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Cillian Haughton

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Todo lo publicado por Cillian Haughton

  1. Buenas tardes. Vengo por una pequeña duda que me surgió a raíz del rol de cierre de temporada. No había estado en el foro desde hace unos años así que no estaba muy familiarizado con los dados, pero la forma en que se ha planteado el rol de cierre de temporada ya que me parece una herramienta perfecta para crear roles que se muevan dependiendo del azar. Así que mi pregunta es, ¿es posible crear nuevos roles utilizando esta herramienta?
  2. Nick: Cillian RyddleturnID: 30860Link a Ficha: 79095Link a Bóveda Trastero: 108114 Producto: Fénix de Hielo Coste en Llaves: 4 Llaves Producto: Kelpie Perlado Coste en Llaves: 4 Llaves Producto: Demiguise de Usul Coste en Llaves: 4 Llaves
  3. @ Kamra Ashryver D. The 100, mírate The 100. Aunque creo que Lisa ya se encargo de que la vieras (?), es que es imposible no recomendar esa serie, es lo más genial que existe en la vida después de Esposas Desesperadas, claro esta. Y en cuanto a trilogías, no sé... Los Juegos del Hambre (?). No es cierto xD, ¿ya te leíste La selección? Es una historia super boba, pero mira, yo calladito y enamorado del príncipe. Otra que también recomiendo mucho es la trilogía de La Ciudad Solitaria de Amy Wing, esta buenisima. @ Mica Gryffindor yo lo reviví (?) pásate más seguido para subir el contador uwu
  4. — ¿Crees que es mejor que nos retiramos? Cillian podía sentir como le temblaban un poco las piernas gracias a la pequeña travesura del Malfoy. Si bien se había sentido un poco nervioso de que alguien pudiera observarlos desde alguna de las ventanas del castillo, no podía negar que había disfrutado de aquel pequeño y sorpresivo momento. Cuando Ludwig estuvo de nuevo a de pie, Cillian no perdió ni un solo segundo, ya que sin pensarlo le plantó rápidamente un beso en los labios logrando sentir un poco su sabor en los labios de este. — ¿Algún día dejaras de sorprenderme? Ludwig, estoy alucinado contigo, eres perfecto —aquellas palabras no eran algo normal en el vocabulario de Cillian pero aún así este estaba bastante interesado en Ludwig que era imposible no calificarlo de la mejor forma—. Me encanta todo de ti. Sus pasos eran lentos, se podía notar que ambos deseaban más el buscar un lugar privado que volver a la fiesta así, pero Cillian quería convivir un rato más con su hermana. Así que una vez cruzar la puerta del castillo, echó una mirada al lugar en su búsqueda. ¿Dónde se había metido Ada aquella noche? La última vez la había visto Thanatos. Le tomó un par de segundos encontrarla. — No te molesta que volvamos un rato con Ada, ¿no? Te prometo que en un par de horas seré solo tuyo. @ Ludwig Malfoy Triviani
  5. Zlatka HasanBuscadora de los Vratsa Vultures Zlatka escuchó atenta todas y cada una de las palabras de su compañera, la cual parecía tener bastante experiencia sobre aquel tema. Suspiró, acaba de comprender que el darle gusto a todos no era una opción que seguir. Ella no era sus padres y aunque hasta cierto punto compartía su forma de pensar, no le apetecía ir por el mundo vestida tradicionalmente. Se sorprendió al ver el objeto que Branislava le ofrecía, lo cierto es que no sabía nada sobre aquella chica, pero agradecía el gesto que estaba teniendo hacia. — ¿Qué dices de acompañarme a buscar algo más cómodo? Sabía que quizá se arrepentiría de todo aquello más tarde o tal vez no lo haría, pero no estaba dispuesta a desaprovechar el pequeño momento de valentía que su compañera le había inspirado. Comenzó a caminar a través del salón hacia la salida, esperando a que Branislava viniera detrás de ella. Los pasos de la pelirroja las terminaron llevando hasta uno de los patios interiores del hotel en que estaban. — ¿Por dónde era que estaban nuestras habitaciones? —Inquirió un tanto confundida, aquel lugar era enorme para ella—. Sabes... En Bulgaria nunca tuve una amiga. No una real, todas querían estar siempre a mi lado, pero ninguna se preocupaba realmente por mí. @ Kamra Ashryver D.
  6. — Claro que todos se enteraran de esto. Mientras Santiago se ocupaba de dar los últimos toques al maquillaje de Illidan, Cillian sacó su pequeño monedero de piel de moke de su bolsillo y rebuscó dentro del mismo hasta encontrar su cámara de fotos mágicas con la cual logró capturar una fotografía del Director del Departamento de Seguridad Mágico Italiano una vez que la agente diera el último toque y antes de que este pudiera impedirlo. — Espero que el flash no te haya dañado la vista —comentó al tiempo que mantenía la fotografía que acaba de tomar en mano esperando a que esta se volviera un poco más nítida—. Has salido maravillosa, ¿quieres ver? No, creo que lo mejor será que la resguarde. Si le daba la oportunidad a Illidan de que le diera vistazo quizá perdía aquella fotografía y con ello la única oportunidad de tener una prueba de todo aquello. Le llevó solo un par de segundos el guardar de nuevo la cámara y junto a ella la fotografía que quizá después publicaría en algún sitio ya que seguro ganaba un poco de dinero por ello, ¿no? En fin, el rubio no estaría tranquilo. ¿Y ahora todos eran rubios? Quizá debía dejar de teñirse, pensó Cillian en el momento en que desaparecían de la habitación de Santiago para su posterior aparición en aquella oscura y concurrida calle que daba paso a Gatitas Melosas. La música que se escuchaba en el lugar estaba a un volumen alto, por lo que Cillian estaba seguro de que quienes fueran que vivieran alrededor de ese lugar no tenían una vida del todo feliz. Cillian por lo menos no lo sería. Era una persona sociable, sí, pero el ruido no era algo que disfrutara y por esa razón evitaba aquel lugar. Aparte, claro esta, de que quedaba en otro país. El pequeño y peculiar grupo avanzó poco a a poco al tiempo que un par de hombres se acercaban para saludar a Cillian. No podía negarlo, era más popular fuera que dentro de su propio país. Pero para ese momento Cillian ya estaba cansado de su empleo, quería un cambio y todo ello se debía gracias a la aparición de Ludwig en su vida. Ya que de no haberlo conocido, su futuro hubiera sido bastante incierto. Se detuvo por un par de segundos para señalar a un hombre que esa noche vestía un llamativo traje color amarillo, Jony. — Ahí esta nuestro hombre —Jony estaba en la entrada dando indicaciones al guardia y en ese momento ni siquiera reparó en la presencia de Cillian y sus acompañantes así que estos solo se limitaron a esperar un par de minutos para que volviera al interior de la agencia—. ¿Creen que debimos ir directo a él? Santiago parecía un poco ansiosa en aquel lugar y dicho sea de paso no parecía bastante cómoda con la vestimenta que debía portar para aquella misión. Cillian pudo escuchar un comentario sobre la situación por parte de la agente, pero no le tomó real importancia. Quizá ella podía ser la experta en el tema, pero aquel lugar era su territorio. — ¿Te has dado cuenta que Santagio intenta obtener su aprobación por todos los medios? —preguntó a Illlidan al tiempo que cruzaban la entrada de la agencia, el guardia era un viejo conocido suyo así que no tuvieron mayor problema—. Creo que hasta esta un poco enamorada de ti, pero es realmente insulsa... Creo que no es para ti. Dentro la música sonaba aún más fuerte, si es que eso era posible y hombres iban y venían de un lado a otro. Sí, en Gatitas Melosas raramente se podía ver a una mujer y aquella noche, la única era Santiago. Cillian se adentro un poco más hasta llegar a una zona que parecía bastante más tranquila que la entrada y desde la cual pudieron observar la magia del lugar. Gatitas Melosas tenía la estructura de una simple taberna con un gran escenario justo en el medio, eso en su primer piso, pero el lugar estaba completamente iluminado por una tenue luz roja y las decoraciones eran mucho más que simples flores y cuadros. — ¿Y bien, por dónde empezamos?
  7. — Claro que iré. Cillian le dedicó a Ashley una sonrisa, Lucrezia parecía haberse quedado muda así que a partir de ese momento pasaría por completo de ella. Se separó de Ludwig y fue hasta la posición de Ashley, que parecía bastante emocionada porque la conversación tomará su antiguo curso. Aquella reunión no estaba pensada para tocar temas políticos, para eso estaba el ministerio de Magia. Un elfo se acercó hasta él en el momento en que se detuvo junto a la chica y le ofreció un vaso de lo que estaban bebiendo justo antes de la aparición de la aristócrata. — Entonces, Mónica... ¿Qué dices de visitar un día de estos la Reserva Mágica juntos? —La verdad es que la aparición de Lucrezia lo había hecho olvidarse de lo que habían estado hablando minutos antes y no sabía si esa pregunta ya la había realizado—. Y en cuanto al negocio, creo que si le ponemos un poco de ganas puede ser todo un éxito. Aquella idea había pasado de ser solo algo tirado al aire a algo que ahora involucraba a las cuatro personas en esa habitación, exceptuando a Lucrezia. Dio un sorbo a su vaso mientras esperaba la respuesta de la Mónica, que llevaba ya un par de minutos en silencio. ¿Y ahora qué? ¿Seguirían todos en silencio o se lograría por fin recuperar aquella conversación tranquila de un principio? @ Monica Malfoy Haughton @ Ludwig Malfoy Triviani @ Ashley Emily Black Lestrange M.
  8. Me siento famoso con tantas menciones en el podcast ;o; Y bueno, me ha gustado lo que han hecho, chicos. La verdad es que se nota el esfuerzo y esta buena toda la oportunidad que han traído al foro. Solo presten más atención a los detalles. Btw, gracias por dar el dato sobre la foto de Orión y Adrián, se le dará un buen uso (?). Y en cuanto a las elecciones, vayamos todos por Alyssa, que necesitamos un cambio... Bueno, en realidad no sé, que no había estado aquí así que no sé si la gente esta realmente a gusto con los roles planteados por la actual ministra o no, pero ya veremos. Gracias por las risas y el chisme, los amo. Enseñenme a poner el blinkie de forma correcta ;0; y no le hagan caso a Ashley que me da pena hablar :c
  9. Hito 2 Misión interminable, así calificaba Cillian la situación en la que se encontraba. Pero seguía avanzando en aquel lugar, seguía dando un paso tras otro con el deseo de que por fin superarán a los Redentis. La respiración de Ryddleturn se había vuelto agitada, estaba cansado, había pasado ya demasiado tiempo en aquel avance en la búsqueda del Inquisidor y aparte había tenido que luchar bastante contra aquellas abominaciones para lograr ingresar al Ministerio de Magia. Un paso tras otro seguía las indicaciones de quienes iban delante, quienes se encargaban de que su avance fuera rápido y seguro. Observó a su alrededor buscando algo que pudiera ponerlos en peligros, pero de momento parecía que su avance no se vería interrumpido por problema alguno. Los Redentis observaban todo a su alrededor, pero aquel grupo de magos y brujas parecía estar protegido por algún tipo de extraño poder, pero no sería así por mucho tiempo. Se adelantó un poco para situarse junto a Ashley que se había encargado junto a Ludwig y otros de liderar aquel avance. — ¿Crees que falte mucho para terminar con esto? —se quedó callado por un par de segundos—. Ya estoy algo cansado de toda esta misión.
  10. Ficha para indicar que se terminó una Mazmorra: Participantes: Nick: Cillian Ryddleturn Link al perfil: Perfil Nivel del Personaje: 20 Link a la ficha: 79095 Link a la bóveda: 101616 Mazmorra: Título de la Mazmorra: La Torre del Dragón Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra: Mazmorra Link al Topic abierto para realizar la Mazmorra foro alterno: Mazmorra
  11. Sexto posteo: Dado para abrir la puerta del tercer piso.
  12. Fuego. — Oh, no, no, no, no, no... La ocasión anterior, Cillian no había tenido que enfrentarse aquella situación, pero igualmente sabía que podía suceder. Pensó un par de segundos como debía adentrarse en el lugar, podía sentir como su cuerpo comenzaba a sudar cada vez más y más, ¿sería a caso que lograría recuperar la segunda pagina del libro? Inspeccionó la habitación al completo antes de dar el siguiente paso, tenía que ser rápido o terminaría gravemente herido y no estaba seguro de que el remedio para quemaduras que traía consigo fuera suficiente. Divisó la segunda página del libro casi al fondo de la habitación y aunque casi todo estaba ardiendo en llamas, había un pequeño sendero que podría recorrer sin sufrir grandes daños. Negó, en aquella ocasión le serían de tanta ayuda los conocimientos del Libro Driuda, pero aún no había logrado conseguirlos por más que lo intentaba. — Vamos, Cillian, no pienses demasiado en la situación... Puedes Hacerlo, venciste al dragón la vez pasada y te has enfrentado a cosas peores. Sí, se había enfrentado a cosas peores pero eso no excluía que estuviera ante una situación de peligro. Suspiró, lo mejor sería hacerlo rápido así que comenzó a correr hacia el fondo de la habitación, sintiendo como el fuego lo quemaba a su paso, pero al final logró llegar al otro lado y recuperar la hoja del libro. La resguardo lo mejor que pudo y volvió sobre sus pasos. Para el final, aunque podía sentir como su piel ardía ante las quemaduras, estaba con vida aún. Sacó rápidamente el remedio para quemaduras que traía en su bolsillo y comenzó a untarlo por todas aquellas partes de su cuerpo que el fuego había logrado quemar. Apenas entró al contacto con su piel pudo sentir el alivio que el remedio prometía. Así que era momento de seguir avanzando, salió de la segunda habitación y subió hasta el tercer piso donde tendría que enfrentarse a una prueba más, estaba casi seguro de que en aquella ocasión tampoco tendría suerte con aquel piso pero no perdía nada por intentarlo. Así que comenzó a trabajar en el tercer mecanismo mágico.
  13. Cuarto posteo: Dado para abrir puerta del segundo piso.
  14. Doxys de nuevo. Lo supo apenas cruzo la puerta y esta se cerró detrás de él de un fuerte portazo. ¿Qué demonios? Aquellos pequeños demonios intentarían dañarlo y obstaculizar su avance en la Torre del Dragón, pero Cillian estaba preparado. Por suerte, la habitación estaba bastante bien iluminada así que apenas darse vuelta pudo ver a varios Doxys volando hacia él con todas las negras intenciones de imposibilitarlo aunque les fue imposible ya que Cillian fue mucho más rápido que ella y saco de uno de sus bolsillos una pequeña botella de liquido negro que había pasado a comprar al Magic Mall justo antes de partir hacia aquel lugar en el que se encontraba. — ¿De verdad creen que no vendría preparado? —sonrió—. Ustedes son el menor de los problemas en esta torre, Doxys. Así que apenas dicho esto, Cillian las roció con el contenido de la botella, logrando así que estas cayeran inconscientes al suelo. No sabía exactamente si aquella poción terminaba con la vida de aquellas criaturas, pero por su nombre podría imaginarlo. Suspiró, no le gustaba tanto tener que dañar a ninguna criatura en general, ¿pero qué más podía hacer? Dejar su intento a la mitad. Volvió a dar media vuelta y comenzó a buscar en aquella habitación, que en esta ocasión parecía una recamara, la primera hoja del libro. ¿Dónde estaría en esta ocasión? Busco primero sobre la mesilla de noche, luego en los cajones de la cómoda, pero no lograba dar con ella. Se sentó un par de minutos sobre la cama, pensando en dónde podría estar y fue ahí donde lo supo. Se levantó rápidamente y levanto el colchón de la cama. La primer hoja estaba en aquel lugar así que ahora solo faltaban cuatro más y sabía exactamente donde encontrarlas aunque no sabía bien si tendría la suerte de conseguirlas. Comenzó a caminar hacia la escalera de nuevo, rodeó el cuerpo inerte de los Doxys y una vez fuera se dirigió al segundo piso donde comenzó a inspeccionar el mecanismo mágico de la puerta del mismo. ¿Qué lo esperaría dentro? ¿Lograría completar con éxito el mecanismo o tendría que enfrentarse a algún reto?
  15. Segundo posteo: Dado para abrir la puerta primer piso.
  16. Negó. ¿La Torre del Dragón? ¿De verdad se adentraría a ella de nuevo? No sabía bien el funcionamiento de aquel lugar, pero sabía que el salir vivo del mismo te aseguraba el ganar un par de galeones así que Cillian estaba dispuesto a adentrarse las veces que fuera necesario hasta que el libro de Dumbledore estuviera por fin completo. ¿Cuántas páginas tendría eso libro? ¿Mil? ¿Dos mil? ¿Tres mil? No lo sabía con exactitud, pero aún así estaba dispuesto a recuperar las que estuvieran a su alcance. Se adentró al castillo una vez más, esta vez ya tenía conocimiento sobre su funcionamiento pero eso no quería decir que fuera a ser una tarea sencilla. En esta ocasión se tomó un par de segundos para observar cada detalle del pequeño recibidor de aquel castillo. ¿Cómo era que con tanto espacio solo habían dedicado aquel pequeño espacio para la entrada? Suspiró, quizá no fuera más que un encantamiento ilusorio, pero eso no lo descubriría tan fácilmente. Recorrió con su mirada las escaleras que sabía bien que llevaban a aquella enorme habitación con un dragón en ella que le haría bastante difícil la salida ya que una vez se cruzaba no había vuelta atrás hasta que lograbas finalizar con todos los hitos de aquella misión. Rebuscó su varita entre los bolsillos de sus pantalones y una vez listo comenzó a subir los escalones poco a poco hasta llegar al primer piso. La acción comenzaba ahí, si es que no tenía a la suerte de su parte. Aunque esperaba tenerla, esperaba recuperar todas las páginas posibles para lograr regresar a casa con unos cuantos galeones más en los bolsillos. Se detuvo frente a la primer puerta, el mecanismo había cambiado, pero Cillian pudo notar algunas similitudes con el anterior. Bien, hora de poner manos a la obra. — Bien, hagamos un poco de esto y un poco de aquello —todo lo hacía con pequeños movimientos de su varita, esperando dar con el resultado correcto. Pensó en Ludwig mientras hacia todo aquello, ¿qué estaría haciendo el rubio en aquel momento? Cillian estaba bastante enamorado y no podía sacarlo de su cabeza en ningún momento.
  17. Aquella noche, Cillian tenía calor, el verano estaba llegando a su fin y el clima en lugar de comenzar a volverse más agradable parecía volverse más y más caluroso. Cillian caminaba en ese momento por el callejón en búsqueda de un lugar tranquilo para beber algo, había quedado con Ludwig e Illidan para ello, aunque no confiaba demasiado en que este último apareciera. Si bien aquella reunión se había planeado como algo espontaneo, lo cierto es que el rubio teñido quería celebrar que aquel sería su último día como acompañante remunerado. Se detuvo por un segundo casi al final del callejón, ningún negocio había llamado su atención hasta ese punto, pero entonces se percato de uno que no había visto nunca antes y que a simple vista podía notarse que no era un lugar tan común. Cillian se acercó al blanco edificio de forma irregular atravesando atravesando el jardín que daba la bienvenida al lugar. ¿Cómo había conseguido el dueño el permiso para tener un jardín en pleno callejón? Apenas estar frente a la puerta, Cillian pudo notar que aquel lugar estaba plasmado de detalles que si se detenía a apreciar se le iba toda la noche en ello. Antes de entrar a Ars & Vita envió un mensaje a los otros dos con la ubicación y el nombre del lugar elegido y acto seguido se dentro a la primera de las tres plantas de aquel negocio. Al entrar, pensó que sería interesante conocer al dueño de aquel lugar. — Creo que estoy en el lugar equivocado. Murmuró una maldición para sí mismo al darse cuenta de que aquel lugar era una academia de arte y no un lugar en el cual pasar una noche bebiendo algo con amigos. Pero aún así se quedo ahí parado hasta que un amable chico apareció detrás del mostrador de recepción y cuestionó el motivo de su visita al lugar. — Sinceramente buscaba un lugar en el cual poder relajarme un poco... Para la hora que era, la academia estaba ya un tanto vacía y Cillian podía observar solo a un par de personas más yendo de un lado a otro. El amable chico del mostrador indico que sí bien no era su giro principal podía encontrar un lugar así en la azotea del mismo y le indicó el camino. Cillian siguió sus indicaciones y se dirigió hasta las escaleras que lo llevarían al tercer piso. Al contrario de sus dos primeras plantas, la azotea de Ars & Vita rebosaba de vida ya que se encontraban ahí, seguramente, todos aquellos que habían terminado su día con éxito. Cillian se acercó hasta una de las mesas más cercanas al escenario y tomó asiento, esperando a que Illidan y Ludwig hicieran acto de presencia. @ Adrian Wild @ Ludwig Malfoy Triviani @ Illidan Black Lestrange
  18. Cillian se acercó hasta el lugar señalado por la Arcana y tomó una de las tazas, en las que posteriormente introdujo uno de los sobrecitos de té que la anciana había hecho llegar hasta la mesa mediante la ayuda de la magia. Sonrió, Amara Majlis no era igual a los Guerreros Uzza y Cillian lo agradecía en sobremanera. — Supongo que sí... —Dio un sorbo a su tasa aún cuando el contenido estaba bastante caliente y pudo sentir como el té comenzaba a quemar su lengua, había tomado una mala decisión. Se alejó un poco de la mesa mientras observaba todo a su alrededor, al parecer no sería el único en aquella travesía por conseguir la habilidad de la Metamorfomagia, pero tampoco es que pudiera decir que conociera a alguno de los presentes así que no les tomó demasiada atención. Entonces, un par de segundos después, la Arcana volvió a tomar la palabra para formular una pregunta dirigida hacia Cillian. — Sinceramente, solo sé lo mismo que todos —comenzó este—. La Metamorfomagia es una habilidad mágica que te permite cambiar tu apariencia física sin la necesidad de ningún hechizo o poción. Aunque supongo que hay mucho más detrás de eso, ¿no? Y esa es la razón por la que estoy aquí. @ Amara Majlis
  19. Hito 2 Misión imposible, aquella travesía a través del Ministerio de Magia ocultándose de los Redentis parecía una misión casi imposible. Cillian sentía que tenían horas avanzando por los pasillos de aquel edificio y aún así no lograban superar aquella barrera. El Inquisidor tenía poder, de eso no había duda así que seguramente la pelea contra él sería realmente dura. Se detuvo por un segundo para observar a los Redentis, no comprendía aún como es que aquellos magos apoyaban a el inquisidor. Aunque lo cierto es que poco podía juzgarlos, por bastante tiempo el mismo había pertenecido a un grupo que solo pensaba en destruir todo a su paso. Extendió su brazo izquierdo para tomar una vez más la mano de Ludwig ya que eso le daba un poco de calma. Todos en aquella avanzada parecían bastante en su mundo, solo siguiendo las indicaciones que daba a alguno de sus compañeros de hacia a donde avanzar. Para ese momento eran ya muchas más personas de las que habían comenzado, pero entendía el porqué, todos querían vencer a El Inquisidor para lograr restaurar el orden al que estaban acostumbrado... O más bien al desorden, ya que para ese momento el mundo mágico era un caos total. Suspiró, quería terminar ya con aquella misión.
  20. Tembló. Aún cuando intentaba mostrarse confiado, lo cierto es que Cillian temía de Khufu. A él y a todos los suyos, pero también sabía que tenía que acudir a ellos si quería ser más poderoso. Al contrario que la última vez, en la que no tenía nada ni a nadie que perder, ahora sí tenía razón para desear volverse más poderoso. Khufu no tenía aprecio alguno por Cillian eso quedaba más que claro con el tono de voz con el que se dirigía a este, pero lo cierto es que éste no estaba ahí para agradar al Guerrero Uzza. Cillian observó su alrededor por última vez antes de que Khufu comenzara a hablar. ¿Cómo era posible que todo aquello estuviera en la luna? ¿Acaso era solo una ilusión? No había una explicación lógica aunque lo cierto era que hasta hacía algunos meses la magia era también algo ilógico para muchos en el mundo. Escuchó atentamente a las palabras del Guerro Uzza o por lo menos eso pretendió hacer ya que aunque era obvio que algo sobre el libro no le estaba quedando claro, Cillian conocía ya toda aquella información. Polen de Lirios de Fuego, Cillian creía tener la respuesta sobre aquello. — Si no he entendido mal, el Polen de Lirios de Fuego confiere inmunidad a quien contra casi cualquier tipo de fuego, salvo el Fuego Compacto. Se adelantó un par de pasos y se situó frente a Alyssa a quién si bien habían dado una tarea diferente a la de Cillian, este necesitaba de su ayuda para la práctica que se le había ordenado. Extrajo su varita de uno de sus bolsillos y se puso en posición de ataque, aunque sabía que aquello no era necesario de momento — Ignea — murmuró, logrando invocar a una lluvia de polen de fuego que roció cada parte de su cuerpo, confiriéndole casi total inmunidad contra el fuego. — ¿Qué te parece si lanzas Incendio contra mi para demostrar los efectos del polen, Alyssa? @ Alyssa Black Triviani
  21. Hito 2 Abrirla, debía abrirla. Era la única puerta que le faltaba al Ryddleturn por abrir después de haberse separado momentáneamente de su grupo en un acto desesperado por volver al lado de Ludwig y Ashley. ¿En qué momento se habían vuelto tan importantes para él? Su respiración era agitada pero aún así mantenía un paso rápido y seguro a la vez que intentaba ser lo más cauteloso posible para no llamar la atención de los Redentis. Logró abrir la puerta sin hacer ruido y por fin estuvo de nuevo con el grupo. ¿Contra qué abrían tenido que enfrentarse en aquel lugar para que logara alcanzarlos después de haber vuelto a luchar dos veces contra aquellas horribles abominaciones. Lo primero que hizo al reincorporarse al grupo fue darle un largo beso a Ludwig y después un tierno abrazo a Ashley. Se alegraba de comprobar que estaban con bien y que ahora estaban de nuevo juntos para seguir avanzando hacia la posición de El Inquisidor, pero lo que Cillian no esperaba es que una vez superada aquella prueba volvería separarse de ellos. Volvió a besar a Ludwig y una vez terminó se posiciono a su lado, sin dejar de estar en guardia. -- Dado de finalización de hito 1 Illidan Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn
  22. Crazy. ¿Quién no se había sentido atraído por el ex-ministro de magia? Cillian se ruborizo ante el par de pensamientos indebidos que había tenido con aquel hombre cuando era más chico y eso nada más porque recién descubría que era padre de su actual interés amoroso. Estaba totalmente sorprendido con todo aquello que se había platicado en los últimos minutos ya que si eso pasaba hacía tanto tiempo cuando la población del mundo mágico no estaba tan menguada, ¿Qué estaría pasando ahora tras las paredes de cada familia? — Yo también tuve pensamientos impuros con tu padre... —confesó como último comentario de aquel tema—. Aunque la verdad es que nunca he cruzado palabra con él, solo lo vi un par de veces en los pasillos del antiguo Ministerio de Magia. Se levantó y espero a que Ludwig hiciera lo mismo tras de él, ¿Qué estaría pasando en el castillo en aquel momento? ¿Acaso habrían llegado ya al postre? Quería tener la oportunidad que platicaran ambos con Ada aunque fuera un momento si no estaba esta demasiada ocupada. Comenzó a caminar de vuelta hacia el castillo, abrazo en todo momento a Ludwig, aquella platica había sido realmente interesante pero aún habían demasiadas cosas pendientes por saber el uno del otro. @ Ludwig Malfoy Triviani
  23. Cillian no se había percatado, pero Ashley se detuvo por un par de minutos en su avance hacia a la mesa para saludar a uno de los recién llegados en la gala. Él no se había percatado de la presencia del mismo, pero la chica parecía estar al pendiente de todo lo que sucedía en aquel lugar y eso era ciertamente agradable. — No te preocupes por ella, es solo un pequeño temita de amor... —Cillian no diría más, no quería traicionar la confianza que Ashley había depositado en él. Extendió su mano hacia uno de los postres que ya estaban en la mesa y le dio una pequeña comida. ¿Quién se encargaba de cocinar todo aquello? ¿Los elfos? —. Y sí, no te preocupes, si llega a haber algo que ponga en peligro a Ashley serás el primero en saberlo. La chica llego a la mesa un segundo después de que Cillian terminara de hablar y para ese momento este ya nada más interesado en observar lo perfecto que era Ludwig, algo normal en los primeros días de cualquier relación. Se preguntaba una vez más cómo es que había tenido tanto suerte. — Entonces, ¿a qué hora comienza esa subasta de la que me ha halado Ashley? @ Ludwig Malfoy Triviani @ Ashley Emily Black Lestrange M. @ Thanatos L. Lestrange @losdemás.
  24. Hito 1 Illidian Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn Una vez más tendría que verse de frente contra aquellas abominaciones, pero no tenía de otra, era la única forma de seguir avanzando. Apunto con su varita la primera de las abominaciones y soltó - Avis - creando a doce pequeños pájaros a los que ordenó que atacaran a una de las abominaciones picando sus ojos hasta impedir que viera con claridad. Se le estaban agotando las ideas sobre como podía atacarlos, no era lo bastante poderoso como para utilizar hechizos más avanzados así que tenía un repertorio bastante limitado. - Babosas - murmuró apuntando a otra de las abominaciones, causándole problemas intestinales a la segunda abominación que se acercaba al Ryddleturn - Seccionatus - gritó y de su varita salieron doce medias lunas cortantes que terminaron por herir a un par de abominaciones más. Lo estaba haciendo bien una vez más, pero eso no aseguraba que tuvieran la suerte de entrar al Ministerio - Obliviate - el hechizo salió sin que pensara demasiado, pero aún así logró acertar a una de las abominaciones dejándola sin idea de porque estaba en aquel lugar. Dio un par de pasos y apuntó a otra abominación - Proyección Mágica - soltó y uno de los últimos autos de la calle golpeó a otras tantas abominaciones - Deprimo - murmuró apuntando al suelo debajo de otra para dejarla atrapada en un agujero que creo a sus pies - Flechas de fuego - murmuró apuntando a una abominación más que se vio ataca por una andanada de flechas de fuego.
  25. Hito 1 (segundo post de curación) Illidian Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn - Ojala tuviera una cerveza a la mano - pero no era así, lo único que había en aquel lugar parecían ser las malditas abominaciones de El Inquisidor que parecían ser interminables y de ser así nunca lograrían avanzar. Aquel grupo estaba poniendo todo de su parte, absolutamente todo, pero no estaban teniendo suerte. Cillian se levantó de su lugar en el suelo y sonrió. Tenían que intentarlo una vez más, las veces que fuera necesario para lograr entrar al Ministerio de Magia y lograr vencer a El Inquisidor, para ese momento Cillian ya le tenía bastante coraje a pesar de no saber exactamente sus intenciones para tomar el gobierno mágico británico. Apuntó con su varia hacia el mismo y murmuró - Episkey - logrando así curar una herida de su brazo y el siguiente - Episkey - se lo dedicó a Illidian, esperando que no estuviera todavía tan malherido como para no poder seguir intentado luchar contra contra aquellas abominaciones. - Aún no, Mica, debemos seguir intentando. ¿Qué dicen de comenzar con la boda si debemos volver a este callejón? Siento que el tiempo que llevamos luchando contra esas abominaciones esta siendo interminable.

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