Reacon

La mañana prometía ser tranquila, el cielo claro contrastaba con los oscuros pensamientos en mi mente. Desde el día que perdí mis poderes y mi inmoralidad al salvar a mi hijo, he tenido que adaptarme a una vida mundana, acompañado solo por Drakrage, mi majestuoso dragón. Decidí sentarme a su lado y cerrar los ojos para sumergirme en los recuerdos de todo lo que había ganado y perdido. Cuando perdí mi inmortalidad, todo mi mundo se vino abajo, todo lo que conocía comenzó a ser amenazado. La ambición de quienes una vez fueron mis aliados se transformó en traición. Países que ni siquiera conocíamos nos declararon la guerra, Todos ansiosos por reclamar lo que una vez nos pertenecía. Y aunque ordene abrir las arcas del clan para utilizar las armas prohibidas como ultima defensa, sabía que no podríamos enfrentarnos al mundo entero solos. Por primera vez en mi larga existencia, tuve que aceptar la derrota y huir intentando ganar tiempo para un contra ataque. --No podemos detener al mundo entero por nuestra cuenta, no en mi estado actual— Me repetía esas palabras constantemente, palabras que nunca pensé llegar a pronunciar, ese pensamiento se repitió durante muchos días, haciéndome consiente de mi nueva realidad. Aunque mis valientes caballeros no pronunciaran ninguna palabra, yo era consiente que aquellos quienes me veían como el demonio mas poderoso ahora empezaban a considerarme una carga, Y no lo culpaba, ya no podía protegerlos ni liderarlos como antes, ahora solo podía esconderme con la patética idea de que ellos me protegerían. En un momento de reflexión, supe que debía irme. Si me quedaba mas tiempo, mis enemigos no dejarían de atacarme hasta eliminarme por completo. Sin mis poderes, probablemente ni siquiera será capaz de defenderme contra el mas débil de los invasores. Decidí refugiarme en el mundo mágico, una decisión que me hacia sentir humillado por huir de la batalla, pero necesaria para proteger a mi familia. Mis hijos se convirtieron en mi nueva razón para vivir, Su amor y su presencia llenaban el vacío que antes sentía, Mi pequeña hija, a quien amaba con toda mi alma sin siquiera conocerla bien, y mi hijo Anthony, mi orgullo mas grande, quien ahora mismo luchaba por recuperar sus recuerdos, y Ada, quien pese a ya no estar juntos seguía siendo muy importante para mi ya que con ella pude sentir que era amar por primera vez. Todos ellos eran ahora mi fuerza y mi esperanza. En la poca conexión que tenia con mi hijo pude sentir lo que el deseaba con tanta desesperación --“Quiero recordar”—Sabia que sus deseos eran profundos, pero también conocía los peligros, su cuerpo y su alma aun no estaban preparados para soportar los cambios por los que había pasado, el proceso para salvarlo había sido costoso para ambos. Su cuerpo podía destruirse si recuperaba sus memorias demasiado rápido, el solo era capaz de controlar su nueva fuerza y velocidad gracias a que mis memorias lo ayudaban de manera inconsciente, recuperar sus memorias antes de que su cuerpo se adapte a los cambios seria como intentar detener una locomotora con una sola mano. Por otra parte, sus recuerdos podrían fusionarse con los míos lo que solo causaría que eventualmente su alma se fragmente en miles de pedazos hasta que pierda su esencia natural. En un momento de desesperación, tuve que realizar un ritual usando a Darkrage mi fiel dragón como un contenedor, Para retener el alma de Anthony en él, salvándola casi por completo, sin embargo, algunas partes ya se habían perdido. Sabía que esto tendrías consecuencias para mi hijo y que nunca seria el mismo, pero estaba dispuesto a enfrentarlo, Sacrifique una gran parte de mi alma en aquel proceso…pero tener a mi hijo conmigo valía el precio. Estaba absorto en mis pensamientos cuando un rugido de mi guardián me devolvió a la realidad. Me levanté rápidamente, desenvainando mi espada, pensé que habíamos sido descubiertos, pero al ver al Darkrage nervioso, caminando en círculos y rugiendo con fuerza, entendí que algo mas estaba ocurriendo. Enfunde la espada y trate de calmarlo, pero el seguía agitado, Puso su cabeza frente a mí, temblando, y fue cuando mi cabeza hizo contacto con la suya que pude sentir una conexión con mi hijo, esa fracción de segundos me hizo comprender que el alma de Anthony estaba reaccionando con intensidad, Algo estaba causando esa reacción, y eso solo aumentaba la agitación en mi dragón. Monte a mi compañero sin dudarlo ni un instante y le ordene que nos llevara hasta Anthony, algo había ocurrido con él. Algo que estaba haciendo vibrar su alma, era algo tan fuerte que pese a estar a cientos de kilómetros también sentía como parte de mi alma comenzaba a reaccionar. Mi cuerpo comenzó a perder el control, y en cuestión de segundos sentí como mi aura comenzaba a expandirse y brillar de manera intermitente, era como si una parte de mi estuviese chocando con un aura similar en alguna parte, No podía entender que era lo que estaba ocurriendo, pero durante esto tiempo mi compañero, luchaba con todas sus fuerzas para mantenernos en el aire, no solo estaba combatiendo con su agitación, si no que ahora sentía como mi aura descontrolada comenzaba a oprimirlo llevándolo al limite de sus fuerzas. Afortunadamente cuando ambos estuvimos a punto de perder el conocimiento todo volvió a la normalidad, Tenía la sensación de haberme inclinado para jurarle devoción a alguien. --¿Sera acaso una especie de deidad? -- No tuve mucho tiempo para reflexionar mis palabras, porque de inmediato cientos de emociones comenzaron a recorrerme el cuerpo, era como una mezcla entre una felicidad verdadera, una alegría profunda o una nueva esperanza que me revitalizaba, no estaba acostumbrado a sentir tantas cosas lindas al mismo tiempo, así que también comencé a sentir un poco de temor, me sentía tan desprotegido y vulnerable, no era capaz de contenerme y solo sentía como las emociones mas hermosas brotaban de mi cuerpo sin parar, era como si un demonio como yo estuviera presenciando un hermoso milagro. Todo era tan confuso…no estaba seguro de cuál sería la razón de estos sentimientos, comencé a pensar en que esto podría ser obra de alguna deidad que también buscaba beneficiarse de los poderes que robe de otros dioses, intentaba buscar una explicación, pero no me era posible, cada vez sentía nuevas y fuertes emociones brotar de mí. Algo había encadenado mi alma aun a esta distancia, Sentí un profundo y hermoso deseo de cuidar a ese ser con todas mis fuerzas, deseaba servirle con una lealtad que no podía explicar, quería brindarle absolutamente todo lo que tenía sin siquiera conocer la identidad de lo que me causaba estos sentimientos. La última vez que había sentido algo parecido fue cuando encontré a mi hijo Anthony, ese día había experimentado el mismo sentimiento de proteger, de cuidar, de amar y de darle todo lo que tenía. Miré mis manos y pude sentir como mi cuerpo empezaba a recuperar lentamente parte de mis fuerzas, todo se sentía tan irreal, este mar de sentimientos me provocaba un inevitable deseo de estar con mi familia, de abrazarlos de sentirlos después de tanto tiempo. Me sentía tan emocionado que solamente pude afianzarme mas a mi montura y ordenarle a mi fiel amigo que fuese a toda velocidad, no sabia quien era la deidad que estaba causando esto, pero definitivamente había tenido un choque con Anthony…ocupaba llegar a como dé lugar. Aunque la fuerza que había sentido desapareció al pasar unos minutos, los sentimientos persistían con fuerza en mi interior, No comprendía que ocurría hasta que sentí que algo rodaba por mis mejillas. No pude evitar tocarlo con mis dedos, y a causa de eso Una sonrisa se dibujo en mis labios cuando descubrí que eran lagrimas…lagrimas de felicidad. Ya había olvidado cuando fue la ultima vez que llore de felicidad. Fue hasta que mi Dragon se detuvo en las cercanías de una mansión que entendí que era lo que estaba ocurriendo, lo único que pude sentir fue como las lagrimas continuaban brotando de mis ojos mientras susurraba –Estaba en lo cierto…una diosa me ha pedido que me incline ante ella, Mi diosa Ixchel, mi pequeña hija, mi princesa esta junto a su hermano, mis más preciados tesoros están reunidos en un mismo lugar…-- Con un poco de miedo decidí bajar de mi dragón para caminar hacia aquellas puertas, cerré los ojos sintiendo como mi mano temblaba con fuerza mientras intentaba llamar a la puerta, pero no podía esperar ni un solo minuto más para poder reunirme por fin con mi familia después de tanto tiempo. @ Anthony R. Dracony M. @ Shena Cindy de Ryvak M. @ Ada Camille Dumbledore