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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. Guardó la varita de vuelta en el abrigo mientras perezosamente arrastraba la mirada desde Ludwig saliendo de su trance hasta Cillian derribado en el suelo, el muchacho, a pesar del golpe que su querido prometido le ha propinado, parece estar bien. O al menos en una pieza. Hess desconoce aun si hay además algún orgullo mal herido, pero igualmente lo hubiera felicitado al haber intentado enfrentarse al maleficio desde una visión no necesariamente mágica y que apelaba más bien a los sentimientos que existían entre ellos, en su sencillez cumplía con todo lo que les ha explicado anteriormente. Imperturbable, los observó reponerse del ataque. Para cerrar, la pregunta final de Malfoy lo descoloca brevemente, ¿tenía algún punto que probar dice? ¿En qué clase creen que estaban? ¿Acaso pensaba que la práctica iba a consistir en una guerra de almohadas? Si, por supuesto que quiere poner a prueba muchas cosas. Después de todas sus explicaciones, le desconcierta un poco que no puedan terminar de conjeturarlo. Pero posiblemente aún se veían muy afectados por la práctica. Podría darles un segundo antes de continuar. Al menos ahora que parece que Cillian lo tiene un poco más bajo control puede volver su atención en Maida, a quien le parece que su ejercicio de intentar encontrar similitudes entre mágicos y no mágicos se resume nuevamente en volver al tema de lo que los hace diferentes. Este intercambio gustosamente podría haber ido para largo, quizá en otra ocasión. —No la creo ingenua Maida, solo veo que hay gente en la guerra buscando exactamente lo mismo que usted; que el conflicto acabe. Sin embargo, la desavenencia es un factor común que promueve al conflicto, y es también una constante en la historia de la humanidad. Incluso ahora usted tratando de evitarla le provoca-, pero este tema desvirtuaba sus totales intenciones de la clase original. —Por otra parte, ignorar la existencia mutua entre magos y muggles por tanto tiempo creo que originalmente es lo que nos lleva de nuevo al desconocimiento, a este miedo a lo que es diferente y no acostumbramos. Y, en cambio, aun con el estatuto vigente existían todas estas familias mixtas de magos y brujas con compañeros sin magia e hijos mestizos. Aun si no, también estaban los casos como el suyo, de familia de solo magos que se habían desenvuelto incluso profesionalmente entre los muggles sin mayor problema, claro que entiende a la perfección que quizá las cosas hubieran sido diferentes, no sabe si más fácil o más difíciles, si ellos hubieran dado por hecho su condición mágica que en algunos aspectos le daba una ventaja sobre ellos. Igual, solo plantea escenarios distintos a Maida, ciertamente no es que él desperdicie mucho de su tiempo pensando en la equidad entre comunidades. — Tal vez no se trata de evitarse mutuamente, sino de buscar un entendimiento mayor en cómo es posible integrarse. Nuevas normas para nuevos tiempos-, su parloteo, menos animado esta vez, se vio interrumpido por la alarma del smartwatch sobre el escritorio. Apenas le prestó atención, seguro aún seguía averiado, pero igualmente fue una señal para recordarle que el tiempo de clase estaba terminando. —Pero ese es otro tema. Pruebe llevarlo a leyes mágicas, ¿ha tomado esa asignatura? No se preocupe, yo no imparto esa materia-, volvió a susurrar. — Ahora, ¿puede hacerme un favor con el reloj? -, le indicó para que intentase apagar la alarma que los interrumpía. —Si puede reparar la compleja tecnología muggle sin magia puede irse a casa señora, pero le advierto que no será con la nota más alta. Es solo que no me gusta mucho eso de la impuntualidad. Luego de los últimos comentarios de Yaxley volvió su atención a Ludwig y Cillian, espera que esta pausa hubiera calmado solo un poco la tensión que pudo haberse generado tras el ejercicio, si no, la poca razón no iba a dejar que nada que lo que tratara de explicarles después pudiera ser entendido o, aunque sea, escuchado. —Hay mucho que trabajar en lo individual señores-, se dirigía nuevamente a los participantes de DCAO. —Esto es como una maestría, no vine a enseñarles hechizos de un libro, si no a llevarlos a una comprensión más externa de ellos, hacia lo que pueden llegar a hacer con los recursos que ya tienen. Usen su sentido común. Defenderse de las artes oscuras va más allá de conocer de memoria la hechicería de esta magia, que por cierto es muy extensa, o de cualquier otra que busque hacerles daño. En todo este tiempo no se ha movido de su lugar, y aunque mantiene la guardia baja, no pasa por alto el intento anterior de Ludwin por buscar desquitarse por el mal rato. —Si, parece así de sencillo Cillian, pero han visto y experimentado que no lo es, requiere un esfuerzo extra de ustedes mismos. Por ejemplo, invocar un patronus, que sirve entre otras cosas para combatir a algunas criaturas oscuras, es un hechizo complejo pues se trata de un reflejo positivo del interior de cada uno para enfrentarse justamente a lo que es y nos hace inhumanos. La fuerza de estos encantamientos de defensa la determina qué tanto aprenden ustedes a superponer las cosas que hay dentro de cada uno, en su mente y sus sentidos. Pausa apenas entre una y otra idea, el tema de las artes oscuras de por si era extenso, defenderse de ellas no lo era menos. Echó un último vistazo a Maida, comienza a pensar en que esta clase no es para nada lo que ninguno esperaba, pero si logra que algo de esto se les quede en su cabeza, aunque sea cómo un recordatorio de lo que no deben hacer, bueno, eso serviría. —No hay luz sin oscuridad, ambas existen una al lado de la otra, eso es una verdad, pero fortalezcan arduamente sus virtudes y su propia voluntad y así será menos difícil encontrar el equilibrio de luz y oscuridad dentro de ustedes mismos-, explicó. —Tal vez no lo ha notado, Malfoy, pero ha podido romper la maldición que he echado sobre usted, ¿por qué no tengo mi frasco? Tampoco le ordené que detuviera el ataque. Necesita hacer introspección señor-, hizo notar la tenacidad que tal parece él mismo no es capaz de ver. Luego se dirigió a Cillian, examinándolo un poco más de cerca, aunque se imagina que Ludwig no le permitirá acercarse más. —Usted en cambio ha sido una víctima de tipo colateral por los efectos de la maldición, como ya dije, no es mi materia enseñarles artes oscuras, pero eso nos ejemplifica como esta magia es también capaz de dañar a otros que no sufren directamente los efectos de ella y a eso se debe ser capaz de defender y enfrentar del mismo modo. Otra alarma, que viene esta vez de un sencillo reloj analógico que guarda en otro bolsillo de su pantalón, fue lo que interrumpió esta vez. —Me parece que el tiempo se nos ha terminado, así que expongan sus conclusiones finales sobre el tema y pueden irse a casa también-, con un ademán terminó de borrar las notas que había en los pizarrones. —Este debe ser mi último curso, así que mi lechucería estará cerrada, pero si tienen dudas o quejas pueden dejarlas en la oficina del colegio, ahí hay un tablón solo con mi nombre-, murmuró una risa tonta antes de volver a sentarse sobre el filo del escritorio y cruzado de brazos esperar algún desenlace por parte de los participantes.
  2. Grelliam Incierta es esta magia que lo ha traído de vuelta al juego de la vida, hoy por ejemplo, lo hace incapaz de abandonar Little Hangleton a pesar de que, aun si la marca no se muestra más sobre el cielo, el llamado mortífago sigue implícito en la quietud que aún mantiene el exterior de la mansión de los Riddle a poco menos de cien yardas de distancia. Es espeluznante de todas formas, pensar en ello, en la calma que hay solo un segundo antes del amanecer de los días finales, antes de que el caos se desate y las calles de Londres ardan en llamaradas descontroladas. No se mueve sin embargo, porque tiene todo esto que resolver todavía, ¿qué es lo que espera encontrar en este lugar? ¿Era a ella? Es demasiado pronto para entender como es que funciona esta nueva magia que contiene dentro y quizá demasiado pronto para saber por qué quiere que se encuentren esta noche habiendo aún tantas por delante. Finalmente abandona la postura rígida para verla mejor, para poder mirarla de frente y contagiarse aunque fuera un poco con lo que ella siente. En otro momento se hubiera impresionado con tan solo la presencia de ella, con los ardientes tonos de su piel y de su cabello y -ah- esa mirada, si ella se lo hubiese permitido (o aun si no lo hacía) él hubiera cuidado bien de esa mirada suya, no habría dejado que se marchitase del modo en el que lo hace ahora, hubiera puesto mucha atención y cuidado, le consentiría cada dia para verla radiante, se aseguraría de mantenerla hermosa y cómodamente dentro de cada uno de los frascos de cristal donde la guardaría por siempre en partes iguales. No obstante, ahora hay resequedad en el escaso brillo de sus ojos, más que percibirlo, puede verlo en el modo en el que ella lo enfrenta, algo vacila en su interior y por primera vez le parece alguien por poco interesante. Pasa de largo cuando ella pregunta su identidad, esa es una cuestión que lo llevará a sí mismo a torturarse mentalmente en busca de la respuesta más adecuada para este encuentro. Sabe quien es ella, de algún modo, y aunque no puede ponerle un nombre ni un lugar específico al rostro aterciopelado de ella, al menos es capaz de identificar lo más relevante. Y es lo único que importa por el momento. Hessen la ha mencionado un par de veces mientras lo asiste a los sitios que se ha limitado a asomar sus narices cuando apenas su cuerpo se ha recuperado; ella es la directora del departamento de seguridad del ministerio de magia Inglés, una Auror. Por su definición, no podría extrañarle que ella se encuentre en Little Hangleton, no después de que la marca tenebrosa ha convocado a los seguidores de Arya Macnair a reunirse en aquella edificación, sin embargo, hoy en dia las definiciones que contienen los puestos ministeriales están tan distorsionados y convenientemente reestructurados como las mismas personas que los ocupan, ¿que tipo de auror era ella entonces? Sus ojos descoloridos volvieron a contemplar la fachada de la Riddle con la fijeza de alguien que teme a que en un instante solo desaparezca de su vista. —Qué descuidada. Pero bueno, si no sabes a donde vas, y no estas perdida, entonces debes estar en el lugar correcto, ¿donde más estarías si no?-, casi lo está dando por hecho, a pesar de que no conoce las verdaderas o iniciales intenciones de la bruja. —En todo caso, es lo que vienes a hacer aquí lo que realmente importa-, aun no desenvaina su varita ni se ha movido más allá que un par de pasos vacilantes en dirección al edificio, sin embargo, aun en su acento monótono de hablar se encuentra un ligero atisbo de advertencia. —¿Has visto la marca de antes sobre nosotros? Esa que evoca tiempos oscuros, ¿por qué piensas que fue invocada hoy? @ Darla Potter Black
  3. Su boca se convirtió en una línea delgada, pensativo ante las respuestas recibidas por los participantes de las diferentes asignaturas, era una pena que no se hubieran podido apegar al plan inicial, por mucho habría estado más interesado el mismo en esto. Aunque ahora no era menos interesante, sin embargo al Crouch se le antoja un poco más armar un debate que, por cuestión de tiempo, quizá no alcancen a llegar a ninguna conclusión temprana. Y ciertamente no tiene ganas de ver a estas personas más tiempo del que ha designado para ellos. Por lo que ordena sus ideas e indecisiones de modo que sea más breve de explicar para, con suerte, tener una práctica productiva. —Ah ¿piensa que debería volver el secreto?-, continuó con los susurros para mantener la conversación solo entre ellos. —¿Pero qué es eso que según el estatuto pretende proteger? ¿La magia? ¿los linajes de la sangre? ¿la tranquila sumisión de los nomaj? o quizás se refiere a que es un bien común, ¿qué es lo que puede pasar entonces?-, tarareó indeciso. —Los muggles atacan a lo desconocido, dice usted, pero ¿qué es lo que harán los magos? ¿qué cree que están tratando de hacer Cilliwig en esta clase? No son bestias por batirse a lo desconocido, es instinto de supervivencia-, suspiró, se siente justo ahora tan inspirado por el principal de los Ollivander que casi parece abatido cuando concluye con su exposición. —La guerra no se puede evitar, madame Yaxley, y no siempre será meramente por una cuestión de principios mágicos o no mágicos, eso se lo puedo asegurar. Malfoy finalmente es quien se anima a responder primero, Hess escucha con atención, aunque parte de sus ideas aún giran en relación a Maida a su lado. —Haciendo un poco de lado las diferencias, pensemos mejor en las similitudes, ¿puede hacerlo?-, desvía la mirada para inspeccionar un poco mejor a la bruja. —¿Puede decirme similitudes entre los comportamientos, hábitos, costumbres entre los magos y los muggles?-, le sonrió antes de volver a señalar su reloj, prometiendo algo de tiempo para pensar en su listado mientras avanza con los brujos de DCAO. Quizá la solución para explicarle mejor a Ludwing de qué había sido su perorata anterior era un ejercicio. Hessen hubiera querido que el muchacho pensara todo este tiempo en esa vivencia con la magia oscura que compartió con la clase casi al comienzo; en el hecho de como lo había afectado en ese momento, tomándolo desprevenido, en qué o en quien había recurrido entonces para intentar sobrevivir a ello y en cómo lo hacía ahora, seguir viviendo, con la marca que ha dejado esa oscuridad dentro de él. Eso era, después de todo, a lo que le hacía falta enfrentarse. —Para hacerle cara a un hechizo siempre se podrá proteger o defender por la naturaleza del mismo que ya conocen de sus clases de enfrentamientos, duelo o como les llamen. Pero esto se refiere más bien a los síntomas, ya efectos y malestares que esta magia puede llegar a causar. Sabemos que la magia oscura tiende a dejar un rastro, marcas en las víctimas que van más allá de lo físico. Entonces, es ahí cuando realmente tenemos que defendernos de ella-, tararea, sopesando sus opciones. —Intentemos algo, ¿le parece? así quizá pueda entenderlo mejor-, rápidamente sus cristalinos ojos se posaron en Cillian antes de devolverle la vista al Malfoy, supone que aún no tiene nada que decir, por lo que aprovecha la distracción para lanzarse con rapidez, tirando de la solapa de sus ropas hacia él apunta directo al rostro de Ludwig apresurándose a conjurar una maldición. —Imperio-, masculla con los dientes apretados, encuadrando aún más su mandíbula con fuerza. El efecto ocurre de inmediato, la maldición entra hasta el subconsciente del hechicero y en cuestión de segundos, en un solo respiro, lo deja a la deriva, con su voluntad y fortaleza mental como su única posible defensa. Hess no tarda en darle la primera instrucción. —Lastímalo, quiero todas sus lágrimas en un frasco de cristal, -, ordena con un siseo suave señalando con un movimiento de cabeza a Cillian junto a ellos.
  4. Asintió un par de veces a sus palabras, con distracción, pero le divierte que nuevamente la cuestión del nombre salga a flote, ¿no era tan difícil realmente o si?, —Puede llamarme como quiera señor, no me importa-, respondió apenas aún tanteando los bolsillos internos de su abrigo en busca de las notas que había preparado para la clase, seguramente debieron haberse caído antes de partir de vuelta a Londres, terrible, porque había encontrado una historia monísima y lo suficientemente extensa sobre el tema, algo que no los orillara a los ejercicios prácticos donde pudiese estropear su calzado con un aguasal descontrolado por alguno de los participantes de la clase. Supone que ya no es importante ahora que igual ha terminado empapado con tan solo aparecer en el sitio. Pero cualquier rastro de molestia que esto pueda provocarle, es disipado rápidamente por Mael, quien ha comenzado rápidamente a mostrarle cuál es su interés por la meteorología, o algo cómo eso. Hess se cuestiona brevemente si el muchacho en realidad está interesado en esta magia con algún propósito específico o, como lo aventuran sus primeras palabras, solo está inclinado a “probar cosas nuevas”, por no decir que era un acumulador de conocimientos. —Si, también pienso algo parecido. Aunque como yo lo veo; el conocimiento es más bien una fuente, un pilar o una herramienta, en cuanto al verdadero poder yace en la voluntad de cada individuo de hacer, o no hacer, algo al respecto con todo el conocimiento que se adquiere-, chasquea luego con la lengua pensando su siguiente respuesta que no es más complicada, si no que quizá pueda ser decepcionante para el mago. A su alrededor reciente como los vientos han comenzado a arreciar y la lluvia no deja de golpear sobre ellos, ¿Mael lo vería cómo una característica de debilidad si le pedía que se moviesen a un sitio menos caótico y más cálido? —Lo cierto es que dentro de la meteorología realmente no existe una gran variedad de hechizos como tal para emplear esta magia, por su naturaleza, es más común acudir a una serie de rituales multiculturales que con el pasar del tiempo han evolucionado. ¿Le suena de casualidad “la danza de la lluvia''?-, un trueno iluminó el cielo con un rugido que parece el de una criatura. La lluvia cesó, pero se llevó con ella la energía eléctrica de la ciudad y los gritos de la audiencia a varios pies de distancia se alcanzan a escuchar con eco hasta donde están. Hess se relajó por la calma temporal. —No se preocupe, no vamos a hacer algo como eso de no ser necesario, no tenemos tanto tiempo además. Pero debe saber, que es bastante eficaz además de otros ejercicios de magia sin varita que responden muy bien a los fenómenos meteorológicos. Avanzando un poco por la explanada, camina hasta un punto más cercano a la orilla del mirador, está protegida por un muro alto y translúcido, pero de todas formas se tiene una buena vista de la ciudad solo iluminada por las luces de emergencia de algunos edificios. —Dentro de otras magias ocultistas la meteorología cumple más bien la función como la de un sortilegio, que según la capacidad del mago, se cree incluso que se puede llegar a manipular el destino de alguien a través de una predicción hecha a partir del tiempo (clima). Eso es decir mucho, ¿no lo cree?-, su varita aun en mano chispeó un segundo antes de con un movimiento firme lanzar un rayo al cielo, dibujando la figura de un animal marino serpenteando por entre las nubes, desde abajo los alaridos de la gente se hacían escuchar. Hess sonrió satisfecho, ya puede imaginar los tuit dramáticos provocados por un simple hechizo de luz que tiene a los supersticiosos nomaj tan fácilmente impresionados, aún en estos tiempos. —Si me deja hacer un comentario personal, diría que el poder o utilidad de la meteorología que un usuario puede alcanzar se limita a su capacidad de imaginación. Se giró para quedar frente a frente, a un par de metros de distancia aproximadamente, así de cerca el mago le parece alguien mucho más bajo de estatura de lo que recuerda de su encuentro en la Ollivander, y eso que entonces no tenía un mejor aspecto que el del día de hoy. —Mucho de esta magia pide conocer un poco sobre los estados de la materia y entender los elementos que lo conforman. Sume ese conocimiento a un movimiento convincente y eficaz de su varita y obtendrá un resultado-, explica. —Comencemos con algo simple, dentro de lo que cabe, porque considero que para esto al igual que otras artes se necesita de un llamémoslo "don" que más allá de tenerlo en la sangre es algo de...actitud-, él se atrevería a decir que esto es el equivalente a “el ojo interior” del que se habla en adivinación. Y no muchos podían entender el concepto. —Concéntrese en el ambiente que se ha generado alrededor de nosotros bajo este domo que por un tiempo nos protegió de la lluvia, sienta los elementos aquí involucrados, y trate de condensarlos para formar estratocúmulos solo sobre nosotros. Sea preceptivo, muy perceptivo con su entorno, aproveche la energía del medio y deje que la naturaleza le indique cual es el movimiento correcto. La varita aquí, como en muchas otras ocasiones, será solo un canalizador de magia, de toda esa energía.
  5. Mientras se ocupan en tomar un lugar cerca del fuego donde la guerrera los a invitado con inesperada amabilidad, va pensando en que la introducción de Runihura le hace recordar un poco las lecciones de la nana que debía cuidarlo mientras era preparado para los rituales como brujo iniciado desde una edad temprana. Los relatos de la longeva mujer siempre tenían esa seriedad con la que alguien hace bien y toma enserio su trabajo, ella había criado a varias generaciones se brujos antes de él, era su deber, y más allá de la crianza, transmitía conocimientos ancestrales y a la vez único según el sucesor en turno, para hacerlos creer que ellos formaban el vínculo entre los dioses de la naturaleza y el pueblo. Quintel, Ehécatl. entonces, lo sentía que sus métodos, impuestos por los sacerdotes, era más bien como un deber que se impone y no tanto como algo que debía ser, pues, natural. Mucho de todo eso cambió tras la caída de la gran Tenochtitlan, la ciudad se encontraba en ruinas bajo los cimientos de las nuevas colonias y con el sacrificio de Xcaret el pueblo se ocultó en un plano atemporal de la realidad. Sólo entonces, pudo sentir una verdadera conexión con el medio, Quintel lo describiría después en sus diarios como la sensación de estar muerto, no perteneces a un lugar específico del tiempo y lo único que te rodea son los espectros de los seres del pasado y los Dioses (o espíritus) de la Naturaleza. En esos tiempos creía conseguir el mayor grado de iluminación, estar conectado con la tierra bajo sus pies, lo suficiente como para incluso mantener un control de ella como si se tratase de una extremidad más de sí. No obstante, una vez fuera de ese bucle la conexión había vuelto a perderse y ya ni siquiera podía sentir la presencia de su difunta madre a su alrededor. Parte de todo eso hizo difícil acostumbrarse también a los métodos en como hoy enseñan la magia a pesar de haber experimentado con ella durante décadas. No pasa por alto las advertencias de la guerrera, sin embargo, lo que dice y habla hasta ahora también despierta sobre él un interés mayor en esta fuerza y poderes que otorga el vincularse con la magia de las Auras. Ahora que lo escucha de palabras de Runihura, puede comenzar a darle forma, o quizá una definición que puede entender mejor, aunque sigue siendo poco claro en algunos aspectos, como por ejemplo saber si, similar al libro del caos, estas auras funcionan como fuerzas o entidades independientes que colaboran con el invocador o si una vez completado el aprendizaje de este libro de hechizos, el usuario tiene el completo control de esta fuerza. Por un momento se imagina que esto es como el fuego, lo malo de jugar con fuego sin conciencia era que puedes quemarte, hace que se pregunte qué clase de repercusiones conlleva el uso de esta magia sin cuidado y que consecuencia perjudicial trae consigo. De mejor gana que quizá como lo hace Ben, acepta la taza con la infusión que la guerrera les ofrece, respira un poco los olores que desprende desde el vaho y se sorprende de que, a pesar de esperarlo, no le revoca a nada en concreto, ni un lugar o a una persona, sin embargo, hay algo de familiar en ello también, como si se tratara de algo tan habitual y cotidiano que apenas notarás que está ahí. Pero cuando las palabras de Runihura continúan explicando en qué consiste este experimento entiende un poco mejor lo que está pasando, sobre todo cuando hace mención al mundo de los espíritus. No sería esta la primera vez que practica un ritual de esta índole, ha probado cada experiencia con anterioridad en su propio pueblo origen y luego a lado de George, sin embargo, hoy tiene un mayor peso, quizá porque esta vez está sintiéndose solo, bueno si, Benjamin está con él, pero no es y no quiere que sea responsable de lo que le suceda aquí y ahora y si por torpeza o falta de pericia no consigue establecer un nexo entre ese y este plano. No le queda más que confiar en sus instintos más primitivos, le basta con saber que Scared tenía fe en él y la magia que era capaz de conseguir. Lo mueve además imaginarse que quizá una vez iluminado pueda aprovechar para fortalecer otras conexiones que se han debilitado con el pasar de los años. Y tras volver a respirar una última y larga vez el aroma de la infusión, dio un sorbito pequeño, luego medio llenó su boca con el sabor de la rashka. Los efectos son casi tan inmediatos que apenas le queda algo de conciencia cuando Runihura alerta al final sobre evitar mantener contacto con los seres que encontrarán en su transición. Finalmente se deja llevar por los efectos del elixir que han bebido, puede sentir como su cuerpo es cubierto por capa tras capa de alguna energía que llega desde la naturaleza, pesa sobre sus hombros y su cabeza, mientras que de apoco va perdiendo cada vez más la presencia de Runihura y Benjamin cerca de el. Alrededor de él puede escuchar las voces como murmullos o lamentos indescifrables, no se atreve de buenas a primeras a abrir los ojos, no tiene miedo, pero no se siente aún con el conocimiento necesario para enfrentarse a lo que se encuentre al abrirlos. Es así que se enfoca en lo que Runihura les ha indicado anteriormente, en formar un vínculo entre este mundo espiritual y el exterior. Razona entonces, que si aquello lo ha arrastrado lejos de su cuerpo debe encontrar un ancla que lo devuelva a su centro. Replica aquel ejercicio de meditación profunda que practica todas las mañanas para verse iluminado por la guía de sus muertos, no ha tenido mucha suerte en establecer comunicación con ellos desde que se instaló en Londres, sin embargo, hoy se siente protegido por esta fuerza que lo recubre como una coraza y no le lleva más tiempo en darse cuenta de que esta energía brota desde su propio interior. Cuando logra controlar la sensación de desequilibrio puede concentrarse en volver intentar a formar una conexión, agudiza entonces sus mejores sentidos, el oído y el tacto son los más perceptibles en este trance, aunque sigue siendo una experiencia difícil de describir, esta seguro de que le llevará mucho tiempo plasmarlo en palabras, aunque quiza pueda pintar un retrato de ello una vez que estén de regreso en el palacio junto a Benjamin que ahora a su lado se siente intensamente, de un modo salvaje que cree que solo ha visto pocas veces escapársele de la mirada. El calor que Whisper emana es insistente, aún más que la fogata que rodean y que no se ha convertido más que en una luz que aún con los ojos cerrados puede ver, pero Ben… Ben es como si se hubiera contenido en algún recipiente frágil y elegante por tanto tiempo, pero aquí, desde este plano, tiene otro matiz, desordenado de las puntas, y voraz, siente que si se acerca demasiado rápido a él podría calcinarse. El mismo se siente distinto, pero no salvaje, más bien es como un líquido espeso que se mantiene de pie por un ínfimo hilo de tensión que representa su propia conciencia y si la perdiera quedaría desparramado en este lugar desordenadamente. Asi que esta hacienda el esfuerzo, de mantenerse así de quieto, de no mover o romper la particula que lo mantiene de aquel modo, pero a medida que el calor que emana Benjamin aumenta, invitandolo al caos, es más difícil concentrarse en esta tarea y no solo dejarse llevar, al menos hasta que otra fuerza -lo toca- sobre el pecho y al instante que sigue, con un tiron brusco de sus sentidos, él simplemente queda -fuera- del trance, apenas capaz de sostener la taza entre sus manos, sin embargo, aún siente ese tacto empujándolo, o mejor dicho, sosteniéndolo para que no se rompa y se desparrame por todos lados.
  6. G. M. Lo que siente no es algo malo, tampoco doloroso o torturador, ni nada parecido a algo como eso, solo es...extraño, como algo diferente, que no ha probado antes. Físicamente está sano, pero sus ojos que han perdido todo rastro de juventud y vida no dejan de reflejar en su claridad la marca tenebrosa que ha sido invocada sobre el cielo de los callejones de Londres y retuerce algo dentro, desde lo más profundo del interior de su averiada cabeza hasta ese lugar donde recientemente estrena una marca semejante a la que se encuentra proyectada en el cielo, como si se tratase de una nueva cicatriz sobre su cuerpo. Quizá solo por eso es que es más soportable tolerar el síntoma que le provoca este llamado. Pero no acude de inmediato, ellos no lo necesitan ahora mismo de todas formas, está casi seguro de ello. Sin embargo, tampoco puede abandonar la posición que ocupa a media avenida solitaria, con la oscuridad y el silencio sobrenatural que lo rodea como su único acompañante. La mansión Riddle es el único lugar donde sabe que puede encontrar a alguna de estas personas, donde puede ir a atender el llamado y, de una vez por todas, saciar la casi necesidad de saber quien y con qué motivo es que han sido invocados. El edificio se encuentra al final de ese corredor vacío, no se imagina, aún si recién se integra, que ellos puedan negarle el acceso, aunque sospecha que podría considerarse como algún tipo de ofensa si no acude prontamente. Expuesto a la intemperie nocturna, a la vista de cualquiera que pasara por ahí, no se mueve de ese lugar todavía a pesar del frío, se mantiene quieto como una farola fundida sobre la acera, atento en algún punto no definido al otro extremo de la calle, vigilando, o más bien, esperando. Él quizá permanecerá así hasta que la noche termine y la marca sobre el cielo desaparezca. —¿Por qué nadie usa este camino?-, pregunta de pronto, hay a alguien que se mueve cerca, en las sombras con sigilo, pero que igualmente ha roto su eterno silencio y lo saca abruptamente de sus pensamientos. Debe tratarse de alguien tan o igual de perdido que él en sus ideas que incluso ha sido descuidado y se ha dejado atrapar por alguien como él, porque tiene el tiempo suficiente aquí como para haber notado que el camino que lleva a la Riddle desde el cementerio de Pequeño Hangleton es casi secreto. Quien sea la otra persona que se encuentra ahí además de él , puede intentar mostrarle el camino para seguir adelante, o volver atrás. —¿Tu sabes a dónde es que te lleva? @ Darla Potter Black
  7. Triviani había tardado en cruzar el portal que él mismo había invocado por alguna razón, el por qué causa es información que desconoce, la administración de Castelobruxo simplemente le notificó que debía estar presente de nuevo en Londres antes del mediodía. Un brinco tan largo de continente a continente no habría sido un verdadero problema, pero Meteorología ha terminado por acaparar el tiempo libre que había querido destinar para aprovechar su estancia en América alejado del caos que aqueja a Londres antes de comenzar con la nueva consigna que se le ha sido encomendada por el principal de los Ollivander. Luego de eso, hacerse de tiempo libre, sería mucho más complicado que antes. Para no variar, el cielo de este día sobre Londres es catastrófico, lo ha visto en el pronóstico del clima de esta mañana en las noticias nomaj, que no están tan equivocadas a la realidad como se especulaba; que las nubes de tormenta se agrupan sobre los rascacielos y aunque los chubascos no se han hecho presentes los truenos ya rugen en su interior anunciando que se avecina una tormenta enorme. Agradece llevar de antemano el hechizo impermeable que hace que por lo menos sus calcetines dentro de sus zapatos y el traje de sastre se mantengan secos, aunque no podría evitar el agua sobre su cabello de todas formas. Finalmente, con un estruendo que hace vibrar los cristales del alto edificio, el primero de los rayos de tormenta cayó sobre Londres siendo absorbido por uno de esos para rayos colocados en lo alto de un rascacielos más cercano. Unisonoro a él, Hess se apareció tras el destello de luces que rompen las nubes y terminan por dar inicio a la gran tormenta. Para entonces Mael ya está ahí, de pie sobre la parte más alta en el mirador del edificio donde supuestamente comenzaría la clase junto a Triviani. Hess se detiene un momento a observar al mago oscuro ahorrando un suspiro de agotamiento antes de comenzar con sus explicaciones y excusas. Lo cierto es que se conocen de algún modo, también había tormenta esta vez, sin embargo la experiencia no fue del todo una que llamaría provechosa. Así que con la última instrucción que tiene, simplemente hace lo que tiene que hacer. —Cambio de planes, es algo de último momento, espero no le moleste. Pero que esto nos sirva de ejemplo, naturalmente el clima es así, aunque exista quienes se dediquen a pronosticar, la verdad es que en gran medida no deja de ser, bueno, impredecible. Es una de las cosas que se debe considerar desde el comienzo, en esta maestría lo que se busca es aprender a controlar los elementos o factores que influyen en la climatología para manipular o transformar los fenómenos atmosféricos según nuestra razón. Convertir lo impredecible a predecible dependerá solo de sus conocimientos, habilidad y control propio sobre esta magia. Tiene que hablar un par de tonos más alto de lo habitual, además de la lluvia, el viento a estas alturas del rascacielos tampoco ayudan a que sea más fácil exponer. Conjuró sobre sus cabezas una especie de domo de materia transparente para repeler temporalmente la lluvia sobre ellos. —Soy Hessenordwood, por cierto. Entonces, ¿por qué puede interesarle la meteorología?-, pregunta distraído mientras busca entre sus cosas la información apresurada que ha preparado para esta clase. Que fuera improvisada no quería decir que fuera a dejar de ser monótonamente aburrida, no sería muy propio de su parte. —¿Es solo una asignatura más para el historial? o es que ha hecho su tarea en casa y conoce sobre los beneficios de aprender a modificar el clima más allá de fastidiarle la tarde a un vecino. @ Mael Blackfyre
  8. Grelliam M. La gente cosecha lo que siembra. No puede pensar en una expresión mejor que represente toda esta situación, tanto para él y, aunque no los conoce, está casi convencido de que también lo es o será para ellos que se reúnen en este lugar, que de apoco se comienza a ocupar con personajes que de buenas a primeras no es capaz de recordar si alguna vez ha visto sus verdaderos rostros o si conoce sus nombres y, en cambio, ahora se encuentra aquí como uno de ellos o algo semejante a eso. Porque ciertamente es muy pronto para decirse a sí mismo que es uno de ellos, que piensa igual o parecido, o si es que puede encontrarle un sentido real a los ideales con los que inicialmente se ha construido toda esta organización, en lo que se ha transformado con el paso del tiempo y la forma en esencia que cada uno de sus líderes ha sabido otorgarle. ¿Hacia qué dirección los llevaría Arya Macnair entonces? Ha entrado a la mansión Riddle silencioso como lo es siempre, se ha escabullido y mezclado entre la gente ahí reunida sin intentar capturar la atención de nadie. No lleva tanto tiempo aquí como para haber presenciado la salida de quien encabezaba a este grupo de personas con anterioridad o para siquiera conocer su trabajo más allá de los alarmantes encabezados en los periódicos, pero de solo escuchar su nombre puede decir que conoce de quién se trata. Aunque no sabe si hubiera tenido el mismo placer de servirle tanto como lo hizo en su escaso tiempo de inquisidor. No obstante, hoy al grupo mortífago lo representa una entidad que es desconocida, pero no menos apreciada, no por nada debía estar a la cabeza ahora, algo o alguien la ha puesto en ese sitio tan importante y aunque se lo cuestiona, el por qué es ella, aprovecha que sigue siendo aún un espectador y observa mejor, con pálidos ojos, que la gente a su alrededor dice mucho más de quien pudiera ser. Las diferencias de ideas sobre su nuevo líder no son de extrañarse. Hace mucho que no puede juzgarse a sí mismo como una persona perceptiva, mucho menos empática, pero entiende por lógica, el por que tal vez es que Arya está siendo cuestionada en silencio por la mirada de algunos y custodiada por aquellos que le responden con la misma aparente lealtad con la que se repiten esa frase una y otra vez; Semper Fidelis. Pero ¿a quien o que exactamente hacen ese juramento? ¿A Arya? ¿A ellos mismos? Las preguntas son inevitables, no porque dude, él ya no hace esas cosas, sin embargo, no puede evitarlo, el querer saber, saciar la inquietud que le provoca la falta de entendimiento. Un frío sobrenatural recorre su cuerpo adolorido sentado en el suelo de la mansión Riddle donde ha permanecido todo este tiempo recargado sobre un delgado muro de madera observando y capturando para sí mismo este encuentro, se estremece una vez más cuando los vidrios se rompen tras la proclamación de Arya escarchando el suelo a su alrededor con el cristal e hilando promesas de sangre a través de ellos, pero no se detiene y continúa sumergido en su cavilación. ¿Quienes eran en realidad estas personas y por que les entregaba ahora lo último que le queda de cordura y existencia? Después de tanto tiempo de resistirse, él finalmente ha decidido solo seguir lo que considera que es verdaderamente racional y natural. Era demasiado simple como eso, su brújula moral podría estar descompuesta, sin embargo, ¿qué puede estar mal con ellos si es que su comportamiento es una total semejanza de lo que se ha transformado esta comunidad Inglesa? Son solo una consecuencia más. Cansadamente, como si lo hubiera vivido otras veces, escucha lo que cada quien tiene que decir y aunque no encuentra todavía el como, está de algún modo seguro de que ellos, son algo que le tiene que suceder a este mundo para que pueda seguir funcionando. No pueden ser algo del todo malo entonces, sino más bien necesarios. Sobre todo ahora que los tiempos eran inciertos. Se mueve entonces, aun sentado en el suelo, arrastrándose apenas para alcanzar un trozo de vidrio que ha caído cerca de él, pero que no lo ha lastimado todavía y admira a través del cristal roto entre sus manos el olor de la sangre de otros. El valor de la sangre en estos días le parece casi tan insignificante que no puede creer que éste sea el mayor voto de lealtad que puede ofrecerle a Arya Macnair. Absorto en la imagen entre sus manos, incapaces de herirlo así mismo en nombre de otros y con los oídos ensordecidos por sus propios pensamientos, puede percibir el interés que acentúan las palabras de los participantes en la reunión. Su interés estaba puesto en el ministerio y su nuevo líder, el cual además tiene entendido que se declaraba a sí mismo como un colaborador activo de la Orden del Fénix. Tan solo imaginarlo su boca se tuerce en una sonrisa distorsionada por las cicatrices de su rostro, la idea era casi clara en su mente; lo mejor que pudo haber hecho esa persona para realmente ayudar a su gente era simplemente no haberse entrometido. Aunque es muy temprano en el amanecer como para asegurarlo, pero ¿qué es lo que espera el mismo pueblo sometido que él haga por ellos?
  9. —¿Futuro esposo dice? -, sus claros ojos destellaron con interés y les sonrió reemplazando el moderado gesto de impresión que le causa la aclaración de Cillian sobre quien es Ludwig. —Ahh, el amor-, rió divertido, hay algo de ironía en esta idea plana de lo que él piensa que pueden y no verdaderamente llegar a sentir las personas los unos por los otros, entre sus primeras veinte cosas, por supuesto, no se encuentra algo tan complejo como el verdadero amor. —Cuando te das cuenta de que deseas pasar el resto de tu vida con alguien, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible, ¿cierto?. Debo felicitarlos entonces, ahm-, tarareó en lo que se pensaba una mejor respuesta. Él está fabricado de muchas palabras, modos y gustos, pero Hess cree que dejó de ser alguien realmente emotivo hace mucho tiempo. —Ojalá que todas sus lunas sean de miel, mi señores. La noticia no pasó desapercibido, pero hoy no están aquí para hacer del todo sociales a pesar de lo que Malfoy ha mencionado al comienzo del curso, habrían entonces que continuar y tras rápida y ordenadamente archivar esta información que Cillian le ofrece tan abierta y descuidadamente procedió a dar continuidad al tema. Y como era de esperarse Ludwig continuó con sus explicaciones. —Usted puede llamarme como quiera, señor. Ahora, veamos, un horrocrux-, después de que Ludwing termina de contar su experiencia Hess medita sobre lo que les ha contado, si, su historia es bastante breve, pero también esperaba que no le fuera tan sencillo explicar lo vivido, sobre todo tratándose de una magia tan compleja como lo era un artefacto corrompido por un alma rota, así que felicita su intento con un asentimiento después de un rato de silencio y deja que Cillian continúe con su exposición, ambas partes son igual de importantes. —Si-si-si. Lo que dice es muy acertado, Cillian, está en lo correcto y es bastante propio, porque no vamos ahondar en ese tema, sin embargo, es muy importante saberlo-, nuevamente devolvió su atención a la pizarra y sus pálidos ojos que son casi transparentes como el cristal comenzaron a buscar la información que ha dejado escrita ahí sobre encantamientos. —Y lo que debemos entender de este arte es su naturaleza, ¿han llevado clase de encantamientos antes, verdad? Adoro esa clase, y no porque fuera excepcionalmente bueno en ella, porque ciertamente no lo era, pero me gusta, porque así podemos aprender mucho de los hechizos, su origen y cómo es que están conformados. Se giró sobre sus talones y echó un vistazo por encima de ellos, la puerta del aula sigue abierta, pero lamenta que el último de los tres de DCAO no esté presente para su siguiente explicación. —Ahora bien, si os atacara con un hechizo que lanza llamas para quemarles la carne hasta quedar en sus huesos, entienden que es un encantamiento que representa al elemento fuego, ¿cómo piensan que pueden defenderse de ello?-, deja la pregunta al aire, pero no parece esperar tampoco por la respuesta de ellos y continúa. —Si los metiera ambos en un estanque y los intentara ahogar en agua ustedes buscarían el aire, si los arrojo desde lo alto de la torre astronómica necesitan saber como amortiguar la caída y si yo envenenara su sangre requerirían de un antídoto para no morir, ¿le encuentran el sentido a esto? Lo que quiero decir es que para todo hechizo, o ataque, siempre habrá un contrahechizo o un modo de contrarrestar los efectos de un encantamiento sobre nosotros. Me atrevería incluso a decir que lo hay hasta para evitar la muerte, ¿han escuchado la historia de un tal Harry Potter? Hizo una pausa para dejar que ambos procesaran toda esta información, Hessenordwood no es bien reconocido en el claustro de profesores en el Castelobruxo por ser el que lleva las clases más entretenidas y por el contrario ha recibido quejas de parte de los cursantes por lo aburridamente monótonas que son sus materias. La verdadera pregunta era ¿por qué seguían guardándole una plaza en este lugar? De cualquier forma la pausa ayuda también a bien o mal recibir a una de las participantes que han demorado en llegar. La impuntualidad no es su característica favorita en las personas, sin embargo, no puede ser exigente tampoco. Con un ademán la invitó a pasar en silencio y le señaló a la bruja un lugar junto a él para que se mantuviera a su lado en lo que terminaba con su explicación para los que estaban más interesados en defenderse de las artes oscuras. —Entonces, siguiendo este razonamiento, y teniendo en cuenta un poco en qué consiste la magia oscura, con toda esta naturaleza de causar daño ¿hay alguna idea de cómo enfrentarse entonces a esta magia? Pueden teorizar, aun estamos a tiempo de eso-, volvió a sonreír relajadamente, lo menos que quiere es torturar sus mentes, todavía no. Sus pálidos ojos se posaron brevemente en la bruja junto a él antes de volver a pasear la vista por el salón, lo cierto es que tenía en mente algo mas interesante que hacer con ella, pero dado los tiempos, el tema para la clase habría que tomar otro giro inesperado. Y con lo mucho que Hess odia la improvisación. —Maida Yaxley, me hubiera roto el corazón si no llegaba, estudios muggles, ¿cierto? Venga aquí que si tiene mucho que compensar-, hablaba bajo mientras se inclinaba apenas para poder casi susurrarle aquello, como si no quisiera atreverse a interrumpir el tiempo de meditación del par de brujos. —Los señores son Ludwing y Cillian, ellos están comprometidos. Que bonito ¿no lo cree?-, asiente, dando por hecho que nada de lo que ella diga ahora puede hacerlo cambiar de opinión. —Las bodas clásicas son espectaculares, están llenas de curiosas tradiciones incluso entre los no mágicos que, vaya pues, aun sin magia, son capaces de contener elementos tan significativos para ellos que en su creencia los hacen pensar como si realmente lo fueran; bodas mágicas-, suspiró dramáticamente. —¿Usted cree Maida que la abolición del estatuto internacional del secreto de los magos pueda interferir con todas estas tradiciones muggles? Quiero decir, ahora los nomaj saben que sus bodas no son realmente mágicas, porque no tienen una pisca en sus antepasados del gen mágico que realmente trascienda, entonces, ¿qué sucede con todas estas tradiciones y/o costumbres que hay en sus celebraciones? Con una seña sobre su muñeca, donde debería encontrarse el reloj averiado, indicó a los muchacho frente a él que el tiempo se les agota y pronto deberán comenzar a exponer sus conclusiones y teorías de cómo es que pueden enfrentarse entonces a estas artes oscuras. —¿Ha estado presente en alguna de estas celebraciones de los nomaj, Yaxley? No necesariamente una boda, pero cuénteme qué y cómo era, y si cree que de algún modo puede verse afectada con la actualidad que existe entre estas dos grandes comunidades.
  10. ¡¡Doni guape!! Muchas felicidades hermano 🥳🥳🥳 Casi se me ha pasado dejar por aquí para tus respectivas felicitaciones, así como CASI se te olvida pasarte por la clase de duelo en el séptimo curso..ah no, espera -llora en el rincón del fracaso- Asdfg en fin xD aunque te conocí con otra apariencia)? de esencia pareces ser el mismo, me da alegría y cosa buena poder pasarme por aquí ahora que nos conocemos aunque sea un poquillo. Espero que recibas mucha buena vibra y hartos mapaches hoy de la gente que más te aprecia pues para que recibas de la mejor manera y con lujo de gloria los demás años que te esperan por delante. ¡Ánimo! y que te lo pases como te mereces Un abrazo desde el norte y nos leemos pronto guapo PD: No soy Rory xD ¿o si soy? 0: #IlliTau
  11. Quintel Guillam La fuerza del aire empujando en su contra mientras la gravedad lo arrastra hacia abajo es una experiencia totalmente agradable a pesar del vértigo en sus entrañas, mejor aun que volar una escoba. Por un momento, tras una voltereta que lo deja de espaldas contra el piso, con la figura de Benjamin arrojándose con más elegancia por el portal en el reflejo de sus lentes, se imagina que esta presión que empuja en todas direcciones sobre sus ejercitados pero jovenes músculos es el mismo mago mentor, en ese parpadeo la distancia entre ellos desaparece y aunque seguramente es memoria olfativa, puede sentir su loción en el viento que golpea duramente a su alrededor. Y es que Benjamin es y se siente un poco mucho así; una fuerza que viene de cualquier lado, que lo empuja, tiene una fluidez natural, pero al mismo tiempo es fuerte, firme y constante, sin embargo, no lo lastima, a pesar de todo ese carácter hostil y algo huraño que no solo aparenta. Es por eso también que vivir con él es así de emocionante, en cierta forma se siente que es como caer al vacío de toda esta realidad que lo rodea, pero al menos tiene a Ben ahi, que lo hace cambiar de dirección, que ralentiza su caída a la nada. Solo cuando siente que ha Ganado ya suficiente velocidad es que busca a tientas la cadena por debajo de la túnica que se ha colgado sobre si un instante antes de saltar, ahí hay un par de dijes ordenados por tipo de utilidad, pero es el amuleto volador lo que Quintel está buscando en esta ocasión. Lo sujeta entre sus manos con fuerza antes de hacer uso de él, es una costumbre muy suya aun, agradecer la fuerza de los objetos mágicos para uso propio como si artefactos bendecidos se trataran, es una práctica que Benjamin no ha podido desarraigar todavía. Así que, una vez más, agradecido con los poderes de los pueblos Uzza con los que se ha vinculado, hace uso del amuleto volador para comenzar a amortiguar su violenta caída. Girándose nuevamente, con otra voltereta que parece acrobática, tiene entonces una amplia y mejor vista de los campos del Uagadou donde se han de encontrar con Rhunihura en breve. Aún le quedan suficientes pies de altura para conseguir planificar un aterrizaje limpio sobre la superficie de los montes, hay cierta técnica además en como lo hace, como si no fuera esta la vez primera que se aventuraban a una actividad tan kamikaze y, quizá, inconsciente de riesgos o prudencia. Le lleva solo un poco más de tiempo sentirse seguro de nuevo sobre el suelo firme, pero al menos le da brecha para recibir con suficiencia a Benjamin que aterrizó poco después de él. ―Tentar a mi suerte es lo último que haría tratándose de ti, Benjamin-, como reflejo involuntario había intentado evitar las manos del mago sobre sí, pero tan rápido como la loción que desprende su piel nuevamente golpea sus memorias sólo cede al ordenamiento que Whisper ejerce sobre su persona, ocupándose mejor de agrupar los amuletos de ambos por debajo de la túnica. Una vez que están listos para continuar, después de compartir ese silencio acompañado de la pesada mirada del rubio sobre él, se dirigen hasta donde deberían encontrarse con la guerrera, en una caminata que es algo mas tranquila que la arriesgada precipitación de hace un momento. Por mera intuición Quintel activa un par de amuletos mas, para evitar la distracción o el daño de alguna criatura salvaje o ponzoñosa escondida entre los relieves de esta naturaleza y, a la par, de reojo puede ver a Ben hacerse con su anillo salvaguarda contra miradas indiscretas y colocarlo cuidadosamente en su mano. Quintel sonríe, admirado y preocupado por la paranoia y alta prevención de Whisper ante cualquier posible escenario. Poco tiempo después de eso, la figura de la guerrera fue parte también del paisaje frente a ellos, sentada contemplando los colores del amanecer que, hasta ese momento, en el que repite el gesto y se permite echar un vistazo al horizonte, se percata de que parecen estar cargados de una energía sobrenatural. A diferencia de otras veces no procedió a interrumpir la quietud y calma con la que han sido esperados, si no que se integran de a poco tras una venia de cortesía y con un silbido suave de un quetzal cómo su unica presentacion, Quintel aguardo a la par de Benjamin, para que Runihura les muestre y guie su camino en esta enseñanza.
  12. Quintel Guillam Apagó la última veladora sobre el altar cuando la voz de Benjamin se escuchó desde el otro lado del pasillo, provocandole casi de inmediato un nudo en el estómago. No está nervioso por llevar esta enseñanza junto a Ben, además de su compañero de piso, Whisper ha sido un mentor todo este tiempo, le ha mostrado en gran medida la mayoría de reglas de etiqueta, comportamiento y buenos modales que se necesitan para, aparentemente, poder sobrevivir aquí, también le había enseñado otras cosas que Quintel encuentra más útil como técnicas para mejorar sus brebajes, encantamientos de o mejorar sus estrategias en una confrontación mágica. Así que ir junto a él para intentar aprender de un libro de magia guerrera tan avanzado, lejos de intranquilizarlo, lo motiva. La calculadora y observadora mente de Benjamin siempre sabía como esclarecerle las ideas mejor que nadie, sin mencionar que tenía una perspectiva bastante atractiva de las cosas, aunque no siempre estuviera de acuerdo con él, pero igualmente lo dejaba impresionado. Sin embargo, aprender de la magia de las auras es lo que le preocupa ahora. En tiempos de antaño, entre los habitantes de su pueblo, se tenía la creencia de que la aparición de un brujo que manipulara esta magia era de mal augurio. Las malas profecías de los grandes sacerdotes alertaban también a la gente de los poderes malignos de ésta y a quiense atreviera a decir lo contrario, o tan siquiera a indagar en el tema, no era bien visto por su gente. Xcaret no vivió tanto tiempo en esta tierra como para poder decirle lo contrario o explicarle algo más sobre la naturaleza de esta hechicería. Pero una de las cosas que más ha aprendido aquí, en esta época moderna, y sobre todo en este Londres mágico, es que las artes magicas se exploran muy diferentes a sus años de aprendiz de brujo. No debía sentir temor en su corazón entonces, no de algo que sin duda ha dejado muy atrás. Pero a pesar de rezarle a sus muertos como lo ha hecho todas las mañanas, hoy simplemente no siente la fuerza y el temple que necesita para esto. ¿Sería una señal de su difunta madre para que desistiera de este aprendizaje? Existía una conexión bastante particular tras cada vínculo obtenido hasta el momento con la magia guerrera de estos pueblos Uzza, podría ser solo que de algún modo el brujo empatiza con la situación actual de los guerreros, o solo por tratarse de una magia tan ancestral. Cuando escucha a Benjamín esta vez hablando sobre el tiempo sale de sus cavilaciones y se sonríe a sí mismo, pensando en que quizá Ben es toda la fuerza y temple que le hace falta para esto. Entonces salió de la habitación vistiendo habitualmente su ropa deportiva, con el cuidado de que, aun sus conjuntos deportivos, tienen el consejo y la aprobacion de benjamin antes de convinarlos con cualquier cosa que se encuentre en su armario. ―Llevo algunos amuletos aquí conmigo-, ha olvidado cambiar su voz, el áspero sonido que sale desde su garganta es solo un ruido sofocado, aún así, se apura a añadir algo mas antes de que el último ruido se agote. ―El resto están en la mochila. De todas formas nunca hay tiempo para todas estas cosas-, se detiene entonces para contemplar a Ben fuera de sus trajes elegantes (que hasta para ir a dormir luce con tanta clase), y le dedica una buena sonrisa satisfecha. ―Déjame a mi abrir el portal-, pide como un niño, dejando toda aquella seriedad que lo había acompañado desde su habitación para después. Sin embargo, no se espera por la respuesta de Ben y apenas lo ha visto pensarselo, que por el gesto premeditado parecía un rotundo -no- de su parte, el moreno se apartó unos cuantos metros y preparó su varita para conjurar un portal horizontalmente a poco menos de medio metro de altura desde el suelo. Al partir el espacio una ventisca cargada de humedad sacude las cosas en la habitación, quizá debió pensarlo mejor antes de abrir un portal adentro del piso en el PP. ―Este será un buen ejercicio, ya que no he tenido ni tiempo de avisarle a Hess que no saldría con él a correr esta madrugada. Bueno ¿te apetece una carrera hasta el Uagadou?-, sin decir más, toma el resto de sus cosas, entre ellas la carta de solicitud del colegio, coloca unos gogles sobre su rostro y se arroja al vacío dejándose arrastrar por las corrientes de aire mientras cae a gran velocidad.
  13. Sigue tu espiritu y sobre esta acusación llora por Harry, inglaterra y San Jorge Inscripción a los Mortífagos Nick: Hessenordwood Crouch Número de ID: 118247 Link a la Ficha: No. 103059 Venía también con pj secundario,
  14. G.O. Tenía que haber sido por el cambio de estación que se aproximaba, pero las tardes en Hogsmeade ya no duraban tanto cómo lo hacían durante el verano, rápidamente las sombras de los mausoleos y lápidas comienzan a alargarse sobre ellos como largas extremidades de la noche. A su alrededor, aunque aun el cielo es claro, las llamas de las antorchas que ha puesto ahí para evitar que la oscuridad de la noche los alcance por completo han comenzado a encenderse gracias a un aparato muggle que Hess le ha proporcionado y algunos trucos mágicos de su propia mano. De esa forma, en la penumbra del cementerio en el atardecer del otoño, el Pink Palace resplandece aún más con sus colores vibrantes en los muros y las luces que decoran a lo largo y ancho de sus patios y jardines. No tiene duda de porque alguien como Harriet y Cleo no pueden evitar sentir atracción por la edificación, aunque lo cierto es que, muy seguramente, podrían decepcionarse de él tras ver la clase de inquilinos que alberga y que, salvo por Whisper, y que quizá algo del Crouch, no son de la calaña de estas personas. Porque podrá parecer poco observador, pero no pasa desapercibido tampoco el desaire pretencioso de la heredera Travers. No es algo que le afecte en gran medida de todas formas, así que dejando de lado esas cosas, él entiende claramente que es lo que ellas, o específicamente Cleo, le está solicitando, que no es más allá que un hospedaje decente y de calidad para su señora. Él asiente como buen entendedor, a pesar de que no tiene las mismas costumbres o exigencias de estas personas, tras las explicaciones que Cleo le da se da cuenta de que quizá puede terminar este trabajo mucho más rápido de lo esperado, cobrar su sueldo cuanto antes y volver a casa para antes de que la noche caiga por completo sobre ellos. —Así es, ese de ahí es ahora el Palacio Rosa, la antigua residencia fue remodelada para ahora alquilar sus pisos, entenderá que ha tenido que cambiar bastante entonces-, algo de lo que esta mujer le cuenta le hace pensar entonces que conocen posiblemente más de este lugar de lo que él pudiera hacerlo, además de que se percata que, de este trabajo, no tiene más indicaciones o información más allá de tener que auxiliar a Harriet Travez hasta conseguir un reemplazo propio del padre Black. —Pero según sé, los nuevos administradores de ese lugar se reservan las plazas disponibles a cualquier persona, más allá del dinero, les gusta que sus inquilinos no sean, bueno, simples-, esta vez tiene un tono de malicia, apelando al orgullo de la pretenciosa muchita que finalmente le ve directo al rostro, aunque no parece del todo contenta. Con una agilidad que no ha mostrado antes distrae su atención a Cleo, después de todo con ella están acordando la situación, supone que igualmente están lo suficiente cerca para que ambas puedan escucharlo, pero al menos la acompañante de Travers parece estar mas dispuesta a ceder, a tratar con él para llegar a una solución y su disposición a su señora le conmueve y maravilla de alguna forma. —Es-estoy seguro de que igualmente podemos conseguirle un piso que puedan ocupar si ese es su deseo-, esta vez fue más gentil, no le perdonarán perder un ingreso como el que Travers es capaz de ofrecerles, por lo que puede llevar la fiesta en paz con ella por el momento. Finalmente, mientras ellas sopesan la información el comienza a desplegar el pergamino que se le ha entregado con las exigencias de Travers y no es hasta que siente la presencia de Cleo cada vez más cerca que aparta su casi anaranjada mirada del texto y se inclina sobre sí para escuchar lo que la muchacha le dice. El gesto más humano de ella al presentarse, aún con formalidad, le arranca una sonrisa nerviosa y otro tic sobre su brazo izquierdo. —Un gusto, Cleo Jones-, el responde, a su modo, con la misma gracia con la que la mujer esta vez lo trataba. —Mi nombre es Gu- Gu- ndr- Gure-, la pausa que parece otro gesto trabado de su recta mandíbula es más bien por lo extraño que se siente a sí mismo presentarse por primera vez con este nombre. Su nombre. Pero respira y cuando destraba finalmente puede decirlo. —Gurrendriel Ollivander-, esta vez puede incluso dentar su sonrisa que no pierde el atisbo de timidez de quien es nuevo o está aprendiendo a hacer un trabajo diferente. —Ahora, sí están dispuestas, solo debo mandar un par de mensajes para prepararlo todo. Pueden adelantar el vuelo en su carroza hacia el palacio y...-, el sonido de un timbre lo interrumpió, pero que horrible momento ahora que había tomado tan buen ritmo de habla. Confundido también por el ruido de aquel aparato al hechicero giró en busca de lo que fuera que lo provocaba, le llevó un par de vueltas sobre sí antes de darse cuenta de que el sonido provenía desde uno de los bolsillos de su pesado abrigo. —Oh, por supuesto soy yo, lo siento tengo que atender esto es…-, se alejó del par de mujeres para leer un dispositivo que tiembla en sus manos. Y después de poco menos de un minuto vuelve con ellas. —Malas noticias, me temo-, vuelve el ligero tartamudeo. —Tal parece que los síntomas de la viruela no pintan nada bien sobre el padre Black-, no termina la frase que es casi evidente, no es probable que el hombre sobreviva a esta noche, y aunque lo hiciera, los planes con Travers se ven afectados significativamente con este hecho. Además de que no sabe qué tan cercano es el Black para ellas. —Lo mejor será movernos al palacio, una vez que se instalen ahí y descansen un poco podrán deliberar que es lo que desean hacer-, sugirió, intercalando la mirada entre una y otra. No había más que hacer, a pesar de haber querido volver a casa antes del anochecer, presiente que se acerca una noche difícil para todos ahí. @ Rory Despard
  15. Debería estar acostumbrado a estas cosas, tiene el tiempo suficiente viviendo entre esta particular comunidad mágica como para haber entendido ya como es que estas personas funcionan entre si, aun así, con mas frecuencia de la que le gustaría admitir, sigue sintiéndose como un extraño entre ellos. Podría ser por la educación híbrida en la que fue adoctrinado entre magos y muggles, podría influir todos estos años en los que prefirió vivir entre los no mágicos y desenvolverse profesionalmente ahí, no como uno más, pero sí adoptando varias de sus costumbres. De todas formas tiene también toda esa escuela de casa sobre artes oscuras y magia de la sangre que se le han sido enseñadas con la continuidad de lo que es conscientemente normal, correcto y, en gran medida, necesario saber, tanto como lo era aprender a leer y escribir, encantar y saber contrahechizar. Por lo tanto enseñar de las artes oscuras no debería ser un problema, sobre todo si es para, según esto, defenderse de ella. Pero tras ver la entrada que hace caer hasta al suelo la llegada de un nuevo participante de este conocimiento lo hace cuestionarse sobre sus propios métodos de enseñanza, su perspectiva personal sobre el tema y que posiblemente podrían no ser los más adecuados para estas personas. Hess se incorporó de un movimiento abandonando su postura sobre el muro para intentar ayudar al mago que entra apurado creyendo que viene tarde a presentar la clase, aunque lejos estaba de realmente llegar tarde, lo cierto es solo que Hessen no puede quedarse quieto por mucho tiempo cuando aún tienen mucho que ver por delante. Sin embargo, antes de que pueda siquiera avanzar, tan rápido como apenas sus rodillas rozan el suelo, Cillian, que es el único nombre con el que se presenta, está nuevamente ahí de pie, arrancando de buena gana otra sonrisa al demonio. —No llega tarde Cillian, solo hacíamos algo de conversación para amistarnos-, vuelve a cruzarse de brazos recargándose sobre el muro junto a la pizarra con notas de encantamientos luego de que lo ve acomodarse junto al mago Malfoy. —El señor es Ludwing, yo soy Hessenordwood. Ahora, usted quédese ahí quieto y escuche , es importante, porque ya entrados en el tema, luego de que Ludwing nos cuente su experiencia, usted va a explicarnos ¿qué es lo que sabemos hasta ahora de las artes oscuras? Porque para saber defendernos primero tenemos que entender a qué nos estamos enfrentando-, con un ademán anima a Ludwing a que siga con lo suyo. —Y no tiene que ser muy teórico si no quiere, puede ser solo la percepción que tiene de este arte de la magia, eso nos servirá igual.
  16. Caminaron en silencio dos calles más abajo del callejón donde se encuentra el local de la Moody, es una distancia larga aunque lo hace más llevadero los vendedores que salen de sus locales insistiendo en su mercancía. Hess, que no es de malos modales cuando está consciente de sí mismo, es agradable con ellos incluso hasta para mandarlos al diablo, y es que la sola idea de que alguno de estos zánganos robara su manuscrito lo pone tan demasiado de mal humor que si no estuviera en compañía de Ellie el poddria haberlos amenazado. O hubiera mandado a alguien hacerlo. Cómo sea, hay una posibilidad que entre alguno de ellos se encuentren las páginas que busca, pero supone que si la bruja no añade nada mas al respecto, por ahora, lo mejor es llevarla pronto al lugar y que ella haga sus propias especulaciones desde ahí. —El atraco fue por aquí-, dice deteniéndose de pronto una vez que puede reconocer un poco más el lugar, a pesar de que la tarde está cayendo el sitio luce muy diferente a como él lo recuerda de aquella noche, ahora hay locales abandonados a lo largo y ancho de la calle, lucen como si hubieran sido comidos por alguna plaga en cuestión de días y, aunque le resulta casi familiar esta podredumbre, no comenta nada mas al respecto todavía. —Debió comenzar desde el otro extremo, allí donde se da vuelta para entrar. A media avenida me detuvo, hubo algo de forcejeo de aquel lado, pero fue ahí…-, cuando ve como se agrieta esa parte de la banqueta se cuestiona a sí mismo cómo pudo sobrevivir a ese golpe. —Donde me derribó a mi-, le explica tranquilamente. Las imágenes de esa noche siguen no siendo claras en su mente a pesar de lo que le ha contado a Ellie, cuando eso pasa es un signo de que parte de sus recuerdos están siendo compartidos o simplemente no le pertenecen del todo a él. —Recuerdo que con magia salió expulsado, luego se hirió a sí mismo con una especie de daga ceremonial, hizo un círculo a su alrededor y la tierra se lo tragó-, cada vez suena más desanimado, de lo extraño que hasta para él suena esta historia. —Casi quedaba inconsciente, pero estaba esta cosa que surgió de sus restos. Era una especie de sombra que siguió adelante. Me arrastré hasta aquí para guardar parte de las cosas que llevaba, en un contenedor entre esos dos locales, y fui en esa dirección para evitar que se acercara al manuscrito-, no continúa con la historia de su pelea con ese ser de sombras, es evidente que siguieron así hasta que finalmente pudo eliminarla, pero casi moribundo sobre la fachada de El Trastero. Retrocedió un par de pasos en dirección opuesta al local que le señaló para ver mejor su fachada. Este dice Rood en letras llenas de corrosión. —Pero esto es todo lo que hay. @ Ellie Moody
  17. El reloj digital sobre la mesa marca un minuto más de la hora acordada cuando el primero de los participantes aparece, presentándose con el nombre de Ludwing Malfoy. Rápidamente Hess que es hábil para recordar rostros y nombres lo archiva en su mente, adjunto a un grupo de imágenes donde recuerda haberlo visto antes de hoy. Recibió al brujo con una de esas largas y dentadas sonrisas que a menudo parecen insinuar más de una sola cosa, no lo hace esta vez, sin embargo no puede evitar querer interrogar al muchacho luego de escuchar su breve presentación y la ligera connotación social en ella, pero es consciente de que acorralarlo de preguntas que no vienen al caso es innecesario por ahora, es una costumbre de mal gusto que se te puede pegar luego de pasar demasiado tiempo a lado del principal de los Ollivander. Así que, haciendo a un lado la incertidumbre que el mago apenas despierta en su interés, comienza; —Hola Ludwig Malfoy, bienvenido. El primero de cuatro, ¿será eso un buen presagio?-, dice con la sonrisa burlona en el rostro, abandonando su postura rígida que ha mantenido sentado sobre el borde de la mesa con los brazos cruzados a la altura del pecho en espera del grupo, y comienza a caminar por el salón, rodeando a la distancia con lentos pero calculados pasos la figura del recién llegado. —Hessenordwood Crouch, pero ya debe usted saberlo, ¿cierto?-, se presentó, aunque la plantilla fuera del aula ya viene con su nombre incluido sobre la puerta, casi lo deja impresionado la premeditación de administración hasta para cosas como estas. —No se quede callado mucho tiempo mi señor, así no se lograrán nunca las amistades, no conmigo por lo menos-, tararea divertido ordenando sus ideas para comenzar con él. Finalmente se detuvo frente a una pizarra larga sobre uno de los muros con viejas notas sobre encantamientos, de alguno de los bolsillos de su saco alcanzó su varita con empuñadura de cuarzo negro y de un movimiento suave borró la mitad de la informacion escrita sobre este; solo aquella que explica hechizos, movimientos y posturas, pero dejó notas en algunos lados que hablan sobre la teoría y naturaleza de los encantamientos. —Si no me equivoco usted viene a defensa contra las artes oscuras-, asintió, apurando la respuesta de Ludwig. —Cuenteme entonces, en lo que esperamos a sus demás compañeros, ¿cuales son sus experiencias previas enfrentándose a esta que llaman magia oscura? o magia de la sangre según sea su caso-, recargándose sobre el muro fijó la mirada en el mago como si quisiera partirlo en dos con ella. —Más allá de los poderes y de los efectos físicos que pudiera provocar, me gustaría saber lo que sucedió ahí, en su propia cabeza-, señaló su sien con el índice, haciendo énfasis en su idea. Lentamente le volvía a sonreír, ese es un gesto habitual en él, y esperó por su respuesta, mejor antes si llegaban los demás, de ese modo el brujo tendría más privacidad para exponer sus propias experiencias. Si es que las tenía.
  18. No es habitual que él de clase en este lugar, un par de veces en el pasado ha tenido que hacer alguna suplencia en Hogwarts para un viejo conocido, pero sus experiencias fueron entonces tan poco satisfactorias con los estudiantes del quinto y sobre todo el séptimo curso y tan mal remuneradas que ahí terminó por descubrir que, a pesar de su inquebrantable paciencia, la enseñanza solo y naturalmente no era su fuerte. Siempre tan apurado, siempre tan concreto y apegado fielmente a una agenda de quehaceres él está casi enfadado de tener que corretear personitas que no encuentran interés en encontrar su lugar en este caótico mundo mágico. Y él tampoco tiene el tiempo de buscarles uno. Sin embargo, Castelobruxo es diferente en muchos aspectos que él no está seguro del todo si le gustan o no. Aquí vienen aquellos que buscan enfocar o reforzar sus conocimientos sobre alguna materia en específico y en gran medida, aun si no es un tema que le gusta, es casi inspirador. Así que le pesa menos tener que volar, aparecer o trasladarse de cualquier forma hasta este lugar para compartir conocimiento y experiencia con otros magos y brujas. La alarma en el smathwach de su muñeca anunció con un ruido fuerte que si no apura el paso llegará retrasado, le adjuntó además un correo electrónico de un colega de la oficina de bienes raíces para la que trabajó antes de volver a Londres, el cual por cierto no puede abrir porque el aparato le pide una contraseña de usuario y le envió también un mensaje de texto de su esposa que le recuerda que no olvide pasar por pan para la comida después de recoger a los dos niños del colegio. —¿Qué? por favor, esto ni siquiera es mío-, se queja, sus pasos no se detienen sin embargo, mientras pelea con el reloj para acallar la alarma del artefacto muggle atrofiado por la magia que contiene y protege las instalaciones de este colegio. No conoce mucho este lugar salvo de un par de veces que le ha visitado para tomar por cuenta propia alguna clase y otras veces más ocasional para ser quien reparta los temas, aun así Hess no es del tipo desorientado y si no podría considerarse como el mas listo al menos tiene un puñado de habilidades más que lo dejan pasar desapercibido, así que no le lleva mas tiempo dar con el aula que se le a asignado para este curso; un amplio salón de encantamientos, con poca luz, mucho espacio e ilustraciones llenando las paredes que lo contienen de pies a cabeza. Hubiera estado encantado con ello de no ser porque es seguro que no se quedarán aquí por mucho tiempo. Porque para aprender de las costumbres muggles mejor era alejarse de estos lugares repletos de magia y para aprender a defenderse de la magia turbia bastaba casi cualquier rincón del mundo que se pensase. Una vez instalado, que no ha sido mas que dejar su maletín y el reloj sobre la superficie del escritorio, era solo cuestión de tiempo esperar por los participantes para comenzar con esto.
  19. ID: 118247 Libro de Hechizos: Libro de las Auras Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Compra Link a la Bóveda: No. 103154 Link a la Ficha: No.103059
  20. ID: 118247 Nick: Hessenordwood Crouch Link a la Bóveda Trastero: No. 110970 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 103154 Link a Tópic de la clase o a la prueba: Certificado / Prueba Nivel Mágico: 32 Fecha: 2021-10-01 Nombre del producto: Libro de las auras Consumible o Libro de Hechizo: Libro de hechizo Nivel (del libro): 30 Precio: 30.000G Nombre del producto: -- Consumible o Libro de Hechizo: -- Nivel (del libro): -- Precio: -- Precio total: 30.000G
  21. Hito 5. Horrocrux. Garry y Hess. Sonríe de buena gana, esto es poco usual también, no hay signos de nada malo o malas intenciones, no va a salir algún espectro de pronto, ni Rory tiene que enfrentarse a alguna prueba kamikaze para obtener la fidelidad de esta varita, pues tal parece, desde hace mucho tiempo, que ella ya lo ha elegido a él. Este es un buen momento, a pesar de que a su alrededor comienza a animarse nuevamente la pelea contra la inquisidor, piensa que también esto parece un buen presagio, ¿el comienzo o el final de algo? Supone que no le quedará más que leerlo próximamente en los alarmantes encabezados del profeta, ese periódico de mala calidad que informa a la Londres mágica, pues aunque Grell se mantiene con la fuerza para incorporarse por su cuenta Hessen lo nota poco lucido realmente, lo que sea que le ha estado inyectando toda esta energía a Garry comienza a agotarse. Una fluctuación en la magia alrededor del horrocrux agita la sala, algo está sucediendo o está por suceder, lo que fuera, Grell parece resentirse pues se queja con un aullido sordo y esconde su rostro y brazo malo, el que está roto y marcado con el beleño, entre su cuerpo y el de Hessen. No lo piensa dos veces y toma al brujo por los brazos para sacarlo de ahí, alejarlo de este grupo que parecen finalmente haber encontrado solución al enigma. Es muy seguro que ahora Rory se una a esta comitiva, por lo que su trabajo ahí ha terminado. Por lo menos Hessen está seguro de que Garry no quiere saber más de esto por ahora, aunque seguramente querrá volver días después en busca de algo que puedan tomar de esto y llevarlo a casa, maldito o no. —Será mejor irnos-, explica a Rory el porqué tiene que salir, porqué no se puede quedar mas, Garry retorciéndose silenciosamente de dolor entre sus brazos es su prueba, no espera que el joven predicador lo entienda, pero igualmente siente la necesidad de excusarse con él, quizá por sí, justo en un momento como este, su muchacho ha causado problemas. —Buena suerte, a todos-, con un movimiento de su brazo despliega una capa de camaleón sobre los hombros del Ollivander para ocultarlo. —Pero igualmente...llame si necesita ayuda-, le guiña, con la sonrisa divertida de siempre y después, con algún encantamiento, se esconde entre una neblina oscura para salir finalmente de ahí.
  22. Hito 5. Horrocrux. Garry y Hess. Apenas puede sonreír, una media pero genuina sonrisa se asoma cuando escucha a Rory hablar finalmente con ellos, al menos no se oye tan mal como se ve y eso es, casi, una cosa menos en que pensar. Sin embargo, no tiene mas tiempo de responder nada, no hubiera podido darle tantas explicaciones de todas formas. —Ahora entiendo mejor-, Grelliam dice algo para sí mismo una vez que al fin tiene respuesta por parte de Rory, aunque su desvío de atención hacia Hess lo deja pensando un segundo más antes de interrumpir. —No te distraigas, Despard, mírame a mí, no a él-, se interpone entre los dos magos, está seguro además que lo que diga Hess no puede ser más importante ahora. —Aja, este tiene que ser. Hessenordwood-, hizo una seña apenas apartando la mirada del muchacho pelirrojo solo para apurar al demonio. Hessen se acercó entonces, con sumo cuidado extrajo de entre los bolsillos ocultos de sus ropas una caja alargada de aspecto rústico pero labrado con muy buena técnica, era simple y delgado, sobre ella no tenia mas marcas de nada ni señas, pero pudo sentir como algo cambió al instante en el que Garry insiste, con otro corto gesto suyo, en que abra la caja. Es en ese momento en el que la ve por vez primera. —Fue fabricada hace mucho tiempo, poco menos de un centenar de años tal vez, no estoy seguro, pero no ha sido portada por nadie antes-, las manos del Ollivander no dejan de temblar siquiera en el instante en el que extrae el objeto cuidadosamente colocado en este estuche que fue inventado para ella. —Parece haber esperado todo este tiempo para salir, pero hoy…-, tarareó poco gustoso, no es un secreto para nadie que éste Ollivander en particular no encuentra gusto por el arte de las varitas, por lo que hacer esto debe ser sobre alguna cosa que va más allá de su conciencia. —Hoy está particularmente desesperada por llegar a su portador. Como si se tratara de un objeto que pudiera romperse le muestra a Rory la varita aun en sus manos. —Madera de álamo, siete pulgadas y un cuarto, definitivamente pelo de cola de Thestral y…-, soltó una risa tonta, como si algo de todo esto le divirtiera. —Extraordinariamente rígida, una varita completamente fiel-, su mirada se intercala un vez entre el objeto mágico y el mago delante de él. —Tan leal que preferiría marchitarse y morir antes de cambiar de portador-, la contempló por última vez, una larga mirada sin aparente significado, pero que bien podría interpretarse como una despedida entre generaciones de fabricantes. —¿Qué estás esperando? Tómala ya.
  23. Hito 5. Horrocrux. Garry y Hess Es hasta que están a tan solo un par de metros de distancia que Grell finalmente parece reconocer algunos rostros, no obstante Hess insiste en que Cillian no es su objetivo ahora y que puede pasar a saludarlo después y, si quiere, él mismo mandará una invitación formal para citarse con él alguna tarde si salen de ahí con vida, pero quitarle de la cabeza ir hasta donde reconoce al brujo Mael, de su encuentro en la Ollivander, fue solo un poco más difícil. No obstante, este llamado que está sufriendo Garry ahora hizo lo suyo y lo devolvió a su búsqueda, supone que es porque deben estar cerca. En cuanto a él, lo cierto es que poco se sorprende de la rareza de toda esta situación, incluso ni se asombra del todo cuando reconoce no muy a la distancia a algunos Moody y la gente que, muy seguramente, debe también pertenecer a la Orden del Fénix. Hess avanza por delante para abrir camino, es difícil no ser visto, pero se las ingenia con algunos encantamientos de ilusión para no llamar la atención de nadie, sobre todo de la magia que desprende el horrocrux, malamente ahora que Grell parece distraído con todo esto a su alrededor, no es como el de hace unas horas que apenas podía mantenerse despierto, ahora parece haberse cargado de alguna energía y teme que la recocida marca del beleño sobre la palma de su mano, tenga algo que ver en esto. De ser así, lo mejor era terminar aquí pronto y salir cuanto antes. —Ahí, junto a los Moody-, le dice, deteniéndose a un par de metros de distancia. Lo que sea que estén llevando a cabo entre ellos en ese grupo no parece ser buena idea interrumpirlo de pronto, pues tras la aparición de uno mas de ellos se dispersan nuevamente, llamando la atención de todos ahora al rededor solo de Laura y preguntado por la magia que la contiene en aun en trance, lo que da pie a imaginarse que esta persona, Richard, esta pensando en sacarla de ahí, no era mejor quedarse para ver esto. Pero, claro, a Garry no le importa, y con el mismo paso que ha mantenido todo este tiempo (aunque debe aceptar que es más rápido de lo habitual) se asoma desde atrás de su espalda, como si lo usara de escudo humano. —Hola, perdón, yo, no les voy a quitar mucho de su tiempo, solo vengo a una cosa aquí-, interrumpe. —Knockturn, que bueno que estas, ¿tendrás entre tus cosas también alguna poción para quemaduras? Hess se ha lastimado las manos tratando de abrirnos camino hasta aquí-, él ni siquiera lo había notado hasta ahora que hace mención, entonces nota las marcas enrojecidas debajo de las mangas. Igualmente no necesita del auxilio de los demás, mejor era que ahorrasen sus recursos para ellos mismos, además, algo mas importante que esto parece estar sucediendo ahora ahí. Garry por otro lado pasa una rápida mirada sobre los rostros de todos antes de volver su atención a él. —¿Quién es? —El de ahí-, señaló al muchacho pelirrojo que casi raya en la inconciencia. Le sorprende, al igual que toda esta situación, encontrarlos, a todos ellos de esta forma, pero aun así pone todo de su parte para mantenerse inexpresivo, fuera de esto, no cree que ellos necesitan sumar más dramatismo. —Si, ya veo, ¿este es?-, aun con su poca expresión facial Garry parece sorprendido por lo que ve. —Yo imaginaba a alguien de tu talla Hess, sabes, alguien grande y pues...ah, y él... ¿está vivo?-, —No te acerques tanto-, advierte. —¿Qué fue lo que le pasó? —Hey, muchacho, Despard ¿verdad? ¿puedes oírme?
  24. Hito 5. Horrocrux. Garry y Hess. A simple vista las cosas no se ven tan mal cómo parecen, los claros ojos de Hess estudia cuidadosamente el escenario una vez que está dentro, y cómo una máquina comienza rápidamente a ordenar y ponerle nombre y acción a lo que ven sus ojos. No hay mucho que decir al respecto o, tal parece, nada que puedan hacer que no se haya intentado antes. Hay muchas cosas flotando en el aire, no solo magia, no solo cosas malas. Hay amor mezclado y también confusión, hay confianza a pesar de que sus cuerpos malheridos están rotos por el sobre esfuerzo, pero nada de eso parece conseguir sosegar el mal común que los mantiene ahora en una alianza neutral. Por otra parte, el gesto indiferente de Grell ante la situación o de cualquier cosa viva a su alrededor, le dice que poco debe conocer o ser capaz de reconocer a alguien aquí, que poco le importa con verdadero interés lo que está sucediendo en esta sala a pesar de lo que le ha dicho antes de salir de la casa y, con la misma intención con la que ha llegado, puede solo irse sin mirar atrás. Eso si no es que piensa que está en otra de esas alucinaciones suyas. Nunca se sabía cuando Garry estaba inusualmente cooperativo. —Entonces ¿a quién estamos buscando?-, por un momento, mientras espera la respuesta de Garry, ha dejado de respirar, incluso siente que su corazón deja de latir, evitando cualquier ruido que interfiera con la voz de Grell que a estas alturas, tan platicador que ha estado todo el camino, se comienza a escuchar igual de cansada que el mago. Pero no tiene un resultado pronto, él siempre se toma su tiempo para responder cosas importantes, es un gesto que a Hess le gusta, aunque justo ahora que contempla el cuerpo sometido de Laura Nielsen y, de otro lado, el colgante con el fragmento de su alma, no cree que tengan todo el tiempo del mundo para resolverlo. —Aún no estoy muy seguro-, es la respuesta que teme, casi todo con él es así de incierto, sus días buenos o sus días malos, nunca se sabe, y Hessen no tiene el hábito de poner objeción (casi nunca) ante las ocurrencias del Ollivander, pero cuando la vida del licántropo depende de él en una situación que está casi completamente fuera de su alcance, él siente que tiene todo el derecho de ponerle un alto. Cómo lo haría justo ahora si no fuera porque siente el toque cálido y confiado del muchacho sobre su brazo. —Acércate, Hess, déjame escuchar-, una vez más le obedece y deja que él se recargue en su pecho, con el oído puesto a la altura donde debería estar su corazón. Es un momento extraño, en un lugar aún más raro, las protecciones que ha puesto sobre Garry son fuertes, de todo tipo, ha recurrido a magia de la sangre incluso para asegurarse de aunque sea poder sacarlo de aquí en una sola pieza si algo sale mal, pero aun así, esto lo supera. —¿Y bien?-, cuestiona cuando tiene nuevamente a Garry frente a él con un gesto que poco dice algo al respecto. —Vaya, que curioso.
  25. Hito 5. Horrocrux. Grelliam y Hess —¿Estás bien?-, cree, ante cualquier cosa, que lo que más le preocupa es que Garry está interesado en su bienestar, se imagina que si queda inconsciente aquí ahora despertara en un quirófano clandestino con el medio torso implantado de otra persona, así que era mejor estar bien. Aunque lo cierto es que se siente débil, no sin energía, solo sabe que, una vez que crucen el último pasillo la última puerta que han encontrado siguiendo los destrozos y las pistas dejadas atrás, sea lo que sea que se encuentre del otro lado, a simple vista, será y se sentirá cómo algo difícil de tener que enfrentar. Del otro lado debe encontrarse el Horrocrux, la pieza que Eitf trataba de explicarles hace una hora antes en el piso de la heredad de los Ollivander, cierto que la muchacha, por el profesionalismo que Hessen ya conoce, no fue extremadamente detallista al describir lo sucedido en este lugar, aunque también era verdad que algo en ella era diferente, él no sabe si para bien o para mal o solo ha causado que algo en el demonio se perturbe, lo que fuera, ya lo hablarían después, sin embargo ¿que ha sido tan impactante cómo para hacerla volver antes y preguntar a cambio sobre el artefacto en lugar de importarle su cobro? Supone que es tiempo de averiguarlo. —¿Tu estás bien?-, de reojo pudo ver al muchacho encogerse de hombros, un gesto cada vez más irritante. —Me duelen algo los pies-, dice con pereza recargándose un poco en el cuerpo del otro mago. —Ahí dentro todo será diferente, debes estar preparado Hessenordwood-, la vibración que siente es el tarareo de afirmación por parte de su asistente. —Vamos entonces, entremos juntos, ella no puede esperar más para estar lejos de su portador. Dado 19

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