Ludwig Malfoy

Días después… El reposo había funcionado, el corazón del Malfoy poco a poco había ido sanando, en parte por los cuidados que había recibido de los matasanos muggles y también gracias a las atenciones recibidas en San Mungo. Para relajar el estrés del rubio, se habían encargado de darle cantidades industriales de soluciones calmantes y de alguna manera habían funcionado al menos provisionalmente. Ludwig era muy consciente de sus responsabilidades como ministro y no deseaba alegarse mucho más tiempo de todas sus labores. Había tenido que aceptar a regañadientes que se le privara de la correspondencia incluida las noticias de El Profeta, por lo que no podía enterarse de lo que la gente decía sobre su recién enfermedad y su consecuente ausencia. Mientras tanto a cargo de toda la toma de decisiones se habían quedado Noe y Mica quienes contaban con el poder notarial para aprobar todo tipo de leyes y tomar todo tipo de decisiones, sabía que no lo defraudarían. El tiempo había pasado y simplemente un día el sanador llegó con una gran sonrisa comentando que finalmente estaba listo para ser dado de alta. Para Ludwig fue un gran alivio ya que deseaba reintegrarse a sus labores lo antes posible además de que había tenido que cancelar todas las reuniones de manera indefinida. Nada lo hacía más feliz aunque no podía ignorar que el evento cardiaco casi lo mataba, la promesa de darse de alta incluía una gran cantidad de medicamentos y pociones. Y lo más importante, una vida menos estresante. - Estoy listo – dijo a su hija quien lo había esperado mientras se vestía – vámonos a casa por favor. @ Mica Gryffindor @ Noeline Malfoy McFarlan @ Luna Gryffindor Delacour

Las palabras de la Gryffindor terminaron por retumbar en sus oídos, la excitación del Malfoy era tan grande que no pudo más. Se estremeció y la tomó de las caderas cargándola con suavidad pero a la vez con mucha pasión, beso nuevamente sus labios y la llevó no solo detrás de la columna si no a un ala totalmente deshabitada, fue ahí donde decidió rendirse a sus deseos y continuar besándola. Si alguien curioso deseaba acercarse vería todo un acto de carnalidad y amor, pero para aquel momento ya no le importaba lo que la gente pudiera pensar eran solo ellos contra el inmenso amor que se tenían. Desabrochó con rapidez su camisa, casi arrancándose los botones de la misma y terminó de bajar el vestido de su compañera, mientras lo hacía besaba sus labios y su cuello, sus manos y hombros. Acariciaba suavemente su espalda y caderas, su pecho y abdomen. Era una fiera que deseaba ser alimentada, era como si alguna especie de hechizo se hubiera apoderado de el y francamente no le importaba, estaba listo para ser feliz y hacerla feliz a ella. Sabía lo que la chica sentía gracias al vínculo, de eso no quedaba duda. Solo deseaba que aquel momento fuera eterno y que nada los separara. Terminó por quitarse los pantalones, su cuerpo era una roca y su corazón latía con rapidez, era momento de hacerla suya y no permitiría que nada los separara. @ Mica Gryffindor

Magyc fest Era claro que todo en la comunidad mágica se encontraba relajado y sin mucha novedad, habían pasado ya meses desde que una extraña niebla había cubierto gran parte de Hogsmeade rodeando incluso Hogwarts y aniquilando a una gran parte de la población de alumnos y pobladores. La catástrofe no había sido tratada de la mejor manera, en parte debido al desconocimiento de la magnitud de la magia oscura que había afectado el lugar. En otra parte la ausencia de magos expertos para controlar aquella situación. De cualquier modo, el gobierno del ministro de magia hizo todo lo posible por salvar a cuantos habitantes pudo, sin embargo el daño había sido irreparable. Fue de tal manera que con la intención de fomentar el ingreso de recursos económicos y mejorar la popularidad del actual gobierno, que comenzó a planear un evento masivo para todo tipo de gustos musicales y culturales. Algo que a simple vista parecía sencillo pero que requería una gran logística y planeación. Un concierto magno el cual reuniría a grandes cantantes tanto mágicos como muggles. Concursos de canto y talento. Paneles de expositores y sobre todo comida y bebida por doquier. Semanas antes de que todo empezara el gobierno, con ayuda del el profeta, se encargó de repartir volantes con las especificaciones de dicho evento. El lugar que sería una explanada totalmente vacía, sin edificios alrededor. Un inmenso escenario que se había construido para los visitantes y muchísimos asientos. En aquel lugar se presentarían más de 30 grupos musicales y solo se trataba de la parte principal. Más allá se podían observar salones para los concursos de karaoke y talento. Finalmente los salones de expositores y conferencias donde se esperaba la asistencia de grandes celebridades. Todo parecía en orden e incluso en los medios de comunicación se había especificado que lo recaudado se utilizaría para reconstruir Hogsmeade y Hogwarts. Los boletos se habían agotado por completo, asegurando capacidad máxima por lo que se necesitaban voluntarios que ayudaran con dicha logística y sobre todo la confirmación de los artistas invitados los cuales iban desde las Spice Girls hasta las Brujas de Macbeth. El escenario se trataba de una estructura semicircular que emitía un resplandor brillante y una tarima para proteger a los cantantes. A los lados se hallaban unas columnas enormes donde las personas con los boletos más caros se sentarían. Todo se estaba listo para ofrecer una semana llena de música y buenos momentos.

Ando muy desmotivado así que espero este evento ayude a la motivación jaja. Nick: Ludwig Malfoy Alias: Caballero dorado de Virgo Conocimiento: Primeros auxilios. espero esto no sea spam byeeeee PUNTOS DEL USUARIO: Iniciales: 25 ptos.

Leland Gaunt Observó con lujo de cuidado a aquella chica, si bien no la conocía y no podía saber si era de fiar, intuía que su curiosidad y sus deseo de ayudar la motivarían para acudir al lugar de los hechos. Sonrió mostrando sus amarillos dientes y colocándose los dedos de ambas manos uno frente al otro. Aquella mujer era lo que el mago necesitaba, ambos podrían inmiscuirse en la niebla y descubrir aquella magia. Si Leland necesitaba sacrificarla, lo haría y además podría utilizarla para sus experimentos con aquel fenómeno natural. Por ello mismo decidió aceptar su oferta y acudir con la chica hacia el ministerio de magia. - El gusto es mío, señorita Lockhart - continuó sonriendo como si lo que estuviera pasando en Hogsmeade no le importara en lo absoluto – será un placer para mi acompañarla hacia el ministerio, es posible que usted con sus conocimientos en primeros auxilios y yo con los míos de artes oscuras, podamos ser de ayuda para la policía ministerial. Ambos caminaron hacia el recinto ministerial, durante el trayecto el mago se encargaba de analizar su lenguaje corporal, gesticulaciones y en medida de lo posible observar todo lo que le diera pista sobre con que clase de persona estaba tratando. El trayecto no fue muy largo pues tan solo estaban a unas calles del ministerio y fue para su sorpresa ver un tren justo en la calle principal en el cual estaban abordando varios magos, aurores y policías ministeriales. - Creo que estamos de suerte, parece ser que el ministro Malfoy ha donado su tren para todos los que deseen acudir, deberíamos de tomarlo – comentó acercándose a la locomotora la cual ya estaba lista para salir hacia Hogsmeade. @ Bodrik Ludwig Malfoy Llegaron en tiempo récord, y en ese instante la piel se le puso de gallina. Nunca había presenciado semejante fenómeno “natural” la capa de niebla se extendía por todo lo que veía e incluso en el cielo no se alcanzaba a vislumbrar un límite de la misma. Estaban justo en el límite que limitaba a la espesa capa pero por lo que habían escuchado debían ser cuidadosos ya que en cualquier momento aquella niebla se podía extender atacando a todos. La distracción fue inmediatamente opacada por un mago quien comenzó a interrogar al ministro sobre la línea de acción a seguir. Lamentablemente el Malfoy no tenía idea sobre como hacer frente a lo desconocido así que se limitó a responder. - En este momento el primer objetivo es evacuar a todos los habitantes de Hogsmeade y al rededores así como a los estudiantes de Hogwarts – mencionó – las líneas de comunicación se encuentran totalmente inservibles así que los policías ministeriales entrarán protegidos con encantamientos para ayudar con el rescate, mientras tanto los inefables y aurores deberán buscar el origen de esta magia y neutralizarla lo antes posible – finalizó. Las palabras eran muy lindas pero el verdadero reto era cumplir con aquella misión y rescatar a cuantos estudiantes pudieran. Confiaba en que aquella niebla se disiparía pero no estaba seguro de en cuanto tiempo podría ocurrir aquel milagro. Yuriko Oyama y Barry Abbott – dentro de la niebla Corrieron lo más rápido que pudieron, aquellos perros crup no solo parecían rabiosos, si no que eran más fuertes de lo normal. Los hechizos que los magos les habían enviado apenas alcanzaron a retrasarlos pero era una manada muy grande y no podían defenderse contra todos ellos. En su mano portaba su varita pero la visibilidad era casi nula. A medida que corrían parecía que se alejaban más y más hasta que un zumbido bastante fuerte les retumbó en los oídos y un enorme aguijón azul casi los atraviesa de no ser por estar protegidos por el detritus. Se trataba de un enjambre de billywig los cuales se mostraban también muy feroces. Yuriko comenzó a lanzar un par de incendios hacia ellos para asustarlos pero por más que lanzaba no eran suficientes. Era como si fueran inmunes o más resistentes de lo normal. -Tenemos que encontrar un refugio – dijo Yuriko – son demasiados y solo están logrando debilitar nuestra magia – Abbott no dijo nada pero la siguió en cuanto comenzaron a correr. Estaban ya muy cerca de la zona residencial y de las tres escobas así que corrieron hacia allá. La puerta estaba cerrada pero en cuanto se acercaron los magos que se encontraban ahí abrieron para dejarles entrar. - Rápido, cierren la puerta – comentó uno de ellos después de que Yuriko y Barry entraron. Vieron a los clientes de las tres escobas y todos tenían la misma cara de pánico y desesperación. El local estaba repleto, eran al menos ochenta magos y brujas de todas las edades, era muy probable que todos fueran a morir. @ Noeline Malfoy McFarlan @ Mica Gryffindor @ Ada Camille Dumbledore @ Syrius McGonagall @ Anthony R. Dracony M.

La música continuaba tocando mientras la gente bailaba con sus respectivas parejas. Había perdido la noción del tiempo por lo que desconocía cuantas horas habían pasado ya. Se habían perdido gran parte de la velada o el brindis y por el contrario se mostraban muy atentos el uno por el otro. Ludwig sentía en Mica una gran calidez y una seguridad muy difícil de describir, solo sabía que estaba a salvo y sus emociones y sentimientos permanecían en manos de alguien de confianza. Gracias al vínculo podía también saber que ella se sentía de la misma forma y esperaba que todo continuara igual. Ya era momento de que ambos fueran felices después de tantos problemas. -Jamás me arrepentiría de nuestra cercanía – comentó mirando y sonriéndole – creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida – tomó la barbilla de la chica y la besó nuevamente mientras continuaban dando vueltas en la pista de baile – tenía mucho tiempo que no me sentía tan feliz. Aprovechó la pausa entre canciones para decidir tomar un descanso, el calor de la noche era cada vez más bochornoso y lo mejor era tomar un pequeño descanso. Tomó a la chica de la mano y juntos caminaron por aquella estructura. Las columnas de mármol databan de siglos atrás y posiblemente habían sido testigos de muchas parejas caminar por aquel lugar. Llegaron a un pasillo que se encontraba deshabitado y en el, ya no pudo contener su emoción. Se retiró el antifaz por completo y comenzó a besar a la chica ahora de manera más frenética y acalorada. No le importaba si alguien pudiera llegar a interrumpirlos, solo quería amarla. @ Mica Gryffindor

El corazón del rubio latía con fuerza y rapidez. Se sentía en la cima del cielo al estar con tan maravillosa compañía, tanto que había incluso perdido la atención hacia los demás invitados. Estaban solos, rodeados de gente pero al final se encontraban solos y compartiendo un maravilloso momento. No quería que la noche acabara ni que tan maravilloso momento fuera interrumpido. No era la primera vez que se besaban claro, pero así se sentía. La abrazó al finalizar aquel beso y sintió la calidez se su cuerpo, era tan frágil y pequeño que sentía que debía protegerlo a toda costa. No podía permitir que la volvieran a dañar o que le hirieran el corazón y el rubio por un momento tuvo miedo de poder ser el causante de una nueva tragedia amorosa. Se separó y la miró a los ojos sonriendo nuevamente con cariño – no quiero que vuelvas a sufrir – le comentó y la volvió a besar. La música continuaba sonando al ritmo del jazz y las parejas continuaron bailando mientras el rubio y la castaña se miraban fijamente. El vínculo que los unía permitía que ambos sintieran las mismas emociones y sentimientos, era una manera de comunicación que iba más allá de lo convencional. No podían mentirse, se sentían atraídos el uno por la otra y la felicidad que ambos tenían por estar juntos era real y sincera – haré todo lo que pueda para cuidarte en todo momento – dijo seriamente. La volvió a besar y ésta vez tomó su mano para acercarla a la pista de baile, se colocaron en un lugar muy cercano al centro y sin poner importancia a las otras parejas comenzaron a bailar. Ludwig le dio un par de vueltas y otros movimientos que tenía muy bien preparados y continuó con la balada mientras el saxofón daba un ritmo muy romántico y sensual. @ Mica Gryffindor

Leland Gaunt en las calles de Ottery El mago estaba tan sorprendido como la mayoría de la población por lo que estaba ocurriendo en Hogsmeade, en parte se sentía muy intrigado y curioso por saber la clase de magia que se había originado en aquel lugar. Le hubiera gustado también conocer a los creadores de semejante atrocidad para que compartieran sus conocimientos con el mercader, sin embargo no le quedaba de otra más que encoger los hombros y esperar a tener noticias de lo que ocurría. Tampoco era tonto, no deseaba exponer su vida para ser asesinado por aquella niebla, sin embargo deseaba ir o al menos experimentar con lo que tuviera a la mano. Fue entonces que una mujer hablando con su elfo le llamó la atención, la chica se notaba claramente preocupada y la pequeña criatura había desaparecido rápidamente, posiblemente a buscar a algo o alguien. Tal vez aquello sería una especie de señal para acudir a la zona de la niebla acompañado de alguien. Sonrió de oreja a oreja enseñando sus amarillos dientes, se acomodó las gafas y comenzó a caminar en dirección a la chica que se había quedado sola. -Es una gran tragedia ¿cierto? – dijo mirando a la bruja, examinando cada movimiento para saber si era posible manipularla al grado de acudir juntos a Hogsmeade – me pregunto si la gente de allá se encontrará a salvo, por lo que se no hay comunicación alguna con Hogwarts y el ministro ha solicitado todo el apoyo que se pueda requerir para rescatar a los pobladores – comentó sin siquiera pestañear – pero que grosería la mía, deje me presento, soy Leland Gaunt, soy mercader y usted ¿Cómo se llama? – finalizó mientras volteaba a ambos lados para ver si no había llegado nadie más. @ Bodrik Ludwig Malfoy – Ministerio de Magia Todos los trabajadores expertos se encontraban fuera ya del ministerio, la mayoría de la gente eran uniformados de la policía ministerial pero también se podían observar aurores, empleados y voluntarios. Frente a ellos se encontraba el rubio quien comenzaba a buscar en su bolso de piel de moke un pequeño objeto. Se trataba de una réplica del expreso de Hogwarts la cual colocó en el suelo para después realizar un conjuro especial. En cuestión de segundos la locomotora comenzó a crecer exponencialmente ocupando toda la calle central. -No se diga más, todos a bordo – gritó y la gente comenzó a movilizarse hacia el tren – nos acercaremos tanto como podamos pero no ingresaremos a la niebla con el tren, únicamente aquellos preparados y con equipo de protección o hechizos como detritus, por lo que sabemos el mínimo contacto causará daños potencialmente mortales. A su lados se encontraba su hija Noe quien se había encargado de todos los preparativos. Ludwig intentó sonreír pero le costaba mucho trabajo poder pensar de manera positiva. De cualquier modo prefería estar en el lugar de los hechos apoyando y mostrando un poco de solidaridad con las víctimas. Una vez que toda la gente había abordado el tren, la locomotora comenzó su trayecto a toda velocidad. Tardarían algunas horas pero prefirió decir – fulgura nox – de inmediato se abrió un portal el cual trasladó a todos los pasajeros hacia una zona muy cercana a Hogsmeade, habían llegado en menos de diez minutos. Ahora estaban más cerca que nunca de la niebla. @ Noeline Malfoy McFarlan

El Malfoy siempre se había distinguido por ser activo, participativo y muy inquieto por lo que estar postrado en una cama de hospital no era su mejor pasatiempo. Se sentía alegre y muy conmovido por la reacción de su familia y amigas. Era raro pensar que pudo haber muerto cuando ya había tenido experiencias cercanas a la muerte y sin embargo el miedo a dejar todo se había arraigado más que nunca. Fue gracias a ello y gracias a aquella experiencia así como a la preocupación de sus seres queridos que en verdad se percató de la fragilidad de su vida. Era momento de apreciarla más o terminaría tres metros bajo tierra antes de lo esperado. Observó como Noe se salía de la sala después de dedicarle otras palabras de advertencia. Ludwig asintió, guardaría el reposo que fuera necesario y no haría preocupar más a su familia. Al contrario ahora más que nada debía demostrar que estaba dispuesto a cambiar para evitar vivir aquellas mismas experiencias. Tomó un espejo que habían dejado cerca de el para que pudiera arreglarse y lo primero que notó en el fue una gran cantidad de canas que comenzaban a salirle. Aunado a eso en su rostro se mostraban unas cuantas patas de gallo. Aquel año de ministro finalmente le había dado los diez años de vida perdidos a su cuerpo. Sentía como si se estuviera convirtiendo en su padre. Era mortal. La llegada de Mica le quitó aquellas ideas de la mente, se incorporó y le sonrió con cariño y amor. Ella claro que se encontraba preocupada y por ello mismo debía hacerle sentir tranquilidad de la forma más sincera pues el vínculo lo delataría en caso de mentirle, intentó responder a esa pregunta pero no pudo. No había manera de poder salir victorioso de algo tan directo – no sabía que esa clase de malestares también lo podían experimentar los magos, fue algo que no pienso volver a experimentar nunca – respondió tomando su mano – gracias por preocuparte. En aquel momento también volvió Luna quien igualmente se veía más aliviada, le alegraba verla después de tanto tiempo y también su preocupación le hacía sentir culpable y a la vez querido – tranquila ten por seguro que no volveré a tener ese tipo de experiencias cercanas a la muerte, prefiero ser asesinado por un mortífago que por un infarto – bromeó, justo antes de que pudiera levantarse, Noe regresó con la noticia de haber solicitado el traslado, por un momento el Malfoy pensó en negarse pues deseaba ya irse a su casa pero pensó las cosas y asintió. -Muchas gracias hija, de verdad – comentó – esperaré el traslado espero que me dejen ir antes de tiempo, me siento débil pero definitivamente fuera de peligro – al poco rato un trio de magos se materializaron justo en la habitación, los tres iban con una bata verde y el escudo distintivo de San Mungo, el traslado había llegado – bueno pues creo que es hora de irnos – finalizó. @ Noeline Malfoy McFarlan @ Mica Gryffindor @ Luna Gryffindor Delacour

Holaaa me colgué dos semanas u.u La primera mucho trabajo y la segunda covid, y aunque estuve en casa todo ese tiempo les juro que no tenía mente ni ganas ni nada para entrar al foro. Debo muchos roles creo pero todavia me quedan dos dias de cuarentena así que intentaré ir contestando poco a poco xD

Ministerio de Magia Había pasado más de media hora desde que los primeros equipos de rescate se habían desplegado hacia las zonas de Hogsmeade y Hogwarts. No se había recabado ninguna clase de respuesta lo que solo alimentó más los miedos del Malfoy, estaba claro que la magia oscura que se había formado además de todos los estragos, también causaba una especie de interferencia lo que bloqueaba las comunicaciones tanto hacia dentro como fuera de lo que se encontraba en la niebla. Sin saber lo que estaba ocurriendo, el ministerio estaba con los ojos vendados y sin posibilidades de tener noticias en tiempo real sobre lo ocurrido. Aunado a esto cientos de lechuzas sobre padres preocupados comenzaron a atiborrarse en las ventanas. La gente demandaba la protección de sus hijos y eso también aumentaba la carga. Ludwig debía actuar pronto y tener una respuesta confiable. La llegada de su hija, Noe, le permitió compartir esa frustración, las aportaciones que daba no solo le ayudaban a pensar con más claridad si no también a saber lo que debían hacer a continuación. Solo que ya no había más personal y el Malfoy era muy consiente de que no debía dejar su puesto de mandatario en una situación como tal. Necesitaba a Noe en la oficina para que le ayudara a tomar todo tipo de decisiones, muchas de ellas pondrían en riesgo la vida de los habitantes de Hogsmeade. -Creo que tenemos que crear un escudo, algo que limite la niebla en un solo lugar para que ésta no se expanda – comento el señor Abbott sacando un mapa – hace dos horas la niebla únicamente abarcaba 10 kilometros, pero ahora el radio abarca 50 kilómetros – dijo mirando hacia la puerta viendo como un miembro del MACUSA había llegado – para el medio día es posible que el radio sea de 200 kilómetros, si no delimitamos el territorio estaremos perdidos. Ludwig miró a su hija y posteriormente al recién llegado quien había escuchado la conversación, el tiempo era oro y ahora se veían con la necesidad de crear también una barrera antes de que las cosas se pusieran de control. -Creo que debemos reunir a todos los magos que puedan ayudar, debemos crear una cúpula que contenga toda esa niebla en el mismo lugar, una vez que lo tengamos todo en una sola locación es posible que con hechizos de meteorología todo se solucione – miró a su hija – creo que también nosotros debemos ir, toda la magia es necesaria en éstas circunstancias ¿Qué opinas? Finalmente observó la cara del recién llegado, no lo conocía pero lo reconoció por su uniforme y no pudo evitar sentir un poco de resentimiento, sería esto una tregua ante los ataques que el MACUSA había enviado meses atrás. Pese a todo el Malfoy sintió un poco de alivio pues la ayuda era más que necesaria y si América intervenía era muy probable que todo el conflicto se detuviera. -Bienvenido, no esperábamos al MACUSA – dijo un poco sorprendido – supongo que ya están enterados de lo que ocurre y lamentablemente no tenemos idea de como detener ésta amenaza así que me evitaré rodeos, necesitamos de su ayuda – dijo apretando los puños y comiéndose el orgullo. @ Noeline Malfoy McFarlan @ Syrius McGonagall

Intentaba repasar todo lo que había ocurrido, sus acciones erráticas y el mal manejo de sus emociones. Todo lo que lo había llevado a aquella cama de hospital. Se sentía avergonzado y muy vulnerable, más que nunca pero pese a todo se sentía agradecido de estar con vida. Jamás pensó que un muggle salvaría su corazón y que tendría que realizarse procedimientos en un hospital de esa clase. Tenía mucho que pensar pero debía tomarse las cosas con más calma para evitar volver a caer en ese mismo lugar. Era muy consciente de que todo lo que se proponía parecía bastante imposible si consideraba el ritmo de vida que llevaba el Malfoy desde que había sido electo como ministro pero debía hacer el intento. Entonces la puerta se abrió y detrás de ella se hallaban su hija Noe, junto con Luna y Mica. Se sintió un poco más aliviado de verlas y bastante animado. No pudo siquiera decir una palabra cuando Noe se abalanzó a su cama para abrazarlo, el rubio le regresó el abrazo y comenzó a acariciar su cabello. Volteó para ver hacia la puerta pero Mica se había alejado un poco para darles tiempo tanto a padre como a hija. Ludwig entonces dejó soltar un par de lagrimas de felicidad y nostalgia y le dio un beso a la chica en sus manos. -Estoy bien – comentó – todo gracias a ti y a Mica y Luna, sin ustedes estaría muerto, se preocuparon tanto e hicieron lo que pudieron y estoy muy agradecido por ello – dijo un poco débil – no me queda duda de que has crecido muchísimo y estoy muy orgulloso de ser tu padre, no lo dudes nunca, se que si un día no estoy más tu serás quien saque a la familia adelante – terminó. Se acomodó dentro de la cama y sonrió, poco a poco iba recuperando el color aunque no tenía todavía muchas energías – el sanador muggle dice que debo permanecer algunos días aquí pero yo ya me siento mejor, creo que sería bueno que me trasladen a San Mungo además de que hay unos asuntos muy importantes que debemos atender, creo que las pociones de los sanadores de San Mungo me dejarán listo para lo que tenga que venir – comentó. @ Mica Gryffindor @ Noeline Malfoy McFarlan @ Luna Gryffindor Delacour

Yuriko Oyama Brigada de Rescate Todos los departamentos y trabajadores del ministerio tenían la indicación de enfocar sus esfuerzos y capacidades en resolver el problema que se había desatado. El tiempo era oro y el Malfoy no pudo detenerse a esperar lo que opinaban los jefes de departamentos por lo que dio la orden de enviar a todas las unidades disponibles hacia la periferia de aquella niebla. Sabía que eran una misión bastante peligrosa y que no todos los miembros de seguridad se encontraban lo suficientemente capacitados para dar respuesta a aquella amenaza pero no había tiempo que perder. En menos de veinte minutos se reunió un grupo bastante considerable de policías ministeriales, aurores e inefables, incluso voluntarios llegaron al lugar de los hechos. Todos tenían una máscara especial que los protegería de inhalar aquella niebla sin embargo se desconocía si aquella protección sería suficiente. - Soy Yuriko Oyama y con ayuda del señor Barry Abbott sacaremos a todos los que podamos del lugar – comentó la comandante de la misión – se crearán grupos de cinco integrantes compuestos por dos aurores, dos miembros de la policía ministerial y un líder, inefable – dijo levantando la voz – es importante que no permitan que la niebla los toque, para ello deberán saber todo tipo de hechizos de protección, los grupos se dividirán entre Hogsmeade y Hogwarts e incluso enviaremos a algunos al centro usando armarios evanescentes y red flu pero la mayoría deberá quedarse a la periferia esperando indicaciones – finalizó. Ya había tenido varias experiencias en misiones pero nada parecido a aquella catástrofe, desconocía, pese a todo lo que se encontraba dentro del lugar y esperaba no morir en aquella misión. Miró al señor Abbott quien se notaba nervioso y asintió – ahora los grupos uno al veinte ingresarán de acuerdo al mapa entregado, tengan cuidado y eviten los peligros. Fue entonces que Yuriko y su grupo ingresó a la niebla. No podían ver nada más que lo que tenían justo frente a ellos y ante la incertidumbre de no saber a lo que se enfrentaban decidió aplicarse un – detritus – una capa fina de color amarillo la rodeó así como a uno de los policías que estaban en su equipo. Al menos así no sufriría daños tan evidentes. Confirme iban caminando escuchaban susurros y pasos, no estaban solos. Su corazón latía muy rápidamente y sus manos transpiraban más de lo normal, algo se sentía muy mal y seguía sin poder ver nada. Fue entonces que un grupo de gritos desgarradores llamaron su atención – vamos, rápido – dijo tratando de seguir el origen de aquellas voces que pedían ayuda. Avanzaron unos treinta metros hasta que las manchas de sangre se lograron ver en el piso. Siguieron las huellas hasta encontrarse con un grupo de perros crup comiendo los cuerpos de tres personas, sus rostros se veían con marcas de tortura y sus ojos y oídos estaban llenos de sangre como si estos les hubieran explotado. Uno de los perros olfateó la sangre nueva y supo que debían enfrentarse a estas criaturas o morirían. Ludwig Malfoy Ministro de Magia Se hallaba muy nervioso, no habían logrado establecer comunicación con Mael en Hogwarts o con la gente de Hogsmeade, lo cual solo confirmaba su sospecha, no había un canal de comunicación y por lo tanto el mensaje jamás había llegado. Tenía fe en que la brigada de rescate haría su trabajo pero no podía dejar de pensar en todos los que morirían aquella mañana. Tampoco estaba seguro cuanto tiempo tardaría en disiparse la niebla o si quedaría permanente haciendo inhabitable aquel lugar. En cualquier caso debía buscar una solución pronto. -Necesitamos a todos los expertos en meteorología, pociones y artes oscuras así como los magizoologos, todo lo que pueda ayudar, los necesitamos a todos – dijo a sus colegas que estaban compartiendo su frustración. No estaba seguro cuantos de los habitantes lograrían apoyar en aquella misión pero sabía que no estaban solos y que todavía había esperanza en la gente del mundo mágico. Como si sus plegarias se hubieran resuelto, su sobrina en un evidente estado de embarazo había llegado hacia la oficina del ministro. La chica demandaba hablar con el Malfoy quien no estaba seguro del motivo de la visita pero se acercó a ella y bajó la voz – sobrina, me alegro verte pero me temo que estamos en una situación bastante delicada, si no es algo urgente podemos cuadrar nuestra charla para otro momento – dijo un poco apenado pero con la mente en Hogsmeade – además por tu embarazo ¿no crees que Eterno se moleste que hayas dejado el castillo? – finalizó. @ Malum Luxure @ Darla G Dumbledore @ Mael Blackfyre @ Ada Camille Dumbledore @ Anthony R. Dracony M. @ Noeline Malfoy McFarlan @ Mica Gryffindor @todooooos

Ministerio de Magia Poco a poco los medicamentos que le había recetado el cardiólogo le ayudaron a bajar su presión arterial. De igual manera su respiración se calmó y por un instante incluso llegó a pensar que todo se trataba de una mala broma. Lo cual no fue así. Todo indicaba que aquella sería una larga y desastrosa mañana. Los empleados del ministerio comenzaron a llegar rápidamente, parecía que habían entendido la urgencia de la mañana o se encontraban tan preocupados como el Malfoy por las noticias que habían entregado en la radio conmemorativa. En cualquiera de los casos no había tiempo que perder y lo mejor era comenzar a tomar cartas en el asunto. - Noe – dijo aliviado, tomó un documento en el cual se redactaba toda la situación relacionada con la niebla, sus efectos y su grado de peligrosidad – el señor Abbott, un inefable, ha seguido la pista de la niebla desde hace semanas y nos ha llegado toda la información que se tiene al respecto – dijo también a todos los que iban llegando - ésta niebla no es normal y pase lo que pase debe ser evitada, la gente que pueda escapar usando la red flu o armarios evanescentes deberán hacerlo lo antes posible mientras llegan los aurores, inefables y policía ministerial para contener la catástrofe – tomó aire – de igual manera emitiré en unos momentos una alerta meteorológica explicando lo que está sucediendo, la gente que intente escapar volando o desapareciéndose se encontrarán con la niebla y posiblemente morirán, hay criaturas salvajes que también podrán atacar, estamos hablando de algo nunca antes visto. Finalizó, agobiado por la situación se dirigió a un pequeño micrófono, ya se había contactado con la radiodifusora y tenía un documento redactado, era prácticamente lo que diría para aquella ocasión. Hogsmeade y Hogwarts sin comunicaciones Posiblemente el mensaje del ministro hubiera servido de algo, pero no fue así ya que debido a la niebla todas las comunicaciones estaban completamente invalidadas. El mensaje nunca llegó y evidentemente ni estudiantes, ni profesores o habitantes de Hogsmeade tuvieron la manera de resguardarse del terrible destino que les deparaba. @ Ada Camille Dumbledore @ Ashley Emily Black Lestrange M. @ toji @ Amit Lockhart @ Darla G Dumbledore@ Binny Evans @ Luna Gryffindor Delacour @ Ela Karoline @ Mica Gryffindor @ Mefistófeles Evil. @ Sagitas E. Potter Blue @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Mael Blackfyre @ Malum Luxure @ Eterno Black Triviani @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Jeremy Triviani @ Kaori M. @ Veronica Prince Rambaldi @ Anthony R. Dracony M.@ Noeline Malfoy McFarlan @todos los que quieran

La noche comenzaba a calentarse, las parejas continuaban llegando con sus respectivas máscaras. Al Malfoy le costaba trabajo incluso distinguir los rostros de algunos de los invitados y supuso que eso era lo mejor ya que en una noche de San Valentín todo era posible. En cuanto a su acompañante, la castaña tuvo una idea maravillosa la cual consistía en acudir a un lugar un poco más privado pero con lo que no contaba era que la chica se llevaría la cuente de chocolate completa. Ludwig hizo un ademán de ayudarla con las manos pero parecía que la chica lo tenía todo bajo control y se limitó a seguirla hasta la mesa que se encontraba detrás de la columna para ver como volvía a instalar aquella preciosa fuente. Accedió ante su petición y le dio un beso en la mejilla justo antes de retirarse. Caminó un poco acelerado a la barra mientras veía a una chica preguntando por la ministra. Estaba seguro que podía tratarse de su hija pero no podía comprobarlo debido a la máscara que ésta portaba. Sin más terminó su recorrido a loa barra y pidió dos tragos de Midori sour, eran sus favoritos por su sabor a manzana verde, el líquido también era totalmente verde como si se tratara de una poción. El sabor dulce le empalagaba un poco así que esperó que Mica no lo rechazara y acto seguido volvió con ella colocando ambos vasos de cristal en la mesa y poniendo un dedo en la fuente para llevárselo a la boca. -Espero te guste, aunque es posible que te de una de esas enfermedades muggles, creo que le dicen “día vetis” – rio un poco y le dio un sorbo a su trago – luego puso su mano en la cadera de la chica y no pudo más, le dio un beso en el cuello y se mordió los labios – espero que esta noche sea perfecta como tu lo eres. @ Mica Gryffindor

Ludwig Malfoy Ministerio de Magia Después del infarto se había tenido que tomar un par de semanas fuera de presiones y aunque el rubio no estaba de acuerdo con aquella orden médica, no tuvo más remedio que escuchar las peticiones de Mica, Luna y Noe para que no saliera de la Malfoy y se mantuviera en calma. Pese a eso, nada pudo impedir que se reuniera con La Alianza, convaleciente o no, había cosas importantes por hablar. Sin embargo al pasar su cuarentena, se sentía motivado para volver a continuar con sus labores y seguir trabajando con la reforma que tenía ya atrasada para esos meses. Mientras caminaba, muchos de los empleados lo saludaban alegrándose de su recuperación. Al llegar a su oficina se encontraba Beatrix con lágrimas en los ojos al ver a su jefe llegar después de tanto tiempo. -No empieces, estoy bien, muchas gracias por preocuparte – le dijo a la secretaria quien le había preparado un café descafeinado para evitar que su ritmo cardiaco se acelerara – es muy temprano pero espero que tengas un informe de todo lo que ha pasado en mi ausencia, también dile a Mica que quiero hablar con ella. Estaba por tomar asiento cuando un mago vestido de negro llegó con rapidez y algo de agitación. El rubio no lo lograba reconocer pero su apariencia le hizo entender que trabajaba para el ministerio. Aquel hombre se veía bastante serio con heridas de guerra bastante antiguas y unos ojos llenos de melancolía. -Señor ministro, me presento, me llamo Barry Abbott y soy un inefable – Ludwig no tuvo que escuchar más, lo hizo entrar a su oficina y cerró la puerta – señor ministro, nuestras investigaciones en el departamento de misterios nos han arrojado una información que de ser real pondrá en peligro a toda la población de Hogsmeade y Hogwarts – dijo de manera cruda y frívola – tenemos pruebas de que un grupo de científicos liberaron una gran cantidad de poción de la desesperación en la atmosfera que rodea aquella zona así como varias criaturas mágicas alteradas – carraspeó – las personas que respiren la poción en forma de niebla podrán sufrir sus efectos de manera terrible y las criaturas mágicas que se vean expuestas podrán volverse violentas y voraces, tenemos que actuar lo antes posible. Sin embargo ya era muy tarde, unos segundos después la radio conmemorativa había dado su primer reporte. La niebla se había dado a notar y era cuestión de minutos para que las primeras víctimas aparecieran. Ludwig tomó unas píldoras que tenía recetadas por su cardiólogo y se levantó de su silla con el semblante pálido. Tenía que controlarse o sufriría otro infarto. -Beatrix – dijo saliendo de nuevo de su oficina – manda traer a todos, absolutamente a todos, jefes de departamento, aurores, policía ministerial, necesito al departamento de cooperación internacional también, que todos los policías ministeriales activos y aurores se aproximen al perímetro de la niebla pero que no ingresen aún. Es de vital importancia que no respiren la niebla y mucho menos se adentren en ella, también avisa a Hogwarts que mantengan a los alumnos y profesores encerrados - regresó al escritorio mientras se reproducía el segundo aviso en la radio y un mensaje de su hija llegaba. Tenía que avisar a la prensa también. Respondió en el mensaje, esperaba que los jefes de departamento llegaran pronto y en cualquier caso era necesario comenzar a ver las formas de disipar aquella niebla y controlar a las criaturas que estuvieran afectadas por la misma. Nada mal para ser su primer día de trabajo después de un infarto. @ Mica Gryffindor @ Noeline Malfoy McFarlan @ Adrian Wild @ Anthony R. Dracony M. @ Ellie Moody @ Mia Zoeh @ Darla G Dumbledore @ Amit Lockhart @ Mael Blackfyre @ Luna Gryffindor Delacour @ Dennis Delacour @ Matt Blackner @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Ada Camille Dumbledore @todos

Las experiencias cercanas a la muerte eran algo de todos los días en el mundo mágico, nunca podías saber si te encontrarías a un mortífago listo para asesinarte o simplemente te llegaría el momento de morir al ver a un basilisco. La mayoría de la gente estaba acostumbrada a ver a sus amigos irse por largas temporadas y no verlos más con la incertidumbre de si alguna vez regresarían. Era lamentable pero algo a lo que muchos ya se habían habituado. Sin embargo el vivir y sentir por su propia cuenta un dolor indescriptible y incertidumbre al no saber nada de lo que estaba por ocurrir, le causaba mucho estrés a todos en aquel momento. Eran tantas las impresiones en aquel momento que no sabía que decir por lo que se quedó callado sujetando su pecho como si eso evitara el dolor. No pudo decir nada ni oponerse al traslado a aquel hospital, solo veía el techo y las caras de sus seres queridos angustiados. Al llegar a la sala de emergencia los recibió un ambiente frio y hostil así como un olor bastante desagradable, una mezcla de productos de limpieza y a la vez desechos humanos. El rubio a duras penas podía entender lo que Luna hablaba con el sanador muggle pero era claro que pronto sería intervenido. Intentó sonreír angustiado esperando poder sobrevivir a aquel momento y se despidió de sus amigas e hija tratando de sonreír. Ya estando en la sala de cateterización ocurrió su primer gran impresión. Los sanadores apenas le dirigían la palabra. Conectaban unos cables en su pecho y hablaban entre ellos términos que el Malfoy no podía entender. Luego un gran dolor sacudió su mano pues una de esas malvadas mujeres le había enterrado una especie de aguijón de metal el cual tenía un líquido transparente. Ludwig temió que fuera un veneno mortal pero no pudo hacer nada ya que por aquella intravenosa le habían administrado un tranquilizante el cual puso al rubio a dormir. Abrió los ojos un par de horas después. Estaba bastante aturdido y somnoliento. En su mano aún estaba aquel aguijón pero ya no sentía el dolor de pecho ni la sensación de muerte. Era como si todo se hubiera arreglado, y para variar sin magia. Intentó levantarse pero una de las enfermeras se lo impidió y ésta llamó al médico encargado del procedimiento el cual entró meneando su bata blanca. -Señor Malfoy – comentó el tipo – tuvo un infarto agudo al miocardio masivo con bloqueo de tres arterias principales, no podemos explicar como es que sobrevivió y no tiene daños severos pero se encuentra fuera de peligro, lo mantendremos en observación durante unos días y posteriormente podrá irse a su casa con reposo – finalizó. -Quiero ver a mis amigas y a mi hija – replicó Ludwig al no entender ni una sola palabra – por favor. @ Mica Gryffindor @ Luna Gryffindor Delacour @ Noeline Malfoy McFarlan

Buscaba una razón para aferrarse a la vida, aunque con el tiempo se daba cuenta de que sus posibilidades de sobrevivir eran pocas si la ayuda médica no se apuraba. En su delirio podía ver varias imágenes pasar por su mente, la mayoría de sus familiares y amigos del pasado. Gente importante para el rubio que en su mayoría se habían marchado. Ellos parecían llamarlo como para que se fuera con ellos. Le extendían la mano y con sus voces le gritaban para que caminara y se fueran todos juntos para siempre. El Malfoy por un momento deseó irse también, descansar y finalmente estar en paz. Caminó y los vio a todos, vestidos de blanco, sonriendo. Eran sus compañeros de generación de la academia de los neutrales. Todo parecía tan tranquilo y pacífico. Ya no había bandos, no había guerra solo una paz que perduraba por siempre. ¿Acaso era su momento? No lo era, claro que no. No podía dejar todavía el plano terrenal. Su hija estaba ahí, triste desesperada buscando la solución para la afección que el rubio sentía. Ahí estaban también Mica y… Luna. Había llegado finalmente y se veía tan preocupada como los demás, era momento de despertar y darle a su enfermo corazón otra oportunidad. Entonces se negó a unirse al circulo de sus amigos vestidos de blanco y fue arrastrado hacia el fondo de un gran abismo que lo arrojó de vuelta a su cuerpo. Abrió los ojos con sorpresa y se percató de que no era un sueño, en verdad sus amigas estaban ahí. El peligro aún no había pasado pero se sentía al menos más despierto y pudo observar a su amiga Luna. -Luna, yo se de lo que eres capaz, yo confío en ti – le comentó con las pocas fuerzas que tenía mientras sacaba de su bolsillo el águila de sabiduría – úsala te ayudará a tomar una mejor decisión – entonces volvió a cerrar los ojos, ésta vez más tranquilo, su corazón latía con debilidad pero estaba fuera de peligro. Ahora solo requería de los primeros auxilios. @ Luna Gryffindor Delacour @ Mica Gryffindor @ Noeline Malfoy McFarlan @ Ada Camille Dumbledore

Se sentía como un pez en el agua, aunque le había costado un poco recordar los pasos de baile que alguna vez aprendió junto a sus hermanos durante su adolescencia, ahora parecía que el rubio era un experto en la pista y deseaba continuar hasta que sus pies no pudieran más. Aunado a eso la música era cada vez más agradable y placentera para una noche digna de San Valentín. Fue cuando se detuvieron que pudo sentir como el corazón de la chica palpitaba con fuerza, todo gracias a la magia vinculante que habían realizado en el pasado. Era una mezcla entre nervios y el cansancio del momento. Mientras tanto en la frente del Malfoy se dibujaba una línea de sudor que caía rápidamente. Tuvo que usar su manga para secarse mientras escuchaba a la Gryffindor quien halagaba bastante su compañía. En cuanto sintió su mejilla tocar su piel recibió una sensación bastante placentera y estremecedora, durante un segundo sus piernas se tambalearon y tuvo que aferrarse a la cadera de Mica para no caer logrando que sus cuerpos se acercaran aún más de lo que ya estaban. Sonrió pícaramente y recibió su beso con mucha anhelación. Mientras lo hacía el suave perfume de Mica se pasaba por las fosas nasales de Ludwig quien suspiraba bastante satisfecho. Sus labios se separaron y volvió a morderse el labio inferior para después esbozar una sonrisa. Volvió a tomar a la chica de la mano mientras la música bajaba un poco su ritmo como si los músicos estuvieran al pendiente de los pasos que los dos magos realizaban. -Totalmente de acuerdo, ésta noche ya es perfecta – dijo al lóbulo de su oído izquierdo y continuó aferrándose a su cadera – vayamos por algún postre – comentó viendo a una de las mesas donde todo tipo de dulces y pasteles se encontraban, había brownies, galletas y cosas bastante suculentas. Se acercó así a una fuente de chocolate y tomó una fresa para sumergirla en dicha sustancia. La cubierta se congeló rápidamente y acto seguido se la ofreció a Mica poniéndola en su boca. @ Mica Gryffindor