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Oliver Gaunt

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Todo lo publicado por Oliver Gaunt

  1. No le dio mucho tiempo a ser rechazado frente a todos los presentes. Oliver tomo a la mujer entre sus brazos y la saco a la pista a bailar. Rodeo su cintura con sus manos y centro su mirada en los ojos color cielo de la mujer. Sonrió antes las protestas femeninas. No le faltaban verdad a sus palabras, pero el castaño lejos de arrepentirse, se dio cuenta que lo volvería hacer una y otra vez solo para escucharla hablar de aquella forma tan sensual. -No me disculpare -Respondió con picardía, atrayéndola más a él y poniendo una de sus manos en el centro de su baja espalda - No acostumbro a bailar mucho en pareja, así que puedo decirte que si tengo suerte de que sea contigo –Bajó unos segundos la vista a sus labios, para luego volver a mirar sus ojos - Te propongo una conversación más divertida de la que tenías. Oliver era bastante diestro en el baile, su constante movilidad en la jaula con los dragones le habían dado más flexibilidad a la hora de utilizar su cuerpo, junto a un grado alto de sigilo. Llevo a la peliazul al ritmo de la música, con total fluidez por la pista. Sonriendo con cada giro en donde tenía plena vista de su silueta. Oliver estaba tan concentrado en la mujer que tenía en sus brazos, que apenas noto el entredicho de la pareja de al lado. Cuando quiso prestarles atención, parecía ser que el hombre se había marchado y Tauro rompió el encanto, para ir en busca de la rubia. No llego a decirle ni una palabra. Suspiro pensando en lo rápido que había terminado. La música estaba llegando a su fin, por lo que decidido hacer como que no pasaba nada, camino unos pasos para ir a buscar una bebida, pero su pareja de baile lo intercepto antes con una pregunta. -Estábamos bailando, pero ya termino. ¿Qué te puedo servir? -Pregunto contrariado. @
  2. Oliver noto al instante las pocas ganas del hombre de tener compañía. Se lo veía cansado como muchas veces terminaba él dentro de la jaula de un dragón, en un día extenso de trabajo. Pensar aquello no lo ayudaba, extrañaba demasiado el trabajo de campo. Londres era tan quieta. Su día a día eran entre polvorientos volúmenes olvidados. Sin mediar más palabra tomo un sorbo del licor antes de inclinarse apoyando la espalda en el respaldo del taburete. -Espero que tengas esa noche de tranquilidad, Sherlock -Respondió - Si cuando subes a tu habitación te sientes solo, no dudes en buscarme para tomar un copa - Ofreció antes de seguir bebiendo. La recepcionista bien atenta, le respondió las preguntas que había hecho con anterioridad al hombre. En esos momentos el Gaunt pudo imaginarse que la cantante sería una especie de atracción para los turistas como él. Estaba deseándola escucharla, por lo que pidió otra bebida para no quedarse con la garganta seca. -También quiero una habitación por una noche, señorita -Dijo mientras le daba los galeones en una bolsita - No creo que sea sensato que vuelva a mi hotel en un estado deplorable de alcohol. @ @
  3. Cuando Oliver volvió al hotel, luego de estar todo el día ahogándose en materiales bibliográficos, de donde saco abundante material para su investigación, se encontró con una invitación a una fiesta de Halloween. Sonrió pensando que sería la primera que viviría en Londres. No tenía idea como manejaban aquella fiestas por esos lados, en su país, solían hacer festejos por todos lados. La gente se la pasaba muy bien. Con aquello en mente, se vistió con un traje de gala negro con camisa blanca, sin corbata para verse no tan formal. Aunque era el Ministerio, su elección era pasarla bien y no estar incomodo toda la noche. Siguiendo las indicaciones que le dieron en la recepción, camino hasta adentrarse en el Ministerio de Magia Ingles. La decoración era muy detallista. Había mucha comida en consonancia con la temática de la noche. Las calabazas flotantes irradiaban una luz tenue que daban la iluminación justa a los invitados. No los encandilaba, no tampoco los dejaba esforzando la vista para ver. El Gaunt curioso por las mesas, hasta encontrar el recipiente que contenía ponche. Tomo uno de los vasos plásticos para servirse el líquido afrutado. Lo bebió mientras observaba a las demás personas invitadas al evento. Reconoció a una mujer en particular, porque destacaba por sobre las demás. No se acercó al instante, porque la vio disfrutar de una conversación con otras personas, incluido Sherlock un mago que había conocido hacia poco tiempo. Tomo fondo blanco y dejo el vaso sobre una de las mesas, mientras escuchaba que la música empezaba a sonar. Ahí fue cuando se aproximó al pequeño grupo, y le estiro la mano a la Tauro. -¿Me concedería esta pieza? -Preguntó con una pequeña sonrisa.
  4. Oliver había decidió conocer un poco más de la ciudad y los locales comerciales en el Diagon. Le parecían sumamente interesantes todas las propuestas que se le cruzaba a cada paso que daba por las calles. Había muchas cafeterías, todas demasiado diferentes para que una persona nunca se aburriera ningún día de su vida en el Londres mágico. El Gaunt ya conocía algunos lugares en los que era habitué y otros los iba conociendo en su tiempo libre. Los estudios en Hogwarts, más la investigación que estaba llevando a cabo, lo mantenían bastante ocupado. Esta vez buscaba una especie de diversión diferente. La fama del lugar lo había intrigado lo suficiente para ir a visitarlo y descubrir que era lo que tanto hacia hablar a las demás personas. El lugar era impecable, el castaño no tardo en ir a la barra, se quitó el saco para colgarlo en el respaldo del taburete, antes de tomar asiento. Pudo ver que al lado suyo había un hombre. Pidió un licor, mientras las luces se apagaban para que empezara el espectáculo. -¿Sabes si cantara alguien famoso en el escenario? -Le pregunto al hombre -Un gusto, soy Oliver -Continuó estirándole la mano para estrecharla. @
  5. Oliver le abrió la puerta del restaurante a Tauro, una vez afuera pudo respirar el aire de la noche con calma. Ese pequeño tiempo de silencio, mientras caminaban le dejo espacio para pensar si quería hablar del tema o concentrarse en el presente. Se decidió cuando ingresaban a la cafetería. Hablaría del tema, pero sin muchos detalles. Eso lo ayudaría a mantener lo más limpia la conversación con la mujer. Cuando tomaron asiento, un mozo les entrego la carta con la amplia gama de bocadillos, pasteles y demás delicias pasteleras. Tauro no dudo en hacer su pedido. -Quiero lo mismo, gracias –Dijo devolviendo la carta – Nunca lo probé, pero suena interesante. El café no tardo más que unos minutos en ser colocado en la mesa lista para su consumo. Oliver probó el líquido y lo encontró extraño al principio, al segundo sorbo, su paladar ya se había acostumbrado lo suficiente para encontrarle los matices, ya al tercero pudo decir que le gustaba. -Me haces acordar a una antigua novia que tuve en el colegio. Salimos por años, mientras terminábamos nuestros estudios. Luego nos separamos para cumplir nuestras metas –Contó –Nos comunicamos durante un tiempo por carta, luego desapareció. No se mas nada de ella. La busque, pero nadie sabe de su existencia. Es como si nunca hubiera existido –Sacó el medallón antiguo– Esto me lo regalo ella, es lo único que me permite sabes que no fue una ilusión. @
  6. El castaño siguió a la bruja por los pasillos del negocia hasta dar con una sala muy peculiar. No entendía bien que estaba pasando, pero al escucharla nombrar a un hombre, supuso que no terminaría en nada bueno. La habitación era un excelente taller manual. Le recordó una talabarteria, donde en algún momento lejano, había sido tan ingenuo para ir a pedir que le construyeran una silla para montar un dragón. Jamas repitió esa experiencia. Llevaba en una parte de su pecho, la quemadura de un Longhorn rumano por semejante estupidez. Oliver escuchó con semblante serio, las provocaciones del hombre. Su cuerpo se tenso al ver venir un enfrentamiento. Tuvo que apelar a toda la paciencia que fue capaz, para no responder con el mismo tono grosero. Cuando vió que sus manos estaban en puño, las volvió a meter a los bolsillos para que no se vieran y se quedo ahí plantado cerca de la entrada. No tenia muy en claro que hacer. El socio parecía ser de las personas mas desagradable que había, al contrario que Tauro, que era muy cálida. -Lo disculpo si ustedes me disculpan a mi, los dejare solos para que puedan arreglar los pendientes que tienen -Dijo sin moverse del lugar. No pensaba irse hasta que la señorita le diera el permiso - ¿Prefieres que te espere? @
  7. Oliver la espero entretenido en los estantes de las Mascaras africanas. Noto los detalles bien trabajados en la madera, tenia pedazos de huesos pequeños pegados de tal forma a la superficie, que formaban una sola pieza única y singular. Su mente recordó el significados de ellas "Metáforas para el bien y el mal, los muertos, los animales, la naturaleza y cualquier otra fuerza que se considere más poderosa que el hombre mismo", Aunque aquellas no parecían ser de alguna iniciación, ya que raras vez sobrevivían ese tipo de mascaras a la ceremonia en el final. Pero si parecía ser de algún rito agrario o de veneración a una deidad. Quiso tocarla como le había pasado con la piel de dragón. Su necesidad de usar el tacto para completar las sensaciones eran un defecto que tenia que aprender a controlar. Para su suerte, sus manos seguían en los bolsillos, quietas. Se había casi olvidado de donde estaba hasta que la voz femenina lo hizo volver al presente. Sonrió al sentirse avergonzado por el vuelo de su mente. Desde que Oliver había volado, por primera vez, sobre el lomo de un dragón no había vuelto a ser el mismo hombre. Sus sueños, después de eso, jamas habían tocado el suelo. Siempre apuntaba alto, donde esperaba que la persona que mas le habia importando en su mundo, lo estuvieran viendo. Siguió a Tauro a la salida del local, pensando por primera vez, que tenia suerte de que hubiera aceptado. Anhelaba tener compañía. -¿Te gusta el Brandy? Tengo uno añejado... digamos que un Napoleón para los No Maj -Dijo caminando al lado de ella hasta la puerta de ingreso, la cual abrió para dejarla pasar, o eso intento. Parecía ser que no podía abrirla. Por mas que hiciera fuerza, la puerta parecía tener un hechizo para permanecer cerrada - ¿Tienen código para abrirla? -Preguntó sin creérselo del todo. Parecía ser que el socio de la mujer no los dejaría irse de ahí a ninguna cita. @
  8. Nick: Oliver Gaunt Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/113148-boveda-de-oliver-gaunt/ Rol de Personaje: Prospecto en Draconologia Información Adicional: Estudia la historia de los dragones y sus derivados
  9. Oliver percibió el enojo de la mujer y no le extraño que quitara la muestra de alcance para volver a guardar en la seguridad de la vitrina. Lamento haber perdido la oportunidad de estudiar una pieza tan única como lo era aquella. Sin embargo estaba seguro que no era el momento adecuado para pedirle permiso de nuevo. Debería esperar, o en todo caso, jorobarse por pecar de lento. Los pensamientos se evaporaron cuando respondió con una afirmación su invitación a cenar. -Si, te espero -Manifestó de inmediato - Haz lo que tengas que hacer, yo seguiré dando vueltas por aquí. Hay muchas cosas que pueden entretenerme durante tus obligaciones -Se encamino hacia otra de las vitrinas que poseía mascaras africanas -Cenaremos en mi hotel. No esta lejos de aquí. No se volvió a ver por donde iba, estaba impaciente por cenar con ella. No podía entender porque ni que necesidad de conocerla le surgió en aquel momento. Muchos menos podía entender porque había desviado su objetivo de averiguar las cosas sobre su profesión en pos de su deseo de compañía. No iba a negar que la mujer era notable, pero su comportamiento para con ella, estaba distante de ser el correcto. Tendría que esforzarse en la cena para no dejarle una mala impresión. También para poder averiguar que era lo que tanto le llamaba la atención sobre ella. Saco de debajo de su camisa el amuleto de poder, vació en esos instantes, y lo estudio con mas detalle. Solo el parecía distinguir una pequeña vibración como si algo de magia hubiera sido activada de un momento a otro. Estaba mas allá de sus capacidades entender a que se refería. Lo dejo a la vista, mientras ponía sus manos en los bolsillos, mientras observaba una careta de madera, con pinturas de colores vividos y plumas que parecían ser de Augurey. @
  10. -Soy Oliver, un gusto. Tu debes de ser Ulrich -Contestó al hombre parándose para darle un apretón de manos, antes de volver a sentarse, mientras le hacia señas al chico para que lo imitara - Leí tu nombre en una lista de Hogwart donde cursaremos juntos, así que me pareció una buena idea invitarte a unos tragos antes. No te preocupes que el alcohol corre por mi cuenta. Observo la juventud del muchacho, sin poder basar su edad en ningún rango, era bastante mas joven que él. Esperaba que fuera aunque sea mas mayor que diecisiete años la edad donde ya tenían permitido beber alcohol. La siguiente visita no tardo en aparecer, haciendo que Oliver se pusiera de pie una vez mas, pero con la sonrisa pintada en el rostro. Hacia años que no veía a su amigo. Desde Marruecos, cuando eran mucho mas jóvenes. -¡Leopold! -Gritó abrazando al reacio mago con palmadas en la espalda - ¿Como estas? Te presento a un compañero de estudios, su nombre es Leviathan Ulrich -Espero a que los magos se saludaran antes de señalar los asientos de nuevo. El Gaunt estaba por volver a hablar con los hombres cuando un grito femenino los llamo, mientras se acercaba. La diosa de Arlet no había cambiado, seguía tan llamativa como siempre con aquellos cabellos besados por el fuego. -Únete, princesa -Le dijo devolviendole el beso mientras corría la silla para que ella tomara asiento - No habrá una orgía, pero si un encuentro entre amigos con mucho alcohol. No se preocupen, que esta noche pago yo. ¿Quien empieza? ¿Jugamos al "Yo nunca"? -Propusó @@Arlet Malfoy @Charls_Filosh @Leviathan Ulrich
  11. Oliver noto la resistencia en el rostro de la bruja a pesar de sus explicaciones sobre el hechizo. Estaba por darle más detalle cuando la elfina interrumpió una vez más la reunión para que entregar una misiva. Mientras ellas arreglaban las cosas, el paseo su mirada por el resto de objetos de la vitrina, hasta encontrar un lindo diente de color negro. Parecía ser un colmillo propio de un dragón adulto. Calculó a simple vista, que tendría unos siento sesenta años cuando murió. Pero no se quedó con eso, estaba empezando a sentir unas extrañas pulsaciones en el medallón que llevaba debajo de la remera. Era apenas imperceptible, pero el podía sentirlo sobre su piel. Una vibración pequeña, pero constante. Miro hacia todos lados, antes de volver la vista a Tauro que le estaba hablando. Negó con la cabeza, ya que apenas la había escuchado. -Disculpa, me perdí un poco -admitió sin pena - Creo que debemos dejarlo para otra ocasión, donde te sientas más segura. Por lo pronto, quiero invitarte a cenar -La seguridad de sus palabras iban acompañadas de una mirada precisa a los ojos claros de ella - No conozco a muchas personas en Londres, y pronto deberé cursar en Hogwarts para tener derecho a ejercer mis conocimientos en esta tierra. El Gaunt no sabia porque tenia la necesidad de contarle todo lo que había hecho o dejado de hacer, como si quiera que lo conozca mucho mas de lo necesario. No iba a culparla si salia corriendo. Eran dos extraños. Se estaba tomando muchas libertades. @
  12. Oliver asintió con una sonrisa. Le agradaba mucho. Él no esperaba una afirmación a lo primero. Debería ganarse su confianza para que pudiera seguir obteniendo respuestas sobre aquella piel tan antigua. No había visto ninguna así, con gemas incrustadas, lo mas cerca que había estado de ver algo pareció había sido en Marruecos de una colección privada de un jeque multimillonario. Él solo la había conseguido porque le gustaba el único rubí que tenia en el medio de las escamas. Aquel era rojo y parecía brillar con el fondo blanco del color del reptil alado. -No te preocupes, era un hechizo que no hace daño alguno. Funciona como el Prior Incantato en las varitas. Aunque este, te permite saber si la protección alrededor de las piedras, sigue activa aunque su portador este muerto. Si lo hace, se notara los hechizos que usaron para derribarlo -Explico mientras miraba a los ojos de la mujer. El silencio no se hizo pesado, mas bien aprovecho aquel, para rascarse los pelos de forma inconsciente para intentar peinar lo que la gorra le había desacomodado. No quería pensar en el aspecto que estaba dando. Se decidio rapido a demostrarle que no sufriria daño nadie. -Mira, úsalo tu contra mi. Es fácil, no pasara nada porque soy humano y mi piel no posee magia -Continuo - El hechizo es "Tum Incantato" solo me iluminara un segundo con una estela color violeta claro y se disolverá, si llegara a tener un escudo mágico, se formaría el hechizo que me derribo frente a nuestros ojos como espectros de luz. Le sonrió para darle aliento. Él sabia que no sufriría daño, pero ella no. Espero paciente. @
  13. Hola, los datos para que activen, gracias. -Nombre de la Bóveda: Boveda de Oliver Gaunt -Link a la Bóveda Personal: http://www.harrylatino.org/topic/113148-boveda-de-oliver-gaunt/ -Trámite a Realizar: Aprobación
  14. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Oliver Gaunt 2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el usuario: --- 3.- Link del tópico de registro de sus familias: --- Familia N° 1: --- Familia N° 2: --- 4.- Link a las bóvedas de sus familias: --- Bóveda Familia N° 1: Strange (Patriarca 50%) Bóveda Familia N° 2: --- Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 30 G
  15. -Lo que más llama mi atención es la piel. Parece ser de los primeros dragones que habitaron en el mundo. Cuando el cuerpo de ellos poseían gemas que los protegían de ataque, mas en la parte de -Comento. No la había escuchado llegar, solo sintió su mirada unos segundos antes de que rompiera el silencio. Se dio vuelta para verla acercarse, moviéndose a un costado para darle acceso a la vitrina. El entusiasmo empezaba a crecer, solo contuvo el aliento sin darse cuenta, hasta que abrió el vidrio para dejarlo curiosear a sus anchas. Bajo la atenta mirada. El hombre no se asustó, sino que se quitó la gorra para que nada le impidiera la visión. -Gracias - respondió acercándose por fin a la piel de manera más entusiasta. No la tocó al principio, porque estaba informado que algunas pieles tenían encantamientos aún perduraban, aunque el dragón hubiera muerto mucho tiempo antes - ¿Me permites hacer magia? Es solo para hacer una comprobación que no dañare la piel. Saco con cuidado la varita esperando la respuesta de la bruja. Llevaba mucho tiempo queriendo poner en práctica unos estudios herpetológicos, que le respondieran entre muchas cosas, porque los dragones de la actualidad, eran menos poderosos que los de antes. -La piel parece ser quitada de un ejemplar vivo, que no tardo en morir. Solían tener piedras preciosas en su vientre como protección extra –Expuso mirando más en detalle, aun sin poner las manos sobre ella. @
  16. -¡Oh! El dragón azul... -Exclamo cuando la elfina lo fue empujando para guiarlo a otro sector del establecimiento - Oliver - Reveló su nombre, dejando de poner resistencia y siguiendo el camino que dejaban los pequeños pies de su guía. Los ojos del hombre se iban para todos lados, evaluando la importancia de las piezas que lo rodeaban. El choque de culturas se profundizaba a medida que se adentraba en el lugar. El paseo termino en una expositora donde se podía ver piezas únicas de dragones. El ojo experto de castaño pudo notar a primera vista el valor monetario de la colección. La soberbia de las piezas lo impresiono tanto como agrado y desagrado en partes iguales. No toco nada, pero se inclino curioso sobre el vidrio evitando apoyar su peso en la delicada superficie. Lo que mas le llamaba la atención era un pedazo de piel escamosa, que contenía gemas incrustadas esparcidas en desorden. Oliver contuvo el aliento. Las pieles con gemas eran una rareza extrema por la antigüedad que poseian. Los dragones en la actualidad ya no solian tenerlas para protegerse. -Elfina -Llamó con urgencia, pero parecía haberse ido a seguir con los recados. Quería tocar con el tacto esa piel, pero la vitrina estaba cerrada y no se le ocurría intentar abrirla a la fuerza. No estaba entre sus habilidades ser un vulgar ladrón. Por lo que se tuvo que contentar, esperando que lo atendieran, esperando tener suerte y que fuera la mujer de pelo azul, quién lo hiciera. @
  17. Oliver desde su llegada a Londres, poco había hecho más que meterse en museos, en bibliotecas viejas, curiosear por todos los lados donde su atención se posara. Envuelto en un pantalón color marrón claro de tela anti desgarro, una remera gris con cuello v y unos pequeños zapatos con punta de acero, esperaba sentado en una de las mesas del Hell Moon a sus invitados. Les había mandado una nota a cada uno para que pudieran encontrarse un poco antes de cursar todos juntos los estudios en ese país. Los tres habían estado llevando una amistad por correspondencia, desde que se habían conocido en Marruecos, en una noche de bebidas y anécdotas. Oliver la había pasado tan bien con ellos, que siempre los nombraba, repitiendo sus nombres cuando hablaba sobre amigos. Tenía grandes recuerdos para tan poco tiempo que habían estado personalmente cara a cara. Recordó que también había invitado a un chico desconocido al azar de la lista de cursantes. Esperaba que aparecieran todos. -Bebida para cinco – Pidió al elfo que estaba paseando por las mesas levantando los pedidos. @@Leviathan Ulrich @@Arlet Malfoy @Charls_Filosh
  18. A Oliver no se le escapó el brillo de los ojos ella al responder. Eso le agradó tanto, que devolvió una sonrisa. Cualquier persona que tuviera por afición algo relacionado a dragones seria alguien a tener en cuenta entre sus futuros contactos. Para eso estaba en Inglaterra. Las ansias de exigirle que le cuente todo lo que sabía para armar un debate sobre el tema, en pleno negocio, no hizo más que incrementarse al oír la pregunta. -Nada en particular - Se sinceró - Pero en encantaría ver algunas piezas que tuvieran de ellos. Escamas fosilizadas, huesos antiguos, hasta partes de uñas o dientes -Enumeró con los dedos - Hace mucho tiempo se hablaba de una leyenda sobre un dragón Dorado. El más sabio entre los dragones que habitaban el mundo, tenía el poder de los cuatro elementos y poseía un halo de protección que rodeaba su cuerpo, le que le permitía anular todo tipo de hechizos que quisieran lanzar. Sin notarlo, Oliver se había acercado más a donde estaba la bruja, inmerso en la historia que tanto le gustaba compartir, anhelando por datos que aún no estuvieran en su conocimiento. Al darse cuenta de su error, dio un paso atrás para incluir al hombre a su lado. No debía olvidarse que la persona en cuestión, estaba gastando galeones, que él no. Tenía prioridad. Se armo de paciencia esperando su turno. Sin dejar de mirar a la señorita, que terminaba de hablar con la Elfina. -Esperare por acá, si no le molesta. @
  19. No era cualquier coleccionista. Oliver solía comprar objetos pequeños para sumar a la decoración de su hogar. Los elegía dotados de una belleza un poco dudosa a otro ojo, pero perfectamente imperfectos a los suyos. Solían ser objetos de acabado toscos, o con pequeñas fallas en la pintura. Pero para él hablaban de un artista joven con problemas de movilidad, de un anciano cansado de vender sus creaciones en el puerto. Una pequeña historia que se armaba en la mente para darle sentido a esos errores. Estaba buscando la elección perfecta, cuando una elfina rompió la magia del momento. Parecía ser muy eficiente y de edad avanzada. Oliver se vio sosteniendo unas estatuillas, siguiendo los pasos de la pequeña dependienta, como un soldadito que sigue al comandante hacia la línea de batalla. Lo absurdo de eso, hizo que sonriera y prestase atención al sombrero de la elfina. No dejaban de agradarle la vestimenta que solían elegir los elfos para ponerse. Todos eran ridículamente tiernos al parecer del Gaunt. Oliver se encontró dándole las piezas a una mujer de cabello azul, para que a su vez, ella se lo entregara a un hombre. Se quedó a un costado viendo el intercambio de dinero. Podía ver el perfil delicado de la bruja. -Tienen una excelente colección de amuletos egipcios –Dijo rompiendo el silencio - ¿Poseen algo de dragones? @
  20. En el hotel se estaba bien. Tranquilo, demasiada paz. Oliver disfrutaba de la vista que tenía desde su ventana a la calle. No se acostumbrara al cambio de ritmo ni a las personas habitués del callejón. Eran tan distintas a lo que estaba acostumbrado. Él era aventurero, un explorador nato, dispuesto a la aventura salvaje en cualquier rincón del planeta. Extrañaba eso mucho más de lo que extrañaba el chocolate y es que era un goloso sin remedio. Se apartó de la ventana dispuesto a dar un paseo. El aburrimiento lo estaba poniendo nervioso. Como cualquier turista se puso una gorra negra que cubría su cabello castaño y salió a estirar las piernas. No hizo falta que diera muchos pasos para que algo llamara su atención. Un pequeño local de muñecos, parecía no encajar del todo en esa zona del Diagón, ofrecía una amplia variedad de objetos curiosos. Sin prisa, Oliver se fue acercando a paso lento hasta cruzar la puerta de entrada para encontrarse rodeado de estatuas de altura considerable pero en armonía con la mesa y los sofás del medio del salón. Oliver extrajo del bolsillo de saco un monedero con galeones. Se le antojaba comprarse algo similar al amuleto de poder que llevaba en el pecho, debajo de sus ropas, cerca del corazón. Se acercó a la colección de amuletos egipcios, alguno de ellos tenían forma de cruces, otro de ojos del dios Horus, escarabajos bañados en oro y gatitos negros pintados a mano. Una colección envidiable para cualquier coleccionista.
  21. Inscripción: Nick en el.org: Oliver Gaunt Nombre: Oliver Casa: Slytherin País: Argentina
  22. Oliver Gaunt Datos Personales: Nombre del Personaje: Oliver Gaunt Sexo: Masculino Edad: Joven Adulto Estado Civil: Casado con Frankie Triviani - Certificado Nacionalidad: Americana Familia(s): * Familia 1: Strange * Familia 2 Padre(s) Sanguíneo: -- Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: Prospecto en Draconologia Poderes Mágicos: Puntos de poder en objetos y pociones: Hechizos adicionales: Puntos de poder en criaturas: Criaturas controlables en asaltos y duelos: Habilidades Mágicas: * Habilidad 1 * Habilidad 2 * Habilidad 3 Conocimientos Especiales: * Cuidado de las Criaturas Mágicas * Pociones * Astronomía Medallas: * T.I.M.O. (Título Indispensable de Magia Ordinaria) 2000 puntos * E.X.T.A.S.I.S (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas) "Magia Avanzada": 4000 puntos * Total de puntos en medallas: 6000 Perfil del Personaje: Raza: Humano Aspecto Físico: Oliver es de cabello castaño oscuro, lo lleva corto y cuidado. Sus ojos color son azules. Posee tez blanca. Consta de un físico musculoso bien desarrollado con el cual mantiene la agilidad en su trabajo. Posee barba recortada y una altura de 1.85. Tiene marcado espalda y torso con cicatrices viejas, producto de sus hazañas en el campo laboral. Cualidades Psicológicas: Oliver es un chico noble, curioso, agradable para hablar, carismático y empático con las personas. Tiene buen sentido del humor. Es leal con sus principios y defensor de los animales. Fanático de los Dragones y los objetos que vuelan. Suele ser muy practico y cerrado en los aspectos del amor. Es celoso y demandante. Tiende a tener habilidades para las manualidades y el manejo de las herramientas nomaj. Historia: Oliver nació en las costas de un pequeño pueblo minero en América del Norte. Hijo único de dos padres magos que eran considerados, por todos los habitantes muggles de la zona, como herejes. Ni su padre ni él trabajaban en las minas de mercurio, como el resto de los pobladores. Siendo la Mina, la principal fuente de trabajo del lugar. La familia Gaunt, cultivaba su propia comida y generaba sus propios ingreso monetario vendiendo ganado. Estos animales que comercializaban, eran sumamente exitosos en el mercado por su anatomía grande, el rico sabor de su carne y las propiedades nutritivas que solían contener. El castaño en sus primeros años de vida ya era muy sociable con las personas, no solía molestarle ni darle importancia a que los aldeanos lo rechazaran por ser hijo de herejes. Él continuamente estaba hablándoles, ayudándolos con sus jardines y domesticando a sus animales. Tenía un don especial para aquello y sumado al carisma que desprendía, ayudo a ganarse el nombre de "Niño sano" por parte de los pobladores. Destacándolo de esa forma, por sobre sus padres. Ganándose un pequeño lugar importante, dentro de la comunidad muggle. La educación del Gaunt siempre fue muy estricta por sus padres. Ellos querían que se ganara un lugar importante dentro del Mundo Mágico, y reprobaban el contacto que su hijo tenia con los nomaj. Su madre una habilidosa mujer en el arte de las pociones, era también una gran naturista herbologica, que se encargaba de impartir su saber al niño. El padre, por otro lado trabajaba para el Macusa como miembro del departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Una noche, los gigantes bajaron de la montaña para arrasar el poblado y matar a todos sus habitantes en el proceso. Oliver fue el único sobreviviente de aquella masacre, a costa de la vida de sus padres. Desde aquella tragedia, el espíritu del chico sufrió un rotundo cambio. Se volvió hosco, intolerante y poco participativo con su entorno. Fue enviado al colegio de magia Ilvermorny para ampliar sus conocimientos, allí fue selecto en la casa Thunderbird donde fue capitán de Quiddicth y Presidente de la Asociación Estudiantil de Naipes Explosivos. En aquel tiempo de maduración, su forma de ser sufrió otro cambio brusco al conocer a una de las mujeres que marcarían su vida. Fue un verano en una catedral, donde la ayudo a recuperar su magia encerrada en un talismán. Objeto que copio y llevo como recuerdo en una cadena del cuello. La bruja y el mago después de una apasionada vida amorosa, lograron terminar los estudios y casarse, poco tiempo después. Oliver se concentro en su carrera de Draconologia en Rumanía y su esposa quedo en América haciéndose con una reconocida creadora de pociones. La carrera de ambos fue creciendo, hasta que de un día para el otro. La bruja se alejo de la vida de Oliver quedando con una separación amistosa de mutuo acuerdo. El Gaunt, sabia que ella experimentaba con realidades alternativas, y aquello había sido la causa de su ruptura. Tras aquellos sucesos, Oliver volvió a centrarse en su trabajo empezando una recorrida por el mundo, donde conoció a grandes amigos como Leopold, Frances y Arlet. Con cada uno de ellos vivió grandes aventuras, hasta que una noche de copas contrajo matrimonio por segunda y ultima vez, con su amiga Frances. Aquello provoco que la bruja se refugiara en el anonimato huyendo del error que habían cometido. El castaño, por otro lado, siguió haciendo expediciones por el mundo hasta que tomo una de las investigaciones del gobierno americano y se instalo en Londres para desarrollarla. Allí retomo algunos contactos, e instalo su centro de comando en un poblado mágico llamado Ottery. Donde actualmente esta residencio permanentemente. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: -- Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Pociones Mágicas: -- Clasificación A: Clasificación AA: Clasificación AAA: Clasificación AAAA: Clasificación AAAAA: Criaturas Mágicas: Clasificación X: Clasificación XX: Clasificación XXX: Clasificación XXXX: Clasificación XXXXX: Criaturas en la Reserva: -- Libros de Hechizos: Libro: Poderes de Criaturas: Tipo de Poder: Consumibles en Batallas: Nombre: Elfos: * Elfo 1: Pejcao - Tiene 18 años, es estatura pequeña, lleva apenas un motín de pelo negro en una coleta, aros en la nariz y en las orejas estilo rock, tiene ojos grandes de color verde. Viste siempre de uniforme de servicio. Es enérgico, cumplidor en los quehaceres hasta el hartazgo, buen cocinero y aficionado al Quidditch de los magos. * Elfo 2: -- Licencias, Tasas y Registros: Licencia de Aparición: Licencia de Vuelo de Escoba: Personajes Secundarios: * Personaje 1 * Personaje 2 * Personaje 3 * Personaje 4 * Personaje 5 Otros Datos: Otros datos: Posee un talismán mágico, exactamente igual al de su primera esposa. Lo lleva en el cuello, como homenaje a esos años. Mantiene una estrecha amistad con sus amigos por medio de cartas. Uno de sus mejores amigos es Leviathan Ulrich con quien fundo su nuevo hogar permanente en Ottery. Posee variedad de objetos nomaj que usa diariamente. Lleva una libreta con sus registros al día sobre sus investigaciones sobre dragones. Cronología de cargos: -- Premios y reconocimientos: -- Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Bóveda Nº113148 Link a Bóveda Trastero: -- Link a Bóveda de Negocio: -- Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Strange Nº113964 Link a Bóveda Familiar 2: --

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