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Helike R V PB

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Mensajes publicados por Helike R V PB

  1. jajaja gracias Matt!

    On:

    Intentaba colocarme una de las botas que se me resistía, había dejado la varita encima de la mesa pero justo cuando en ese momento estaba con el procedimiento, una masa peluda entró a la habitación, yo eché un grito, intenté tomar la varita y del giro dado, me di un coscorrón en toda la frente. Me tuve que sentar en la sila, frotándome un poco fuerte para que pasara el dolor. 

    Tras el susto, el golpe y la calma bueno, relativa, calma en mi habitación; en el resto del castill chillaban despavoridos mientras algunos de los elfos calmaban a los otros, por la improvisada visita de un huargo de semejante tamaño.

    Pero sí, enseguida lo reconocí por los aromas

    - ¿Fenrir? -el lobo me gruñó a modo de saludo como siempre me veía y se acercó a mí con las orejas gachas (no te me enfades Matt xD darle chicha al asunto jajaja), me hacía gracia porque parecía totalmente que tenía al dueño enfrente. Me puse a su altura y le rasqué detrás de las orejas:

    - No te preocupes no contaba contigo, no te ofendas, un animal de cuatro patas, así tan de pronto - me encogí de hombros y por fin terminé de colocarme la dichosa bota... Un bote que tenía encima de la mesa de aloe vera, me la eché un poco en la zona dolorida, aún así el lobo parecía que quería decirme algo, me agarraba con el morro y tiraba de mí capa como intentando sacarme de ahí

    - Vaaale, vale entiendo- miré al animal y le contesté con una pregunta - quieres que vaya contigo, ¿no? -asintió y me gruñó con suavidad- vale, dame un minuto - guardé la varita y la puse dentro del pantalón, me aseguré de llevarme el morral de moke en el otro bolsillo y ahora sí, ajusté la capa bien. 

    - Venga, vamos -el lobo con suavidad y firmeza iba bajando por la escalera caracol adornada con una alfombra, y no me extraña que no sintiera sus patas, porque amortiguaban cualquier sonido y eso era un fallo grave de seguridad. Tendría que solventarlo más tarde.

    Llegamos hasta la parte principal de la casa y dudaba si usar la aparición con el animal. Una cosa era una persona y otra muy distinta un huargo de semejante tamaño con sus cuatro patas y cola. Suspiré con suavidad y dije:

    - Bueno, espero que no me mate Matt- me lamió las manos como entendiendo lo que quería decirle. A veces me asustaba la facilidad con lo que entendía todo - ¿no serás un cambiapieles, no? -había oído algunas historias y aunque se fundamentaban en la realidad, otra cosa es que fueran ciertas. Obviamente me gruñó nuevamente, como diciéndome "¡pesada!" me reí y capté la directa. 

    Agarré al lobo por la correa que tenía en el cuello y los dos, ser y animal, nos desaparecimos del castillo para hacerlo en la entrada principal de la Potter Black, el lobo me ladró y se soltó para ir corriendo hasta la parte principal de la mansión.

    El olor de la suave brisa me trajo el aroma de las flores negras, ¿también había por allí? Me sorprendió y tras pasar los límites protectores notaba como, poco a poco, el aroma era más intenso, si lo habían recogido, aún flotaba en el ambiente.

    @ Matt Blackner

    kk de rol, es falta de práctica jajjajaja

    Ostrás, quise lanzar ayer el rol pero por las horas... al final me acordé ahora, y bueno, aquí está ^-^

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  2. Casa Rambaldi, Torre Norte:

    Estaba en pijama, últimamente no había ido al trabajo y tampoco había mucho movimiento para sacar información para ayudar a la MT. Estaba en cama leyendo un poco, cuando sentí todos los chillidos de los elfos que tenía a mi servicio. Salí de la cama, puse las zapatillas y aparté el cortinaje que me envolvía, con la varita de álamo temblón iluminaba la estancia con el hechizo lumus, me acerqué hasta la puerta y uno de los enanos se apareció ante ella

    - Mi Señora, tiene que venir -temblaba de pies a cabeza, algo que no era muy habitual

    - ¿Qué sucede? -pregunté yo, dejé el libro en el suelo y el sonido fue amortiguado por la alfombra. El elfo llevó su palma y yo lo entendí, agarré su mano y nos aparecimos en la entrada. La puerta con el dragón grabado en ella estaba abierta de par en par

    - ¡Rosas negras! -exclamé sorprendida al ver lo que había en la entrada (lo que me había parecido ver tras echar un vistazo rápido)

    - Y lo mejor de todo, es éste papelito - me enseñó el pedazo y era, lo recogí de un volantazo y lo estiré un poco, tenía los bordes quemados, como si hubieran sido apropósito, era una especie de invitación... Sentí como algo se me bajaba por la espalda. ¿San Valentín en San Mungo? Abrí los ojos como platos y el elfo encogió los hombros.

    - ¿Sabes si en otras casas de magos recibieron ésto? -pregunté con curiosidad, el sirviente negó con la cabeza- ya, que no has ido de compras - lanzó una risita por lo bajo y siguió negándose conteniendo la carcajada. Sólo él sabía a qué me refería yo con las compras. 

    - Tendré que ir a visitar a mi tía. Aunque use la chimenea llegaré echa un asco no sé si se renovó la licencia y si me aparezco sin más, me corta la cabeza, como llegue volando a lo mejor me destroza la magia de la entrada... Prepara mi ropa habitual -le indiqué al elfo, hice un silbido con dos dedos y un cuervo vino volando, hice el mismo gesto otras dos veces. La última adquisición de la mansión, en vez de palomas había mandado construír un palomar en dónde guardaba cuervos negros para enviar mensajes. Aunque no sabía si sería un buen augurio mandar uno en esos momentos. 

    No sé cómo lo conseguía pero siempre tenía un pergamino a mano pluma y tinta, lo partí en tres con el siguiente mensaje:

    Sagitas, 

    Soy Heliké, tenemos que hablar. Puedo ir a la Potter Blue o Potter Black, o en el lugar dónde tú ya sabes -esa parte del mensaje sólo lo podía leer la persona indicada, quien tomara la carta, la persona que no debía se volvía ilegible- en la Fortaleza Oscura, puedes contestarme en éste mismo pergamino, espero noticias tuyas, me temo que hay cierto peligro en San Valentín, si queremos seguir con la tapadera de Accidentes Mágicos tendremos que averigüar qué demonios pasa. En cuánto contestes, llegaré en cinco minutos en dónde te encuentres.

    Muchos Besos

    Heliké Rambaldi

    Semper Fidelis

    Tras terminar de escribir las notas, se las di a los tres cuervos y enrollé cuidadosamente los pergaminos en sus patas e hice que tomaran el vuelo con un rápido batir de sus alas, quedé en la puerta hasta que los vi desaparecer en el horizonte. Con otro chasquido llegué a mi habitación, saqué el pijama y puse encima de mi ropa interior, una capa ajustada que en vez de faldón tenía pantalones  amarrada con un cinto fuerte, en la parte superior llevaba unas pequeñas argollas (en los hombros) para insertar otra capa con unas marcas tenebrosas de plata pura y una capucha, guardé la varita en el bolsillo interior y además, recogí el morral de cuero en dónde llevaba todas las pertenencias. Me puse los guantes y aguardé a tener contestación pero aproveché a colocarme unas botas de cuero fuertes

    @ Sagitas E. Potter Blue

    Cuando pueda Sagis responder, iré mencionando al resto :) se supone "que aún es líder" jajaja

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    • Gracias 1
  3. Hay Matt jajjajaja qué rico me hizo muchísima gracia tu comentario, pero se agradece igual =))

    Bien, vamos por partes, qué pareza tener que poner todo jajajaja 

    web significado de orquídeas y rosas

    ¿A quién? : @ Sagitas E. Potter Blue
    Flor (descripción escrita o imagen) :  violeta, Rosa, azul y otro ramillete de orquídeas moradas y violetas
    ¿Por qué?: por familia, amistad y cariño

     

    ¿A quién? : @ Matt Blackner
    Flor (descripción escrita o imagen) : Rosa blanca (tuve que ponerla así, para que se viera jajajaa), rosa amarilla,  rosa rosada
    ¿Por qué?:  por familia, amistad y cariño 

    Sí, sí, ya sé que en lo de palabras no es lo mío jajajaj pero es que es verdad😅

     

    ¿A quién? : @ Xell Vladimir Potter Black
    Flor (descripción escrita o imagen) : Una rosa violeta, amarilla, rosada
    ¿Por qué?:  por familia, amistad y cariño

    Y pongo más a los que más contacto tengo, dentro del foro, digo xD además acompañaría una rosa negra, aunque esté más ausente... hay que buscar una manera de, si cierra ésto, seguir más en contacto

    p.d. sé que el morado y el violeta apenas se diferencian, pero sí que se nota un poco, en tal caso, puedo ponerles otro color

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  4. - Espero que no tarde mucho -sonreí al joven, pero enseguida me di cuenta que no estaba por la labor de conectar con nadie más. Tampoco se lo iba a rogar ni mucho menos, los que estábamos ahí, era para aprender una nueva habilidad o al menos, tener los conocimientos básicos para acercarnos al mundo de las serpientes. Me retiré un poco mientras esperaba a Matt. 

    Quise sacar un cigarrillo porque la ansiedad de la espera me estaba matando. Escuché la voz de Matt, sentí cierto alivio y suspiré. Quizás al arcano no le gustase que la gente fumara en sus terrenos...

    - ¿Buscarle? No creo, él vendrá a nosotros, de una manera u otra - dije, mirándole a los ojos y sonriente- te noto nervioso y deberías calmarte, ¿estás bien? -pregunté en cuánto me acerqué a su oído, preocupada por su estado. Teníamos una conversación pendiente, pero ésta todavía no se había producido- y Xell como no tarde mucho, se perderá el inicio de la clase, la verdad... -comenté, en un susurro y después me aparté.

    En un momento, nos quedamos todos en silencio, como observándonos. Escuché ciertos siseos y movimientos de algo que se arrastraba por el suelo, al mismo tiempo, la voz de Lawan retumbó por dónde estábamos nosotros. Hice una mueca burlona. No sabía porqué, pero no me extrañaría nada un recibimiento como ese. Había aprendido de mi error de la última vez y dejé que una pequeña boa constrictor se me subiese por la pierna mientras me siseaba. Sonreí por lo curioso de la raza, se decía que, Voldemort había tenido una compañera de esas características, aunque no estaba tampoco del todo claro ese dato, tampoco me importaría que una de ellas me eligiera en cierto modo.

    Había escuchado al profesor y asentí con la cabeza, mientras el ofidio se seguía deslizando por mi pierna y notando su áspera piel. La tomé con delicadeza:

    - ven aquí - le dije con cariño, y me la llevé al cuello, posándola con delicadeza entre mis hombros y mi cuello- vamos a ver si hay ratones por ahí para ti...

    - Ahora te veo @ Matt Blackner  -sonreí a mi ex y me dirigí a una de las habitaciones que había indicado Lawan. Abrí la puerta y me adentré en su interior. Realmente parecía que no se escuchaba nada, ni interior ni exterior. Suspiré y saqué nuevamente el animal de mi parte superior y crucé las piernas, mientras, con cuidado la iba colocando entre mis extremidades inferiores y ella iba sacando la lengua, como olfateando todo lo que pasaba a su alrededor.

    - Mi señor... -dije en un susurro. No sabía si con ese tono me escucharía pero, hablé nuevamente en un tono normal- bueno, mis intenciones hasta aquí, la verdad, malas no eran. Técnicamente en mi trabajo tengo que mandar mensajes diarios. Lechuzas, cuervos, y la verdad, necesitaría de algo más concreto para ello. ¿Quién sospecharía de un animal como una serpiente que puede transmitir mensajes. Como agente secreto mágico, velo por la seguridad de mi país y cuido al señor ministro entre las sombras. ¿Qué tiene que ver ésto? Mucho. La mejor manera de ayudar es seguir obteniendo conocimientos y uno de ellos es el aprendizaje de la lengua de serpientes... mi señor; me ayudaría a comunicarme con éstas criaturas tan fascinantes y además, también tengo un bebé basilisco en casa y bueno... me serviría para practicar con ésta pequeña mascota. Y el anillo de la habilidad sería de gran utilidad para ese fin. Por supuesto, serán tratadas con el respeto y cariño que se merecen -asentí al aire y aunque tenía al reptil entre las piernas, sabía que le llegaría mi mensaje. ¿Sería suficiente? Ni a Matt siquiera, ni a la prima @ Xell Vladimir Potter Black que todavía no había llegado, les había dicho en qué trabajaba actualmente y por supuesto, tampoco a la tía Sagitas. Ya llegaría todo en su momento. La criatura parecía estar contenta con mis palabras, o bueno, eso interpretaba yo. Era una simple neófita en pársel. Estaba allí para aprender.

    - ¿Tendría que salir de nuevo, mi señor @ Lawan Nguyen Thanh ? Si quiere, puedo esperar aquí... hasta que usted lo crea oportuno -susurré.

     

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  5. Meses más tarde...

    Después del incidente con Elentari, por fin podía ocuparme a mis quehaceres diarios. No solamente me dedicaba a mis pociones o a la creación de hechizos, sino que, por si acaso iba acumulando en la despensa de la cocina, todos los productos que necesitase para el día a día. Las elecciones para el ministro, desde luego no hacían que la cosa mejorase, sino todo lo contrario. Quería remodelar el castillo, hacerlo más sencillo pero manteniendo la estética interior, y aún así, según los planos, me costaría con ciertos cáculos, la mitad de la bóveda de Gringotts. Una barbaridad. La vida cara también había llegado al mundo mágico y quizás, era hora de buscar alguna solución y tampoco es que me apeteciera volver a un pasado criminal no tan añejo...

    Después de pensar en ello en el altar de Dioses, regresé dando un pequeño paseo por mi bosque particular. El movimiento de las hojas al pisarlas y el de los árboles con la brisa del otoño, me ayudaban a calmar el estado alterado que tenía últimamente. Había puesto una túnica completamente negra, con guantes y capucha para lanzar unas breves oraciones, y un poco de vapor salió por mi boca. Uno de mis elfos, Kindom se me había aparecido a mitad de camino, haciendo una inclinación tan exagerada que sólo pude decir riendo:

    - Kindom, de verdad, eso sólo cuando hay gente delante. Cualquier día te vas a dejar la frente en el suelo -comenté, negando con la cabeza, mientras me recuperaba del susto y seguía pisando el suelo, con mis botas de piel de dragón, seguía escuchándo el crujir de la capa del follaje tras los árboles caducifolios. El pequeño bosque se mostraba más triste y siniestro que de costumbre. Sólo unos pocos pinos y otras especies, conseguían tener todo el año, un bonito verdor que conseguían relajarme...

    - Y bien, ¿qué pasa? Sabes que no tolero que se me interrumpa cuando estoy orando - bufé por lo bajo. El elfo asintió con la cabeza:

    - Lo sé ama, pero alguien ha aparecido sin... la magia de éste sitio ha dejado de funcionar - le miré sorprendida, alzando las cejas y dejé que continuase, la verdad es que me había dejado sin palabras- sí, digamos que ha entrado un intruso, el señor Milo - se refería al fantasma, claro- se va a enfadar en cuánto lo vea, está dentro de su territorio y eso ya sabe que... puede traer problemas...

    Asentí con la cabeza y solté una carcajada. Con esa descripción sólo podía ser una persona, o poltegeits, o lo que fuese.

    - La ha llamado a gritos, para que lo sepa...

    - Bien, prepárame vino de saúco con unas gotas de whisky de fuego en el salón, vamos a ver lo que quiere mi ex- cuñado... pensaba que, después del MACUSA ya podría ser más corpóreo -casi llegué corriedo hasta la parte de atrás del garaje y sacando la varita, convertí mi capa negra, gracias a un hechizo aprendido hace tiempo, en un traje de cuerpo entero, sin costuras y sólo adivinando la cremallera que tenía detrás aparte de la capucha y dejando las botas. 

    Escuché el chasquido de algo que se rompía y el genio me subió como el bilis tras el vómito. Giré nuevamnte hacia la izquierda y rodeando el foso llegué hasta dónde estaba Sean...

    - ¡Ese arreglo lo vas a tener que pagar tú, que lo sepas! - le dije, sacando la varita en lo alto- ¡¿Acaso no te enseñaron respetar las cosas de los demás?! -medio grité enfadada- ya estoy aquí, y si no quieres que te echa a patadas o a base de hechizos, no me importa - le aclaré- será mejor que me cuentes, qué necesidad tenías de romper algo para avisarme de tu llegada - le bufé- me importa bien poco tu estado ectoplasmódico... ¿se puede revertir? -le pregunté con mirada, ciertamente, maligna...

    << veo que has accedido a los terrenos, lo que me sorprende es que no estés desfigurado -lo miré de arriba a abajo- tendré que usar un contrahechizo para los fantasmas parece ser...Pasa - le indiqué, y abrí la puerta que se escuchó como un crujido que se rompía algo- entra al salón, hace frío aunque no sé si vosotros lo que seáis podéis sentir eso ya... Y ¿bien? ¿A qué se debe el honor -dije con ironía- de tu visita? - lo miré de arriba a abajo mientras guardaba la varita y me sentaba en uno de los sillones que estaban enfrente a la chimenea (que ya se había encendido) y por suerte ya tenía la bebida encima de la mesa. Una jarra con un oscuro líquido y me serví un poco.

    Se me hacía raro que alguien como él viniese a una casa de alguien importante (ahí con chulería xD) pero esperaba y rogaba que ni @ Matt Blackner  ni @ Sagitas E. Potter Blue apareciesen por el castillo con la excusa de la niña, la verdad, tampoco me extrañaba

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  6. Había visitado ya, varias veces esa parte de la facultad. No es que la conociese de arriba a abajo, pero tampoco tenía pérdida. El dueño de su hogar, tampoco es que se esmerase en lujos hogareños. Esperaba que @ Xell Vladimir Potter Black  y @ Matt Blackner  me acompañasen en ésta aventura. Quería resarcirme un poco de lo sucedido en la gala de Halloween del MACUSA. Después de tantas protestas, refunfuñar y poner mala cara, no me habían dejado volar el laberinto con un fluído explosivo, nadie sospecharia de nosotros, ¿verdad? Pensaba con cara burlona, mirándome al espejo. 

    Estaba en mi torre principal del castillo Rambaldi. En breves haría una nueva reforma, y aunque realmente estaba encantanda con el aspecto del castillo, quería adaptarla a tiempos más actuales. Quizá, una casa señorial con su torre del homenaje y vale, tampoco es que fuese más moderna pero se adaptaría a mis necesidades. Mientras pensaba en éstas cosas, me iba preparando otra vez, para la clase de hablantes de pársel. Esos ofidicios no es que fuesen uno de mis animales favoritos, pero podrían ser útiles para enviar mensajes y en tiempos en dónde las cosas se ponían complicadas por cuestiones de políticas infames nadie estaba a salvo de que le robaran los "secretos"

    Después de arreglarme, eché un vistazo para ver si estaba todo correcto. Iría lo más informal posible y teniendo en cuenta que, por el hechizo meteorológico, haría un calor de narices. El reflejo me devolvía la imagen una camiseta y un pantalón fino de seda, todo de color blanco y crema para no tostarme demaiado al sol. Llevaba unas sandalias romana que se ataban a la pierna. Me darían frescor en ese desierto de las narices. Un viejo truco de mis antepasados, que mantedría mis pies libres de humedad y de otras ccosas también. 

    Guardé el morral de cuero en el bolsillo derecho y en el izquierdo la varita, después de conjurar un hechizo de paso (Haz de la Noche) salí de mis terrenos y llegué hasta la verja de la Universidad en dónde se encontraban los arcanos. Me esperaba encontrarme con mis familiares ahí (les había enviado una lechuza) pero al parecer, tras llegar a la vivienda de Lawan, también haía otra persona de la que no tenía ni idea de quién era...

    - Buenas, yo también busco al arcano Lawan, ¿llevas mucho tiempo esperando @ Goderic Slithering  ? -preguntaba al desconocido, mirándolo a los ojos.

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  7. Carai, menuda falta de comprensión lectora, che...

    Dije que, ya había pagado esas clases hace tiempo y vosotros en moderación lo tenéis más fácil que los alumnos a la hora de buscar (se supone) 

    según el tópic de búsqueda, primero me ha salido 1º legeremancia y de 2º legeremancia y hablantes de pársel

    ambos post tienen más o menos 2 meses de diferencia y cuadró que hubo la modificación en habilidades (de eso sí me acuerdo porque pude añadir la 2ª para hacer al mismo tiempo)...

    Dejo enlaces por aquí:

    #483 Publicado 17 de Julio del 2019
    Legeremancia:

    #517 Publicado 14 de Septiembre del 2019
    Legeremancia y Hablante de Pársel:

     

    Hasta dónde yo sé, o lo que me sale en el buscador, ahí están esas dos inscripciones y pensaba que eran más jajjaja carai, anda que no han pasado años xDDD por lo demás a pesar del cambio de servidor, por suerte, tb aparecen los registros de las otras habilidades ^-^ en cambio en tema de bóvedas ahí sí creo que se borró todo y se dejó sólo la principal para ahorrar espacio.

    En cuánto me deis el ok para ambas habilidades ahí me paso por el tópic. Pero aviso, he pagado por ellas xD es más, creo que se puede ver mi actividad en esos dos lugares, si no se han borrado por valga la redundancia cambio de servidor. Y hablando de cambios, no sale en los posteos de aceptación el nick cambiado pero ya se supone que soy yo xDDD

    pos eso, estoy a la espera

    gratias!

    edito: se me olvidó hacer una mención... las horas, perdón xD

    @ Mica Gryffindor

  8. Creo que es la 4ª vez que me paso por aqui jajaja

    Bien, hace mil años que he pagado la habilidad de legeremancia y la de hablantes de pársel. Técnicamente puedo hacer el ingreso a clase y con éstas, antes de seguir con las otras habilidades, que requieren un nivel superior (50) me encantaría poder llegar a hacer la prueba de una chucha vez xD

    Creo que tengo familia en hablantes de pársel, así que, pregunta, ¿tengo que hacer la inscripción nuevamente como siempre, aunque ya la haya pagado hace mil años (el registro creo que debería estar por ahí -el de pago- porque creo que, en ésta versión foril, creo, no tuve problema para ello)? xD

    perdón, perdón nuevamente por si ya me lo habíais dicho en su momento pero carai, tengo memoria pez jajaja y si es que sí, me gustaría tb pedir permiso de entrada para legeremancia y para pársel a ver si así, termino el tema habilidades que ya da vergüenza ajena xD 

    si no lo entendéis o cualquier cosa, avisarme y me paso por aquí y soy más explícita, porque a veces me explico como me explico😂 xDD 

    ¡¡mil gracias!!

  9. RETROCESO AL CASILLERO 26: EL DELIRIO ES TAL QUE EMPIEZAS A ATACAR A TUS PROPIOS COMPAÑEROS DE EQUIPO. DEBES LANZAR UN DADO CON TANTAS CARAS COMO COMPAÑEROS TENGAS Y, SEGÚN EL RESULTADO, ES LA CANTIDAD DE ROLES EXTRAS QUE DEBEN REALIZAR. CADA ROL DEBERÁ TENER 3 HECHIZOS/PODERES DIFERENTES.

    Extra 3

    -Basta, bastaaaa - grité enfadada.

    Pero lo peor de todo es que, a pesar de las bofetadas seguía sin reaccionar. Y no entendía nada, porque muchas veces ese era el mejor efecto que podía tener, o quizás, le habían lanzado un hechizo confundus y por eso nos confundía a todos, a Sagitas con un viejo, a mí con Lázarus...

    Sentí como me agarraba y me impulsaba. Sus intenciones eran bastante claras hasta que se escuchó varios crujidos de rotura de hueso. Lo conocí enseguida. El hechizo absorvere era el mejor para eso...

    - Gracias - pero no pude decir nada por culpa del conjuro de Sagitas. ¡Me había silenciado! así que, sólo quedó que vocalizase mirando a mi tía con  rabia. Pero ella parecía que no debía estar pasándolo mucho mejor. El aplicar hechizos de artes oscuras contra su propio hijo enloquecido, debía de saturarla más que cualquier cosa y encima, vestida de ese tipo de payaso... no pude evitar reír, pero con una sonrisa silenciosa...

    Tenía la sensación de que alguien más controlaba y hacía que desvariase a Matt. Quizá ese era el problema inicial. Destrozar lo que controlaba el reino del delirio. Intenté buscar con la mirada a ver si la encontraba. Me levanté y guardé el bastón en el morral de moke con un movimiento de mi varita. Estaba harta de sostenerlo en la otra mano, cuando me restaba movilidad.

    Tras un breve momento de silencio, vi que la prima Xell también lanzaba sus hechizos, por mi parte, porfin pude notar que podía volver a hablar...

    - Dudo que eso sea una persona... podría intentar matarlo, pero no sé si serviría de mucho -dije un poco alicaída. Maldita la suerte que teníamos. Si es cómo pensábamos quizás actuaría de la misma manera que los espejos, volvería a la vida, pero podríamos intentarlo nuevamente... 

    A pesar de ello sentí como unos lazos me apretaban, ¡era el incárcerus!

    - ¡Te voy a matar Sean! -grité enfadada...pero al menos las tres cuerdas me habían dado en las piernas y había hecho que cayese de rodillas pero junto a Matt - te voy a capar, que lo sepas vaya puntería que tienes, de verdad- y apuntando mi varita hacia las tres sogas que tenía atadas a las piernas, susurré:

    - evanesco - sólo pude hacer desaparecer dos sogas, porque la otra la había sacado con bastante fuerza por mi parte, se me había ocurrido una idea, quizás un tanto mala, pero era una idea.

    Desmayado como estaba fui hasta dónde estaba mi primo (¡cuanto tiempo hacía que no lo llamaba así!) así que, sintiendo un poco de lástima por el estado en que se encontraba, hice un nudo bastante fuerte en dónde con las dos muñecas juntas conseguí hacerle una atada y que no pudiese mover las manos al menos, para usar la varita, después de eso,  con un movimiento de mi arma mágica, grité: 

    - ¡Expelliarmus! - al menos mi ex era un mortal y con el hechizo desarmador, el rayo le dio de lleno en la mano y la varita se le escapó unos varios metros mientras se escuchaba rodar el palo sobre el suelo, por lo menos durante unos breves momentos y con las manos atadas esperaba que estuviésemos más seguros.

    Suspiré durante un momento y apunté a 'Lanza' en el pecho y susurré nuevamente:

    Ennervate- un rayo partió de la punta de mi varita de álamo y dio de lleno en el pecho y así al menos, conseguiría que se despertase de su inconsciencia sin falta de más tortas por mi parte. Miré con furia a Sean. Desde luego, en cuánto volviese a su estado mortal, lo volvería a estrangular con mis propias manos.

  10. RETROCESO AL CASILLERO 26: EL DELIRIO ES TAL QUE EMPIEZAS A ATACAR A TUS PROPIOS COMPAÑEROS DE EQUIPO. DEBES LANZAR UN DADO CON TANTAS CARAS COMO COMPAÑEROS TENGAS Y, SEGÚN EL RESULTADO, ES LA CANTIDAD DE ROLES EXTRAS QUE DEBEN REALIZAR. CADA ROL DEBERÁ TENER 3 HECHIZOS/PODERES DIFERENTES

    Extra 2

    ¿Tendría alguna posibilidad? No lo sabía pero de momento, el silencio se había apoderado de la sala en dónde estábamos. Estaba deseando salir quitarme el dichoso traje y olvidarme por supuesto de la fiesta, ya había tenido bastante. Un buen baño relajante con sales y un buen champagne español conseguiría relajarme mucho más y, si pudiese ser con cierta compañía, mejor que mejor pero de momento no podía tener muchas más opciones...

    No entendí que pasó de un momento a otro. Estaba desconcertada. Sean fue el que más rápido se había movido para ser un fantasma (para mí, sería un fantasma, los poltergeist son entes, no seres y no era especialista en esos temas, tampoco) vi el kiorke mandado por Matt a su madre, saqué mi varita, y grité:

    - ¡morphos! - es cierto que el hechizo había dado a Sagitas en el brazo apretándolo pero me había dado una idea y aparte, de ser un látigo, daba la oportunidad de realzar mis ideales bandistas. En cuánto había dicho las palabras, se transformó en una serpiente de ocho metros que aún no siendo venenosa, a cualquier herpetólogo(estudioso de las serpientes) estaría encantado de tener en su terrario. Con otro movimiento más, ésta se deslizó y se cayó al suelo con un puf. 

    - ¡basta Matt, bastaaaa! - grité ahora con fuerza. Imaginaba que sería la magia del lugar lo que le estaba haciendo tener ese ataque, de locura. Pero casi sin darme cuenta otro golpe más, los restos de un edificio se venían encima de Sagitas, aproveché y a pesar de lo rápido, no lo fui tanto:

    - me debes una Sagitas,  y bien grande - le dije por lo bajo y eperaba que captara el mensaje, más aún, cuando ahora era líder de la Marca Tenebrosa - ¡cyclone maximus! - vale que, el invocar un tornado aunque fuese pequeño, no era muy buena idea dada la situación en la que estábamos, pero no quedaba más remedio...

    - ¿Qué te crees que estoy haciendo, sopa de ectoplasma? -protesté. Y con un movimiento de mi varita, hice que el ciclón dirigiese y absorviese los cascotes que aprisionaban a Sagitas, con un movimiento más lo envié hacia afuera y con otro giro de muñeca, había hecho desaparecer el torbellino de aire que había invocado. 

    - Espero que estés bien - susurré por lo bajo. Había escuchado las últimas palabras y palidecí. Mientras estaba ayudando a levantar a Sagitas vi que mi ex tenía la mirada perdida por la locura, éste había enviado unos fuegos que, conocía bastante bien:

    - Obsisten- había pensado la palabra en cuánto los había visto gracias a la práctica, he invocado un cerco de materia luminosa de color verde oscuro con la varita; indestructible e inmune a la magia. Los fuegos en cuánto se acercaron, fueron absorvidos con rapidez protegiéndome a mí y depaso a mi tía, ya que me había puesto delante de ella para ese fin resguardada dentro del círculo protector.

    Cuando había terminado todo, me acerqué con un par de zancadas gracias a que tenía las piernas largas y le había dado dos sonoras bofetadas, una en cada lado de la cara...

    - ¿Se puede saber qué c0ño te pasa? ¿A qué ha venido eso? - preguntaba enfadada. Seguro que Matt no se esperaría esa reacción por mi parte, pero tal y cómo estábamos en un sitio como aquél, yo a veces también perdía los nervios. ¿Ayudaría esos golpes a despertarlo de su trance?

  11. Casillero 29: 500 G

    Sentí el regaño de Matt y no era para menos. En ese sitio deberíamos de tener cordura, pero, valga la redundancia parecía que la única cordura que existía era en el poltergeist, aunque, técnicamente si se podía ver y hablar con él era un fantasma, los primeros eran considerados de otra manera...

    Negué con la cabeza y cerré los ojos durante un segundo. Saqué otro cigarrillo con la varita y lo encendí con la misma. Un hilillo de humo salió del pitillo que había encendido con las manos, temblando. Ciertos recuerdos venían a mí cada vez que cierto aroma pasaba a través de mis fosas nasales y hacía que enrojeciese al rememorarlo. 

    Ya había reconocido varios lugares de esas zonas. Deseo, desespero y delirio y no me gustaba para nada esos malditos inventos. Al menos el aroma del tabaco conseguía aplacar mis nervios después de una calma un tanto tensa intentando tranquilizarme gritando a Sagitas. 

    - Definitivamente, en cuánto salgamos de aquí, hago explotar éste lugar maldito -dije a los presentes- por suerte, tengo fluído explosivo y un par de hechizos, podremos inhabilitar éste luga para que nadie más lo use o, al menos que no se sienta atrapado por él...

    <<Demandaré al MACUSA por la creación de éste tipo de salas que no son aptas para todo el mundo - me dirigí a Sagitas ahora - espero que el bufete Vladimir esté preparado y tengo oro suficiente para hacer el pleito -comenté, enfadada - y no creo que se atrevan a hacer la contraréplica por destrozarles ésto, yo lo usaría alegando daños y prejuícios -sonreí con una mueca, fastidiada. 

    Estaba haciendo planes cuando ni siquiera habíamos salido de ahí dentro. Rogaba a los dioses sobre todo a Fortuna que, nos diese buena ventura y saliésemos de una pieza...

    - Matt en cuánto salgamos, tenemos que hablar - dije en voz alta, sobre todo, para fastidiar a Sagitas. El estar ahí digamos que, había cambiado varias percepciones sobre otras cuestiones- gracias por guiarnos tan bien - dije con una sonrisa, apretándole el hombro para darle ánimos. 

    - ¿Alguna idea por dónde seguir? -pregunté a los presentes.

     

     

     

  12. CASILLERO 23: Deberás lanzar un dado de 5 caras ( 1=Ira, 2=calma, 3=miedo, 4=preocupación. 5=cordura.) Tu rol dependerá del estado en el que Delirio a decidió afectarte. Este rol deberá contener la palabra que marca el dado 25 veces. Roles con sentido y la palabra deberá estar distribuida por todo el rol, lo que significa que no pueden por ser por ejemplo: Miedo, miedo, miedo, miedo, tengo mucho miedo.

    Asentí comprensiva y miré a Matt con una sonrisa entendiendo lo que me quería decir. Yo por mi parte, sentía las ganas y la desesperación por salir de ese lugar que me atormentaba. Mi ex pareció notar lo que me pasaba en los ojos y eso me ponía enferma. Odiaba que fuese tan transparente a los demás cuando pretendía ser todo lo contrario. Pero al mismo tiempo su compañía y dirigiendo al grupo en vez de Sagitas, me daba calma y mucha paz, a pesar de lo que había visto en el maldito espejo. No era agradable ver para una madre como su propia hija apuñalaba a su padre ¿o era mi propio deseo o venganza porque no demostraba más de lo que hacía normalmente? 

    Lo que realmente sentía calma era que, eso sólo era la propia magia de unos espejos que aunque se pareciesen al de Oesed (mítico y famoso que, tras la batalla de Hogwarts se dio por desaparecido) no tenían nada que ver. Poco a poco, iba entiendo el funcionamiento de ese lugar y comprendiendo su magia. Lo del corazón era el deseo y aunque no sabía si era por encantamiento pero, me daba calma que Matt aún siguiese sintiendo lo mismo a pesar de lo del divorcio. ¿Egoísta? Seguramente...

    Pero siempre le reprochaba que, ser dignatario de un reino era más complicado de lo que parecía. Me generaba más placer estar con nuestra hija, en un sofá con un buen trago de whisky de fuego, al lado de la chimenea y no regir un reino en dónde nuestra pequeña era la heredera, pensaba con calma que ella no tendría que preocuparse por eso hasta pasados unos cuántos años, pero dentro de mi corazón, me apetecía hacerlo y se lo había prometido a Deiwan; mi padre biológico. Pero la verdad me daba calma el pensar que lo que había visto sólo era reflejo de mi propio miedo... o sencillamente, traumas del pasado...

    Y seguía pensando en ese dichoso embrollo en dónde estábamos metidos, pero me daba calma el pensar que estaríamos pronto fuera. Pero aún así, me desconcertaba por los distintos lugares a los que pasábamos... Deseo, desesperación, ¿cuál era el próximo? ¿locura?

    - éste lugar me recuerda a los 7 pecados capitales - susurré por lo bajo. Pero no tenían nada que ver. Comprendí que lo que había visto en la pared reflectante era el reino de la desesperación por cómo había reaccionado y temí lo peor para lo que viniese después. Pero también me producía calma el saber que fuera nos esperaba el relajarnos en un baño termal que invitaría a la familia, en cuánto hiciese explotar al MACUSA por inventar extraños artefactos y, sentía calma el saber que, en cuánto saliésemos de ahí se cerrarían, o tenía esa vaga esperanza. 

    Retomando mis propios pensamientos anteriores mientras seguíamos avanzando con calma, el tufillo a sudor, noches largas vino agrio y cuero viejo me recordaban a las viejas salas del oeste americano que había visitado hacía ya mucho tiempo, mientras cruzábamos ese pequeño pasillo. Tenía calma el echo de que, pocas personas conocían mi pasado sólo un viejo enemigo y podía usarlo para atacarme en un reino de locura. Pero la verdad me recordaba a salas de póker, revólveres de hierro y plata, mujeres de burdel whisky barato y, sinceramente me apetecía volver a jugar en uno de esos lugares además de disfrutar de... Moví mi cabeza de un lado a otro. Ese era un pasado que jamás volvería y que nadie tenía porqué saber. Sentía la calma de que todos los de esa época, salvo yo, estaban muertos y no podían decir nada de mis andaduras en salones de poca monta. 

    Perdí la calma y la poca cordura que tenía cuando empecé a escuchar gritar a Sagitas.

    - ¡Basta, vieja bruja de los demonios, haces perder la calma en un sitio en dónde deberíamos hacer todo lo posible por salir! ¿falta mucho? Ésto hace que pierda el sentido de una manera absurda - apoyé las manos encima del bastón y puse la cabeza apoyada en ellas, había dejado que la calma saliese después del desespero de los gritos de mi tía y había reaccionado mal.

    No se qué pasaba en esa zona que, a pesar del delirio que había producido en mi cabeza, la calma volvía de nuevo a mí, recordándome viejos momentos del pasado, a pesar de que, si le diese palos a Sagitas para callarse, eso ayudaría más todavía a tener más calma y podría emplear las energías perdidas en ese lugar. 

    Matt intentaba mantener la calma, pero no parecía tranquilo

    Así que yo mantenía la calma por él, conocía que él tenía mucha calma normalmente, más calma que yo, y, sin embargo, ahora parecía muy agobiado. Es por eso que decidí que, sí alguien tenía que tener calma, sería yo

    Yo creo que la única con calma era Xell, porque no pronunciaba palabra. Tal vez la calma la llevar por dentro, en su propia naturaleza, pero yo no era así, no solía ser una persona con calma sino todo lo contrario. En eso me parecía a la tía Sagitas, nada de calma, todo puro nervio.

     

  13. CASILLERO 20: 5000G

    Apenas había sentido algo cuando noté cierta presión en los brazos. La propia visión me había dejado tiesa y en un arrebato de ira, por la imagen reflejada, había hecho añicos la parte reflectante y que, por supuesto gracias a la magia del lugar, se habían recompuesto. Aunque claro, mi ex me regañaba (y con razón y con enfado por mi parte) por mirarlos...

    - No he podido evitarlo, me... llamaban - terminé de decir en un susurro.

    Sentía la desesperación y gracias a la fuerza ejercida por Matt conseguí relajarme lo suficiente para apartar la vista y mirar hacia abajo, aunque claro poco podía ver con la densa niebla que existía en el lugar. No sé a los demás, pero a mí me embargaba una desesperación por salir enormes, por seguir avanzando.

    Pero parecía que el mismo lugar jugaba con nosotros. Me fijé en que mi familiar (corpóreo) miró por un segundo y después apartó la vista. Definitivamente no era un lugar apacible; ni para personas físicas ni fantasmales. 

    - Y no jugaba, leches - protesté después de oír su advertencia. Después de acariciar mis extremidades superiores para intentar relajarme, pero ese maldito laberinto de las narices hacía que perdiera a la mínima la calma. Cada paso que dábamos notaba que seguíamos avanzando hasta otra zona...

    - Que no te quepa la menor duda prima Xell -agradecía ser vampira en esas ocasiones en dónde podía escuchar simples susurros y entender lo que decían, estaba en mi naturaleza- pero aún así, me temo que la cosa no es tan fácil en éste sitio - comenté, bajando la voz. Aún estaba algo intranquila y hacía ya mucho que había terminado el cigarrillo. Podía sacar una petaca de plata, pero tenía la impresión de que, el alcohol y el tabaco no ayudarían a aplacar el nerviosismo que se había apoderado de mí, en cuánto accedimos a entrar en ese lío de formas diferentes.

    Y me dirigí a Sean:

    -Mira de lo que te serviría romper los cristales, la magia de éste lugar, los recompone - bufé, era un hechizo reparador pero a lo grande. 

  14. Casillero 15: Poción erosiva (-10 PV en cada turno para ambos)

    - olvídate Matt - no pude evitar gruñir ante su comentario. Imaginaba que ese sería el deseo de su corazón pero yo tenía impresión de que aún acabábamos de empezar. Era un maldito laberinto que, no sé si con engaños o información falsa, pensó la prima Xell que los críos estarían aquí obviamente, la habían engañado- me temo que vamos a tardar en salir de aquí...

    Por suerte, mi oído agudizado podía escuchar muchas cosas, hasta susurros. Tenía el cuerpo y la mente para cazar humanos, era mi naturaleza y no podía evitar contestarle de malas maneras, estaba asustada y enfadada con todo el mundo. Podía estar en el Castillo Rambaldi con mis pociones o con un buen vino de saúco leyendo como conseguir más grimorios, pero no, ahí estaba yo mientras iba renegando en silencio, además de nuestros pasos se escuchaba el extra de mi bastón, en dónde llevaba guardada la varita. Estaba por romperlo y guardar la lanza plateada en la manga del disfraz que llevaba, tanto 'tac, tac' me estaba poniendo de mala leche (más de lo habitual).

    Durante un segundo cerré los ojos y seguí avanzando, intentando calmar los latidos de mi corazón. Y no supe como pero sentí como una cascada de agua, al abrir los ojos, enseguida me di cuenta de que estábamos ya, en otra parte, era menos tenebrosa pero igualmente daba mal rollo y era raro que lo dijera yo, siendo mortífaga. Pero además había una capa de densa niebla... pero algo más...

    Cerré nuevamente los ojos durante un momento y con el oído agudizado, escuché miles de patitas pequeñas y no pude evitar soltar: 

    - aj, qué asco, ¡ratas! -saqué la varita para intentar matar alguna pero apenas se veía algo y el hechizo lumus dudaba mucho que funcionase en ese lugar. 

    Volví a escuchar a Matt - ¿porqué no mirar? ¿Qué pasa? -pregunté con curiosidad y con un sonido de movimiento y un chasquido, volví a guardar mi arma mágica en el bastón.

    Por supuesto Sean, no se podía callar ni estando en modo fantasma...

    - los trapos sucios los coleccionas, querido colega - dije con rentintín, para soltar después - menudo cerd0... de la poca amistad que tengamos tú y yo, ten por seguro que yo no trabajaría como tú...

    Vi que Sagitas casi se caía al parar su hijo y no pude evitar soltar una risilla. Pero algo teníamos en común, no nos gustaban esos animales de alcantarilla. Aunque bien tenía su cierta utilidad si se fuese animagos. Se podría escuchar conversaciones enteras y nadie se daría cuenta. Al menos, en teoría. Y por supuesto, estaba desesperada por salir...

    -Primero tienes que practicar la paciencia tía Sagitas -obedecí a Matt en el no mirar en los espejos, lo último que me apetecía era ver gusanos en mis cuencas y no estaba para eso. ¿Qué pasaría si rompía uno de ellos? ¿Se descolocaría todo, o nos iría peor? Las tentaciones estaban ahí pero... no era un día para más sobresaltos...

    - Lo que me sorprende Sean, es que acabaras siendo poltergeist - dije como si nada- ¿no deberías estar registrado en el ministerio como ente? Lo raro es que el MACUSA te dejase entrar, aunque seas fantasma. Podrías hacer sonar una flauta fantasmal o algo, a ver si así al menos esas bichas no nos tocan las narices. Hacer algo útil -protesté, como siempre.

    Notaba a Matt nervioso. No sabía porqué pero parecía que los espejos eran inquietantes según para la persona que mirase, podría mostrarle lo más tenebroso...

    - Me recuerdan al espejo de Oesed, pero a lo horripilante - dije en voz baja. Y sentí murmullos y no eran las pequeñas patitas de las ratas. Algo me parecía llamar a través de uno de los espejos, me acerqué y pude ver algo que me heló la sangre... Mi hija ya mayor, matando a su padre con una daga de doble hoja, clavándosela varias veces en el pecho y éste borboteando sangre como una fuente macabra... lancé un grito y exclamé:

    - ¡cruciatus! - la maldición dio de lleno en el centro del espejo. Me temblaba la mano al decir el conjuro y se escuchó la rotura de los cristales. Tenía la mandíbula desencajada por la desesperación y el miedo, notaba como estaba apretando con fuerza el bastón en dónde escondía la varita... Notaba que me empezaba a desesperar y, rogaba a los dioses que me frenasen para no terminar de destruir ese lugar. No me gustaba nada, sólo miraba al punto fijo en dónde había destrozado la parte reflectante.

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