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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. Permaneció un largo segundo más observando al joven que ahora le daba la espalda, el aspecto del mago no era, para Garry, algo que no hubiera visto antes. Se trataba de un hombre mayor que él, eso era seguro, y sin embargo el otro muchacho lucía menos desgastado que el mismo Tonks. También estaba convencido de que se trataba de un licántropo más, Grell no habría dejado de mencionarlo desde el instante en el que se adentraba con la elfina sobre sus hombros a los lares más rurales de la mansión, un lugar que Ollivander encuentra perfecto para esconder algo que no se desea ser encontrado. Está a punto de ceder ante el último comentario del joven y volver a la mansión de los Luxure sin noticias del muchacho, sin embargo, a pesar de todo el personaje al que acompaña resulta bastante inusual, y se siente con suerte para presionar solo un poco más y no terminar maldecido esta vez en el intento, ¿No le había Knockturn advertido sobre este instinto de curiosear a las personas? Ahora que lo piensa, la pequeña mujer suena igual a Evans o Mss H, y si no hace mal memoria, justo el día en el que convertía a la sanadora en una niñita habrían terminado teniendo un lío muy similar al que veía venir con el joven Taison. Tararea un par de palabras inaudibles, como si se las dijera a sí mismo, al mismo tiempo que con impaciencia se balancea sobre sus talones antes de dedicarle una mirada divertida a la elfina que aún esperaba por los magos con un gesto de fastidio en el rostro, con una mueca parecida a un guiño Garry le pedía solo un segundo más de paciencia a la criaturilla. ― ¿De verdad cree que no puedo obligarlo a volver? -, era una larga sonrisa la que se dibujaba lentamente en su boca, empalmando una sobre otras las cicatrices que parten el rostro del joven mago. ―Es muy aventurado solo decirlo así… ¿no lo cree, mi señor? -, dentro de sus bolcillos Ollivander removió sus manos como si buscara algo en su interior. @taison_greyback
  2. Con cuidado estiró sus brazos para bajar a la elfina que todo este tiempo se había estado cargando hasta dar con el requerido Taison, a quien Ollivander jamás ha visto en persona, por lo que no le quedaban más opciones que creerle a la elfo cuando le decía que aquel que se encontraba del otro lado de la maleza era el mago a quien buscaban. Ollivander le sonrió a la criaturilla encogiéndose de hombros como si con eso tratara de dar una vulgar disculpa. Posteriormente volvió la mirada de pupilas dispares hasta donde se encontraría el muchacho frente a ellos, quien parecía más que dispuesto a atacar. Garry ladeo su cabeza dejándose ver curioso, pues la posición de combate con puños alzados del joven era algo que solo habría visto hasta ahora en viejas películas de acción muggles. Entonces, verlo dispuesto a enfrentársele sin una varita en mano al licántropo es algo que le preocupa muy poco, después de todo mss H siempre le ha dicho que esas películas solo son actuaciones. ―Está bien, tranquilo-, de igual forma levanta sus manos hasta la altura de su pecho mostrándole al joven las palmas de sus manos libres en señal de calma, Ollivander no podría, aunque lo intentara, ser una amenaza para alguien en este momento, por lo que se mantiene disperso en la comunicación con Taison. ―Mi nombre es Grelliam Tonks-, el mago nuevamente se encogió de hombros, pues quien era él ahora no era lo importante. ―Lady llama por usted-, ahora que lo piensa se está preguntando si tiene argumentos suficientes para convencer al mago, Lady le pudo haber mencionado que el joven podría ser difícil de persuadir. ―Me pregunto ¿Por qué haber llegado hasta aquí y no decidirse a entrar? -, con cuidado guardó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón antes de continuar. ―Aquella ha sido una muy buena canción, estoy convencido que más que uno allá adentro, además de Lady, ha usted conmovido con esa romanza-, a Ollivander, a pesar de su muy querida profesión que se ha inventado de detective consultor, le cuesta horrores imaginarse el porqué de que la gente hace las cosas del modo en que las hace, como si él se encontrara exento a toda esa clase de cosas. ―¿Por qué no me acompaña, mi señor? Seguro a Lady y a Alex les gustaría escuchar algo más de eso…-, Garry vaciló un par de pasos en dirección contraria a Taison. ―Por supuesto que no puedo obligarlo a que me siga de regreso-, Garry dirigió una última mirada al muchacho, esperando por una respuesta. @taison_greyback
  3. Tras el gesto de la joven mujer, el mago se acercó con largos pasos hasta ella, abriéndose paso con mucho cuidado entre los que pensaría fácilmente que se trataría de sus familiares y amigos. A distancia se escuchaba algunos ruiditos extraños que identificaría más tarde como dueño al pequeño recién nacido, verdad era que poco había pensado Ollivander en la criaturita, y es que el licántropo está convencido ahora de que la inocencia de este pequeño ser y el terrible amor que Lady Luxure tenía a él, lo protegería de lo que fuera, después del caso en el consultorio de Baker, la joven Luxure se lo había demostrado. ―Madame Luxure-, Ollivander saludo a la agotada mujer con una venia, sonriéndole con sinceridad y un aire divertido, pero es que no se había puesto a pensar en sí, lo laborioso que debería ser un parto. ―Veo que todo ha salido perfectamente-, se aventura a decir mientras echa un vistazo en dirección a donde el pequeño se encontraría ahora, aunque es difícil ver entre los sanadores que se han apresurado a darle los recursos necesarios al nuevo Luxure. ―Me alegro-, nuevamente le sonrió a la mujer. El caso de Lady Luxure había sido, hasta ahora, uno de los más significativos para Ollivander, pocos son los casos que después de “resueltos” lo dejan tan pensativo al respecto por mucho tiempo después. Sin embargo, y como ya lo habría dicho antes, en el caso de Luxure aún quedaban cabos por atar. No es mentira que está ahí para compartir el momento con la muchacha con la cual algún día colaboró, definitivamente una persona muy diferente, signos de que había aprendido de la vida, aunque lamentablemente del modo menos esperado. ―Ah si-, tras aquel joven que entraba tan repentinamente al cuarto entregándole a Luxure obsequios para el bebé, el mago recordó que también había traído algo consigo. ―Yo este…no sé qué podría gustarle a un bebé-, el mago se encogió de hombros entregándole una agenda mágica con el apellido de la familia Luxure. ―Quizá sea el tío menos querido para Alexander-, hiso un gesto arrugando el puente de su nariz, y sacudiendo la cabeza. ―Si quiere no se lo dé, tendré que pedir algún consejo sobre bebés-, nuevamente le sonrió divertido. Algunas personas más llegaron a saludar a la mujer, el mago se hiso un tanto a un lado para dejar el camino libre, aunque aún no se iría, aún tenía un tema importante que hablar con la muchacha antes de terminar su visita, y aunque lo que menos quería el mago era ofuscarle el momento a la hechicera, por su bien, Ollivander prefería terminar con ello. Sin embargo, sus enredados pensamientos sobre el caso de Lady, la voz melódica que pronto se escuchó en toda la habitación, frenó bruscamente sus pensamientos, concentrándose solamente en la letra de la canción que aunque no reconocía de ningún lado, era una buena melodía. Sin duda Ollivander no tendría mucho mas de que preocuparse por Luxure, era claro que tendría gente siempre a su lado para cuidar de ella y de su nuevo pariente. ―Por favor mi señora-, hablo a Lady. ―Déjeme ayudar a encontrar al muchacho-, el mago se ofreció a acompañar a la elfina para traer al joven a quien Lady quería ver ahora. ------- Después de un rato de merodear por los alrededores de los patios de la mansión de los Luxure, la elfina volvía con Ollivander para indicarle haber escuchado a alguien ya casi a las afueras de los terrenos merodear con cautela. El mago, echándose a la criaturilla en brazos, avanzó por la maleza en dirección hasta donde la elfina le indicaba había escuchado andar al joven que buscaban. ―Señor…Taison ¿Verdad? -, con voz entrecortada Garry, se aventuró a llamar entre la maleza, esperando alguna respuesta positiva por parte de la otra persona que, tras aquella acarreada búsqueda, apenas podía distinguir figura y su aroma. ―Que envidia ser a quien ella quiera a su lado ahora-, aun le cuesta hablar con la respiración agitada por el andar. ―No es usted tan desalmado para hacer que ella le llame de nuevo ¿o sí? - exhalando ruidosamente permaneció quieto esperando a que el joven recapacitara y volviera a la mansión, junto a Lady. @ @taison_greyback
  4. Tras la salida de una de las muchachas el mago se encargó de cerrar la puerta de la habitación, había permanecido en silencio desde la aparición de aquellas dos chicas en la cabaña, aunque le habían tomado descuidado, igual se encontraba agradecido con ellas, y de que afortunadamente tuvieran habitaciones rentables (por qué no sabría por cuanto tiempo mas podría hacerse el fuerte y cargar a Evans hasta otro lugar). De pronto sentía que no se le apetecía escuchar nada mas de nadie, aunque se encontrara curioso por saber si Evans conocía también a los dueños de este lugar. Una vez dentro del cuarto, mientras Evans se aseaba y vestía en el otro lado de la habitación, Ollivander se quedó junto a la puerta del cuarto cruzado de brazos y limitado a solo seguir con aquellos filosos ojos, como si vigilara a su presa, la silueta oscura que era la sombra del cuerpo de la sanadora, no tenía más que hacer si la mujer le había prohibido encender las luces y molestamente tampoco le había dejado salir del cuarto mientras terminaba de limpiarse, en momentos asi Garry realmente siente que la mujer podría volverlo loco. En aquella oscuridad le resulta sumamente curioso lo más pequeño que parecía su cuerpo sin toda esa ropa que siempre se carga y lo cuidadosa que es con ella misma cuando se cuida. Sonrió divertido, quizá no era necesario recordarle lo bueno que podía ser él para ver en la oscuridad. Con curiosidad ladea la cabeza confundido, está apunto de reclamarle que él no es un cachorro para que le haga gestos de ese modo como lo es palpar el otro lado de la cama para que se acomode junto a ella, pero se da cuenta de que se siente demasiado agotado para discutir ahora, era increíble lo débil que era el hombre cuando menos lo necesitaba, por otro lado la criatura en su cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto que era el de Evans y su animagia, y todas aquellas palabras que la muchacha decía y que solo daban cuerda a mas y mas turbios y paranoicos pensamientos. Exhalando con cansancio, el licántropo solo conjeturó a que podría tratarse de un delirio de cansancio por parte de ella. Finalmente, no se recostó a su lado, pensando en lo mucho que podría llegar a lastimarla, recordando que incluso cobijarse, puede resultar doloroso. Sin embargo, tomó un lugar junto a ella del otro lado de la cama, sentándose sobre el suelo de madera, con los brazos cruzados puestos sobre el colchón de la cama y recargando el mentón en ellos, que facilitó la caricia que ella le hacía. Le observó, con una mirada inconscientemente triste, el rostro cansado de su ahora esposa, y se encontró pensando en que en verdad no tenía nada que decirle que consolara o aliviara su dolor. Tras las palabras de ella antes de caer dormida, de su determinación para conseguir su objetivo, el mago había terminado por sentir que era él quien estaba siendo salvado una vez más por Bel Evans. Permaneció unos largos minutos más observando la tranquila respiración de Bel mientras dormía, lo pálida de su piel y esos rasguños enrojecidos sobre las partes de cuerpo donde no cubre la tela de su camisón. Era algo frustrante cuando se daba cuenta de lo lejos que él estaba de poder cuidar de ella tanto como ella lo hace con él. Así había sido hasta ahora, y en momentos como este es que se pone a pensar en que tal vez así sería siempre. Con una expresión de molestia por lo entumido de su cuerpo el mago se ha puesto de pie, tomando la tasa humeante de café que Evans no bebió y saliendo del cuarto lo mas silencioso posible, solo para bajar al vestíbulo y encargar a las jóvenes, si es que pudieran hacerle el favor, conseguirle unas pócimas mas para aliviar el cuerpo de la mujer, está seguro de que tomar ese ruidoso desayuno del que Evans ha hablado será más difícil sin siquiera una poción herbovitalizante.
  5. El muchacho apenas pudo agradecer a la persona que había terminado por convencer al elfo doméstico de dejarlo entrar a la mansión de los Luxure, poco le mortificaba al mago si tenía las cortesías adecuadas en el sitio, por la indiferencia de la joven, el mago no piensa que a ella le importen esas cosas. Eso es, posiblemente, lo interesante de terminar en rincones como estos, uno nunca sabe con qué es lo que o con quienes se pueda encontrar, había aprendido eso muy bien en su corta vida fuera de aquel confinamiento en el que se vio atrapado por años, sin embargo, aunque a estas alturas aun le resulta complicado de entender, es posible que sea esto lo que más entretenga al mago. Pensando en todo esto es que apenas se da cuenta por donde es que lo escolta el elfo doméstico, que voltea de tanto en tanto nervioso en dirección al mago. Garry solo le vuelve a sonreír nervioso a la fea criatura cada vez que tiene esa reacción con él, y es que incluso el licántropo puede jurar que lo ha escuchado maldecir en el nombre de la familia. Aunque en el fondo puede ser que solo se trate de que ha adquirido algo de esa paranoia que el elfo domestico padeciera. Apenas con suma discreción gira su mirada en dirección a los cuadros y pinturas colgados a lo largo de lo que parece la avenida principal de la casona. Después de un enredoso camino es que finalmente llegan a un salón, no es uno grande, pero si es lo suficiente amplio como Ollivander supone que son el resto de los cuartos de aquel caserón. Dentro ya hay un par de personas y un espectro que atina a pensar que también están esperando, con una sonrisa desganada el mago agradece a la criatura que se inmuta si quiera ante las acciones del Tonks. Está por acomodarse entre los presentes cuando es el fantasma el que por un momento llama la atención del mago, de quien apenas pudo escuchar las últimas palabras que le decía a uno de los muchachos antes de verlo desplazarse soberbiamente. ―Buen día-, finalmente termina junto a los dos jóvenes y con leve venía, saludó. ― ¿El bebé ha nacido ya? -, en realidad el mago se siente un poco más preocupado por el asunto pendiente con el demonio que acosa a la señora Luxure, sin embargo, lo que menos pretende ahora, por el bien de Lady, es hacer hincapié a temas tan espesos como lo era este. ― ¿La señora Luxure se encuentra bien? ―, no es consciente de que tan pronto o que tan tarde es que ha llegado, por lo que puede imaginar que las personas en esa habitación pudieran estar igual de ajenas que él a la situación actual de Lady Luxure. @ @@djvash Asturias @taison_greyback
  6. ― ¿Ehhh? ¿De verdad? -, realmente, aunque no puede verse su rostro en esa oscuridad, suena sorprendido. ―El mundo esta tan en palmado, y aun así yo no sabría nunca donde es que se encuentra cada lugar en él…-, esta es como aquella vez que Bel le explicaba al mago que existía un universo con varios más planetas y cuerpos celestes que solo la tierra. La sanadora parecía tan divertida con él en esa ocasión que incluso había hecho toda una elaborada proyección sobre planetas en todo el salón para dar una tediosa e innecesaria explicación -" y que nadie le pidió"-. Por supuesto que ahora saber en qué lugar se encuentra cada parte del mundo es algo tan poco relevante para el mago, como el saber que la tierra gira alrededor del sol. ― ¿Qué otros sitios hay en la Gran Bretaña? -, pregunta más como si tratara de hacer un memo para investigar después. No dice ni piensa más en aquello, la mujer entonces cuenta algo que le resulta interesante, después de escucharla él no piensa aun diferente que antes, a pesar de todas esas cosas buenas que la chica tiene ahora, él no, simplemente no se puede explicar el porqué, pero no podría quedarse en un solo sitio por tanto tiempo. Sin embargo, no se ha dado cuenta que es posible que sea esta una de sus más prolongadas estancias en el Ottery, y que bueno, el no siente ahora ganas de irse a otro lugar lejos de lo que tiene ahora. Entonces, esta vez es sincero cuando asiente comprensivamente, incluso puede decir que siente empatía por la muchacha y el hecho de que las cosas le vayan bien. De pronto no sabe cómo es que ha llegado hasta el otro lado de aquel ático sin luz alguna, desde donde esta puede ver a que distancia se encuentra de la mujer, pero no distingue muy bien el camino de regreso a ella, o lo que hay a su alrededor, se pregunta entonces si la muchacha puede verlo a él escondido entre aquella penumbra, así que atientas, y sin muchas ganas, tantea los bolsillos de su abrigo en busca de su varita hasta dar con ella, pero es el gesto que hace de pronto la muchacha lo que interrumpe al mago invocar su propia iluminación. Es una larga línea con la que esta vez le sonríe, es la primera vez que la ve y escucha reír, aunque le está costando entender por qué lo hace, y de pronto se da cuenta de que todo este tiempo ha estado pensando en que ella no hace ese tipo de cosas por nada del mundo, porque tiene esa fachada que casi puede decir que lo intimida, a pesar de su corta estatura. ―Pues…-, por primera vez debe detenerse a pensar lo que está por contestar, no es que se sienta afectado ahora, pero no quiere otro puñado de maldiciones por parte de knockturn. ―Solo me di cuenta de que había alguien más ahí, aunque no sabía de quien se trataba-, se encoge de hombros, finalmente no se siente creativo para mentir ahora. ―El guardabosques es muy ruidoso cuando merodea, se escuchaba venir incluso cuando caíste descuidadamente al pozo-, con su varita hace un par de florituras que solo hacen que de la punta de su varita broten pequeñas luces como chispas que se apagan pronto. ―¡Eh! knockturn! Si puedes lanzarme un hechizo y dar en el blanco, por supuesto que sin luz…-, se apresura a decir antes de que ella tuviera la intención de encontrarlo. ―Pagare los kartoshka saliendo de aquí-, desde esa distancia lanza un puñado de chispas que desaparecen frente a los pies de Eileen. @
  7. Nombre: Hurón T. J. Lasky Edad: 17 años. Nacionalidad o procedencia: Nepal. Raza: Humano. Personaje principal al que está asociado: Hessenordwood Crouch Relación con el personaje principal: Conocidos. Aspecto Físico: De estatura alta, 172cm, condición atlética, pero disimulada ya que en sus horas libres después de clases o el trabajo pasa mucho tiempo corriendo en la pista de atletismo del colegio. Viste con poco interés en la moda entre las jóvenes de su edad, incluso con ropa que consideran anticuada y recatada, pero tampoco fuera de lo ordinario, siempre busca no llamar la atención de nadie, aunque eso causa a su vez el efecto contrario, sobre todo en la escuela. Su piel tiene un ligero tono bronceado típico de la gente de esa región, y que solo resalta un poco más por sus expresivos ojos azul agua. Su cabello es casi tan largo cómo ella, tiene un lacio de un castaño claro, llevándolo en trenzas o enredando sobre su cabeza para que no le estorbe al trabajar. No tiene marcas en la piel de ningún tipo, ni lunares, ni pecas, superficialmente tiene la fachada de ser una niña más del montón, pero algo en su apariencia da la impresión de que es una persona que ha vivido mucho tiempo pero que conserva su juventud de manera misteriosa. A pesar de sus entrenamientos, luce un poco más frágil de lo que su cuerpo lo es, aunque es muy posible que eso sea un reflejo sólo de su estado anímico. Cualidades Psicológicas: Normalmente carga un aura melancólica o nerviosa todo el tiempo, camuflada detrás de una máscara de extrema seriedad y poca conversación. Aunque en realidad es de buenos modales, tímida y algo paranoica. Siempre se levanta con la idea de que -hoy será el día en el que morirá-, sin embargo, no es pesimista todo el tiempo y sabe mostrar buena actitud cuando las cosas marchan bien. También, por las burlas y acoso que sufre en el colegio de un grupo en particular de niñas de su clase, tiene la mente cerrada con la creencia de que cualquier persona que se quiera acercar a ella con buenas intenciones solo busque fastidiarle el día o burlarse de ella de cualquier forma posible. A pesar de su comportamiento tranquilo y aparentemente dócil con las personas le cuesta trabajo hacer buenas migas y no se le conoce amigos o gente muy cercana, salvo la pareja de ancianos para la que trabaja, aunque ellos parecen interesarse en su bienestar, ella amablemente no deja que se involucren tanto en su vida. Debido a que ha tenido que vivir ella sola desde muy joven es muy independiente, de buenas a primeras da la impresión de que no tiene interés por nada ni nadie, pero en el fondo guarda un espíritu sumamente curioso y aventurero que no suele mostrar. Historia: No se sabe mucho de ella, siempre ha sido una muchachita solitaria y discreta en el pueblo, pero a su alrededor algunos rumores de todo tipo han ido creciendo debido a las condiciones en las que vive; ella sola, desde la misteriosa desaparición de su familia a la que hasta la fecha ni ella ni nadie ha hablado al respecto cómo si de un tema tabú se tratara. Hurón es la hija mayor de un matrimonio no mágico que vivía en la periferia de un pueblo pequeño en Nepal, siendo su padre un hombre que se dedicaba a la milicia y su madre a la educación. También recuerda haber tenido una hermana menor a quien le doblaba la edad la última vez que supo de ellos. Las circunstancias de la desaparición de sus padres dejandola atrás siempre ha sido un misterio tanto para ella cómo para el pueblo, aunque ella más que un misterio sin resolver trata el tema cómo si supiera la verdad de los hechos, lo que suele levantar más sospechas a su alrededor, pero así cómo había quienes le molestaban o señalaban por eso, tambien existia un grupo pequeño de personas que le ayudó a salir adelante. Con eso consiguió poder continuar sus estudios y mantenerse por cuenta propia, tuvo que aprender a ser independiente desde muy joven, y sin hacer más preguntas al respecto, ella continuó su vida. Actualmente está en su último año en el colegio, ha trabajado mucho para pagar una universidad en el extrangero, lo que sea que la lleve a salir de ese pueblo, sin embargo, tras haber sufrido un sabotaje en su inscripción (resultado de alguna broma pesada) Lasky tendrá que esperar un año más para poder ingresar a la universidad que desea, por lo que continuará sus estudios y preparación en casa, mientras tanto seguirá trabajando para aumentar sus ahorros en una tienda local de un matrimonio anciano que se dedica a la reparación de radios y televisores y a la cocina local. Otros datos: Es un demonio encarnado en el cuerpo de una persona. Es mortal, siente dolor y cualquier otra cosa que los humanos hagan. No puede distinguir colores. Algunas veces tiene hábitos o memorias de sus vidas pasadas. Fue y es un demonio encargado de asegurarse de que las almas que han sido sacrificadas u ofrecidas durante los acuerdos entre demonios y humanos sean justamente cobradas en tiempo y forma. En todas sus vidas siempre llega a la misma edad y sus muertes son casi siempre iguales, sin embargo él no puede recordar nada de eso, por lo que no sabe con certeza cuándo va a pasar. En esta vida, le gusta pasar su tiempo libre practicando actividades físicas que lo mantengan en forma, escuchando cuentos de todo tipo (con especial gusto por los infantiles y de fantasía) que narran en la radio y coleccionando insectos pequeñitos. Nunca ha vivido conscientemente vidas completas, renace siempre tomando en lugar el cuerpo mortal de algún alma perdida (aquellos que deciden terminar su vida por cuenta propia o a quienes se les arrancan la vida sin darse cuenta) y permanece ahí hasta que llega la edad de morir. Condiciones de utilización: Solo el usuario de la cuenta.
  8. Nombre: Yanna K. R. Smith Edad: 29 años Nacionalidad o procedencia: México Raza: Humano Personaje principal al que está asociado: Grelliam M. Ollivander Relación con el personaje principal: Hermanastra Aspecto Físico: Altura: 1,81m Es una mujer de piel pálida solo bronceada por el sol y libre de imperfecciones, de alta estatura y cuerpo esbelto, pero ejercitado, en buena forma. Sus piernas y brazos largos dan contraste armonioso a sus curvas de cadera y pechos cuando se mueve al caminar, aunque lo haga con mucha elegancia no puede evitar ese renqueo al arrastrar tras de ella la pierna izquierda cuando camina furiosa, la hace parecer una clase de criatura peligrosa. Las manos de delgados dedos con uñas largas y filosas son astillosas y amarillentas llenas de tintes de minerales y toxinas y la piel de sus manos sufre despigmentado de diferentes tonos pálidos, rosados y amarillentos. Sobre el rostro de perfil delicado se ilumina un par de grandes y brillantes ojos color ámbar, tan amarillos como oro, que parecen faros sobre la piel tostada de su rostro, largas y finas pestañas color gris claro los cubren cuando los párpados caen sobre estos, las cejas claras son como un reflejo del tan perfecto mentón filoso, pero suavemente marcado y la boca es una larga línea delgada que pareciera que puede partir su rostro en dos. En su sonrisa todos sus dientes son filosos y astillados como los de un tiburón, de los cuales se distinguen los molares color oro que ha remplazado y el canino con el brillante diamante incrustado que dan un aspecto desagradable a toda su bonita figura tras esos gestos vulgares y toscos que se esfuerza por hacer. El cabello blanquecino es tan largo y lacio pero que se enrosca en las puntas que llegan a rosar sus rodillas, lleva siempre diferentes peinados desaliñados que no dejan ver nunca que tan largo es, y siempre lleva ocultos objetos de tamaños pequeños dentro de sus cabellos. Las vestimentas que frecuenta suelen variar según su temperamento, modelos ordinarios a disfraces de todo tipo (esto con algún fin específico o simplemente por diversión). Tiene una expresión corporal grosera e inestable oculta casi siempre tras una fachada delicada y fina. Cualidades Psicológicas: De temperamento caprichoso y cambiante, ella es un personaje bastante excéntrico y teatral que le gusta hacer mucho ruido y molestar a los demás, aunque también puede ser bastante confianzuda y despistada, todo depende de la situación, pero siempre llevando sus sentimientos a su máxima expresión. Al mismo tiempo es una persona ambiciosa y desprecia fácilmente todo al primer instante, gracias al poco conocimiento de cosas que tiene, ella usualmente es de mente irracional, obstinada y nada ortodoxa. Es sin duda bastante molesta y difícil de tratar, puede actuar de un modo paranoico, pero en algunas ocasiones puede entendérsele con buenas intenciones. Es fácil notar en su carácter que es prejuiciosa y rencorosa, ha desarrollado ideas equivocadas sobre la naturaleza humana y las reglas de sociedad, gracias a su pasado. No parece sentir empatía por nada o nadie, pareciera que la desgracia ajena le produce una felicidad insana, aunque todo también depende mucho del contexto donde se encuentre. Se indigna con facilidad y envidia fácilmente a aquellos que consiguen lo que ella no es capaz de hacer. Se esfuerza por ser una persona completamente desagradable, solo por diversión, pero cuando baja la guardia puede mostrar un temperamento algo más tranquilo, empático y taciturno al igual que su hermano. Tiene un modo bastante infantil de expresarse sin mencionar la falta de descaro con la que habla, sin embargo, también puede conmoverse y avergonzarse con facilidad aunque no por los medios usules. Historia: Yanna es la primera hija de Mon Smith y Lázaro Ramírez, una francesa dedicada a los negocios del mercado textil y el líder de un cartel de crimen organizado popular por encabezar polémicas de asesinatos en el gobierno mexicano en todo el norte del país. Sus padres se conocieron en un evento de sociedad donde Mon dirigía entonces una línea de ropa de la mejor calidad en el mundo muggle, gracias a sus habilidades mágicas con la que se había abierto paso discretamente a través de su “talento” como diseñadora. Sin embargo, Mon era una mujer bella y adinerada que a pesar de su fama podía llamar la atención de cualquiera. Esa belleza y excentricidad de la mujer atrajo de inmediato la atención del líder del cartel y mantuvieron un romance durante algunos meses hasta el nacimiento de su hija. Durante sus primeros años de vida Yanna vivió a lado de su madre, quien trabajó en la pequeña niña para convertirla en un estereotipo de “la mujer perfecta”, sometiéndola a toda clase de normas, reglas y estudios de sociedad, así como también a estrictas rutinas y experimentación con magia que la llevarían a cumplir el objetivo de su madre. En su paranoia de que Yanna pudiera descuidar dicho objetivo Mon Smith le prohibiría a la hechicera conocer todo lo relacionado al mundo de la magia diciéndole que son procedimientos médicos aquellos a los que sometía a la menor para transformar su cuerpo y su personalidad en “algo perfecto”. Por ello fue que no se le permitió a Yanna asistir sus primeros años de colegio en Ilvermorny de Magia y Hechicería en américa (donde vivía con su madre), conociendo el mundo mágico y sus curiosidades solo hasta el día en el que su madre vuelve a comprometerse con un mercader de origen europeo, Gareth Ollivander, fue hasta entonces que se le permitió hacer magia y aflojar solo un poco aquellos estrictos mandatos de su madre, sin embargo, ella llevo sus estudios sobre la magia en casa junto al hijo nacido de aquel matrimonio, pues ya era demasiado tarde para asistir al colegio de magia. Al cumplir su mayoría de edad, harta de la incompetencia de su familia y furiosa con ellos por haber “abandonado” a su propio hijo después del incidente que lo convertía en un licántropo, Yanna no tardo en irse lejos de su hogar aprovechando la dolencia de sus padres y regresa a América en busca de su padre sanguíneo, el cual convence de que la deje quedarse con él a cambio de que Yanna trabajaría para el hombre, aprovechándose de sus nuevos poderes mágicos para conseguirle más territorio fácilmente. El resto de sus años así fue, metida en asuntos de mafia, saqueando carteles y amenazando a gobiernos de estado para evangelizar el poder de su padre, pero todo lo malo termina mal y tanto daño había hecho la bella mujer que se había conseguido enemigos propios demasiado peligrosos que atentaban su vida constantemente. Finalmente, en un acto menos cobarde de su padre por remendar en lo que había convertido a su propia sangre, mandó a Yanna a viajar por todo el continente americano con el pretexto de buscar riquezas y poderes que le fueran de ayuda para conseguir su imperio. Yanna aceptó sin réplicas y se marchó de México nuevamente solo para viajar a los lugares en las américas a donde las leyendas urbanas de poderes místicos y tesoros malditos la llevaran. Al pasar el tiempo y cuando Yanna dejó de recibir una respuesta por parte de su padre a sus mensajes, entendió que aquel tampoco era el camino que debía seguir o al menos que no era lo que quería. Con aquello en la cabeza, siguió su búsqueda de tesoros por el mundo, viajando solo con lo que necesitaba al día. Años más tarde, mientras Yanna parecía asentar al fin raíces en una tribu vudú al norte de américa, se reencontró con aquel que alguna vez conoció como su hermano menor, Garry Ollivander, a Yanna le alegraba saber que aquel licántropo extraño pudo haber salido de esos parámetros que sus padres siempre se esforzaban por marcarles. Contenta con aquello no dudó ni un instante cuando se le presentó la oportunidad de ir hasta Europa para habitar la casa donde alguna vez fueron familia, pensando pues, que, si al pequeño Garry no le importaba, ella podría quedarse con todo aquello que le pertenecía al padre difunto del mago. -- Otros datos: -Muchos años de su vida no pudo realizar magia por cuenta propia debido a una maldición, apoyándose más en la utilización de pociones o el uso de objetos mágicos, por lo que se volvió vulnerable a ataques y por eso fue enviada lejos por su padre en un intento por mantenerla segura. Condiciones de utilización: Solo el usuario
  9. Nombre: Quintel Guillam Edad: 227 (aparenta 17) Nacionalidad o procedencia: México Raza: Humano Personaje principal al que está asociado: Garry M. Ollivander Relación con el personaje principal: Conocido. Aspecto Físico: Actualmente mide 1,70m, aunque sus extremidades de largos músculos lo hacen parecer más alto y robusto en ocasiones, de cuerpo atlético, pero disimulado. Su piel es morena clara, levemente curtida por el sol lo que hace que se vea más moreno. Grandes y filosos ojos de un pálido color gris que parecen brillar con luz propia sobre su rostro, resultan ser muy expresivos, aunque la mayor parte del tiempo parecen burlones. Siempre intenta llevar el cabello corto, originalmente de color azabache, lo suele rapar casi por completo hasta la mitad haciendo figuras y llevarlo solo largo de arriba. Siempre trata de vestir cómodamente, pero no fachoso, con pants o shorts deportivos, sudaderas holgadas, para que le permitan moverse libremente y no le molesta mostrar los diversos tatuajes que lleva en todo su cuerpo. Algunas veces prefiere no usar camisa. Cualidades Psicológicas: Es una persona inquieta el mayor tiempo, curioso, aunque fácil de distraer. Le gusta escuchar a la gente, pero no toda la gente le parece interesante. Es bueno con las actividades físicas, deportes extremos y también artes plásticas, sin embargo, es algo cabeza dura para comprender matemáticas o comprensión lectora (le aburre leer y estudiar por horas). Es perseverante, terco, pero casi siempre con buenas intenciones, aun cuando disfruta también de hacer infantiles travesuras para entretenerse. Quintel no habla (casi o usa freces cortas, como copiadas), aunque algunos aseguran escucharlo murmurar cuando cree que esta solo o tararear si esta aburrido, se cree que es algún trauma de la infancia, aunque la extraña marca e forma de cruz latina apenas visible sobre su boca delata una posible maldición, sin embargo, esto no se convierte en una limitante para el energético brujo, pues sus expresiones corporales faciales, dicción (imita hablar) e inusuales notas que hace de vez en cuando, pueden ser suficientes para expresar lo que piensa o siente. Sin embargo, se puede sentir algo torpe en este nuevo lugar, a pesar de que ya se ha habituado a vivir entre magos y muggles. Historia: Ehécatl. Aun en la actualidad, existe en el centro de México, escondida entre las selvas más húmedas del país, lejos del resto de la población, una de las más grandes ciudades prehispánicas que existieron antes de los tiempos de las conquistas. Una ciudad con la similitud de la grande Tenochtitlan, pero que alcanzaba menor territorio ya que sus guerreros no se comparaban con los de otras tribus, por lo que mantenerse centrados, escondidos entre la maleza era su forma de vida ideal para sobrevivir. Sin embargo, cuando los días oscuros tumbaron con galope de caballo y armaduras de hierro las puertas de la gran Tenochtitlan, las demás tribus tenían que buscar un modo de defenderse u ocultarse para no sucumbir ante el imperio Español, la conquista. Los líderes nativos de esta ciudad escondida pidieron a sus dioses con sacrificios, que los ocultaran aún más, a salvo de conquistadores y de todo aquel que quisiera entrar a su ciudad para hacerles daño. Pero no obtuvieron respuesta hasta que Xcaret, una poderosa nahualmictia, temida por la mayoría de los nativos, propuso hacer un ritual que tentaría a los dioses (hechizo pues :v) sacrificando ella su vida en el proceso a cambio de que a su único hijo, Ehécatl (Quintel) se le criara como uno de los hijos de los reyes, igual o mejor. Desesperados, aceptaron el ofrecimiento de la bruja, adoptando al menor y viendo cómo es que la mujer entregaba su vida y alma tras aquel poderoso hechizo protector que ocultaría a la ciudad de aquellos que no fueran bienvenidos, todo habitante quedaría atrapado dentro de las empedradas ciudades hasta el día en el que las aguas de los ríos dejaran de estar manchados con la sangre de todos aquellos que lucharon por su libertad. Sin embargo, los años pasaron y la ciudad permaneció escondida, estancada en un estado de tiempo y espacio, nadie envejecía, nadie enfermaba, nadie nacía, nadie moría. Los sacerdotes/brujos eran incapaz de comprender; ¿porque siempre el día volvía a comenzar igual?. Luego de algún tiempo, los nativos dejaron de insistir en salir, suponían que afuera las cosas debían seguir igual o peor, y como si nada hubiera pasado, continuaron con sus vidas, con sus habituales costumbres y a Ehécatl (Quintel) lo enviaron a vivir entre los brujos y sacerdotes, pues su madre no era una diosa, simplemente una bruja y la actitud del menor y su sangre no eran iguales para vivir junto a los reyes. Los años pasaron, y al cumplir los doscientos años de su sacrificio, Xcaret volvió, para comprobar que la palabra de sus reyes se cumplía, pues su hijo era lo que más amaba ella en la vida, a pesar de sus oscuros orígenes. El terror en aquella ciudad hispánica no se había sentido igual desde el día de los conquistadores, Xcaret, furiosa de que los líderes no cumplieran con su palabra, rompió el hechizo que tenía a la ciudad escondida y provocó en sus tierras y valles un siniestro tan grande que sus templos, palacios y torres, se derrumbaron como fichas en un tablero, pero Xcaret no los asesinó, pues su hijo aún estaba ahí, aparentando la misma edad con que sus ojos lo vieron por última vez, al encontrarse nuevamente con él, las aguas de los ríos sosegaron y la calma volvió en un instante. ―Debes ser tu hijo mío, debes ser siempre libre… La espectral voz del espíritu de Xcaret, lejos de conmover al pueblo, lo aterrorizó, por lo que asustados y furiosos por lo que había hecho con ellos, hicieron lo imposible para deshacerse de ella, desterrando al menor de aquellas antiguas tierras en el proceso, pues el espectro de Xcaret, lo perseguiría a él, su único amor, por siempre. Quintel Guillam; Mi nombre es Quintel Guillam, tengo casi doscientos cincuenta años, pero vividos... bueno solo once (en este relato). Actualmente vivo en Pasadena, California, con mi padre, George Guillam él es an-tro-po-lo-go, es un viejo muy aburrido, pero es buena persona, ¡le quiero casi tanto como a mamá! Y es que sin él no hubiera podido sobrevivir en estos tiempos, porque a pesar de que fui entrenado como a los demás de mi edad para ser un guerrero, las armas de los hombres de ahora no se parecen en nada a lo que recuerdo, ni siquiera un poco a las de esos viajeros españoles. También fui aprendiz de brujo, sin embargo, tengo prohibido usar la magia que aprendí ahí yo…, no puedo hablar más de eso. Como sea, mi padre me encontró perdido en una de las selvas de aquel…Nuevo México, en una excursión que hacía junto a un grupo de gente lista que buscaba tesoros prehispánicos. Los había estado siguiendo desde que llegaron a esos lares, pues su alimento olía exquisito, siempre esperaba la hora en que se fueran a dormir para intentar tomar su comida, pero ellos eran muchos, armados hasta los dientes, en cambio yo era muy pequeño aun. A pesar de eso, no fue difícil hacerme de su comida, bastó con un par de piezas de oro de mala calidad, un par de brazaletes que usaba, regalo de mis maestros, pero que fue lo justo para que entre ellos sembrara la ambición y terminaran por asesinarse entre ellos. Los metales de mi pueblo era… no puedo decírselos. Guillam padre, fue el único que no sucumbió ante esa ambición, aun así sus amigos le hicieron daño. Tan grande fue mi impreción tras el actuar tan correcto de aquel hombre que no dude en ayudarlo al encontrarlo tendido a la horilla de una corriente de agua, con una herida ¡tan grande como mi cabeza!, claro que, los panes dulces que me ofreció a cambio le ayudaron un poco. Su recuperación fue larga, sin muchos recursos a mi alcance era imposible sanarlo pronto, él insistía que lo llevara a las afueras de la selva, pero yo tenía mucho terror de salir, ¿se pueden imaginar a más de ellos allá afuera? Con fuerza y paciencia el hombre aceptó mis ofrecimientos para sanarlo y apenas pudo, pretendió marcharse. Él creía que yo era algún abandonado de las regiones nativas colindantes, pero no podía decirle. Al cabo de un par de meses, él volvió. Mucho más recuperado, me alegraba por él, pues era un hombre de buenas intenciones. Esta vez viajaba solo, con más de esa rica comida. Me preguntó si podía quedarse conmigo algún tiempo, acepte siempre y cuando cocinara todas las noches. Parecía muy interesado en mi forma de vestir y en los tatuajes que llevaba, ellos relataban parte de lo que pasó con la ciudad y el sacrificio de mamá ante el pánico de los reyes, pero lo que más parecía interesarle era el hecho de que no era algo que hubiera visto antes, por supuesto que dejé que hiciera todas las hipótesis que quisiera, era divertido verlo... pensando. El tiempo con él se hizo corto, pero antes de marcharse otra vez y dejarme, se volvió hacia mí y me ofreció una nueva oportunidad, un hogar distinto. Yo solamente, no pude decir nada. Han pasado muchos años desde que volví a ver el exterior. Sin duda el mundo ha cambiado mucho, pero pretendo conocerlo todo, siendo siempre libre en él. Actualmente vivo junto a un viejo mago llamado Benjamin Whisper a quien conocí hace apenas un año, él era mi profesor en Ilvermorny hasta por cuestiones que… bueno esos no son un secreto, pero igual prefiero no contárselos… decidí acompañarlo de regreso a Inglaterra. Otros datos: ―Quintel jamás terminó sus estudios en lvermorny, decidió viajar junto a Ben antes de terminar el ultimo año por lo que nunca concluyo sus estudios y prefirió que Whisper fuera una especie de profesor para él. ―Es muy trabajador, pero al no estar muy preparado, prefiere realizar labores mas rudimentarias. Actualmente trabaja como capataz de un mago enfermo en los terrenos de los Ollivander de quien también se hace cargo. ―A pesar de su edad, no tiene grandes conocimientos ya que vivió atrapado por muchos años viviendo el mismo día una y otra vez. Condiciones de utilización: Solo el usuario puede usarlo.
  10. Tras un zumbido y una explosión humeante, el mago se apareció en los límites de los terrenos de la familia Luxure. Garry agitó su mano izquierda adolorido por la despartición en sus dedos meñique y anular que habían perdido las uñas en el camino. A Ollivander le estaba costando demasiado esfuerzo tener que aparecerse en cualquier lugar últimamente, él aun no sabría decir por qué, pero incluso había tenido que recurrir a otros medios de transporte que lo llevaran de un sitio a otro para evitar aparecerse. Mientras atravesaba los terrenos ajenos de la familia Luxure, el mago se aplicó algunas curaciones a las heridas, y en no mucho tiempo las lesiones estaban controladas y el camino acabado. El mago sonrió largamente al ver aquel caserón frente a él, algo inusual entre las casonas que había visto ya en el Ottery, pero que no deja para nada de sorprenderlo. Con energéticos pasos, continúa el resto del trayecto y al llegar al portón llamaba para que fuera anunciada su visita. Seguramente el mago se encontraría ahí dentro con todas las amistades y familiares cercanos de Lady, eso no sería una sorpresa, sin embargo, con todo ese esfuerzo el mago se pregunta si la muchacha no se encontrará abrumada de tanta visita. ―Buen día-, un elfo de mala cara es quien le ha abierto, apenas asomándose por una abertura de la puerta. ―No creo que sea necesario decir a que vengo-, el licántropo rio nervioso. ―Por favor hágale saber a la señora que es una visita, pero que puedo pasar en otro momento si necesita descanso-, entregó entonces al elfo una tarjeta. Esa misma mañana había caído a sus oídos la noticia del nacimiento del hijo de Luxure, por lo que no se sorprendía si tendría que volver en otra ocasión, después de todo, había llegado sin aviso alguno. El caso de la mujer es algo muy fresco en la mente del mago, él siente que aquella historia que había comenzado con un relato borroso en el consultorio de Baker, aún no ha terminado. A pesar de sus intentos, el Ollivander no sentirá lo contrario hasta asegurarse de que la familia de Lady Luxure este fuera del alcance del demonio, por lo menos si él puede ayudar a la joven a enfrentar sus males, hará lo que este a su alcance.
  11. El mago negó con la cabeza, reprobando completamente todo lo que acababa de pasar, a pesar de sus buenas intenciones, no cree que aquello hubiera salido para nada bien, sin embargo, no le quita crédito a la habilidad de la sanadora como la gran hechicera que es. Sin embargo, lo que fuera que Bel hubiera querido hacer no era para él más que un arrebato impulsado por esa característica de valedora que Evans tenía. Él no entiende como, tras circunstancias como estas, ella tiene el descaro de reprocharle al mago las acciones “insensatas” que dice ella que hace el licántropo con tal de obtener lo que quiere. Los ojos de Ollivander brillan en su rostro pálido apagado en la penumbra de la noche bajo los árboles que esconden cómplices el cuerpo desnudo de Evans, él no lo dirá, pero le molesta que ella confié más su cuerpo en ellos que en él. Después de un largo suspiro, al fin le sonríe apenas, una media sonrisa de lado, de esas que empujan las cicatrices de su rostro hacia arriba y se empalman con el pómulo hinchado del hombre. Sin decir nada, se deshace del largo abrigo, a pesar del mucho frio que él tiene, siente como el interior de su saco es tan caliente como el interior de una choza con chimenea, su propio calor, por lo que se apresura en dirección a Bel para montárselo encima y que ella absorba todo ese calor suyo. Cuando ella trata de colocarse el abrigo sin su ayuda, el gesto corporal de la mujer es rígido junto a él, ha temblado no precisamente del frio, sino más bien como algo que Ollivander compara al temblor de un animalillo mal herido temeroso a ser tocado, como cuando la naturaleza misma reconoce su condición de licantropía y aun en su estado humano, lo repele temerosa de la criatura que habita dentro de él. Grell se pregunta entonces si es que ella, puede sentirlo así. Sin apartarle la profunda mirada el mago da un par de pasos hacia atrás, dándole el espacio que necesita para terminar de vestirse. Mientras se lleva las manos a los bolsillos es que le da una larga y escrudiñada mirada por el cuerpo de Bel bajo ese abrigo, aunque el largo saco es capaz de cubrir gran parte del cuerpo desnudo de Evans, aún pueden notarse la parte pálida que son sus piernas, de donde hilos delgados de sangre escurren sobre las curvas de algunas cicatrices que marcan el cuerpo de su sanadora. En el momento en el que parece estar lista para marchar de vuelta, él le dedica una mirada lastimosa como si con eso le dijera lo que está a punto de hacerle. Bastaron dos largos pasos y un agarre firme para cargar a Bel en sus brazos sin ningún problema. Aquel cuerpo y rostro cansado del hombre parecen ahora parte de su escénica vida, y aunque no se le note ya tan cansado como antes, muy de cerca se puede ver en su rostro el esfuerzo que está haciendo por ocultar su cansancio. ―De verdad te has hecho daño-, ya han caminado un largo tramo sin hablar ninguna palabra, incluso a él le extraña que Bel se mostrara tan silenciosa por tanto tiempo, él supone que ha estado tratando de ordenar sus pensamientos sobre la experiencia apenas vivida. ― ¿Siempre es igual? -, preguntó con la voz un tanto forzada después de brincar un cerco bajo que los separa del sendero devuelta al pergolado, que a esa distancia se puede ver sin dificultad. ― ¿Qué se sintió…volver? -, su vos falsea con aquella pregunta, perdido un momento en sus pensamientos que rápidamente lo conducen a sus mañanas después de una noche dura. No les lleva mucho más tiempo de caminata para estar bajo el pérgolado, aún no han entrado y ya se puede sentir un cambio de temperatura agradable, como puede Ollivander se las ingenia para abrir la puerta del local con el peso de Bel sobre sus brazos. Apenas estan dentro de lugar, Garry busca un lugar donde puedan reparar un poco el cuerpo de Evans. ― ¿Tendrán algún cuarto disponible por aquí? -, pregunta a Bel, mientras que con su mirada trata de buscar a alguien que pueda atenderlos. @
  12. No, él de verdad no entiende que quiere decir ella con “dejar el nido”, no cree haber escuchado algo como eso en su corta, pero extraña, vida. Sin embargo, tampoco piensa que eso sea algo a lo que el mago considere relevante por ahora en su conversación con la mujer, quizá después le pregunte con más calma a que iba con aquello, porque, quien sabe, quizá se trate sobre algún hábito entre la comunidad escocesa de edad joven, algo como esos chicos no mágicos que pintan sus cabellos de colores con artículos artificiales como si se tratara de una “etapa” de su vida. O al menos eso es lo que ha visto en los programas muggles que Bel Evans y madame H ven en el televisor de la vieja mujer. Por ahora, el mago se concentra más en lo que ella continúa diciendo. ― ¿De verdad te quedarías? -, por alguna razón todo lo que ella le está contando ahora parece sorprender más de la cuenta al mago, es posible que fuera por que la mujer estaba demostrando ser todo lo contrario a la impresión que vagamente Ollivander se había hecho de ella. Él sabe que no es aconsejable dejarse llevar por la primera idea que se hace una de las gentes que se van conociendo, sin embargo, es eso algo que él encuentra una reacción tan natural en las personas, como lo es rascarse si hay picazón, por lo que tampoco se espanta cuando él es quien está siendo juzgado. ― ¿Qué hay en la Gran Bretaña que te ha gustado para vivir, Knockturn? -, vuelve a lanzar otra pregunta, realmente atento en lo que ella puede decir como respuesta. Cuando están al fin en el piso más alto del molino, el mago se refugia bajo la luz que apenas sale de la varita de la muchacha, sin hacer un esfuerzo para buscar la suya y darle apoyo. El sitio aquel es tan oscuro que apenas puede ver los detalles que conforman ese espacio, así que es un tanto desalentador no saber algo más, aunque se anima al ver como los engranajes funcionan perfectamente sobre sus cabezas como si se tratara de un espectáculo para ellos. Esa densa penumbra le da al mago una sensación de estrechez que le recuerda a sus días pasados viviendo en ese mismo caserón que ocupa ahora, muy diferente a antes, antes de la academia de magia, antes de los Tonks, antes de lo que es ahora su existencia. Sus días se reducían al confinamiento en uno de los tantos cuartos hasta los días cuando la luna se mostrará llena, era solo entonces cuando se le dejaba salir solo para perderse en aquel espeso bosque del que parecía imposible encontrarle un final. Siempre se habría tratado de una barrera tras otra que limitaba los días de Garry. ― ¿Uh? ¿Hablar yo? -, que extraño, puede jurar que no ha dejado de hacerlo con ella desde el primer instante en el que se encontró con ella en el callejón Knockturn, entonces ahora ¿Qué es lo que puede decir? Por suerte para el desconcertado licántropo ella pregunta. ―Mi hogar es…- pero que pregunta tan vaga, no entiende el por qué, pero de verdad le gusta charlar con esta chica, siente que es tan fácil no ser complicado con ella que puede decir incluso que disfrutaría de presionar en su contra. ― ¿Te refieres al lugar donde vengo o donde vivo ahora? -, no espera una respuesta, la verdad no se le da la gana hablar sobre el pasado ahora. ―Yo vivo en el caserón que perteneció a mi familia algún tiempo, no hace mucho que me he ido a vivir ahí con mi... esposa, ¿no te lo he dicho antes? Me he matrimoniado con una linda mujer, deberías conocerla algún día. Es cuidadoso cuando intenta caminar entre la negrura del lugar, no cree que sea lo suficientemente alto para toparse con alguna de las vigas de madera que corren por encima de ellos, pero tampoco se siente hábil para no evitar tropezar con algo en el suelo. ―En fin, aquel es un lugar extraviado por alguna parte de los excepcionales bosques que están a las afueras del pueblo, es ese que está lleno de todo tipo de vegetales-, hablar de todo lo que esconde el lugar a Ollivander le parece siempre aburrido, complicado, la reacción es mejor cuando se ve en persona. ―Por supuesto que puedes ir algún día, si eso es lo que quieres- se encoge de hombros, no cree que sea una invitación, pero tampoco le parece una mala idea promocionar el bonito, aunque salvaje, lugar que es su jardín ―¿Ehh? pero Knockturn a todo esto ¿Qué venias a hacer por acá?-, después de todo este tiempo es que nuevamente busca el rostro de la mujer ―Por supuesto que me refiero a la universidad-, aclara con un gesto de impaciencia. ―Porque es obvio que estamos aquí para escapar del guardabosques. @
  13. “La naturaleza de su casamiento”, el muchacho trata de no sonreír divertido, con cierto aire malicioso cuando escucha eso último. Entiende él que esto es un tema serio, pero al igual que “Haber escogido a su marido” Ollivander teme tener que recordarle también a Evans que toda esta fachada formal de la que cuenta haber hecho para con sus familiares cercanos, es algo que ella misma ha planteado desde el momento en aceptar su matrimonio con él. Nunca el mago se hubiera opuesto de lo contrario, si la boda se hacía en la oficina del ministro en el MM, sin gente que no conoce deseándole prosperidad en sus vidas, a él era algo que le hacía tanto más como menos. A Ollivander poco le preocupó todo el tiempo la gente que conocía o no (o que decían conocer) el tipo de relación que existe entre ellos. Aún recuerda a Bel, en los días muy lejanos antes de que al mago se le atravesara la loca idea de matrimoniarse con Evans, contándole las sospechas que algunas de sus personas cercanas tenían sobre la relación de entre ellos dos cuando solo eran compañeros en el ministerio. Ahora le parece casi ridículo que no den crédito a su “repentino” matrimonio, es que Grelliam Ollivander jamás va a terminar de entender a estas personas que se ofenden con la vida de los demás. Él entonces observa la situación con otros ojos. Y no da mucha importancia de profundidad a las palabras de Bel, porque ella está siendo demasiado romántica, correcta, ética, influenciada por sus valores y sentimientos morales. Algo de lo que Ollivander carece casi por completo y tratar de comprenderlo es un caso perdido. Pero entonces ella mencionaba algo que en la mente cansada del Tonks hace un giro dramático. “Los límites de Evans” son para él algo que de verdad se convierte en un tema delicado, porque esos límites son algo de lo que él pudiera y le gustaría hacer un estudio cuidadoso, meticuloso y profundo. Los límites de Bel tienen en él una atracción inexplicable por ahora que lo empuja en contra de su razón, pero que él jamás se atrevería a cruzar, posiblemente para evitar situaciones como estas, sin embargo, él siente que quiere ser el responsable de todos ellos y no entiende por qué, pero no gusta de saber que alguien más tenga la dicha de estar cerca de ellos. “Los límites de Bel Evans” sería el capítulo favorito de Ollivander en el libro que puede escribir de la mujer. Entonces él está siendo cuidadoso con su expresión cuando siente como de pronto su corazón late tan rápido que cree que puede escupirlo por su boca, por supuesto que se preocupa, ¿Qué clase de síntoma era este? Porque ella continúa hablando, y sus palabras provocan en él que sus ideas sean densas, difíciles de ver, de entender. De pronto no está seguro de si ha distorsionado las palabras de Bel o es que de verdad no consigue comprender; ella jamás ha sido una buena mentirosa, de eso está seguro, pero a que se refería cuando decía que no podía decepcionar a alguien incluso si se trataba de él. Ollivander se sintió entonces como aquella primera vez que despertó en el páramo de la heredad después del incidente con el licántropo y sus padres no estaban más con él. ―Mi querida Bel Evans-, entonces es su turno nuevamente de hablar. ―Has lo que creas correcto para ti-, no se siente con ganas decir nada. Finalmente se ha dado cuenta de que no es capaz de atentar de ningún modo contra ella. El mago se pone nuevamente de pie y da una larga y silenciosa mirada algo apagada, decepcionada, a la sanadora, como si con eso preguntara si aquello era todo lo que tendría por decir. Después del largo silencio le ofrece a ella su ayuda para que lo acompañe. ―Busquemos una habitación donde podamos dormir-, hace un esfuerzo por recordar algún cuarto que cree que a Evans pueda gustarle. ―Creo que ya hemos tenido suficiente aventura por hoy-, no suelta la mano de ella cuando comienza a caminar, sin embargo, el agarre es flojo, vacío. ―Aunque no es precisamente el tipo de aventura que tenía en mente-, sonríe.
  14. No puede prometerle más tiempo a Lady estar ahí para acompañarla, afuera es donde necesita estar si es que quiere ayudarla a recuperar su cuerpo físico que ahora está siendo ocupado por el demonio Mephisto. Él no duda de que Bel se estuviera haciendo cargo ahora de ello, pero ¿bajo qué costo? El demonio había demostrado al licántropo que se trataba de un ser demasiado poderoso y la sanadora tenía muchas veces el cinismo de reclamarle al mago por sus “actos impulsivos” cuando ya ambos han comprobado en más de una ocasión que ella padecía de, aunque no sea consiente de eso, tener cierta tendencia homicida de “ofrecer su vida sobre las demás” sin pensarlo dos veces. Por lo que piensa él que lo mejor será volver lo antes posible. Entonces Ollivander no le queda más opción que confiarse de Luxure, para que pueda dejarla relativamente sola en aquel plano que ahora fungía solo como un pensadero, y marcharse con la palabra de ella de que deberá mantenerse tranquila, sin importar lo que escuche, sin importar lo que vea, y que siga insistiendo por tomar su lugar que corresponde en la vida real, su cuerpo. Por el bien de la sanadora, de ella misma y de su bebé. Por otra parte, el licántropo que parece a punto de desfallecer aún sigue recostado sobre la butaca del mago que Bel de alguna forma u otra ha conseguido arrinconar en el salón. Esperando por la “torpe” de la sanadora a que termine sus garabatos en el suelo, la pobre criatura, que causa estragos físicos de forma en el cuerpo del hombre, le está costando entender cómo ella es que ha montado todo ese escenario tan rápido sobre el piso del consultorio. Desde donde esta puede verla dibujar animadamente símbolos, mientras con libro en mano la escucha conjurar entre murmullos que arrullan a la criatura, la cual gruñe casi instintivamente cuando es capaz de sentir la presencia del demonio que aun perturba el cuerpo joven de la mujer. Solo ha parpadeado un par de veces cuando la escucha dar la instrucción de mover el cuerpo de Lady, pero no importa, porque él no está más allí. ― ¿Vas a moverla? -, su voz no es más áspera, y con la misma tranquilidad que caracteriza al hombre se levanta al fin y se pasea a través del consultorio para llegar desde su butaca al frio cuerpo de Luxure. ―Aún está él aquí- murmura cuidadosamente antes de girar a contemplar el plano que la sanadora ha dibujado. ―Brillante-, es capaz de afirmar mirando por primera vez en mucho rato el rostro cansado de Evans. ―Pero no, no hay que intentarlo siquiera-, con largos pasos llega hasta donde esta Bel y redibuja algunos símbolos ya pintados en el suelo. ―Este demonio es muy poderoso, resultaría peor solo sacarlo de su cuerpo para atraparlo, además que…-, ¿Qué otra cosa puede hacer? Las opciones se acaban, dentro de sí mismo, la criatura le advierte que el demonio solo está dejando pasar el tiempo. ― ¿Tienes algo ahí para repelerlo? -, la sanadora le muestra al mago el libro que trae consigo. ―Esto servirá, extraviará al demonio, termina con eso-, señaló a Bel los cambios antes de dar media vuelta y alejarse de ella otra vez. Con bruscos movimientos se las ingenió para alcanzar una de las mesas rempujadas en el rincón, una de esas donde Ollivander trabaja modificando objetos mágicos y combinándolos con alguno otro incluso hasta de usos no magicos. En un rápido movimiento se quita del cuello aquél viejo amuleto que se le había obsequiado el día de su graduación de la academia de magia y hechicería, Ollivander no es una persona apegada a las cosas y aun asi se siente estremecer cuando martilla por primera vez sobre el pequeño dije que ahora se ha deformado. Algunos varios encantamientos, una gota de sangre que ha tomado del cuerpo de Lady, las maldiciones que le ha puesto encima al dije y algunos grimorios más que son invocados sobre este, le llevan solo un tiempo más para terminar de preparar el amuleto que servirá a Laddy para prevenir la presencia del demonio. ―Está hecho-, después de unos minutos vuelve a lado de Bel con el dije completamente cambiado en la mano. ―Esto deberá funcionar para que ella desaparezca del radar del demonio cuando él esté cerca de ella, también para advertirle de su presencia-, explica a la sanadora mostrándole una gota color rojo con hilos negros que se mueven dentro del amuleto como humo atrapado en el interior de la piedra. ―Los remaches…-, señaló con su índice los metales dorados con los que el dije se cuelga de un largo cordón color marrón. ―Servirán para hacerle una barrera protectora, no será de mucho alcance, pero le dará tiempo de refugiarse, una brecha-, exhala largamente. ―Me temo que esta es una batalle que la señorita Luxure tendrá que pelear por cuenta propia algún día con su demonio-, Garry se aparta de Bel y desde donde está puede ver con claridad el excelente trabajo que ella ha hecho con el diagrama. ―Mientras tanto, en lo que ella está lista para ese momento, esto le será de ayuda por ahora. Le sonríe largamente a Evans, todo el cuarto es muy frio, sin mencionar que todo es un caos en el consultorio, y Grelliam ya puede escuchar a madame H quejarse por la mañana del día siguiente. Después de mover el cuerpo de Luxure al centro de la habitación es que se dedica a ver el rostro pálido de la mujer, era increíble lo apenas visible que el demonio cambiaba las facciones de la muchacha y aun asi podían distinguirse muy bien las más toscas del demonio. ― ¿Estás preparada, querida? -, sus heterocromos se engancharon con los marrones de ella, de esa manera en la que, siempre que lo hace, Bel parece entender todo lo que el mago le quiere decir sin necesidad de hablar una sola palabra. El ritual comenzó sin problema alguno, Garry aunque se mantenía al margen estuvo al pendiente, empuñando su varita por lo bajo todo este tiempo, conjurando algunos refuerzos para el cansado cuerpo de Bel. Poco a poco el licántropo le advertía que la presencia del demonio cada vez era menor, por lo que ahora todo dependía de Lady Luxure, por reclamar su cuerpo y terminar de alejar al demonio de ella. @ @
  15. ―Pues, no fue un problema saberlo- contesta al vampiro. Justo al instante en el que Ollivander había entrado al invernadero número cinco el día de la primera clase de herbología en la universidad mágica, se había percatado de la presencia de los vampiros que acompañaría durante el estudio de la materia. Por supuesto que omitirá contarle al Gaunt que, más que por alguna rivalidad nata entre razas, era el miedo infantil que Garry le tiene a los seres nocturnos lo que lo había hecho que el mago se mantuviera al margen todo el tiempo. Aunque si, su licantropía también ayudaba para notar su presencia más fácilmente. Asi que cuando Emmet le cuenta todo eso sobre su naturaleza como vampiro original, él, aunque no puede verse reflejado, cree que su piel se ha tornado unos tonos más pálidos azulados. ―Es verdad que los vampiros no tienen un aroma tan…salvaje-, sonríe divertido, raras son las veces que toca temas sobre la naturaleza de una persona, que poco son los términos que se aventura a usar como adjetivos calificativos para eso. ―Pero el licántropo tiene los sentidos un tanto más desarrollados que una persona normal, el oído, el olfato, la vista…-, se le escapa una última risa, aquello último es claro que no aplica directamente para él, no después de tener que cargar consigo siempre un par de lentillas, aunque también era que cuando los días de luna llena se acercaban aquellos hábiles sentidos siempre se agudizaban aún más, tanto que Ollivander podría prescindir de sus anteojos durante ese tiempo. ―Por lo que raras veces es un problema saber con quién estoy hablando-, explicó distraído nuevamente en una mesilla de cristal, ―Aun asi no fue por un “aroma” lo que hizo que me diera cuenta del vampirismo, Emmet-, se apresura para aclarar y antes de seguir una larga sonrisa se dibuja en su cara que remueve las cicatrices de su rostro. ― ¿Ha sentido usted un escalofrío que eriza los cabellos de su nuca? Como si se tratara del aliento de un fantasma-, trata de explicar que es lo que Ollivander puede sentir siempre que está cerca de un vampiro. ―Frio, sin emoción alguna-, murmura no es sencillo interpretarlo, por lo que no lo intenta más para no confundir al mago. Él coincide con muchos al pensar que la raza no determina el tipo de persona que eres, en este mundo se ha encontrado a hombres aún más desalmados que cualquier otra criatura que cree que pueda existir, sin embargo, aquello era algo que involucraba temas aún más densos que “la raza”. Por lo que a pesar de lo que el instinto irracional del licántropo lo empuje a sentir, Ollivander, después de tantos años de naturaleza lýcos, ha aprendido a gobernar muchos de esos espasmos salvajes, aunque uno jamás termina de acostumbrarse completamente a estos. ―Algo como eso fue el primer contacto visual que conseguí con usted-, sonríe de medio lado sintiendo un calor en el rostro. ―Es muy estremecedor cuando estoy en presencia de magia antigua, sus venas están llenas de eso, Emmet-, señaló apenas al hombre. No quiere ser descortés con el mago a aventurarse a preguntar por su edad, tiene entendido que los seres como ellos pueden vivir muchos años, tantísimos más que los de un licántropo, limitados a la vida que su cuerpo humano pueda darles. Entonces de pronto se encuentra a si mismo preguntándose que tantas son las cosas que Emmet Gaunt pudo haber visto a lo largo de su vida. Se da cuenta de que los vampiros parecen ser criaturas de pronto muy interesantes de conocer. ―Mi invitación a la heredad seguirá siempre en pie cuando se trate de usted, Emmet-, el mago hizo una venia cordial. ―Por ahora las compras quedarán pendientes-, recalcó llevándose un dedo al mentón como si se esforzara por pensar en algo. A Garry lo pone contento tener a un compañero tan vivido como lo pudiera ser el Gaunt, por lo que se emociona quizá de más cuando cree que algún día pudieran ambos hacerse buenos amigos. ―Mientras, llevaré conmigo esa ratona rústica de la esquina quedará perfecta en el consultorio, la última no soportó un ritual de tránsito y terminó partida en cuatro…-, rió nuevamente divertido con el recuerdo. @@Emmet Haughton Gaunt
  16. ¿Ese es el final de la historia del espantapájaros? Pero qué triste. El mago hace un gesto fugaz de disgusto, no es un mal final, solo cree que es algo bastante insípido, aunque parte de la culpa de que lo considere de ese modo se lo repercute al hecho de que, después de tanta intriga, la conclusión del cuento no es realmente tan emocionante. La otra parte al modo tan seco con el que la mujer se lo ha soplado, tan desabrido y con tanta falta de sentimiento que casi se siente dramáticamente herido con la muchacha. ―¿Vives en un campo?- su pregunta se escucha un poco más incrédula de lo que hubiera preferido, pero por alguna razón, la cual por ahora no se pondrá a razonar, la señorita Knockturn no le da la impresión de que sea una persona rural. Debe encontrarse realmente sorprendido al respecto, el campo es para Ollivander un lugar bastante inquietante, él cree que en un sitio como ese podría enloquecer, aún más de lo que lo ha hecho encerrado en un bosque, y es que el campo, con tanta tranquilidad, solo de pensarlo así le provoca ansiedad. Pero, quien sabe, jamás ha pasado el tiempo suficiente viviendo en un campo, a diferencia de él, ahora puede pensar que quizá a “la criatura” si le gustan lugares como estos, después de todo un campo, de praderas amarillas o vérdosas con animales semi domésticos y pequeñas casas bastantes rurales apartadas unas de otras son el tipo de lugares donde Garry amanece con frecuencia cuando vuelve a si mismo después de una larga noche de luna llena. ―Edimburgo- repite, él no puede recordar haber leído, conocido en persona o escuchado algo de ese lugar, por ahora no puede referenciarlo con nada más que con la mujer ―No lo conozco- ni ese, ni otros muchos más que ya están trazados en una ruta futura a la que Ollivander espera partir de viaje pronto, después de terminar de arreglar las cosas con Evans, claro ―Eso que dices es un toque diferente ¿malo o bueno? Quiero decir ¿Escapaste de ahí o solo es un cambio temporal? El recuerda fácilmente el día que llegó a Inglaterra, aún era muy menor y aun así puede recordar lo incómodo que era el clima Londinense, siempre nublado, lluvioso y frio, al pequeño Garry era una molestia, porque era imposible salir a jugar sin llenarse los pantalones de fango. Ahora que lo piensa así, esa era una condición demasiado tirana por parte de su madre. No, aún hoy en día no le gusta mucho pasear por las frías calles británicas, más sin embargo tampoco puede decir que dejaría las tierras inglesas por siempre. Están por llegar a la parte más alta del molino, unos cuantos escalones más solamente y Ollivander se pregunta si a la muchacha le importará esperar por él, porque de pronto siente que en cualquier momento sus rodillas terminarán por ceder al esfuerzo que está haciendo el hombre para montar todos esos peldaños. Impasible se seca con la manga de su antebrazo el par de gotas de sudor de su frente. Afortunadamente no mucho tiempo más les cuesta alcanzar la planta alta y es la vista que se tiene del páramo desde lo alto algo que Ollivander deja sorprendido.
  17. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID: 118247 Nick: Sain M. Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóveda trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Fecha: 2018-02-17 Poción: Poción Reabastecedora de Sangre Puntos: 40P Precio: 2000G Poción: Poción Matalobos Puntos: 40P Precio: 2000G Total de puntos: 80P Total de Galeones: 4000G
  18. Planilla de Compra​s Normales para Personajes ID: 118247 Nick: Sain M, Ollivander Link a la Bóveda Trastero: Bóoveda de trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóoveda Fecha: 2018-02-17 Objeto: Baúl de siete cerrojos Puntos: 40P Precio: 2000G Objeto: Moto voladora Puntos: 80P Precio: 4000G Total de puntos: 120P Total de Galeones: 6000G
  19. “¿Elegir a su marido?” Garry se pregunta si es necesario recordarle a Evans que el matrimonio que ambos mantienen no era más que un acuerdo común para beneficio personal de cada uno y de las cosas que tienen en común; el consultorio y sobre todo los trámites ministeriales, a Garry le hubiera costado meses recuperar la casa de sus padres sin la influencia que era el estar casado con la matriarca de los Evans. Aunque cierto era que, como ya se lo había dicho con anterioridad a la sanadora, solo con ella podría haber hecho algo como esto de matrimoniarse, y él recuerda que Bel habría de aceptar su propuesta después de haberse asegurado de que dichos beneficios eran ciertos, él no duda de la ética y moral de la sanadora, pero ¿Por qué de pronto habla de esto como si fuera un matrimonio ordinario? ―Es que Cillian es un hombre muy atractivo- por alguna razón no puede recordar bien al hombre completamente y aun así está convencido de lo que dice ―La personalidad es un punto extra que embellece a las personas…-no, no va a comenzar con este tema, por alguna razón se está cansando de platicar de esto, sin mencionar que nuevamente sale a flote el tedioso tema de “la atracción de Bel por las voces de las personas”, la última vez que Ollivander recuerda haber hablado de esto con Evans el experimento de los “sapos cantores” no había resultado nada bien y Mss H los había corrido a ambos del consultorio por todo un fin de semana. Alivia al mago el modo en el que el enojo de la sanadora se ha ido tan de repente, sin dejar rastro como si nunca hubiera existido algo que la molestara desde un comienzo, sin embargo, también remueve en el fondo al hombre el pensamiento de que es otra cosa que encuentra difícil de entender de Evans, ¿Qué tan importante son las cosas que la molestan? ¿Qué tanto daño le deja?, y es que él podría pasar horas, días o incluso semanas en la butaca del consultorio ingiriendo toda clase de toxinas que le ayuden a dar solución a lo que fuera que perturbe sus pensamientos, por lo que no puede dar un lugar a esta habilidad de Evans de recuperación tan rápida. Bastaron pocos pasos para quedar cerca de Bel, no prefiere sentarse, de pronto se siente tan cansado y el suelo parece tan cómodo que cree que será difícil volver a ponerse de pie. Sin embargo, después de meditarlo unos segundos, se sienta sobre un bulto de cómoda franela de muchos colores. ―Es verdad- entonces lo recuerda ahora ―Yanna Smith, la mujer del otro cuarto, es mi hermana mayor- de pronto le parece tan extraño que Evans no preguntara al respecto que cree que debe llenar ese vacío que extrañamente lo inquieta ― ¿Qué es esto que me contarás, Bel? - en la boca del estómago del mago crese un sentimiento muy similar a la noche en la que Evans le confesó sus intenciones de aprender la animagia.
  20. ―Solo me tomé un “tiempo fuera”, Bodrik- comentó mientras se acercaba un poco más a las mujeres, sin duda no tuvo problema para reconocer a quien un día fue su ex profesora en la academia de magia y hechicería, pero sobre la mujer que la acompañaba, la verdad es que se aventuró a suponer que, por el modo en el que charlaban tan vivamente, era alguien cercano a la Lockhart ―¿Le importa si tomo un lugar junto a usted, mi señora?- hizo una venia cortés a la mujer. La verdad es que no fue la primera intención del mago interrumpir la conversación entre las mujeres, pero siendo un local como tal, él bien puede hacerse el desentendido si es necesario y solo consumir alguna bebida que le dé tiempo suficiente de agendarse en otra ocasión con su amiga. Aunque de igual manera ya estando ahí, el mago espera que su presencia no sea completamente tomada como imprudente o entrometida. ―No ha pasado tanto tiempo realmente ¿o sí?- el supone que a lo mucho debió haber sido año y medio quizá dos, sin embargo, el mago ha sentido que muchos lazos formados en Ottery, que algún tiempo llegaron a ser estrechos, ahora son apenas perceptibles ―Me costó un tiempo reubicarme cuando volví al Ottery- explicó ―Al parecer no han cambiado mucho las cosas por aquí y yo nada mas no termino de adaptarme nuca a este estilo de vida- sonríe torpemente, la vida citadina, aunque le resulte interesante parece romper con la naturaleza propia del licántropo. Se siente un poco extraño en situaciones como estas, a pesar de lo mucho que cree que ha cambiado, el mago aún conserva hábitos bastante asociales de su tiempo en aislamiento. Sin embargo, desde sus primeros días lejos de aquella vida, Bodrik había sido para él una guía que salvaba sus días durante las clases en la academia y todavía más aún ella le había ofrecido su amistad sin dudar nunca del mago. La sanadora era para Garry una persona importante, tanto como lo eran las desaparecidas Sunnar y Mittzy. ―En fin, lamento no haber escrito antes- continuó platicando ―Me hubiera gustado hacerlo desde que volví, pero la verdad es que quise hacer un asentamiento seguro antes de prometer cualquier cosa- después de todos los reclamos que Evans le ha hecho por sus idas y vueltas y de casi obligarlo aprometer con sangre que detendría ya esa extraña vida que Garry se había hecho, no le quedan más ganas a Ollivander de hacer más juramentos en esta vida ―Sin embargo, veo que a usted el tiempo le ha favorecido, este lugar se ve tan sano como el primer día que lo vi.
  21. Se siente algo confundido por lo que acaba de pasar con el pequeño niño hijo de Anthony, ser padre debe ser, considera el Ollivander, uno de los oficios más complejos en todo el mundo, es posible que después de pasar tiempo con los Tonks, los recuerdos de su “antigua familia” tengan un punto de vista diferente. Es extraño que lo piense de este modo, pero a Garry le impresiona el nivel de influencia que tienen las acciones del joven Anthoni Tonks en él. Asumirá, por lo pronto que es por la estima que le tiene al muchacho. ―Estaré justo aquí si me necesita mi hermano- hace una pequeña venia al señor Tonks y solo cuando ve ir a hombre hasta el recibidor, es que decide tomar su lugar nuevamente en uno de los cómodos sofás de la sala junto a la chimenea. Su vista, en cambio, pasa de Anthoni a su familia, se pregunta el mago si la señora Cindy y el niño, se marcharán a otra habitación o, como él, decidirán permanecer ahí, eso ya lo sabrá. Con su mano hace gestos para llamar la atención del pequeño en brazos de la mujer, él no es un experto en niños, pero piensa que el nene aun luce muy alterado. Sonríe cuando es capaz de escuchar, a pesar de la distancia, el saludo tan cortes que Anthoni ofrece al recibir a los o las recién llegados. La hacienda de los Tonks es algo más vacía ahora de lo que recordaba, aunque siendo sinceros, nunca fue esta casota un lugar muy recurrente para los magos y no es que es algo que lo moleste en lo personal, sin embargo, de alguna forma u otra consigue conmoverlo el hecho de pensar en la circunspección del hogar de los Tonks. No es como si él fuera un paranoico, sin embargo, cree que el Tonks ya ha durado más tiempo del que cree correcto en el portón de la hacienda ¿Quién habrá ido? ¿algún conocido de la familia? ¿Algún familiar extraviado? Exhala largamente, con algo de inquietud, apenas está a punto de ponerse de pie para echar un vistazo por la puerta cuando una de las elfinas ataja al mago con emoción haciendo comentarios efusivos sobre que ya han preparado su habitación para que el mago pueda instalarse esta misma tarde. Ollivander asiente con gratitud, espera solo un poco más antes de ir por aquellos artefactos, materia prima de su visita a la hacienda.
  22. El mago se estremece tras el azotón de la puerta a sus espaldas, apenas puede ver por encima de su hombro la capa de polvo que se ha levantado con el acto de la muchacha extranjera que ha venido como carga de su molesta hermana. A pesar de los malos modales que pueda tener, Garry sonríe al recordar sus últimas palabras, con ello pudo entender por qué quizá es que Yanna ha escogido a alguien como ella para tenerla a su lado, la pequeña señorita Montpellier es sin duda la parte faltante para armar el par perfecto, pero claramente tóxico, de Yanna Smith, por lo que Garry piensa que lo mejor será, aunque le cueste también aceptarlo, tratar de llevar las cosas con calma. Cuando han comenzado a andar nuevamente por el pasillo el rostro del mago es serio, o más bien pensativo, ¿Dónde está aquel cuarto que decía? De reojo apenas echa un vistazo a Bel, y una mezcla de diversión y encanto es lo que esta vez le pintan una larga sonrisa. Bel Evans es tan británica que es muy sencillo de perturbar en algunos casos, es ella un ser tan complejo para Ollivander que jamás cree que será capaz de entenderla a la perfección, aunque la verdad a él le gusta intentarlo, “empujar” y “tirar” de ella para poder ver todo ese catálogo que su sanadora es. Justo ahora está “clase de enojo” es uno que no ha visto antes en ella, por lo que él mago se siente ahora tan perdido como si hubiera quedado atrapado en una tremenda laguna sin viento que oriente su barco. Es solo cuando han entrado al dichoso cuarto, el cual apareció tras una puerta blanca y café con una cortina traslúcida color rosa, que ella ha vuelto a hablar, y aunque ya la ha escuchado, el mago se adelanta hasta perderse por los enormes y cientos royos de telas que cuelgan desde el techo, algunos otros están recargados como derrotadas en las paredes y hay retazos de diversas dimensiones cubriendo el suelo de madera, aquello es como si fuera un bosque multicolor de brillo, texturas y estampados de todo tipo. ―¿Qué tipo de mujer?― Ollivander repite la pregunta a Evans después de salir de entre un puñado de trapos ―¿No es algo injurioso decir “tipos de mujer”?― el mago ha llevado a su cabeza un tramo de tela color amarillo claro y lo ha enredado formando en su cabeza una especie de turbante deforme ―¿Cómo me vería si fuera rubio? ― pregunta despistadamente mientras trata de con sus manos de mantener el trapo en su lugar ―A Bel Evans ¿le gustan los rubios? ― pregunto ladeando levemente su cabeza ―¿Te dejaría de gustar si mi piel cambia de color, Bel?― alzo las cejas sorprendido ―¿Qué tal si fuera todo el tiempo conversador? ¿Eso te molestaría? No le molestaba en absoluto que Bel hiciera esa pregunta, en realidad aquella es tan poco interesante que él no entiende cómo ha llegado, algo como eso, a conmover los pensamientos de ella de ese modo. Es posiblemente esto, lo que realmente consigue ofuscarlo, el daño que aquellas otras dos mujeres le han causado a su tan querida sanadora, la simple idea de que las palabras de ellas allanen la mente de Evans, lo irrita. Por alguna razón estas son las cosas que, aunque a él le parezcan poco profundas, de poco análisis y sin sentido alguno, está seguro que para ella es importante, por lo tanto, está haciendo un esfuerzo por no parecer indiferente al respecto, y es que él podría hacerle un sermón completo de la diversidad de personalidades y aspectos físicos que puede haber en el mundo y recitar un resumen extendido de los cambios de gustos que son capaces de experimentar las personas conforme a su edad, estilo de vida y otra lista larga de factores que influyen en la decisión de gustos. ―¿Qué tipo de mujer eres tú, Bel Evans?― finalmente el turbante mal hecho termina por des hacerse y caer hasta sus manos. No necesita una respuesta de verdad, "el tipo de mujer" que diga ella que es, ahora es lo que a Ollivander más le gusta. @
  23. “Considerado o considerada", piensa, "Del parto de considerar. Adjetivo; Que tiene por costumbre obrar con meditación y reflexión. Eso no es algo difícil, tediosamente cansado, pero se puede, claro, si, es fácil…yo pudiera ser...” Apenas asiente sin saber bien que contestar cuando es capaz de escuchar por fin de boca de ella lo que "quiere que haga". “Ser considerado”, no es esta la primera vez que escucha algo como esto entre otras tantas veces en su vida, de Evans, de Mss H, Bernadette y bueno, aunque su círculo actual de amistades y conocidos se cerraba en ese pequeño grupo, Garry recuerda que aquello era algo que Yanna y su madre siempre le decían también, lo difícil había sido siempre darse cuenta de que no está haciéndolo, ser considerado con los demás, y es solo cuando la muchacha dice algo más que consigue confundirlo; “las personas no son juguetes”, él entonces cree, que no importa cuánto siente que ha cambiado desde que salió del encierro, aún hay cosas que no cambian. Ollivander no es capaz de entender aun lo que la gente se refiere con "el valor verdadero de una vida” y en el fondo es frustrante no poder entenderlo, se remueve sintiéndose tenso, pensarlo solo así lo deja casi sin aliento, ¿cómo puede esto ser de ayuda? En esta guerra mágica en la que se ha inmiscuido ¿Cuál es el objetivo de alguien como él? Parpadea sintiéndose un poco perplejo, lo que Knockturn le ha dicho seguro lo dejará pensando horas, si no es que días al respecto, ocupando un lugar en la butaca ancha en el consultorio del callejón Baker, como si se tratara de un cliente más, sin moverse hasta que el lío de su cabeza deje de zumbar o hasta que Bel decida que ha consumido los suficientes cigarrillos y filtros de paz. El viento que con cuidado surca sus cicatrices lo hace volver, aparentemente sigue pareciendo imperturbable por lo que ella ha dicho, sin embargo, se siente completamente sin argumentos, tan indefenso de pronto que no puede decir más al respecto y procura esconder el alivio que le causa que ella siga ahora con otros temas. Él tampoco hablará de esto más con la hechicera, pero culpa a su licantropía de aquella sensibilidad que le facilita algunas veces saber, sobre todo en los días cercanos a la luna llena, cuando existe la presencia de magia en un lugar, objeto o persona, es como si pudiera olfatearla y apestara más cuando la concentración de magia es más densa, él puede decir incluso que podría ser capaz hasta de distinguir el tipo de magia de la que se trata, sin embargo, a Garry no le gusta esa sensación de coacción que le provoca, no niega que resulta ventajosa y de algún modo interesante , pero el cuerpo del hombre, al menos siendo él, se siente débil cuando sucede y el licántropo puede sentirse fácil de influenciar por dichos encantos. Está muy distraído para notar que ahora ella lleva la delantera en el camino hacia el molino, pero solo son necesarios un par de pasos largos y apresurados para alcanzarla. Caminando casi a lado de ella se siente, con pocas palabras que ella le ha dedicado, derrotado por Knockturn, con esas pocas palabras (aunque cientos de maldiciones más) ya ha dejado suficientes “problemas existenciales” en la cabeza del mago. A pesar de ello, el mago no parece afectado en lo absoluto por todo el drama que ha sido caer del pozo. Distraído nuevamente con su entorno, con las lentas y largas vueltas que da el abanico, y con el ruido que hacen los pies de ambos cuando caminan sobre la hierba fresca, es que se dedica al fin a pensar en todo su contexto. -Los molinos me recuerdan a esa vieja leyenda del espantapájaros y el cuervo ciego- comienza a hablar nuevamente, con un tono de voz bajo, aunque no fuera como si tratara de tentar el terreno con Knockturn, posiblemente sea porque el lugar lo amerita con toda esa tranquilidad que los rodea -¿Conoces el cuento?- pregunta sin voltear a ver a la muchacha, ya están a tan solo pocos metros de la entrada, Garry siente como si se pudieran encontrar con algo inexplicable ahí dentro, aunque tampoco se hace muchas ilusiones -Cuando era menor solían contarme ese cuento, pero jamás llegaban al final de la historia…- es el momento cuando están en el umbral que se adelanta solo para poder alcanzar la vieja puerta -Nunca supe el final. ¿Estará siendo desconsiderado ahora? Por qué ciertamente estaba comprobando ahora que hablar sin mucho pensar en lo que está diciendo es una cosa más sencilla de hacer con Knockturn cerca, porque es posible que Garry cree que ella no lo está escuchando cuando lo hace, porque no se conocen en verdad, porque él apenas podría distinguirla entre un puñado de gente que no mida más de un metro sesenta y aun así es cómodo charlar con ella. Cuando conversa con Bel debe tener sumo cuidado con sus palabras para que su esposa no piense que el hombre está por suicidarse o cometer un homicidio, aunque bueno, razones suficientes le ha dado a su tan querida sanadora para que piense todos esos disparates. Una larga línea es la sonrisa que nuevamente se dibuja en su rostro, él debe aprender a ser más considerado también con su querida Bel Evans. Dándole la espalda a la mujer para poder abrir la puerta conjura con su varita el encantamiento para abrir cerraduras y de un solo intento consigue allanar la entrada. Todo dentro del molino tiene una capa de polvo que con los rayos del sol que se cuelan por las ventanas le dan una apariencia dorada a todo lo que son capaces de alcanzar, una pequeña sala de estar improvisada, una mesa ratona con algunas revistas viejas y un par de estantes en las paredes del molino donde en algunas partes pareciera haber sido víctima de varios rayos invocados seguramente por estudiantes practicando. En el suelo se pueden ver viejas pisadas arrastradas también ya cubiertas por tierra, pero que claramente conducen, por el piso de madera, el camino hacia unas escaleras que llevan a la parte alta del molino. Garry contempla aquello con la boca entre abierta, que sencillo era el lugar este donde ahora estaban y él se encontraba realmente emocionado por cada sonido y cosa que hay en ese lugar. -¿Esa cosa no dice cuanto tiempo tiene este lugar aquí?- pregunta refiriendoce al pergamino mientras se adentra un par de pasos hacia adelante. A su alrededor, el ruido del molino es tan fuerte que Garry tuvo que hablar con un tono de voz un poco más alto -Las edificaciones deben ser el único hecho de la historia que no puede mentirnos- aquello sale más como algo para sí mismo, con sus dedos fríos tantea las paredes mientras caminan y cientos de preguntas se formulan en su cabeza ¿Qué cosas han pasado en ese lugar? ¿Cuántas personas más han estado antes que ellos? -Oye ven, hay que subir aquí- es extraña la combinación de su voz emocionada con el rostro que no refleja sentimiento, aun así, es capaz de acentuar su emoción cuando hace un ademán agitado con su mano a Knockturn para que lo siga escaleras arriba. --¿Vivirías en un lugar como este? - los escalones rechinan bajo sus pies, pero ambos magos siguen un paso firme al subir - ¿Cómo es el lugar de dónde vienes Knockturn? ¿Qué hay ahí? - aunque no está muy convencido de que la muchacha le fuera a contestar, parece él más concentrado en imaginar un escenario adecuado para el acento nada británico de ella. Off: @, me ha quedado choro x´D perdón)?
  24. “¿Arriesgarme?” que curioso es de pronto que no lo ha pensado de esa manera antes, supone entonces que quizá había estado siendo demasiado vulgar con la mujer “tks lástima” él sentía que ella ya le estaba agradando, “Le pido por favor, que me deje, a mí un desconocido, lanzarla a un pozo para escapar del guardabosques” si, si eso puede funcionar la próxima vez. Espera en silencio, con un rostro de arrepentimiento, a que ella termine por maldecirlo, Bel había dicho que lo que se encontraba del otro lado del pozo era algo más allá que una sensación placentera, capaz de aliviar con toda tención o estrés. Evans le habría contado que algunas veces solía escaparse a ese sitio cuando las clases en la universidad tensaban a la mujer, aun si ella era quien impartía las clases. Sin embargo, para él (y aparentemente para Knockturn) lejos estaba de ser un lugar de paz, verdad era que el contexto que los rodeaba era impresionante, no había sido lo suficiente para distraer la molestia de la joven mujer…Aunque quizá él es el culpable de que ahora ella, ni él, estén aprovechando dicho paraje. Independientemente de lo que fuera, Garry no pasará la oportunidad de recordarle a Bel que le ha mentido vilmente y que no es para nada un sitio relajante, claro omitiendo la parte de lanzar a la persona en contra de su voluntad. -El pozo de Amarna…- comienza a hablar solo cuando ella termina de blasfemar en su contra -Es popular entre los estudiantes de la universidad por los misterios que oculta del otro lado…- saca de su bolsillo un tríptico el cual continúa leyendo con voz monótona -El pozo, que parece no tener fin, es un lugar de encuentro para los estudiantes, donde el aventurero puede tomarse un tiempo de relajación, paz y armonía. Lo que Amarna oculta en su extremo opuesto le permitirá experimentar una sensación de purificación, pero sobre todo de unión, de conexión con el mundo- toma aire ruidosamente - ¡No te lo pierdas! Amarna es el mundo invertido, el mundo de las ideas dotado de toda la belleza que muchas veces ya no posee la realidad. Una tierra que existe para ser amada. ¿Te arrojarás al pozo a cambio de este bendito paraíso? - después de recitar todo el texto se lo extiende a la muchacha -Es una publicidad muy mala, sospecho que es por el bien de los estudiantes. En el papel hay una pequeña infografía con ilustraciones que se mueven del paraje donde hace tan solo unos minutos ambos magos charlaban. Ollivander exhala largamente, no espera que ella tome el papel, él tampoco lo hubiera hecho, pero dejarlo al alcance de las mandrágoras adolescentes parecía verdaderamente algo peligroso, ¿No era por ese papel que la pelea había comenzado? algo aún más malo fue habérselo guardado él. Garry de verdad piensa que antes de que ella lo hiciera, el licántropo ya estaba más que maldito y es que ¿Cuántas maldiciones más le habrá echado la bruja? Al final no estaba lejos de convertirse en su padre, al paso que iba solo le hacía falta manipular a una banda de delincuentes que roben y asesinen en su nombre. -Solo esperaba que no me hicieras pedazos por lanzarte a un pozo ¿Esta mal pedir por mi vida? - vuelve a recordar la imagen de la mujer escalando por los muros del túnel -No puedes decirme que no sentiste toda esa cantidad de magia, es demasiado sobrecogedor estar ahí, solo viendo un pozo- apenas sonríe distraído por su entorno -De verdad no te has hecho daño- porque siendo honestos, él se siente como si lo hubieran aplastado, arrollado o algo lo hubiera masticado y escupido. Aun así, se inclina hacia adelante para ver mejor el cuerpo de la muchacha. Está tan cerca de ella que puede tener una mejor vista de las marcas y pecas de su rostro y de los grandes y redondos que son sus ojos, casi como si fueran dibujados en ese rostro pequeño -No lo parece, cuando te sientas lista podemos seguir adelante- Ollivander se encaminó un par de pasos en dirección al molino que en cada vuelta que el gran abanico hacía era como si invocara al mago a registrar sus adentros. @
  25. Pudo sentir la fuerza de la mujer y su peso tirando de su capa, también la escuchó claramente como su voz se perdía en lo profundo del pozo como si la hubiera tragado de poco a poco, sin embargo, él no fue capaz de hacer nada al respecto, había sido eso tan inesperado y tan rápido que apenas pudo intentar querer alcanzarla tirando de la tela del hombro de su blusa, pero parte de la escoba que llevaba en su espalda lo había golpeado en el rostro y Ollivander no pudo sostener el fallido agarre. Ahora piensa que en realidad es probable que ni siquiera, aunque no hubiera sido golpeado, tuviera una oportunidad de tomarla, y tan solo arañó, por encima de la tela, la piel de la mujer. Tiene una sonrisa torcida con un tic nervioso en la coyuntura de sus labios que solo puede detener cuando una de sus manos cubre su boca y hunde sus dedos con fuerza sobre la piel cicatrizada de su rostro, casi con frustración. -Dijiste que no te lanzarías Knockturn - murmura una vez que puede apenas aflojar la tensión de sus manos. No escuchó, al igual que con la moneda, un final, ni siquiera el salpicar del agua o un desplome, nada, y el eco de la vos de la mujer era solo como un pasado recuerdo de Garry, era solo un silencio calmo el que lo rodeaba. Aunque lo intenta no consigue retener más una ruidosa risa candorosa sinónimo de que por alguna razón le ha causado mucha gracia lo que ha pasado, es tan inesperado que lleva sus manos como reflejo a su estómago para tratar de aminorar el dolor que le causa reír tanto. Después de no mucho tiempo se sienta en el filo del pozo, ya más tranquilo y dándole la espalda a la profunda oscuridad. Mientras rebusca en sus bolsillos se está imaginando a “Knockturn” salir del pozo como una de esas viejas películas de terror muggle que tanto consiguen asustarlo. No hay más rastro de aquella fuerte carcajada y nuevamente los nervios lo ponen pensativo. -Espero que el cuento de Bel sea verdad- decía con dificultad colocando un cigarrillo en su boca y veía por encima de su hombro confirmando que la muchacha no estuviera escalando por las paredes del pozo furiosa en busca de venganza -¿Cómo es que terminaba?- se dedica entonces a tratar de recordar el final del cuento mientras que sus manos, que tienen un ligero temblor en sus dedos, no le dejan encender su lumbre. Pero que viaje tan desastroso es ese de haber querido recuperar el libro de Evans, supone él que recibir un castigo, sermón, regaño o lo que fuera que la sanadora le diera al respecto por perder su tan preciado volumen, no podría ser tan malo como ser perseguido por un par de perros, comenzar una pelea contra mandrágoras adolescentes y cometer homicidio preterintencional. -Ahh, apenas te has ido y ya siento que te extraño, Knockturn - solo son dos primeras caladas las que terminan casi con la mitad del cigarrillo, Ollivander puede escuchar nuevamente los ladridos de los perros del guardabosques que se acercan a esa dirección y él de pronto se siente como si deverdad perteneciera a una de esas películas de las que habla -Espero que el cuento de Bel sea verdad- repite al mismo tiempo que siente romper el viento en su espalda cuando se deja caer hacia atrás, cayendo al pozo. Cuando abre nuevamente los ojos se encuentra rodeado de hierva fresca, en ese lugar no anochece más y al contrario se siente encandilado cuando trata de incorporarse, Garry parpadea con la misma dificultad con la que consigue quedar sentado en el verde follaje de un suelo húmedo. A pesar de no haber sido golpeado se siente adolorido cuando intenta ponerse de pie, por lo que después de un par de intentos no insiste más en hacerlo y se dedica a mejor contemplar su alrededor. En poco tiempo distingue la figura de la persona por la que ahora está en ese lugar. Trata de no volver a reír cuando al fin consigue distinguir el gesto en la cara de la mujer. -Que aventada- ¿realmente que puede decir ahora? “perdón por lanzarte a un pozo” eso se escucha tan mal que no se puede animar a decirlo, sin embargo, no es mentira que se siente aliviado por saber que al menos ella se encuentra con vida -Pero tenias razón, esto es algo mejor que un misterioso canal- realmente no hace ningún esfuerzo por protegerse de lo que ella sea capaz de hacerle, aunque se siente bastante confiado de que no será tan dura con él -Entonces ¿este fue tu deseo?- volvía a preguntar sin realmente parecer interesado mientras busca equilibrio para ponerse de pie -Te soy sincero, la verdad es que yo perdí en el camino varias monedas pidiendo no morir. @

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