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Gabrielle Delacour

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Gabrielle Delacour ganó por última vez el día 1 Agosto 2018

¡Gabrielle Delacour tenía el contenido más querido!

Acerca de Gabrielle Delacour

  • Cumpleaños 27/04/1988

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    16
  • Rango Social
    Dragones de Oro
  • Galeones
    78305
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Libros de Hechizos
    Libro de la Sangre (N.7)
  • Familia
    Black
  • Trabajo
    0
  • Escalafón laboral
    Sin información
  • Raza
    Humana
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    1140
  • Puntos de Poder en Criaturas
    170
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    1110 a 2000
  • Rango de Criaturas
    10 a 200
  • Conocimientos
    Idiomas
    Artes Oscuras
    Primeros Auxilios
    Cuidado de Criaturas Mágicas
    Runas Antiguas
    Encantamientos
    Astronomía
  • Habilidades Mágicas
    Animagia - Conejo
  • Medallas
    6000

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Slytherin
  • Género
    Female
  • Location
    Homeworld
  • Interests
    Ballet, musica, artes, redes...

Contact Methods

  • Skype
    gabby.delacour

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Logros de Gabrielle Delacour

Contributor

Contributor (5/17)

  • Reacting Well
  • Very Popular
  • Dedicated
  • Conversation Starter
  • Collaborator

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Reputación

  1. Holi!! Aprovecho para volver a cursar mi habilidad y poder mantenerla ID:4721 Habilidad (en caso de que se trate de la habilidad de Animagia, especificar preferencia de animal): Animagia (conejo) Nº de conocimientos que se poseen: 7 Link Bóveda: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78303 Link a la Ficha: https://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78243 Gracias!
  2. ¡Hola! saludos compañera animaga, un gusto conocerte 😉

    1. Gabrielle Delacour

      Gabrielle Delacour

      Hola! Igual gusto en conocerte!! Espero ser aceptada y poder rolear asap

    2. Anthony R. Dracony M.

      Anthony R. Dracony M.

      Hola, buen día. ¿Aceptada, dónde deseas ser aceptada? si necesitas un lugar mientras tanto, te ofrezco mi hotel "Aliento de Dragón" yo elegí un animal marino, no han sido muchas ocasiones para usar mi animagia pero si muy emocionantes ¿quieres usar tu animagia en rol? ¡es tan divertido rolear!

  3. Hola! Una disculpa si mi pregunta es mas que obvia pero prefiero preguntar a que de la nada me lleve una sorpresa al no encontrarme en el listado... Tengo la habilidad de Animagia, misma que ya tengo los 6 meses de haberla adquirido. Si leí bien la reforma tengo que volverla a cursar ¿Tengo que inscribirme de nuevo en animagia para "revalidar"/ continuar con mi habilidad? Mil gracias y una disculpa si es demasiado obvio
  4. La tenue luz que se colaba por un pequeño espacio de la cortina llegaba directamente a los ojos de la Black; desde que tenía la habilidad de animagia le gustaba permanecer en su forma animal para dormir, se sentía ella, pero lo más gratificante era caber perfectamente en cualquier espacio que su hermana dejaba en la cama. Abrió los ojos y, aún siendo un pequeño conejo blanco, sus ojos miel brillaban con los rayos de sol. Levantó las orejas y olisqueó el cuello de Mahia, adoraba meterse entre el hueco de su cuello y hombro embriagada su olor. En verdad no tenía ganas de levantarse, notó a Psicosis y Anna en la orilla de la cama, se habían acostumbrado a compartir espacio con la que sería la esposa de su dueña y solo se dedicaban a ver de lejos, simples espectadores de lo que a ellos les incomodaba. Cuidando de no despertar a su hermana se acercó a sus mascotas, se sacudió y dio un pequeño brinco para caer en la alfombra, le llamaba la vista desde el balcón. Otoño, se notaba por el color de las hojas de los árboles que conforman el bosque que rodea el castillo de los Black; Gabrielle se sentó al borde del balcón y Psicosis se mantuvo justo detrás de ella, la conocía, tenía la rutina de saltar sin avisar y ahí estaba él, fiel como siempre salvando el pellejo de su dueña al abrir las alas y alcanzarla justo antes de quedar aplastada contra el cemento. Y se lanzó. La matagot le siguió bajando cual ágil gata y su conejo alado había apresurado a tomarla del pellejo dejándola sobre el césped del patio, en su mirada era evidente el malestar del animal. “Sigues siendo el mismo enojón de siempre, ni Mahia me hace tales escenas…” pensó como si pudiera leerle la mente ¿Tal vez siendo parte de su especie le entendía? No, se entendían por algo más que eso: Años de estar juntos. Anna quiso tomar a la Delacour en el hocico, pero en el último momento su dueña se escapó con gracia. “Tan bella mañana y quieres llevarme de nuevo hacia el castillo” comentó Gabrielle con la mirada retadora. Como conejo, era una pequeña bola blanca que cabía perfectamente en la mano, ágil, apenas sonaban sus pasos al igual que en su forma humana, sus orejas caían a su costado y pareciera que sus ojos se encontraban delineados perfectamente con color negro, era un ejemplar fino… pero más arisca y rápida que cualquier conejo normal. Comenzó a correr y sentir la humedad del pasto, Anna le trataba de capturar en juego mientras Psicosis tan solo miraba a amabas. La libertad que sentía en el momento era tan diferente, siendo humana Gabrielle raras veces corría, no le gustaba exponer sus tobillos a su torpeza, pero como animaga era rápida. El viento rozaba sus pequeñas orejas haciendo que en cada pisada volaran un poco, estaba atenta a cualquier animal cercano que no fueran los suyos, le divertía hacer correr en círculos a la Matagot, podía verse la desesperación de la “gata” y se rindió después de una de las vueltas entre los arbustos. “¿Tan rápido?” Gabrielle se paró en seco a observarles, eran su familia, tan solo faltaba la bestia que más amaba en aquel cuadro. Caminó hasta llegar a ellos y poco a poco se fue transformando en humana sintiendo el pasto en sus pies descalzos. Psicosis ya había acercado una bata de seda azul zafiro en la que se envolvió sin inmutarse y se sentó con las piernas extendidas enseguida de Anna mirando hacia el bosque, Psicosis se acostó en sus piernas. - Una persona solamente, una, y creo que Orión es el indicado ¿Ustedes qué opinan, le agradará la idea a Mahia? Su mano acarició la espalda de la gata y se tiró al piso recostada sobre la hierba. Ahora su mirada recorría las nubes amorfas que pasaban por el cielo.
  5. “No, no, no…” pensó la Delacour cuando notó esa llama en los ojos de Mahia al robar su sangre, sus pequeños ojos mostraron sus pupilas dilatadas ¿Se había excitado o tenía miedo? Las emociones siendo animaga aún no las lograba controlar y mucho menos distinguir, aun así, su mirada seguía clavada en los labios de su hermana hipnotizada. Las mascotas de Gabrielle ya habían bajado la guardia y era evidente que aprobaban el acercamiento hacia su dueña. La francesa solo se dedicó en dejarse llevar -como siempre- y acomodó sus patas entre las manos que la sujetaban, su cabeza se acomodó por instinto contra el pecho de su prometida y cerró los ojos, solo escuchaba su voz, aquella voz que le tranquilizaba hasta el alma. “Y sí, nunca vas a madurar” Suspiró, no era quien para callarla y oírla hablar era de las cosas que mas disfrutaba; su voz la calmaba fuera cual fuera la situación y, estar entre sus brazos (manos en este caso) le reconfortaba como nunca, era una especie de droga estar entre su aroma, entre sus manos, recargada en su pecho, aunque fuera por tan solo unos segundos ¿Y si lo hacían más seguido? Podría la carta sobre la mesa. Era casi extraño estar en esa cocina sin ser ella, la humana, y aún así parecía que su hermana la conocía a la perfección al dejarla sobre la mesa, tal como la Delacour solía tener de costumbre, habiendo tantas sillas prefería sentarse en la orilla como si los modales no existieran ¿Cuándo le había importado? Los ojos miel le seguían curiosos “ahora ¿Con qué saldrá está mujer?” pensaba divertida y al ver el chocolate era más que obvio qué prefería. - Chocolate. No había ni dudado en volver a ser ella, era la tercera vez que tenía que transformarse de animaga a humana y, para ser exactos, la que menos le había costado. Su vestido aún se encontraba manchado de sangre seca y mostrando los evidentes desgarros de aquella noche, un trapo era mejor que aquello que Gabrielle traía puesto, pero era lo que menos le importaba. - Siempre será el chocolate. - dijo sin quitar la mirada de los ojos de su hermana, dio un pequeño salto para bajarse de la mesa y caminó hacia ella sujetando el chocolate para casi de inmediato darle la mordida. – Me gusta sorprenderte, por eso evito decirte algunos detalles de mi vida, como ser animaga queda claro. Sonrió con picardía mientras se acomodaba entre los brazos de Mahia quedando de espaldas a ella mientras volvía a suspirar tranquila. Amaba sentirse tan vulnerable y a la vez segura entre sus brazos, pero lo mas importante amaba el contacto con ella… la amaba a ella. - Quería darte la sorpresa, velo de esta manera aunque ahora la “tóxica” sea yo…- se giró para verla a los ojos sonriendo y con su mano izquierda acaricio la mejilla de su prometida. - Ahora puedes llevarme a donde se te pegue la gana, quepo donde sea. La Delacour apresuró a robarle un beso y separarse casi de inmediato para volver la mirada, sabía que también había cierto peligro, ni ella sabía a donde iba su casi esposa todas las veces que desaparecía, pero, para ser honestos, era algo que a Gabrielle nunca le importó, con que regresara a ella era lo que más le importaba. Volvió a meterse entre sus brazos con la mirada perdida tratando de recuperar fuerzas en cada bocado. Había metido el último trozo de chocolate a su boca y su cuerpo parecía volver a tener la misma energía de antes, al menos podía pensar con mayor claridad y sentir sus piernas sin tener que estar casi completamente recargada en su hermana. Gabrielle recargó aún más su cabeza contra el cuerpo de su prometida y suspiró tranquila al saber que era ella quien la sostenía. - Creo que deberíamos ir planeando en hablar a alguien del ministerio para que nos case, no soporto un día más sabiendo que haces lo que se te da la gana, a ver si casada se te bajan las ganas de andar desapareciendo. No había prestado atención ni a la hora, amaba estar en donde fuera con ella; giró su cuerpo para verla a los ojos y sonrió robándole otro beso. - Mínimo tendrías “collar” y ni cómo te me escapes.
  6. Lud pisioso de la vida te adorooo!

    1. Ludwig Malfoy

      Ludwig Malfoy

      Gabbb!!! *o*
      Yo te adoro mas!!!
      como estás???

  7. Holi mujer de mi vida... je t'aime!

    1. Mahia Black

      Mahia Black

      Je t'aime aussi mi amor!

  8. “¿Qué está pasando?” pensó al escuchar a distancia la voz histérica de su hermana; entreabrió los ojos y por instinto acarició una de sus orejas que cubría parte de su pequeño rostro. En su estado animal era demasiado sensible a cualquier cambio en las personas ¿Instinto de supervivencia? Notó el nerviosismo de su prometida, pero, al estar aún a medio dormir y un poco débil, prefirió no darle importancia. “¡Soy yo… Suéltame!” sus pequeñas patas traseras empujaban las manos que le sostenían, comprendió al instante que con la fuerza de su futura esposa recién alimentada y siendo ella tan pequeña no había posibilidades de que le notara a lo que tan solo se resignó a quedarse quieta entre sus manos. El escuchar el nombre de Gabrielle por todo el castillo había alebrestado a las dos mascotas de la Delacour; Psicosis había apresurado sus aleteos detrás de la Black y Anna le seguía sigilosa, Mahia nunca había dejado de ser una desconocida para ella. La puerta de su antiguo cuarto se había abierto de par en par y el corazón de Gabrielle galopaba entre ansiedad y desespero. “¡Súeltame Mahia Black, no estoy muerta vampira despistada!” pero por mas fuerza que aplicaba en sus patas traseras parecía que la Black estaba demasiado ensimismada en lo que acababa de pasar. Trató sin éxito de escapar de sus manos y entre lo que le dejaba ver sus dedos notó a Psicosis y a Anna “Oh no, esto terminará mal… Odio este cuarto, Mahia ¡Bájame!” Como si su hermana pudiera oírla al fin le dejó sobre la cama, su respiración estaba agitada entre los nervios de estar en su antiguo cuarto lleno de recuerdos y el verla asustada. Antes de poder transformarse a su estado humano ya tenía a su pequeño conejo alado frente a ella. Los ojos del conejo estaban fijos en ella, se acercó lentamente uniendo su nariz a la de Gabrielle y la Black respondió lamiendo su nariz “Ja, hasta que te dejas dar muestras de cariño, desgraciado” brincó en la cama para tratar de seguir molestando al pequeño pero él respondía de manera diferente: Por primera vez se dejaba dar muestras de afecto acercándose para buscar su calor y lamer la frente de su dueña. “¿Qué te pasa maldito loco?” dejaba que Psicosis le demostrara el cariño que por años nunca le había demostrado… hasta que Anna rompió el silencio. La mirada de la matagot estaba fija en Mahia mientras caminaba desafiante hacia la cama, se subió con elegancia a la misma y, aun con la mirada fija en la hermana mayor de la Delacour, olisqueó a su dueña haciendo que Gabrielle se levantara en dos patas para lamer la mejilla de su fiel compañera. “Ca va bien, merci” pensó mientras olisqueaba parte del cuerpo de su animal; tenía que comenzar a tranquilizarse o tanto Anna como Mahia terminarían en una fuerte pelea en caso de que la felina no lograra entenderla en su modo animal. Ambas mascotas le conocían a la perfección; Psicosis se dedicó a acicalar el cuello de su dueña y Anna se mantenía de pie sobre la cama protegiendo ambos conejos. El ronroneo de Anna era inusual, saber que podía entender mejor a su dueña le daba placer y a la vez estaba más que atenta a los movimientos de la vampira. “¿Veterinario?” sus ojos miel se clavaron molestos en su prometida, sabía que ella no podía “entenderla” pero sí posiblemente notara que era ella… Se acercó poco a poco haciendo que la Matagot se acercara junto con ella, como si ella fuese su protectora, a fin de cuentas, nunca había terminado de querer a la ojiazul. Se detuvo al borde de la cama y estornudó sin querer al notar tanto polvo, movió sus orejas y limpió su rostro por instinto volviendo la mirada a los orbes azules de su prometida, la amaba así desesperada, emocionada, en todas sus etapas; al quedar cerca de ella se alzó en dos patas para quedar cerca de ella, se detuvo cerca de sus labios les rozó con su nariz y dio una leve mordida en su labio inferior para separarse y volverla a ver a los ojos ¿Se daría cuenta? Tenía que calmar sus nervios y, sobre todo, recuperar energía y concentración para transformarse, tenía hambre, pero no voz; giró su cabeza hacia Psicosis clavando su mirada en él y comprendió de inmediato alzando el vuelo ¿Mahia habría entendido? Volvió a ella “Sigo viva, mi novia salvaje.” Parpadeó varias veces y se paró en dos patas de nuevo para alcanzar su mejilla y dio una leve mordida “Qué se siente ¿Eh?” se alejó brincando al centro de la cama y volvió a estornudar debido al polvo, se paró en sus patas traseras ladeando su cabeza para que su hermana notara las cicatrices “Tengo hambre”, sus dos patas delanteras golpetearon el colchón tratando de hacer que se acercara y Anna solo se dedicó a sentarse moviendo la cola atenta a cualquier ataque.
  9. La francesa sonrió a su prometida en señal de aprobación y le abrazó con la poca fuerza que le quedaba, estaba más que cansada y solo se dedicó a hundir su cabeza entre el pecho de su hermana sintiéndola más cerca de ella. Una revolución de emociones e imágenes le revolotearon la mente asumiendo que aquello era producto de la aparición ya que su hermana había estado a cargo; no podía si quiera objetar ni reprocharle nada, ella misma había dejado las cosas al cargo y no tenía cabeza para pensar. El aroma tan familiar le había hecho abrir los ojos y escuchaba casi a la distancia a su prometida, se acomodó entre las cobijas y acercó su cabeza al cuello de la rubia olisqueando sus cabellos al mismo tiempo con tan solo su aroma tenía para volver sonreír y recobrar un poco de su conciencia. - Non.- dijo mientras negaba con la cabeza al ver la varita de su hermana apuntarle, tal vez era puro berrinche de la Delacour pero no estaba de humor para juegos.- Ca va bien mon coeur. Y se quedó dormida. A la distancia sentía la presencia de Mahia y poco a poco sentía como se podía fundir entre las cobijas y el calor de la cama, sentía su corazón latir de manera acelerada y su respiración junto con ella; su olfato estaba agudizado y aquel olor a fierro tan distintivo de la sangre penetraba sus pulmones. “Y ahora qué ¿Eh?” Por su cuerpo recorrió un escalofrío, por más que sabía que el calor de la cama y el de su hermana le cobijaban de nuevo sentía frío. Poco a poco sentía el calor regresar a su cuerpo junto con los latidos acelerados de su corazón. Y abrió los ojos. Gabrielle abrió los ojos y notó la cama más grande de lo normal, cerró los ojos y soltó un bufido, estaba cómoda, se sentía segura y se había dejado llevar, sabía que controlaba su nueva habilidad pero el sentirse en casa logró que se quedara más que en su ambiente. Dio un pequeño brinco sobre el pecho de su hermana y se acomodó mirándole dormir, sus dos patas delanteras acariciaron sus orejas acicalándose y notando aún su herida del pecho; “demonios” dijo para adentro y comenzó a lamer con cuidado la herida, sintió un leve dolor y soltó un pequeño quejido, volvió a lamer su herida y notó parte de su pelaje blanco con las manchas de sangre producto de aquella exitante aventura. “No me arrepiento” pensó y sus patas delanteras peinaban sus orejas mientras veía a su casi esposa de reojo “y haría más por tí…” La pequeña bola de pelos blanca en la que se había convertido Gabrielle se volvió a acomodar en el pecho de su hermana y extendió su cuerpo, apenas cabía en la palma de la mano y sus ojos miel se encontraban fijos en la mujer que amaba, a pesar de que su TOC le pedía a gritos limpiar su impecable pelaje blanco. “Quién iba a pensar que casi me matas…” su corazón latía rápidamente tratando de reponer todo lo perdido al igual que su respiración, aunque ni ella misma sabía diferenciar si era por ser tan pequeña o por todo lo sucedido. La amaba, tal cual, así la llevara al borde de la muerte.
  10. El frío del metal y la adrenalina le tenían al borde de emociones, una mezcla inexplicable de peligro, lujuria y miedo que ni ella podía comprender, confiaba a ciegas en su prometida, sabía perfectamente que su vida estaba literalmente en sus manos y la dejaba sin dudar. Se dejó llevar soltando un leve gemido al sentir el filo subir y sostuvo su mirada en los ojos de su hermana tratando de controlar su respiración en vano; en cuanto sintió sus dedos en aquel lugar no pudo evitar arquear la espalda al tiempo que le dictaba su prometida, sus manos subían lentamente por la espalda de la rubia y soltó un gemido de placer y dolor al sentir sus labios sobre la herida de su pecho. El olor a fierro de su sangre y el perfume de los cabellos de Mahia mantenían embriagados los sentidos de la Delacour, clavó fuerte sus uñas en la espalda de la Black al sentir la presión de cada trago que su hermana hacía al mismo tiempo que movía su cadera al compás que la otra dictaba, estaba completamente entregada a ella; trató de emitir palabra pero eran solo pequeños gemidos producto de aquel trance que la rubia le ocasionaba, gritó entré dolor y deseo al sentir la revolución de placer recorrer desde su entrepierna hasta su garganta haciendo que su mano derecha sujetara fuerte la nuca de su prometida contra su pecho. Trataba de mantener la cordura, pero solo se dedicaba a seguirle el paso a la rubia; sus ojos miel se clavaron casi suplicantes en los ojos de quien ahora le dominaba por completo y pudo notar de inmediato las intenciones de no dar tregua alguna. Soltó un grito de placer y dolor al sentirle entrar en ella y trató de empujarla en vano para separarle en cuanto sintió más profundos sus movimientos haciendo que su propio cuerpo fuera el que hiciera aquella tortura. - Mahia… - era tan solo un leve susurro, no sabía si era el cansancio, el placer o los fluidos perdidos pero olvidó sus palabras al sentirse entre la puerta y el cuerpo de su mujer. Volvió a soltar un leve grito de placer contenido por la poca privacidad que les quedaba, el chico ya había marcado terreno y la mayor de las Black había dejado bien en claro al joven que no era el tiempo, aunque sí el lugar. La Delacour dejó que su peso y los movimientos de la ojiazul le marcaran el ritmo, volvió a soltar un grito de placer y dolor al sentir los colmillos de su hermana penetrar su cuello clavando sus uñas en la espalda conteniendo el dolor y las ganas de contener aquella ráfaga de placer que venía desde lo más profundo de su cuerpo. - Basta…- dijo jadeando mientras acariciaba los cabellos rubios con su mano derecha tratando de mantener cierta tranquilidad en su tono de voz pero era en vano, sintió el movimiento de cadera y ambas jugaron al mismo ritmo dejando que el desborde de placer y emociones le dominaran el cuerpo. - ¡MAHIA! Su voz era una especie de regaño mezclado con placer, bajó sus labios a los cabellos de su hermana y trató de separarla de ella. - Toma tu bendito dragón y regrésanos a casa…- dijo mientras sujetaba el mentón de su hermana mayor, le miró a los ojos y limpió con amor su labio inferior. - Contrólate o te controlo…. Clavó sus ojos miel en el azul profundo de su hermana mayor y lamió con amor su labio inferior al tiempo que bajaba su cadera para poder pararse por sí sola. Estaba mareada, no sabía si por el descontrol de su cuerpo ante el placer o la falta de sangre; con un movimiento de su mano derecha hizo aparecer su varita y apresuró a ponerse el vestido encima, sin importar su ropa interior. La francesa sonrió con complicidad a Mahia y se abrazó a ella teniéndola frente a frente, volvió a clavar su mirada en sus ojos y acarició su mejilla con ternura antes de dejar su cabeza reposar en el pecho de su amada. - Soy tu responsabilidad Mahia, como casi mi esposa y como mi hermana mayor… Toma tu bestia y llévanos, mon amore sé buena chica que no respondo.
  11. La puerta se abrió frente a ella, no sabía si ella misma le había activado pero al ver a su guía le miró casi con orgullo levantándose en sus dos patas traseras antes de cruzar la puerta. Al instante de cruzar casi por instinto logró regresar a su forma humana; era como respirar de nuevo, no es que el estar en su manera animal le era difícil si no que todo aquello había sido un reto no solo para su pequeño cuerpo si no para su mente. Parpadeó varias veces y respiró profundo llenándose de aire los pulmones para soltarle casi al instante ¿Era cansancio? Y era de esperarse después de tanto ahí adentro. La Black sonrió al ver a la arcana y escuchar sus felicitaciones, al fin había cumplido una de sus tantas metas de niña y sobre todo unirse con algo que ella amaba y valoraba tanto desde el día que le encontró. - No lo olvidaré y prometo cuidarle. Dijo mientras apretaba el puño sonriente sintiendo el metal entre sus dedos.
  12. Te dejo amor Tenebroso. ♥ 

    1. Gabrielle Delacour

      Gabrielle Delacour

      AAAAAAAHHHHHH 😍😍IGUAAAAAL!! SIGUES VIVOOOOOO

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