Zack Slytherin

El incómodo silencio tras sus ágiles movimientos se sintió como si hasta el público presente, e incluso él, contuvieran la respiración mientras Jank caía desmayado. Tal vez todos esperaban que algo significativo sucediera. Pero no fue el caso, para suerte del vampiro. —Absorvere— dijo Zack haciendo que instantáneamente se rompiera el hueso peroné de la pierna izquierda de Jank, justo cuando este recobró la consciencia y agitaba su cabeza intentando levantarse. El efecto fue tan violento que casi no pudo ponerse de pie, pero un segundo más tarde lo logró ahora con una herida grave en la pierna y pudriéndose a cada segundo que pasara sin atención. El Slytherin suspiró aliviado de ver que misteriosamente Jank prefería levantarse antes que atacarle con algo más, e incluso le miraba el pecho con especial atención y tranquilidad, aunque no con deseo, lamentablemente, sino como si viera algo que más nadie podía. Tal vez esperaba un efecto retardado de su ataque, o tal vez admiraba una escena en su mente de Zack desangrándose si hubiese tenido tiempo de proyectar un primer corte con la katana que se desvaneció de sus manos antes de cumplir su objetivo. —¿Ehmm... todo bien? ¿Estás aquí?— preguntó con genuina curiosidad intentando entender si su rival había recobrado del todo la consciencia. Tal vez aún estuviese aturdido por el efecto del desmaius —. Bueno, déjame ayudarte. Tal vez esto te traiga de vuelta— dijo antes de apuntarle de nuevo con su varita y pronunciar un claro: —¡Sectusempra!— Como la varita de Zack seguía extendida gracias al efecto de la vara de cristal, el rayo rojizo que partió de ella fue tan veloz como el desmaius anterior, alcanzando así su objetivo al instante. Jank no tuvo tiempo de reaccionar sino de sentir, esta vez al dolor latente en su pierna se le sumaban múltiples heridas que se abrieron en su pecho, bañándolo en sangre y ojalá que con la suficiente intensidad como para traerlo de vuelta a la realidad.

Buenaasss. Pues aquí vengo muy sorprendidon't por la respuesta de Jank en la final del torneo. Estos hechizos recién se están poniendo en práctica con todas sus combinaciones posibles y da para malinterpretar sus alcances. Así que no consultaré sobre ellos en particular. Pero pueden responderme si de verdad estoy muerto o sigo vivo? Yo entiendo que no muero porque sino no hubiese hecho lo que hice, Jank entiende que sí porque sino no hubiese roleado eso xd y la verdad es que no me parece muy lógico seguir el duelo si ya ustedes me dan por muerto, porque en el anterior con Pik hasta lo analizaron a la mitad porque asumieron que Pik moría erróneamente antes (aunque ya se corrigió). Entonces creo necesario una respuesta a esa pregunta para evitar que el duelo se transforme en un escenario de él anulando lo que hice y yo anulando su anulación y al final un desastre que no aporta ni al entendimiento del juego ni a nosotros para el torneo. Tampoco me parecería bien que no dijeran nada xd porque en definitiva estarían entregando el torneo a más confusión de la que ya hay con esos hechizos. Entonces nada, espero sus comentarios. Sugerencia: que construyan el topic de dudas frecuentes y agreguen una aclaración de todos los hechizos anuladores y cómo actúan frente a otros tantos. Si no veo ninguna limitación formal no me parece que yo o nadie tenga que limitar el alcance de un hechizo por otros motivos como "decir necromantia lingua es demasiado largo para anular una acción rápida" xd ahí estamos entrando en otro tipo de análisis. Y sí, seguro en la vida real no sea factible decir ese trabalenguas mientras alguien proyecta un corte o clava una espada al suelo, pero en el juego entonces ya estamos limitando un hechizo porque es muy largo de pronunciar y al final te sirve para anular cosas lentas, pero qué es lo lento? Quién lo decide? Cuándo estará claro? Quien validará cuando el rol permita hacerlo? Hay que venir a cada rato a ver si se pudo o no? Cambiémosle el nombre para que sea útil de verdad si fuera el caso, porque con el fuego compacto y expavescerent tal vez se pueda usar la misma excusa y queda todo muy gris. Eso por ahora. Gracias chicos.

Zack podía percibir la molestia en Jank por haber limitado su poder en principio anulando un hechizo y más tarde dejándolo mudo. El arsenal de hechizos verbales era aún mayor y más potente que los otros que le quedaban. Pero parte de la estrategia era justamente limitarlo hasta que no tuviera opciones. Eso mientras la sacerdotisa les concediera tiempo para actuar, pues parecía pasar demasiado rápido y él podía sentir las miradas persistentes como presionándolos a matarse de una vez por todas. En cuanto vio que su oponente comenzaba a hablar y señalaba la espada que Zack ahora tenía en la diestra, supo lo que venía a continuación. Específicamente por el intento de instruirlo en una invocación que sí, fue impropia de los mortífagos por mucho tiempo, hasta que aprendieron también de esa magia y pudieron incorporarla. —¡Necromantia Lingua!— dijo casi al unísono con Jank que acabó de pronunciar su "Gladius". Ni tiempo tuvo de materializar por completo una espada como la que blandía el Slytherin en la zurda, cuando la mitad de esta se desvaneció en la manos del Dayne sin que pudiera concretar la aparente acción de clavarla en el suelo, tal como lo había hecho antes el peliblanco. Parecía querer imitar sus movimientos, apoyándose en el poder del gladius para limitar el poder mágico hasta que recuperara el habla, pero de nuevo no le permitiría seguir ese camino. El movimiento de Jank intentando clavar algo inexistente en el suelo fue ridículo, y hasta se escucharon burlas por parte del público. Zack quiso unírseles, pero sabía que no tenía tiempo, por lo que sus ojos siguieron cada movimiento milimétrico de su rival. —¡Fuego Compacto!— susurró cuando vio que Jank cerró sus ojos y comenzaba a materializarse ahora una katana en la misma mano que intentó aparecer su gladius. Esta invocación tampoco acabó por concretarse en la mano del Dayne. Se esfumó gracias un haz de fuego que salió expedido de la varita de Zack a la velocidad de la luz, borrando la intención de Jank al invocar algo que no existiría del todo y dejándolo de nuevo con las manos vacías. —¿Cómo te atreves?— "gata igualada" finalizó su frase pensando una icónica línea de comedia muggle. Sin embargo, su rostro enardecido no demostraba gracia alguna, ni siquiera que estuviera bromeando —. ¿Después de morir tantas veces como victima de katanas quieres apoyarte en ellas para salvarte el c...?— cuestionó con el ceño fruncido, mientras seguía apuntándole con su varita, atento a cualquier movimiento. Zack sabía que de alguna forma exponía un secreto no confirmado entre los dos: que habían sido rivales durante muchos años a causa de sus bandos. Las sospechas eran altas, y las probabilidades de que Jank como fenixiano hubiese muerto a con su cuerpo destruido de tantos katanazos lo eran aún más. El mensaje llegaría de cualquier forma. Su reacción sería la clave. —Ese tipo de magia no va contigo, no eres digno de ella— dijo esta vez ya apaciguando su tono de voz, a la par que llegaba a su mente el ataque perfecto. —Vara de Cristal... ¡Desmaius!— dijo logrando que su varita comenzara a crecer hasta convertirse en un fino bastón de cristal tan negro como el ébano que la componía, para luego acabar por complementar su jugada con un rayo azul que partió de su varita con la misma rapidez que el fuego compacto, ni siquiera pudo verse viajando entre la distancia que acortaba a ambos duelistas. Pero su efecto fue certero e instantáneo. De la nada Jank cayó desmayado al suelo, golpeando su cabeza con fuerza sobre la superficie, a tal punto que le costaría recuperar su consciencia por un rato que de nuevo el Slytherin aprovecharía. Aquél duelo podría terminar en los próximos cinco minutos con un ganador definitivo, o con ambos muertos a manos de la sacerdotisa. Cualquier movimiento en falso le daría la victoria al otro, y justo de eso tendrían que cuidarse hasta que se acabara el tiempo.

—¡Anular Confundus!— Dijo con determinación justo luego de que Jank moviera su varita para intentar lanzar un conjuro mientras el gladius hacía efecto anulando su poder mágico. Zack ya se podía imaginar lo que estaba por venir, y es que batallar con magos experimentados los llevaba siempre a limitar lo más que pudieran al rival hasta encontrar un espacio para atacar con algo más fuerte. Pero ahora no le permitiría devolverle la estrategia. Estaban ahí para brindar un show más entretenido que la clásica táctica de apaciguamiento mutuo. —Séneca— dijo esta vez casi en un murmuro cuando vio que su rival no atacó. Tal vez justo antes intentó lanzar algún hechizo, tal vez precisamente el que acababa de anularle. No importaba, ahora Jank enfrentaría los efectos de una deshidratación tan potente que anularía su capacidad del habla por un tiempo lo suficientemente provechoso en el que el peliblanco tenía que ingeniárselas para complicarlo y, si le era posible, matarlo. Cuando terminó sus movimientos, Zack retomó la charla que había dejado pendiente. —Eliminarte es solo un paso necesario para que yo gane, no un hecho que pueda satisfacer mis deseos— comentó mientras jugaba con su varita en la diestra, pasándola entre los dedos con una naturalidad digna de un malabarista —. En cambio, tú sí parece que cumplirías un sueño si llegas a matarme— sonrió de forma condescendiente. Zack no solía subestimar a sus rivales, pero la historia le había dado razones suficientes para confiar en sus habilidades, en mantenerse vivo frente a duelistas con mucho poder, en cambiarles el juego y en matarlos como si viviera por y para eso, como si fuera su especialidad en la vida. —De cualquier forma, date por enterado que vas a necesitar mucho más que solo voluntad y el apoyo del destino para concretar ese objetivo— advirtió, como un gentil recordatorio de que si había llegado tan lejos era debido a su destreza en duelos y no a la gracia del azar —. Pero suerte con eso— finalizó guiñando un ojo mientras apoyaba la zurda en la empuñadura del gladius, que había estado clavado en el suelo todo ese rato, hasta que liberó de nuevo la hoja y sostuvo el arma con la misma firmeza que su varita en la diestra. A Zack le resultaba extraño jugar con ese tipo de invocaciones. Durante años había sido testigo de fenixianos invocando esas espadas, y ahora él tenía la posibilidad de hacerlo en el contexto de ese duelo. Mientras le sacara el provecho necesario para su estrategia, se apoyaría en todo el catálogo de opciones. Pero más adelante volvería a sus fieles hechizos e invocaciones de magia negra. Solo debía esperar el momento adecuado.

Haberle ganado a Pik no resultó tan satisfactorio como lo esperaba. Si bien Zack logró zafarse de ataques fuertes y le complicó el panorama a su primo a tal punto que acabó matándolo, estaba luchando ahora con un sabor amargo. El pesar no era la muerte, ya que él como nigromante podría revivirlo en un abrir y cerrar de ojos; sino la sensación de haberle arrebatado una oportunidad de oro que ambos necesitaban: llenar sus bóvedas en Gringotts. ¿Qué más podría ser? ¿El honor? No lo necesitaban, ya eran reconocidos por ser excelentes en duelos y casi cualquier otra cosa que se propusieran. Entonces, como demostrar su excelencia nunca fue parte del plan, deslumbrar a la sacerdotisa con su destreza fue una simple consecuencia de sus acciones en el duelo anterior, y es así que resultó ser finalista. Zack estaba orgulloso de avanzar a la siguiente etapa para ganar aquel torneo de una vez por todas y descubrir qué se traía entre manos aquella misteriosa mujer que lo organizaba todo. Solo necesitaba enfrentarse por última vez a... ¿Jank? Frunció el ceño entrecerrando los ojos, como si eso le permitiera ver con más claridad. Cuando apareció en el escenario lo primero que buscó fueron los ojos de su nuevo oponente, para darse cuenta que se trataba de su antiguo colega del Concilio de Mercaderes. No podía creer que estuvieran allí juntos, batiéndose en duelo por una victoria cuyos beneficios aún desconocían, más allá de que el primer lugar siempre estaba aparejado a una jugosa cantidad de galeones. No cabía duda que todos los que trabajaban con el comercio, alguna vez terminaban cegados por la avaricia buscando nuevas formas de generar dinero o hacer nuevos negocios, incluso a través de esos torneos con organizadores extraños. De cualquier forma, si ya estaban ahí, les tocaba brindar un buen show como el público había demostrado que le gustaba. Así que correría sangre. Mucha. Sin embargo, antes de atacar, el vampiro se aseguró de guardar una distancia aproximada de ocho metros de su rival, ambos con largas y robustas mesas de madera a sus costados, pero lo suficientemente lejos de ellos como para permitirles moverse tranquilamente por el espacio sin chocar con ellas o como para reaccionar a cualquier ataque que transformara en una amenaza la cantidad de objetos que habían en el escenario, los cuales el peliblanco ni siquiera había tenido tiempo de detallar por enfocarse en Jank. —He de admitir que después de nuestro desafortunado encuentro en aquella tienda del Diagon, no esperaba tener que usar mi varita de nuevo contra a ti— dijo sin siquiera saludar, en un tono de voz alto que a su vez resonó por todo el gran salón donde se encontraban —. Pero ya veo que quedaste con ganas de más— bromeó en tono amistoso, hasta esbozando una sonrisa. Mientras esperaba una respuesta, materializó su varita en la diestra para casi de inmediato sentir que vibraba con una intensidad sospechosa. Al instante supo que su poder había sido incrementado. Todo parecía indicar que la sacerdotisa quería verlos usar toda la fuerza mágica existente para alcanzar la victoria. Y Zack estaba dispuesto a complacerla. —Gladius— murmuró el vampiro para materializar su primera invocación, para la cual no necesitó el apoyo de su varita que seguía recargándose de poder y energía. Ya habría tiempo para utilizarla luego. En su mano libre apareció una espada legendaria con una enorme hoja afilada y reluciente, en contraste con la empuñadura negra, tan oscura como la varita de ébano que sostenía aún en su diestra. La admiró un segundo para luego, con una destreza digna de quien supiera exactamente lo que está haciendo, clavarla en el suelo del escenario con tal fuerza que hasta un pequeño temblor pudo sentirse en dirección a Jank. La magia de esa espada era tal que le hacía posible penetrar superficies sólidas como el piso, aunque unas chispas y algo de fuerza requirió para completar su movimiento y lograr el efecto que buscaba con esa jugada: minar el poder mágico de Jank a tal punto que no pudiera lanzar ningún hechizo a continuación, ni aunque fuese alguno del catálogo de los que no requería varita. —Este encuentro me parece que va a estar más divertido— agregó mientras se arremangaba su camisa blanca y adoptaba una posición de ataque con su varita apuntando al rostro de su oponente y la espada recién invocada clavada en el suelo a escasos centímetros frente a él.

Hola! Gracias por la aclaración. Paso a dejar otra consulta porque se presta para interpretar de diferente forma y pues antes que pase durante el duelo, prefiero que quede clara ahora: "El Fuego Compacto también puede lanzarse directamente sobre un rival o sobre una criatura y, de impactar, resulta mortal. En el caso de lanzárselo al rival, no es intercalable y tampoco puede utilizarse con Vara de Cristal. Sí es posible respecto a criaturas." Duda: no es intercalable en el sentido de que el que lo lanza no lo puede usar de primera acción para intercalar a otro, o en el sentido de que si lo usas de segunda acción, el otro no te lo puede intercalar? Un gris ahí, necesario aclararlo xd Edito para consultar: como se está solicitando aclaración del veredicto del torneo, aguardamos para postear? En caso de que sea necesario esperar, pueden cerrar los topics mientras? Así no se considera este período como atraso.

Hola! Espero estén bien. Me pasó porque vi que publicaron los avances del torneo de duelos y aunque obviamente estoy contento por haber avanzado a la final, me quedan dudas del análisis que hicieron de mi duelo con Pik. Por qué muere en el turno 6 por el absorvere de la muñeca? Se lo había curado con curación antes. Me perdí con la aclaración que colocaron. Sobre la curación, ya pude despejar la duda casi que al día siguiente con Marce así que espero que no vuelva a pasar xd

—¿Incine qué?— dijo en voz alta cuando acabó de leer la invitación. Zack era uno de los muchos magos que tenía cero idea del mundo muggle, su cultura y demás personajes icónicos, salvo algunas excepciones muy puntuales. Así que cuando recibió aquella invitación de Eliah supo que iba a tener que salir de su zona de confort en esa fiesta temática. Resopló, resignado, mientras daba vuelta a la carta para detallar la imagen de su personaje... y futuro disfraz. Eliah al menos había tenido la cortesía de sugerir un personaje para no llegar ya desencajando. Luego le agradecería por eso. Antes, tenía que lookearse. Así que enarboló su varita con suavidad y apuntándose desde la cabeza y fue transformando su atuendo. Era un traje completo con una cremallera al frente, que lograba ocultarse entre las texturas de la tela peluda y lisa en diferentes lugares. Encajaba perfectamente en su cuerpo para permitirle una movilidad cómoda e incluso los agujeros de los ojos quedaban a la altura correcta para ver con claridad. Al metamorfomago no le era ajeno ese tipo de transformaciones físicas. La enorme diferencia es que siempre él creaba sus aspectos, y ahora le incomodaba que fuera un poco impuesto, adoptando una figura que ni siquiera conocía ni sabía a qué podía referenciar. Pero a juzgar por el llamado a un evento de tal calibre, debía ser algo extremamente popular. Se encogió de hombros mientras miraba su disfraz en el espejo, ya lo descubriría. Giró sobre su propio eje para desvanecer su cuerpo y materializarlo más tarde en el atrio del ministerio, justo frente a una puerta que ponía "fiesta sor...presa" con letras de diferentes tamaños, colores e iluminación. —Parece fiesta de kinder— pensó entrecerrando sus ojos tras el disfraz. ¿Quién había pensado en esa temática? Parecía que se habían propuesto ridiculizar a los invitados. Y él estaba a punto de entrar. Para nada en contra de su voluntad, resistiéndose internamente, sí, pero dejándose llevar por su intención de reconectar con sus colegas mortífagos. Sabía que necesitaba ser más abierto y exponerse a ese tipo de encuentros. Al final de todo podría ser divertido. Sin pensarlo más se adentró al lugar esperando encontrar a Eliah y culparla de las burlas que se ganaría esa noche. Aunque la ventaja es que demorarían en reconocerle.

Solo una persona podía invadir su mente con tal facilidad y sembrar mensajes con aquél apodo: Leah. La buscó con la mirada y le encontró entre los reporteros haciéndose un lugar desde donde pudiera observar a todos y actuar. Sabía que estaba inspeccionando el espacio preparándose para lo que sea que pudiera surgir. Si bien lo que todos esperaban era un debate acalorado y enfrentamientos verbales, era muy probable que alguien se desubicara y terminaran requiriendo el apoyo de seguridad y otros refuerzos independientes, como su prima. «Yo hubiese resuelto esto de otra forma, lo sabes. Ahora me toca fingir que soy imparcial y les ofrezco opciones» pensó sabiendo que Leah estaría atenta a cualquier mensaje que formulara en su mente. Por un buen rato, la legilimancia de la bruja sería la forma más segura que tenían de comunicarse. «Si se descuida, en la primera pausa lo merendamos... junto con el primer ministro danés, que parece muy atento a todo lo que hago» continuó formulando pensamientos que aunque no llegaban a salir como palabras de su boca parecían tomar forma de una charla fluida con su prima. No pudo evitar esbozar una sonrisa, intentando contener una carcajada, justo cuando enérgicamente el representante de rusia tomó la palabra, a los gritos y señalando al vampiro. El rostro de Zack retomó la seriedad casi instantáneamente mientras rodaba los ojos. Ya le habían advertido que el actual ministro mágico ruso desayunaba vodka, su impertinencia era bien conocida en esos foros. —Señorías, recuerden utilizar la lengua común en el debate. Así nos aseguramos que ninguna idea se pierda— sugirió el Slytherin con falsa amabilidad justo cuando la delegación de rusia apaciguaba a su representante y lo sacaban a una sala contigua. Como nadie había entendido lo que el hombre dijo, rápidamente su intervención se transformó en una burla más que en un aporte valioso. Estaba claramente indispuesto y confirmando la pésima imagen que ya tenía ese ministerio. Luego se puso mejor. Alyssa comenzó rompiendo el hielo entre los cuerdos, sugiriendo como era de esperarse, que retomaran la separación de ambos mundos. Los muggles tenían su espacio, y no hacía ningún sentido una mezcla profunda con los magos. Tenían estilos de vida distintos y una característica difícil de obviar que impactaba en lo que sea que ambos hicieran: la magia. Zack asintió discretamente, aún con el rostro inexpresivo. Ya habría tiempo para manifestar sus opiniones en otro espacio, ahí era el turno de aquellos mandatarios. Él solo trataría de disponibilizar los recursos necesarios de la Confederación para ejecutar lo que sea que ellos resolvieran. El canciller mágico Alemán siguió a la italiana, haciéndo un breve repaso por la historia reciente y sustentando así su perspectiva de una aproximación colaborativa. Una integración a medias o con límites marcados sin duda parecía ser la mejor solución. Pero después de todo lo que había pasado, pocos mandatarios se optarían por ese tipo de grises. O tal vez no. Cada quien tendría que defender su posición hasta llegar a un acuerdo. «Un poco tibio este... y medio populista. ¿A qué te recuerda?» pensó el vampiro buscando con la mirada a Leah entre el público, justo cuando Martín Black pidió la palabra. A Zack le extrañó que un funcionario de la CIM abocado al quidditch sirviera también como asesor de un grupo entero de delegaciones. Ambos títulos no parecían compaginar entre el deporte y la política, pero al parecer él encontró un espacio para que fuera posible. Ya con la energía que inició su discurso ganó la atención de todos, que acompañaron cada movimiento y cada palabra casi sin parpadear. El pelinegro trajo a colación al antiguo ministro inglés y hasta se podría decir que arremetió directamente contra Ada, la nueva ministra de londres. El Slytherin quiso aplaudir la osadía del hombre, pero se mantuvo inmóvil. Esperaba que Ada le refutara, pero entonces Eliah tomó la delantera. Por suerte eran de la misma delegación y por unos minutos contendría las respuestas que exigía el representante de escandinavia, aunque no parecía que nada le fuese aplacar sus ideas. Todos guardaron el debido silencio por respeto al igual que con el resto, y Zack marcó un check en su lista. Una voz más a favor de terminar de darle cabida a tantos muggles en el mundo mágico, mucho menos en las escuelas. Finalmente, la delegada de Argentina cerró la primera ronda de intervenciones. Aunque breve, dejó bastante claro sus intereses, o los de su país si se consideraba el contexto del debate. Zack quiso responder a sus preguntas, para él eran demasiado obvias las respuestas. Pero de nuevo tuvo que morderse la lengua. Aunque le costara admitirlo, no era un espacio donde él tenía lugar para sacar a relucir sus inclinaciones ideológicas. Aunque podría manifestarse a favor o en contra de unas medidas, tendría que proteger la imagen de la Confederación a favor de una supuesta neutralidad, aunque todos sabían que ese tipo de organizaciones tarde o temprano acababan parcializándose. —Muchas gracias a todos por sus intervenciones. Creo que tenemos suficientes vertientes de ideas para dar continuidad al debate— dijo al ver que nadie más tomó la palabra luego de Darla, quien además tenía fundadas dudas del tercer tema —. Antes, me gustaría recordarles que la Confederación ha consolidado las preocupaciones que sus propias delegaciones transmitieron y que, como tal, han de ser ustedes mismos, señorías, quienes tomen uno u otro camino de los planteados en el orden del día, así como cualquier variación posible. Nosotros — hizo una pausa y miró a sus colegas sentados en la mesa de moderación, refiriéndose a la CIM — prestaremos los servicios necesarios vinculados a sus decisiones. Como por ejemplo: el apoyo en la creación de un nuevo estatuto con los matices necesarios, o la conformación de una fuerza operativa internacional tanto para investigaciones del punto tres o para asegurar el cumplimiento de sus otras medidas — finalizó haciendo un nuevo repaso por los ojos de cada uno de los inteventores. —De todas formas, parece que aún es necesario escuchar las motivaciones de otras delegaciones y, cuando lo estimen pertinente, aquí estaremos para someter a votación una resolución final de cada punto— agregó mirando esta vez a Ada, que no se había manifestado, al igual que Kamra y el presidente del MACUSA. Sus opiniones tenían demasiada fuerza en la región como para ignorarlas. Además de que la nueva ministra ya enfrentaba un señalamiento por parte del señor Black, merecía un espacio para responder al respecto de su prematura gestión. —Tal vez la ministra de londres quiera complementar las ideas de sus colegas. En agradecimiento por servirnos de sede para este congreso, creo que le debemos nuestra especial atención— finalizó cuando los murmullos comenzaron a ser más fuertes ocupando el espacio de un incómodo silencio que pareció reprimir las opiniones del público.

—¿De qué forma quieres que te gane, mi amor?— preguntó en tono condescendiente, como si de verdad le ofreciera opciones. O como si existiera un abanico entero de alternativas para matar a otro duelista experimentado, ex líder mortífago, por cierto. A ciegas, con la visión borrosa, podía distinguir que Pik realizaba movimientos con sutiles con su cuerpo, como si rebuscara algo en su pecho. Zack no lograba distinguir nada por más que se concentrara o intentara enfocar mejor sus ojos. Le era imposible ignorar la luz producto del strellatus y los chillidos del hipogrifo aún quejándose al costado. Podía sentir que era la etapa cumbre del duelo, que estaba a punto de ganarlo. Pero nada era seguro, no contra un oponente de esa talla. Por lo que tuvo que repetir la estrategia, esperando que eso le saliera bien. —Confundus— volvió a pensar provocando una nueva confusión en la mente de Pik justo cuando comenzó a decir que pensó recibir un trato mejor de parte de Zack. Sin llegar a terminar su frase con el mismo tono de voz y fuerza, su mente comenzó a divagar otra vez. Mientras tanto, el vampiro se mantenía firme en su lugar, no queriendo moverse mucho porque realmente no sabía qué podía suceder a continuación. Hasta que solo percibió un silencio más prolongado de lo normal, y supo que era el momento perfecto para curarse. —Episkey— pensó esta vez haciendo que su visión sanara por completo. Los efectos del strellatus finalizaron en sí mismo, aunque no en el pobre hipogrifo que no pudo cumplir su cometido. Parpadeó repetidas veces buscando readaptarse al entorno y sus ojos se posaron en el torso desnudo de Pik, un aparente acalorado Pik que había aprovechado la ocasión para abrir su camisa maravillando con la vista a su rival, aunque ya le conocía entero. —No me dejaste vivir. Tuve que minar tu poder continuamente para llegar hasta aquí— aclaró Zack levantando el dedo índice de la zurda para enfatizar su frase. Perdiendo su mirada en los pronunciados pectorales. Estaba seguro que de haberse descuidado un instante, Pik lo hubiese aprovechado para matarlo, devolverlo a la vida y encima luego buscar recompensa por haberlo traído de vuelta —Me inclino más por ver cuál es ese premio que tú me guardarás. Y luego veremos si vale la pena compartir el mío— realmente estaba intrigado. ¿Qué más podría darle? Se habían entregado todo en las últimas noches. —De cualquier forma, no parece que vayamos a esperar mucho. Estás...— rodó su mirada hasta la pierna de su primo, que ya sin poder contenerse acabó derrumbándose en el suelo. La herida producto del absorvere no solo no recibió la atención requerida para cerrarse, sino que además empeoró con una velocidad impresionante. La gangrena abrazó toda la pierna de Pik mientras estuvo jugando con Zack ciego, y ahora que este lo percibía era que podía entender lo que eso significaba. Que podían ser dos cosas: lo dejó ganar o realmente se descuidó confiando en una mala estrategia. El vampiro corrió con una velocidad digna de su raza y se arrodilló frente a su primo delirante. En cuestión de segundos había perdido color y casi compartían la misma palidez. Zack suspiró mientras miraba como sus ojos brillosos se perdían en la nada, pero no se cerraban, e incluso un último intercambio de sonrisas confirmaba que en unos días todo estaría bien. Como nigromante, Zack podría traerlo en vida en un abrir y cerrar de ojos. Pero no ahí, le convenía esperar a confirmar su victoria y ya luego cuando estuvieran fuera podrían encargarse de concretar el acuerdo. —Te veo afuera, rey. Espérame — dijo acariciando el pectoral de Pik mientras admiraba su cuerpo inerte. Ni siquiera sabía si tendría que esperar mucho para verlo. Tal vez se encontraran en la próxima ronda y allí no le tendría ni un ápice de piedad por haberlo matado.

Para tristeza del hipogrifo, que se quedaría con ganas de atacar, Pik reaccionó con rapidez afectando tanto la vista de la criatura como la de Zack, que de nuevo volvió a aquél panorama excesivamente iluminado en el que solo podía reconocer la silueta de Pik, pero veía tan borroso que de nuevo no lograría apuntarle para lanzar algún rayo. Lamentó la limitación como la primera vez, aunque no estaba en los planes atacar con hechizos que requiriesen puntería. —Anular Confundus— dijo replicando la misma táctica que Pik había usado en su contra poco tiempo atrás. Esta vez sería limitado el poder mágico del pelinegro para realizar el famoso conjuro de confusión. Por más que lo intentara no tendría efecto. Mientras el hipogrifo se hacía a un lado, por orden mental del vampiro, este pudo distinguir su enorme silueta apartándose a un costado y emitiendo chillidos de desespero por no poder ver nada. La criatura se quedaría paralizada sin interponerse en el camino entre ambos duelistas, que tal vez ya estuviesen llegando al final del encuentro. Pero todo podía darse vuelta otra vez. —Pensé que podíamos usar todo lo que teníamos— dijo con genuina incredulidad por el comentario anterior de su primo, que había ignorado por enfocarse en sus movimientos. Sin embargo, cuando notó que Pik no hacía nada más, intuyó que justo tenía intenciones de confundirlo con aquél hechizo que no podría realizar —. De hecho, para que no te quejes voy a hacer exactamente lo mismo que me hiciste tú hace un rato. Así quedamos a mano— finalizó. Tal vez devolverle el favor con algo suave lo haría entrar en razón de que si estaban ahí, era para intentar ganarlo todo, incluso con ataques sutiles. —Confundus— pensó esta vez haciendo que la mente de Pik divagara por unos segundos, tiempo que perdería sin poder atacar o realizar la curación en su pierna, que continuaba sangrando y comenzaría a pudrirse de no recibir la atención necesaria. Aquél periodo de confusión sería la ventana perfecta para que Zack, tal vez, solo tal vez, pudiese cerrar ese encuentro coronándose como vencedor. —¿Si te gano igual me visitarás por las noches?— preguntó realmente interesado en la respuesta —. Si tú ganas te prometo que yo sí lo haré— complementó con total certeza que, de perder el duelo, eso no afectaría sus intenciones de seguir aventurándose a otros encuentros lujuriosos —. Es más, pactemos algo. El que gane compensará al otro de alguna forma por la perdida de oportunidad de tantos galeones, ¿qué te parece?— preguntó finalmente sabiendo que el Pik confundido todavía podía escucharle. Podía verlo tastabillar en su lugar, tanto por la herida en la pierna como por la confusión. Zack solo esperaría una respuesta positiva.

Era de esperarse que Pik evitara recibir más daños. Ahora que el juego podía dar un giro favoreciendo significativamente a Zack, aquél no se arriesgaría a acumular heridas o posponer curaciones. Pero justo ese era el propósito de su primo. Casi a la par que Pik realizó un detritus para desvanecer en la niebla protectora las medias lunas, Zack también recuperó su habla. Sintió como su cuerpo entero se revitalizaba, aunque siempre estuvo sano y lo unico que había perdido era la voz. —Correcto, no disfruto saber que estamos a punto de matarnos. Pero igual hay que intentarlo, ¿no?— dijo encogiéndose de hombros —Absorvere— repitió esta vez enfocándose en las extremidades inferiores de Pik. Ese segundo crack fue tan audible como el primero y esta vez el peroné de su pierna izquierda sufrió el daño haciéndolo tastabillar al perder el equilibrio por el efecto tan brusco. Zack debía admitir que ese era uno de sus hechizos favoritos. Era efectivo y muy conveniente en momentos como aquel, donde sin rayos o invocaciones demasiado elaboradas igual encontraba márgenes para complicar a su rival. Cuando Pik comentó algo sobre cambiar de posición, el peliblanco dejó escapar una sonrisa traviesa. Aquello le traía recuerdos más placenteros que anticiparse a los movimientos de un duelo. —Creo que tu versatilidad ya fue probada varias noches atrás— agregó sorprendido de que Pik aún no decidiera ocuparse del veneno que tenía en su cuerpo producto del Cinaede. Pero entonces fue cuando hizo un movimiento con su varita, como apuntando a su propio entorno, y aunque no emitió palabra alguna Zack supo que ya había realizado el Anapneo necesario para librarse de ese daño acumulado. —¿Qué puedo hacer ahora? Pues vamos a ver si esto funciona— tomó el comentario del pelinegro como un reto. Tal vez desafiarlo a esas alturas de la partida no era lo más acertado considerando las ventajas con las que ahora Zack contaba —... ¡Corpus Patronus!— exclamó con determinación esta vez haciendo que de su varita comenzaran a brotar hilos mágicos plateados y negros que salieron expedidos con tal fuerza que la criatura que acabó por formarse quedó a mitad de camino entre Zack y Pik, pero no justo frente a ellos, sino lo suficientemente al costado como para atacar a su victima desde el lado izquierdo, justo hacia donde Pik se inclinaba al tener su pierna rota. De esa forma, quedaba el camino libre frente a frente para continuar atacándose si Pik decidía ignorar a la bestia. Pero eso sería más complicado. El hipogrifo que acabó por formarse era mucho más alto que cualquiera de los dos duelistas y con el triple de masa corporal que aquellos dos juntos. Era una bestia lo suficientemente grande como para causar el nivel de daño que su invocador buscaba. El pico tan afilado como sus gruesas garras en las dos extremidades delanteras serían una tortura para Pik quien ahora quedaba desprotegido sin su detritus y vería aquella enorme bestia aproximándose desde su lado izquierdo listo para rasgar su cuerpo entero y picotear sus ojos y boca, causando heridas significativas. —Espero que te gusten sus besos tanto como los míos— dijo Zack ya con una mirada de malicia, atento a los salvajes picotazos que le daría el hipogrifo a su primo. Aunque la idea principal era sacarle los ojos, o al menos intentarlo, en el camino le transmitiría un par de besos que Zack le tenía guardados. Además, la criatura tenía unas alas enormes, por lo que las extendería mientras atacaba para cercarlo por completo.

Sus dos efectos salieron tal cual los planificó, solo que a costas de quedar mudo inmediatamente después de su último ataque. Zack puso los ojos en blanco y hasta dio una palmada en su pierna en señal de aborrecimiento por toda la situación. Quería batuquearse en el suelo como niño malcriado, pero no se permitiría tal escena frente al público y menos frente a Pik. Como no podía hablar, solo le restaba expresar su desacuerdo a la absurda propuesta de su primo. Elevó las cejas y esbozó una sonrisa burlona mientras se relamía los labios intentando que la resequedad en su garganta no lo distrajera, tal vez Pik tuviese algo más que ofrecer. Pero no, al parecer eso era lo único que tenían en mente ¡Y claro que Zack no lo aceptaría! En el primer trimestre ya vaciaría su bóveda de aceptar aquel acuerdo. Era una locura. Negó con su cabeza en señal de desaprobación mientras resoplaba aún sonriente, más por incredulidad que por gracia genuina. Seguramente ya el vampiro le había comunicado a través de sus expresiones que ese sin duda no era el camino que tomaría. Pero para complementar el rechazo, enarboló su varita apuntando hacia su primo y mientras pensaba en un seccionatus vio como doce pequeñas medias lunas cortantes salieron en su dirección. Las múltiples piezas de metal afilado se clavarían en su pecho y rostro en caso de que no pudiera ocuparse de detener aquella invocación, provocando tantas heridas que lo mantendrían ocupado, aunque seguramente invocara alguna defensa rápida para luego ocuparse del cinaede que tenía pendiente. Sí, el veneno seguía en su interior por más que hubiese curado su muñeca casi instantáneamente después del "crack" del absorvere. ¿Y ahora qué seguía? Se preguntó teniendo la respuesta más clara que nunca: esperar. Pik tendría que protegerse y curarse, tiempo que Zack aprovecharía para milagrosamente anticipar sus movimientos; o solo curarse del cinaede y arrastrar las heridas del seccionatus un tiempo más. En cualquier caso, parecía que ninguno de los dos acababa por imponerse al otro ni que nadie ganaría en el corto plazo, a menos que alguno cometiera un error. Lo que sí estaba claro es que Pik acababa siendo víctima de todos los efectos de Zack, hasta ese último seccionatus, que incluso el público aplaudió con entusiasmo esperando que el duelo por fin se pusiera candente.

En cuanto Zack acabó su solicitud a la directora del departamento de seguridad mágica, frente a ellos pasó toda la comitiva de la reina de Escocia casi a la par de la delegación de Alemania. Justo las dos figuras claves que había estado esperando para comenzar la sesión. Necesitaba asegurar el mayor quorum posible no solo por la relevancia de lo que allí se decidiría, sino por lo importante de contar con mortífagos entre esos tomadores de decisión. El peliblanco intercambió miradas con la rubia que le estuvo asistiendo en toda la organización, ella asintió levemente en señal de que ahora sí podían comenzar. No fue necesario ni siquiera formular la pregunta para que ambos se entendieran, habían estado muy sincronizados en la gestión del evento, con la excepción de que Zack hubiese empezado horas antes de no ser por la alerta que su colega disparó, aguardando al momento adecuado para que la convención tuviera más fuerza solo con la presencia del resto de mandatarios. El Slytherin hizo una nueva barrida del lugar con la mirada, viendo que en el semicírculo ya estaban las delegaciones mágicas de otros países claves como Francia, Noruega, Rusia, China y algunos más pequeños de Asia y hasta de Latinoamérica, ambos continentes que religiosamente se congregaban en ese tipo de conferencias aunque todos sabían que movían muy poco la balanza en la toma de decisiones en la Europa mágica. También percibió que algunos reporteros comenzaban a ingresar al lugar. De hecho, ya para ese momento el antiguo stand en el Atrio se habría transformado en una puerta mágica que llevaría a quien sea a la entrada principal de aquella sala, donde algún trabajador de seguridad le haría una revisión rápida antes de dejarlo pasar. —Ya vamos a comenzar, lo lamento... ahora sí, estamos todos... estamos listos— iba diciendo con una amable sonrisa a los distintos líderes políticos que se cruzaba en el camino mientras se dirigía a la mesa presidencial frente al semicírculo, donde ya le esperaba su cómodo asiento de moderador junto a otro vacío, para que la Jefa Suprema de la CIM apareciera en cualquier momento; y del otro lado, Susan, la asistente. Antes de tomar asiento, el vampiro sacó el pergamino de su túnica donde resumió los principales temas a tratar en la sesión. Lo estiró frente a él con fuerza, como si deseara sacudir su contenido y captando así la atención de los presentes que más tarde atestiguaron cómo volaban las letras de aquél pequeño papel y formaban grandes palabras ordenadas en el aire. En cuanto el primer tema acabó por ser un orden lógico de palabras, el impacto de la idea comenzó a evidenciarse en los rostros de los presentes no haciéndose esperar los murmullos que cada vez se fueron tornando más fuertes. Él había ensalzado los títulos gracias a las preocupaciones transmitidas a su oficina, de manera que las opiniones pudiesen estar más polarizadas y así identificar quiénes estaban del lado correcto. Para cuando el segundo tema apareció, Zack miró a cada uno de los miembros de la delegación escandinava, justo a su costado, la cual curiosamente tenía como miembro al director internacional del comité de quidditch en la CIM. No pudo evitar esbozar una sonrisa burlona de solo imaginar muggles siendo entrenados en quidditch, seguro que esa idea debía encantarle. —Señores, daremos inicio— informó el Slytherin —Silencio, por favor— insistió amplificando su voz a través del mismo hechizo que utilizó antes —. Como todos los temas parecen estar vinculados entre sí, esta mesa de moderación propone la intervención individual de cada uno de los mandatarios para expresar su opinión— explicó mientras echaba un nuevo vistazo al orden del día que se mantendría suspendido en el aire a la vista de todos y encima de él —. Podrán comentar sobre cualquier tema y manifestar su acuerdo con una u otra decisión de cada uno de los tres puntos iniciales, así como expresar preocupaciones adicionales y los esfuerzos que realizarán sus gobiernos para apoyar unas u otras medidas— finalizó esta vez mirando solo a sus colegas mortífagos. Esperaba que todos trabajaran juntos para devolver a los muggles a donde pertenecían. —No es necesario seguir ningún orden— aclaró para incentivar a quien fuera que tomara la delantera. No sabía quién tendría más coraje para comenzar. De cualquier forma, él ya tenía un plan en caso de que las cosas no siguieran el rumbo que esperaba. Off: @ Alyssa Black Triviani @ Ada Camille Dumbledore @ Darla G Dumbledore @ Goderic Slithering @ Kamra Ashryver D. @ Kraven Von Alexandros @otros mandatarios mágicos inexistentes que pueden ser roleados por cualquier usuario.

Baia baia... Siento que escracharon a Zackito. Pero sí acertaron en todo... o casi. El unico pollito que le motiva es Jank porque solo él se ha resistido a sus encantos y eso le hiere el ego y se engancha más(?) NPS que pusieron Veneka de rawayanaaaa *saca su banderita tricolor* la mejor intro para los dos venes. Nunca había escuchado tanto tiempo a Jank, pero he de admitir que se hizo ligero y divertido también 😂 extrañaba esos acentos sifrinos. Me encantaron los chismes de otra gente. Qué buena forma de saber en qué andan otros, a través de boca ajena Y qué horrible que la entrevista de Jank duró 3 horas y la mía 1 minuto donde en off me forzaban a cortar mis respuestas. Agradezco me den un formulario de reclamaciones ññ, ya me quejé con mi entrevistadora y otros presentes durante la grabación. En fin... Qué buena edición, chicos. Les quedó excelente! No podía parar de reir kjaskja. Felicitacioness a todos los involucrados!! Me encantó la animación de Yadiz y Eliah, hacen muy buen equipo 😆 y feliz de escuchar la vocecita de mi reina toiaaaa