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Katsumoto Kobayashi

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Todo lo publicado por Katsumoto Kobayashi

  1. El oriental sonrió confundido por un momento, pesaba que manejaba bien el idioma pero habían palabras que el prácticamente jamás había escuchado, "mortios" "Fenixianos", seguramente se refería a algo importante ya que el solo pronunciarlo le producía paranoia a mi nueva amiga, los vapores del alcohol poco a poco estaba empezando a surtir su efecto, el ánimo alicaído del japonés fue cosa del pasado transformándose en algarabía, sintiendo como sus mejillas empezaban a calentarse y cambiando aquel pálido amarillo en rosado. -La verdad es que necesitaba un momento como estos, sé que eres prácticamente una desconocida y de igual manera para ti debo serlo, pero kami ni kansha (gracias a dios) te cruzaste hoy en mi camino ya que estaba a punto de dejarlo todo...- El ser más sincero que lo de costumbre fue un síntoma que alertó a Katsumoto, él jamás había experimentado con el alcohol y aquella experiencia nueva era excitante, pero el sentimiento de miedo, aquella primitiva señal de advertencia de que existía peligro, nunca dejó de apagarse, estaba atento a todo lo que pasaba a su alrededor, inconscientemente bajó su mano al cinto y sintió su "Honjo Masamune" (su varita), eso lo tranquilizó más todavía. -Quiero hacer otro brindis, esta vez es por ti Saori, porque eres la muestra viviente de que el destino quiere que me quede en Londres, por ser mi "Ten no tama mono" (enviada de dios), así que "Kanpai" (salud). - @
  2. Su historia era muy interesante pero existían muchos vacíos en ella, omitidos intencionalmente por parte Saori, la costumbre de Katsumoto fue ser siempre muy discreto, se acababan de conocer y no podía forzar más allá las cosas, a pesar que la familiaridad con la que hablaban parecía conocerse desde hace mucho tiempo, el oriental disfrutaba sobremanera aquella charla. El también se reservaba alguna que otra parte de su historia pero no por ocultarla, sino porque incluso él tenía cualquier cantidad de vacíos en su propia vida, hoyos que pensaba irlos llenando durante el tiempo que este en Londres, Katsumoto estaba convencido por alguna extraña razón de que durante el trascurso de los días en Inglaterra iba a saber más de él que toda su vida en Takachiho. -La verdad es que es la primera vez que lo pruebo y por su sabor juro que no va a ser la última- su mirada siempre estuvo sobre Saori y notaba que ella también no dejaba de observarlo, era un mutuo y continuo escrutinio, lo cual llevo a la conclusión que era tanto y más desconfiada que el mismo nipón...-Quiero aprender, crecer para poder hacer lo mejor por mi pueblo, para que llegue a ser grande, próspero y aunque la vanidad este de por medio, llenar de honor a mi familia...- El honor era algo profundamente primordial en la vida del Kobayashi, aunque muchos lo consideraban anticuado y extremista, era de las personas que no les importaba los medios siempre y cuando su honor quede intacto. -Cuéntame de tu familia adoptiva, llevas mucho tiempo por acá en Londres, no quisieras algún momento recorrer tus orígenes orientales, porque si es así puedes contar conmigo...- @
  3. El hielo se acaba de romper y mucho ayudó también el aguamiel que llegó a buen momento, la pregunta del origen del japonés siempre le causaba un poco de nostalgia. A pesar del tiempo que había pasado desde la muerte de su padre no dejaba de extrañarlo, al igual que su pueblo y sus costumbres, pero si quería llegar a superarse en la vida tenía que realizar ciertos sacrificios los cuales estaba dispuesto a realizarlos. Le acercó el vaso de aguamiel a sus manos y levantando ligeramente el suyo hizo un pequeño brindis. -Quien bebe no sabe lo peligroso del vino, quien no lo bebe no sabe de lo bueno que hay en él...es un proverbio de dónde vengo...-luego con una amplia sonrisa le dijo...-por las amistades nuevas- El oriental acercó ese líquido ámbar a sus labios, y el sabor era exquisito, tenía en el la pureza de la miel y la fuerza del alcohol un equilibrio casi poético entre la dulzura y el temple, los dos pueden combinarse e ir perfectamente de la mano. -Pues mi nombre es Katsumoto y si ya lo adivinaste soy de un pequeño poblado en las montañas de Japón, se llama Takachiho en una aldea Yamabushi de la cual mi padre era su patriarca. Después de su muerte por tradición yo debía tomar su lugar, pero la verdad no me sentía preparado, así que con el permiso del concejo solicité un tiempo de entrenamiento en solitario y es lo que estoy haciendo- miró a la chica a los ojo y sin dejar de sonreír acotó...-sí estoy hablando mucho me callas por favor...- @
  4. El tener contacto con otra persona le trajo paz al agitada y confundida alma del Kobayashi, necesitaba con urgencia el compartir con alguien a si sea la conversación mas efímera, si no la bestia negra de la soledad poco a poco iba apagando su ímpetu y sus ganas de seguir adelante. La bruja a más de ser atractiva se le notaba un aire alegre y que se tenía confianza en sí misma, esa era la inyección que Katsumoto necesitaba para ser el de antes, poco a poco tenía que empezar a soltar su carácter y recuperar el temple y la fuerza que lo caracterizaba a él y a su familia por generaciones. Fue venciendo a la timidez y lo que antes era una mueca de duda se empezó a convertir en una sonrisa que fue iluminando el pálido rostro del oriental. -Dos hidromiel calientes con especias por favor- le dijo al elfo que se encontraba en la barra, de un segundo a otro la voz del mago cambió, era más fuerte y segura, ya no era una discreta pregunta que hacía, era una orden y un deseo que debía el elfo obligadamente cumplir...-En Japón he escuchado tanto de esta bebida que la verdad me muero por probarla- le sonreía a la joven bruja a manera de flirteo, de un pequeño juego de coqueteo sin ninguna mala intención, más bien como una manera agradable y sutil de romper el hielo. -Por lo visto no hablas japonés, seguramente debe ser otro tu origen oriental pero no nipón, aunque hubiera jurado que eras japonesa, no solo por tu nombre- miró de reojo al elfo con la finalidad de apurar un poco ese trago pendiente...-cuéntame Saorí, ¿de dónde eres?- duda razonable con la que quería encontrar la manera de cruzar historias y hacer de aquella tarde que pintaba solitaria una que sea memorable.+ @
  5. El joven Kobayashi estaba sumido en sus pensamientos, parecía petrificado ante el ir venir de la gente, sonrió para sí mismo, era como un triunfo sobre su pesimista sentir, negó con su cabeza. -Eres un terco Kobayashi, reacciona y mira que puede que la fortuna te sonría, no nos dejemos abatir por lo problemas, todo se solucionará ya verás amigo, todo a su tiempo tendrá un sentido, animo...ANIMO-... De pronto el oriental sintió una mirada, una fugaz mirada y casi automáticamente miró hacia la barra para encontrase con una grata sorpresa. Una persona oriental, seguramente de Japón igual que él estaba sentada en la barra. Sintió que Amaterasu iluminaba con todo su poder el lugar y le llenaba con fuego su alma, al fin algo conocido, una persona que tal vez sienta o haya sentido ser un gaijin, si lo superó el también podría. Al fin se observaba algo de luz al final del túnel. Con cierta timidez se levantó y caminó lentamente hacia donde se encontraba la mujer, inhaló profundamente y logró articular un par de palabras. -Konnichiwa...- luego pensó que el saludo tal vez en japonés no era lo adecuado, tal vez tenía solo parentesco oriental y el japonés no era su lengua madre...-perdón...hola, no me consideres atrevido, o inoportuno, es lo que menos quiero y disculpa por invadir tu espacio, pero acabo de llegar de muy lejos y ver un rostro conocido me empujó a acercarme, mi nombre es Katsumoto- inclinó un poco su cabeza en señal de respeto...-¿me permites invitarte un trago?...-era más que un pedido, aunque este sonaba como tal, era un ruego desde el rincón más profundo, Katsumoto necesitaba conversar con alguien y ella cayó del cielo. @
  6. Parece que fue ayer cuando el joven Katsumoto recorría los prados de aquel campus universitario al cual muchas veces anheló ir. Desde el olor de la hierba recién cortada le parecía algo tan agradable pero a la vez el corazón del nipón lo trasladaba a su pequeño pueblo incrustado en las montañas japonesas. Tuvo que sacudir su cabeza dos veces como para reaccionar y darse cuenta la gran cantidad de camino que había recorrido, sus pies lo habían llevado por donde habían querido y él les dio carta libre para que lo llevasen para donde más gusten. Estaba a los pies de la Taberna del Loro Tartamudo, de pronto la idea de un trago jamás había sido tan agradable como en ese momento ya que la soledad y la nostalgia poco a poco congelaban su corazón, nada como un buen licor para calentar y aliviar las penas y recuerdos más profundos del alma. Al ingresar vi un lugar no muy concurrido, había algunas mesas vacías, otras pocas llenas con una gran cantidad de magos y brujas que no conocía, por un momento la idea de que nadie se fijase en él fue agradable, ya que a pesar de su soledad no quería tampoco a nadie a su lado. Que dicotomías tan grandes que muchas veces tienen las almas confundidas, odiaba la soledad sin embargo no quería a nadie a su lado. Se sentó en una mesa redonda color caoba donde solo cabía tal vez una persona más. La silla no era de los más cómoda pero en ese momento tampoco velaba por su comodidad, simplemente quería algo fuerte. -¿Qué habrá en el menú?- se preguntó a sí mismo, recordando al mismo tiempo que no había probado bocado en todo el día. Esperó a que alguien se aproxime para le dé una carta o un listado de lo que se podía uno servir allí. Dio un suspiro tan grande que parecía que se iba a robar el aire de toda la taberna y tragó saliva para desatar aquel gran nudo en su garganta. -¿Alguien que atienda acá por favor?- alzó la voz esperando que alguien tuviera compasión de él y le sirva un trago con urgencia. Decidió esperar con paciencia...-cinco minutos espera Katsumoto, solo cinco y si nadie viene vamos a la barra- y así se quedó sentado con su mirada perdida en un punto imaginario en medio de la pared dando para a que en su mente divaguen uno y mil pensamientos que le llevaban a una y mil posibilidades, todas tan locas como la primera. Esperar, solo queda eso, esperar.
  7. konnichiwa: Vengo a inscribirme para inciar las clases Nick en hl.org: Katsumoto Kobayashi Nombre: Katsumoto Kobayashi Casa de Hogwarts: Slytherin! País: Japón Sayounara!
  8. El japonés escuchó con atención cada palabra que su anfitriona le decía, sin siquiera pestañar, ya que aquella mujer que acababa de conocer, sabía mucho más de su padre que él mismo, eso le confundía y a la vez le molestaba. ¿Cómo es posible que su padre, su sensei, haya ocultado sus miedos y lo que más le impactó, sus miedos a alguien fuera de la familia? Seguramente, pensó el nipón, que ella definitivamente era alguien especial, debe tener definitivamente algún don para haber hecho que la roca impenetrable que cubría el corazón del viejo se abriese dejando todos sus sentimientos sobre la mesa. Era difícil entrar en esa armadura que era su orgullo, armadura que heredó prácticamente el día en que su padre murió ya que Katsumoto era cada día más hermético con respecto a sus sentimientos. En ese momento todo era confuso, pero si su padre lo puso en ese camino, con certeza el el correcto, o morir en el error de su maestro, su obediencia era ciega. Inclinó su cabeza en señal de respeto y hablando en dirección al suelo le dijo: - Gatiuxsama, es usted una mujer de honor, me lo ha demostrado recordando después de tanto tiempo la promesa hecha a mi chichi y sensei, por lo que me siento honrado por la invitación que usted me ha hecho y será un verdadero honor para mí, el estar bajo el cuidado y consejo de alguien tan honorable como usted...- El Kobayashi en verdad estaba muy conmovido por lo conversado en la mansión Malfoy, pero algo más le obligaba a quedarse en aquella casa y era su infinita curiosidad por alguien que de verdad conoció a su padre, saber que más tenía dentro de su alma aquel samurái tan recto, de carácter indomable. - Podría ayudarle también a mantener un poco este jardín, no quisiera para nada ser una carga ni para usted ni para su familia...-
  9. Una de las tutoras se presentó, lo cual tranquilizó en algo al japonés ya que a pesar de estar la mayoría ahí reunidos, todo era un caos y las informaciones con respecto a lo que pasaban iban y venían. Tres estudiantes habían desaparecido. Era algo preocupante ya que a pesar de las grandes seguridades que deben existir, según el modo de pensar del oriental, en una Universidad como en la que estaba, debía ser de las mejores, sin embargo alguien las había vulnerado, aunque seguramente podía ser una broma entre estudiantes, pero de todos modos cualquier precaución que se tomará sería poca para enfrentar aquel contratiempo. Katsumoto se preocupó aún más cuando la tutora ordenó que hicieran grupos de tres personas para iniciar la búsqueda de los compañeros perdidos, ya que el hecho de ser nuevo en un continente y cultura extraña lo dejaba al margen. Él tenía claro que por sus facciones y su forma de hablar sería más que complicado el que lo escogiera, que se acerquen a él y le pidan formar parte de algún grupo, así que decidió tomar la iniciativa. - Yo estoy dispuesto a formar un grupo con quien desee, estoy para sumar, cada segundo que pase es vital, así que acá me tienen...- Katsumoto esperaba que alguien se sumara a su iniciativa y se una con él, aunque sabía que por su condición de nuevo había una gran posibilidad de quedarse solo.
  10. A pesar de que el tiempo había pasado, la muerte de su padre estaba tan fresca como el primer día, nunca fue un padre amoroso, cariñoso y tierno, pero a su manera demostró cuanto lo amaba, muchas veces no necesitas palabras lindas, regalos o caricias para saber que alguien te quiere, Takashi enseñó a su hijo que para expresar el amor se necesitaban acciones, actos, como una vez le dijo. - Las palabras son como el viento, ligeras, cambiantes, las sientes muchas veces así no las veas, son sutiles, pero impredecibles y variables, te engañan y te envuelven. Las acciones son como las rocas, duelen muchas veces, pesan, las ves, sabes que si te dieron una roca esta siempre será una roca, no cambia. Se tu musukusan como la roca y cuídate del viento.- La mujer preguntó por la muerte de su padre a lo que simplemente asintió con su cabeza, creo que fue suficiente para confirmar la partida del padre de Katsumoto. - La verdad es que no mi señora, mi padre mi dijo que el pergamino era para usted, por lo tanto lo que ahí se encontraba escrito era solo para sus ojos...- el nipón caminó acompañado de su anfitriona al salón donde les esperaba un té. Katsumoto se sentía un poco incómodo, ya que a pesar que sus pies fueron los que lo trajeron a la mansión, no sabía las razones ni los motivos para su visita, se sentía como un intruso, solo su obediencia ciega a lo que su padre le ordenó pero su corazón y su mente estaba lleno de dudas. Tomó la taza que se encontraba servida dando un sorbo, estaba perfectamente preparado, tal cual como al japonés le gustaba, asentó nuevamente sobre la mesa el pocillo, y llegó el punto en que su curiosidad sobrepasó el límite de su prudencia. -Ojousama, perdone si soy impertinente y la ofendo, pero parece que usted sabe más del por qué me encuentro en su casa que yo, que soy el que vino...-levanto su vista y por primera vez clavo sus ojos negros azabache en los de su anfitriona...-ya que no quisiera ser alguien que roba su tiempo, le pido me diga que hacer, porque la verdad me encuentro perdido...-en su voz a más de un pedido había un deseo, deseo de por fin conocer la razón de estar en Londres, ya que los estudios eran un pequeño gajo de la naranja. @Gatiux
  11. El frio empezó a castigar el rostro del japonés, la tarde se estaba algo gélida, a pesar de soportar fríos mucho más fuertes es su tierra natal, el frio de Londres tenía algo especial que no podía identificar, tal vez el sentirse extraño hacía que el frio exterior estremezca más con el vacío en su estómago. No tuvo Katsumoto que esperar mucho tiempo que un elfo se aproximaba a las verjas de hierro haciendo que estas se convirtiese en un vapor. Los elfos domésticos en occidente son mucho más feos y para nada sociables, su mirada de desconfianza lo intimidó un poco, sentía que cada paso que daba adentrándose en la mansión Malfoy era cuidadosamente escrutado, como si el nipón fuera a sacar su varita y empezar a lanzar maldiciones a diestra y siniestra, la mirada de aquel ser era fría, pero en el fondo él sabía que eso era necesario, no a cualquiera se le abre las puertas de la casa. Ingrese a un salón grande y con detalles soberbios de decoración, cuadros que lo ocultaban de la misma manera que el elfo, pero algo mas críticos y en verdad estos si daban miedo, el elfo de una manera tosca que ligeramente rosaba en lo cortés le dijo al Kobayashi que esperara, mientras lo hacía le faltaban ojos para admirar el derroche de arte y buen gusto que ahí había. Poco tiempo después sintió el japonés una mirada que me fulminaba por la espalda y no tardó en a aquella sensación le acompañara una dulce voz, al voltear pudo ver a una mujer bajando las escaleras, muy atractiva que destilaba gracia y elegancia en cada paso que daba, su primera reacción fue agachar su cabeza en señal de respeto y hacer una pequeña reverencia inclinado su espalda hacia delante. - Konnichiwa ojousama- la saludó en japonés, corrigió de inmediato traduciendo rápidamente su saludo...- saludos mi señora, soy Katsumoto Kobayashi, hijo de Takeshi Kobayashi, quien antes de morir me hizo prometer que te entregase este pergamino, el cual tiene su dirección y este DIBUJO que es un kanji japones, que significa secreto...-estiró sus manos y le entregó el pergamino con el kanji, en ningún momento la miró a los ojos, siempre su mirada estuvo puesta en el suelo, como signo de respeto a su anfitriona. @Gatiux
  12. Perdido y prácticamente sin rumbo, solo con un trozo de pergamino en la mano, se encontraba el confundido nippon mientras recorría la frías calles de Ottery St. Catchpole, todas casas, mansiones y castillos reflejaban el poderío y la nobleza de cada una de las casas, aunque él sabía perfectamente que por la roca no se mide la grandeza del hombre. Ya había casi aprendido de memoria lo que en aquel pedazo de papel decía, y la orden que había recibido, la cual sin razonar, por respeto a su padre, obedeció al pie de la letra, simplemente con cerrar sus ojo también llegaban a mente los recuerdos tan claros como agua pura de cómo fue entregado aquel pergamino. Los ojos de Katsumoto se nublaron, aquel recuerdo le había dejado casi sin aire en los pulmones, un frio recorrió su seca garganta hasta el estómago, cuando sus pies golpearon nuevamente la realidad, se encontraba en frente de un portón de hierro forjado, había llegado a su destino. Saco su varita y haciendo un movimiento circular por sobre su cabeza un tigre de bengala plateado iluminó el lugar y se adentró en aquella formidable mansión, su mensaje era claro: -Soy Katsumoto Kobayashi, hijo de Takeshi Kobayashi, busco a Gatiux...- Solo se observó como aquel tigre con su elegante trote se perdía por los jardines de la mansión adentrándose cada vez más, con la orden de dar el mensaje al primer mago o bruja con el que se cruce, solo esperaba que a la bruja recordara quien fue su padre. @Gatiux
  13. Konnichiwa: En conversaciones mantenidas con @@Gatiux en el Tag del foro, quiero formar parte de esta prestigiosa familia siendo hijo adoptivo de Gatiux. La verdad estoy muy entusiasmado ya que quiero tener mucha actividad rolera y creo que acá la voy a tener. En cuanto a la trama la voy a ir puliendo con la finalidad de justificar la presencia del japonés en la familia. Espero respuesta para poder empezar a rolear en casa Sayonara
  14. Aún estaba asombrado el nippon mientras caminaba apresurado por los pasillos, que parecían más laberintos, de la universidad mágica de Londres, apretaba en su mano un pergamino que le había llegado en la mañana en el que se le pedían que se presente en el campus universitario de manera urgente. Katsumoto sabía perfectamente que las clases no iniciarían sino hasta enero, aquel cambio lo sacaba de balance, algo que el nippon definitivamente odiaba, ya que él tenía perfectamente planificado todo su tiempo, a pesar de ser muy adaptable y flexible a cualquier modificación, ya que sabía que la vida es tan cambiante como el viento, no dejaba de molestarle, ya que incluso aún no tenía lugar donde vivir, y todo esto lo retrasaría. Su vestimenta también estaba algo fuera de lugar, demasiado informal para su gusto, unos blue jeans algo desteñidos y una camiseta de tele ceñida a su torso de color blanca. Llegó a un jardín hermosamente arreglado, donde bustos de mármol seguramente de figuras ilustres de aquella universidad, había gente reunida, muchos con caras preocupadas, otros aparentemente tan perdidos como el japonés, al no conocer a nadie y no saber con quién hacerse presente simplemente levantó la voz ante todos y se presentó: -Konnichiwa...- inclinó su cabeza mostrando respeto por sus compañeros y profesores...- Hola, soy Katsumoto Kobayashi, recibí una notificación en la que me piden que me haga presente y aquí me encuentro...- Katsumoto pasó revista con sus ojos a cada uno de los presentes tratando de adivinar cuál de ellos sería la persona encargada del grupo, todos para él podrían ser el tutor, la vida la había enseñado a nunca dejarse llevar por las apariencias...-díganme en que les puedo servir...-
  15. Katsumoto al escucharla y al descubrir que aquel jardín donde se encontraba fue obra de la mente de su padre, comprendió porque se sentía en casa, era una copia de mi pueblo, seguramente en los años que su padre pasó en Londres, tuvo la necesidad, al igual que el joven nippon sentía en ese momento, de estar en casa. En ese jardín se podía respirar paz, sentir equilibrio, perfecto para meditar y un lugar único como para conversar. -Al escucharla era como escuchar la voz de mi padre, mucho más dulce claro esta...-un esbozo de sonrisa se dibujaron en los labios del japonés pero la borró enseguida, la verdad no quería demostrar un poco sus sentimientos en frente de alguien que aún no conocía, pero un torrente de emociones embargaban su corazón ya que el recuerdo la partida de su padre, aún le causaba dolor y a pesar de los años estaba todavía fresca...-en verdad le digo que en cada paso que he dado en este lugar me he sentido como en casa, desde que he llegué a Londres me ha sentido como un gaijin...- Mientras caminaban por los senderos de piedra que serpenteaban entre riachuelos, brincándolas con hermosos pequeños puentes de madera, Katzumoto no dejaba de asombrarse como la imagen de una persona puede impregnarse en una obra de arte, como cada hoja parecía tener la firma de su padre, aquel lugar era perfecto, si fuera por él, haría una carpa para quedarse a vivir en aquel lugar y no sentirse extraño, sentirse vacío y solo, pero debía cumplir la promesa que le hizo a su padre y esconder en lo más profundo de su corazón aquellas ganas irrefrenables de correr y regresar a donde los suyos. -Quería preguntarle algo, si no es molestarla...-inclinó su cabeza esperando que la pregunta no fuera inoportuna...-¿cómo conoció usted a mi padre?...- la duda le invadía al oriental ya que en cada palabra que la rubia dijo, estaban cargadas de respeto y enseñanzas de todo lo que su padre le había conversado. @
  16. Katsumoto se sentía algo incómodo a sentirse solo en ese lugar, en verdad se sentía incómodo desde que llegó a Londres, vistiendo ropas occidentales, pantalones de tela y camisas con demasiados botones, siempre fue para él un gran misterio el como los "ojo redondo" podían arreglarse con eso todo el día. Cuando estaba decidido a salir de aquel lugar un saludo en un idioma no tan familiar pero si conocido lo detuvo. Era un coreano que lo saludaba, luego lo confirmó al verlo, aún si no hubiera saludado, su fisonomía lo delataba. Había siempre un poco de tensión entre coreanos y japoneses ya que a principios del siglo pasado, Japón los invadió y estuvo bajo el control nipón hasta cuando se sucumbió en la segunda guerra mundial, aunque la política era lo de menos para el Kobayashi, siempre existiría ese roce ancestral. Un japonés observaba con recelo desde lejos, no saludó, por lo cual Katsumoto fingió no verlo, se sintió ofendido ya que recibió un saludo cordial por parte del coreano y alguien de su propia tierra no lo hizo. Cuando Katsumoto estaba por responder el saludo, apareció una mujer blanca, por la forma de hablar conmigo y con el resto me di cuenta que debía ser la dueña del lugar o al menos una de ellos. Le habló en japonés lo que hiso dibujar una sonrisa en sus labios ya que el que sepan querer y apreciar la cultura de su tierra le llenaba de orgullo, aunque todo lo tomaba de quien venía, pero sintió en cada uno de los gestos admiración más no burla. - Konnichiwa - repetí el saludo inclinándose levemente en señal de respeto a sus anfitriones...- La verdad es que su japonés seguramente es mejor que mi español- le dijo a manera de romper el hielo, se sentía un poco tenso el ambiente, seguramente existían problemas con aquel japonés, no era su asunto por lo que mejor le restó importancia. Salimos del lugar y fuimos a caminar por un jardín interno hermosamente decorado, cada detalle de su cultura japonesa se encontraba plasmado, desde los riachuelos que corrían hasta las imágenes grabadas en piedra, me sentía en casa. -Mi padre y sensei falleció hace unos meses y él me contó en alguna ocasión de este lugar- el hablar de su padre aún le afectaba pero trató de que sus anfitriones no se dieran cuenta de aquello –Así que al llegar a Londres lo primero que pensé es venir acá, vengo por estudios, voy a pasar algún tiempo por estas tierras…-
  17. 1.- Link al tópico de ficha de personaje. Ficha de Katsumoto Kobayashi 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: 3.-Link al tópic de Registro de familias: - Familia Sanguínea: - Familia Adoptiva: 4.-Link a las bóvedas de familias: - Bóveda Familia Sanguínea: - Bóveda Familia Adoptiva: Saldo en bóveda previo a la Migración 2021: 1100 G
  18. Solo con una pequeña maleta sobre su espalda y un nudo en su estomago por esta nueva experiencia, recorría Katsumoto los miles y variados locales que ofrecía el callejón Diagón, era un versión menos colorida y más recatada del Roji Kagurazaka, lugar donde todo majishan (mago) realizaba la compra de cualquier cosa que se necesite, alejado completamente de los sonomahō (muggles o sin magia). Mientras el nipón caminaba observando un trozo de pergamino y mirando a los innumerables negocios allí ubicados, recordaba mucho a su padre quien le había hablado que en uno de sus viajes a Londres había un lugar donde siempre iba a ser bienvenido, a pesar de mostrar muchas seguridad en sus pasos, por dentro y con mucho temor a admitirlo seguramente, el miedo lo invadía. A pesar de manejar casi a la perfección el idioma no dejaba de sentirse diferente, extraño entre tantos ojos redondos, todos tan parecidos los unos con los otros que era difícil distinguirlos. Se detuvo después de unos pasos y con una expresión de triunfo en su rostro, seguida por una fugaz sonrisa, había llegado al lugar que tanto había hablado su padre, The Ramen Kingdom. Era una mescla de muchas culturas orientales en una sola decoración, China, Japón y Corea estaban representadas en cada una de los detalles del lugar elegantemente distribuido. Sin ingresar siquiera empezó a sentirse como en casa. Abrió la puerta en ingresó a aquel lugar, las sillas se encontraban sobre las mesas, por lo que pudo deducir que se encontraba aun cerrado. Se aclaró un poco la garganta y tratando de mostrarse lo más seguro posible llamó. - konnichiwa - caminó un poco más adentrándose en local y repitió. - ¿Hola?-.
  19. Hola, he venido a inscribirme en la universidad. Nick en hl.org: Katsumoto Kobayashi Nombre: Katsumoto País: Japón Aligato
  20. Datos Personales: Nombre del Personaje: Katsumoto Kobayashi Sexo: Masculino Edad: 19 años Nacionalidad: Japonesa Familia(s): * Kobayashi* * Familia 2 Padre(s) Sanguíneo: Takeshi Kobayashi (Padre)* Madre desconocida Padre(s) Adoptivos: Trabajo: -- Poderes Mágicos: Rango Social: Aprendiz Bando: Neutral Rango dentro del Bando: Puntos de poder en objetos: 20 Hechizos adicionales: Puntos de poder en criaturas: Criaturas controlables en asaltos y duelos: Habilidades Mágicas: * Habilidad 1 * Habilidad 2 * Habilidad 3 Conocimientos Especiales: * Conocimiento 1 * Conocimiento 2 * Conocimiento 3 Medallas: * * * Perfil del Personaje: Raza: Humano Aspecto Físico: Contextura delgada pero con musculatura bien definida, altura de 1,75m, ojos negros, piel oriental, cabello negro, viste al igual que los occidentales pero extraña su ropa tradicional, la cual viste en casa o cuando medita. Cualidades Psicológicas: Extremadamente equilibrado y calculador, callado pero sabe escuchar, algo introvertido muy prudente y sobre todo leal, criado bajo las leyes y principios Samurai, su honor y el de su familia están sobre su vida misma. Le gusta la meditación y estar en contacto directo con la naturaleza, incapaz de matar a ningún ser viviente…si no hay motivo. Historia: Nació en Takachiho que se encuentra en la parte más septentrional de la prefectura de Miyazaki, en Japón. Criado por su padre únicamente, un hombre muy recto y duro, del cual jamás dio muestra de cariño pero de una conducta intachable, siempre le enseñó al pequeño Katsumoto el valor del honor y la humildad, los cuales parecen dos conceptos muy separados el uno del otro. Jamás su padre le habló cosa alguna de su madre, y tampoco nadie del pueblo respondía a ninguna de sus inquietudes con respecto a ello, por lo cual al pasar el tiempo, simplemente dejó de preguntar. Aprendió mucho sobre la meditación y el autocontrol, nunca fue a la escuela, su padre fue siempre, en todos los aspectos su maestro. Pero siempre fue especial, en ocasiones cuando su mente se encontraba en blanco y despertaba de aquel estado de concentración profunda, caía de bruces al piso y objetos a su alrededor de igual manera caían y se quebraban, lo cual llevaba a duras lecciones por parte su padre. Al cumplir 11 años su padre le llamó y le indico un sobre, tenía un escudo algo extraño, que decía “Mahoutokoro”, su padre le explico que se trataba de una academia de Magia y lo llevó a un viejo armario donde se encontraba una vieja armadura samurái una katana y un tachi, y una especie de objeto de madera, largo y en punta de aproximadamente unos 30 cm, en su base pude ver tres letras chinas que significaban, 力 Chikara (fuerza), 知恵 Chie(Sabiduría), 名誉 Meiyo, honor. Su abuelo había sido el mejor mago de Japón, su nombre Yoshiro, el portador de la temida Honjo Masamune, una varita sumamente poderosa, hecha de roble japonés rojo y su centro es de nervio de Baku (Los baku (comedores de sueños) son seres de la mitología japonesa, generalmente descritos como quimeras, con la cabeza de un elefante y el cuerpo de un león), fue herido de muerte por una bruja oscura en una batalla épica que muy pocos conocen. Al partir hacia esta academia, fue uno de los pocos momentos en el cual su padre abrió su corazón y abrazó con fuerza, fue algo que Katzumoto jamás olvidará, había una expresión llena de orgullo en sus ojos, no hubo palabras en la despedida solo ese largo y casi eterno abrazo. Su carta era un traslador, luego el sabría que sería aquel objeto, pero ese papel lo llevó a donde sería su casa por los próximos 6 años. En Mahoutokoro vivió mil y un aventuras, tantas que nos faltaría tiempo para enumerar pero que siempre vivirá en la mente del joven Katzumoto, vivió dos años más en Takachiho hasta la muerte de su padre, de un cáncer que acabó con su vida sin siquiera decírselo a nadie, muerte que afectó profundamente al mago, sumiéndolo en una depresión de la que pasaron semanas para salir de ella. Antes de morir su padre le dijo “el mundo es enorme, debes conocerlo ya que la vida es pequeña, forja tu espíritu para que tu vida sea enorme y el mundo se haga pequeño”. Decidió viajara a occidente, había escuchado sobre una universidad mágica en Londres en la escuela, ese sería su destino. 続けます (Tsudzukemasu: Continuará) Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: Objetos Mágicos: Objeto: Varita Mágica Clasificación: AA Puntos de Poder: 20 Puntos Pociones Mágicas: Objeto: Clasificación: Puntos de Poder: Criaturas Mágicas: Criatura: Categoría: Puntos de Poder: Poder en asaltos: Libros de Hechizos: Libro: Nivel: Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Descripción: Categoría: Criaturas en la Reserva: Criatura 1: Clasificación: Puntos de poder: Elfos: * Elfo 1: Describir * Elfo 2: Describir Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: Licencia de Vuelo de Escoba: Registro de XXX: Personajes Secundarios: Otros Datos: Otros datos: Descripción de la Varita: Honjo Masamune, una varita sumamente poderosa, hecha de roble japonés rojo y su centro es de nervio de Baku (Los baku (comedores de sueños) son seres de la mitología japonesa, generalmente descritos como quimeras, con la cabeza de un elefante y el cuerpo de un león)de 30 cm. Cronología de cargos: Premios y reconocimientos: Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda N° 107205 Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia XXXXXXXX. Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

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