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Luisitha Black M.

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Luisitha Black M. ganó por última vez el día 17 Febrero 2019

¡Luisitha Black M. tenía el contenido más querido!

Acerca de Luisitha Black M.

  • Cumpleaños 23 Marzo

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    5
  • Rango Social
    Unicornios de Oro
  • Galeones
    48148
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Libros de Hechizos
    Libro del Aprendiz de Brujo (N.1)
  • Familia
    Black
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Humana
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    240
  • Puntos de Poder en Criaturas
    40
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Rango de Criaturas
    10 a 200
  • Conocimientos
    -Primeros auxilios
    -Pociones
    -Defensa Contra las Artes Oscuras
    -Runas Antiguas
  • Medallas
    0

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Ravenclaw
  • Género
    Female

Contact Methods

  • Website URL
    http://luisitha.deviantart.com

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Reputación

  1. Definitivamente se le estaba haciendo imposible ocultar su rostro de desagrado...¿Estas eran las dichosas runas que tanto le apasionaban a su hermano? No le parecían muy útiles, las respuestas eran demasiado abiertas y las conclusiones bastante vagas. La minúscula porción de fe que le quedaba se desvanecía lentamente con el correr de los segundos, por que por algún motivo esperaba algo más preciso e inmediato. Y otra vez volvían a tirar y a molestar con las pequeñas rocas. Esta vez buscó algo más... sencillo, en todo caso ya no esperaba una respuesta concisa( ni siquiera una pista normal). -Ok, yo necesito saber si aun existe magia que no nos quiera viviendo en el manor.- mannaz, inguz y dagaz fueron saliendo una por una de la bolsita, y de nuevo la chica de cabellos azules se sentía una especie de sin sabor. No entendía de que iba la cosa. ni siquiera con la guía de su hermano podía sonsacarle un significado que le complaciese -A ver, parece ser una advertencia para no ser descuidados con la casa, pero también indica un nuevo comienzo, que supongo que somos nosotros como nueva generación, como ahora tenemos un vinculo con el hogar, disponemos también de una transformación en noso...- Ok, empezaba a verle ahora algo de sentido. Su magia estaba como la maldita casa en la que estaban. La manor enfrentaba grandes cambios y eso también la estaba afectando a ella. Le comenzó a afectar desde aquel horrible sueño los primeros días en llegar. Se rascó la cabeza y se quedó viendo las tres runas como intentando comprender más de lo que había visto. Por primera vez en su vida podía comprender esos momentos en los que había pillado a su hermano pasando largos ratos como un tonto mirando unas runas sobre la mesa. Habían significados muy abiertos, pero entre más preguntas hacía, más conexiones extrañas parecían aparecer entre las respuestas.
  2. Hola, vengo a comprar un par de animalitos porque como verán no tengo ninguno y mi personaje se siente soloooooo. ID:29735 Nick (con link a la ficha): Luisitha Black M. Link a la Bóveda Trastero: Bóveda 110180 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 81290 Nivel Mágico: 4 Fecha: 2019-02-16 Criatura: Micropuff Puntos:10 Precio:500 Criatura: Gusamoco Puntos:10 Precio:500 Total de puntos:20 Total de Galeones:1000
  3. Chasqueó la lengua con su paladar y se sentó en el cómodo asiento que su sobrina le había brindado. La verdad era que amaba a su hermano pero cada vez lo sentía más distante de ella, y mucho más extraño de lo que recordaba. Pero así era en las familias, o al menos así esperaba que fuese. El silenció los innundó y pudo sentir como el fuego, el viento y la nieve y unos murmullos inteligibles inundaban el ambiente, sólo hasta que él comenzó a invocar cierta magia antigua ¿Acaso su hermano estaba haciendo algo para acallarlos? Definitivamente necesitaba aprender de todo ello. Esas voces parecían torturarla cuando el implacable silencio de la noche llegaba, y podría asegurarse a si misma que cada día se ponía más loca gracias a ellos... Le tomó un tiempo formular su pregunta, para cuando pudo pensar en una que tuviese algo de lógica Evedhiel ya estaba en medio de una lectura. A decir verdad no entendió muy bien el por qué tomó otras runas pero tampoco le importó mucho. Quizá la respuesta no era de su agrado, o tenía más de una sola pregunta. Pero la mujer de cabellos azules sólo tenía una única pregunta. Una que no había podido solucionar, un problema que se le salió de las manos de tal forma que cargar su varita le parecía una carga, no un apoyo. Un problema mayor que sus pesadillas nocturnas, que aquellas voces que sentía que la llamaban, un tormento que hasta el momento no sabía como solucionar, ni quería compartir con nadie más porque le hacía sentir insegura, desprotegida y algo tonta. "¿Qué pasa con mi magia?" se preguntó e intentó concentrarse relajando cada una de sus respiraciones. Tomó las tres runas sin pensarlo mucho. Una especie de palito(Isa), una raya extraña con un triangulo en el medio(Thurisaz) y algo así como un pescadito(Othala). las dejó frente a ella y levantó la mirada hacia su hermano sin tener mucha idea de qué significaba o qué tenía que hacer... -¿eeeehhh y ahora qué? ¿que hago?¿esto no viene con un manual o un traductor o algo así? ¿tengo que sentir algo?-
  4. Se demoró un tiempo bastante largo en reconocer a la mujer de cabellos negros que tenía en frente, principalmente porque la ultima vez que la vio tenía seguramente más años que ella, y ahora el cuento parecía haberse detenido. Seguían siendo los mismos ojos verdes, la misma palidez y casi los mismos rasgos inmarcesibles a pesar de que para la oji-azul los años si habían transcurrido. Ya sus regordetas mejillas de adolescente habían dado paso a unos pómulos marcados y una cara mucho más madura. Inclusive podía verse el inicio de algunas arrugas. —Es bueno saber que en esta familia la gracia viene con los años, al menos para las mujeres- Sonrió por sus pensamientos y el recuerdo que le vino en mente. Su padre,viejo y bastante feo, su tío ni que decir, pero al menos la esperanza venía con Goshi. Limpió los raspones con cuidado, aplicando un par de sus pociones y ungüentos personales con la certeza de que al menos con este tratamiento sus heridas cicatrizarían rápidamente y sin dejar rastros; al mismo tiempo observó con pesar un par de rasgaduras en su ropa. Si no tuviese ese problema podría arreglarlas de un solo giro de la muñeca, pero ahora... Suspiró pesadamente haciendo un puchero para expresar su descontento, no le complacía mucho la inutilidad en la que se encontraba al estar separada de la magia. Si no podía aplicar todo lo que había aprendido en su vida ¿qué quedaba? un fracaso de adulto, sólo eso. —Me temo que por esto yo no puedo hacer nada, pero parece que somos la misma talla, puedes tomar lo que quieras de mi armario... bueno, lo que gustes, parece ser que tenemos gustos muy distintos- Agregó escondiendo con la palma de su mano una risita maldadosa al ver que sus gustos distaban mucho de ser similares. Se olvidó de pedir permiso a Evedhiel acercandose a ella continuando con las curaciones. Tomó sus manos y las limpió con extrema suavidad, sólo quería darle un enjuague sencillo y algo de desinfección casera, junto con la poción y una mirada de sospecha que se transformó en certeza cuando la vio sacar las manos en dirección al libro que cargaba al entrar. —Sugiero que me dejes terminar, si no quieres quedarte sin dedos- Añadió a la ultima pregunta acercándose a la peliroja para aplicarle un espeso ungüento —Esto te refrescará un poco y ayudará con las heridas- Devolvió la mirada al objeto y parpadeó un par de veces con molestia. —Y No lo toques más- Ordenó en tono de regaño volteando la mirada a los "adultos" presentes y luego a la fuerte ventisca que parecía empeorar con cada segundo —Aquí hay algo extraño, pero sin mi varita... ¿alguno puede hacer algo?¿Orión?¿Gatiux?¿Goshi?-
  5. -Ya, Ya!!!- Gritó dejando en el suelo una canasta llena de víveres y alguno que otro contrabando, liberando sus ocupadas manos para recibir una carta de mala gana. Llevaba al rededor de 10 minutos siendo picoteada por una testaruda lechuza por toda la plaza de mercado, llamando la atención de más de un transeúnte que quizá no hubiese visto un animal de estos en su vida. -En serio no entiendo cómo es que el ministerio permite esta desfachatez y está en contra de cosas menos ridículas...-exclamó abriendo el sobre por temor a seguir siendo picoteada. Era una carta de nada más y nada menos que su hermano. ¡UNA PERSONA QUE VIVÍA EN SU MISMO HOGAR!. Tenía ganas de trocear el pergamino y morderlo hasta que no quedara más que un engrudo pastoso de saliva y fibra. ¿por esta tontería había aguantado a esa est*pida avesucha? Tenía entendido que estaba ciego, no que era un mudo que no había podido hablarle en la mañana, o incluso dejarle el mensaje en casa. Pero de nada servía llorar sobre la poción derramada, así era su hermano, un loco excéntrico con una noción muy extraña de la vida. Vio con alivio como el ave se alejaba, arreglándose un par de mechones de cabello que se habían desprendido de los picotazos, sacudió su vestido y finalmente volvió a tomar sus pesadas posesiones,dirigiéndose al lugar más cercano con una chimenea para hacer uso de la red flú. Apareció en su chimenea tras una cortina de llamaradas verdes para encontrarse de frente a frente con una versión muy... Inusual de su hermano. Estaba allí, con una tetera en las manos y algo de tizón, un atuendo que asemejaba más a un pijama que a cualquier otra cosa y unas pantuflas... -¿Quieres que te deje un momento a solas con tu tetera?- Su mirada estaba fija en él, con una ceja levantada y una mueca en la boca que entre otras cosas era una risa contenida muy difícil de evitar.
  6. —ugh ya que, estoy muy vieja para esto...- Se dijo a si misma mientras se acomodaba inútilmente el viejo abrigo, intentando acomodarlo en las partes donde ahora le quedaban demasiado grandes. volvió a mirarse al espejo y la decepción llegó a niveles insospechadamente bajos. Si definitivamente había perdido lo que le quedaba de posaderas y ahora parecía un trazado continuo tanto al frente como por atrás. ¿Y si lo arreglaba con la varita? El cajón donde se encontraba el preciado objeto mágico se volvió un punto de deseo, pero fue removido por sus constantes temores. No, era mejor dejar su varita allí, lejos, ya era bastante malo no controlar su propia magia sin canalizadores en mano. Llevaba un vestido corto de color palo de rosa, mangas largas y una cintura en encaje que poco o nada se marcaba, junto con unas panty-medias de invierno beige, botas de caña baja. Se puso su abrigo de ruana para completar el increíble look de lombriz que había adquirido recientemente. Si tan sólo tuviera las curvas de su cuñada... o aunque fuere, algo de cuerpo femenino, pero no, claramente le había heredado el físico a Fernando. Salió de su cuarto y se dirigió a la sala donde la vieja chimenea la esperaba cálidamente. desde que los elfos habían podido pisar los terrenos de la Manor, la vida se había hecho más simple y fácil de manejar. Tomó un puñado de polvos flú lanzandolos al fuego, sumergiéndose en las llamas verdes para que la transportaran hasta el lugar más cercano que recordó, pues en su memoria en "the cawing crow" no estaba incluida una chimenea. Seguido compró un par de cachivaches pequeños y se dirigió al bar. Al pasar por la puerta pudo encontrar sin problemas el inconfundible cabello violeta de Gatiux y a las demás chicas reunidas con ella. ¿Sangre? ¿tan temprano? En esta familia somos un grupo de brutos barbajanes... —!Hola chicas!- Saludó vivazmente tomando una copa de las que estaban dispuestas, sentándose y observando a su alrededor —Entonces...¿qué haremos hoy?-
  7. Si, estaba consiente de que podía aparecer tan rápido como desaparecer, también sabia que era una bruja y que podía solucionar en un tiempo todos sus problemas con un estilizado menear de su muñeca, pero las cosas habían cambiado y su identidad estaba en crisis. Tal vez estaba loca, o estaba en medio de una crisis emocional cuyo inicio y final estaban tan difusos como sus habilidades. Ya no se sentía segura con una varita en su mano, ni estando acompañada de otro ser mágico, ni de ninguna criatura viviente en realidad. Dos semanas. Dos semanas ya habían pasado desde aquel terrible suceso que la tenía en medio de aquella crisis. Miró a su hija a un lado de la banca con las manos en el pecho y no supo bien que hacer o que decir. La verdad es que había cambiado, era una adulta ahora, se veía tan capaz, tan madura. A pesar de que los años pasan, como padre nunca te desapegas de la imagen de tus hijos la primera vez que llegan a ti; sus pequeñas manos y grandes ojos iluminados con el asombro de quien a penas a llegado al mundo. Y de pronto los ves allí, frente a ti, independientes y llenos de grandes promesas. — ¿Qué pasó? ¿A quién hay que internar o qué?... Mamá, ¿ estás bien?— Sonrió y su mirada se hizo borrosa de repente, al tiempo que sus mejillas se humedecían incontrolablemente. su fachada de tranquilidad se había quebrado. —De verdad que te has vuelto una mujercita increíble— No había que ser un genio para notar que Maida no tenía una mínima idea de lo que estaba pasando, pero para hablar con sinceridad, Luisitha tampoco tenía una idea exacta. La tomó de las manos sintiendo la calidez de sus dedos en comparación a los suyos, tan delicadas y suaves, acariciadas con la bondad de la juventud y las acercó a su rostro dándole un beso en ellas. —Has venido a dejarme aquí—Procedió con voz temblorosa y un nudo en la garganta. En ese momento, como si un interruptor hubiese hecho clic en su cerebro, cambió su postura. Soltó sus manos, se secó el rostro rápidamente y se alejó un poco, desviando la mirada hacia un espacio vacío como si temiese incluso ver a su hija, encogió sus brazos y apretujó sus dedos entre si de forma inquieta, totalmente paranoica. —Creo que mereces por lo menos una explicación antes de irte, pero no quiero...— Dudó por un segundo si continuar y sin embargo tuvo la certeza de que su secreto estaría a salvo con ella —Creo que he perdido el control de mi magia...—
  8. Nick: Luisitha Black M. ID:29735 Conocimiento: Runas Mágicas Nivel mágico: IV Link a bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/81290-boveda-de-luisitha-black-m/ Link a ficha: http://www.harrylatino.org/topic/79144-ficha-de-luisitha-black-m/
  9. Quizá su tiempo fuera de la familia, del mundo mágico, incluso de de la misma humanidad la había hecho desacostumbrarse de ese tipo de situaciones, que para otros parecían tan cotidianas como para ella extrañas y desconcertantes. Parpadeó un par de veces con incredulidad, tal vez aun estaba algo adormilada pero no había entendido mucho de la situación. ¿TÉ? ¿EN SERIO TÉ? las prioridades de su hermano nunca habían estado entre los puntos más brillantes de su personalidad pero en este caso el formato se había desviado a lo ridículo. Incluso algunos de la familia no parecían estar demasiado preocupados e incluso algunos parecían disfrutar del show, como la criatura que había entrado tras de ella a quien le dirigió una mirada confundida para luego centrar su atención en Orión. Había escuchado del tal sayag, sayar, sa...algo, un arcano de magia poderosa, pero como nunca se interesó mucho por superarse a si misma en el campo de la magia(principalmente porque le atemorizaba algunas veces su propio poder) poco averiguó sobre el personaje y los otros grandes conocedores de aquellas artes mágicas. Con mayor calma dedujo, por la relativa tranquilidad de Gatiux que la situación podría tener un motivo racional, lógico y de índole solucionable. Aun así su ansiedad pasó de un ser a otro al poner atención en los otros tres chicos que habían entrado a la cocina, Dos chicas y un chico. Una de las dos primeras se le hacía familiar, parte de un recuerdo lejano y borroso por los años que habían pasado... y estaba cargada de raspones. La otra no parecía estar en condiciones distintas, tomó una taza y sentada estaba siendo atendida por el pequeño elfo que recién había entrado a la manor ¿Eso era sangre? ¿y que rayos era eso que había puesto en la mesa? Un momento. ¿UN ELFO? eso era nuevo sin duda. Tendría que, en cuanto las cosas amainaran(lo cual no parecía ser una posibilidad en la familia) Preguntarle al patriarca acerca de todos aquellos sucesos que se había perdido y todas las reparaciones que se habían adecuado al nuevo hogar. Pero primero lo primero. —Quieren que...- Preguntó con voz baja y cautelosa señalando las manos de Evedhiel y los raspones de Goshi con el dedo indice —Me encargue de eso?-
  10. – ¡FAMILIA! ¡EL DESAYUNO! – Los gritos de su hermano ya se habían vuelto costumbre en su cotidianidad, algunos regaños, algunas advertencias, y en raros casos como estos una invitación a llenar el buche mañanero con un sencillo pero delicioso desayuno. Ella suponía que nadie en casa se había enterado de su presencia. Llegó tarde en la noche, entró silenciosamente evadiendo a toda costa hacer ruido(y lo hubiese logrado, de no ser por un par de tablones en el suelo que aun rechinaban) entró a su cuarto dejando a un lado las maletas abriéndolas sólo para sacar y ponerse un pijama y acomodar un arrugado saco de dormir sobre su cama, dejándose llevar por las tentaciones de Morfeo. Pero donde manda estomago, no manda nadie. Bostezó ampliamente estirándose hasta sus límites, apartó el cabello de su rostro y secó un par de gotas de saliva de sus mejillas que se le habían escapado en medio de su sueño.No se preocupó mucho por lucir decente. Se ató el revuelto cabello en una moña alta y sacó de su equipaje un par de pantuflas abullonadas de color estridente. Al salir del cuarto chocó con el marco de la puerta y al bajar las escaleras resbaló un par de de peldaños con torpeza. Primero comida. Luego despertar. Finalmente ser. Cuando este orden varía, la inutilidad de su existencia se volvía evidente. Se quedó mirando a los presentes por unos instantes intentando comprender la situación. Gatiux tenia una expresión angustiada, cargada de ansiedad, los demás presentes compartían aquella percepción pero en un sentido algo distinto. como si ignoraran tanto como yo el qué estaba sucediendo. Claramente, al pasar los segundos, pudo notar que algo no estaba bien. Tropezó de nuevo en la entrada pero sus siguientes pasos fueron veloces dirigidos hacia su hermano y su cuñada, finalmente se detuvo al estar a un metro de ellos o quizá menos. ¿es sudor eso? se preguntó a si misma mientras veía a su hermano pálido y visiblemente desorientado –¿Pero que rayos ha pasado aquí?–
  11. Pero heyyy es una grata sorpresa! Como sólo tengo una hija y medio hijo(ya está declarado oficialmente como fantasma) he venido yo a adoptarte! que dices ¿quieres ser mi hijo? vas a sentirte de una sola vez de la familia porque tu futura madre y hermana son también pálidas y Lu tiene ojos azules como tú(seh, ya me pasé por tu ficha) y que otra mejor forma que agregarte al rol que estaba planeando con maida? es como DESTINOOOOOO. En pocas palabras, di que si y estas dentro baby!
  12. http://i.imgur.com/pBxy5cT.png -Muy a tiempo- Contestó dirigiéndole la mirada y esbozando una amplia sonrisa. Sólo hasta ese momento se percató de que quizá a ella también le convenía atarse el cabello. La última vez que lo había dejado suelto mientras trabajaba, involucró un pequeño accidente en donde gracias a que un mechón de cabello, que se había metido a su boca mientras pronunciaba un hechizo haciéndola balbucear. Lo que en su momento fue una antiaparición terminó por embarrarlos a todos en una sustancia negra y viscosa con un olor petroso que no pudo quitarse ni bañándose en tomate... Sacudió su cabeza con gesto de asco y se apuró también a atar su cabello, aunque a diferencia de Zoella su resultado fue menos prolijo y más de ese estilo descuidado que tanto caracterizaba su ya rebelde cabellera azul. -Creo que la espera ha sido suficiente. Quizá deba enviar un memo rápido a la encargada de la casa...- pensó sacando su monedero de moke y echando el brazo hasta el fondo -...ohhh no...- se quejó sacando de él un pedazo de pergamino en blanco -...¿de casualidad no tienes una pluma? me temo que me he olvidado de traer una.-
  13. -¡¿E-El sss-sótano?!- exclamó trabajosamente al pensar en el terrible lugar, que hace tan solo un puñado de días se había tragado a su hermano y poseía al parecer un remolino propio. Un trauma del que al parecer no podría recuperarse por un largo tiempo.Estaba claro que el nido de ratas en el colchón de su cama había pasado a un segundo plano. ¿Alguien podría explicarle el porqué de que esta familia estuviese llena de momentos ilógicos y llenos de tragedia? No es que no estuviese agradecida con su vida, llena de oportunidades y diversión, pero agradecería al menos por una vez tener un día relativamente tranquilo y en familia. -Espero que tu intención no sea destruir la casa-Respondió levantando una ceja ante la reacción de su sobrino y girando la vista hacia la destruida propiedad. Los cambios definitivamente no eran significativos, el estado de la mannor seguía estando para tirarse a llorar; alguien había terminado de matar los rosales que creía vivos y por cómo había reaccionado Eliot su primer sospechoso no era otro que él mismo. Pero no podía matarlo, no, era familia y aparentemente asesinar a alguien de tu familia era considerado algo malo en la sociedad actual. Aun cuando físicamente no se parecieran su sobrino y su padre (quizá, tal vez un poco a su madre... que va a ninguno, el chico era el rarito de la familia, el hijo del lechero que uno no esperaría relacionar con nadie) estaba segura de que poseía el mismo talento que Orión para destruir las cosas, tanto voluntaria como involuntariamente. -Te recuerdo que aunque el patriarca de esta casa esté acostumbrado a destruir todas sus posesiones, ésta propiedad también me pertenece-Exhaló pesadamente, muy a su pesar también era responsabilidad suya, tal y como el negocio los negocios que había dejado abandonadosde nuevo. No puso mucha atención al otro chico, en su mente ya mil cosas confabulaban al mismo tiempo. No le gustaba para nada la idea de que, aunque algo se hubiese hecho, que Maida estuviera en el sótano. Tal vez no le importaba mucho que Gatiux estuviese allí porque a sus ojos era más que capaz, pero su hija le parecía una criatura inocente con poca o nada capacidad de hacer daño y mucho menos defenderse. Las paredes aún continuaban roídas, hubiese sospechado el uso del ladrillo para realizar drogas psicoactivas de no ser porque en el mundo mágico las personas habían encontrado medios más duraderos y menos dañinos para su organismo. Incluso flotar sin rumbo por 7 días era mejor que perder un brazo por culpa del ácido de la heroína mal elaborada. No, estaba segura de que estaban así por algún tipo de maldición de las muchas que rodeaban la casa y que no habia permitido (hasta el momento) reparar la fachada. El techo habia mejorado indudablemente, al igual que los muebles que se alzancaban a ver desde las ventanas manchadas con años y años de polvo endurecido. Pero finalmente lo que más le molestaba era que la casa estaba bajo un silencio incómodo, esperaba que al menos se escuchase algo en su interior para relajarse, una tubería siendo golpeada al menos, pero era la ausencia de sonido lo que más la inquietaba. -Saca la varita, no me preocupa la maldita fuente ahora, pero no voy a dejar a mi hija en ese maldito sótano aunque tu madre o la marca entera la acompañe- Giró la mirada hacia el chico que se había vuelto a trepar a la fuente y rodeo su boca con las palmas de la mano a modo de megáfono. -¡Eh tú!- gritó- Baja ya de ese endemoniado reno, tenemos algo más que hacer, vamos al sótano- carraspeó, pudo notar el altibajo de su voz al mencionar el lugar y lo incomodo que se sentía el chico en la posición actual en la que se encontraba. Un par de metros sobre el nivel del piso quizá lucen peor después de degollar a un venado de metal y volver a subirse a él.
  14. -¡¿Pero que mi**** están haciendo ustedes dos?!- Exclamó(casi en modo de grito). *flash back* Miró los terrenos del lugar por enésima vez. La casa era linda, sin lugar a dudas. Pero teniendo en cuenta de que, aunque se notaban algunos reparos, todavía quedaba mucho por hacer pues seguían pareciendo un orfanato en ruinas. Exhaló pesadamente a medida que se acercaba. Recordó por un momento que sus posesiones personales habían quedado reducidas a casi nada gracias al techo colapsado en su habitación. Lloraría por sus vestidos manchados, pero la excusa de comprar le se hacía tentadora ¿quizá un buen motivo para arrastrar a Maida a un momento madre e hija? Al acercase aún más a la casa no quedó lugar a dudas de que su cuarto seguía siendo un chiquero. -obviamente, nadie lo va a organizar por mi ¿eh?- hablo para si misma como una loca a medida que la mala cara en su rostro se comenzaba a marcar-bueno, solo espero que Orión haya hecho algo con las ratas gigantes que anidaron en mi colchón y aun me queda el jardín y la hermosa fuente- Cualquiera diría que la chica de cabellos azules habló demasiado pronto. Los gritos por atrás de la casa llamaron su atención ¿estarían trabajando allí? Solo esperaba que sus petunias estuvieran intactas, al igual que los rosales. En invierno quizá parezcan maleza, pero desde la primavera todos disfrutaban de los hermosos paisajes que reflejan los jardines bien cuidados. Rodeó la casa por el exterior y la imagen que vio allí no pudo parecerle más espantosa. *fin del Flash Back* Su rostro lo reflejaba todo y su respiración se agitaba. Estaba a punto de llorar. Sus hermosos rosales estaban destruidos, la fuente estaba rota, dos chicos a quienes a duras penas reconocía se encontraban en el suelo, uno de ellos, obviamente hijo de su hermano con la firme evidencia de haberlo destruido todo con la varita en mano. ¿Quién se podría imaginar que semejante chiquitina pudiese acercarse tan rápido y tomar a alguien por sorpresa? Ellos a penas se levantaban del suelo y ella no les daría la oportunidad de escapar. ¡Zas! Apolo pudo recibir un sopetón en la cabeza, más humillante que fuerte, pero un castigo físico de igual forma. Miró de nuevo el caos que se había hecho, se llevó las manos a la cara estirando el puchero que tenía; el ciervo estaba boca abajo y la fuente de la que ahora brotaban algunas gotas rojas (probablemente una mezcla de agua y óxido) -Juro que si no se terminan matando solos lo voy a terminar haciendo yo- De forma algo horrenda volteó su cara desfigurada hacia el que estaba segura era su sobrino. - ¿y bien, no van a explicar esto?- Se soltó el rostro y apuntó a la varita de Matt con el dedo y luego a su humanidad Puedes empezar tu ¿eh?-
  15. http://i.imgur.com/pBxy5cT.png Por medio del presente se hace constar que el patriarca de la familia Rambaldi ha solicitado el servicio de Hechizo Antiaparición para su mansión dejando la siguiente orden. Dicho servicio se encuentra activo desde el mes de Enero 31 del 2018. Castillo Rambaldi -Antiaparición --Patriarcas podrán aparecerse en cualquier lugar de la Mansión Rambaldi Los miembros de la familia pueden aparecer en el vestíbulo de la mansión. El que no pertenezca a la familia, aparecerá a dos metros de distancia de la reja de entrada. Luisistha Black M. Departamento de Transportes y Deportes Mágicos. Ministerio de Magia.
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