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Fydha Guilty

Magos
  • Mensajes

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  • Última visita

Acerca de Fydha Guilty

  • Cumpleaños 27/04/1996

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    1
  • Rango Social
    Aprendiz
  • Galeones
    1600
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Demonio
  • Puntos de Poder en Objetos
    20
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Medallas
    10000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Hufflepuff
  • Género
    Female

Logros de Fydha Guilty

Newbie

Newbie (1/17)

114

Reputación

  1. Al escuchar a Lillian me apené por haberle preguntado si tenía algún hermano, no debí haber preguntado eso ya que la hice recordar un pasado bastante oscuro, pero por otro lado me alegraba que confiara lo suficiente en mí como para decirme todo aquello, sin duda su vida parecía estar llena de aventuras y misterios lo que provocó que en mi mente surgiera la idea de que si hiciera un libro sobre su vida seguramente ganaría mucho dinero, y yo por supuesto sería la primera en leerlo. Me quedé un momento sin saber muy bien que decir hasta que noto que sus ojos se humedecía y luchaba por no llorar, sin duda parecía que quería mucho a su hermana y casi me arriesgaría a decir que es una de las personas que más quiere, por lo que me siento bastante familiarizada con ella ya que, a pesar de todo lo que hace mi hermana, para mí es todo lo que tengo. Ojalá hubiera podido conocerla. - Lo siento -fue lo único que se me ocurría decir. En estas situaciones siempre me quedaba sin saber que decir pero tomé con firmeza la mano que Lilian tenía sobre la mía para que notara que le daba mi apoyo al igual que ella me lo daba a mí. @Lillian Potter Evans
  2. Escuché el sonido de las puertas y entonces apareció aquel hombre de raza odiosa. Un trueno justo resplandeció delante de mí y mis pupilas por un momento se volvieron azules destacando con mi oscura silueta, el ambiente por un momento se volvió muy tenso en esa franja de segundo. Cuando aquel destello tras mía se extinguió mis ojos volvieron a ser grises como la gente acostumbraba a ver. - Muchas gracias. -le hago una leve reberencia como saludo y agradecimiento por dejarme entrar a su morada y doy pasos hacia delante. Junto con mi presencia, el viento helado entró en aquel lugar de piedra dispersándose por todo el espacio como si un ejército de espíritus que venía a invadir el lugar se tratase. Me bajé la capucha de mi capa mostrando mis cabellos negros con mechas plateadas, sin duda el lugar parecía bastante a mi gusto, solo le faltaban unas cortinas negras y algunos detalles góticos y sería perfecta. Era sin duda todo lo contrario a mi primera casa pero era la típica mansión que los libros siempre describían. - Lamento si interrumpo algo -pronuncio al notar una presencia más en aquel lugar, aunque no alcanzaba a ver de quien se trataba podía sentir su alma. -Al menos no parece otro vampiro, era lo que faltaba- Me giro para verle ahora a él de frente procurando ignorar los comentarios de mi hermana que solo podía escucharlos yo en mi mente, pero tampoco podía hacer como si ella no existiera ya que aquello siempre la ofendía, por eso era un tema muy delicado pero que ya hacía tiempo tenía controlado. -Agradezco su hospitalidad. @Hades Ragnarok
  3. Aquella noche las nubes grises cubrían por completo el firmamento impidiendo que se pudiera ver la presencia de los astros que nos vigilan constantemente con sus ojos parpadeantes. Había escuchado que hoy habría luna llena pero para mi desgracia el destino decidió que yo y otros fuéramos privados de ver a esa diosa de plata. Ya me acostumbré, sin embargo, al gris de este lugar y a las nubes que parecen abitar siempre el pueblo y que muy pocas veces se van de viaje dejándonos el mundo que está sobre nuestras cabezas libre. Con cada paso que daba por aquel suelo de piedra delataba mi presencia por culpa de los tacones que calzaban mis pies. Era lo único que se escuchaba en la oscuridad eterna de aquel lugar. Ese día había cogido todas mis cosas y las había metido en mi golso, para mi fortuna tenía pocas pertenencias heredadas por lo que el equipaje era ligero, no estoy segura de poder describir lo que sentía en aquel momento pero la idea de irme a vivir a la casa de un vampiro me daba escalofríos y provocaba que un sudor frío bajara por mi nuca. Llego entonces frente a aquella mansión, que era aun mejor y más tenebrosa de lo que me había imaginado. En aquellos momentos lo que más me cubría del frío viento era una capa negra y gris por dentro que ocultaba mis ropajes. Fue justo ahora, justo cuando llegué frente a aquella mansión, que se me cruzó por la mente la posibilidad de que fuera una trampa. Pero tampoco tenía yo mucho que perder ni el vampiro mucho que ganar con mi muerte, por lo que decidí hacer algo que me estuve prohibiendo durante muchos largos años: confiar. Me adelanto por aquel lugar mirando con dellate y detenimiento cada mínima cosa que me encontraba, no sé si de esta forma quería prolongar mi destino de llegar a la puerta principal o simplemente era mi manía de aprovechar el tiempo, pero no podía prolongar esto sine die y terminé llegando a aquella gran puerta, sin duda la mansión desde fuera parecía impresionante y no podía imaginar como debía de verse por dentro. En comparación con la pasita de campo donde siempre estuve viviendo, donde a penas la biblioteca era un pequeño cuarto lleno de libros que no se podía poner ya en ningún lado, era un castillo, y en efecto no estaba muy lejos de serlo. Golpeo la puerta con los nudillos dos veces, haciendo sonar la madera llamando la atención de alguno de aquellos elfos que normalmente tenía la gente en aquel lugar para que me atendiera. Al principio se tardó en escuchar respuesta alguna así que volví a llamar, esta vez golpeando la puerta tres veces y con más firmeza. Prefería que quien me recibiera fuera una persona pero si está ocupada o simplemente no está tendré que lidiar con ello. El viento helado soplaba a mi lado sintiéndome uno con él, el lazo era tan fuerte que no quería que me quitaran aquel frío ni entrar en calor, si no fuera por mi condición de demonio lo más seguro es que me hubiera enfermado de gravedad varias veces por esa manía mía. @Hades Ragnarok
  4. Tres criaturas en el sótano y cada una tiene una maldición imperdonable, sin duda en aquel momento me sentí la más lista de... aquel sótano, o al menos eso esperaba pues alguien inteligente no se pasaría a vivir a aquel sótano. Me levanté sin poder ver nada todabía, temía volverme ciega por el resto de mi vida pero era mejor pensar en eso después. Concentrándome muevo el aire a mi alrededor para sentir los objetos que se encontraban en aquel lugar como hacen los murciélagos, siento aquel mueble de antes y lo palpo sintiendo como las cadenas ahora si se soltaban con el más ligero toque. Con algo de intriga e intentando ocultar el temor que el lugar me hacía sentir. Abro aquel baúl y el olor que desprende es espantoso, me hecho hacia atrás y agradezco de no poder ver lo que se encontrara en su interior pues sin duda debía de ser una de las criaturas que recibió la maldición de la muerte, el avada kedavra. Al menos una ya estaba encontrada. Cierro el baúl rápidamente antes de que aquel apestoso olor hiciera que perdiera el conocimiento, no quería entrar a detalles. Entonces escucho un ruido en el fondo, sabiendo que no debería ir a ver me adentro para saber de que se trataba. Cada vez qwue me aproximaba podía distinguirlo mejor, parecía un grito muy agudo. Entonces algo salió volando directamente contra mi cabeza. Intento recuperarme e intento identificar de que se trata pero aquello volaba sin ningún control chocándose contra las paredes y luego contra el suelo, era un duendecillo de cornualles, una criatura muy traviesa tenía entendido pero pensaba que solían ir en grupo. Hago mover el viento de nuevo para detectar si había algo más y así era... más adelante sentía que más de esas criaturas pequeñas se encontraban en el suelo retorciéndose de dolor. Me daban tanta pena que quería sacrificarlas para que dejaran de sufrir al igual que se hace con un caballo cuando se le rompe una pata. Aquella era una segunda maldición, la cual provoca que sientas en tu cuerpo clavarse mil cuchillas. Nunca experimenté aquello y no creo que sea algo que quisiera experimentar. Me alejo de aquel lugar pero sin salir del sótano, solo no soportaba escuchar chillar a aquellas criaturas. Pero mientras pienso... ¿Quién fué la que les hechizó de aquella manera? ¿Por qué? Y lo más importante... si hay otra criatura con una de las maldiciones imperdonables, solo quedaba una, y era la del control mental, ¿eso significaba que el causante de todas esas maldiciones se encontraba en aquel lugar...? Tenía que estar alerta, pues había posibilidades de que no solo tuviera que enfrentarme a aquella criatura.
  5. Aquel sótano estaba bastante tenebroso, se notaba que lo habían abandonado por mucho tiempo ¿qué case de maldición podría tener? Sabía que podría encontrarla pero cuando lo hiciera tendría que ir de vuelta hacia la profesora para que me explicara ya que no sabía ningún hechizo que pudiera desacerla y menos si tuviera alguna especie de defensa o si me afectaría de alguna forma si intentara quitarla. A pesar de mi condición de demonio podía sentir el frío helado que me recorría hasta lo huesos. Pero con cada paso que daba me acercaba más al punto de donde surgía aquella aura que sentía. Entonces descubro un baúl empotrado junto a una pared. Se notaba que era viejo y la madera estaba mal cuidada pero lo que llamaba la atención era que varias cadenas le rodeaban. Allí dentro tenía que ocultarse el origen de la maldición, algún objeto o el baúl mismo. Apunto con mi varita aquellas cadenas, posiblemente no funcionara un hechizo tan simple pero si no lo intentaba no lo sabría, igual solo estaban puestas como un abiso. -alohomora -pronuncio y el rayo sale disparado hacia las cadenas, pero algo sucede, más allá de que no hace efecto, el rayo parece concentrarse en un punto cambiando de color y este se me es devuelto golpeándome entre los ojos. -¡Ah! -caí al suelo por el empujón, pero realmente no me dolía nada a excepción de que estaba un poco confundida. Pero cuando abro los ojos de nuevo no veo nada y recuerdo que la luz de la varita se debió apagar, por suerte esta no se había soltado de mi mano- Lumus -pronuncio, pero nada.- Que extraño... Lumus -pronuncio de nuevo pero sigo sin poder ver nada. -¿Qué...? -pregunto confundida a la nada algo nerviosa intentando mantener la calma. ¿Me había sellado la magia o... aquel rayo me había dejado ciega?
  6. Me levanté temprano sintiéndome llena de energías aquel día. Me sentía emocionada por el comiendo de la clase de Conocimiento dee Maldiciones, aunque por fuera no se notaba ya que seguía con mi expresividad de siempre. Aquel día me puse una de mis ropas góticas, una falda y una camisa de mangas largas. La clase no parecía que requiriera una ropa especial para escapar en caso de peligro, o al menos eso esperaba. Me encontraba ya esperando en aquel lugar luego de tocar el traslador que se me fue enviado, era de esperarse un lugar así, pero lo más inesperado irónicamente fue la llegada de la profesora y su forzoso aterrizaje que la tiró al suelo. No mostré ninguna expresión pensando que no quisiera que alguien, y menos sus alumnos, pero sí me sorprendí cuando me di cuenta de que se trataba de una de las profesoras que ya me había dado clases antes, al menos sabré con seguiridad que esta clase será intersante. No hacía falta presentaciones así que simplemente la seguí dentro de aquella casa la cual parecía increíble que no se viniera abajo. Podía sentir que al lugar le rodeaba un aura oscura, de hecho... no venía de un solo punto. Camino por aquel lugar y la madera cruje con cada paso que daba, los pocos muebles que había se encontraban deteriorados por el tiempo, sin duda no era un lugar muy agradable y menos para quien temiera a las arañas ya que el lugar estaba repleto, por suerte no era mi caso. Siguiendo un poco mi instinto llego ante una puerta donde noto que se concentra una gran cantidad de energía oscura, entonces cuando la abro descubro unas escaleras que conducían al sótano, aquello era perfecto para una película de terror. Cogo mi varita y pronuncio -Lumus- para que una luz aparezca en la punta iluminando el camino. Al bajar, me encuentro con una sala casi vacía, entonces escucho un ruido que provoca que me ponga alerta, si aquel lugar estaba maldito podia haber fantasmas o algo por el estilo...
  7. No me gustaban mucho las travesuras realmente, aunque prefería no hacer ningún comentario sobre ello. Tengo una mala impresión sobre ellas pues mi hermana tuvo en su tiempo aquella fase en la que no paraba de hacer trastadas. El problema era que aquello se le iba de las manos y acababa bastante mal la cosa... Imaginaba que de lo que hablaba Hades no sería de la misma magnitud pero de todas formas prefería la calma. Sinc eramente prefería tener la mansión para mí sola pero... me había prometido hablar con más personas para superarme a mí misma. - No creo que sea necesario-digo luego de que dijera lo del regalo de bienvenida- ya hizo mucho por mí -ya bastante hacía arriesgándose a qu yo estuviera cerca de él aunque el no sabía del peligro que aquello podía traer. Mi hermana seguía bastante desconfiada aunque parecía que se había quedado por el momento sin saber que decir. - Además, tampoco necesito nada -las únicas cosas materiales con que me gustaba ser controlaad era con libros, pero imaginaba que ya teniendo la biblioteca no necesitaría comprar más. Por otro lado, los animales eran algo que me gustaba, sobre todo tengo un gran amor por las aves. Estas representaban la libertad, el poder volar e ir por cualquier lugar del mundo siempre y cuando no se le encerraba en una jaula, claro. Pero con el grifo de la familia ya era más de lo que podría pedir. -Pero se lo agradezco mucho, de verdad. -digo sinceramente y mis labios se tuercen en una sonrisa.
  8. Me gustaría poder hacer más por ella, pero parecía que aquello de momento era lo único que podía. Me hacía sentir bien que por lo menos el consolarla le hacía bien pues todas las personas en algún momento necesitaban desahogarse, al menos en algo sentí así que pude ayudarla. Parecía que quería cambiar de tema, posiblemente para olvidar por un momento todo aquello que le ataba y le pesaba. Yo solía hacer lo mismo, centrarme en otra cosa para olvidar de aquello que me atormenta. Me gustaría ayudarla más y alibiar un poco esa carga. De momento solo podía aspirar a apoyarla y estar a su lado, espero que más adelante al menos pueda hacer algo más. La pregunta que hizo me pilló algo desprevenida, la verdad es que ahora mismo me costaba pensar en una vida sin mi hermana. Ella ahora mismo no querría volver a estar fuera, aunque aparenta ser la más vil realmente tiene mucho miedo a volver a salir herida. Pero si vuelvo la vista al pasado... - Alguna vez, hace tiempo, quería que se fuera. -recuerdo- Tuvimos una pelea mítica de hermanas y nos estuvimos odiando por un tiempo -bajé la mirada aparentando que estaba recordando pero realmente eso era lo último que quería pues aquella pelea había sido de las peores y todo por aquel chico... - Pero ahora mismo creo que si eso pasara me sentiría bastante vacía, como si algo faltara. -supongo que en el fondo sería como estar solo, y a nadie le gusta la soledad, por más que uno lo niegue esta siempre acaba afectando a las personas. - ¿Tú tienes hermanos? -pregunto luego de pensar en lo que dije pues "mítica pelea de hermanas" era algo ambiguo. Dicen que los hermanos siempre acaban peleándose por algo pero que como están unidos acaban haciendo las paces, pero no sé si el ser hijo único lo entiendes de distinta forma.
  9. Buenos días ^-^ Ya que parece que no puedo cursar ahora mismo lo que quería, quisiera cambiar el conocimiento a: Conocimiento de maldiciones si es posible, gracias @Elodia Riddle
  10. "Una mansión" Fue la primera palabra que se me quedó en la mente, en el interior de esta se formó más una especie de castillo de piedra mítico de las princesas de los cuentos que solían estar atrapadas pero mucho más gótico y oscuro. Sería demasiada casualidad que la mansión que el Ragnarok mencionaba se pareciera al castillo que pensaba, pero lo más seguro era que tuviera ese aire terrorífico y místerioso. Lo siguiente me relajó un poco, no me gustaban las visitas turísticas, eso incluía siempre ir al ritmo de una persona y escucharla hablar todo el rato de algo que no tiene nada que ver total de ocultar el silencio tenso que siempre se formaba, eso si no lo hacía de mala gana, no se que es peor. Sin embargo en lo personal siempre elegiré adentrarme yo sola, así podría ir a mi ritmo y fijarme mejor en los detalles, además de descubrir más cosas. A continuación Hades, aun estando en la misma oración, siguió diciendo cosas que solo me ilusionaban. Una mansión para mí sola pero aun así tener esa sensación de no estar del todo sola en el mundo y poder contar con alguien. Eso sin duda parecía un sueño -Demasiado bonito para ser cierto -escucho a mi hermana en mi cabeza, debía de pensar que era una trampa ya que literalmente no hice nada y eso nos cayó del cielo- Lo que lo fastidia es que es un vampiro. -la vuelvo a escuchar, pero de seguro se acostumbrará. Me aliviaba saber que Hades no parecía el tipo de hombre que caería en las trampas de mi hermana, o al menos eso esperaba. De nuevo, Hades siguió hablando y lo único que salía de su boca eran palabras bañadas en oro. Una biblioteca en una mansión debía de ser enorme. Apenas había visto la biblioteca de mi madre que era realmente un montón de libros apilados por todas partes porque en la habitación no cogían más estanterías. Por último, cinco ilusiones en menos de medio minuto, ¿un hipogrifo? Reconocía que no era mi animal faborito, hubiera sido ya demasiado que también tuviera un thestral, pero los hipogrifos al igual que cualquier criatura fantástica alada también me encantaban y era uno de los cuatro primeros animales de la lista que más me gustaba. Tardo un momento en reaccionar, toda aquella información en tan poco tiempo me había dejado alucinada, lo que me hacía sentir mal era que nunca podría expresar lo tan agradecida que estaba con mi ex-profesor. Todo aquello no lo podía dar cualquiera y no sabía que ofrecer a cambio de eso. Me obligo a reaccionar cuando siento que ahora espera que él diga algo y por un momento no me salen las palabras. - Wa... por Anubis -era una expresión mía en vez de decir por Dios como decía todo el mundo, yo prefería jurar por el Dios de la Muerte, pero aquello era muy largo así que lo abreviaba por el nombre que le habían puesto los agipcios ya que esa era mi época y cultura faborita- No se que decir... gracias. -pienso por un momento que ahora mismo parezco patética- No se como agradecerte todo esto.
  11. Buenos días Vengo a anotarme a un conocimiento Nick: Fydha Guilty ID: 119365 Conocimiento: Runas Antiguas Nivel de Magia: I, terminé la universidad realmente pero aun no actualizaron mi ficha me parece. Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/106300-boveda-de-fydha-guilty/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/106282-ficha-de-fydha-guilty/?do=findComment&comment=4853530
  12. Buenos días Quisiera hacer un pequeño cambio a mi ficha debajo de datos personales, gracias: Familia adoptiva: Ragnaventus Tutor: Hades Ragnarok
  13. Aquello de recipiente me dio un mal sabor de boca, ya que sonaba a algo bastante duro como si tan solo la utilizaran de objeto para un fin determinado, y al escuchrla hablar mis duda fueron confirmadas ya que por lo que decíá no parecía ser algo muy agradable. Sin duda Lillian tenía un gran peso sobre ella y posiblemente se viera con valor de decírmelo porque yo también teng a alguien dentro de mí, aunque no es parecido a lo qu sucede con ella realmente al menos me alegra saber que puede desahogarse conmigo. El destino... Sin duda es mejor no saber que es lo que te va a pasar y muy preferible vivir la vida en el presente. Pero una vez que sabes tu destino solo quedan dos alternativas: afrontarlo o ir contra él. Muy pocas personas consiguen aquello último, se neccesita un gran esfuerzo además de que puedes salir perjudicado de otra forma. Miro un momento a Lillian y siento que debo protegerla de aquel peso que cae sobre ella. Aunque ahora mismo no se me ocurren palabras que pudieran servir para este asunto utilizando mi instinto maternal me levanto y poniéndome a su lado sintiéndome así más cerca de ella la abrazo, transmitiéndole comprensión acaricio sus cabellos. - Cada uno tiene su destino, pero este no nos puede prohibir de lo que queramos hacer ni mucho menos de vivir -aquello no es ni la mitad de lo que tenía en mente, pero esperaba que Lillian lo comprendiera. ¿No tenemos acaso todos el mismo destino, que es la muerte? Si no dejamos de pensar en ella, no podemos ser felices y vivir no tendría sentido. Es mejor que no empiece a pensar en ello porque podría estar horas explicando aquella teoría. Lo importante ahora era que mis palabras consiguieran animarla. -Si hay algo que quieres hacer solo hazlo. -se que algunas personas tenían dificiles algunas cosas, como por ejemplo si quieres ir a la luna es algo complicado, pero no creo que haya nada imposible en esta vida pues si de verdad lo deseas lucharás para lograrlo. Espero que mis palabras estén lo suficientemente cerca de Lillian para motivarla.
  14. Grecia, aquella palabra se repite en mi mente mientras escuchaba a mi profesor, aquel místico e histórico lugar que siempre me había llamado por todas aquellas historias que esconde. Las palabras del Ragnarok en aquel momento eran muy valiosas ya que decía lo inteligente que era mi padre y sentía como mi hermana se emocionaba cada vez más por ello. Lo próximo no me lo esperaba, tuve qu tomarme un tiempo para volver a pensar las palabras que dijo Hades y volverlas a repetir en mi mente. ¿Mí padre entonces sabía de mi existencia? No sabía como sentirme ante eso, por un momento sentí un nudo en mi estómago, nervios y al mismo tiempo emoción. Aunque eso había pasado hace mucho tiempo y no sabía si él seguiría con vida, o si el vampiro me estba ocultando algo por el miedo de hacerme daño. -¡¿Qué nos cuide un Vampiro?! -escucho la voz de mi hermana- ¡No! ¿En que está pensando nuestro padre? Igual es una trampa o... ¡o algo! -se quedó sin fundamente- No pienso estar en el mismo techo que el -decía enojada.- Nos valemos muy bien por nosotras mismas, hasta ahora hemos estado solas y nos fue bien, no nos pasó nada. Somos lo suficientemente fuertes para ser independientes. -intenta convencerme, menos mal que solo yo puedo escuchar a mi hermana. Aquello no lo podía negar, sin embargo sigo sin estar cómoda en los hoteles que encuentro en el callejón pues siempre hay demasiado ruido o sucede algún impreviso como aquella noche en la qu mi hermana mató a un hombre. Todabía me apiado de aquella desdichada alma. Sin embargo, si mi pdre confía en él como para dejar que nos cuide debe significar algo. - Claro -a pesar de todo aquello que había venido tan de golpe por fuera se me veía relajada- Me encantaría -sonrío levemente, no se como comportarme en este momento ya que soy consciente de que no soy la clase de personas que extresan su alegria a más no poder, además de que a penas lo conocía pero sentía que podía confiar en él y... como si hubiera alguna extraña conexión que me indicaba que debía aceptar esto. Las cosas siempre pasan por una razón así que no debe de ser coincidencia que justo me lo encontrara ahora y que él justo pasara por aquí y acabaramos hablando de tal forma que me lo dijera. -¡¿Que?! -escucho la voz de mi hermana quien seguía molesta y nada convencia- Te lo advierto, lo mataré a la primera oportunidad que vea -sin duda le iba a costar más que a nadie, parecía incluso una prueba. Yo también me sentía algo indefensa el estar en un hogar de un vampiro pero... el no hizo nada malo y solo quiere ayudar, así que se merece que le de una oportunidad para conocerle mejor.
  15. Levanté la mirada al escuchar esas palabras del vampiro, quien llamó por primera vez la atención de mi hermana también, tal vez aquello le pueda salvar la vida si mi hermana tiene alguna oportunidad de atacarle. Dependiendo, claro está, de si fue amigo de mi padre o si solo lo conoció. Si por otro lado descubriera que no se llevaban bien o eran enemigos habría bastantes posibilidades de que mi hermana lo intentara matar en aquel mismo lugar. - ¿De verdad? -aunque no se notaba en el fondo aquello me alegró, era la primera vez que alguien había conocido a mi padre y podría hablarme de él- ¿Dónde le conociste? ¿Cuándo?-sería posible que mi padre fuera en algún momento a esta ciudad, y aquello hizo que por un momento mi hermana se ilusionara el pensar que esta en el mismo lugar donde él estuvo. A pesar de no conocerlo, gracias a lo que me había contado mi madre, ambas lo mirábamos como un héroe, pero sobre todo mi hermana quien tenía un gran aprecio por él y lo alababa. Sin duda ella era su fan número uno, aunque a veces tengo la impresión de que lo idealizamos demasiado y solo construímos en nuestra mente a un padre perfecto. Supongo que es eso lo que hacen los hijos.

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