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Franck Lovegood R.

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Todo lo publicado por Franck Lovegood R.

  1. Nick del usuario: Franck Lovegood R. Id: 115601 Link a la bóveda del usuario: Galeones a depositar: 10087
  2. @@Sherlyn Stark Pues bienvenida nuevamente a esta tan majestuosa, dramosa e incestuosa familia querida! Y como dice isy, menos mal que uno de los dos es atento, sino nunca hubieras obtenido una respuesta. Después me pasaré a editar los arbolitos familiares... @@Isabella Hawthorne R. Gracias por el trabajo geme -.- (Hace banda que no te llamaba así o.o)
  3. Una suave y fresca ventisca otoñal fluía en los terrenos de la familia Ravenclaw, acompañado de un rojizo atardecer alistado para darle la bienvenida a una luna que se alzaría en su máximo esplendor aquella noche. Las copas de los árboles se mecían al compás de la brisa, varias corrientes recorrían el interior de la arboleda levantando un sinfín de hojas secas en su camino. El crujir de esas hojas se oían con cada pisada del Lovegood, detrás suyo su hermana, que le había insistido para que le diera una mano con el fogón, le seguía el paso. Una de las corrientes de viento arremolinaba sus cabellos, ahora rubios por completo luego de un segundo intento con la poción, obligándolo a removerlos de su cara y dejando al descubierto una expresión de nerviosismo. Había estado evitando a la Banshee demasiado últimamente, siempre con algún pretexto de por medio, pero con esos sentimientos que albergaba por ella era algo que no podía evitar hacer. Casi sin dirigirse la palabra se adentraron hasta el centro del bosque, ubicación idónea para comenzar a preparar la gran fogata. Un simple pino de unos diez metros de altura fue el indicado para preparar todo. Una sensación de déjà vu fue invadiendo su cuerpo a medida que talaba el árbol, el recuerdo de aquella navidad años atrás poco a poco regresaba su mente. Ese día nevado también se encontraba con su gemela buscando un pino que terminarían llevando al salón, estarían toda la tarde adornándolo por completo hasta llegada la noche, momento en que una tormenta imprevista azotaría contra el castillo, y junto a las llamas de la chimenea serían los únicos testigos del primer beso entre ambos hermanos. Siguiendo con el armado del fogón, los ahora matriarca y patriarca de la familia con unos pocos movimientos de varita fueron acomodando todo. Formaron un circulo de piedras en el centro, de una circunferencia bastante considerable, lo suficiente como para albergar una gran fogata. El pino fue cortado en partes, de los cuales cuatro de esas piezas de metro y medio de largo las utilizaron a modo de asientos, siendo distribuidos alrededor del circulo según los puntos cardinales; mientras que el sobrante terminó como alimento para las llamas. Los últimos rayos de sol ya se estaban apagando, por el contrario la madera recolectada se encendía velozmente con ayuda de las hojas secas que servían para avivar el fuego. El Myrddin hipnotizado completamente por las llamas ignoraba todo a su alrededor, centrándose solo en los leños que crujían y desprendían chispas. Recién el suave susurro de la Hawthorne lo hizo volver en sí. No fue su cálida voz o el delicado roce de su boca lo que terminaron erizándole la piel, mucho menos sus manos sobre los hombros brindándole un sutil masaje, sino sus palabras que dieron en el blanco terminaron alarmándolo. No solo eso, el corazón casi que le sale disparado de la desesperación. -No sé de que estás hablando...- dijo tratando de sonar lo más calmado posible sin voltear a verla. Sin embargo la menor de los Ravenclaw terminó confirmándole aquello que nunca creía que llegaría a pasar, que su más profundo secreto sea develado. En ese preciso momento el mundo se le vino abajo al Lovegood, una ola de sentimientos y sensaciones se arremolinaron en su interior generando caos. Desde la desesperación por haber sido descubierto, hasta la aflicción que le generaba aquel amor prohibido, e incluso el temor por el que dirán y pensaran de él los demás, y en especial su hermana. Pero no fue hasta que ella se alejó y le reprochó con enojo que el rubio se volteó a verla, no solo desconcertado sino igual de cabreado o más que su gemela. -Es broma ¿Verdad?- comenzó cuestionando sarcásticamente -¿¡Qué esperabas que te dijera Isabella!?- escupió no solo con bronca alzando la voz, sino también con cierto dolor en sus palabras -¿Acaso tenés idea de lo difícil y doloroso que es estar enamorado de alguien con quien sabes que no vas a poder estar?- @ @@Danny Lestrange @ @
  4. Una agradable conversación estaba compartiendo con la boticaria, pero en un abrir y cerrar de ojos aquella tranquila mañana mutó a una escena de lo más extraña, e incluso algunos dirían que bizarra. Poco después de escuchar aquel sonido proveniente de las afueras del callejón, dos figuras femeninas arribaron al local. El Lovegood tuvo que refregarse ojos para poder dar crédito a lo que observaba, la mismísima ministra de magia recientemente electa atada de manos, siendo escoltada por otra mujer aparentemente embarazada y malherida que llevaba la cara cubierta. Una vez más esas máscaras tan características decían presente, aquellas que el castaño repudiaba al igual que muchos de los ideales y personas que representan, aunque podía rescatar algunos puntos buenos, no lo iba a negar; sin embargo lo mismo corría para el bando contrario. El único motivo por el cual tomó la decisión de ingresar a la Marca Tenebrosa fue para poder cuidar allí dentro a su hermana Isabella, tarea que anteriormente cumplía su padre hasta que éste desapareció repentinamente. El Myrddin se dispuso a acercarse para auxiliar a la ministra y su secuestradora cuando de pronto se oyó un fuerte rugido de una tercer persona que subía por las escaleras del subsuelo. A penas tuvo tiempo de ver el rostro del mago, lo suficiente como para cerciorarse que no le era conocido en lo más mínimo, antes que conjurara un hechizo que terminaría impactándole cegándolo por completo. -¡Enfoiré!- insultó con furia en su idioma natal llevándose instintivamente las manos a sus ojos. Pocos segundos después sintió como algo se les abalanzaba preparado para embestirlos por lo que no hizo otra cosa mas que tirarse a un lado en un intento por cubrirse. Pasado todo el alboroto la joven de cabellera azul anuló el hechizo regresándole el sentido de la vista -. Pero espera...- atinó a frenarla sin éxito, la muchacha ya se había ido con su elfina.
  5. @@Keaton Ravenclaw al fin hiciste una buena acción para con tus hijos maldito desgraciado, la primera, última y única que harás seguro. Quien diría que esta sería tu última voluntad... Ojalá tu retiro fuera definitivo, así la ravenclaw puede ser completamente nuestra, pero me quedaré con las ganas de momento. En fin, sin más que decir me retiro, saludos a todos... @ *me la llevo para darle mucho amor*
  6. Buenas que tal? Vengo a dejar un par de compras más, desde ya muchas gracias a quien me atienda... Menos a Matthew, por favor que me atienda cualquiera menos el cabrón ese, seguro me rechaza la compra por que me olvidé de poner alguna mayuscula o algo por el estilo (? ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Nivel Mágico: 4 Fecha: 2020-09-20 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Gusamoco Puntos: 10 Precio: 500 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Micropuff Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000
  7. El ingrediente faltante continuaba sin aparecer en su memoria, su vida dependía de recordar aquello, al fin y al cabo si regresaba al castillo sin el listado completo quien sabe de lo que sería capaz de hacerle la Banshee. Una grata sorpresa se llevó el Lovegood al ver como la joven bruja, que amablemente le estaba atendiendo y preparando su pedido, reaccionó ante los nombres de los Ravenclaw. -Si, somos familia- comenzó a decir el Myrddin -, con Isy somos hermanos... va, hermanastros por parte de nuestro padre en realidad, aunque nos suelen ver como si fuéramos gemelos, no solo por el parecido sino también por la estrecha relación que llevamos... desde niños que andábamos siempre juntos los dos- comentó bajando levemente la mirada mientras una pequeña sonrisa se le dibujaba en el rostro, añorando aquellos momentos. -Y con Danny también, somos primos o algo así, hace nada que llegó al castillo en realidad así que poco a poco nos vamos conociendo... pero es una gran persona ese muchacho, se nota a simple vista... A todo esto ¿Tú los conoces también?- consultó curioso por saber. La amena charla entre ambos dos continuó, el pedido ya casi estaba preparado. Sin embargo un sonido proveniente de fuera captó su atención, lo que parecía ser el relincho de varios caballos se oyó desde las calles del callejón. El ojiazul ante aquel suceso miró a la muchacha preguntándose si había escuchado lo mismo que él. @ @@Anthony Ryvak Dracony
  8. Posta sale para PS4?? Yo ya me había resignado hacía rato pensado que solo iba a estar en PS5, consola que acá en Argentina no solo sale un ojo de la cara sino tambien un riñón, y dos pulmones (?) y más ahora q ayer explotó el país y está en llamas con lo del dólar. Pero bueno si es verdad q va a estar para PS4 hay una mínima chance de conseguirlo todavía, aunque va a estar saladito en la tienda digital incluso. Y con respecto al juego se saben más detalles? Lo más similar a la libertad de movilidad y exploración dentro del juego que pinta el legacy creo que lo tuvimos en el 5to juego de harry potter, que te dejaba explorar gran parte del castillo y sus alrededores, para la época en que había salido me acuerdo q fue una locura. Espero que lo lleven a otro nivel con este juego, q sea mucho más amplio y con más libertad, con la modalidad "Mundo abierto" onda Skyrim.
  9. @ gracias cissy! *le deja unos bombones* si justamente esa era mi gran duda, lo puse igual por las dudas, en una de esas capaz se podía, total de última me decían que no y listo. Aprovecho y dejo otra compra si no es mucha molestia jeje ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Nivel Mágico: 4 Fecha: 2020-09-14 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Horklump Puntos: 10 Precio: 500 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Micropuff Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000
  10. ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Nivel Mágico: 4 Fecha: 2020-09-14 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Gusamoco Puntos: 10 Precio: 500 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Zorro Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000
  11. Aquella mañana de sábado el sol se había dignado a aparecer luego de una larga semana de mal clima con lluvias y tormentas eléctricas. El callejón Diagón comenzaba a poblarse poco a poco de gente, los negocios abrían sus puertas listos para una extensa jornada de trabajo. El Lovegood se encontraba por esos lares cumpliendo con un mandado de su hermana, estaba en la busqueda de varios ingredientes para pociones que a ella le hacían falta. Mientras recorría las calles observando las vidrieras tomaba nota mental de las tiendas que visitaría más tarde. Siguiendo las indicaciones que le había brindado su gemela, el mayor de los Ravenclaw dio con el lugar correcto. En una de las esquinas se alzaba un edificio de dos pisos de altura, cuyo revestimiento de un mármol color azabache destacaba por entre los demás negocios de cercanía. Detrás de las puertas de vidrio un sinfín de frascos repletos de líquidos de todos colores y espesuras posibles. De espaldas al mostrador una mujer de una bella cabellera azulada se encontraba acomodando unos libros. El rubio, o mejor dicho castaño porque de rubio tenía apenas un par de mechones al frente, luego que la poción para volverlo platinado natural fracasara, se acercó hasta la caja. -Buenos días, ¿Qué tal?- saludó captando la atención de la joven bruja que se volteó al instante -, estoy buscando algunos ingredientes ¿Por casualidad tiene sangre de salamandra? También me hacen falta bayas de muérdago, un par de bazos de murciélago y...- el Ravenclaw cerró sus ojos en un intento por recordar que más era lo que debía de comprar -, maldición Isabella me va a matar cuando vuelva, si tan solo Danny no le hubiera estropeado aquella poción- no pudo evitar esbozar una sonrisa avergonzado en cuanto se percató que estaba hablando consigo mismo frente a la muchacha que le estaba atendiendo -, lo siento a veces me cuelgo... como decía estoy necesitando algo más pero no logro recordar que- comentó soltando una pequeña risa ante su acto fallido. @
  12. Buenas que tal! Cierta personita me arrastró hasta aquí para que me inscriba al bando (si estás leyendo esto espero mi recompensa) Les soy sincero últimamente estoy muy poco activo en el foro por lo que no puedo prometerles actividad y participación como el resto. Pero creo que quedaría bueno para el perfil de mi personaje hacerlo mortio, y como me dijeron que ya no es mas como antes que te echaban si no eras muy activo, que ahora podes ser mortifago tranquilamente, creo q es una buena oportunidad para ingresar al menos. En fin, saludos a todos! Inscripción a los Mortífagos Nick: Franko Lovegood Número de ID: 115601 Link a la Ficha: Franko Lovegood
  13. Buenas tardes, vengo a realizar un par de compras... desde ya muchas gracias a quien me atienda, saludos. ID: 115601 Nick (con link a la ficha): Franko Lovegood Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido: - Nivel Mágico: 4 Fecha: 09-09-2020 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Gusamoco Puntos: 10 Precio: 500 Llave utilizada (para criaturas baby y Nundu): - Criatura: Zorro Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000
  14. El pequeño sobresalto de la joven bruja hizo que una ligera y divertida sonrisa se le dibujara en el rostro. Una grata sorpresa se llevó al escuchar aquella voz pronunciar su idioma natal, tenía una ligera sospecha que ese dialecto provenía del norte de Francia. A partir de sus palabras pudo deducir que estaba frente a una nueva integrante de la familia, una hermana o una prima quizás, o incluso podría tratarse de una sobrina, quien sabe; de lo que si estaba seguro es que se llevarían bien, lamentablemente no se puede decir lo mismo de la Hawthorne que siempre le disgustaban las noticias acerca de nuevos integrantes. -Así que también hablas fran...- no llegó a terminar la frase que un rayo ya le estaba impactando en medio del pecho, sin darle tiempo a reaccionar siquiera. La helada superficie de las mazmorras en contacto con su cuerpo hasta le resultaba familiar, un vago y fugaz recuerdo de su último cruce con su padre, el cual había desaparecido hacía poco del castillo, pasó por su mente. Varias heridas sangrantes llenaron su torso producto del hechizo, bastante fue el dolor infundido en el Lovegood al momento del impacto no iba a negarlo, y la rápida pérdida de sangre ya estaba haciendo efecto, su presión bajó drásticamente y su cabeza comenzó a darle vueltas. Sin embargo su hermana ya se encontraba arrodillada junto a él, poco antes que perdiera la conciencia. Mientras derramaba algunas lágrimas trataba sus heridas con una rapidez que pocas veces se podía observar. Lentamente su condición fue mejorando, la presión volvió a estabilizarse y sus heridas comenzaron a cerrar. El Myrddin atinó a acariciar la suave mejilla de la Banshee con su mano, dedicándole una dulce sonrisa; en ese mismo instante su rostro se tornó serio e indiferente y pasó a pellizcar fuerte esa misma mejilla. -Deja de inculpar a los demás y ten más cuidado la próxima vez hermanita- le comentó sin dejar de pellizcarle. Seguía habiendo veces en que se olvidaban de todo y actuaban como aquellos hermanos de toda la vida, molestándose mutuamente, haciendo travesuras juntos, e incluso peleando por cualquier cosa sin sentido. El rubio no pudo evitar soltar una pequeña risa al ver lo colorada que le quedó la mejilla a su gemela, aún en el suelo tratando de recuperarse. @ @@Lyanna Friedrich @@Danny Lestrange
  15. La poción había fallado, el resultado de todas formas no era malo, sin embargo para ambos dos fue una sorpresa que no funcionara tal y como se esperaba. El reflejo de la Banshee fue acercándose hasta igualar a su hermano con el propósito de inspeccionar su insólita cabellera. Fue entonces que ella aprovechó la cercanía de sus cuerpos para tomarlo con la guardia baja. El sonido de su dulce y embriagadora voz en forma de susurro penetrando en lo más profundo de su cerebro hasta provocar un cortocircuito, aquellos hermosos ojos color plata de los cuales no despegaba su vista siquiera para parpadear completamente hipnotizado. La calidez de su cuerpo llenando el vacío que solo alguien que lo conociera en su totalidad, lo entendiera a la perfección y lo quiera desde lo más profundo de su corazón podía llenar, y ese alguien definitivamente era ella. -Yo...- dijo en un susurro acercando sus labios a tan solo escasos milímetros cual imán se tratara -, la verdad es que... El clima que se había formado y sus palabras fueron cortados de manera tajante en tan solo un instante por la presencia del Lestrange, estaba tan perdido en su gemela que nunca se percató de su llegada. Pestañeó un par de veces para volver en sí, fue entonces que tomó noción de lo que estaba a punto de suceder. Casi comete el error de revelar sus más profundos sentimientos, algo que se había prometido no hacer nunca, al fin y al cabo una relación con su propia gemela era algo prácticamente imposible. Aquellos pensamientos se vieron interrumpidos ante el derrumbe de una de las paredes y el accionar amenazante de la rubia para con el joven intruso. -Te he dado una mano aquella vez, pero ahora te la has buscado tú solo muchacho- le explicó confiando en que leería sus labios -. He vivido muchos años al lado de esta mujer como para decirte que difícilmente saldrás ileso, créeme ni yo mismo lo he logrado- dichas estas últimas palabras una mirada fulminante de la Ravenclaw menor lo intimidó, por lo que no pudo evitar toser y desviar su vista en otra dirección. Allí fue como de reojo advirtió la presencia de otra persona, una mujer desconocida que se encontraba observando de lejos aquella escena. Sin dudarlo más el Myrddin dio media vuelta y desapareció para posicionarse justo detrás de la joven bruja sin que ella lo notara -Son muy ruidosos ¿No crees?- dijo de manera sorpresiva a la muchacha esperando un sobresalto o un susto de su parte. @ @@Danny Lestrange @@Lyanna Friedrich
  16. La poción no se había hecho tardar demasiado, su hermana se acercó con un vaso de acero inoxidable en mano donde depositó aquel liquido azulado de espesura considerable. Una leve caricia en su rodilla fue señal suficiente para que abriera sus piernas permitiéndole pasar. Las suaves manos de la Banshee por debajo de las suyas llevaron aquel recipiente metálico hasta sus labios. Aguantando la respiración el Lovegood bebió el contenido, sin embargo no pudo evitar soltar una mueca de disgusto al tomar aire nuevamente, las pociones de su gemela destacaban por sus buenos resultados, no así por su sabor o aroma. Una vez terminado de ingerir se puso nuevamente de pie dispuesto a ver el efecto instantáneo sobre su cabellera. En una de las esquinas de la habitación una pila de cajas junto a un antiguo y desgastado baúl reposaban, los acompañaban varios otros muebles cubiertos de sábanas blancas impidiendo que estos se llenaran de polvo y se estropearan. El Myrddin quitó una de ellas dejando al descubierto un espejo de pie de aproximadamente unos dos metros de altura. -Ehh, Isy...- llamó a su gemela girando levemente su cabeza pero sin quitar la vista del espejo -, se supone que surte efecto al instante ¿No? O acaso lo hace de manera progresiva- consultó desorientado. Tenía entendido que la poción volvería aquella cabellera castaña al antiguo rubio platinado que solía lucir en las viejas épocas. La única diferencia era que en aquel entonces simplemente se teñía, en cambio con el preparado de la matriarca convertiría al rubio en el color original por lo que no volvería a crecer el castaño. A pesar de ello y para sorpresa de ambos su hermana había fallado, o por lo menos no tuvo éxito en su totalidad. <<¿Acaso se le habrá olvidado algún ingrediente o estarán mal las proporciones? No, imposible... es Isy de quien hablamos, no se le escaparía un error tan simple como ese>> El pelo continuaba con la tonalidad de siempre, exceptuando por algunos mechones del frente que habían cambiado al platinado, a decir verdad no le quedaba mal pero no era lo esperado. Dejando aquello de lado lo más alarmante de todo era que el ojiazul se encontraba en ese mismo instante bajo los efectos del veritaserum sin haberse percatado de ello. @ @@Danny Lestrange
  17. Ante la advertencia por parte de su hermana simplemente asintió. Con un leve movimiento de varita desempolvó la superficie de una mesa ubicada detrás suyo, tomó asiento acercando una silla para apoyar sus pies y observar aquellas sutiles manos manipulando de manera habilidosa los ingredientes. El Lovegood había estado evitándola durante las últimas semanas inventándose pretexto tras pretexto, algunos de ellos hasta resultaban ser muy tontos y sin sentido. Se le dificultaba mantener la compostura y controlar sus nervios estando en presencia de ella, tal y como le estaba ocurriendo allí en las mazmorras. Los ojos de ambos gemelos se encontraron por un breve momento, automáticamente el ojiazul desvió su mirada. Su nerviosismo comenzó a ir en aumento en cuanto la Banshee inició con su interrogatorio, aquello que justamente estuvo intentando eludir. En lo que ella hacía una pausa decenas de pensamientos se le cruzaban por la cabeza tratando de suponer lo que diría a continuación. -No... no se a que te refieres- dijo con cierta intranquilidad sin poder verla a la cara. Nunca había sido bueno mintiendo, siempre que lo intentaba escapaba de la mirada del otro a causa de la culpa que luego lo carcomía por dentro. El Myrddin tragó saliva a la vez que le daba un vuelco al corazón en cuanto recibió unas palabras y mirada amenazantes de su hermana. La ingesta de apenas un par de gotas de aquella poción y el Ravenclaw terminaría revelando a la fuerza su más profundo secreto. De tan solo pensarlo se le helaba la sangre. -No te atreverías- comentó preocupado mientras una gota fría de sudor descendía lentamente de su sien. @ @@Danny Lestrange
  18. El Lovegood se había apartado de manera tímida, últimamente el nerviosismo por momentos se apoderaba de su cuerpo cuando estaba en compañía de su gemela, le preocupaba que sus expresiones faciales delataran aquellos nuevos sentimientos que albergaba, puesto que siempre fue una persona fácil de leer. Sin embargo la distancia que había tomado de modo preventivo se vio acortada nuevamente a causa de la insistencia de la banshee. Frente suyo aquel par de orbes color plata no solo conformaban una mirada penetrante sino también una muy analítica, intentando descifrar lo que ocultaba el Myrddin. Éste a su vez se encontraba perdido en esos hermosos ojos que tenía delante, cautivado por completo. -Ehh...- titubeó luego de parpadear varias veces volviendo a la realidad - si si la poción, bien... vamos entonces- nuevamente los nervios lo invadieron obligándolo a desviar hacia un lado la mirada. De camino al castillo pasaron por el quincho junto al lago, donde el ojiazul tomó de nuevo el libro de pociones que le fue prestado. En el trayecto no se dijeron una sola palabra en lo absoluto, el Ravenclaw cada tanto observaba de reojo a su hermana, desviando su vista rápidamente en reiteradas oportunidades. A pesar de las altas temperaturas la mazmorra estaba envuelta por un gélido pero refrescante ambiente que se agradecía aquellos días de verano. Hacía semanas que no bajaba hasta allí, de la última vez que sufrió a causa de la maldición cruciatus de su padre, todavía recordaba el frío suelo en contacto con su cara. -Creo que esto es tuyo, gracias- dijo retornando el libro a su respectiva dueña . Te encargo la poción, tu eres mejor en ello... dime si puedo ayudarte en algo. @
  19. Una larga fila de brujas y magos ocupaba desde el greeter hasta la entrada, algunos de ellos acompañados por sus elfos domésticos; con cada persona que era atendida se la podía oír rezongar a la recepcionista aún más, lo único que sabía hacer esa mujer era quejarse y contar los días que le faltaban para jubilarse. Múltiples formularios sobrevolaban yendo de un escritorio a otro, juntando las firmas y autorizaciones necesarias. Básicamente un día como cualquier otro en las viejas oficinas del Departamento de Criaturas Mágicas del Ministerio de Magia londinense. Saludando a sus compañeros al pasar se dirigió a su oficina. Una vez allí una pequeña brisa sopló, acompañada de una fragancia de lo más fresca y agradable que se impregnó en sus fosas nasales, todo al momento en que giraba el picaporte. Al traspasar la puerta se extendían los campos de lavanda que alguna vez había visitado en la región de Grasse en su país natal. La flora meciéndose suavemente al compás del viento, los extensos surcos formados entre plantaciones delineaban el sendero por el cual el Lovegood transitaba; al final de aquel largo camino una figura femenina reposaba, una densa y espontanea niebla comenzó a invadir los cultivos, cada paso que daba la fosca se volvía más y más espesa. El ojiazul en un intento por llamar la atención de aquella mujer lanzó un grito, a pesar de ello ningún sonido logró salir de su entre sus labios, finalmente la bruma terminó por consumirlo todo. El Ravenclaw se levantó abruptamente del sofá en el cual estaba recostado y disfrutando de una reconfortante siesta. Su cara le delataba lo dormido que aún continuaba, tanto que en un principio siquiera le prestó atención a su hermana -Si si, muy bonito geme...- le comentó sin hacerle caso, dando media vuelta y reacomodándose dispuesto a seguir durmiendo. Sin embargo la Banshee tenía otros planes en mente. Terminó siendo victima de una de las bromas de la Ravenclaw menor, en esta ocasión recibió un chorro de agua que le quitó el sueño al instante . Ahora si hermana, más te vale que corras- le advirtió mientras se lanzaba a por ella. Rápidamente salió en busca de la Hawthorne. El pasto recién podado facilitaba el contacto con las plantas de sus pies volviéndolo una grata sensación. Una sensación de déjà vu se apoderó de su mente al recordar una secuencia muy similar de cuando eran niños. La persecución duró no más de unos minutos, en el transcurso sufrió el impacto de otros chorros de agua, pero finalmente llegó hasta su objetivo. Capturándola entre sus brazos terminaron tumbándose y rodando sobre la suavidad del césped entre risas. -Te atrapé- dijo el castaño reteniendo a una Isabella echada sobre el suelo, apoyando las rodillas a los costados de su cintura y las manos a ambos lados de su rostro, evitando cualquier intento de escapatoria. Sin embargo, la sonrisa divertida terminó por desdibujarse al momento en que un pequeño sonrojo acompañado de una expresión de nerviosismo se apoderaban de su cara. Tan solo observar sus orbes plateados o su dulce sonrisa eran motivo suficiente para sacar a flote esos nuevos sentimientos que albergaba por su gemela . ¿Qué era lo que decías que tenías?- preguntó apartándose e intentando cambiar de tema. @
  20. La reunión familiar se había extendido y desvirtuado más de lo deseado, ameritaba que la noche se asomara para que aquel eterno día finalizara de una vez por todas. La Hawthorne, luego de examinar la varita de su padre, lanzó esta misma a quien ahora le respondía. En ese mismo instante en que atrapaba el arma mágica con su mano más hábil volvía a aparecer en escena el desagradable elfo doméstico de su hermana. Embistiendo las piernas del Myrddin salió de debajo del escritorio refunfuñando y criticándolo, alegando que no era digno de formar parte de la familia. Con eso último se habían terminado de cargar la poca paciencia que le quedaba. -Mira maldito desgraciado- tomándolo del cuello de sus harapos lo levantó del suelo lo suficiente como para quedar cara a cara y fulminarlo con una mirada asesina -, no hagas que vaya en contra de mis principios y te torture hasta agonizar- le advirtió soltándolo y consiguiendo que el frágil elfo se estrellara contra el suelo. Entre el cansancio que su cuerpo llevaba acumulado y los allí presentes que no dejaban de molestar habían conseguido ponerlo de mal humor al Lovegood. Una vez soltada a la criatura doméstica, manipulando su nueva adquisición con la derecha apuntó al antiguo dueño de la misma, mientras que la izquierda, donde sostenía su varita de toda la vida, la dirigió al acompañante de su padre para prevenir que éste realizara algún movimiento en defensa del vampiro -Petrificus Totalus- pronunció lanzando un doble hechizo que terminaría impactando en ambos magos, que caerían de espaldas al suelo completamente inmovilizados. -Creo que te has sobrepasado esta vez...- exclamó el Ravenclaw al acercarse hasta el cuerpo paralizado del patriarca -. Puede que te la devuelta en estos días- dijo refregándole a Santa Teresa por su rostro -, aunque por lo que veo ella está a gusto conmigo- antes de retirarse se dirigió a su hermana -. Te encargo a estos dos Isy... y ya deja en paz a ese muchacho quieres, es obvio que no tiene malas intensiones. ~~~°~~~ Sábado de verano por la tarde, el sol se encontraba en su máximo resplandor, ninguna nube opacaba el cielo en Ottery, el sonido de las cigarras invadían todos los terrenos del castillo. Habían pasado semanas desde que su herida sanó por completo, dejando únicamente un pequeño tajo a modo de cicatriz a la altura de sus costillas gracias a los cuidados de su gemela, a su vez había restaurado su habitación tal y como le había prometido. El Lovegood se encontraba en el quincho ubicado en las cercanías del lago, donde había pasado toda la mañana. Luego de haber disfrutado de un delicioso almuerzo que Goloso y Pastelero amablemente le habían alcanzado hasta allí, se recostó sobre el sofá más cercano a la orilla del lago para dedicar un poco de tiempo a la lectura, sin embargo el sueño se apoderó de su cuerpo rápidamente. @ @@Danny Lestrange @ @@Keaton Ravenclaw
  21. Ni bien aquel rayo le impactó en el pecho un dolor punzante comenzó a propagarse hasta apoderarse del cuerpo en su totalidad. Uno se sorprendería de ver a un padre atentando contra la vida de su propio hijo, sin embargo entre los Ravenclaw no eran de extrañar ese tipo de tratos. El insufrible tormento lo llevó a quedar tendido sobre el suelo casi al instante. Sin dejar de retorcerse los alaridos escaparon de su boca a pesar de la fuerza con la que presionaba su mandíbula. Cientos de agujas clavándose continuamente, cada una de ellas dejando un severo rastro de ardor en el cuerpo, como si de hierro al rojo vivo se tratara. Era tal el dolor imbuido que el Lovegood batallaba por mantenerse consiente. Muchas brujas y magos subestimaban aquella maldición, solo quienes la sufrieron en carne propia sabían lo tortuosa que podía llegar a ser, tan solo unos pocos minutos de exposición bastaban para poner a prueba la fuerza de voluntad de la víctima. Un fugaz relojeo le sirvió para observar a su gemela acercarse hasta el patriarca y su acompañante antes de regresar rápidamente a la lucha contra la maldición. De un momento a otro aquella sensación punzante bajó un cambio, el dolor fue disipándose poco a poco, con una respiración aún agitada buscaba recuperar el aliento. Quién ahora se encontraba sufriendo los efectos de la maldición Cruciatus era Pastelero, elfo de la familia y uno de los más serviciales, cuyos gritos resonaban invadiendo toda la habitación. El Myrddin todavía en el suelo captó la señal de su hermana, sin dudarlo un segundo más apuntó en dirección a su padre aprovechando su distracción. -Expelliarmus- el rayo salió disparado hacia su objetivo dando en el blanco, la varita del ojiverde se desprendió de su dueño, cayéndole directo a las manos de la Hawthorne -, no debes ser muy consiente de lo que realmente implica la maldición cruciatus si la utilizas tan a la ligera, alguien debería de aplicarla en ti un día de estos- comentó fatigado mientras intentaba incorporarse del suelo. Exhausto buscó apoyarse al borde de un escritorio que tenía detrás, demasiadas emociones por un día, la suave caricia de su almohada era lo único que anhelaba en ese momento -. Y tú que estás ocultándote desde la puerta, ven aquí y preséntate- dijo refiriéndose al joven que intentaba ocultarse en la entrada a las mazmorras sin mucho éxito. @ @@Danny Lestrange @ @@Keaton Ravenclaw
  22. @@Arya Macnair Muchisimas gracias querida!! Disculpa las molestias, como q se le olvido a mi hermana poner que era una conjunta -.- Quedó increible *-* hacía más de 6 años q no cambiaba la firma, no podría haber pedido mejor firma q esa para estrenar después de tanto tiempo!!
  23. Aquel beso quedó grabado a fuego sobre su mejilla y esas palabras no dejaban de resonar en su cabeza. El corazón del Lovegood comenzó a palpitar nuevamente en ese preciso instante. No podía ser cierto, aquello que venía negando desde hacía tiempo ahora estaba puesto en duda. El cruzar la línea con su hermana había desencadenado un centenar de emociones, poniendo en jaque todo lo que creía en un principio. Pero de lo que si estaba seguro es de la felicidad sin límites que lo invadía en ese momento. El dolor punzante comenzó a apaciguarse en gran medida una vez que la Hawthorne intervino con su varita, sin embargo la herida no sanó por completo. El castaño asintió ante la sugerencia de ir a las mazmorras del castillo, al parecer necesitaba preparar un ungüento cuya aplicación era de vital importancia para su recuperación, por lo que no tardó en volver a vestirse y seguir a su hermana hasta las habitaciones subterráneas. Tenía entendido que había varios niveles, o por lo menos sabía de la existencia de unos cuatro subsuelos, que abarcaban no solo el perímetro del castillo en sí, sino que se extendían por debajo de los terrenos incluyendo el pequeño bosque y el lago, éste último únicamente con los niveles más bajos Una vez transitadas las escaleras de piedra se toparon con la puerta de entrada a las mazmorras, permitiendo el ingreso a la recámara principal. Una muy amplia habitación, cuya iluminación escaseaba, que servía como punto de partida de aquel laberinto subterráneo. Con un leve movimiento de varita las antorchas repartidas por todo el sector se encendieron. Sin perder más tiempo comenzó a ayudar a su gemela con la búsqueda de los ingredientes necesarios, para luego observar como ella los trabajaba. Ya preparada la crema se desprendió de la camisa para que la banshee pudiera aplicarla apropiadamente sobre la herida. El frio contacto del ungüento le generó un leve gesto de incomodidad al rostro del ojiazul -Gracias Isy- se limitó a decir de manera sincera mientras observaba aquellos orbes plateados tan de cerca. De nuevo esa palpitación en el pecho se hizo presente, el Ravenclaw instintivamente fue acortando la distancia de sus rostros, sin pensarlo estaba por unir sus labios con los de su gemela una vez más, había algo que lo incitaba a más, que le pedía que siguiera. Sin embargo, se llevó un pequeño sobresalto al momento en que las puertas se abrieron de par en par. Escupió un insulto por lo bajo ante la inoportuna interrupción, nada más ni nada menos que del patriarca de la familia. -¡Padre querido!- exclamó con una falsa sonrisa y mucho sarcasmo de por medio, claramente su presencia allí no era de su agrado -, que alegría volver a verte- mintió extendiendo los brazos a ambos lados a modo de recibimiento, fue allí cuando se le “escapó” un hechizo de su varita e impactó en las cercanías de los pies del vampiro -. Lo siento tanto... esta varita no funciona bien últimamente- expresó con una cara de lamento muy sobreactuada -No es de tu incumbencia- respondió en un tono airado ante la pregunta de su padre, dejando de lado ya el sarcasmo y volviendo a la normalidad, aún sin percatarse de las presencias que lo acompañaban. @@Keaton Ravenclaw @
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