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Luisitha Black M.

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Todo lo publicado por Luisitha Black M.

  1. http://i.imgur.com/Ufi27kR.jpg Se dio paso tras el elfo entre cuadros y adornos mientras recorrían el hall de entrada, todo era opulencia, quizás algo recargada, pero finalmente una costumbre entre las familias adineradas, hasta parar tras la puerta, ser anunciada y a su vez ser invitada a entrar a lo que parecía ser una biblioteca. Sus suposiciones no se alejaron ni un poco de la realidad, el lugar, rodeado de libros que se acomodaban entre las estanterías iluminadas por la abundante luz que pasaba por los altos ventanales del lugar. Tras entrar y dar unas "gracias" rápidamente y en susurro el elfo cerró la puerta dejándolas a ambas solas. Tras la invitación de la mujer, se acercó a ella a medida que esta se levantaba e iba igualmente a su encuentro. -Un gusto señorita Lockhart -Agregó completando el saludo y sentándose donde le había indicado la bruja- Verá señorita Lockhart, el motivo de mi visita se debe a una solicitud de servicio VIP- La joven de ojos azules carraspeó un poco debido a la incomodidad con la que se presenta cualquier funcionario a dar malas noticias, nunca fue y nunca será fácil no cumplir con as totales expectativas de un cliente. -Verá, debido a que las normas ministeriales cada vez son mas... Estandard, me temo que nuestro servicio VIP debe suspenderse...- Juntó sus manos sudorosas e intento disimular la ansiedad que le producía este tipo de trabajos-... Pero verá, debido a que su familia, es en si uno de nuestros mejores clientes, hemos llegado a la conclusión de que si se puede prestarles un trato preferencial, y realizar los formatos con nuestro acompañamiento, de forma que ustedes solo deberán enviar a algún elfo a la ventanilla para que esto no les cree ningún inconveniente. ¿le parece bien?-
  2. http://i.imgur.com/Ufi27kR.jpg El sol comenzaba a repuntar en el cielo despejado al momento en que la joven de cabellos azules apareció fuera de los terrenos del castillo Lockhart, tras sus pasos crujía el pasto verde, propio de la primavera que comenzaba a desbordarse en Ottery. Al acercarse a la portería de la entrada pudo contar los primeros brotes de dientes de león que crecían cercanos a la verja, contrastando hermosamente con el material bronce de esta. Vestía simplemente esta vez, un vestido blanco de gasa hasta las rodillas, dulcemente adornado con un delgado cinturón rosa pálido con el mismo corte minimalista. A esto se le añadían a penas un par de aretes de perla, su insignia ministerial y unas zapatillas blancas con dorado que por la misma tendencia no llamaban mucho la atención. Respiró profundamente antes de acceder por el portal, algo ansiosa tras presentarse por primera vez y oficialmente a un servicio domiciliario. -Buenos días- Saludó cortésmente a los elfos que allí se encontraban - Vengo de parte del Departamento de transportes Mágicos, una visita VIP. Estaba programada para hoy- Fue invitada a seguir adelante por lo que se dio paso a recorrer el camino hasta la entrada del castillo, allí una vez más tocó la puerta para ser recibida por otro elfo. -Buenos días- Saludó por segunda vez -Departamento de transportes mágicos ¿se encuentra algún patriarca de casualidad?- "¡Por las barbas de merlín, ¿cuantos elfos tiene esta familia?!" se preguntó para si con lastima mientras esperaba por algún mago que la atendiese. Al ser criada por su hippie hermano ya estaba bastante consciente de los abusos laborales de tan humildes criaturas, aunque, viéndolo por el lado mas amable probablemente al haber tantos su trabajo sería más descansado...
  3. Una figura frágil y cansada se aproximaba pesadamente a la caravana del parque, su respiración era acelerada y superficial y su aspecto dejaba mucho que desear, la ropa mal puesta, el cabello despeinado y hasta los cordones desamarrados y arrastrándose al son de su caminar. Cualquiera diría que Luisitha acabase de llegar de una batalla campal, o quizá acabase de escapar de un león en Timbuctu, o que probablemente ese, sin lugar a dudas no era el mejor día de su vida... Mes... Año Abrió como pudo y debido a la pereza que la tenia invadida se dejó caer en el primer escalón de la entrada, dejando la mitad del cuerpo dentro y la otra afuera. -Ughhhh- se quejó al escuchar un "todo listo" en voz de Gatiux, no, no estaba lista, necesitaba una carreta, una grúa de ser necesario para que la llevase a "casa" si es que podían llamarle así a su otra reciente estafa... -Tengo malas noticias- continuó esperando que desde donde estaba acostada pudiesen escucharle -Buenas y malas, mas malas que buenas, bueno, en realidad solo hay una buena, pero que mas da - dejó caer la cabeza pesadamente y se rascó la cara con las manos. Volteó de nuevo la cabeza y pudo notar una rata observándole fijamente. Un escalofrío le recorrió la espalda y de la nada volvió a encontrar algo de fuerza para entrar por completo en la caravana y sentarse. Solo hasta en ese instante notó que su hija se encontraba dentro, por inercia había asumido que la peli violeta hablaba solo con su hermano y nadie más. Le sonrió y agarró una mano para ponerla en su rostro mientras lo apoyaba sobre la mesita. - Otra mala noticia, hay que comprar pesticida...-suspiró- La buena noticia es que el lugar ya es nuestro...- agregó para luego quedar instantánea y plácidamente dormida.
  4. Una masa entre mantas, y cobijas se movió, lo que no parecía más que una carga gigantesca de ropa al lado de la chimenea no era más que la más alcoholizada de los Black volviendo de lo que probablemente era la mayor resaca del siglo. Tal y como un zombie sale de su tumba, destruido y desorientado la chica de ojos azules salió de su escondite, con el rimel restregado al igual que el lápiz labial negro que había usado la noche anterior. Corrección, no era un zombie, era un panda de las montañas, hambriento, desmemoriado y con una sed de magnitud "me bebo el Nilo si tengo la oportunidad" El cabello hecho una maraña a duras penas se dejó acomodar en una mediocre moña alta, Se bajó de la cintura el ajustado vestido que no reconocía y comenzó a sospechar que aquella noche había, como poco, bebido en la mitad de los bares de Inglaterra, o al menos un 90% de los regionales. Siguió dando tumbos hasta la cocina e interrumpió lo que parecia la reunión de una familia decente. Tuvo que rascarse los ojos unas dos o tres veces e intentar enfocar bien a los presentes(no, no era resaca, aun seguía borracha según sus cálculos) ¿que mi**da había bebido aquella noche? -mmbbbfffss diisss- Saludo a los presentes con un vago saludo naval y tiró un pequeño beso a su hija sin poner atención a sus expresiones. Corrió hasta el lavabo tomando el primer vaso que encontró(limpio o no, que mas daba si borracha estaba) se sirvió agua del grifo y bebió como si fuese la primera vez en su vida que una gota de agua pasase por su garganta. Pudo sentir una mirada recriminadora en su nuca, pero estaba muy ocupada para el tipo de formalidades que requerían ser una persona decente, necesitaba calmar su sed... y tras el tercer vaso pensó en que su necesidad de un retrete cercano a su rostro era más necesario. Sonrió incómodamente volviendo a intentar enfocarlos, imposible con 8 o 9? personas frente a ella... Se tapó la boca con una mano y salió disparada de nuevo en busca de un retrete para aliviar a su estomago maltratado
  5. Luisitha se encontraba en su bañera, tratando de quitarse el nudo de stress que se encontraba en la parte baja de su estomago, aunque no satisfactoriamente (era un trabajo mejor hecho en equipo) cuando sintió a una lechuza picotear la ventana. la chica de ojos azules desenvolvió la nota de Gatiux adviertiendole aparecer en la mansión por que su vida estaba en peligro. Ella, ofendida con la interrupción tomo las pendas de vestir que había desechado, un vestido verde de satín que abrazaba su cuerpo deliciosamente y no ayudaba a mantener su estado mental, aumentando sus ansias y el calor entre las piernas, y usando su varita desapareció para entrar en la mansión un minuto después. Luisitha apareció en la sala recibidora de la casa y se dirigió persiguiendo las voces que se oran en la distancia. -tu crees que yo no puedo defenderme sola, Gat?- dijo en voz alta cuando llego a la cocina. Todos allí presentes miraron a la bruja sorprendidos. Su hija Maida brinco un poco igualmente sorprendida mientras se encontraba sentada en las piernas de Nathaniel y este su vez levanto una ceja inquiriendo el por que del repentino grito. Luisitha se dirigió al grupo y no pudo evitar notar la camisa blanca del Londinense que se ajustaba a su cuerpo por los restos de lluvia que alcanzaron a mojarle y dejaba ver el relieve de sus abdominales. -Ah- dijo ella agarrando al pelirojo separando despreocupadamente de su hija- no sabia que habia fiesta, gracias por invitarme!- Luisitha movio su dedo indice hacia la boca de Nathaniel y este estupfacto abrio su boca y le dio acceso, dejando que la yema de sus dedos paseara por sus papilas gustativas mientras su boca dejaba salir un pequeño sonido ahogado. la joven de cabellos azules sentía el nudo en su estomago apretarse deliciosamente y cerro la entrepierna, sintiendo la humedad que el sonido le produjo y agradeciendo que el vestido le permitía no usar algún tipo de prenda interior. Luisitha saco el dedo de la boca de Nathaniel delicadamente y lo puso en su boca cerrando sus ojos, probando el sabor a licor y dulce que el mago tenia. Mientras los otros Yaxley miraban la situación anonadados Luisitha ignoró todo a su alrededor y tomó una decisión. Agarro al mago de la mano y lo dirigió hacia a salida a los cuartos diciéndole: -Antes que nada necesito tu ayuda.-
  6. CAS-TI-GA-DA Estuve a nada de mandarte un chancletazo kamikaze asi que considerate una chica con suerte :-* *O* la nueva familiaaaa me encanta menamoré, si algún dia lejano, bien lejano, me gano algún cambio de nombre me pondré yaxley de una *O* obviamente el registro quedó divino y hipster, que mas se podría esperar de mi bello hermano, paso también a darle la bienvenida a los chicos nuevos para que entren a la familia, no teman, lo hipster de char no se pega(entiendase por char: Orión) Saludos y besitos con amor maternal: Lú *Desaparezco*
  7. Ser la tercera rueda en medio de Orión y Gatiux a veces era agotador, sobre todo por aquellas miradas lascivas que lanzaba la chica de cabellos violetas al ver a su hermano trabajar sin camisa. Lanzó pro lo bajo una ligera patada, al menos para, por un momento sacar a la otra mujer de aquel trance. -Me quejo de que lo vas a apestar con la mirada- Susurró intentando que su hermano no la escuchase, antes de crisparse por la propuesta de la aguja. Si bien ella también era mortífaga como sus compañeros, todo aquello de las muertes le traumaba en sobre manera, a penas si había tomado un par de bocados cuando renunció a la comida. -Yo creo que también podríamos hacer uso de los terrenos para hacer un invernadero, no se necesita mucho Material y puedo hacerlo yo misma- Interrumpió intentando cambiar el tema con evidente incomodidad(y es que desde que la chica extraña les había visitado, aquellos comentarios tampoco le tranquilizaban mucho...) -pero antes que nada creo que lo primero que debería estar listo, si es que tiene arreglo, es el carrito de los hot dogs- El solo recordar el estado en el que se encontraba el asqueroso puesto ambulante hacia que se le rebotase el estomago y el par de bocados se transformasen en arcadas -Aunque quizá lo mejor sea destruirlo con fuego y nos evitemos una plaga de viruela de dragón, que es lo que probablemente se venda ahí...- echó una mirada hacia afuera y le preocupó que la oscuridad del lugar les retrasase en el proceso de construcción y seguridad -y debemos hacer algo para que los curioso no se pasen... aún, o mueran en la montaña rusa...-
  8. A penas una medio sonrisa incomoda se pudo ver en su rostro al ver a la extraña mujer presentarse, risa que se hizo aun más forzada e incomoda al conocer a su empleado. Un gordo lleno de grasa, sin un mínimo conocimiento de higiene, educación o sentido del tacto. La joven de cabellos azules solo podía crisparse y contener una arcada cada vez que el hombre se sorbía el sin numero de mocos que poseía en sus fosas nasales, y manos... ¿así lo dejaban cocinar? De solo verle hubiera podido morir primero de hambre que de una muy probable gastroenteritis producto de semejante abominación. Su mirada al ella aclarar la situación no hizo mas que hacerla retroceder y escudarse muy disimuladamente tras la espalda de su hermano. Al escuchar las indicaciones no se hizo de esperar para escapar de el peculiar par que acababan de conocer. Si bien Luisitha era un ser social y lleno de amor, ese par de personas ciertamente eran una combinación tenebrosa a sus ojos. Comenzó a evaluar los terrenos, todo el fango, los cimientos escaseaban, de allí no se podía hacer nada a menos que se hiciera algo para acondicionar el terreno. Haría falta el uso de una retro y una aplanadora para al menos poner un puñado de foodtrucks. Esto significaba otra importarte inversión de dinero, a su hermano no le iba a gustar la noticia. Al volver a reencontrarse vio que Gatiux levantaba una cabeza cercenada de un oso gigante de peluche, se tapó la boca con las manos y sintió como un escalofrío le recorría las vertebras. -Yo también tengo malas noticias- Agregó con la voz aun conmocionada por ver el estado de su única atracción -Se va a necesitar maquinaria y bastantes varitas para poder hacer algo decente para poder comer-
  9. Después de perderse la primera vez de ingresando al magic mall podría pensarse que no hay una forma humanamente posible de volverse a extraviar. Pero para quienes no la conocen Luisitha siempre ha sido una criatura distraída y bastante desubicada. El tintinear de su bolsillo indicaba que estaba preparada para hacer una jugosa compra, tras haberse distraído y por consiguiente perdido al fin retomó su rumbo hacia la ventanilla de pociones. Sacó un papelito de su bolsillo, en donde tenia la información para luego transcribirla en la orden estándar que le pasaría al vendedor. Se acercó a la otra chica que también esperaba para ser despachada y le dedicó una alegre sonrisa. Si, derrochar su dinero le daba algo de satisfacción personal y felicidad... pero ¿a quien no? -¡¡Hola, quiero hacer una orden!!- pronunció alegremente mientras posaba su pedido sobre la barra. ID: 29735 Nick (con link a la ficha) Luisitha Black M Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda 81290 Fecha: 2017-02-21 Poción: Poción crece-huesos Puntos:40 Precio:2000 Poción: esencia de díctamo Puntos:40 Precio: 2000 Total de puntos: 80 Total de Galeones: 4000
  10. Acturus Gregorio Tercero(A.K.A. El tipo de los hot dogs) -Yo soy Gregorio, Acturus Gregoirio Tercero, - Interrumpió el caballero asumiendo que la ultima pregunta lanzada había sido para él, lanzó un escupitajo atrás de él, se sorbió los mocos y continuó -Si, ya me habían dicho que mis nuevos jefes estarían por aquí el día de hoy... ¿son ustedes cuatro? - -Tres, la chica de cabello oscuro no viene con nosotros- le interrumpió la chica de cabellos azules para recibir una mirada asesina del gordo hombre que acababa de presentarse. A la vista de cualquiera, para cualquier mortal que se cruzase con dicho caballero en plena calle, no quedaba la duda de que semejante personaje, nunca, JAMAS, debería tener permitida la entrada a una cocina. Su ropa, cubierta de manchas ennegrecidas parecía más la de un mecánico que la de un hombre de cocina, de pantalones caídos y carnosas pieles descubiertas por obra de la mala disposición de sus prendas. Su cabeza brillante se encontraba cubierta por un largo trayecto de cabello que se deslizaba sutilmente de un lado al otro de su calva haciendo las veces de tupé, mientras que el resto de su cabello se camuflaba a la perfeccionó con una larga barba grisácea bastante desprolija. -Comencé a trabajar hace unas semanas, tengo un contrato con el parque, y ya que ustedes son los nuevos dueños tengo quejas del plan dental...- Fue entonces cuando su mirada se posó sobre la mujer de cabellos violeta y enormes pechos. Se limpió la nariz con la manga de la camiseta sin disimulo y se acercó a ella con una expresión ridícula, una viva imagen del pervertido acosador que se escondía tras los 150 kilos de carne. -Bueno, podemos tratar el tema luego... Y Usted puede llamarme Greg cuando guste, me gusta tener una relación profesional con mis jefes pero...-volvió a sorberse la nariz y le guiño un ojo sin problema -por semejante diosa puedo hacer excepciones...-
  11. -creo que nos hemos equivocado de dirección- Dijo en forma confundida la menor de los Black mirando para todos lados mientras su hermano se echaba a reír... ¿Pero que tiene esta situación de divertida? A sus ojos les habían timado, de la forma más absurda y ellos habían caído como tiernos cervatillos. Y lo decía porque, a juzgar por la caca regada en los terrenos la zona parecía estar habitada por un grupo de ciervos salvajes. El aviso de la entrada, oxidado como nunca, daba muestras de que el lugar había sido abandonado por meses (por lo poco) y que sin duda eran los únicos tontos que habían caído. Siguió sus pasos y fueron a dar a una caravana igual o peor de cutre, cuyo aviso daba a entender porque el lugar estaba en ruinas. Agradeció por un instante haber estado con su hermana o ella en su caso habría tirado la puerta por medio de la magia. Al entrar el olor putrefacto del abandono los obligó a arrugar la nariz, no había forma de que alguien hubiese entrado a aquel lugar en mucho tiempo, incluso el moho había empezado a impregnar el interior del lugar. Nunca había podido entender el desdén de Orión por las maldiciones, por lo que su corazón se estrujó a medida que abría la carta. Ante el comentario de su hermano se la arrebató de las manos y la leyó rápidamente para luego tirarla como quien no quiso haber tocado lo que acababa de pasar por sus dedos. -¿Accidente? ¿Que accidente?-miró a su hermano y a Gatiux y volvió a limpiarse las manos en el vestido como si aquel tic nervioso fuese a ayudarle- Ok, suficiente, nos vamos de aquí…- Tomó las manos de ambos e intentó arrastrarlos hacia afuera.
  12. -Si señor, al castillo Black por favor, segundo piso, pasillo derecho, penúltima habitación a la derecha- Luego de ello observó al caballero irse y regresar con su escoba nuevecita y lustrada; no pudo evitar sonreír de forma emocionada dejando a la vista dos hileras de dientes blancos. Estiró las manos y la agarró, como una niña de cinco años a su muñeca nueva, el brillo en sus ojos se intensificó, separó la escoba de su pecho y besó su mango para después dejar escapar un nuevo escándalo feliz y un baile de la victoria. -YAHUUUUUUUUU.....uh- En medio de su ridículo baile otro cliente llegó, el color se subió a sus mejillas y tuvo que conservar, por lo menos por un instante su compostura, por lo que fingió que nada había pasado y miró a su vendedor - ¡Muchas gracias señor!- Dio una pequeña reverencia inconsciente (una de aquellas cosas que no pudo olvidar de la lejana china) y salió corriendo de allí para como quien dice, escapar del ridículo que acababa de hacer.
  13. -Siiii- Dio un pequeño salto de alegría, para alguien así de despistado cualquier exito estaba sobrevalorado -¡Me encanta!- Miró pensativa al hombre tras la barra, tenia razón, un pensadero era un articulo increíblemente pesado y como lógicamente se esperaba en su mente elevada no había pensado en ello. miró su varita, luego sus manos y por ultimo su vestido captando que no estaba en condiciones de cargar el peso por si misma. -El pensadero...Si me gustaría que lo llevaran a casa. Pero... ¿me puedo llevar la escoba?- Mordió sus uñas esperando la respuesta del caballero, no quería caminar a casa.
  14. Como siempre se había perdido unas dos o tres veces camino al magic mall, bueno, no tanto camino a este sino a la planta en especifico a la que intentaba entrar (lo sabemos solo hay 3, 4 pisos? pero la joven de cabellos azules era particularmente propensa a extraviarse de las formas más tontas, después de todo era una total distraída y habia llegado al segundo por accidente(mejor dicho habia continuado y pasado del primero como una loca). Aquella compra seria todo un riesgo para su salud mental y la del empleado que tomase su orden. -bufff al fin!- se apoyó en el mostrador dejando ver una amplia sonrisa hacia el encargado que no se mostraba sorprendido en lo mas minimo- No soy la primera que se pierde ¿eh? me alegra saber que no soy la única- - Y bueno, ¡Es hora de gastar mi dinero!- Inhaló profundamente tomando pergamino y pluma para hacer su orden.(orden que tuvo que repetir unas 3 veces) ID: 29735 Nick: Luisitha Black M. Link a la Bóveda Trastero: - Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N°81290 Fecha: 2017-01-26 Objeto: Saeta de fuego Puntos: 20P Precio: 1000G Objeto: Pensadero Puntos: 40P Precio: 2000G Total de puntos: 60P Total de Galeones: 3000G espero que no me haya equivocado, besitos
  15. Recibió el abrazo de su hermana con cariño, entre todas las cosas buenas que le habían podido pasar había sido quizá, el apoyo que tenia de ella en bueno, prácticamente todo. - ¿Luisitha?¿Eres tú? - Por la expresión de su rostro había podido asegurar que sagitas había visto un fantasma, una aparición espiritual de aquellas que te congelan el cuerpo y no te permiten moverte -¿Qué qué ha pasado aquí? Pues que unos desalmados con mal gusto para la música han destrozado la carpa central del Circo.- Se rió por lo bajo, los problemas sin lugar a dudas no faltaban, y las cosas seguían igual de divertidas que siempre. Al menos para ella y su peculiar forma de ver al mundo. Para sagitas quien se veía algo mas agobiada la historia era diferente. -Si, llevo poco en el cargo, pero lo he disfrutado mucho -Se acercó a ella disimuladamente para susurrarle de forma que solo Sagitas y quizá Gabrielle oyeran -Y ha decir verdad estar aquí es muy bueno para reparar mis propias tonterías, ¿sabes? y bueno me alegra verte por allí, a lo mejor y podamos ponernos al dia- Sin duda lo que tenia de torpe, la Black lo tenia de brillante. A nadie en sus 5 sentidos se le habría ocurrido ni por un instante de que semejante criatura terminase reparando los innumerables desastres que causaba. Miró alegremente a su jefe, que se había quedado paralizado como una estatua (quizá conmoción de que alguien conociese a su madre y nunca se lo hubiere dicho, o quizá timidez para con su mujer que tomaba muy ampliamente las riendas de la situación, y al parecer habia discutido con alguien) -Claro que puedes amiga-exclamó alentando a Sagitas a hacer lo que ellos al tiempo que levantaba la varita con destreza- ¿te parece si empezamos ?-
  16. ;O; yessssss, pensé que habías muerto, tus dedos se habían congelado, me di a la muerte y el infortunio pero aquí estas y resulta que la perdida soy yo que no había aparecido. Por su puesto te acepto como mi bulto hija, en cuanto termine de hacer guachadas en el castillo iré, y te consentiré y te daré amorrr(aunque ya lo estoy haciendo, pero en forma) <(=^y^=)> ....(,,|,,) /__)~..... <---- ese es un gato gordito, regalo de mamá
  17. Y él no tenía problema en llevarle los gustos… La Black levantaba de vez en cuando la mirada, notando en sus ojos grises una expresión de puro placer. La emoción se derrochaba en cada una de sus facciones, que no tenían problema en contarle lo mucho que disfrutaba el momento. Y ella encantada por supuesto, era casi un logro para ella verle así, por segunda vez y para nada ebrios. Pero se vio interrumpida por su mano, que la tomaba del mentón y la atraía hasta la boca de él, ella como hipnotizada por sus encantos obedecía sin oponer resistencia pues le gustaba lo que hacían. El beso apasionado no hizo más que encender aún más la llama en su interior. No disimulo su curiosidad al verlo salir del agua, pero luego de sus explicaciones y una sonrisa pícara, otra se despertó en los labios de la chica de cabellos azules. El Malfoy era sin lugar a dudas un chico tradicional, pero a ella no le importaba mucho, ya se encargaría después de sacarle la cotidianidad en la cama. Se acostó boca abajo a petición del caballero y sintió sus manos deslizarse por su espalda haciendo que sus músculos se contrajeran y le recorriera un fuerte escalofrío por todo el cuerpo. No lo tomen a mal, los masajes eran entre otras cosas un gran talento de Nathaniel, pero el sentir su cuerpo contra el de ella, todo su peso, su calor y humedad, toda esa dominación y fuerza… la llevó al cielo. Su respiración volvió a agitarse involuntariamente, suspiros iban y venían al sentirle tan íntimamente, tan salvajemente. Su tibio aliento le acariciaba la nuca y su mano juguetona la estremecía. Él la volvería loca sin lugar a dudas. Aun más loca. Sintió como si una tonelada de fuegos artificiales estallara dentro de ella en el momento en que encajaron. Tal pareciera que debía acostumbrarse a llegar a la meta mucho antes que él, pero a ella no le importaba mucho, podía seguir toda la noche si eso era lo que él se proponía.Sin esperarlo y con algo de sorpresa sintió como él le abofeteaba. Involuntariamente gracias al golpe un par de lágrimas se escaparon de sus ojos. Para su desconcierto eso no hizo más que aumentar su libido de una forma insospechada. Aun así no podía permitirle comportarse de tal forma y como se esperaría de su actitud, la chica de ojos azules volvió el rostro hacia él con mirada de reproche, intentando infructuosamente cambiar su posición ante el hombre que claramente podía hacer con ella lo que quisiera (cosa que también agregaba puntos a aquel extraño sentimiento ardiente) sus caderas se movían por si mismas en un baile que se acomodaba al del joven pelirojo que era quien llevaba el ritmo. Intento besarlo, pero de nuevo la posición se lo impedía y no le quedó más remedio que rogar por algo de autonomía. -Por favor…-exclamó entre suspiros ahogados, estaba muy cercana a perder de nuevo la carrera por llegar de ultimo a la meta –Déjame que te haga feliz, por favor, déjame besss…art…- Por segunda vez en poco menos de 15 minutos había cruzado la línea, de nuevo las chispas invadían sus sentidos e intentaba disimular aquellos gemidos ahogados con lo que fuere que tuviere en mano, en este caso las sabanas. Pero él no paraba y la embestía salvajemente invadiendo todos sus sentidos. Quizá por compasión ante sus ruegos, ante el hecho de que su cuerpo convulsionaba en medio de un éxtasis o tal vez solo por un golpe de suerte la Black pudo desprenderse de él por un instante, el suficiente para para colocarse en una posición que funcionara más para ella. Atrajo su rostro, fundiéndose en otro más de todos aquellos besos apasionados. Y entonces, en un movimiento ligero y sutil, por fin logro volver a estar en la cima de aquella montaña de cuerpos. El vaivén de sus caderas era ahora el representante de aquel frenético baile, los besos que no habían cesado, ahora se hacían más rudos, mas fuertes, inclusive la chica de cabellos azules osó en marcar el cuello del Malfoy como pago por el golpe sorpresivo que había recibido momentos atrás. -Tu –Comentó la Black anudándose el cabello en una moña alta –vas a tener ir a mi ritmo – De nuevo su pelvis envistió al ritmo de una amazona experta dejando al pelirojo por completo a su merced
  18. -¡Elegantemente tarde como siempre!- Susurró para si la Black a medida que corría para llegar al circo, la llamada había llegado para ella en un momento inoportuno y a penas si había logrado terminar de tragar. El revoltijo que tenia por estomago le recordaba las recomendaciones a cerca de no correr justo después de comer. Se aliso un poco el vestido verde que traía, intentando, infructuosamente que el terciopelo no se viese arrugado. Pero no tenia remedio, ni el ni sus botas negras llenas d pantano. Al llegar por poco se le cae el mentón, cuando vio la cabellera violeta que atendía a su hermana, estaba segura de que era sagitas, una vieja amiga de sus épocas mas rebeldes. (de igual forma envidiaba a la rubia por haber podido degustar la comida sin tragarla como hipopótamo) -¿Eh sagitas, que a pasado aquí?- Miró alrededor evaluando los daños siguiendo el esquema al que estaba acostumbrada, era una acción involuntaria, tanto que incluso se había olvidado a saludar a su hermana, a su vieja amiga y a sus compañeros de ministerio.-¡ups!, perdonen chicos, hola, ¿como están?-
  19. Cambió la idea de aparecerse con Nathaniel en la Malfoy en último momento. Terminaron finalmente en el cuarto de la Black donde tenía todo controlado y todo lo que pudiesen necesitar; entre otras cosas aquella necesaria e indispensable protección que debieron usar desde el momento en el que se encontraron por primera vez. Lo arrastró hacia el baño, donde naturalmente se notaba su gusto por los baños largos, cargados de sales y aromas. Tenerle a él allí le daba la oportunidad de aprovechar ciertos productos traídos del oriente. Se desprendió de la bata y la máscara, con pausa repitió sus acciones en Nathaniel, que obediente y con su misma paciencia permitía que ella hiciera de las suyas. Ya no tenía prisa, ya no le ganaban el licor y la lujuria, ahora lo que deseaba era disfrutar de un erotismo que podía explotar en la sencillez de su hogar. Le quitó la camisa y Los pantalones alejándolos de ellos (pronto decidiría si les prendería fuego o no después de la intervención de su hermano en ellas) Volvió a acercarse a él, pasando suavemente sus labios por su cuello, el lóbulo de su oreja, sus mejillas pobladas de bello y sus labios, donde intercambió un largo y suave beso, recorriendo con su lengua el contorno de su boca. Se separó de él desprendiendole la última prenda de vestir, dejando a la vista que su emoción era tan grande como la de ella. No tardo en imitar el look dejando que sus cabellos azules acarciaran sus rígidos pechos. Le tomo de la mano de la misma forma en que estaba acostumbrada a atraerle y se sumergió en el jacuzzi instando al Malfoy a seguir sus pasos. -Me atraes mucho para serte sincera- pronunció la chica sin poder quitar la mirada de sus ojos grises. Dejó que el caballero se sumergiera en el agua tibia y se encaramó sobre él quedando en primera fila para admirar aquél mástil viril que se ergia para ella de forma suculenta. Rodeó su masculinidad con la mano derecha, masajeando suavemente su contorno mientras volvía a los besos. No tenía prisa, pero ello no significaba que no estuviese ansiosa por deitarse con la pasión del hombre que tenía frente a ella. Continuó besandole al tiempo que sus dedos rodeaban y recorrían de arriba hacia abajo la parte más sensible del pelirrojo. Uso su mano libre para darse apoyo mientras comenzaba a moverse sobre una de sus piernas, frotándose con ellas al mismo ritmo que las caricias que aplicaba sobre él. Desvío sus besos a su nuca, a su pecho, a sus pectorales marcados. Se detuvo un rato en uno de los dos puntos de su pecho que se encontraban endurecidos bajo aquel inicio. Jugueteo con el un rato, usando su lengua como herramienta y prosiguió hacia su torax. Tenía la boca hecha agua, la agitación de su respiración hacia evidente que se moría por darse un festín, pero, decidida a disfrutar de cada segundo siguió pasando su lengua por cada centímetro de su cuerpo. Destapó la tina dejando ir el primer lote de agua. Junto con el nivel que bajaba lo hacían sus besos, recorriendo su abdomen recién abandonado por el cristalino líquido. La respiración del joven tambien dejaba escapar un ocasional jadeo y una que otra palabra, quizá, que su cerebro ignoraba ocupado en su incansable admiración por aquel cuerpo que la enloquecía. Finalmente su premio quedaba al descubierto, mostrándose listo para que su boca relevara a su diestra. Los besos pasaron a ser más amplios, más profundos. Su mano paso a ser una simple asistente mientras sus labios y su lengua se ganaban la estelaridad del momento. @@Nathaniel Malfoy
  20. Que alguien más le tocará las posaderas al chico que le empezaba a gustar comenzaba a picarele en la mente. Había intentado dejarle ir de su mente pero ya le picaban los celos. Dios santo, que bajo poder de voluntad. Recorrió el lugar a toda prisa evaluando máscara por máscara, y finalmente cuando dio con la que buscaba su corazón dio un vuelco. Bajo la máscara sus mejillas se sonrojaron y su instinto salvaje se apoderó de sus sentidos. No pensaba esperar otra oportunidad, ella ya no tenía tiempo para ello. Corrió en dirección a Nathaniel y lo aprisionó con sus manos. -Ha llegado el momento de una visita a tu habitación. No te atrevas a negarte- y asi, haciando caso omiso del reclamo de su hermano, agarró la mano del Malfoy y lo arrastró hacia los terrenos del lugar, donde desaparecieron.
  21. No falta agregar que como para variar, se había aventurado sola a las habitaciones de la familia Gryffindor. Total y elnleligro que corria era prácticamente nulo teniendo en cuenta que los pollos seguían en aquella pantomima que calificaban como huelga. No sabía si ellos se habían enterado, pero para las revoluciones y Las subversiones el único descanso era la guerra ganada. -Avis- proclamó desprendiendo 12 aves que le seguían el paso esperando alguna orden suya mientas cómo era de costumbre empapeló todo en su recorrido con una bandera http://i.imgur.com/L83Plnx.gif -Avis- pronunció de nuevo al tiempo que otra bandada de 12 se sumaba a la anterior No se esperaba para nada encontrarse a su hermano practicar extraños rituales con alguien más... -Ughhh pero que asquerosos sois- agradecía que la máscara ocultara su cara de desagrado al tiempo que se escapaba a gran velocidad de la atrocidad de familiares que poseía y continuaba buscando el cuarto de mica Bingo -¡LO HE ENCONTRADO DE NUEVO!- grito la black satisfecha consigo misma, desordenado el cuarto inmediatamente al entrar, explotando los closets y razgando el colchón de su cama. De nuevo marco la pared con un enorme mensaje rojo con la sigla "traidora" de mismo modo que la vez anterior, su impecable caligrafía denotaba su esfuerzo para sabotear a todo aquel que osara darle la espalda a los ideales de su bando.
  22. La tarde se hacía lenta, algo aburrida, las horas pasaban lentamente Y sus días de inestabilidad mental se glorificaban bajo las sábanas de su cama. Pesadilla tras pesadilla los fantasmas de su pasado le perseguían y molestaban. Pero lo inevitable de un día de vagabunderia y profunda introspección era que las responsabilidades no podían evadirse totalmente La marca comenzó a arderle y a medida que le ignoraba se hacía más y más dolorosa. Sus hermanos por supuesto ya estaban animados Y apurandole para salir por lo que, además del dolor que le proferia la marca, decidió hacerles caso como hermana menor. No se tomó la molestia de vestirse, tomó una bata de seda, la colocó para cubrir su desnudez y su máscara para ocultar su rostro. Se encontró con los demás en la entrada, no pudo callar sus carcajadas al ver que ellos estaban igualmente poco vestidos... agarró a Mahia su hermana que a su vez tomaba a Orión de la mano y desaparecieron. Al llegar noto que le castillo seguía siendo casi el mismo que habían abandonado (lo habían destituido por su bien y decidieron dejarlo igual de horrendo claro está) Pasaron la verja y en la puerta de la entrada, tal y Como en su visita anterior decidió destruir a aquel León de imagen ostentosa y anticuada y ató un bello lazo con una placa en el lobo de la entrada, con la insignia de:" este perrito es propiedad de la marca tenebrosa" Entró al castillo y siguiendo las órdenes de su alto rango comenzó a buscar la habitación de Mica.
  23. Paso a decir que adopto a cillian, el sabe que tiene que cambiar la ficha, y que si no la cambia su madre lo golpeará. Muchas otras bienvenidas a mis otros sobrinos los cuales nunca se las dí porque no soy de adoptar gente pero bueno, aqui me ven. Bienvenidos!!! No habiendo mas me permito recordarles que su tío Orión está loco y deberían desconfiar de cualquier té que les facilite.
  24. El trabajo estaba casi terminado, ya no quedaba mas que ultimar detalles pequeños y ordenar alguno que otro mueble destrozado. La Black observaba satisfecha el muro recién construido como si se tratase de una obra maestra. La verdad era que su perfeccionismo llegaba a un punto en que cosas así de tontas, cuando estaban bien hechas, le agrandaban el orgullo. Pero un ardor típico de aquellos, que simbolizaban un llamado le interrumpieron el pensamiento. Su columna se crispó desde las primeras cervicales hasta la ultima vertebra. Se petrificó por un segundo, pues tenia miedo de que, si se moviese el dolor le delatase. Cuando al fin el dolor llegó a un punto tolerable se atrevió a hablar. -Esto... jefe, tengo que irme ya, mil disculpas.- Recogió los posters que había separado en su colección de banderas ofensivas y se apresuró a despedirse del dueño del local. -Señor Gryffindor- Intentó sacar la mejor sonrisa que el dolor le pudo dejar hacer- Por favor si tiene algún otro problema no dude en contactarnos, ha sido un gusto - Estrechó su mano rápidamente y salió del local casi como un rayo. Al llegar al mismo punto donde había llegado, desapareció.
  25. Terminó de remover el polvo y los escombros más pequeños para dar lugar al trabajo serio, el polvo a duras penas comenzaba a asentarse, haciendo que la empleada del local estornudara fuertemente sobresaltando a algunos. Con su colección de propaganda bajo el brazo dirigió una Miranda entusiasmada a su jefe del departamento. -Pues bien, ya tenemos el visto bueno del departamento auror y yo no he visto daños en la estructura… creo que estamos abusando de la amabilidad de nuestro anfitrión ¿Empezamos?- Empuñó su varita y la agitó un par de veces, devolviendo a la “vida” una de las desordenadas paredes que se había venido abajo; dejando en su lugar un paredón prácticamente nuevo. Acción que repitieron sus compañeros reconstruyendo por completo el local que una vez había estado arruinado. Echó un último vistazo, realizó algunos otros cálculos (cálculos muggles que prefería esconder de sus compañeros por pura vergüenza) y finalmente se dio a si misma el visto bueno. -¿Y bien señor Gryffindor? ¿Algo más que podamos hacer por usted? –Señaló a la nerviosa secretaria disimuladamente con la mirada haciéndole señas a su jefe –Desmemorizaciones por ejemplo….- @@Thomas E. Gryffindor @@Matt Blackner

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