Escuchó al Malfoy ofrecer su réplica del Expreso de Hogwarts para que los estudiantes pudieran movilizarse, era increíble que tras más de un año King Cross no lograra recuperarse, ya fuera por los ataques previos o por los de la purga. Darla sintió nauseas, venía viviendo aquello desde que era inquisidora, puesto que dejó y ahora tenía otro y nada había cambiado. El Ministerio de Magia siempre sería un blanco o un bloqueador de la vida. La risa de Ludwig la hizo regresar a la realidad actual. ¿Había hecho una broma? Bueno, a los demás no parecía hacerle gracia, sonrió, en el fondo le daba pena.
Lo siguiente sí le arrancó una risita por lo bajo que ni se preocupó en disimular, el inquisidor acababa de obtener su director, él mismo. No sabía si lo de las familias fuera cierto o no, allá ellos. Pensó en la sobrina de Kim, ella ya debía estar al final de su enseñanza, si es que no había finalizado ya.
No se esperaba lo próximo, había seguido avanzando y de pronto tenía a Ludwig a su lado, lo pudo sentir cerca, pero lo que no previó fue que él buscara llamar su atención.
—No me des las gracias —dijo a la par que inclinaba su cabeza en un gesto de reconocimiento a sus palabras, pero era mejor que él lo entendiera y supiera ya —mientras aún ostente este puesto estaré a tu servicio y trataré de cumplir mis deberes, luego ya veremos —mordió su labio, no sabía que contestar a lo de que apreciaba su gesto, en realidad nunca había considerado que fuera una opción ir o no ir, miró al Malfoy, no lo entendía, no lo conocía, no sabía cómo reaccionar ya frente a él, sonrió, con un gesto sincero de afecto y continuaron el resto del camino hacia el gran comedor en silencio.
Se acomodó en la que había sido su ubicación en la Casa de Ravenclaw cuando había cursado y se dedicó a escuchar las palabras del Ministro relatando la reforma planeada. Frunció el ceño, en su patria de crianza la educación obligatoria iba de la pre escolaridad a la secundaria o media, como le llamaban en su patria de educación. En fin, las reformas que había vivido a lo largo de la vida le habían demostrado que la educación era cada vez peor, porque para los gobiernos les resulta más conveniente tener burros que instruídos para dominar. No, no mejoraban las cosas. Recordó en ese momento las veces que Seba había insistido en que se fueran a Sudamérica y dejaran aquel lugar. Hoy se arrepentía de no haberlo hecho a tiempo.
Suspiró ¿de verdad pensaba tomar prerrogativas sobre la comunidad muggle? No podía negar que los primeros ministros muggles eran unos más incompetentes que los otros, según decían sus congéneres, pero arrogarse el poder sobre ellos, le parecía demasiado y mmm… demasiado familiar a creencias antiguas. A estas alturas sus uñas estarían clavadas en las palmas de sus manos si no se supiera dominar.
Al menos la educación media superior tenía un sentido más lógico y sano. Darla bajó la mirada y suspiró. Se quería ir, no tenía mucho sentido que estuviera allí, debía hablar con Luna y prepararla, estaba convencida que ella estaría feliz de ocupar el puesto de su padre.
Lo siguiente no le llamó tanto la atención hasta que habló de costos y pagos, mordió su labio, en su patria de crianza la educación gratuita y de buena calidad existía. Es verdad que tenías mentalidades que decían no es gratis, todos pagamos, pero vamos, que no les molestaba gastar en otras boludeces y pretendían “coartar” la posibilidad de acceso a la educación volviéndola costosa, suspiró.
Notó algunas figuras que cuchicheaban, otras observaban al Malfoy, como evaluándolo, Luna expresó su acuerdo y felicidad por la reforma. Ella se mantuvo una vez más en silencio, sin dejar que su rostro expresara ni su aprobación ni su rechazo. Ya había aprendido que no importaba nada de eso, Ludwig y su grupo decidían y mandaban, lo demás era solo comentarle a los “súbditos” sus decisiones ya tomadas.
En medio de todo aquello una brisa de frescura francesa llegó hasta ella, y movió su mano frente a ella, como si atrapara el beso que la Dumbledore le había lanzado, sonriendo por fin, luego de un largo período de molesta seriedad.
@ Ludwig Malfoy @ Ada Camille Dumbledore