo que pensaba era algo que no solía hacer por qué la gente solía quedarsele viendo. Suspiro y perdiendo su vista en una de las paredes frente a ella veía sin observar nada en realidad, oyendo sin escuchar a sus compañeros y aunque sabía que era una falta de respeto no era algo que pudiera cambiar de momento.

Viana de Roca Gris Se llevó a Jessie lejos de los mortifagos ya que no quería que la fueran a identificar. Ahora notaba que la chica estaba bastante confundida pero aora eso estaba Viana, para defenderla. —Alguien tiene que cuidarte, pequeña Jessie— sonrió Viana ocultando a Jessie en uno de los aseos. Hasta que dejó de escuchar todo el griterío, Viana la dejo salir de aquellos aseos regresando a su lugar justo a tiempo de escuchar quien había logrado llevarse aquellos premios. —Creo que no te has llevado nada esta vez ¿Volverás a pujar por algo?— pregunto observando al presentador de aquel evento. La vio bajar la mirada cuando escucharon que era el siguiente asunto por el cual pujar. Algo había pasado con Jessie y aquel tal Illidan para que se pusiera de aquella forma. Pero Viana sabía que el corazón de Jessie pertenecía a Otro y ella estaba feliz con eso. —Si quieres yo pujo por ti esta vez y yo me quedo con el premio en caso de ganarlo — sonrió divertida con una mirada traviesa provocando que Jessie negaranegar

Se sobresalto al escuchar aquella voz cerca de ella. Sonrió de lado volteando a ver a Vania enseñando una ceja al notar que aún no se quitaba la capa de viaje. —Lo compré en Turín, en una de las muchas convenciones a las que fui estando en Italia, tenía que salir seguido— explico a su amiga con una cálida sonrisa. Entendía las palabras del demonio pero eso no implicaba el hecho de que lo que sentía en si corazón no cambiará en lo absoluto. De repente, magos con máscaras en sus rostros comenzaron a aparecer. Aquello debería ser una broma. En el pasado ella no recordaba que los mortifagos aparecieran en el ministerio. Vania, ágil como ella sola tomo a la Black Lestrange de la mano y la llevo lejos de donde estaban apareciendo los mortifagos. Se veía la preocupación en el rostro de la demonio y era preocupación por la bruja de cabello rojo. —Vania, tranquila... ¿Porque corremos?— pregunto Jessie sospechando que algo le ocultaba su amiga.

Vania de Roca Gris No sabía dónde se había metido Jessie, hacía años que la había dejado varada en la mansión de su familia. No sé lo reprochaba pues sabía que la chica estaba pasando por duros momentos, incluso cuando había vuelto a casa de su familia hacía pocos días la veía decaída, más seria. No era la misma chiquilla alegre que ella había conocido. Reconocía el aroma de Jessie en aquella extraña invitación que llegara a la Black Lestrange. La había tomado en sus manos, seguramente leyendola y recordando tiempos pasados que jamás iban a volver habría sonreído; vistiendose con sus mejores ropas se habría preparado para ir a aquella gala pero estaba segura que mal hubiera puesto un pie en la misma se habría arrepentido y quererse ir en el momento. Pero Vania no lo permitiría, ella quería que la anterior Jessie, aquella que sonreía en todo momento volviera. Ella recordaba todo y como había cambiado cuando ingresara en ese grupo de magos oscuros, el como se alejo tras el dolor que su corazón iba sufriendo conforme mataba gente inocente. Porque a ella le partía el alma cuando hacía esas cosas, pero había una parte de Jessie que lo disfrutaba y Vania lo sabía. Colocándose una capa de viaje color negro, Vania salió de la Black Lestrange con rumbo a la Gala del ministerio Italiano. Tenía tiempo de no salir y sentir el aire fresco en sus cabellos color rosa le provocaba un placer que no cualquier humano podría entender. Al llegar al lugar sonrió, imaginando la ilusión en los grises ojos de Jessie cuando hubiera llegado. Ingreso en el lugar buscando una cabellera rojo oscuro en el lugar y tal como pensaba la encontró en una de las mesas del fondo, sentada en solitario con sus grises ojos fijos al frente pero sin observar a nadie. —Me alegro que volvieras, pero quita esa expresión de tu cara niña, no te pega— sonrió Vania sentándose junto a Jessie, a la derecha de esta — bonito vestido ¿Lo compraste en... La expresión de sorpresa de Jessie era una maravilla a ojos de Viana, que no reparo en soltar una carcajada al ver el rostro desencajado de su "amiga" para fines prácticos.

Había llegado alguien más, seguro que también la líder la había mandado, seguramente no confiando en Jessie. —Prometo no volver hacerle ninguna travesura a la líder, pero no sabía que ella era la líder— mascullo molesta viendo a Sophie interactuar con el hombre al que había ido a buscar que ahora sabía se llamaba Arcanus. Suspiro, pensaba que le ayudaría con su compañero pero solo se dedicaba a observarlo. Rodó los ojos y alzando la varita murmuró: Haz de la noche Creando un portal que los llevaría de regreso al cuartel de la orden del fénix. Aquello había sido una perdida de tiempo, total y absoluta pero al menos sabía ahora que aquella familia era peligrosa. —¿Nos vamos?— pregunto alzando una mano en dirección de Arcanus y otra en dirección de Sophie. Con ambos magos tomados de sus manos cruzo el portal que se cerró detrás de los tres magos dejando atrás de ellos el desastre que Arcanus había provocado.

Había tomado asiento en una de las mesas del fondo ya que todos los rostros eran nuevos para ella. Juguetes a con su copa de champagne rodeandolo con su dedo. Escuchaba las propuestas de la subasta. Una clase de pociones no era algo que le importaba mucho, ya era ella una pocionista, el viaje por Italia... Apenas había vuelto de la misma y si regresaba... No creía retornar a Londres. Sobre la obra de arte... Solo podría colgarla en su habitación ya que no sabría si Mía se la dejaría colgarla en alguna de las salas principales. Pero no perdía nada con intentarlo. —Tres mil galeones por la obra de arte— oferto levantando una mano mirando directamente al orador.

Habia recibido la orden de ir tras ¿Arcanus? ¿De verdad se llamaba así? ¿Porque la futura señora Black Lestrange le hacía aquello? ¡Oh cierto! Que se había burlado, según su tío, de ellos la pasada mañana en el castillo Black Lestrange. ¿Porque había hecho aquello? Ahora tenía que hacer los mandados de su futura tía. —Velo por el lado amable, es tu líder y no es vengativa— trataba de convencerse mientras ingresaba a la mansión McNair dónde se escuchaba resonar por las paredes la voz de un hombre. Suspiro y lo busco por las habitaciones de la planta baja hasta que dió con el sonido de una explosión, a dónde sus pasos se dirigieron con una carrera apresurada —¿Y cuando no estás enojado? — pregunto Jessie con una sonrisa ladeada en sus marfileño rostro que iluminaba sus grises ojos —No sabía que podíamos tomar cuando salíamos de misión — nego divertida tomando la botella de Arcanus de sus manos — y me mandó la líder, si pasa algo, debo avisar. Dejando la botella en su lugar aferró si varita en la mano izquierda esperando la respuesta de los lugareños de aquel castillo.

Aún pensaba en sus sueños, aquellos dónde un bello oso panda rojo hacía aparición en ellos. Se habían vuelto más fuertes desde que aprendiera a modificar su apariencia con la metamorfomagia ¿Tendría algo que ver? Confiaba en que no. Brinco en su lugar al escuchar de nueva cuenta la voz de Suluk referirse a ella. Sonrió de medio lado acomodando sus largas ondas detrás de su oído derecho con timidez. —Eso... Creo.— cambiando su peso de pierna soltó el aire que no sabía que retenía jugando con sus dedos. Asentía a las palabras de la Arcana, aquello era cierto, podía sentir la magia a su alrededor, ya sea por los otros magos o por el lugar donde se encontraba. Lo mismo había pasado con las otras habilidades que había estudiado. Tomo asiento cuando noto la silla detrás de ella; cruzando sus tobillos el izquierdo sobre el derecho acomodo sus manos sobre sus rodillas sintiéndose aún más nerviosa que cuando estaba parada. —Tengo... Tiempo, bastante tiempo si soy sincera... Soñando con un oso panda rojo, con un bello antifaz blanco al rededor de sus ojos grises intenso. Su pelaje es rojo fuego, muy similar a mi cabello. Cuando sueño con él regularmente está haciendo alguna clase de travesura o comiendo frutos en el bosque. Se ven tan feliz... — mientras hablaba, sus grises ojos quedaron perdidos en el techo de aquella pequeña casa. Soltó un suspiro deseando estar en el lugar de aquella hermosa criatura, ya que así, finalmente, podría encontrar la paz que tanto buscaba. Sola en el bosque, sin nadie que la lastimar, sin nadie que le recordara lo sola que estaba en el mundo. Aprendiendo a conocerse finalmente.

Feliz cumple tío no tío. Ya fuera de broma, Alan feliz cumpleaños, pásatela increíble, fue grandioso el haberte conocido ahora que decidí volver al foro, no creí que encontraría nuevos amigos en este lugar. Espero cumplas muchos años años y poder compartirlos contigo. Te quiero un montón y espero podamos ser muy buenos amigos. Come mucho pastel (torta) y que engordes mucho, mucho, mucho de lo bien que te lo pases. Con cariño:Jessie/Mags

Asintiendo a las palabras de Suluk, Jessie tomo una taza de té entre sus manos con una sonrisa afable. Observó al rededor cuando la profesora mencionara que había más gente en aquella casa, ya había escuchado las voces pero no se había percatado de quienes eran quienes estaban ahí. —Madre— susurró a nadie en particular al fijar sus grises ojos en Gabrielle Delacoure. —¿Disculpe?— pregunto en dirección a Suluk sorprendida por la pregunta — un animal... Con el que me sienta identificado. Tenia tiempo soñando con un oso panda rojo y no comprendía del todo por qué. A lo mejor por su pelaje que era similar a su cabello o porque eran muy traviesos y juguetones como ella o les gustaba dormir después de comer... Un oso panda rojo era un animal un tanto "exótico" por decirlo de alguna forma, ya que gracias a los muggles estaba casi extinto. Era una bella criatura a la que le gustaría proteger, tal vez se le estaba pegando un poco el sentimentalismo del magizoologo Nwet Scamander pero aquella criatura no era mágica, al menos no a los ojos de sus congéneres pero si a los de ella. Observaba a Suluk entablar conversación con los otros magos que estaban estudiando animagia. Quería llegar al mismo nivel que ellos, ya había leído sobre el tema y sabía que sería complicado pero daría lo mejor de si misma.

Que hacía ella queriendo estudiar de nuevo, a su edad... Ni que fueras tan grande se reprendió mentalmente. A decir verdad no había vuelto a pisar la universidad desde que cursará sus últimos grados académicos y no estaba del todo segura que valiera la pena pero siempre había querido transformarse en un animal, ya podía cambiar su apariencia física pero volverse un animago sería un nuevo reto. Caminaba por los lindes de los terrenos de la universidad, cerca del río, dónde a lo lejos diviso una cabaña algo pequeña con la puerta entre abierta. Sonrió y con paso titubeante ingreso en la casita, percatandose que dentro ya había un caballero. —Yo soy Jessie... Jessie Black Lestrange— se presentó con timidez, su larga cabellera roja ondulada cubriendo parte de su rostro ocultando uno de sus grises ojos — también deseo ser un animago como el señor Malfoy.

Nick: Jessie Black Lestrange Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=92275 Rol de Personaje: Medimaga del instituto de enfermedades y heridas mágicas de Italia. Información Adicional: Se postula voluntaria para un intercambio entre medimagos en Europa para aumentar los conocimientos en la medicina mágica intercambiando información entre las diversas instituciones. Especialista en virus y enfermedades poco conocidas

Nick: Jessie Black Lestrange ID:109560 Habilidad ( en caso de que se trate de la habilidad de Animagia,especificar preferencia de animal) ) : oso panda rojo Nº de conocimientos que se poseen: 9 Link a la Bóveda: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=92275 Link a la Ficha: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93845 Lo hice desde el cel así que si falta algo les agradecería mucho que me avisarán, de ante mano muchas gracias

Porque no debería existir en Miaverse? Madre eres extraña, el Miaverse siempre ha existido así que no te quejes, solo se puede ser la mejor versión de Mía, así que hay que luchar por el premio mayor, que no sé cuál podría ser

Encontrar a su sobrino en aquella situación tan... Comprometedora no era lo que más le hubiera gustado. Suspiro y se dejó abrazar por su sobrino, intentando sonreír de lado por las palabras de este. —No se, creo que la familia es más segura e importante que los amigos— respondió limpiando una lágrima rebelde que intentaba escapar de sus grises ojos. Asintió a la pregunta de su sobrino dejándose llevar por este de regreso a la cocina. Se sentó a una de las sillas del comedor y recargo su cabeza en el mesón. —Sabes que tengo habilidades en metamorfomagia así que... Adopté la apariencia de ambos y se molestaron, lastima. Y no eran mis amigos, al parecer uno era el tío de mi madre y la otra... Su ¿Pareja? Creo, no estoy segura. Pero yo solo quería distraerme un rato, volver a Londres... No creo que haya Sido una buena idea, me trajo muchos recuerdos y... Duele— explico sin levantar el rostro del mesón @ Souichirou Mima

Ahora recordaba el porque se había alejado de todo. Ser quien era realmente, alguien relajado de la vida siempre le había causado esta clase de desaires. Ahora entendía porque gran parte de sus recuerdos estaban confusos, seguramente ella misma los había bloqueado y lo mejor era dejarlos ahí. Suspiro y volvió su atención a su galleta desmenuzada cuando vio a los dos que la habían acompañado en la cocina. Poco le importaba a estas alturas si les había agradado si broma o no. A fin de cuentas el volver a casa después de tanto tiempo aun era extraño. —Dejar los trucos para mis amigos— bufo por lo bajo cogiendo otra galleta y volviendo a desmenuzarla — ya no sé si los mato la orden, la marca o Merlin... Amigos, en este patético mundo no hay amigos. Inconsciente tocó su brazo izquierdo, aquel con el que sujetaba la varita, suspiro poniéndose de pie y dejando el reguero de moronas de galletas subió a su habitación, sin darse cuenta de la mirada triste de su elfina doméstica.