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Arya Macnair

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Todo lo publicado por Arya Macnair

  1. -- ¿Que pasa?, !No la regañes! -- bufó en dirección a Groter fulminándolo con la mirada, -- Ya, ya Brandon por favor -- rogó la pelirroja jalando de su mejor amigo hacia la salida y saludando con un asentir de cabeza a los presentes, los berrinches del niño comenzaban y su rostro iba cambiando de tonalidades a medida que el llanto se tornaba más agudo, lo arrulló, lo meció, lo cambió de posición, pero nada servía, era evidente que tenía hambre. Llegaron a la puerta de entrada, los nervios de la Lockhart estaban llegando a un punto crítico, que traspasaron la barrera tras el comentario del Gryffindor. -- !Este niño se bebe hasta el aire! -- bramó hecha una furia, aun más sabiendo que era una broma, lo que incentivó al llanto del bebé. Suspiró, resignada, su amor por aquellos dos hombres la tenía loca, -- Carga el bolso -- murmuró sin darle paso a que se rehusara y le soltó a su mejor amigo el bolso con las cosas de Brandon y las suyas, sonrió gustosa, abriendo la puerta del Aethonan´s House, el aire fresco le dio de lleno en el rostro, inspiró aquel frío y apretó al niño contra su pecho para que este no lo sintiera, aun así se encontraba extremadamente inquieto, --!Vamos, tengo más leche en el Castillo! -- comentó a Groter tomándolo de la mano y ambos desaparecieron en cuestión de segundos de las calles del Diagón, camino a casa, donde Brandon podría comer.
  2. ¿Sería costumbre?, el alcohol en sangre, la adrenalina corriendo por todo su cuerpo impidiendo que la Lockhart se estuviera quieta, la noche daba de lleno en el rostro iluminado de todos los Fenixianos presentes, con aquella luz que los caracterizaba, se frenó en secó al reconocer esa voz, probablemente también por el alcohol volvía a sentirse nostálgica, pero a la vez enojada, cada palabra que salía de la boca de su amada Demon Hunter, le daba una nueva razón para agregar a su primera promesa, la que le había hecho a cierta testaruda, super testaruda mujer, que la había abandonado poco tiempo atrás. Suspiró, al verla envuelta en llamas, la extrañaría, ¿Y ahora a quien le iría con sus niñadas?, fulminó con la mirada a Mei, > y sonrió. Reconoció el esfuerzo de Aimé, desde el día en que la conoció, de cierta forma, ahora que recordaba, ella siempre la protegió, y le estaría eternamente agradecida, > sonrió al pensar en ello, la presencia de la mejor Fenixiana que conoció ya no se sentía en los terrenos de la Mansión Malfoy, mejor, incluso que muchos otros que conocía. Pero su pensar era egoísta, no solo a ella le había sentado mal aquella despedida tan llena de locura, que solo le dejo un sabor amargo en la boca, y la sangre ahogada en alcohol, observó a aquel joven, todavía podía recordar los sucesos anteriores, ido, como imposible de creer lo que pasaba. -- ¿Vaya despedida no? -- farfulló acercándose a Aziid, con semblante amistoso, y jalando de su brazo. A duras penas pudo llegar hasta los límites del lugar, ambos personajes estaban muy ebrios, -- Suficiente alcohol por una noche -- comentó soltando su brazo y tomándolo de la mano, era evidente, que a pesar de la diversión, solo ellos dos habían caído en cuenta de la realidad, ya luego les tocaría al resto, o solo lo sentían un poco más. Cerró los ojos sin esperar a que Aziid se opusiera, no había pedido su opinión cuando lo arrastró del lugar, visualizó un sitio apartado de todo aquello, donde ambos pudieran descansar, o simplemente rememorar. Donde segundos antes Arya y Aziid se encontraban intentando mantener el equilibrio, ya nada había, sus cuerpos habían desaparecido, formando una pequeña ráfaga de viento que levantó unas cuantas hojas secas del suelo, estas quedaron suspendidas en el aire, y fueron cayendo lentamente, ¿Alguien los había visto partir?, no lo sabía con seguridad, y esperaba que no, pues si mal no recordaba, entre ese grupo se encontraba un hijo de susodicho, > quien sabe, pero la pregunta más incómoda, al momento de desaparecer, ¿Los habrían visto besándose?, ya nunca lo sabría.
  3. > Hubiera quería gritar a los cuatro vientos, pero no sabía que tan bien parados estaban, en aquel sitio quizás, hasta las paredes oían, -- ¿Estás loca? -- preguntó al tiempo que daba unos cuantos pasos hacia atrás, ciertamente acorralada por un desconocido, > si todos fueran así, evidentemente era su noche de suerte, era elegir, entre aquel muchacho que parecía un niño jugando con sus compañeros, o este sujeto que la acorralaba con el correr de los segundos. Volteó en dirección a su socia, -- !Mañana te lavas las manos antes de entrar a trabajar mujer! -- pero por ese descuido, casi cayó con aquel ¿Policía?, encima. Corrió hasta donde Bínfeyd para dejarle aquel obsequio, pese a que la muchacha ya estaba ocupada, -- Anda encanto, diviértete con ella -- comentó, sustrayendo de su mano una copa más grande de lo normal, con tequila. El asunto se volvía más y más un descontrol, abrió grande, muy grande sus ojos al ver a su querida Demon Hunter en plena performance (?) , la Lockhart aplaudía aguerrida, había acabado aquella copa mucho más rápido de como la había conseguido, y el alcohol le llegaba hasta el cerebro, -- ! Anda una vuelta más! -- canturreaba cual camionero en taberna. Y los vio, más bien los oyó, -- ¿Quién los trajo por Dios? -- que aberración para el sentido auditivo, aquello arruinaría la perfecta noche que estaban teniendo, pobre de quien tuviera que limpiar al día siguiente, por su parte intentaría irse antes de eso, levantó su varita, eran presa fácil, con sus caras feas como ratas, creo que prefería a los Mortífagos antes que a los Wachiturros, -- !Densaugeo! -- balbuceó divertida, y al instante los dientes de uno de los monstruos que tenía en frente comenzaron a crecer > y luego repitió la acción con el resto mientras los perseguía por el lugar.
  4. Dio unos pocos pasos hacia atrás cuando la entrada quedó reducida a escombros, obra y arte de su querida Demon Hunter, recordó su primera vez en aquellos terrenos, salvo que en ese momento alguien más la apoyaba, no podía negarlo se sentía ciertamente mal, quizás nostálgica, pero si ya lo había prometido una vez ¿Porqué no dos veces?, o las que fueran necesarias, sonrió y aferrando su varita con la diestra pasó por lo que quedaba de entrada, y puso sus agraciados pies en la Mansión Malfoy, tanto esplendor la detuvo unos segundos, la noche estaba tranquila, y aun estaba agotada por el enfrentamiento anterior. Levantó la vista ¿Que era ese ruido?, música en la Malfoy, ¿De verdad?, aquello sería un descontrol. Cruzó los jardines con suma precaución, siguiendo los pasos de sus compañeros, aunque muchos de ellos se encontraban dentro ya, lo que más gracia le causo, fue ver algo que no encajaba con todos esos Fenixianos en aquel lugar, ¿Britney Spears? la Lockhart estalló en carcajadas que tranquilamente podrían haber llamado la atención de muchos, sus amigos se encontraban fuera de si, era gratificante verlos así, aquella noche no se privaría de nada. Primero lo primero, visualizó la femenina figura que luego de aquel momento comenzaría a extrañar, con los puños cerrados cual niña camino con paso emberrinchado hasta Aimé. Sin decir siquiera una palabra, la abrazó, eso fue todo lo que hizo, al tiempo que algunos bailaban al son de la música, o se maravillaban por las figuras que de la nada aparecían, buscaban que romper, o en que cajón hurgar, la pelirroja simplemente la abrazó, y luego de eso se alejó lo suficiente como para contemplar la escena, no podía negarse que el momento era divertido y tentador para muchas cosas. Observó de soslayo a uno de sus compañeros, y negó con la cabeza, cuantos pensamientos impuros cabían en una mente como la de ella, era increíble. De repente, todo era una fiesta, todo era puro descontrol, ¿Que pensarían sus compañeros si se escapaba de aquello para husmear en cuartos ajenos?, repasó de momento todo con la mirada, de una forma muy ligera, alguien gritaba como una loca por los pasillos, los ojos de Arya se iluminaron, -- Alguien sensato en este lugar -- dijo con tono severo, más nadie pareció oír, camino casi dando largas zancadas hasta Adryanie y con una sonrisa en los labios inspeccionó lo que llevaba consigo, agradecida de no haber sido ella quien los tocó. Sus sorpresa mayor fue cuando al asomarse a la entrada, después de tal alboroto, una ballena se encontraba allí, que locura era todo eso, y Aimé allí, con ¿Esa era Shakira?. Desató su capa de viaje y corrió hacia los jardines al tiempo que el agua despedida por el corpus patronus la mojaba de lleno, -- Esto realmente es una locura -- murmuró dejando de lado la seriedad y las formalidades, junto con las estructuras, se desabotonó los primeros dos botones se su camisa y contempló el espectác*lo.
  5. Inspiró, el frío aire le helaba la sangre, y ahora sus propios pulmones, aquellos vientos ciertamente violentos que rozaban sus mejillas anunciaban la llegada de la primavera, pero no por eso se abnegaban a marcharse, no querían hacerlo, pero de igual forma, era el momento, y con su partida se llevaba varios suspiros; la Lockhart una vez más al borde de la ventana, observaba el correr de los segundos, escrutaba los límites del castillo, se encontraba a la espera, una vez más, entre busco su varita en la cintura de sus vaqueros gastados y con un leve movimiento extinguió cualquier luz posible de la habitación. Sonrió, al poco tiempo esa misma oscuridad se vio cegada por la hermosura de aquel color azulino plata que solamente un patronus podía emanar. - Un Lince de las nieves - murmuró conteniendo la emoción en cada palabra, si mal no recordaba, su primer llamado había sido igual. Alistó su capa de viaje, oscura y larga hasta las rodillas, destensó sus hombros y cerró los ojos aun disfrutando del correr de aquel luminoso animal en derredor a ella, normalizó la respiración y se centró en su destino, el cual le había sido informado recientemente. Llegó a los límites de la Mansión Malfoy, extrajo su varita de entre las sombras y con una delicada floritura una blanquecina y brillante luz cubrió su rostro, al tiempo que avanzaba hasta sus compañeros ya presentes al pie de la entrada . La oscuridad de la noches los abrazaba, era reconfortante.
  6. > Pensó recordando en sus palabras a su propia madre, esto le dio cierta pena, pues siempre se había visto tan distinta a ella, pero a la vez tan parecida, oyó lo que Allen le comentaba sobre la solución perfecta para sus pesadillas, y abrió extremadamente grande sus azules ojos al ver el objeto que sacaba de dentro de su Gabardina, lo había visto antes, aquella espiritualidad que emanaba aquel atrapa sueños le llamaba curiosamente la atención, y el saber que aquel sujeto con sus propias manos los podía fabricar, le daba cierta seguridad, como si por el simple hecho de saber de quien provenía al 100% le garantizaba que fuera bueno. Luego de soltar el comentario sobre su pequeño incidente, prestó especial atención a lo que el Walker le decía, pues debería de aprender cada palabra de él, era necesario si no quería despertar un día y hacer un gran destrozo por no saber contenerse. El contacto con el Demonio le reconfortó de cierta forma, ¿Pero cómo admitir ciertas cosas?, respiró hondo, escabulló su mano una vez más por debajo de la mesa, buscando el respaldo de su amiga, la sintió repentinamente tan reticente, aquello causo un ligero escalofrío, pero no en su cuerpo, este paso desapercibido, sacudiendo su alma de un momento a otro. -- ¿Podríamos luego del Té? -- preguntó forzando una sonrisa, y observando por el rabillo del ojo a Oniria. > Se dijo dubitativa, esas eran cosas que debía decirle, se notaba cuando interesado estaba Allen en ayudar a la pobre pelirroja, pero estaba en ella, era parte de su ser, demostraba su debilidad hasta cierto punto, había algo en su cabeza que le daba vueltas, pero lo desesperante era que no sabía qué era, es decir, una nebulosa completamente molesta que le generaba lagunas mentales, se negaba a admitir que sentía que una parte de su había sido robada. Tragó saliva dispuesta a lanzar una pregunta, quizás absurda, para evitar preocupación en sus interlocutores por sus conversaciones mentales que la desconectaban de la realidad, -- ¿Y que sucede si me encuentro con alguien como uhm ..-- Lo pensó, como decirlo, -- Alguien con sus facultades mejor desarrolladas que las mías? -- comprendía por que lo preguntaba, pero no podía decirlo, menos con Oniria allí; -- Es decir, ¿Puede activar el Maori sin que yo pueda hacer nada?, ¿Con su sola presencia? -- posó su mano libre sobre la del Walker, soltando a su amiga, -- Porque si mal no recuerdo .. Fue por tus ..-- señaló sus brazos un instante, -- Que no pude controlarme -- acabó aireada.
  7. Era evidente que cuanto más aumentaba el entusiasmo de la pelirroja al estar junto con sus dos amigos, el de estos iba en descenso, Oniria se hallaba algo extraña, a pesar de las innumerables veces que Arya apretó su mano bajo la mesa, esperando lo mismo, llevaba días sin verla, no podía reprocharle la carencia de afecto, pero de Allen simplemente no sabía que decir, no lo conocía lo suficiente, pero se lo proponía, quizás, y era una posibilidad, el compartía algo de la empatía con la que ella convivía desde el día de su nacimiento, pero no eran cosas para hablar a sus anchas, y en un lugar público. -- ¿Realmente hay remedio para eso? -- preguntó esperanzada, y en sus ojos de golpe se notó el cansancio de malas noches. Pensó si realmente decirlo o no, peor que más daba, el era el indicado en temas como ese, robo otro bombón, en la caja quedaban pocos, y le causo gracia ver lo goloso que era el peliblanco, se había demorado en llegar si, ¿Pero tanto como para que devorara una caja entera de Bombones?; suspiró, sintiendo el chocolate derretirse en su paladar, y convertirse en una masa pastosa dentro de su boca hasta que ya no quedaba ni un resquicio de el allí dentro, -- Aun me cuesta, debo admitirlo, solo que es más fácil de controlar, como si le ordenaras a un perro quedarse en su sitio -- aquella comparación eran absurda, -- ¿Solo yo siento escalofríos cuando esta cosa en mi espalda ...-- aun no lo había visto bien -- ¿Exactamente que hace que me da escalofríos? -- preguntó. -- ¿Se ilumina? -- su rostro estaba algo pálido, no esperaba que nadie descubriera su secreto, sabía había sido Allen en provocar aquel cerrojo en su cuerpo y en su propia alma, fuera del ojo ajeno. Recordó el pequeño incidente en el Hospital, y luego en su negocio, y creyó conveniente comentárselo, aquel día en los Jardines de la Academia, él mismo le había informado que podría controlar sus instintos con cierta practica, -- ¿Uhm Allen? -- intentó llamar su atención, soltando la mano de la Haughton por debajo de la mesa, -- Hace unos días, me paso algo extraño. Verás, pase por dos situaciones algo estresantes, y en ambas no pude simplemente contener la ira .. Nunca sentí irá, me nacía de dentro ..-- comentó algo avergonzada, -- Ya sabes, como aquella noche en los baños -- susurró acercándose a el, -- ¿Eso es normal? -- .
  8. Sus amigos estaban simplemente de tan buen humor, que no pudo menos que contagiarse, era cierto que Allen le había advertido > todos los malestares que podría llegar a sentir, pero las pesadillas eran cosa con la que Arya nunca había logrado batallar sin perder en el intento, cuando comenzaron, antes de la intervención del Walker, no durmió por semanas, hasta que acabo durmiendo con su prima, ella controlo sus pesadillas unos cuantos días hasta que todo acabó, y ahora volvía a instalarse en su cabeza, cada noche, para evitar que pudiera conciliar el sueño. -- No te tomes todo tan a pecho Walker -- soltó fulminándolo con la mirada y robando el bombón que apresaba entre sus dedos. Bajo la mesa, seguía aun aferrada a la mano de Oniria, la había echado en falta, en sobre masía, pero no podría explicarlo con palabras, la conexión que había logrado con la joven, no se veía todos los días, las sacerdotisas tenían el sentir a flor de piel, por lo que les es más fácil percibir ciertas cosas y creer que conocen a las personas, pero nunca logran una conexión, que a pesar de cualquier obstác*lo fuera inquebrantable. El silencio era tajante, parecía como si en aquel instante Oniria y Allen estuvieran teniendo una conversación prácticamente mental, y ella no estuviera incluida, pero no le molesto, cuanto menos hablara quizás mejor para ella. -- Muy bien, gracias por preguntar ..- exclamó con un tono fingido, -- Igual me alegro de verlos -- sonrió a Oniria. Escrutó el ambiente, buscando a algún empleado, -- ¿Ya tomaron la orden? -- preguntó, llevando una de sus manos, la libre, a su estomago, la calidez que despedían ambos personajes la regocijaban, le hacían olvidar todo mal, todo problema, se sentía renovada, y a nueva cuenta sabía, que en cuanto las horas pasaran junto a ese par, sonreiría con naturalidad, el color volvería a sus pálidas mejillas, y no habría por que preocuparse.
  9. La Lockhart había quedado maravillada con lo que el negocio de Sherlyn ofrecía a la vista, la zona de simulación ambiental simplemente le heló la sangre, era como estar en aquel lugar si siquiera mover un dedo, o visto desde el punto de vista de un mago, sin pestañear y aparecer en el >, la risa de Brandon inundaba el ambiente, era gratificante para la Bruja verlo tan feliz, había pasado un día duro con ella, todo había comenzado bien, pero la brecha espacio/tiempo les había jugado una mala pasada en el Castillo cobrándose de una leve fiebre de aquel pequeño tan hermoso. -- ¿Dónde fue Sherlyn? -- preguntó cayendo en cuenta de que no estaba con ellos, simplemente estaban solos. El niño comenzaba a sentirse molesto, probablemente porque la hora de comer se acercaba, y una persona que conociera de tema, sabía que el estomago de un bebe es como un pequeño reloj, nada se les pasa por alto a esa corta edad, cuando todo a su alrededor es tan sistemático, desde los baños, las siestas, hasta los juegos; -- ¿Y como has estado? -- preguntó a su mejor amigo, dando la vuelta sobre su eje, sin soltarlo del brazo para volver a la entrada del Negocio, recordaba haberle visto algo triste y decaído el día que le dejo a Brandon en el castillo, pero no sabía porque, o al menos solo sabía que ya no era su culpa. -- !Aquí estas! -- exclamó al encontrar a Sherlyn en la entrada. Le dio un fuerte abrazo, pues ahora si tenía ambos brazos libres para apretujar la entre ellos, y luego mantuvo la distancia unos pasos hacia atrás, -- Prometo venir más seguido..-- de pronto, una presencia algo melancólica invadió el lugar, una angustia enorme embargó a la pelirroja, hacía tiempo la venía evitando, se había rehusado a asistir al funeral, a ver a sus familiares, simplemente había olvidado que era una Stark; -- !Helen! -- murmuró y se acercó hasta donde la joven para, sin explicación, estrecharla entre sus brazos, frunciendo los labios, para no hacer drama, ella no lo merecía. -- Señoritas, mis mas sinceras felicitaciones -- realizó una reverencia ante ambas, como un antiguo caballero y se volvió hacia Groter. -- Es hora de comer para Brandon, ¿Gustas a
  10. Sonrió de forma normal, se encontraba sentada frente a Allen y a la izquierda de Oniria, por primera vez se sentía algo incómoda con ambos personajes, pero no les podía fallar, aquel sujeto le había salvado la vida, no había estado al borde de la muerte, pero si al borde de convertirse en un ser despreciable, y Oniria .. Ella simplemente era la única razón por la que seguía respirando todas las mañanas. Escabulló una mano por debajo de la mesa y buscó la de su amiga, luego tendría oportunidad de contarle lo que le pasaba por la mente, ahora, el tema era otro. -- Pues bien ... ¿Cómo están ? -- preguntó por puro formalismo llamando con la mano a uno de los mozos. Había estado en el lugar varias veces, no necesitaba hojear la carta, pediría lo habitual, un té de fresas y la especialidad secreta del chef, solo esperaba que este no la hubiera sacado a la luz aun. Fijo sus ojos azules, algo melancólicos en Allen y frunció un poco el ceño, pero una graciosa sonrisa afloro a sus labios, -- Habías olvidado advertirme sobre las pesadillas -- reprochó cual niña pequeña al Demonio, -- ¿Es que algún día podre volver a dormir? -- sabía en parte que aquellas pesadillas no eran solo por el terrible suceso al que su cuerpo se había visto sometido, si no también, a su estadía junto a los Mortífagos, y aunque había algo más, evidentemente, no podía recordar.
  11. Caminaba pacíficamente por las calles del Diagón, -- Vas tarde Arya -- le dijo una voz en su cabeza, pero la Lockhart simplemente se encogió de hombros y siguió su paso normal, hacía ya unos 20 minutos que debería estar reunida con Oniria y Allen, pero aquella misma mañana no había tenido ni las mínimas ganas de salir de la cama, hacía semanas que sentía que algo le faltaba, pero no podía recordar que, se devanaba los sesos pensando que algo olvidaba. Estaba próxima a llegar al punto de encuentro, observó la fachada e hizo una mueca, una especie de sonrisa que con suma rapidez desapareció, era el negocio de Jessie, su madre. Miro su reflejo en el espejo, era extraño reconocerse en el, ya no era la joven vivaz que siempre había sido, pero quizás era porque simplemente había madurado, observó su camisa fuera de sus vaqueros, y la alisó un poco, el llevar los brazos cruzados sobre su abdomen todo el viaje la había arrugado, hizo resonar sus zapatos en el suelo frío y extrañamente limpio, respiró profundo, traspasando la puerta de entrada hacia el lugar. Cerró los ojos al entrar, y se concentró levemente, con su mano derecha sintiendo cada palpitar de su órgano vital, Oniria estaba allí. -- Buen día, disculpen la demora -- se excusó tomando asiento, no admitiría que había llegado caminando, rehusada a utilizar su magia de hacía semanas.
  12. Aquella joven se presentó, -- Mucho gusto Phoebe, soy Arya Lockhart -- respondió, para presentarse mejor, de seguro era una muchacha algo nueva en Londres, al igual que Evan había muchos como ellos, personas que descubrían su magia tarde, y acababan como resentidos, o simplemente, porque la comunidad mágica era demasiado grande para conocer a todos los Magos y Brujas de Ottery. La pregunta de Sherlyn le sabio hostil, frunció un poco el ceño y miró al pequeño entre sus brazos ¿Qué parecido tenía con ella?, le hubiera querido preguntar, pero evito ser sarcástica, no era por la forma de preguntar, sino que el asunto de los hermanos aun la tenía algo sensible. -- Pues no, Ki ... Brandon es hijo de Groter -- se sintió sumamente incómoda al decir aquello, aunque no supo el porque. Sherlyn y Phoebe se dirigían hacia la sala de simulación ambiental, Arya parecía anclada al suelo, aun con su respuesta dando vueltas en la cabeza, ¿Que lugar pretendía ocupar en la vida de ese niño?, no podía mentirse, con la llegada de Brandon había aplacado toda ansiedad y necesidad que probablemente, a su corta edad, le habrían arruinado la vida; pensar en ello le trajo nuevamente molestias al pecho, la expresión en su rostro era extraña, ¿Con quien hubiera tenido un niño, si siempre estuvo sola?, las palabras eran huecas. Tomó a Groter del brazo, antes de que este siguiera a ambas mujeres, -- Brandon te ha echado mucho de menos .. Ten -- susurró extendiendo sus brazos en dirección al Gryffindor, entregando así a aquel pequeño niño envuelto en la manta azul. No sentía casi los brazos, por el largo rato que había tenido al pequeño en brazos, a pesar de su corta edad, era un muchacho pesado, suspiro tomando a su mejor amigo del otro brazo y comenzó a caminar, siguiendo los pasos de su amiga y la nueva joven en el lugar, -- ! Espéranos Sherlyn ! -- exclamó sonriendo, entre risas, al parecer, la situación ahora le parecía graciosa, parecían un matrimonio, solo agradecía el haber juntado coraje para suprimir aquellos sentimientos que Groter tenía.
  13. Ya era demasiado tarde, Arya corría por todo el castillo juntando las cosas de Brandon, que se encontraban desperdigadas por doquier, aquel pequeño niño había dejado un lío en cada rincón que se había dispuesto investigar, en tan solo un día que paso en la Lockhart, pero la pelirroja estaba feliz con ello, corriendo tras un niño que simplemente gateaba, pero que llegaba a tener más fuerza de lo normal, había desplazado sus tareas, pedido el día en su trabajo como Sanadora en San Mungo, solo para pasar más tiempo con el pequeño niño, y ahora debía volver a dárselo a su padre, despedirse de el, y eso le ponía extrañamente triste. -- ¿Brandon? -- el niño no podría contestarle aunque quisiera, era demasiado pequeño aun para eso, sin embargo, al entrar en su habitación, lo llamó por su nombre; la pequeña criatura dejo escapar una dulce carcajada al reconocer la voz de la joven cerca de el, eso llenaba el alma de Arya, con los ojos húmedos lo tomó entre sus brazos, sosteniendo también un enorme bolso, aquel que Groter le había entregado el día anterior, y depositando un beso en la suave frente del bebe, lo presionó contra su pecho y desapareció de los terrenos Lockhart. Apareció entre las sombras de un callejón en el Diagón, desde allí podía ver perfectamente la fachada del negocio donde debía encontrarse con el Gryffindor, -- No vayas a dormirte, allí nos espera tu padre -- susurró mirando tierna mente al niño entre sus brazos, este tenía sus ojos color miel dispuesto en el negocio, de seguro sabía que Groter estaba allí. Camino la distancia que la separaba del punto de encuentro, acunando al niño entre sus brazos, por el peso que comenzaba a ejercer sobre ellos, de seguro ya estaba dormido, era normal que a esa corta edad se la pasaran durmiendo, o comiendo, o simplemente llorando, por eso su mejor amigo no conciliaba el sueño. Abrió la puerta con ánimos, y la dejo cerrarse tras de si, el ruido provocó que el bebe se moviera lentamente sobre su pecho, por lo que Arya tuvo que acomodarlo para que despertara, y lo haría de un muy mal humor; divisó a su mejor amigo junto a una muchacha extraña y junto a Sherlyn, -- ¿Interrumpo? -- dijo en un tono sumamente audible, para que el grupo se percatara de su presencia, -- Sherlyn, !Felicidades!, esto es realmente hermoso -- exclamó separando a la desconocida de Groter y abrazando a su compañera de Bando sin soltar al niño. Al unirse, sonrió a la castaña, -- Hola, mi nombre es Arya ¿Tu eres? -- aquella desconocida se le hacía familiar, -- Groter, amigo .. He llegado a la conclusión de que eres un exagerado .. Este niño es un santo por las noches -- acotó dejando ver el rostro del niño entre una fina manta color azul. -- Dime si no es una dulzura .. Sherlyn, te presento a Brandon -- bramó en dirección a la muchacha, volteando sobre su eje para que viera al niño.
  14. Ingresó al Magic Mall como una niña pequeña suelta en una tienda de Dulces con los bolsillos rebosantes en Galeones, tenía un único fin en especial, la primera vez había sido su hermosa y perfecta Lechuza, la cual era una compañía maravillosa, pero ahora. y debido a los últimos acontecimientos buscaba algo que le fuera útil. Traspasó la puerta de la Primera Planta, allí donde podría conseguir el objeto que se le viniera en gana, sus ojos se abrieron sobre manera cuando vio la montaña de apara tejos mágicos que dentro había, amenazando con caer sobre su cabeza si respiraba demás; sospechaba el hecho de encontrar por sus propios medios algo allí, pasaba sus ojos de una estantería a otra, señalando con su índice cada cosa que le llamaba la atención, y frunciendo el ceño al ver que no le sería útil. Algo brillo en lo alto de una estantería, con suma intensidad, Arya se quedó prendada a aquella luz, volteó sobre sus talones decidida a ir hasta el mostrador donde podría conseguir ayuda, pero al despegar el pie derecho del suelo, se vio elevaba unos cuantos centímetros de este, — ¿Pero que esta pasando? — preguntó mientras su cuerpo se tensaba, un estante de gruesa madera había cobrado vida, y ahora dirigía su cuerpo hacia aquella luz brillante. Extendió sus manos al llegar, aun tembloroso, temiendo caer, aquel objeto estaba bastante alejado del suelo, pero era hermoso, exótico y parecía antiguo. La bajada fue menos sufrida que la subida, y al estar con ambos pies sobre el suelo apresuró su paso en dirección al mostrador, donde probablemente la atenderían, de todas maneras había mucha concurrencia, así que, de seguro debía esperar. Observaba aquel medallón entre sus manos, de color cobre, con varios dibujos y una bella cadena, al llegar su turno sonrió y presentó simpática mente el formulario para la compra correspondiente. ID: 117179 Nick: Arya Lockhart Bóveda de Arya Lockhart Fecha: 15/02/2014 Nombre del producto: Objetos, Criatura o Poción: O Catalogación: A Puntos por unidad: 10 Cantidad de unidades: 1 Precio por unidad: 350 Galeones Precio total: 350 Galeones Total de Puntos: 10 Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: ~~~ En caso de ser criatura, objeto o poción para familia o negocio: ~~~
  15. Buenas tardes ninos y ninas Rambaldi´s *__* Se que hace poco pedí que se me aceptara en la familia, pero por un motivo en particular vuelvo, muy poco tiempo después, para pedir la baja, o que se me quite, o que me den salida .. Como quieran llamarle, fue muy divertida la guerra de nieve, pero bueno u-u Ya sin nada más para molestar les dejo mis besitos a todos
  16. ¿Cómo les va?, espero que bien. Bueno, se que me extrañaron, hace tiempo que debía venir a pedir mi cambio correspondiente, es solo que me daba pereza hacer lo que debía hacer, pero para evitar problemas, lo traje ya además, creo que sera la última modificación con respecto a la historia, es básicamente igual, pero con una mejor redacción . Me gustaría que esta parte la dejaran en Spoiler, con el Título fuera. Antigua Historia. Actualidad: Arya Lockhart nació una noche de invierno, azotada por fuertes tormentas, el 9 de Junio de 1993, se crió como una niña normal, en el Castillo de la Familia Lockhart, su padre Vladimir, solía estar mucho tiempo fuera, por lo que se acostumbro a la soledad, su única compañía era su prima Bodrik, que por alguna razón que siendo muy joven no comprendía, no salía del castillo, criada prácticamente por su amorosa abuela Cye, matriarca de la familia, recibió su carta de admisión a Hogwarts a sus respectivos 11 años. Desde el día de su nacimiento la pelirroja maneja la magia podría decirse que a la perfección, esta, esta fuertemente arraigada a sus emociones, por lo que le es difícil controlar ciertos hechizos de vez en cuando, es una persona sumamente temperamental, pero fue en sus últimos años de Academia cuando comenzó a notar que algo no estaba bien con ella. Reconoce que bajo momentos de presión, donde su vida corre peligro, o cuando esta asustada, algo dentro de su ser se desata y le cuesta dominarle, es un sabor amargo en su boca, una oscura voz en su interior que esta siempre presente, aunque nadie lo sabe, lucha con ella cada noche, evitando que salga a la luz, por suerte, descubrió que sus extraños Dones, lejos de ser magia, se deben a su linaje Sacerdotal, por lo que aquella presencia demoníaca dentro de su ser es fervientemente controlada, salvo en situaciones extremas, en donde es mucho más fuerte que ella; su sangre hierbe y quema el recorrido de sus venas, sus ojos brillan chispeantes, y su dulzura se desvanece como la brisa, es una persona completamente suicida, Arya solo desea poder tener completo control de sus facultades espirituales para controlar su bestia interna. La Lockhart no conoce sobre profecías, pero tiende a creer que su problema se debe a que su padre, Vladimir es un demonio. Como Sacerdotisa, maneja a su antojo el elemento agua, a pesar de tener ciertas imperfecciones, debe controlarse para poder ejercer sus dones, tanto el sentir como el percibir, a empatia vive con ella y la sigue por doquier. Acabó sus estudios en la Academia con su bando fuertemente marcado, al salir, ya se encontraba dentro de las listas de la Orden del Fénix, decidida y agradecida de poder ser considerada un miembro más, se pasea entre sus compañeros formando ciertos lazos afectivos, más con unos que con otros.
  17. Las explicaciones son realmente sencillas, para personas como yo que nunca comprenden nada si supieran como me ahogo en un vaso con agua jeje. En fin, solamente pude hacer un Blinkie super hiper mega archi básico, porque el cambio de frase sinceramente no lo comprendí, vi como se lo explicaron a Cedric, pero simplemente no me cupo en la cabeza TT.TT, espero os guste, y si me pueden explicar mejor seria feliz http://i757.photobucket.com/albums/xx218/Macarena_Macedonio/Animation2_zps22c1c919.gif cosa horrorosa
  18. Estaba anonadada por todo lo que sucedía a su alrededor, no había tenido tiempo a reaccionar, los Mortífagos habían aparecido, y aunque no estaba en sus planes, debía actuar, para cuando tenía su varita lista, una figura oscura frente a ella se vio afectada por un encantamiento confundus de un miembro de la orden, en ese mismo instante mientras sus azules ojos observaban la nefasta máscara del contrincante, dos rayos verdosos llegaron hasta su cuerpo, volteó con rapidez,, la Potter Black y la Delacour se habían puesto de acuerdo, y ahora, aquella persona yacía sin vida en los jardines de la Mansión Malfoy. Con una simple mirada a su compañera supo lo que debía hacer, corrió hasta donde el cuerpo y lo tomó, como pudo ya que era mucho más pesado que ella, era un muchacho, era evidente; con el cuerpo del Mortífago a cuestas, hizo todo el recorrido que horas antes había hecho con todos los Miembros de la Orden, sudaba tras la luz que le tapaba el rostro, aquello la estaba agotando, - Tonta - se dijo, y sacando su varita dijo - Levicorpus - en ese momento el cuerpo se elevó casi un metro del suelo y así pudo terminar su recorrido. Fuera de los terrenos Malfoy, tomo nuevamente el cuerpo desvanecido y cerrando los ojos se concentro en su nuevo objetivo, - Abaddon - dijo para si, recordando su clase de aparición, y en un abrir y cerrar de ojos de encontraba en la Prisión para mortífagos caídos.
  19. Seguía observando su alrededor, era algo extraño el poder ver todo con tanta claridad a pesar de llevar aquella luz en el rostro, pero debió darse un ligero golpe por eso, -Magia Arya – susurró, sabía que debía mantener silencio, y regañarse sola no estaba en los planes, sus nuevos compañeros creerían que estaba loca. Sabía cómo seguía todo, ahora venía la peor parte, o quizás tendría suerte y su primera vez era tranquila, después de todo no iban a por jaleo; Sacó su varita de su pecho, aquella noche llevaba un enterizo completamente negro, así al menos pasaría desapercibida, pero con un pronunciado escote, aquellas cosas no escapaban a sus gustos. Al parecer tampoco a los ojos de Mey que con suma rapidez transformó su atuendo en algo similar a piel de dragón – Gracias .. supongo - dijo. Con una simple floritura de sombra conjuró – Morphos – en un susurro apuntando a una de las pequeñas estatuas con corte clásico que se alzaban a sus costados en el jardín Malfoy, esta instantáneamente se transformó en un enorme lobo albino con su pelo erizado y sus feroces mandíbulas denotando unos temibles dientes, - Sabes que hacer – le dijo clavando sus azules ojos en el animal, esta siempre sabía que hacer, y rápidamente se poso unos metros delante de la Lockhart para defender a su ama de cualquier posible ataque.
  20. La noche era sumamente tranquila, disfruta el ver las estrellas recostada en la escarchada hierba del jardín Lockhart cuando un extraño halo de luz la cegó por un momento, se incorporó súbitamente con las manos clavadas en la húmeda tierra y tras abrir y cerrar sus ojos pudo ver que aquello era un Patronus, un Jobberknoll, hacia poco había entrado en la Orden, pero sabía perfectamente a quien pertenecía, era de Mei. Respiro profundo pues estaba algo nerviosa, no solo era la primera vez que se la llamaba, a pesar de no saber para que, sino también era la primera vez que probaría lo que hizo en el Ministerio, aparecer en otro sitio. Respiro profundamente sintiendo como sus sentidos se agudizaba y la fría brisa rosaba sus mejillas, al abrir los ojos se encontraba rodeaba de una espesa y salvaje vegetación, no comprendía como alguien podía dejar en aquel estado su jardín, en fin, camino con paso firme pero a la vez titubeante hasta una enorme verja de hierro forjado, era imponente a la vista, tanto que asustaba, como todo a su alrededor en aquel momento; las manos le sudaban, estaba realmente nerviosa, pero no había de que preocuparse, había recordado, como se lo había enseñado, cubrir su rostro con aquella luz blanca que no permitiría que la descubrieran, a pesar de jamás hacer algo indebido. Miro a su alrededor, mientras sus compañeros de bando hacían acto de presencia uno por uno, su corazón latía con furia, pero intentaba tranquilizar el ritmo manejando su respiración, sus ojos se fijaban por completo a su alrededor, según tenía entendido, solo se podía traspasar semejante verja de una forma especial, y de eso se encargaría Mei, con suma rapidez la verga se abrió dando paso al grupo a su interior, no entendía como en un abrir y cerrar de ojos ella lo había logrado. Una vez realizado, y nuevamente encantada por Mei, atravesaron la imponente y temeraria verja, todos sumamente en silencio, prestando atención a su alrededor, debían ser cautelosos si no querían problemas. Ante si se alzaba la enorme Mansión Malfoy, con su tonalidad grisácea que por la oscuridad de la noche, parecía más temerosa que de costumbre, al igual que todo lo que la rodeaba, a sus lados, el césped perfectamente cortado llevaba una fina capa de escarcha por la época, y las estatuas de corte clásico, parecían moverse cuando las sombras de los cuerpos de sus compañeros pasaban sigilosamente por sobre ellas, a lo lejos se alzaban los árboles, pero casi ni podía verlos por la penumbra, solo notaba las luces blancas en los rostros de sus compañeros, como en el suyo propio.
  21. Buenas tardes, lamento la tardanza es que no acababa por decidirme, pero bueno, estos primeros los escojo y ya luego veré por donde me lleva la academia .. Conocimientos Solicitados: Primeros Auxilios & Encantamientos Tuve en cuenta que el primero de ellos me servirá dentro de San Mungo, y me informaron que con tan solo uno bastaba, así que el segundo lo escogí fuera de a lo que trabajo respecta; si en algo me equivoque solo me avisan Gracias.
  22. Buenas noches, aquí me paso a dejar la ficha de inscripción, estoy siguiendo a mi señorilla Bonis madre, pues, al parecer me quedé en la calle adoptiva pero bueno, confío en que quizás aquí puedan aceptar a una podre desdichada *.*
  23. Buenas noches ^^ Como les va?, Bueno, he venido a molestarlos, porqué se que se deberán de estar aburriendo.. En realidad, vine por dos cosas, la primera y más importante, he cambiado el Nick, y me gustaría, si es posible, cambiarte el nombre al Topic, pues se me es difícil de encontrar por el nuevo .. Y la segunda cosilla, es una modificación estética a la ficha, que me venía en falta, para poder agregar y corregir unas cuantas cositas. Si algo anda mal, no duden en hacérmelo notar, muchas gracias por el tiempo
  24. La noche era ventosa, y seguramente aquellos relámpagos que se veían a los lejos, avistaban una fuerte tormenta, pero el clima no fue impedimento para que Phebs, una lechuza mediana, de plumaje blanco como la nieve que caería en Navidad, y manchas diminutas color negras pudiera realizar lo que su ama le había indicado. Aquel animal de ojos color oro fundido y pico peligrosamente agresivo estaba encargado de entregar ciertas invitaciones, a los distintos negocios del Callejón Diagon, y eso haría. Entro volando por la puerta principal y una ráfaga de viento entro con ella, volando muchos papeles de dentro, se poso en el mostrador y soltó las invitaciones que llevaba aferradas a su garra izquierda, esperó a que alguien le diera unas cuantas semillas de Lino y se fue por donde vino. http://i.imgur.com/V2yD5bi.png
  25. Estaba tan ensimismada observando el enorme vientre de Ángel que no notó su reacción cuando un joven apareció tras la puerta del negocio con aire desdeñado y buscando a una persona en particular, ella; Arya lo escrutó con la mirada, creía conocerlo de algún sitio, hasta que recordó que había asistido a una cena en el castillo, - Hola Kritzai - pero al parecer este venía con un objetivo en mente y no le dio importancia a su saludo. Con sus cuatro trozos de pizza en la mano, y dando pequeños mordiscos vio como la pareja se alejaba frenéticamente hacia un lugar aislado, no podía oír nada de lo que hablaban, pero notaba que la joven estaba muy nerviosa, podía sentir el dolor y el rencor en el ambiente, su sexto sentido, aquel que estaba desarrollando como Sacerdotisa se lo facilitaba, aquella niña inquieta en el vientre de Ángel, era hija de Kritzai, quien lo diría .. Al terminar el tercer trozo, aun seguían discutiendo, el pastel de la muchacha se derretía en el mostrador, un enorme desperdicio ante los azules ojos de una glotona como la Lockhart, así que apoyando su brazo vagamente en el mostrador, y poniendo su mejor cara de pocos amigos miro al joven muchacho y se dirigió con palabras claras a la parturienta - ¿Todo va bien ? - había sido una grata conversación la que habían tenido, y quería seguir con ella, quería saber lo que se sentía ser madre, y por nada en el mundo quería seguir sintiendo en su cuerpo los sentimientos de los demás.

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