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Syrius McGonagall

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Todo lo publicado por Syrius McGonagall

  1. Matt Ironwood. Sede Regional del FBI, Nueva Orleans, Louisiana. -Nos esperan en la sala de reuniones - repitió a la bruja a su lado, sabía que no detendría a la Yaxley de acompañarlo a la improvisada junta por lo que ni siquiera lo intentó. Mientras caminaba junto a la búlgara por los pasillos de la Central se preguntó qué podría a querer Sean Linmer en aquel momento. No había compartido mucho con el inglés durante la primera parte de la investigación antes de partir a Nueva York, pero ahora sabía que el hombre sabía más de lo que aparentaba. Con la confirmación de sus idas y venidas por parte de Danny y la información sobre las irregularidades durante su trabajo en el Ministerio Inglés que acaba de compartir Maida, el hawaiiano no estaba seguro de querer seguir teniendo involucrado a ese hombre en su investigación. Tenía la autoridad de removerlo, después de todo era el encargado de la misma pero de momento aquel político no le había motivos tangibles como para invitarlo a educadamente retirarse. Además, se sentía muy curioso en saber que deseaba compartir con todos ellos. Se sorprendió de encontrar la puerta de la Sala de Reuniones cerrada, pero aún así entró de todos modos sin aviso previo. Dentro se encontró al susodicho Sean Linmer y a su amiga Ada, la Primer Ministro de Francia. -Ada, señor Linmer - saludó con una leve inclinación de cabeza -Disculpen la tardanza, pero tuve que recibir a la señorita Maida Yaxley - se hizo a un lado para presentar a su acompañante al resto de la sala -Enviada por el Ministerio Británico para confirmar nuestros avances en la investigación sobre el homicidio del Embajador McCarthy- rápidamente inventó una excusa convincente. -Es hora de que comencemos a compartir nuestros progresos - invitó a todos los presentes mientras tomaba una de las sillas libres en la habitación y la ocupaba. @ Maida Black Yaxley @ Ada Camille Dumbledore @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Darla G Dumbledore @ heberth portillo @ Bodrik
  2. Matt Ironwood. Sumergido completamente en el repaso de las habilidades que dotaba a uno del libro de “Aprendiz de Brujo” como se encontraba Matt no espero radical que tomó la clase. Apenas logró entender lo que Bakari acaba de decir cuando en la mano del Guerrero Uzza se manifestó una brillante daga. El imponente anciano lo miró directamente a los ojos antes de pronunciar “immolo oppugnare” y clavarse ante los anonadados ojos del mago la daga en su brazo izquierdo. El efecto fue inmediato. La piel del brazo izquierdo se abrió en un profundo corte longitudinal que recorrió todo su antebrazo y un tercio inferior de su brazo. El dolor lo sacudió de un cegante golpe. Podía sentir como la sangre manaba de la profunda herida infringida, manchando su ropa y el suelo polvoriento y rocoso a sus pies. Dejó escapar un gruñido profundo de su garganta mientras instintivamente llevó su diestra y apretaba parte del corte con la misma, en un inutil intento de detener el sangrado. No era la primera vez que lo lastimaron gravemente, en su trabajo se había visto envuelto en situaciones que pusieron su vida en riesgo en más de una ocasión. De todas formas, todo aquello no hacía que aquel corte fuera menos doloroso. El ojiazul sabía que tenía que actuar rápido, el riesgo si seguía perdiendo sangre de aquella profusa manera era la muerte. Y no podía morir en su primer clase de conocimientos Uzza. Concentrándose pese al dolor y su agitada respiración que acompaña el desbocado latir de su corazón, apretó más firmemente el corte con su diestra recibiendo otro restallo de tormento que le obligó a apretar los dientes. Trató de calmarse y pensar claramente en su cabeza en “Curación” aquel encantamiento era su única opción viable para solucionar aquel problema. Efectivamente el encantamiento funcionó, el corto se cerró con rapidez y la oleada de alivio fue inmediata. Su herida se había curado. Apartó su mano derecha que aún goteaba sangre para comprobar su antebrazo, no había rastro alguno de que segundos antes una profunda laceración lo había lastimado. Lo único registro del corte era la sangre que manchaba su mano derecha, su ropa y el suelo que tenía debajo. -mier** - por fin dejó escapar palabras de su boca olvidando que se encontraba en medio de una clase. Levantó su mirada y se encontró con la de su maestro -Gracias por la bienvenida a la magia Uzza - se obligó a sonreír el castaño. @ Bakari @ heberth portillo
  3. Lo prometido es deuda.... Buenas noches Rory 🌚

  4. Esta tarde tienen que salir tortas fritas......

  5. Matt Ironwood. Hackberry, Louisiana. Kalani no atendió, lo cual en parte no sorprendió al castaño. La vieja bruja detestaba las tecnologías nomaj aunque era la única forma veloz que tenía el hawaiiano de contactarla cuando necesitaba algún favor de su parte. Habría que cambiar de planes e improvisar. Matt se guardó nuevamente el celular y se giró hacia Maida - Vas a tener que venir conmigo a Nueva Orleans - le comentó a la búlgara el nuevo rumbo que tomaría. En la Oficina Regional del FBI estaría muy segura de cualquier posible represalia que pudiera sufrir, nadie se arriesgaría a atacar una sede del FBI tan a la ligera sin temer después la respuesta del MACUSA. Pero debían ser muy cuidadosos, nadie cuestionaria que el hecho que trajera al recinto a alguien desconocido, después de todo haberse hecho un nombre dentro de la organización tenía sus ventajas. Además tras su viaje fugaz a Nueva York un grupo variopinto de magos había regresado con él, uno más no llamaría demasiado la atención. Lo que le preocupaba era otro asunto. -¿Sean te conoce? - no quería que la aparición de la bruja causara algún contratiempo en la investigación o pusiera en riesgo a la propia bruja. -¿Existe algún riesgo de que él te vea y sospeche? - como le había aclarado minutos antes, la investigación no se centraba en el Linmer y sus posibles ilegalidades, aquello poco le importaba al paladín pero por otro lado la Yaxley parecía estar realmente preocupada por la corrupción del político inglés. Tras aclarar aquellos últimos puntos el ojiazul extendió su mano para que la bruja la tomará, el recuerdo del tatuaje de la Marca Tenebroso en su brazo apareció por unos segundos en su mente y el mago apretó los dientes. Se seguía sintiendo dolido. Cerró los ojos y desaparecieron rumbo a Nueva Orleans. Oficina Regional del FBI, Nueva Orleans, Louisiana. La lluvia seguía cayendo incesante sobre la ciudad, como si quisiera ahogar la metrópolis por algún motivo. La aparición conjunta les ahorró el mojarse ya que se manifestaron dentro del vestíbulo de entrada de la Oficina Regional del FBI. El americano desenlazo sus dedos de los de la Yaxley y tras comprobar que ambos se encontraba enteros se giró hacia una voz que lo llamaba. Se trataba de Emily, la recepcionista. La bruja salió presurosa detrás de su escritorio y enfilo sus tacones hacia los recién llegados. -Agente Ironwood, el señor Sean Linmer lo espera en la sala de reuniones - le anunció mientras observaba curiosa a su acompañante. -Gracias Emily, iré ahora mismo, ¿podrías avisar al agente Smith de que vaya a la sala de reuniones? - ¿Qué podría querer tratar el ingles? @ Maida Black Yaxley @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Ada Camille Dumbledore
  6. Matt Ironwood. Hackberry, Louisiana. Jamás había escuchado de “Vuelapluma” o como fuera que se llamara aquel periódico pero al parecer brindaba a la bruja de información a la que normalmente no tendría acceso. Cierto era que, mandar a un sujeto tan importante como Sean Linmer dentro del gobierno mágico britanico a cubrir una investigación de terreno era una decisión extraña pero el Ironwood supuso que aquello representaba más un bien simbolismo por parte de Londres para demostrar la prioridad que constituía aquella investigación para ellos. Matt negó con la cabeza al escuchar lo que acaba de decir Maida, la bruja parecía querer desviar el verdadero foco de atención de todo aquello -Esta investigación no se trata sobre Sean, no me importa ver su caída o declarar su inocencia.. este caso es sobre resolver el asesinato del Embajador McCarthy, si Sean estuvo involucrado en el mismo se lo ajusticiara como corresponde ….. pero poco me importan los asuntos turbios de su pasado o la corrupción que maneje, no es mi jurisdicción, eso es asunto de ustedes los ingleses, el FBI y el MACUSA no tienen nada que ver con todo eso - se apresuró aclarar. Esperaba que la búlgara lo entendiera, si el motivo de su visita tenía que ver con Sean estaba buscando la ayuda equivocada. El ojiazul se esforzaba por mantener bajo control el cúmulo de sensaciones que la revelación de la verdadera identidad de Maida había desatado, tenía que pensar de forma clara porque estaba jugando sobre hielo quebradizo y cualquier error podría llegar a resultar fatal. La furia y el dolor estaban cediendo siendo sustituidos por una confusión que esperaba ser capaz de resolver. -Tu no puedes venir conmigo a Nueva Orleans - se adelantó al ver como la bruja preparaba el bolso para partir -No al menos a la sede del FBI donde nos estamos hospedando todos - pese a todo el hawaiiano le prometió seguridad y siempre cumplía con su palabra. ¿Pero donde? No podía ofrecerle ninguna casa segura del MACUSA, los mortífagos fueron declarados por decreto presidencial como un grupo terrorista hace unos años. Si llegaban a enterarse de la afiliación de la morocha la encerrarían de por vida en prisión, y después del escape de Gellert Grindelwald hacía casi un siglo el MACUSA no aceptaba extradiciones, la Yaxley se pudriría en Alcatraz. Tampoco le daba la cara para mentirle a sus compañeros, no, el MACUSA y el FBI quedaban descartados. Y entonces solo pudo pensar en alguien. -¿Puedes deshacer todos los encantamientos de protección? - sabía que la magia y la tecnología no solían llevarse muy bien - Necesito hacer una llamada - dijo mientras sacaba un celular desde el bolsillo de su pantalón. Una vez la ojiazul se encargó de los hechizos, marcó el número y aguardo ansioso -Por favor Kalani, atiende - dejó escapar el paladín mientras le echaba un vistazo a la bruja a su lado que lo observaba curiosa. @ Maida Black Yaxley
  7. Matt Ironwood. Hackberry, Louisiana. Apareció directamente frente a una vieja posada, la lluvía caía también en aquel lugar aunque de forma menos intensa que en Nueva Orleans, allí era como fina garúa pero igualmente fría. Matt se ajustó el piloto para protegerse de las inclemencias de aquel clima y echó una rápida vista a su alrededor, Hackberry tenía un aire…. desahuciado, aquel pequeño pueblo era la sombra de lo que alguna vez fue. Vivían menos de mil personas y con cada censo aquella cifra disminuía más y más, el paso de terribles huracanes en el pasado y las pocas oportunidades laborales más allá de la enorme planta de refinería petrolífera, a la que el Ironwood podía ver sus torres elevarse sombrías al otro lado del pueblo, volvían poco atractivo aquel lugar. El ojiazul apartó la mirada del pueblo y se encaminó a la posada, como todas las edificaciones en el sur de Louisiana se encontraba elevada un par de metros por encima del suelo. La construcción de madera se levantaba sobre seis pilares unos cuatro metros, segura de las inundaciones que las temporadas de tormenta traían todos los años en aquella región. El paladín subió por la zigzagueante escalera que servía de único acceso a la entrada principal y golpeó la puerta antes de empujarla con cuidado. Tras recibir la indicaciones de la recepcionista subió hasta la segunda planta y se detuvo frente a la habitación de la Yaxley. Golpeó tres veces con sus nudillos y aguardó. La puerta no tardó en abrirse y del otro lado una alterada Maida le invitó a pasar. Algo preocupado por el tenso estado en el que se encontraba su amiga preguntó -Maida ¿que sucede? ¿Qué estás haciendo en Louisiana? - claramente la búlgara se encontraba nerviosa, su forma de moverse, el tono de su voz y la mirada de sus ojos denotaba claramente en el estado en el que se encontraba sumida. Pero la revelación que lanzó primero lo tomó completamente desprevenido, ¿Como obtuvo aquella información? ¿Como en el mundo la Yaxley sabía sobre los involucrados en el asesinato del embajador? Y que nombrara específicamente a Sean confirmó una vez más lo que acaba de discutir con Daniel, no podían fiarse de aquel mago. -¿Cómo sabes que Sean tuvo algo que ver con el homicidio? - el castaño no se pudo contener e interrumpió a la bruja. Otra vez con el asunto de un puesto en los Estados Unidos ¿qué le sucedía? ¿Por qué actuaba de forma tan antinatural? La bruja sabía algo más y el Ironwood no podía continuar esperando. La vio darle la espalda y apoyarse sobre la pequeña mesa de aquella sala -¿Maida que está sucediendo? - preguntó inseguro de acercarse. Cuando la mujer pareció recomponer su compostura se giró nuevamente y le explicó el motivo de su actitud. ¡¿Mortífagos?! ¿Los seguidores del Mago Tenebroso se cernían sobre el caso? -No. no, espera… Sean vino voluntariamente hasta aquí, encabeza la delegación ministerial británica enviada para colaborar en la investigación - se adelantó Matt -No tiene sentido que lo quieran sacar - negó con la cabeza -¿Por que lo enviaran sino en primer lugar? - si el mago era tan importante para los mortifagos, no tenía sentido el riesgo de enviarlo a la boca del lobo solo. A no ser que…. debiera limpiar información que solo él conocía y que podría involucrarlo con todo lo que estaba sucediendo. ¿No había visitado solo el depósito? Mientras un torbellino de hipótesis y conjeturas giraba con velocidad dentro de su cabeza, la pregunta de cómo Maida obtuvo aquella información se vio desplazada a un segundo plano, pero la siguiente revelación de la bruja detuvo su corazón por unos segundos. Sus ojos no pudieron apartarse del tatuaje en el brazo de la mujer, la tinta negra se retorcia siguiendo la sinuosidad de una serpiente que emergía de un cráneo, el símbolo de la Marca Tenebrosa. El hawaiiano logró apartar por fin su desconcertada mirada y elevarla hasta al rostro de la bruja. Años de formación en la Academia del FBI le enseñaron a blindar su rostro y no demostrar lo que sentía internamente pero en aquel momento aquel conocimiento se desmoronó, se sentía traicionado, asqueado, temeroso y molesto, su rostro claramente demostró todo aquello. -Eres uno de ellos- fue lo primero que escapó de los labios del ojiazul. Matt llevaba años dentro de la Orden del Fénix, la organización creada por Dumbledore para luchar contra el peligro que representaban para el mundo el grupo de magos al que pertenecía la mujer que tenía enfrente. Asesinos, crueles, despiadados y con ideas extremistas y de supremacía mágica, todo lo que le enseñaron de pequeño a despreciar lo tenía personificado a tan solo medio metro de distancia. Su primer instinto fue defundar su varita pero lo contuvo… Maida no era todo aquello, no podía serlo, la conocía…. o bueno creía haberlo hecho. Pero allí estaba, confesando y arriesgando su propio cuello por lo que era correcto, no podía juzgarla por los crímenes que no sabía que pudiera haber cometido. -No quiero…. no… - comenzó diciendo el castaño, negó una vez con la cabeza - cúbrete eso - apartó la vista con desagrado - no quiero saber más de ti y de la Marca… no me… no me obligues - le costaba hilar sus pensamientos, el dolor, la furia y la sensación de verse traicionado por alguien que apreciaba le nublaban la mente. -Puedo ver con alguno de mis contactos para ofrecer un refugio donde resguardarte - Matt volvió a mirar nuevamente a los ojos a la mortifaga -Pero si tienes información que pueda colaborar con esta investigación, necesito que me lo digas todo ahora - @ Maida Black Yaxley Emily Vincent, recepcionista. Oficina Regional del FBI, Nueva Orleans, Louisiana. La lluvia caía con fuerza sobre Nueva Orleans, desde hacía una semana que cielos encapotados y recurrentes chaparrones caían sin cesar sobre la ciudad. Emily odiaba aquel clima, no disfrutaba del invierno para nada. Escapó de Detroit por aquel motivo, se vino hasta el extremo sur del país en busca de climas más amenos pero aun así el cruel invierno no parecía querer ser evadido. La recepción se encontraba muy tranquila aquella tarde, poco era el trabajo que tenía por hacer pero la bruja no podía esperar a que el viernes llegará. Necesitaba unos días para disfrutar con amigos y aquel fin de semana iría a una casa en el lago con un grupo de viejos compañeros de Ilvermorny. El sonido de unos pasos la sacó de su ensoñación y al levantar la mirada se topó con uno de los delegados ingleses que vinieron por le asesinato del embajador McCarthy -Lo siento señor Linmer, el Agente Ironwood acaba de irse, dijo que volvería en unas horas - lamentó tener que comunicarle. @ Sean -Ojo Loco- Linmer
  8. Matt Ironwood. Horas antes en el muelle….. Matt escuchó curioso la explicación que la despistada bruja daba de porque se encontraba deambulando en pleno puerto y no hubo nada en su historia o en el tono en que la relató que le indicará al paladín que no estaba siendo sincera. Aunque no era originario de Nueva York, le había tomado cariño a la ciudad tras sus años de formación como agente del FBI, por lo que oírla llamar “decadente” aquel lugar le molestó. Por su acento era claramente británica, de seguro conocía o vivía en grandes ciudades como Londres, Manchester o Birmingham…. que no resaltan precisamente por su pulcritud o falta de problemas, así que escuchar su queja sobre Nueva York le resultó irónico. Pero no había tiempo para recriminarle nada, tenía asuntos más urgentes que tratar que corregir a una turista quejosa. Estaba por indicarle la salida de aquel laberinto de muelles y depósitos cuando la bruja inglesa le preguntó por su herida a la vez que se ofrecía para tratarla, al parecer trabajaba como enfermera. -Muchas gracias - replicó el ojiazul al ofrecimiento -No es muy profundo - agregó aceptando el tratamiento. @ Bodrik En el MACUSA. -Nos vamos directo a Nueva Orleans - contestó a la pregunta de Ada, muchos eran los cabos sueltos aguardando en Louisiana. @ Ada Camille Dumbledore Oficina Regional del FBI, Nueva Orleans, Louisiana. Aquel enorme contingente que trajo consigo desde Nueva York comenzaba acomodarse en las habitaciones disponibles que ofrecía la sede regional del FBI en Nueva Orleans, el edificio era grande y antiguo, mucho más grande y antiguo que su edificio hermano en Honolulu. Estaba seguro que sus compañeros encontrarían algún lugar cómodo donde instalarse durante su estadía en aquella ciudad. El propio Matt se encontraba en la habitación que ocupaba desde que había llegado una vez le encomendaron investigar el homicidio del embajador McCarthy. Era un cuarto simple, dos camas gemelas que ocupaban lados opuestos, una ventana, un escritorio, dos sillas y un enorme armario, el hawaiiano no necesitaba más. Afuera la lluvía caía persistente y fría, al parecer la tormenta decidió seguirlos hacia el sur con su manto gris y húmedo. El castaño observaba la lluvia empapar la calle empedrada de fuera, el edificio se encontraba en pleno centro histórico rodeado de antiguas edificaciones construidas con un clásico estilo francés, los fundadores originales de aquella urbe. La puerta de su habitación se abrió a su espalda y el paladín se giró apartándose de la ventana. Se trataba de Danny, uno de sus mejores amigos y compañero, el único al que se había traído desde Hawaii para trabajar en aquel caso. El rubio oriundo de Nueva Jersey cerró con cuidado la puerta de la habitación que ambos compartían y fue directamente al grano -¿Como ha estado el viaje a Nueva York?- preguntó sin perder el tiempo. -Interesante - se obligó a sonreír el Ironwood, no podría calificarlo de otra forma -y productivo - concluyó. -Ya veo, ¿que hay de eso que dijiste al partir de…. como era? Ah, si ya recuerdo “mientras menos seamos más rápido avanzaremos”, estoy seguro de que fueron exactamente esas palabras, pues volviste con un ejército de Nueva York - le recriminó jocosamente su compañero mientras se sentaba en su cama. -Sucedieron cosas - rió el ojiazul - pero olvídate de eso, tengo que contarte algo - replicó Matt mientras sacaba su varita y lanzaba el encantamiento “Muffliato” para detener oídos indiscretos. -Pues date prisa que yo también tengo algo que comentarte y es urgente - dijo a su vez el otro mago. Matt le comentó todo, de su fructífero encuentro con las brujas del Departamento de Transporte todas las averiguaciones que consiguieron y el posterior “tropezón” con Ada, de su furtiva entrevista con posibles informantes en el puerto de Brooklyn todo arreglado por “El Vigía”, de la trampa, el ataque de los escoceses y lo más importante de todo, que aquel ataque había sido orquestado por el buscado criminal “Trebol”. Al llegar a ese punto Danny casi saltó de la cama -¿Trébol dijiste? - preguntó exaltado. -Si, Serena leyó la varita que robe de aquel matón escoces y pudo ver en encuentro entre ambos hombres, Trébol mandó aquel grupo a que me eliminaran de este caso, no se porque motivos pero Trébol está involucrado en todo esto - conjeturó el Ironwood curioso por la reacción de su compañero. -Trébol está en Nueva Orleans - soltó el rubio como si nada. La revelación dejó sin habla por uno segundos al hawaiiano -¿Está aquí en Nueva Orleans? - -Shh, calla y deja que hable - lo interrumpió su amigo -Una vez te fuiste hice lo que me encomendaste, mantuve un buen ojo encima de la delegación de magos ingleses…. no hay que confiar en ellos, fueron varias veces al depósito de McCarthy solos, no los detuvo porque estaban en todo su derecho en hacerlo, pero no está bien visto que decidan mantener alejado durante su investigación al grupo local, ya sabes, son reglas no escritas, una cortesía… uno respeta a sus anfitriones… pero bueno, podían solicitar aquello…. primera mala impresión - explicó Danny. Matt no pudo menos que asentir dándole la razón a su compañero, podría decirse que aquel gesto era de mala educación después del buen trato ofrecido. -Pues bien, no se que hicieron allí dentro pero estuvieron un buen rato…tampoco es que después nos comentaran en qué consistió su trabajo en el depósito… de todas formas continúe manteniendolos vigilados - prosiguió el agente -En una ocasión Sean, ya sabes el líder de la delegación salió solo de aquí y lo seguí… llegó a una cafetería del centro pero no estaba solo… Trébol estaba allí, se reunieron Matt, se reunió con el maldito Trebol, uno de los criminales más buscados en el país… ese tipo no es de fiar Matt…. no pude escuchar lo que hablaron pero si esa maldita bolsa de estiércol formó parte de aquella reunión no puede ser nada bueno - finalizó su compañero. Matt se quedó unos segundos pensativo, toda aquella información resultó ser un mazazo difícil de procesar. Si Sean estaba involucrado de alguna forma ,la investigación corría un serio riesgo de ser saboteada internamente y no podía permitir que aquello sucediera. El mago de momento no había cometido ningún crimen que justificara su detención, aunque sus acciones eran suficientes para declararlo sospechoso. De todas formas no podían arriesgarse a ahondar la crisis diplomática que atenia aquel momento al Reino Unido y los Estados Unidos, el riesgo de detener a un enviado extranjero sin pruebas suficientes era un juego que el Ironwood no estaba dispuesto a seguir. Tenían que ser más inteligentes -Hay que ser cuidadosos Danny…no podemos detener a Sean sin pruebas ni a ninguno otro de los ingleses, mantengámoslo fieramente vigilados y seamos precavidos con la información que compartimos, este caso se resolverá - le aseguró el ojiazul, su compañero asintió secamente en silencio. Estaba por agregar algo más cuando alguien golpeó la puerta, el hawaiiano deshizo el encantamiento que protegía su conversación y dijo - Adelante - uno joven recluta, recién salido de la Academia se encontraba del otro lado. -Disculpen la intromisión agentes Ironwood y Smith, tengo una nota para usted Agente Ironwood, llegó hace unos momentos - le dijo mientras le tendía una carta. El paladín agradeció y despidió al joven agente para después prestar atención a la nota que tenía entre las manos. Reconoció la prolija y esmerada caligrafía, aquella nota pertenecía a Maida. Con cuidado rompió el sobre de pergamino que protegía la nota del interior y su incredulidad creció con cada palabra que allí aparecía escrita ¿Que hacía Maida en Louisiana? La búlgara dejaba en claro en aquel mensaje que su aparición en Louisiana había sido un error pero el castaño no se lo creyó por ningún instante. Hackberry quedaba en la Parroquia de Cameron, a tan solo unas millas al sur de donde encontraron el cuerpo del embajador McCarthy crucificado. La Yaxley no había llegado por error a aquel lugar, no era tan ingenuo, esto tenía que ver con el caso pero lo que el mago no terminaba de comprender cuál podría ser el interés de la bruja en todo aquello, tendría que averiguarlo. -Danny lo siento, pero tengo que partir hacia Hackberry - @ heberth portillo @ Darla G Dumbledore @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Maida Black Yaxley
  9. Matt Ironwood. No pudo menos que concederle aquella pequeña victoria a la bruja, la verdad era que aquel paisaje septentrional y montañoso lucía como una pintura y justo en aquel momento en que tonalidades violaces y rojizas comenzaban a manchar el negro cielo del este la majestuosidad de aquel paraje volvió a dejar sin palabras al hawaiiano. -Es hermoso - logró formular distraídamente el castaño como respuesta apenas apartando la vista. Su ensimismamiento se vio forzosamente finalizado cuando Maida emprendió una veloz marcha a través del cielo escoces hacia la reserva y el Ironwood a duras penas pudo mantener el ritmo. Siguió todas las instrucciones que la búlgara le gritaba por sobre su hombro, giró a la derecha, luego a la izquierda, desaceleró, ascendió y bajó cumpliendo con todas sus indicaciones. El paladín no sabía cuánto tiempo llevaban volando cuando descendieron por debajo del nivel de las nubes por primera vez en largo rato. El Mar del Norte parecía un espejo de oro batido a sus pies, el sol se alzaba por sobre el horizonte tiñendo de dorado las aguas frías del océano y en medio de aquel espectáculo, a unos 10 kilómetros aproximadamente se alzaba la Reserva Mágica Scamander. La reserva ocupaba la totalidad de una isla con forma de medialuna, una cadena de montañas con picos nevados servía como la columna vertebral recortando el perfil occidental de la isla mientras que su sector oriental era litoral estrecho de arenas amarillas. Entre la playa y las montañas un espeso bosque de lo más diverso crecía cubriendo la isla de diferentes tonalidades de verde. Matt siguió el vertiginoso descenso de la bruja hasta que sus pies se apoyaron en la arena humedecida por las olas de la playa. El americano descabalgó su escoba con cuidado y se giró hacia su compañera -Esta isla es más grande de lo que esperaba - reconoció mientras sostenía con su diestra la escoba prestada -Es grandioso que tengan un lugar tan prístino para albergar criaturas - continuó el ojiazul, Gran Bretaña no era especialmente reconocida por albergar muchos espacios naturales intactos, casi perdieron por completo sus antiguos bosques. El aire salado del océano a su espalda llenó los pulmones del castaño tras una profunda inspiración despejando todos los dolores tras el largo viaje. -Un momento - se excusó el mago que se giró y caminó hasta la orilla de la playa donde unas pequeñas olas lamían la berma. Se acuclilló aun sosteniendo su escoba con la mano derecha y extendió su zurda hasta que sus dedos tocaran el agua fría, se llevó aquella mano hasta los labios sintiendo la sal del océano empapar su labios. Una vez terminó aquel pequeño saludo al océano se incorporó y regresó hasta la bruja -Bien, estoy listo - le sonrió -¿Hacia dónde nos dirigiremos primero, capitana? - aguardó ansioso la respuesta. @ Maida Black Yaxley
  10. Matt Ironwood. Escuchó la contestación a su primera respuesta por parte del maestro Uzza, era cierto que podría decirse que el “Anillo de la Escucha” era el opuesto al “Anillo de Salvaguarda”, sus efectos eran prácticamente contrarios el uno del otro. Pero si mal no recordaba, en la descripción de los encantamientos y amuletos del Libro de la Fortaleza decía que el efecto del “Anillo de Salvaguarda” era inexorable, nada podía penetrar su barrera. -Si no estoy equivocado, el efecto del “Anillo de Salvaguarda” es total, nada puede contrarrestar su efecto, ni siquiera el poder del “Anillo de Escucha” - replicó Matt como respuesta a la cuestión planteada por el Guerrero. Los poderes Uzza eran un terreno completamente nuevo para el castaño por lo que no estaba completamente seguro de nada pero aún así se esforzó para que su tono resonara seguro en aquella mañana. Era mejor equivocarse que dar medias respuestas. La luz rojiza del sol naciente refulgió en el metal batido de los dos nuevos anillos que su maestro hizo aparecer frente a ellos. El Ironwood los reconoció al instante, el “Anillo de las Bestias” y el “Anillo de Plagas” dos de los poderes que otorgaba el”Libro del Aprendiz de Brujo” la primera introducción que todo mago o bruja tenía a aquella magia arcana. Y efectivamente así era, el hawaiiano escuchó atentamente la descripción que el maestro Uzza daba de los mismos para nuevamente hacerle una pregunta. -He utilizado los tres - respondió de forma inmediata el paladín. -Una vez tuve acceso a ellos no me pude demorar el utilizarlos de forma inmediata - reconoció con una sonrisa el ojiazul - Mis padres tienen un Crup y fue mi primer conejillo de indias con el “Anillo de las Bestias” solo queria saber que sentía, es un perro feliz - -Tenemos una vieja casa de veraneo en la Isla de Kauai, realmente hace tiempo que no íbamos y como era de esperar tuvimos una infestación de Doxies y el “Anillo de Plagas” fue más que una gran ayuda para identificar su nido principal - recordó Matt aquel arduo día de trabajo junto a su familia para purgar la vieja cabaña de aquella plaga. -En cuanto al “Amuleto Volador” posiblemente sea el poder que más he utilizado - rememoró el mago - En mi trabajo como Agente Especial del FBI hay una demanda física importante y muchas veces tener la habilidad de poder planear tras una larga caída es muy valiosa - @ Bakari @ heberth portillo
  11. Matt Ironwood. Parecía que llovería aquella tarde, el cielo se encontraba completamente cubierto por espesas nubes negras y el aire olía a lluvia. Matt salió al pequeño balcón de su apartamento en el centro de Honolulu. El vibrante ambiente de la capital del estado le envolvió por uno segundos, el paso de los vehículos de la intersección bajo sus pies, las voces de las conversaciones de los transeúntes que se alzaban desde las aceras y alguna que otra sirena que se escuchaba a un par de calles de distancia. Desde el vigésimo tercer piso tenía una vista privilegiada de la ciudad y la playa que se encontraba un par de cuadras desde su hogar. El océano pacífico lucía como un espejo verde oscuro, apenas una que otra pequeña ola rompía un poco su superficie que por demás se mantenía calma y silenciosa. El aroma salado del mar llegaba con fuerza empujado por la brisa que soplaba desde la playa, otra señal que le indicaba al ojiazul que una tormenta se estaba cocinando sobre ellos. Era invierno por lo que los días tormentosos no eran algo impropio de la estación. Matt tomó la maceta que dejó la noche anterior sobre la mesa de madera del rincón que contenía el regalo de su madre tras su última visita, un helecho Kupukupu que ella misma había crecido en su jardín. No podía dejarlo fuera en medio de una tormenta, más sabiendo que en unos minutos partiría al otro lado del mundo a cumplir con una clase de conocimiento mágico antiguo y reservado impartido por un gran pueblo guerrero. No podía dejar de pensar en aquello. La noche anterior casi no logró conciliar el sueño por la emoción. La magia del pueblo Uzza era un arte profundo y legendario, conformado por el conocimiento de incontables pueblos muchos de los cuales ya no existían pero que los Uzzas lograron conservar sus encantamientos y hechizos, más sus propias costumbres y enseñanzas. El castaño se sentía profundamente honrado de haber sido aceptado para tomar clases de magia Uzza, estaba preparado y ansioso para que su formación diera inicio. El Ironwood cerró el ventanal corredizo que daba acceso al balcón con la diestra mientras sostenía la maceta con el helecho en su izquierda y corrió las cortinas. Dejó el helecho sobre la mesa de la sala de estar y se calzó la mochila con el material necesario para la aventura que se avecinaba. Apagó las luces del apartamento y tras tomar la invitación que el Guerrero Uzza enviada hacía unos días desapareció rumbo a su clase. Garganta de Olduvai El calor del norte de Tanzania era implacable al igual que el sol que a pesar de estar tan solo un poco por encima del horizonte en aquella mañana prometía caer con fuerza sobre la tierra. Pero pese la promesa de un inclemente clima el hawaiano quedó sin palabras al ver el paisaje que se extendía a sus pies. Se encontraba en lo alto de un risco de areniscas rojizas que se elevaba unos veinte metros por encima de la garganta, la planicie semiárida se veía interrumpida por otros riscos y monolitos de areniscas y arcillas que se erguían como monumentos que atestiguan la antigüedad de aquel lugar. El sonido a su espalda lo hizo girarse y toparse con la imponente figura del guerrero Uzza que ejercería como su maestro en aquella clase. Se alzaba alto y seguro, pese a su avanzada edad y su aspecto desaliñado se podía ver que se mantenía en forma y por su postura imponía respeto. Cuando llegó su turno de presentarse el castaño tomó la palabra - Mi nombre es Matt Ironwood, soy del estado de Hawaii en Estados Unidos y trabajo como Agente Especial del FBI en el MACUSA - su presentación fue escueta, no creía que se necesitara más. La primer pregunta no tardó en llegar y el ojiazul tuvo que responder - El anillo de salvaguarda permite bloquear una zona de hasta 50 m2 para que los sonidos no salgan de ella, de esta forma uno puede tener una conversación con las personas escogidas sin que nadie puede escucharla, además es imperceptible - -En cuanto a que situación creo que dicho poder no sea útil, es en el caso de que el área que quiera cubrir bajo su protección sea mas amplia, aunque siendo sincero no puedo visualizar cuando necesitaria silenciar un área superior a 50 m2 para mantener una conversación secreta, pero si lo necesitara en ese caso el anillo no me sería suficiente - contestó la primer pregunta. -En cuanto a donde podría utilizarlo, creo que en cualquier lado- replicó el paladín- no recuerdo leer en el libro alguna especificación que me señalara lo contrario y en cuanto a que hechizo creo que guarda relación con el, supongo que “Salvaguarda mágica” que permite volverse intangible a su usuario. No solo uno se vuelve intangible con respecto a la materia sino frente a los hechizos siempre y cuando estos no sean un efecto - una vez terminó de responder las preguntas guardó silencio cuando llegó el turno de su compañero. @ Bakari @ heberth portillo
  12. Matt Ironwood. Puerto de Brooklyn, Nueva York. -Es que no fue una coincidencia que los encontrará aquí - le explicó a la francesa - Me iba a encontrar con ellos o con alguien, pero fue una maldita trampa - Matt se sentía extenuado, el impulso de adrenalina comenzaba a bajar y su cuerpo comenzaba a resentirse por toda la presión vivida. Sintió que algo líquido y cálido le corría por el sector izquierdo de la cara, confundido levantó la zurda para tocarlo. La calidez y viscosidad de la sangre lo sorprendió ¿llevaba mucho tiempo sangrando? ¿Cuando se había lastimado?. Se tocó más arriba entre su cabello apelmazado por el sudor y la sangre y notó un pequeño corte, no parecía ser muy profundo pero la cabeza era una zona que sangraba con abundancia. Presionó con su izquierda el área lastimada y se volvió hacia Anne Marie -Debemos volver al MACUSA, tengo que dar una descripción de mis atacantes y además se supone que debe volver a Nueva Orleans en unas horas - Lo que menos quería el mago era partir de Nueva York sin resolver lo de aquella emboscada, era algo que tocaba su orgullo y le molestaba. Quería atrapar a los responsables, todo estaba relacionado con aquel caso, estaba seguro que los criminales que le tendieron aquella trampa eran escoceses, ahora más tranquilo fue capaz de adjudicar nacionalidad a aquel fuerte acento. La empresa “Derhorm” era de aquel país, todo estaba conectado, no lo podía asegurar con hechos…. todavía, pero su instinto lo continuaba llevando aquella conclusión y normalmente su instinto no le fallaba. Pero a pesar de su ganas de resolver el caso, era simplemente un humano. No podía encargarse de todo, ser responsable de cada línea de investigación que se abría con cada paso que daba y estar en todos lados al mismo tiempo, debía aprender a delegar. Su misión ahora debía continuar en Nueva Orleans, sus colegas en Nueva York se encargaría de los escoceses. Cuando se incorporó al fin pronto para partir sintió otra varita en su bolsillo, no era la propia que aún mantenía firmemente sujeta con la diestra y su rostro se iluminó al entender que significaba aquello. ¡Era la varita que le arrebató al mago pelirrojo! ¿Rory o Ethan? No podía asegurarlo, pero contar con aquello entre sus manos era oro puro en cuanto la información que podría sustraer. -La varita, tengo su varita - le sonrió a la espía francesa. Estuvo apunto de usar su mano izquierda para tomarla de su pantalón pero recordó que la misma se encontraba ensangrentada, por lo que detuvo el movimiento y tras guardar su propia varita en el otro bolsillo y quedar su mano derecha libre sustrajo la varita robada. -Esta es la varita de uno de los sujetos que me atacó, tras aturdirlo tomé su varita - le dijo a la castaña - Las varitas hablaban, siempre hablan - y el FBI contaba con el mejor equipo de obtención de información del mundo. ¿Se encontraría Serena trabajando en aquel momento? Con aquella vieja loca uno nunca podía saberlo. Al salir del depósito se toparon con una bruja, casi se la llevaron por delante cuando sus caminos se cruzaron. La misma parecía estar completamente perdida -¿Usted quien es? -preguntó suspicaz, después de aquella emboscada cualquier encuentro fortuito como aquel le resultaba sospechoso y aquella mujer era sin dudas una bruja y extranjera por su acento. Aún con su mano izquierda presionando su sangrante herida observó a la bruja -¿Que hace en el puerto? - no es que aquel rincón de Brooklyn fuera un paseo popular entre los turistas mágicos que visitaban la Gran Manzana. Si aquel encuentro fue totalmente inesperado, la llegada en un auto de Ada, Sheila y otro mago al que no conocía pero reconoció como parte del grupo que acompañaba a la Ministra francesa durante su encuentro en el MACUSA, lo descolocó completamente. Dos horas después…… en el MACUSA El Ironwood se encontraba frente a la chimenea que lo llevaría nuevamente a Nueva Orleans, más precisamente a la sede regional del FBI en aquella ciudad. Estaba ansioso por saber lo que su equipo podría haber investigado y él tenía una información más que interesante que compartir con sus compañeros. La vidente Serena pese a su ceguera y avanzada edad seguía siendo el miembro del FBI que más veía y entendía de todo, sus habilidades eran de los más valiosas para la organización y el día que ella decidiera retirarse (un evento que era menos probable que sucediera antes de que en Honolulu nevara) sería una gran pérdida. Pero la información que le brindó una vez hizo una rápida lectura de la varita robada cambió su perspectiva del caso. ¿Qué hacía aquel mago involucrado en todo aquello? No es que verlo involucrado en situaciones ilícitas fuera algo nuevo pero no esperaba verlo sumergido en aquel incidente. Danny estaría encantado de tener aquella nueva información. Detrás de él estaba el equipo que lo acompañaría, siendo sincero cuando partió hacia Nueva York aquella mañana esperaba regresar con uno o dos magos colaboradores pero ahora tenía todo un séquito que quería involucrarse en aquella investigación. Todavía no lograba decidir si aquello era algo prudente. @ Darla G Dumbledore @ Ada Camille Dumbledore @ heberth portillo @ Bodrik
  13. Matt Ironwood. Matt observó curioso a la luz de su varita, la pequeña petaca que Maida le tendía mientras escuchaba la descripción del contenido. No se negaría a nada que le ayudará a soportar el frío que sentiría una vez comenzaran a surcar a todo velocidad el invernal cielo escoces, no estaba acostumbrado al frío y no gustaba del mismo. -En casa me enseñaron a tener cuidado con pócimas extrañas- le sonrió a la bruja -A este paso no te costaría nada envenenarme que lo bebería igual, pero confío en tu palabra Yaxley, a tu salud - señaló a la búlgara con la petaca y le dio un pequeño sorbo como le había recomendado. El sabor le resultó… ¿extraño? No es que fuera desagradable pero tampoco podía decir que le resultó placentero, logró sentir algo de la esencia de la manzanilla que Maida nombró y el leve picor se lo adjudicó al jengibre pero lo más destacado fue la sensación de calor que se extendió desde su boca al esófago y después hacia el resto del cuerpo, envolviendo como una capa. La sorpresa debió de representarse en su rostro por la risa que dejó escapar la bruja mientras lo observaba beber -Wow - resopló el mago mientras le tendía la petaca a la Yaxley -Es como el whiskey de fuego - señaló el mago -Ya hasta siento que voy demasiado abrigado - comentó el mago que comenzaba a sentirse acalorado. Tiró un poco del cuello de su campera para dejar que un poco del fresco aire nocturno circulara, no se la quitaría porque una vez emprendieran vuelo de lo contrario se congelaría. Matt aceptó la escoba, los lentes y los tapones de oído, la bruja había pensando en todo. Se colocó el nuevo equipamiento, montó la escoba prestada y se volvió hacia Maida. -Listo - asintió antes de darle una patada al suelo y salir disparado hacia los cielos. El viento rugió a su alrededor mientras el suelo se alejaba cada vez más y más, pronto el pueblo de Hogsmeade se extendió a su pies, una decenas de luces enmarcada en un valle rodeado por montañas. A su izquierda pudo ver el lago que se mantenia impasabile como un enorme espejo negro que reflejaba las pocas estrellas que lograban escapar de las nubes y alzado próximo a una de sus orillas las torres y muros del castillo de Hogwarts de Magia y Hechicería. El centro de educación por excelencia de Gran Bretaña, un colegio de más de un milenio de historia y reconocido a nivel mundial. El ojiazul nunca visitó el castillo pero al verlo allí, alzándose imponente en aquel paisaje montañoso, rodeado por un aura que resultaba mágica e hipnótica decidió que pronto tendría que plantearse una visita. Apartó su vista de Hogwarts y se volvió hacia Maida que se encontraba a su lado -A tus órdenes Yaxley, yo te sigo - @ Maida Black Yaxley
  14. Buenas noches, con todo esto de la reactivación foril me di cuenta de que nunca solicite mi cuenta jajajaja, por lo tanto: Solicito la creación de mi cuenta. Jajajajaja muchas gracias, saludos!
  15. Matt Ironwood. Hogsmeade, Escocia. La sensación de viajar mediante un traslador era algo ineludible, por mas que uno ya la hubiera experimentado en el pasado una o varias veces jamás podría obviar la vertiginosa y huracanada velocidad de aquel particular medio de transportes. Sus botas impactaron con fuerza sobre el suelo lo que género que sus piernas temblaran un poco mientras se recuperaba del leve mareo tras el viaje. Una ráfaga helada de viento le ayudó a despejarse completamente y Matt abrió los ojos, la noche seguía estando cerrada faltarían un par de horas antes de que el sol se alzara por el este, un cielo parcialmente nuboso apenas dejaba notar algunas estrellas y una fracción muy pequeña de la luna llena por lo que la oscuridad era casi total. Frente a el se alzaba la parte trasera de la tienda de tintas que Maida le había comentando aquella tarde, ni una solo luz se podía observar desde las ventanas. Guardó la llave de bronce que le había servido de traslador en uno de los bolsillos de la enorme mochila que llevaba encima y extrajo de otro el mapa del pueblo de Hogsmeade. Mientras volvía a colgarse la mochila sacó la varita del bolsillo derecho de su pantalón al tiempo que la encendía y la sostuvo con su boca para poder desplegar el mapa con ambas manos. Iluminó el pergamino y trató de localizar su posición en el mismo para posteriormente buscar la famosa Casa de los Gritos. Cuando hubo calculado el trayecto más corto volvió a guardar el mapa en su mochila y varita en mano avanzó por las oscuras calles del único pueblo completamente mágico de Gran Bretaña. No tardó en notar el perfil descuidado y solitario de la Casa de los Gritos en las afueras del pueblo, allí en medio de una noche oscura y fría claramente comprobó que la siniestra reputación de aquel edificio era justamente merecida. En el camino que conducía a la entrada, junto a la calle distinguió la figura de Maida que lucía igual de cargada que él. Se acerco sonriente a la bruja para saludarla -Espero no haberte hecho esperar demasiado – dijo antes de frotarse las manos por el frío – Dios esta frio, ahora mismo en Honolulu son las siete de la tarde y hay 26 grados , recuerdame por que no partimos de allí entonces– bromeó el paladín.
  16. Matt Ironwood. Puerto de Brooklyn, Nueva York. Corrió por aquel largo pasillo hasta que llegó un nuevo cruce, giró a la izquierda y siguió corriendo por aquel laberinto que no parecía tener fin, hasta llegó a preguntarse si aquel lugar no estaría encantado. ¿La trampa en la que cayó era mas compleja de lo que hubiera pensando en una primera instancia? Matt sabía que no tenía mucho tiempo para cavilar posibilidades, estaba atrapado completamente solo con tres enemigos que querían darle caza, su única misión en aquel momento era sobrevivir. Escuchó gritar a uno de ellos a tal vez unos 20 metros desde su posición, el paladín detuvo su avance y de dispuso a escuchar. El hombre gritaba en viva voz al parecer llamando al resto de sus compañeros, el acento de aquellos sujetos era tan fuerte y marcado que el ojiazul apenas podía descifrar de que estaban hablando. Pero al parecer el hombre que gritaba encontró uno de los cuerpos inconscientes y trataba de alertar a sus otros compañeros, otras dos voces le respondieron. El Ironwood pudo hacerse una idea aproximada de la posición de los otros dos magos, todos relativamente lejos afortunadamente. Por lo visto el hombre inconsciente de llamaba “Rory” o “Tommy”, una de las voces (una gastada y rasposa) le decía al sujeto que encontró a “Rory” que lo evacuara y comenzó a llamar a un “Ethan”, llamado que comenzó a repetir la tercera voz y como espero ansiosamente el hawaiiano no obtuvieron respuesta. Sus atacantes se dieron cuenta que dos de ellos habían caído y el nerviosismo se exaltó en sus airados intercambios. Matt sabía que a partir de ese momento estarían mucho más atentos y a la defensiva, si fuera uno de ellos propondría que se agruparan, la dinámica del juego que estaban llevando cambiaría y no a favor del castaño. Pero una fuerte explosión resonó en ese instante dentro del depósito, la onda expansiva arrojó al Ironwood contra el suelo mientras cientos de fragmentos y astillas de cajas volaban por los aires y caían sobre el paladín y el suelo a su alrededor. Aturdido se giró y apuntó automáticamente a la figura que se acercaba velozmente hacia él, lo habían encontrado, de alguna forma se confundió y calculó mal las distancias, aquello ya no importaba tenía que defenderse. Estaba por lanzar su tercer encantamiento aturdidor de la tarde cuando la voz y figura de Anne Marie se materializo entre la nube de polvo ¿Qué hacia la bruja allí? ¡Ada! Pensó eufórico, la francesa recibió su mensaje y envió ayuda. El paladín se alegró enormemente de ver a la morocha frente a él, tomó la mano que le tendía y se incorporó. -No, no, no, no – casi gritó ante su sugerencia – Ellos son solo tres, nosotros dos, podemos con detenerlos, los necesito para la investigación, estos hombres están relacionados con el asesinato del Embajador McCarthy – trató de convencer a la francesa, no podía irse de aquel lugar, no estando tan cerca de encontrar personas involucradas en el caso que pudieran contar con información esencial para resolverlo. Entre la conmoción ocasionada por la explosión y su intercambió con Anne Marie podía seguir escuchando a los otros hombres, gritaban de que había una nueva persona en el depósito, hablaban de encontrar a Ethan y de… ¡huir! No, no podía dejarlos escapar – Se escapan – exclamó el Ironwood antes de saltar como un resorte y disparar sus pasos hacia las voces. No miró hacia atrás, no era necesario sabía que la bruja lo acompañaría, lo único que hacía era seguir el eco de las voces, los podía oír cerca, pero ellos también estaban en movimiento. El pasillo por el que corrían resultó siendo un callejón sin salida - ¡mi**.da! – gritó exasperado el ojiazul al toparse con aquella pared de cajas que franqueaba su paso. -Maldito laberinto – maldijo girándose hacia Anne Marie. Pudo escuchar el intercambio a gritos de los otros magos, habían encontraron a Ethan, se irían pronto -¡No, no! – prorrumpió en desesperación Matt antes de emprender una frenética carrera por la dirección en la había venido, sabía que sería en vano, no podría llegar a tiempo a detenerlos y a si fue, cuando un sonoro “crack” reverberó en las paredes y el techo de chapa del depósito indicándole que los cinco sospechosos acababan de escapar. -¡m****.a! – dejó escapar su exasperación en alta voz – Así de cerca estuve, así de cerca – se giró hacia Anna Marie a su espalda haciendo un gesto con su pulgar e índice con la diestra para enfatizar lo que acababa de decir -Aquellos hombres eran la mejor pista que tenía hasta el momento para resolver el caso y los deje escapar – resopló y se apoyó contra la pared a su derecha comenzando a sentir el cansancio en su cuerpo de toda la tensión que acababa de vivir. @ Ada Camille Dumbledore @ heberth portillo @ Darla G Dumbledore
  17. Matt Ironwood. Tras escuchar el punto de encuentro propuesto en el pueblo de Hogsmeade el Ironwood agradeció el ofrecimiento de un mapa, jamás había puesto en pie en dicho lugar por mas de que fuera de una de las localidades con mas renombre del país. – Aceptaré ese mapa de muy buen agrado – bromeó el hawaiiano – Nunca he estado en Hogsmeade – se explicó. La conversación se reencaminó a la sorprendente confesión de Maida sobre sus intenciones de posiblemente cambiar de aires y comenzar su vida en América, aún sorprendido por dicha revelación Matt escuchó la justificación por parte de la búlgara. La rutina y la soledad eran motivos mas que validos para querer reprogramar lo que se venía haciendo hasta el momento, cuando uno se sentía estancando en la vida lo mejor que podía hacer era reinventarse y esa actitud era de valorar. -Te desenvolviste muy bien durante tu estadía en el Escuadrón, sobre todo teniendo en cuenta que tus interacciones con nomajs previo a esa experiencia fueron casi nulas – reconoció el Paladín -Pero si prefieres un ambiente mas tranquilo y pausado, o explotar otras habilidades solo tienes que intentarlo, no soy ningún orientador vocacional o un agente de contrataciones, pero creo que Estados Unidos sigue siendo las tierra de las oportunidades y si estas dispuesta a ensuciarte las manos y romperte la espalda trabajando se puede triunfar y llegar muy alto – -Ho' Omau – le sonrió – Como decimos en Hawái, no te rindas y continua con tus metas, no puedo decir que te conozca a la perfección, pero tampoco tengo dudas de que eres una bruja muy capaz…. Bueno ya va siendo hora de que llamemos a nuestra amable camarera y pague la cuenta, tenemos que alistarnos para mañana - @ Maida Black Yaxley
  18. Boa Noite! Pido los siguientes cambios si es posible, desde ya muchas gracias. Saludazos! Necesito actualización en el campo Nombre de Personaje: Dice así “Marvel Aodhan Wild" Debe ser: “Matthew Ironwood” Necesito actualización en el campo Familia: Dice así “Familia 1:” Debe ser: “Familia 1: Evans McGonagall” Necesito actualización en el campo Aspecto Físico: Dice así "Marvel es un joven alto y en un buen estado físico, heredó de su familia el cabello oscuro y los particulares y llamativos ojos de un intenso profundo color púrpura. Lleva tatuado en la espalda el águila, símbolo de su familia en un estilo nativo americano rodeado por un círculo de runas celtas en honor a la herencia gaélica de su apellido. Normalmente viste ropas a la usanza muggle pero cuando se encuentra entre pares prefiere el buen estilo de los magos.” Debe ser: “Matthew es un joven muy alto, es de familia, mide exactamente 1.92m y al igual que el resto de los Ironwood posee el cabello castaño claro y los ojos de un brillante color azul. En Big Island sus habitantes tienen que estar en forma y Matthew no es la excepción, cuida su cuerpo como un buen Wampus. La sociedad mágica América es mucho más laxa a la europea en lo que se refiere a la forma de vestirme, siendo no raro que magos y brujas en los Estados Unidos vistan a las últimas tendencias del mundo nomajs, o muggles para nuestros queridos amigos británicos, misma situación se repite en Matthew que prácticamente solo viste ropas nomajs a no se que una ocasión lo requiera y tenga que vestir como un mago. Como dato a destacar de su físico, Matt lleva tatuada una manga en su brazo izquierdo al estilo Etua de la cultura polinesia.” Necesito actualización en el campo Cualidades Psicológicas: Dice así “ Rebelde, siempre dispuesto a transgredir los límites que se le impongan. Exuda confianza y no se recata en ocultarla, aunque en muchas ocasiones esto le acarrea más problemas que beneficios. Debido a la inconveniente combinación anterior de personalidad por suerte le fue dado un gran carisma que normalmente lo rescata de los contratiempos en los que puede llegar a verse envuelto. No le es dificultoso hacer amistades, muy extrovertido normalmente es el primero en romper el hielo y llevar la conversación. De convicción férrea, es difícil hacerle cambiar de parecer" Debe ser: “Matt es una persona que encara la vida con ganas y positivismo, de sonrisa fácil y muy extrovertido es una persona que suele causar un buena primera impresión. Criado en los extensos y salvajes terrenos de la familia Ironwood es más una persona de exteriores que interiores, realmente disfruta de estar al aire libre y es donde prefiere estar cuando puede darse una escapada de la rutina. Quizás sea por ser Wampus pero Matt puede llegar a ser alguien muy impulsivo, si no esta de acuerdo con algo o con alguien lo va a dejar muy en claro, eso lo ha llevado a tener ciertos problemas en el pasado, no puede contra esa naturaleza es más fuerte que él. Frente a un problema no se quedará jamás de brazos cruzados esperando que alguien lo solucione, tomará la iniciativa. Esa impulsividad, es espíritu guerrero que lo dota de iniciativa, coraje e intensidad también le juega malas pasadas, en esos momentos de sangre caliente puede no tomar la opción correcta como la solución al problema y empeorar aún más la situación. Los Ironwood son una de las familias sangre pura mas antigua y conocidas de los Estados Unidos pero siempre han estado abiertos a la comunidad nomágica, por lo que Matthew conoce a la perfección el mundo nomajs y no cree que los orígenes, la apariencia de alguien sean determinantes y clasificatorios del valor de una persona. ” Necesito actualización en el campo Historia: Dice así “ Nacido en el seno de una de las familias mágicas más antiguas de los Estados Unidos, nunca le faltó nada y creció con el prestigio que portar el apellido familiar conlleva. Sus padres ocupan importantes cargos dentro del MACUSA que le permitieron a Marvel y sus hermanos recorrer todo el país. Aunque pasó la mayor parte de su infancia en la mansión ancestral de la familia Wild que se asienta en las afueras de Salem, Massachusetts, disfrutaba de aquellos viajes familiares. A los once años recibió la invitación para asistir a Ilvermorny, la cual aceptó y fue seleccionado por la casa Wampus. Después de finalizar sus estudios decidió tomarse un tiempo y salir del país para vivir nuevas experiencias, eligió el Reino Unido para radicarse ya que sus antepasados llegaron desde ese país." Debe ser: “En Construcción”
  19. ID: 119634 Libro de Hechizos: Libro de la Fortaleza Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Justificante Link a la Bóveda: Link Link a la Ficha: Link
  20. Matt Ironwood. El castaño asintió a la hora propuesta para la partida, cinco de la mañana podía llegar a resultar muy temprano para algunas personas sobre todo si se encontraban de vacaciones pero el Ironwood estaba tan acostumbrado a madrugar o acostarse cuando ya el sol se encontraba alto en el cielo debido a lo cambiantes que llegaban a resultar sus turnos que se adaptaba perfectamente a cualquier horario, forzarse a dormir cuando sea y de forma profunda era uno de los talentos adquiridos tras años como Agente Especial. -A las cinco de la mañana será entonces – replicó Matt terminando su último trago de café, dejó con cuidado la taza vacía a un lado y observó a la búlgara - ¿Y cómo llegaremos a Hogsmeade? ¿Aparición? ¿O mediante un traslador? – el único pueblo exclusivamente mágico de Gran Bretaña quedaba en las Tierras Altas escocesas, en la otra punta del país desde Londres, una distancia muy larga para completarla caminando. -Tu ve a completar lo que te falte para estar lista, yo tengo que regresar a la Evans para preparar el bolso, por suerte en el castillo siempre hay suministros para lo que uno necesite, irme de campamento no estaba en mis planes cuando me fui de Hawaii – le sonrió a la bruja para que lo último dicho no sonora como una queja, realmente la perspectiva de visitar la Reserva Scamander por primera vez lo motivaba bastante. El ojiazul estaba por hacer un gesto con la mano para llamar a la mesera a su mesa cuando la siguiente pregunta lanzada por la bruja lo tomó completamente por sorpresa -¿En América? – hasta el momento el paladín siempre imaginó que la Yaxley llevaba una vida muy cómoda en Londres, nunca le dio motivo para considerar lo contrario, pero allí estaba dispuesta a emprender un posible nuevo capitulo de su vida al otro lado del mundo. -¿Realmente te gustaría vivir en Estados Unidos? Siempre pensé que estabas muy bien asentada aquí en Gran Bretaña – comenzó diciendo el mago -¿Pero que te gustaría hacer? ¿Trabajar en algo parecido a lo que hacíamos en la 144? ¿O tienes otras ideas en mente? Eres una bruja talentosa de seguro tendrías opciones allí – aguardó atento a lo siguiente que Maida pudiera decir. @ Maida Black Yaxley
  21. ¡Bom día gente! 

    1. heberth portillo

      heberth portillo

      Buen día por la mañana 🌞

  22. Matt Ironwood. Puerto de Brooklyn, Nueva York. Deslizó rápidamente el espejo de nuevo en su bolsillo, no podía darse el lujo de perder dicho artefacto o que el mismo fuera dañado, en la situación en la que se encontraba era su única vía de comunicación con el exterior. Mantuvo pegada su espalda totalmente al muro de cajas que tenía detrás, apuntó con su varita en la dirección de los pasos, mano firme, respiró una profunda bocanada de el espeso aire del interior del depósito y calmó su agitado pecho. No fue necesario que pronunciara el hechizo en voz alta, no correría el riesgo de revelar su posición en el caso de que las altas torres de cajas que llenaban el local cubrieran el destello. El resplandor rojizo iluminó el rostro de su atacante en cuanto el encantamiento aturdidor dio de lleno en su pecho. Fueron tan solo unas fracciones de segundos, pero suficientes para que el Ironwood pudiera observar y memorizar las facciones de su semblante. Ojos separados y de un color azul oscuro, cabello hirsuto y pelirrojo enmarcando una nariz aguileña y unos finos labios que casi parecían dos líneas oscuras sobre un pálido rostro repleto de pecas. El cuerpo del hombre cayó en un sonido sordo sobre el piso, Matt no se entretuvo mas tiempo y corrió en la dirección opuesta en la que el mago había llegado. Aquel pasillo desembocó en otro que corría perpendicularmente y el ojiazul optó por tomar la izquierda, no escuchaba a los otros cuatro hombres, pero estaba seguro que se encontraban registrando el local, tratando de darle caza. El paladín se aferraba a la idea de que estuvieran haciendo aquel patrullaje de forma individual, sugerido por su ultimo encuentro. Mientras seguía avanzando veloz y furtivamente por aquel laberinto sacó de nuevo el espejo intercomunicador y esperanzado lo alzó a la altura de su rostro, pero para su desesperación solo pudo ver reflejado sus ojos. ¿Qué demonios estaba sucediendo con el espejo? ¿Acaso Ada había logrado entregar a su hermano a Sheila? Lo peor que podía sucederle es que ninguna de las brujas estuviera atenta, fuera quien fuera quien lo tuviera en aquellos momentos. Volvió a repetir su mensaje – Necesito ayuda, cinco contra uno, deposito 37B, puerto de Brooklyn – susurró en una exhalación, lo que no debía dejar de hacer era intentarlo. Fue tan solo un segundo, pero suficiente para distraerse un momento de sus alrededores por enviar el mensaje y no ver al otro hombre que tenía delante hasta que casi se lo llevó por encima. Los azares del destino estaban al parecer del lado del hawaiano pues el hombre tampoco lo había notado llegar, absorto leyendo lo que rezaba una de las cajas que formaba la pared que tenía detrás. Intercambiaron una rápida pero Matt fue más ágil – Desmaius – gritó el mago apuntando directamente a la cabeza del otro hombre. El efecto fue inmediato, el otro sujeto se desplomó contra la pared de cajas y se deslizó aparatosamente al suelo totalmente inconsciente. El castaño se inclinó para tomar la varita que el otro mago perdió de entre sus dedos al caer, la varita que no logró llegar a utilizar. Observó el rostro desencajado de su rival caído y se sorprendió al notar que era muy similar al del otro hombre, quizás un poco mayor pero llevaba el mismo cabello rojo y el rostro lleno de pecas, si esos hombres no eran hermanos debían al ser al menos primos. Guardó la varita de su rival en un bolsillo y se apresuró en abandonar aquella escena, aquel enfrentamiento fue muy ruidoso y todavía quedaban tres, solo tres más. @ Ada Camille Dumbledore @ Darla G Dumbledore
  23. Matt Ironwood. El castaño se negó con educación a la invitación del pastelillo que le ofrecía la bruja, acaba de tener un almuerzo completa de ternera, puré de papa y ensalada hacia poco más de una hora y aún seguía sintiéndose repleto. Londres tenía excelentes restaurantes, de eso no cabía la menor duda y eran tantos que uno podía comer todos los días en uno diferente por semanas y no terminaría de conocerlo a todos. -No estoy seguro de como manajes tu escala de emociones, pero bajo mi punto de vista que te inviten a una aventura en una reserva mágica califica muy alto – replicó sonriendo a la crítica previa de Maida, no todos los días uno recibía una invitación como aquella. -Así que salud por nuestro encuentro fortuito – levantó una vez su taza de café antes de darle un nuevo trago. -Buena pregunta – quedó pensativo ante la inesperada cuestión planteada por la búlgara ¿Cuál eran sus tres aficiones favoritas? ¿Debería preocuparse que no le acudieran de inmediato tres actividades? – El surf, cada vez que puedo bajar a la playa atrapar un par de olas es mi momento personal, mi terapia, me olvido de todos mis probleas y obligaciones, me conecto con el mar, el sol, el aire salado, me siento como nuevo tras una buena sesión de surfeo – reconoció al fin su primera afición -Es una actividad que practico desde que tengo memoria, recuerdo acompañar a mi padre y a mi madre en la tabla cuando era muy pequeño – sonrió ante el recuerdo. -El segundo…. – dudó por unos instantes mientras se presionaba a pensar en otra actividad que disfrutara e inmediatamente el arte sagrado de su clan se manifestó intenso como el calor de la fragua -La herrería, es arte, una ciencia, no se como describirlo lo aprendí hace un par de años, cada vez que entró a la fragua me concentro totalmente en mi trabajo, en el trozo de metal que tengo que moldear, en mis herramientas y la imagen de lo que quiero crear, es un desafío que disfruto afrontar, me mantiene despierto, creativo.. – enumeró a su compañera antes de detenerse en sus divagaciones – Lo siento si me extendí un poco en mi explicación, en mi defensa tu pregunta fue muy profunda y no puedo dar respuestas superficiales – le sonrió. -Y la tercera…. La tercera sería – pero por mas que pensará no podía encontrar nada que le significara tanto a nivel personal como las anteriores actividades - ¿Cocinar tal vez? – sonrió -No me mires con esa cara, es cierto, me se defender muy bien en la cocina, los Ironwood somos una familia de buen comer – -¿Y las tuyas cuales son? Además de las pociones obviamente – fue su turno de devolver el favor. -Conozco algo de Quidditch, he visto un par de partidos, pero soy más del Quodpot jugué en el equipo de mi casa cuando estuve en Ilvermorny - le comentó a la bruja -Pero si me manejo bien con las escobas, tengo mi licencia desde los 16 años, me encantaría ir volando a la reserva – le reconoció – Y bien ¿cuándo partiríamos? - @ Maida Black Yaxley
  24. Matt Ironwood. Observó con curiosidad los diferentes materiales que llenaban la canasta de la bruja, pequeños frascos de cristal repletos de polvos brillantes, hojas, ramas, raíces y flores de plantas que no pudo llegar a reconocer y un paquete de lo que parecían ser curvas garras de una criatura, todo cuidadosamente ordenado. Matt recordaba y reconocía el talento innato de la bruja para las pócimas, el por otro lado era harina de otro costal. Se acordaba muy bien lo dificultosos que le resultó aprobar su curso de Pociones durante su formación en la Academia del FBI, al menos aprendió a reconocer los efectos de los venenos y drogas más comunas y como revertirlos (siempre llevaba un par de bezoares durante sus misiones). -¿Con que mejorar el filtro de los muertos? Si estuviera trabajando te tendría que agregar a la lista de vigilancia del FBI de terrorismo interno – bromeó el paladín segundos antes de que su pedido llegara a la mesa. Removió con cuidado su humeante taza de café mientras noto el agradable e intenso aroma que esta desprendía, sin dudas haber escogido aquella pequeña cafetería había resultado ser un gran acierto. -Estaré una semana mas aquí en Inglaterra- le replicó antes de dar su primer sorbo a la infusión, el sabor fuerte y amargo del café negro llenó sus papilas gustativas mientras el calor removía los vestigios de frío que la lluvia invernal había dejado en su cuerpo, no había nada que agregar sobre aquella bebida. -Si, se podría decir que vivo para mi trabajo – tuvo que reconocer el castaño, de hecho la licencia que estaba tomando en ese momento fue una orden directa de su jefe, estaba obligado a tomar dos semanas libres o eso decía la notificación que llegó de secretaria – Tengo la suerte de poder trabajar de lo que amo, una actividad que me llena totalmente pero se que debería saber dejarla durante ciertos momentos, buscar otras pasiones, distracciones, hobbies, ya sabes, que los tengo pero soy muy bueno para relegarlos – sonrió observando a la bruja. -Pero bueno esto es parte de mi redención ¿Qué mejor que una inesperada aventura en una reserva mágica en la búsqueda de ingredientes para una pócima con una vieja amiga? Un brindis por eso – bromeó el hawaiano levantando su taza de café en un gesto de celebración antes de darle su segundo trago. @ Maida Black Yaxley
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