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Dark Dragona

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Todo lo publicado por Dark Dragona

  1. Dark Dragona hablando con Nathan Sus ojos se tornaron de tristeza cuando su primo le dijo aquellas palabras, aquel cristal... ¿había entristecido tanto que de verdad lo necesitaba? Sabía, gracias a la "inocente" excursión que había tenido en la academia donde él se coló solo para estar con Iro que su mayor miedo era volverse loco, la verdad es que no lo imaginaba de tal modo, seguramente ese ya no sería Nathan y no quería que su primo muriera así que antes que eso prefería que se olvidara de Iro, aunque para ello tuviera que marcharse... Movió su silla a su lado para rodearlo con sus brazos en un confortante abrazo, siempre era poco tiempo el que estaban juntos, la primera y última vez que se habían visto solo había durado unos días, y ahora volvía a pasar lo mismo, notaban una conexión a pesar del poco tiempo que pasaban mucho ya que eran muy parecidos aunque claro está cada uno tenía sus diferencias. - Creo que se donde conseguirla- le afirmó al tiempo que recordaba aquel local que su amigo Cilian poseía. Dijo que el local cambiaba a gusto de uno y que podía llegar a tener aquello que la persona buscaba así que con seguridad tendría aquel cristal. No le extrañaba que su primero no se hubiera atrevido a entrar ya que la primera impresión que tuvo de aquel hombre no fue muy buena que digamos y sin duda, como cualquier otro, no querría ser cortejado de nuevo por aquel chico. A Dragona en el fondo le hacía gracia, pero seguiría muriéndose por más graciosa que sea la cara de los demás. Le sonrió a Nathan para que viera que todo fuera bien preguntándose donde iría ahora, pero sentía que ni él lo sabía, así que prefirió disfrutar los últimos momentos con él antes de su partida ya que posiblemente no lo volvería a ver de nuevo en mucho tiempo. Al final no le pudo contar lo que pasó aquel día... igual era lo mejor, si se lo contaba a alguien, a quien fuera, aunque sea a sí misma delante de un espejo, sentía que rompería a llorar, y no quería hacer un escándalo en aquel lugar, no le gustaba dar la nota y que todo el mundo la mirara, por eso agradeció que no estuviera tan metido en sus problemas que no se acordara de los de ella. Dragona había aprendido con el paso de los tiempos que estaba destinada a ser infeliz por una parte y a darlo todo por sus amigos a pesar de aquel peso, podría desahogarse con ellos, lo sabía, pero eso no quitaba el hecho de lo que pasó y de la tristeza que emanaba de su corazón y que nadie podría curar, no creía volver a conocer a nadie que pudiera sustituirlo. Podría ayudar un poco a que el dolor fuera un poco menor, pero sin duda aquel veneno seguiría ahí consumiéndole todos los días el corazón. Aun encima hacía muchos días que no lo veía... era como si se hubiera olvidado de ella... eso hacía que no quería hacer nada, pero Dark nunca se olvidaría de él y de todo el amor que vivió... nunca.
  2. Dragona se dispuso a ir a aquel lujoso local, realmente nunca había ido antes a un lugar así pero una amiga tutora suya le había obligado a saber de aquellas cosas, los modales y comportamientos así que tenía una idea de como hacer. Estaba seria, con una mirada que no presentaba nada, casi parecía otra chica, pues cuando tenía una misión, más una misión como esa, sufría un cambio de personalidad mucho más serio. Nadie imaginaría que podía llegar a ser así pero cuando de trabajo se trataba prefería hacerlo bien. Salió de su casa con un largo vestido negro el cual tenía un corte en un lado de la falta dejando mostrar su pierna y unos tacones que le prestó su hermana en la mansión Lestrange de donde salía, eran unos zapatos que ella tenía de cuando era más joven y que no había tirado porque le daban pena. Se puso una gabardina por arriba para protegerse de la noche y estar oculta a miradas curiosas. Llegaba un poco tarde, pero no importaba, los ministros siempre se hacen derogar como las novias. Sentía además que la acción aun estaba por comenzar. Cuando llegó a la entrada pudo divisar a la persona que estaba buscando, aquella la cual se burlaba de su bando. Cogió la varita instintivamente pero antes de que pudiera hacer nada una chica se interpuso y la guardó de nuevo intentando disimular. Tan cerca pero a la vez tan lejos... - La suerte no te va a durar más de esta noche sanguijuela -susurró para sus adentros pensando que era la persona más fea que había visto. Sin duda Dragona trabajaba mejor sola, no negaba que le gustaba sentir la compañía también en su trabajo pero era muy pésima trabajando en equipo. Entró al lugar sin ser vista mirando a sus lados, había algunas personas que por alguna razón le traían mala sensación. Adentrándose un poco más al ver que no había nadie y a lo lejos pudo distinguir a tres personas que por su comportamiento dedujo que era de su equipo. Sin embargo estaban atentos a otra cosa y sus sospechas se hicieron ciertas pues no estaban solos. Ellos estaban pendientes de dos guardias pero divisó que uno se dirigía por su espalda con una mirada que no le gustó a la primera y caminando más rápido que aquel 'guardia' viendo que iba a sacar una daga Dragona le rodeó el cuello con el brazo ahorcándolo y con la otra mano le tapó la boca para que no gritara y se metió rápidamente con él detrás de una de las puertas de ese pasillo, antes de que pudiera hacer nada con aquella daga que tenía en la mano con un ligero movimiento de manos le giró la cabeza hasta que se escuchó un crujido "crack" y dejó caer el cuerpo ahora sin vida en el suelo. La bruja lo examinó pero no parecía tener muchas más cosas, dio media vuelta para ver en que habitación había llegado a parar, sabía que los demás guardias no la habían visto así que sus compañeros estarían a salvo irónicamente sin saber que una principiante les había salvado.
  3. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg Sin duda alguna su primera parecía teniendo aquella perspicacia de hacía tiempo, lo que era curioso con lo despistada que ella era. Tomó su sorbo de aquel café que el elfo pronto le había traído, estaba muy rico aunque eso no quitaba su pésimo estado de ánimo, no quería preocupar a Dragona pero necesitaba hablarlo con alguien y ella era la única persona que le quedaba en aquel lugar, prácticamente ya no tenía nada por lo que vivir. - No se que hacer -dijo al fin apoyando la taza de nuevo en la mesa- Ya no me queda ninguna razón por la cual estar aquí, lo mejor sería que me fuera- soltó todo lo que tenía dentro- después de todo nadie notará mi ausencia. Realmente eso era cierto, todo el mundo parecía haberlo olvidado y no tenía ya nada que lo atara a aquel lugar. Podía conseguir un trabajo, una casa nuevos amigos... pero eso no era su estilo. Había pasado toda su vida luchando y sentía que no podía hacer nada más aparte de eso, tal vez fuera un completo desastre en todo y prefería irse ahora a intentarlo, fracasar, y que lo echen y recuerden de una forma tan desastrosa. Bien era cierto que podía servir a los mortífagos en aquella guerra, pero seguía sin ser lo mismo. No los cuestionaba pero si se quedaba aquí tenía también que conseguir un lugar donde vivir y todo de nuevo, no le compensaba en ninguno de los sentidos. Por un momento había pensado en morirse pero eso no arreglaría nada. Eso le recordó la otra razón por la que había ido a visitar a Dragona. - Pero antes de irme necesito que me hagas un favor- le pidió esperando que lo aceptara pero sabía que lo iba a hacer, ella era incapaz de negarle algo a nadie- Necesito... ese cristal -le dijo directamente sabiendo que la bruja sabía a lo que se referiría pues no podía ser otra cosa- El problema que no se donde encontrarlo en aquel lugar- tantas tiendas y le parecía curioso que ninguna tuviera algo que se asemejara a lo que él buscaba. Había mirado en todas las partes posibles pero no encontró respuesta, a excepción de un puesto en el que no se atrevió entrar porque estaba aquel... no sabía ni como llamarlo, profesor que había conocido cuando les acompañaron, de todas formas dudaba que ese pudiera vender algo bueno.
  4. Había tenido un día aburrido, tenía muchas ganas de entrenar pero no sabía con quien ya que todos parecían muy ocupados últimamente y ella también, deseaba que el día tuviera más horas en las cuales pudiera dedicarse unas pocas horas para hacerse más fuerte, pero eso se veía algo demasiado idílico para que pudiera ser verdad. Hacía tanto tiempo que no cogía su varita, realmente unos días pero para ella habían pasado meses, sin nadie con quien poder usarla. Quería poder practicar antes de intoxicarse y olvidarse de las cosas. Se metió en la cama resignada, el silencio reinaba en aquella oscura noche de luna nueva en la que no se escuchaba ni los cantos de los buhos, realmente algo sospechoso pero prefirió no pensar en eso o no podría dormir, esperaba que mañana fuera un día menos ajetreado pero lo dudaba ya que parecía tener la misma pinta que el mismo con el que se había despertado. Había conciliado pronto el sueño pero de pronto se sintió mareada y notó que sus pies tocaban el suelo y estaba en otro lugar, no sentía la calidez de sus sábanas ni la ligereza de su pijama y en su mano podía notar el duro tacto de la madera de su varita. No había frío en aquel lugar pero todas esas sensaciones le obligaron a abrir los ojos. No pudo explicar su sorpresa cuando se vio parada en aquel lugar, con una ropa que realmente no tenía pues no recordaba haber comprado aquellas botas largas que le llegaban por debajo de las rodillas y aquel pantalón a juego de color negro, más sobretodo aquel top rojo que mostraba su vientre. Escuchó unos ruidos que le sonaron familiares y se acercó a ver mientras pensaba que aquel lugar le sonaba de algo pero no lograba recordar el que. Entonces se hizo la luz en su dormida (literalmente) cabeza. ¿Cómo era posible que estuviera en aquel lugar? Creía que ya lo tenía olvidado luego de tanto tiempo que había pasado después de aquella "excursión". Reconoció a aquella chica, era un de sus compañeras de academia la cual había conseguido matar a una víctima que había encontrado, realmente no comprendía aquel sueño y que haría ella en él pero se veía mucho más fuerte de lo que recordaba y no pudo evitar sonreír de lado recordando la primera vez que había luchado con ella, sentía que en esta ocasión sería diferente ya que se veía mucho más fuerte. - Cuanto tiempo sin vernos -llamó su atención luego de que acabara de hacer lo que quiera que quería hacer y a saber por qué, le daba mucha envidia que pudiera practicar de aquella forma pero por lo menos ahora ella de alguna forma también podía... si es que eso era real- Realmente es toda una sorpresa -dijo sinceramente pues nunca hubiera pensado encontrarse a alguien de aquel modo. ¿Quien estaría en el sueño de quien? O igual era una Juana que su subconciente había creado para aquel sueño. Eso es y será siempre un misterio sin resolver... hasta que se lo pregunte a Juana en persona cuando despierte. - Creo que esto va a ser muy interesante -murmuró al tiempo que hacía una reverencia mirando la distancia de diez metros en la que se encontraba ella y su rival. Sin duda tenía toda la pinta de simular un duelo, no solo la ropa sino incluso aquel amplio suelo en el que no había nada en un radio de 7 metros al rededor de Dragona a excepción de bezoares que extrañamente se encontraban en aquel lugar... ¿serían de chocolate? Por un momento se tentó a probar si al menos estaban bañados en aquel dulce. - Sectusempra -comenzó su primer movimiento apuntando a Juana provocando que en cuando el rayo que salió de su varita le diera en su pecho le provocaría serias heridas sangrantes que la llevarían a una dulce muerte rápida y dolora. Esperaba que supiera reaccionar a tiempo, parecía que ya había calentado antes con aquel quien fuera que acababa de matar, sin duda el chocolate se veía muy bien al lado de la sangre, nunca antes había hecho aquella combinación...
  5. Dragona sonrió contenta cuando consiguió aquela animal por fin, tanto tiempo deseando que llegara el momento y no supo más que decir que un gracias a la dependienta. Podía haber salido mejor, pero al menos tenía ya a su animal el cual provocaba que a la maga le brillaran los ojos sin que esta pudiera evitarlo. Luego de agradecerle y dejar que aquel ave se posara en su brazo el cual levantó para ese propósito salió de la tienda con su nueva y primera mascota. Nunca había tenido una oficial aunque sí una vez había por así decirlo adoptado a un lobo de mascota. Lo extrañaba pero dudo que pudiera volver a verlo, esperaba que estuviera bien e incluso hubiera podido encontrar una manada ya que siempre lo veía solo. Miró al halcón un momento y sonrió sabiendo ya que nombre podía darle, en honor a un amigo suyo que había conocido también hace tiempo atrás y al cual le debía mucho, mucho más que su vida incluso. No pudo evitar preguntarse que sería de él... poder podría contactar si viniera el problema era que siempre lo veía ocupado e igual no sabía donde se encontraba ella ahora después de lo que pasó en su antigua ciudad natal. Tal vez pensaría que estaba muerta... Sin duda no se arrepentiría si pondría su nombre en el halcón en su honor. Con estos pensamientos se alejó de aquel lugar pensando que seguramente no sería la última vez que la vieran.
  6. Dragona caminó por aquellas tan conocidas calles con una sonrisa en sus labios. Se veía tranquila pero realmente por dentro estaba muy emocionada. Había conseguido ganar mucho dinero luego de trabajar mucho con esfuerzo y se lo tenía merecido. Tenía una meta y al fin puede conseguirla. Entró al lugar quedando impresionada por lo primero que se encontró, no era la única que había venido a aquel lugar para conseguir algún animal. No sabía muy bien que era lo que había que hacer ya que era la primera vez que venía, si fuera por ella podría llevarse todos los animales pero eso sería demasiado y no quería arruinar a su padre. Bajó a la trastienda siguiendo a un mago que también había bajado por allí y vio maravillada todos aquellos animales. Prefirió no fijarse mucho y no adentrarse a donde estaban los animales más poderosos y quedarse en la zona de los animales muggles antes de ver un dragón y morir por no poder comprarlo. Escuchó el sonido de aquel ave en particular que ella estaba buscando y sus ojos se posaron en aquel halcón de cola roja magestuoso y hermoso. Se acercó a él mirándolo a los ojos y le sonrió, ese, quería ese que le había llamado. Era tan hermoso, aun no era del todo adulto pero tampoco era una cría, se podía decir que era un adolescente como ella. - Perdón... -llamó la atención de uno d los empleados del lugar cuando acababa de atender a otro cliente- Quisiera un halcón de cola roja. -le costaba mantenerse tranquila en aquel lugar ya que era todo tan emocionante con tantos animales tan adorables que daban ganas de abrazar y comer a besos... ID: 104358 Nick: Dark Dragona Bóveda: Bóveda 104359 Fecha: 06/10/2014 Nombre del producto: Halcón de cola roja Objetos, Criatura o Poción: C (Criatura) Catalogación: X Puntos por unidad: 10 puntos Cantidad de unidades: 1 Precio por unidad: 500 galeones Precio total: 500 galeones Total de puntos: 10 puntos Rango Social del comprador: Aprendiz
  7. Dragona miró a Nathan con una mirada interrogante, sentía que no se comportaba normal y era razonable, seguramente en su mente tendría muchas dudas además de que ahora que lo pensaba no tenía ya razón para seguir en aquel lugar. La única razón que le había atado hasta ahora era Iro pero ya después de que ella eligiera a Damian, justamente su compañero de trabajo, no tenía ya más razones para quedarse. Notaba que era algo por el estilo, él se parecía mucho a ella y podía saber aquellas cosas con un poco de imaginación o con tan solo pensarlo. Bajó un momento la mirada, el aire se había formado tenso, sabía que él había venido aquí expresamente para encontrarla y para hablar con ella. Esperaba poder ayudarlo de alguna forma si era lo que él quería pero no sabía como. Al menos lo que más sabía hacer Dragona era escuchar y en eso no tenía ningún problema. Puso sus brazos encima de la mesa volviendo a mirar sus ojos azules. - Dime... ¿cómo esta? -empezó a entablar conversación, al menos el lugar quiera o no era un buen sitió para hablar, por lo menos no había tantas personas ese día así que no había ningún problema en susurrar un poco. -¿Pasó algo? Se te nota deprimido -dijo directamente para no hablar con rodeos esperando la respuesta del chico con una pose que a ella le dio la impresión por un momento que se sentía como una madre hablando de los problemas que tiene su hijo para intentar ayudarlo de alguna forma. Más o menos era eso lo que pasaba con la diferencia de que en vez de madre era su prima. Lo curioso es que Dragona siempre es la pequeña de un grupo, y en ese caso no había excepción, sobretodo con Nathan siendo un demonio de más años de los que aparentaba.
  8. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg Vio como se despedía de una chica que realmente no había visto antes, no le interesaba y menos en aquel momento, le alegraba que su prima hubiera hecho nuevos amigos y una vida pero ese no era su caso... se notaba que ese no era su lugar y sabía que la única a la que le podía contar esas dudas que tenía era a ella pues era la mejor consejera o en el mejor de los casos la mejor oyente. Cualquiera que la conociera diría que es simpática y divertida pero lo que Nathan cree que lo que más destaca de ella es su paciencia, su infinita paciencia de lograr poder tratar con un patán y escuchar las tonterías que este decía, esa era una cosa que no compartían, Nathan podría escuchar, pero si en mitad de la historia esta no le gustaba su mente se iba por cosas que para él son más interesantes. Luego de que aquella chica se fuera, ya que no quería molestar, se dirigió hacia Dragona notando la sorpresa en su rostro. No era tan raro verlo en una biblioteca por lo que imaginaba, y seguramente sería así, que aquella sorpresa se trataba también de alegría por volverlo a ver. Sin duda era como una niña pequeña. - Hola -la saludó y se sentó a su lado- Que bonito lugar, no me extraña que te pases aquí la mayor parte del tiempo- intentó comenzar una conversación. Realmente el no era muy bueno explicándose, igual ni lo hacía... siempre necesitaba un pequeño empujón para poder decir a alguien que era lo que pasaba por su mente. Vio que el elfo se acercaba a él para preguntarle que era lo que quería, si algún libro o refresco o algo por el estilo pero Nathan solo le pidió un café con leche, necesitaba despejarse un poco, llevaba días sin dormir, realmente no recordaba cuando había sido la última vez que había cerrado los ojos pero eso no le afectaba tanto gracias a su habilidad de Demonio.
  9. Sonrió de lado, era su oportunidad y no podía desperdiciarla desvaneciendo unas cuerdas que tan solo la molestaban. Apuntó a Romina susurrando aun con dificultad -Expelliarmus- el rayo que salió de su varita llegó hasta Romi sin que esta pudiera impedirlo y su varita salió disparada de sus manos a cinco metros de la maga. Sin dejar de apuntarla volvió a pronunciar en un susurro sin que Romina pudiera evitarlo ya que tenía que ir a por su varita- Sectusempra- el rayo recorrió la distancia que les separaba impactando en el pecho de Romina provocándose serias heridas sangrantes que pronto la llevarían a la muerte. Sin duda ese duelo estaba siendo muy interesante. Pero Dragona podía llegar a ser tan testaruda como para no querer quitarse aquellas cuerdas. Sonrió de lado sabiendo que ahora ella tenía la delantera gracias a su estrategia y Romina estaba en apuros gracias a eso ya que no permitiría que volviera a adelantarse a sus movimientos.
  10. Le escuchó con mucha atención, su curiosidad no conocía límites y de verdad quería saber que tipo de objetos se podía encontrar uno. Le sorprendió cuando le dijo sobre aquel libro, cuando acabó de contar por un momento le dio escalofríos. Aún así le intrigaba donde estaría aquella sala con todos esos objetos y si Juv le podría mostrar, le sonaba a que estaría muy protegido y con personal restringido. Como aún era nueva no conocía todo el departamento a la perfección. Miró a Elvis cuando este se levantó y se despidió de aquella forma que pocos hacían en aquel lugar. De donde ella venía era normal que lo hicieran pero desde que había llegado a Londres no había conocido a ningún otro chico que lo hiciera de igual manera. - Claro -le sonrió afirmando que algún día cuando tuviera tiempo hiría a visitarle a él y a Morri en la Gryffindor. Posiblemente incluso encontraría alguna otra persona que también conocía en aquel lugar. - Me ha encantado hablar contigo -se despidió de él para luego ver como salía del local. Cuando desvió su vista sus ojos se agrandaron al ver a un chico de pelo rubio y ojos azules. - ¿Nathan? -preguntó al aire sabiendo luego que seguramente lo habría oído gracias a sus poderes avanzados de demonio ¿Qué hacía él aquí? Parecía que la estaba buscando.
  11. Sonrió al ver lo que intentaba hacer, sin duda le caía muy bien la chica, tenía muchas agallas, pero no le iba a servir de nada en aquel combate pues pronto estará muerta. Solo le había dado tiempo a romper dos cuerdas y aun para colmo le faltaba la de los ojos. La apuntó sin ningún remordimiento, con un poco más de práctica podrá llegar a hacer un duelo interesante pero para ello aun tiene que morir un par de veces al igual que tuvo que hacer ella. - Desmaius-pronunció apuntándola con su varita y un rayo salió de esta el cual impactó en Juana provocando que por un momento se paralizara, así la tendría controlada, seguidamente sin darle tiempo a que se fuera el efecto de su hechizo estando aún a diez metros de ella pronunció- Sectusempra -probocándole serias heridas sangrantes cuando el rayo que salió de su varita impactó de nuevo en el pecho de la Lovewood, dudaba que de esa forma pudiera curarse ya que ni siquiera había podido ver de donde venía el ataque gracias a que sus ojos seguían vendados. Dudaba que hubiera alguna forma de salir de esa. -Temo que ya no puedes hacer nada -susurró y esperó a ver como caía muerta por no poder curarse aquella profunda herida al ser Dragona la poseedora en ese momento de su varita.
  12. http://i1273.photobucket.com/albums/y411/darkdragonatargaryen/FirmadeNathan_zps2b837c4f.jpg Después de estar un rato entrenando Nathan se paseó por aquella calles pensando, tal vez si de verdad iba a quedarse allí necesitaría encontrar un lugar donde quedarse además de un trabajo, por el momento no dormía en ningún hotel, no necesitaba dormir al ser un demonio pero a lo mejor sería no hacer sospechas y hacer por primera vez una vida normal. Pero eso a él no le iba. Quisiera seguir con aquella chica que le gustaba aunque supiera que sería inútil, le había prometido que no se volvería a ir pero cada vez se estaba alejando más y parecía que pronto iba a olvidarle. Sintió un dolor profundo en el pecho al pensar eso, necesitaba encontrar eso pronto pero por lo que vio solo había un lugar en todo el maldijo Londres que podría tenerlo y lo tenía... ese tipo. Necesitaba ayuda, no podía volver a verlo o se moriría de tan solo pensarlo. Buscaba a su prima y sabía donde encontrarla, le había dicho que la mayoría del tiempo se la pasaba en el local House of Books, no le extrañaba, siempre la veía con un libro en la mano sumergiéndose en la lectura. Entró a aquel local y se sorprendió por la cantidad de libros, ahora entendía porque Dragona le gustaba tanto estar aquí, sin duda debía de ser su paraíso más cuando además servían dulces, parecía un local hecho por ella. Recorrió el lugar con la mirada tentándose de coger el también algún libro, ¿tendrían libros de estrategia? Igual uno de guerra le serviría. Pero lo primordial era encontrar a su prima ya que sentía que no le quedaba mucho tiempo, necesitaba aquel cristal costara lo que costara...
  13. Se había curado ya del sectusempra, era algo, pero el duelo aún no había acabado y su vida seguía en peligro más con aquella contrincante tan buena que parecía iba a ganarle además de que aún tenía las cuerdas pero no eran tan primordial quitarlas ya que aun podía luchar teniéndolas puestas. - Sectusempra - susurró apuntando con sus manos unidas por culpa de las cuerdas a aquella araña matándola de un solo golpe gracias a aquel rayo que le impactó y luego volvió a apuntar a Romina pensante, tenía que hacer algo pero... ¿que? Pudo ver entonces que en el pantalón de Romina sin que ella se hubiera dado cuenta había una araña, parecía que ese era la islas de las arañas. Aprovechó y apuntó a aquella araña susurrando: - Oppugno -la araña de inmediato quedó bajo su control y esta con la orden que Dragona le dio al momento picó a Romina inyectándole aquel veneno. Tenía que conseguir ventaja de alguna parte.
  14. Sonrió de lado estando un poco confundida por lo que intentó hacer Juana, aquel protego no le sirvió de nada, el silencius ya había sido impactado anteriormente y no funcionaba contra un incarcerus, Juana se vio atada por aquella cuerdas sin poder ver, hablar ni mover la varita, estaba sencillamente perdida. Esperaba que la próxima vez que se enfrentara fuera pronto y durara un poco más. Aún se notaba que tenía mucho que aprender. Pero no se sentía tan mala así que sería buena con ella. - Expelliarmus -un rayo que salió de su varita impactó en la varita de Juana provocando que esta saliera disparada 5 metros lejos de Juana hacia delante quedando a otros 5 metros de Dragona, su rival estaba atada sin poder ir a mover su varita. Aquel combate había terminado. El silencius le había llegado a afectar pero no importaba, no necesitaba hacer ningún accio para coger la varita, directamente caminó hasta esta y cogió la varita de juana sonriendo de lado. - Se acabó el juego, no te quejes, he sido benévola contigo -le guiñó un ojo ya que era verdad, podía haberla matado perfectamente si hubiera querido. -Me gustó luchar contigo, espero que nos encontremos pronto de nuevo -giró sobre sus talones para dirigirse hacia la salida de aquella cueva y le mostró la varita de Juana en su mano- Por cierto... espero que no te importe que me lleve un recuerdo -rió marchando de la cueva dejando a Juana literalmente sin habla ya que tenía una cuerda que se lo impedía.
  15. No creía realmente que Juv le importara, había visto que había recibido una visita mientras estaba explicándole a ella y Jeremy. Mientras no estuviera ocupada dudaba que le molestaría al fin y al cabo ambos departamentos se necesitaban el uno al otro. Escuchó atenta eso de los objetos que se encontraban, no había escuchado nada de eso aunque también acababa de empezar hace muy poco, de todas formas le parecía que esa parte le correspondí a otra sección del departamento. - Vaya, ¿te topaste con un objeto así? -dijo interesada en el tema ya que le gustaba mucho aquella cosas- ¿Que encontraste? -aunque ahora que lo pensaba no supo si estaba dando un ejemplo y a él no le pasó nada de eso. Le siguió escuchando mientras les contaba todo aquello y no pudo evitar sentir pena por él, sabía que eso era lo normal que le pasaba a cualquiera que tenía vida, pero no podía apenarse cada vez que escuchaba algo por el estilo a pesar de que a ella también le había pasado. Cuando dijo eso de que había métodos para saber si una persona era peligrosa o no recordó la legeremancia, nunca la había practicado pero había conocido a muchas personas que sí sabían usarla y eran bastantes. Pero por si acaso no dijo nada ya que tampoco sabía si se trataba de eso.
  16. A Dragona no se le daba muy bien explicar las cosas, podía llegar a decir justo todo lo contrario de lo que realmente son confundiendo a quien se lo decía e incluso a ella misma sin estar muy segura de lo que decía. Miró al chico un poco avergonzada pues no sabía como comportarse después de que le corrigiera, ella sentía que tenía que ser perfecta de forma que no tuvieran razón para burlarse de ella. Sabía que nadie allí lo haría, toda la gente que conoció le pareció amable, pero lo que había vivido en su vida pasada le había dejado aquel trauma por eso siempre luchaba por intentar conseguir la perfección, lo que la delataba era su cerebro que parecía no estar dispuesto a cooperar y a veces se resignaba a pensar pero no tenía forma de hacerlo funcionar como era debido. - Me encanta -dijo cuando el chico le preguntó sobre el Departamento de Misterios, lo que era curioso ya que se suponía que era ella la que tenía que conocer el secreto de la gente y no él quien era más bien como un defensor, o al menos eso era lo que le había dicho Robb cuando lo vio en aquel departamento pero posiblemente no fuera el mismo en el que trabajara Elvis.- Creo que sin duda es el mejor trabajo que pude escoger además de que Juv es muy simpática- sonrió, dudaba que esa fuera realmente la palabra más perfecta para describirla pero para ella era muy simpática a pesar del misterio que parecía rodearla. Miró a la chica cuando entonces habló con ella, realmente ella no había estando en Rumanía, no tenía ni la más mínima visión de como podía ser aquel lugar y quiso poder preguntar pero sentía que aquella pregunta estaba fuera de lugar y que no tenía nada que ver así que esperó a que acabara de hablar. Eso de dormir en la calle tampoco le había parecido tan bueno para ella, le parecía extraño que no hubiera ido a algún hotel de los que hay en el callejón Diagón pero cuando uno estaba perdido normalmente no sabía a donde ir. A ella también le había pasado, no supo cuanto tiempo había pasado en la calle hasta que pudo al fin encontrar Londres, una vez llegó no perdió tiempo y fue directa a la mansión donde escuchó que estaba mi padre, solo tuve que preguntar por el apellido y unos chicos que estaban en un bar le dijeron con seguridad donde podía encontrarle... pero aún no lo había visto a pesar de que ya había pasado tanto tiempo desde que estaba allí, comenzaba a pensar que él la había abandonado o no quería conocerla pero ni siquiera sabía que había venido así que dudaba que pudiera ser eso.
  17. Hola ^^ venía a pedir algunos cambios de ficha. Van a ser muchos a si que a ver si al menos me explico bien o.o En Datos Personales no hace falta cambiar nada, ahí todo está bien, correcto, y en orden XD -En Poderes mágicos, donde dice: Rango Social: [/size]Aprendiz Bando: [/size]Neutral Rango dentro del Bando: [/size]-- Nivel de Poder Mágico: [/size]0 Puntos de poder en objetos: [/size]20[/size] -Quisiera que lo cambiaran por: Rango Social: Aprendiz Bando:Marca Tenebrosa Rango dentro del Bando:Aspirante Nivel de Poder Mágico:0 Puntos de poder en objetos: 20 -Después: en perfil de personaje donde pone: Cualidades Psicológicas: [/size]Es muy bipolar, pero siempre es sincera; si tiene una meta no cesará hasta conseguirla. Le gusta la lectura (de muchos géneros diferentes) y le encanta los dragones. Puede llegar a proteger a alguien que aprecia con su misma vida. Tiene varias personalidades, cinco para ser exactos: Hikari White, la inocencia y la esperanza; Abismo Tenebrus, la nada y la inexpresiva; Yurena Light, la valiente y la guerrera; Furia Furore, la asesina y la atracción; Dark Dragona, la amable y la sanadora. Dentro de esas cualidades hay mucho más que destacar pero que es ya más complicado. Ella es como un libro abierto así que fácilmente se puede ver si está triste o alegre o si algo le preocupa. No dudará en acudir en ayuda de sus amigos y hará todo lo posible por ellos. -Quisiera cambiarlo a esto: Cualidades Psicológicas: Es muy bipolar, su cambio de humor puede llegar a ser muy brusco y contradictorios. Le gusta la sinceridad y muy competitiva. Le gusta la lectura y le encantan los dragones. Es como un libro abierto, fácilemente se puede ver si está triste o alegre o si algo le preocupa. Es muy protectora con sus amigos pues no quiere perderlos y es capaz de dar la vida por ellos. Tiene cinco personalidades: Hikari White: http://i1273.photobucket.com/albums/y411/darkdragonatargaryen/8848811260a10322666211ml_zps178bb278.jpg Es una niña de 5 años inocente de cabellos castaño claro y ojos marrones. Es muy risueña y muy cariñosa. Le gusta recoger flores y a quien le cae bien le suele regalar una corona de flores. Le gusta mucho imaginar cosas y dibujar. Ha escrito muchas historias las cuales ella querría llegar a vivir. Su favorita es aquella en la que aparece su príncipe dorado del cual está enamorada pero es algo que solo inventó de su mente. Aún así sueña que algún día lo encontrará. Hikari murió cuando Dragona cumplió los 5 años, Hikari representa aquella infancia que ella no recuerda y toda la inocencia que perdió, es como si una parte de ella siguiera en el pasado. Normalmente no se distingue cuando Hikari aparece pues es muy tímida y vergonzosa y es la que más se parece a Dragona por eso no quiere que nadie sepa de ella. Cuando más se nota que está presente es cuando está muy cariñosa y lucha por que alguien a quien quiere como sus amigos sonría. Abismo Tenebrus: http://i1273.photobucket.com/albums/y411/darkdragonatargaryen/aaan_zps7ae7905a.png Es una chica de 17 años pues, como Hikari, murió con esa edad. Tiene los ojos negros como el abismo y los cabellos tan oscuros como la noche. Nació de la oscurdad y la soledad donde estuve encerrada durante mucho tiempo, es la inexpresividad, nacida de la tristeza. Su origen está en el abismo que Dragona misma creó cuando estaba en aquel sueño donde la obligaron a estar. Cuando consiguió tener amigos y encontrar gente a quien querer Abismo ya no tenía ninguna utilidad por lo que murió dejando paso a la siguiente personalidad. Es muy protectora con Hikari pues al igual que ella está muerta y siente cierto acercamiento que la llama a protegerla. La única forma que tiene de expresar lo que siente es a través de un poema o de una canción. Cuando encontró el amor, a pesar de estar muerta, logró mezclar ambas formas y ser la única en encontrar el equilibrio perfecto llegando a ser todo lo contrario de lo que es. Su otra forma, la cual aparece tan solo cuando canta de alegría, tiene el cabello blanco como la nieve y los ojos azul celeste como el cielo aparentando que su piel parezca aún más pálida. Siendo de esa forma muy risueña y con los pómulos colorados, todo lo contrario de lo que es y vistiendo del color contrario también, en vez de negro blanco. Ella sabe que la música no son solo notas sino sentimientos,su verdadera forma es un poco distinta a lo que aparenta estando en el cuerpo de Dragona pues realmente es un ángel. Cuando está con la forma inexpresiva tiene alas negras y cuando tiene la forma feliz alas blancas. Pero eso último es algo casi imposible de ver. Normalmente cuando aparece Abismo suele hacerlo de forma inexpresiva de forma que parezca que no siente nada, casi como si fuera un cuerpo sin vida y para a la vista de muchos un arma perfecta al parecer tan manejable de aquella forma. Yurena Light: http://i1273.photobucket.com/albums/y411/darkdragonatargaryen/000_zps3cabeb5a.jpg Una de sus polaridades más rara la cual tiene doble personalidad. Es una chica guerrera de cabellos castaño claro y ojos verdes la cual nació del amor a una persona. Por una parte representa la valentía, el coraje, le encanta el duelo y está dispuesta a suicidarse por lo que sea, es muy hiperactiva y siempre está inquieta. Por otro lado se sonroja con mucha facilidad y se puede volver muy tímida mostrando aquel amor el cual es el origen de su nacimiento. Tiene 17 años, los mismos con los que murió cuando el amor de su vida también calló en brazos de la muerte. No le gusta que le llamen Yure, se enoja siempre que le digan así, aunque en el fondo le gusta o al menos le gustaba que él se lo dijera aunque nunca se lo hizo ver así ya que el orgullo se lo impedía. Es muy sensible aunque no lo parezca y a veces se deja llevar demasiado por las emociones. Furia Furore: http://wallpoper.com/images/00/05/10/74/tifa_00051074.jpg Es una personalidad de las más duras y más atrevidas. Furia Furore tiene doble cara también, es una mujer apuesta, de pelo castaño oscuro y ojos rojos. Tiene dos aficiones que son lo que la caracteriza y ambas tienen que ver con el placer. El placer de matar y el placer del cuerpo. Es muy atrevida, puede llegar a ser peligrosamente sensual con un poco de complejo por su pecho al tener pequeño este. Por otro lado tiene su parte de locura pues le encanta matar a la gente, el único problema es que a veces siente que no se puede controlar y cada vez que mata a más gente siente que puede perder el control con más facilidad. Odia a los humanos y estaría dispuesta a matarlos a todos, pero sabe que si su locura aumenta podría matar a todos, humanos, magos... aun así es muy orgullosa y nunca admitiría que le tiene miedo a nada. Se molesta con facilidad, es un poco engreída y tiene mal carácter pero aunque parezca dura e insensible en el fondo las palabras pueden llegar a afectarle. Dark Dragona: Cabellos castaño oscuro y ojos verdes, es todo lo contrario a Furia. Es la personalidad que todos conocen, alguien que nunca se enfada y con una gran empatía. Aún así tiene muchas dudas y aunque quiere lo mejor para todos hay veces que se olvida de sí misma y a la hora de la verdad puede llegar a ayudar a quien sea menos a ella misma. Es muy buena y fuerte pero no puede evitar contradecirse pues a veces una cosa que quiere contradice a otra que también aprecia. En general es alegre pero la cualidad que tiene es que es la que más soporta el dolor. Es por esa razón que es la primordial ya que después de toda una vida de sufrimiento es la más indicada para soportar todo ese dolor y seguir luchando en pie. Ella no lo cree pero puede llegar a ser muy fuerte y aunque es muy despistada puede llegar a hacer grandes cosas. No duda en ayudar a quien necesita una mano y en animar a sus amigos. No quiere que los demás se preocupen por ella y por esa misma razón muchas veces puede llegar a sentirse sola. Eso es todo por ahora ^^ gracias de antemano.
  18. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg Chasqueó la lengua no pudiendo estar más frustrado ¿había fracasado? No, habría perdido una batalla pero no la guerra. Tenía que matar a aquel tipo antes de que fuera demasiado tarde. No se inmutó al ver aquel panal de avispas y susurrando -Incendio -apuntándolas con la varita provocó que todas ellas se quemaran antes de que llegaran hacia él. No le iban a detener con eso. Tomó aire, eso no iba a quedar así... apretó un puño con fuerza, si no completaba aquella misión no podría ver a Irony... literalmente no la iría a ver hasta que la terminara porque sabía lo que le esperaría sino, no solo una discusión como patán sino también que le mandaría de nuevo a hacer lo mismo y a eliminar a aquel hombre. Saltó al suelo y miró hacia donde se dirigió la chica, pronto encontraría otro momento donde poder emboscarle y la próxima vez no iba a quedar con vida ni tener una salvación. Esperaba que se preparara pues en ese momento Nathan se iba a convertir en su sombra hasta poder matarlo. Sentía la ira correr por su sangre casi dominándolo al completo... por el momento sería mejor ir a tomar algo a un bar antes de que la ira matase a la cordura. Cuando saliera de San Mundo tendría todo el tiempo del mundo de ir a matarlo... por el momento sabía que allí sería imposible aparecer, no para ese propósito.
  19. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg Maldijo por dentro cuando vio aparecer a ese tipo. Por fuera seguía igual ante las palabras de la chica pero por dentro se había enojado y mucho, ¿que sabía ella acaso? Había tenido que pasar por mucho en su vida para ser el el que daba las órdenes pero sabía que Iro también tenía mano de líder y en aquel asunto se notaba que ella sabía mucho más. Vio como se alejaban corriendo y miró al techo de uno de los negocios donde fue a parar su varita. De un salto con apoyo de las manos logró encontrarse en aquel tejado en menos de un segundo y recuperar la varita. Fue saltando de tejado en tejado en busca de ambas personas hasta que al fin se paró en uno, los había encontrado. - Sectusempra -susurró mostrando enfado en su tono de voz, aquello de que él solo obedecía órdenes le había cabreado. De su varita la cual apuntaba a Delacour quien estaba de espaldas a él sin prevenirlo salió un rayo el cual le impactó y Delacour sintió el dolor de aquel rayo el cual le provocó enormes heridas mortales. -Expelliarmus -volvió a susurra y otro rayo impactó en el provocando que antes de que se pudiera curar su varita saliera disparada cinco metros lejos de su dueño Delacour. No podía evitar estar desahogándose con él. - Ahí tienes lo que te mereces... canalla. -sus orbes tenían betar escarlatas, si lo mataba... se acabó el problema y no tendría que matarla a ella.
  20. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/Nathan_zps06889650.jpg Apareció en aquellas oscuras calles en medio de la noche, esperaba que no fuera muy peligroso pues en sus brazos llevaba aún a Nicolle quien con su fuerza sería imposible que pudiera soltarse de él aunque realmente la cargaba procurando no hacerle ningún daño. Tenía que pensar y esperaba que aquel lugar no fuera visitado por Delacour, esperaba no ver a aquel canalla de nuevo. Se escondió en un pequeño callejón sin salida entre dos locales y dejó la chica de pie en el suelo pero sin que pudiera escapar poniéndola contra la pared y apoyando las manos a esta a cada lado de su cabeza teniendo esta entre sus dos manos. - Escucha... -dijo mirándola a los ojos con una voz suave a pesar de todo- No quería llegar a hacer esto, pero no tenía elección... Tenía que alejarte de aquel tipo, es demasiado peligroso... -dijo recordando las palabras de Irony -No puedo imaginarme lo que tenía pensado hacer contigo. No creas nada de lo que te diga... No había subido la voz en ningún momento pero aún así bajó la cabeza como si estuviera avergonzado por todo aquel espectáculo. No sabía muy bien que hacer, su misión era que no se volviera a acercar a aquel hombre pero si la dejaba libre y volviera con él entonces nada tendría sentido. - Siento todo esto, no tienes razón para asustarte... -pensó un momento, no le parecía justo que aquella chica tuviera que sufrir todo aquello cuando se notaba que no tenía la culpa- Escucha, la verdad es... que yo tenía la misión de alejarte de aquel tipo peligroso. Lo reconozco, no se muy bien quien es, pero la información que tengo sobre él no es nada buena. Se que no soy el apropiado en estos momentos para decir que eso... -rió por dentro ya que él acababa de secuestrarla. -No quise recurrir a esto pero no tenía más opción... -se mordió el labio inferior esperando que al menos le creyera. Sabía que acabaría antes matándola, igual Iro pensaba en eso, pero no le parecía justo cuando ella no comprendía nada ni sabía que estaba pasando, ya había matado a demasiados inocentes en su vida como militar. No tenía el rostro muy cerca de la chica de forma que no se sintiera incómoda pero con sus brazos a cada lado de ella le hacía ver que realmente si intentara escapar no podría ya que él era un demonio y la encontraría rápidamente.
  21. Estaba perdida, sabía que había cometido un fallo en alguna parte porque en ese momento se encontraba literalmente con la soga al cuello, sin duda Romina le iba a devolver la anterior con creces porque estaba a punto de matarla. Dejó que las cuerdas se ataran a su cuerpo, una en el cuello, pero no tan fuerte de forma que aún pudiera hablar, otra ató sus manos pero sin pegarlas a su cuerpo de forma que aún pudiera manejar la varita con perfección y la tercera se ató a sus pies pero aún así mantuvo el equilibrio teniendo los dos pies juntos. No le quedaba más remedio ya que necesitaba curarse de dos sectusempras. - Incarcerus -susurró ya que no podía hablar con normalidad la tener la cuerda en el cuello pero por suerte no la aprisionaba tanto como para impedirle el habla. Tres cuerdas salieron de su varita la cual estaba apuntando a Romina ya que la cuerda que ataba sus muñecas no le impedía aquello y una de las cuerdas se ató en torno a los ojos de Romina impidiéndole ver, otra se ató a su boca impidiendo que pudiera pronunciar ningún hechizo y otra ató sus muñecas a su cuerpo obligando a que su varita apuntara directamente al suelo sin poder mover sus manos. Las cuerdas eran fuertes y resistentes y estaban bien separadas una de otra de forma que Romina tuviera que verse obligada a quitarlas con magia una a una. - Espikey -pensó para curarse la herida de ese último sectusempra que Romina le había dado. Había pensado en lo mismo para darle pero ahora lo que necesitaba era un poco de tiempo para poder curar sus heridas antes de que fuera demasiado tarde. Esperaba haber contado bien y poder aguantar un poco más para poder curarse. - Sin duda me lo has puesto difícil. -susurró aún con la molestia de la cuerda, realmente ese era uno de los combates más duros que había tenido sin duda.
  22. Sonrió al ver que intentaba controlar a su oso pero no pudo, el hechizo fue inválido pues el animal seguía bajo su control y le dio los golpes que ella le había mandado dejándolo con una marca sangrando en el rostro y una mano inutilizada cuando le mordió esta casi comiéndola. - Lo adiestré bien -bromeó sabiendo que ahora sí el oso estaba fuera de sus órdenes pero no sería por mucho tiempo. - Incarcerus -pronunció provocando que tres cuerdas salieran de su varita y ataran a Sean, una entorno a los ojos impidiéndole ver, otra en su boca impidiendo que pudiera hablar, ambas lo suficientemente separadas para verse obligado a quitarlas una a una, la tercera ató sus muñecas a su cuerpo incapacitándolo de cualquier movimientos. Las tres cuerdas eran fuertes y lo suficientemente gruesas para que no se pudieran romper con facilidad. - Oppugno -susurró apuntando al oso provocando que el animal volviera a estar bajo su control mental con la orden de morderle su otra mano. El oso lo hizo y con sus afilados dientes le rompió las falanges de su mano dejándolo incapacitado, sin poder sostener la varita y con varias heridas en su cuerpo. - ¿Qué prefieres...? ¿Te sigo torturando... o te hago un favor y te mato ya? -dijo jugando con el- ¿Qué dices? No te entiendo, tienes una cuerda en la boca -rió, fue un mal chiste, pero no se aguantaba a decirlo. -Me subestimaste demasiado... al fin puedo vengarme por todas las atrocidades que cometiste... -lo fulminó con la mirada volviendo a estar seria. El combate pronto llegaría a su fin. ¿Qué haría su rival ahora?
  23. Sonrió de lado viendo como su rival se curaba de su sectusempra, aún le tenía mucho que aprender pero no la culpaba, a ella también le había costado cogerle el truco a eso de las intercalaciones y al principio no era fácil ya que se necesitaba práctica. Se había curado de su sectusempra pero aún necesitaba volver a curarse pronto... si llegaba a poder hacerlo. - Silencius -susurró apuntando a Juana provocando que por un instante quedara muda y no pudiera pronunciar el desmaius provocando que de su boca solo saliera un <<Des...>> - Incarcerus -tres cuerdas salieron de su varita las cuales ataron con fuerza a su rival. Una se ató en torno a sus ojos para que no pudiera ver, otra en su boca de forma que no pudiera hablar pero con una distancia considerable de forma que tuviera que quitarlas de una a una, la tercera fue hacia sus muñecas las cuales ató en su cuerpo oblignadola a que la varita apuntase al suelo y se viera incapaz de mover. No le gustaba subestimar a su rival pero era fácil saber en el primer movimiento si uno necesitaba emplearse al cien por cien o solo necesitaba una parte de este. Su rival aún necesitaba mucho que practicar para poder vencerla. - Parece que estás perdida -le mencionó como si fuera simplemente un dato que ella ya debía saber. Aquel duelo no duraría mucho más.
  24. Se estaba poniendo unas botas que le llegaban por debajo de las rodillas, una falda corta que dejaba mostrar sus piernas y una camisa de color negro. Se sujetó el cabello en una coleta para estar más cómoda para la pelea. Necesitaba estar lista para ir a aquel sitio al que iba... Cuando llegó a aquella cueva cerró los ojos un momento respirando hondo, cuando los abrió estuvo atenta a aquellos espejos pero por suerte no pasó nada. Miró a su compañera la cual la saludó y Dragona le respondió con una reverencia. No la conocía mucho, de donde más la conoció fue en la clase de Duelo Básico pero no mucho más, se puso en guardia viendo que la chica comenzaba el combate y reaccionó rápido para no salir ilesa en el primer turno. - Protego -pronunció y delante de Dragona pronunció un escudo que absorbió el rayo del obliviate que Juana le lanzaba. Sin perder tiempo apuntó a su rival susurrando- Sectusempra- un rayo salió de su varita la cual impactó en Juana quien estaba a diez metros de ella probocándole serias heridas sangrantes en su pecho que la llevarían a la muerte. Con un poco más de tranquilidad miró a su alrededor, pero por suerte no tenía nada cerca suyo en un radio de siete metros.
  25. Vio como Romina hacía intercambio de daños, sin duda se lo estaba poniendo difícil, sintió aquel dolor en su pecho tenía que curarse rápido pero su amiga (la cual curiosamente la quería matar) la seguía atacando ahora con una araña que estaba a cinco metros de ambas. Tenía que pensar rápido, si hiciera lo básico estaría en serias desventajas. Para su suerte escuchó una especie de silbido, no necesitaba ni ver al animal para saber que se trataba de una serpiente que estaba viendo aquel espectáculo junto a una roca que estaba a tres metros de la araña, parecía que iba a cazarla cuando interrumpieron ellas. Apuntó a la serpiente rápidamente pronunciando. - Oppugno -sin desesperarse, aguantando el dolor de las heridas por un momento mientras conseguía que la serpiente, grande, adulta y venenosa con enormes colmillos estuviera bajo su control- Cómete a la araña -le ordenó, y la serpiente entabló una pequeña lucha contra la araña la cual ganó y luego se la comió- ahora... -dijo cuando la serpiente al fin había acabado su comida- Muérdela e inyectale su veneno -le dijo refiriéndose a Romina y la serpiente rápidamente deslizándose por el suelo estando a cinco metros de Romina le mordió la pierna inyectándole aquel veneno. - Espikey -pensó apuntándose a sí misma después de asegurarse que Romina tenía aquel veneno en su cuerpo y así las heridas que Dragona tenía se curaron, aunque no completamente. - ¿Son muy lindas las serpientes, verdad? -le dijo para luego ver a su alrededor maldiciéndose por no haberlo hecho antes pero por suerte no tenía nada en un rango de siete metros. Al menos ahora. Miró a la serpiente la cual recibiría enseguida la siguiente orden de Dragona, ella conocía mucho de serpientes pues le habían explicado mucho de ellas como aficionados que siempre eran sus amigos. Sabía que hacer en cada momento, cual era más venenosa, como identificar una serpiente venenosa... había aprendido de todo y todo le gustó aprender.

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