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Felias Snape Triviani

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Todo lo publicado por Felias Snape Triviani

  1. Nick: Felias Snape Triviani http://www.harrylatino.org/topic/79704-ficha-de-felias-snape-triviani/ Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/80665-boveda-de-felias-snape-triviani/ Rol de Personaje: Auror Información Adicional: (Este campo es completamente opcional, TRES LÍNEAS como máximo)
  2. Vengo a pedir que cambien los puntos que tengo por Galeones: ID: 54044 Puntos: 5,614 muchas gracias!
  3. Vengo a pedir un pequeño cambio nada más. Quisiera que me retiren las dos familias que tengo (Yaxley y Triviani) y me pongan dentro de la familai Gryffindor. Nada más que eso. Muchas gracias al moderador que se tome la molestia.
  4. Buenas vengo a que amablemente me dejen ser parte de la familia. No prometo ser lo más activo del mundo, pero de vez en cuando voy a pasarme. Es que la vida muggle me tiene muy atareado. Así que queda en su poder la desición de darle cobijo a este pobre indigente. Datos: Nick: Felias Snape Triviani Ficha del personaje: http://www.harrylatino.org/topic/79704-ficha-de-felias-snape-triviani/ Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/80665-boveda-de-felias-snape-triviani/ Parentesco: Sobrino de Elvis
  5. Hola espero que anden todos bien. Vengo a pedir la baja de la familia porque la verdad no tengo tiempo de entrar al foro y tampoco estoy muy inspirado. Decidí dar un giro a mi personaje y enfocarlo de una manera diferente por lo que estar en esta familia no me serviría. Agradezco haber formado parte y lamento no haber aportado mucho desde mi vuelta. Muchas gracias.
  6. Hola, hace mucho que no entro al foro paso a pedir la baja de la familia. La verdad que había intentado volver pero no encontré inspiración en el rol y además la vida muggle me tiene muy ocupado. Lamento no haber sido activo. Además en caso de volver creo que voy a enfocar el juego de otra manera por lo que no coincidiría con el perfil de mi personaje esta familia. Así que pido amablemente que me saquen del registro. Muchas gracias.
  7. -Nombre de la Bóveda: Bóveda de Felias Snape Triviani -Link a la Bóveda Personal: B: 80665 -Trámite a Realizar: Actualizar familias agregando a la Yaxley; dejo los datos de como quedarían los puntos respectivos. Saludos. Link a los tópics de registro de las Familias: Registro de Familia Triviani --> N° 95727 Registro de Familia Yaxley ---> N° 109938 Link a la Bóveda Familiar : Bóveda de Familia Triviani --> N° 78361 Bóveda de Familia Yaxley ---> N° 109997
  8. Buenas. Vengo a pedir un simple cambio, nada el otro mundo (?). Tenía que hacer otros agregados pero este es urgente y no tengo tiempo de hacer todo lo demás, así que el resto lo dejo para el mes que viene xD El cambio: agregar a la familia "Yaxley" en el apartado de Familia y también la bóveda en la parte final, procurando que quede bien el code (please). Dejo el code aquí por las dudas de la parte de la bóveda. Bóveda nº 78361 -> Familia Triviani Bóveda nº 109997 -> Familia Yaxley Gracias. Saludos.
  9. Buenas! Podría parecer una boludez, nimiedad o banalidad pero apoyo la emoción de @ ; cuando yo mismo voy al topic de III Poderes la verdad cuesta encontrar a cada libro entre tanta información. Quizás lo ideal sería hacer como dijo Sagis misma, dejar la información principal en el primer post y agregar en ese mismo post un índice similar a los del Magic Mall, que lleven a los post siguientes. De esa forma sería muchísimo más fácil encontrar la información de cada libro dado que no solo es útil a la hora de comprar uno, sino para saber los puntos de objetos que requieren o cuando cursamos las clases de Poderes, por lo que siempre estamos consultando ese topic xD. Osea, el post 2 iría para el Libro del Aprendiz de Brujo, post 3 para Fortaleza, post 4 para Sangre, etc. Saluditos.
  10. No estaba seguro si debía hacerlo o, en todo caso, cómo hacerlo. Estaba en la segunda planta aunque del lado de afuera, cerca de las escaleras que le indicaban el camino hacia el siguiente paso en la vida. Parecía una nimiedad que la adquisición de un producto pudiese determinar la continuación mágica de una persona pero la verdad es que así era. El poder adquirir uno de aquellos libros era algo más que la simple acción de comprarlos. Era la habilitación oficial para acceder al siguiente rango de conocimientos mágicos, algo que otrora hubiese creído imposible de suceder pero habiendo terminado tan solo dos semanas atrás la prueba para la vinculación con las bases de los poderes Uzza, podía aseverar sin temor a equivocarse que valía la pena el esfuerzo. Ahora poseía aquellos poderes y el derecho propiamente dicho de utilizar esa magia que años atrás desconoció como la mayoría de los magos y brujas de Londres. Pero siempre estaba ese rumor que recorría las calles de Ottery y Diagon de que los conocimientos mágicos eran ilimitadas y uno podría encontrar un sin fin de materias por aprender. ¿Por qué entonces, siendo esta magia nueva tan útil y hoy tan accesible, fue prohibida y escondida por años, siglos? Era el quid de la cuestión, el pequeño detalle por el que Snape, después de todo, comenzó a investigar a fondo el uso correcto de esta magia para lograr así crear los informes, documentos y compendios necesarios con el fin de denunciar ante los departamentos que correspondan el uso indebido de la magia Uzza, cómo estos guerreros no merecían el derecho de enseñar en Londres. Eran de las cosas que pensaba mientras ascendía la escalera hacia la planta que no tenía acceso, aquel lugar que solo Broohilda y el pequeño Ernest manejaban (Ernestito, como le gustaba llamarlo él). Pero hizo acopio de todas sus fuerzas y entró con la túnica del color del Magic Mall flameando detrás de él; acomodó su cabello negro y saludó a la mujer, Broohilda, mirando sus ojos bicolores (uno verde y el otro azulado) intentando ignorar el hecho de que ocupaba el doble de ancho que una persona promedio. -Buenas tardes Broo, ¿cómo va?- le saludó con una amable sonrisa. -¿Es cierto el rumor que Wanda...- -¡Calla!- le detuvo en seco con una media sonrisa pícara mientras secaba sus manos en la túnica azulada del Magic Mall que tenía franjas doradas horizontales en la parte superior. -¿Esa chismosa de Wanda ya les contó a todos? ¡Dile que en mi hora de descanso bajo y la mato!- quizás también no quería hablar del tema dado que no estaban solos y había otra bruja solicitando un libro cerca de él. El hecho de que ambas fueran unas chusmas hacia que los secretos durasen poco tiempo como tal,y el comentario de que Broohilda estuviese saliendo con un hombre completamente nuevo era un notición para el Magic Mall. -No te preocupes, no te juzgo mujer- sonrió guiñándole un ojo y se dispuso a evitar el tema por temor a que le incomodase a la bruja. -¿Quién puede entregarme uno de los libros? ¿Lo haces tu o espero a Ernest? Hace unos días me llegó la notificación de la Universidad Mágica, por lechuza, que había aprobado satisfactoriamente la vinculación con la magia de la Fortaleza. Así que, heme aquí. Supongo seguimos teniendo stock de Libros de la Sangre, ¿verdad?- _________________________________ ID: 54044 Nick: Felias Snape Triviani Link a la Bóveda Trastero: B: 80665 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: B: 109765 Nivel Mágico: XII Fecha: 2017-04-05 Nombre del producto: Libro de la Sangre Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): VII Precio: 7000 Precio total: 7000
  11. Luego de varias horas en la segunda planta se dispuso a realizar las recorridas de costumbres para verificar que todo estuviera en orden, o al menos era la excusa que se auto-implantaba para no tener que admitir que debía vigilar de cerca a Wanda McGregor, la ayudante de la primera planta. No porque fuese a robar productos como él mismo sino porque no se sabía desenvolver por su cuenta y se ponía nerviosa cuando había demasiada gente. El problema al entrar en la planta no fue ver a Wanda bebiendo de una humeante taza sino el hombre que parecía haberse quedado a vivir en aquel lugar. ¿Acaso aquel cliente no se iría hasta vaciar las estanterías del lugar? Aunque Felias estaba seguro su bóveda se vaciaría primero. No creía que fuese a tener mucho más metálico disponible. -Buenas tardes. ¿Otra vez tú?- saludó cuestionando la presencia del hombre. -Es extraño que luego de tantos rechazos sigas insistiendo. Pero que va, es tu problema, no el nuestro.- Snape tomó el pergamino que le extendió Licaón y, luego de revisar detalladamente cada uno de los datos que había puesto queriendo buscar una falla para tener un motivo de no entregarle los objetos (el déjà vu que había tenido antes con Darius le había dejado pasmado, ese momento que creó ver y escuchar lo mismo en su persona), notó que no había excusas posibles por lo que tuvo que aprobarle la compra. -Todo en orden.- entrecerró los ojos, advirtiéndole con la mirada que tuviese cuidado con cada paso que diese (?). No sea cosa que Candela le hiciese tropezar. _____________________________ @ todo en orden, compra APROBADA.
  12. Luego de aquella tranquila mañana y en la que había ya bebido las benditas dos tazas de café (en compañía de una charlatana Wanda que no se privó de contarle los problemas maritales que estaba teniendo) subió a la segunda planta, aquel límite que tenían los empleados ordinarios del Magic Mall para atender clientes, controlas stock, mantener el orden y que todo anduviese como debía. Claro, porque la planta superior tenían otros encargados como eran Broohilda y Ernest pero Snape estaba seguro que tenían prohibido subir por el creciente romance entre aquellos dos tórtolos. ¿Cuál entonces sería la excusa sino? -Buenos días Fredson, Candela... - El vejestorio de hombre estaba entregándole unas pociones al tal Darius Licaòn, dueño de la famosa biblioteca de Azarí pero decidió no mencionar nada porque no quería darle rienda suelta al hombre, y mucho menos sabiendo lo que había hecho sufrir al pobre de Lestrange. Achinó los ojos mirando a Candela y agregó un comentario respecto a lo que había podido oír por encima. -¿Loca tú?- ironizó. -No no, no vayas a creer semejante cosa.- señaló disimuladamente al cliente que les entregaba un formulario y que no había saludado. ¡Que maleducado!. -¡Él es el loco!- le susurró escandalizado a Candela. El único momento en que ambos podían congeniar era cuando se juntaban para denigrar, pelear, torturar o matar a terceros. En ese momento eran los mejores primos. De lo contrario... Ni decirlo. -Buenos días señor Darius Licaón... ¡BUENOS DÍAS!- repitió atiplando la voz con un dejo de vesania. -No perdamos lo modales señor Licaón... ¿O debería decirle señor Malfoy?- sabía que el hombre encubría algo. -Llévese estas pociones y no vuelva más. Los inconvenientes de identidad no son problema nuestro...¡Fredson! Entréguele esto al hombre- ___________________________________ @ todo en orden. Compra APROBADA.
  13. Podía notarse a simple vista que a pesar de los "buenos modales" de Candela, ella simplemente estaba intentando mostrar su faceta en público. Y bien que lo hacia. Seguramente iban a salirle canas verdes si seguía con tantos buenos modales, algo que le hacía confundir a Felias. ¿Debía reirse, seguirle el juego o ignorarla por completo? Decidió dejar sus temas personales entre ellos y para cuando sus puestos de trabajo no dependieran de él. -Todo bien Candela, excelente- respondió mientras juntaba las yemas de sus dedos lentamente (?). Cuando hubo terminado de entregarle las criaturas a la señorita Rouvás, se dirigió al joven que parecía no darse por vencida en su intento de llevarse aquel día algún que otro bicho. ¿Cuál era su verdadero interés? -Buenos días señor Licaón. Un gusto conocerlo al fin.- No que lo fuera de verdad, pero su aprendiz le había hablado demasiado sobre él como para ignorarle en aquel mismo recinto, lugar donde tan solo unos días atrás había atendido al fortachón esposo de Licaón. Ajustó su túnica verde y decidió dar el brazo a torcer por simple goce personal, pero iba a mantener un ojo encima de él. -Veo que no se da por vencido. ¿Entiende usted que esto no es un juego? No podemos poner en manos de cualquiera la vida de estas adorables criaturas. ¿Puede usted asegurarnos que cuidará de ellas?- Era el básico requisito; después, le seguían tener el dinero para pagarlo, para mantenerlo y un lugar donde puedan vivir y extender sus patitas sin ser perseguidos por dragones o basiliscos. -Los bowtruckles son muy frágiles señor Licaón, tenga cuidado. Esta vez le dejamos llevar algunos pero le estaremos vigilando...- ___________________________________ @ todo en orden esta vez, compra APROBADA.
  14. Snape había pasado toda la mañana en la primera planta acomodando los pocos objetos que aún tenían stock dado que los compulsivos compradores de Londres se habían encargado de vaciar todas las estanterías. Bueno, digamos que el Magic Mall quería vender todo lo que tuviese y mas, pero el problema estaba en la demora con que sucedían las reposición e importación de bienes del exterior. ¡Debían agilizar las cosas! Y debido al poco movimiento que aquellos días se veía en la tienda, Felias había decidido realizar visitas a las diferentes plantas para asegurarse que todo anduviese cómo se suponía debía funcionar. Cuando llegó a la trastienda no solo vio a Candela rechazándole una compra a Licaón, sino percibió la ausencia de Bredson y una cliente siendo atendida por su prima, la vieja instructora de la magia Uzza que Snape había tenido el último mes. -Buenos días señorita Rouvás.- le saludó -Buenos día Candela- hubiese hecho algún comentario sarcástico con respecto a su vestimenta de aquel día pero creyó que no sería prudente demostrar aquel tipo de tratos en público por lo que no dijo nada. -Con respecto al aethonan lo más prudente sería que le indique el destino y que vaya solo pero como estos no están entrenados, le recomendaría que lo montase y vuele con él. No creo se le complique llevar las otras jaulas. El Fwooper ama estar encerrado. Cualquier inconveniente nos avisa...- Miró a los lados buscando a Bredson pero no le veía. ¿Y Edna? ¿Dónde estaba aquella mujer? Necesita trabajadores leales para que entregasen los pedidos a los clientes, clientes que utilizarían aquellos caballos alados para mal-domarlos y abusar de ellos en clases de magia avanzado. Pobre animal. ¿Sabría lo que le esperaba si era vendido a aquella mujer? Mientras pagase... ___________________________________ @@Athena Rouvás todo en orden, compra ACEPTADA. FWOOPER y AETHONAN AGOTADOS.
  15. Aquel día podría decirse de primera mano que era igual que cualquier otro: el sol amaneció radiante, la brisa matutina levantaba túnicas y coletas de cabello y los madrugadores transeúntes de Diagon se repantigaban en los diferentes escaparates del callejón. Pero si había algo que odiaba Snape en sobremanera, era la obligación de tener que asistir al Magic Mall sin el debido desayuno de café previo. Por suerte había encontrado un pequeño bar de camino a la tienda ministerial (demasiado similar a una extensa cadena de cafeterías muggles) en el que compró dos venti de café moca y aprovechó el viaje para llevarse un capuccino para Wanda. Sabía le gustaban a pesar de su ascendencia de raza pura. -Buenos días Wanda- saludó con hubo subido la escalera y saludado a la esbelta y rubia mujer. Ella se abalanzó sobre el café caliente y con una sonrisa comenzó a beber. -Despacio mujer, no vaya ser que te quemes.- -¡Gracias Snape!- agradeció mientras dejaba de beber con los ojos cerrados y disfrutaba el momento (?). -A propósito, buenos días. Ese hombre quiere llevar unos Huevos de Dragón pero no sabía cómo proceder con respecto a las bóvedas...- se disculpó mientras tomaba asiento detrás del mostrador. -No te preocupes, déjame a mi.- respondió dando otro trago a su café y acercándose al mostrador. -¡Ernest!- se sorprendió al verle. -¿Es necesario que siendo el Jefe de todo esto..- con su mirada abarcó toda la planta de objetos, refiriéndose al Magic Mall en si mismo. -...llenes un formulario? Y no nos trates de usted, por Jebús.- No estaba seguro cómo proceder con respecto al uso de las llaves de los fundadores de Hogwarts dado que nunca había entregado su contenido o siquiera visitado una. -Bueno Ernesto, creo que esto lo sabes mejor que yo. La ficha está perfecto, todo en orden. Pero dime tú, ¿como entraremos a la bóveda de Hufflepuff y llevarnos uno de estos huevos? ¿Tenemos un contacto en Gringotts que nos ayude con esto?- ___________________________ @@Ernest Macnair Wilfred todo en orden, compra ACEPTADA.
  16. Buenas, vengo a anotarme para el mes de Abril; aun estamos en 31 de Marzo por lo que supongo estoy a tiempo. En caso negativo, ignorar este pedido. Nick: Felias Snape Triviani ID: 54044 Conocimiento: Cuidado de Criaturas Màgicas Nivel de Magia: XII Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha
  17. Luego de la ajetreada mañana que Felias tuvo, no precisamente en el Magic Mall sino por las audiciones que le obligaron tener en el Ministerio de Magia, se vio obligado a subir a la segunda dado que había trabajado pendiente, según la lechuza que le había enviado Fredson (el viejo empleado) por lo que quisiese o no, allí se encontraba. La mujer que anteriormente se había llevado la cámara de fotos en la planta inferior, se había dirigido a la segunda planta para llevarse algunas pociones que, si mal no adivinada, serían para el uso de la cámara. Aunque, ¿qué otra cosa se llevaría? -Buenos días señorita... Black... - saludó confuso al ver las prendas en distintas tonalidades de rojo que vestía. Parecía estar cubierta en sangre. -Señorita, tenemos las pociones, no hay problema, pero faltan algunos datos en la ficha. Y no puedo arreglarlo yo dado que si se enteran...-con su varita corrigió el nombre de la mujer -... que no vuelva a ocurrir por favor, porque si hay problema me lo descontarán de mi sueldo.- El viejo Fredson se dispuso a entregarle las pociones y mientras lo hacia, se acercó a Felias el hombre que había visto poco tiempo atrás en la planta inferior, la de Objetos Mágicos. Felias le sonrió calidamente y le extendió la mano simplemente para tocarle un poco... (?). -Buenos días de nuevo. ¿Qué puedo hacer por vos? Si tienes el dinero suficiente, todo es posible...- sonrió abiertamente para romper el hielo y agregó. -No hay problemas con las pociones que desea, ya mismo se las preparo.- se acercó un poco a su rostro y agregó, mirando sus labios. -Si quieres puedo no cobrartelas.- Estaba por seguir aquel flirteo barato cuando vio que se acercaba uno de los miembros de la Logia, aquellos seres (?) que pertenecían al selecto grupo de conciliadores con el fin de controlar y mediar la compra-venta de bienes y productos. Le reconoció por la vestimenta y cuando se hubo acercado lo suficiente, le reconoció como el hombre que en otro tiempo le había atendido a él mismo en aquella misma planta, el hombre que se había puesto celoso con el trato de Licaón y el hombre a quien había pensado más de la cuenta. -¡Señor Gaunt! ¿Qué haces aquí?- inquirió confuso. -Sabe que si precisa algo se lo puedo alcanzar a su oficina. Sisi, por supuesto que está todo en orden.- no era sí, ¿pero cómo podría resistirse ante aquellos ojos? -Ya le traigo sus pociones.- ______________________________ @ compra RECHAZADA. El nick no está linkeado a la ficha: arregla eso y la fecha. Lo demás está bien. @@Cillian y @@Emmet Haughton Gaunt todo en orden, compras ACEPTADAS.
  18. Aquel día se sentía enteramente frustrado. Demasiado para su gusto. Le había llegado un comunicado del ministerio que le informaba sobre ciertas irregularidades en su proceder como estudiante de la universidad dirigía (o enseñada, en realidad) por los poderosos guerreros Uzza, algo que Felias estaba seguro no era así. Detalles aparte y sin tener en cuenta que se pasó la mañana de aquel día en el ministerio, llegó al Magic Mall con el humor con el suelo, sin haberse bebido sus típicas y regulares tres tazas de café, y encontrándose a una Wanda totalmente vaga sin hacer nada. -¡Wanda! ¿Piensas perder más tiempo?- le expresó a la ayudante de la planta y con voz que no denotaba permiso a réplicas. -¡Vete a acomodar los objetos de la segunda sección!- No había dejado que contestaste sino que la mandó a callar y a trabajar, algo que por el momento no estaba haciendo. Así que a continuación se dirigió al mostrador y pudo ver a una mujer de piel oscura (no era negra pero se notaba la diferencia con la normal y común piel pálida de los habitantes de Londres). Era Gatiux, la mujer que solía acompañar a Orión y de quién sabía había vaciado las bóvedas familiares en un imprevisto ataque de compulsivas compras. -Buenos días; no hay problema. Nos quedan pocos pares de botas pero aún puedo ofrecerte algunos. ¿En qué colores los quieres?- Luego de atender a la mujer se dio cuenta que un hombre parecía estar en la planta desde hacia bastante rato, esperando que le atendiese. ¿Qué había estado haciendo Wanda? Ya se iban a enterar en la Logia y el Concilio mismo el pobre desempeño de aquella mujer. -Buenos días señor Cillian...- le saludó. No sabía cómo había recordado su nombre; ¿acaso era algún primo lejano, algún hermanastro o incluso tío? No sabía, pero tenía esos rasgos comunes de la familia. Penetró sus ojos con la mirada, el cabello castaño y le sonrió. -Si, tengo todo lo que necesite. Esto y mucho más...- dejó la frase en el aire dando a entender "servicios" adicionales mientras le guiñaba un ojo. -¿Quiere pagar aquí o... gusta pasar a mi oficina?- ________________________________ @@Gatiux y @@Cillian todo en orden, compras APROBADAS.
  19. Snape había estado centrado en lo que sucedía a su alrededor porque no quería perderse de nada, una mezcla de éxtasis, temor, y sentimientos demasiados fuertes para poderlos controlar. La presencia del centauro que no se sabía de donde había provenía y la eficacia de las acciones de Avril logrando que el mismo se alejara le daban la pauta a él que siempre había una método mágico para lograr las cosas. -¡Buenas esa, larcho!- le dijo a Avril al ver cómo se las había arreglado para utilizar el anillo de bestias con su previos conocimientos en criaturas para convencerle de que estaban allí de paso y sin motivos contradictorios para los de su clase. Quizás Felias esperase con demasiadas ansias que el duelo terminase para no verse en la obligación de realizar algún daño innecesario, pero se dio cuenta que Malfoy estaba dispuesta a llegar al fondo de la cuestión para vincularse con el libro. ¿Cuándo pasó que Felias prefería elegir el bienestar ajeno a la obtención de poder mágico? Miró hacia los cielos, a los caballos alados que volaban pocos metros sobre ellos con alas tan grandes que provocaban sombras en la tierra y hacían que por momentos Felias se sintiese seguro. A pesar de que no les pertenecían, los aethonans siempre le habían causado un sentimiento de libertad. Por lo que se sintió terrible con lo que sucedió a continuación. Cuando Avril le lanzó el silencius logrando que su lengua se pegase a su paladar (¿o se le habla cerrado la garganta?) e imposibilitando su habla, fueron pocas las cosas que podría hacer por lo que previendo cualquier tipo de acción que ella pudiese invocar, pensó en Orbis Bestiarum, logrando un efecto inmediato. Uno de los caballos, el que estaba más cerca de él, a penas a dos metros, fue cubierto por un enorme anillo de dorado indicando que se encontraba bajo la influencia de Snape. El caballo descendió y se posó delante del vampiro, protegiéndolo de cualquier ataque que la mujer pudiese provocar aunque el efecto sobre el animal fuese de corta duración. Cuando Avril le lanzó las medialunas que volaron por el aire hacia su ubicación, fue el aethonan quién recibió los proyectiles en su lomo provocando que su pelaje se tornara rojo por la sangre. -¡Mira lo que has hecho!- le prendió. -Son pequeñas estrellitas pero le has hecho sangrar.- podía escuchar la respiración entre cortado del animal, los relinchos de dolor y como batía con desesperación. Quizás aquello fue lo que provocó una abrupta desvinculación con la bestia, que se lanzó al aire con un rápido movimiento y dejando estelas rojas detrás. Babosas pensó, para devolverle con la misma monedad y que no pudiese hablar, pero al mismo tiempo que sintiese la repulsión en su interior. El rayo partió de su varita y cortó el aire con estruendo para impactar en la mujer y que emanasen babosas cual catarata de su boca. @@Avril Malfoy
  20. Luego de las dos tazas de café que Felias se tomó con Wanda en la primera planta, saludó a su compañera y se dispuso a seguir subiendo para verificar que el viejo Fredson estuviera en condicione de atender aquel día. No que normalmente no pudiese, pero era casi completamente sordo y muchas veces se le complicaba hablar con los clientes. Incluso con Felias, pero había aprendido a utilizar otros sentidos. -Buenos días Fredson. ¡Fredson!- El viejo, que estaba acomodando unas pociones vigorizantes dado que quedaban muy pocas, levantó la cabeza y le saludó con una sonrisa cálida. A pesar de que no trataban más que el tiempo que pasaban allí, Felias había aprendido a quererlo como si fuese su abuelo dado que muchos años habían pasado ya desde la primera vez. -¿Cómo estas estado?- le preguntó cerca de su oído para asegurarse que lo oyese. -¡A mi mujer no le gustó! ¡Pero ya se me va a ocurrir algo!- respondió muy seguro. Felias rodó los ojos dado que a veces era imposible hablar con alguien que escuchaba lo que podía. No estaba seguro lo que había entendido que se dispuso a atender a la primer cliente del día, la misma mujer que atendió ese mismo día en la planta anterior. ¿No era aquella la que tenía un parentesco con Sagitas? ¿Suegra, cuñada, prima? Algo de eso. -Buenos días. Señorita. Como siempre todo en orden. El señor Fredson le entregará las pociones...- El siguiente que entró fue nada menos que Orión quien, debía admitir, era extraño verlo allí al menos en aquellas horas. ¿Acaso se había caído de la cama o dónde el estaba los relojes marcaban otro horario? Felias sorbió de la taza de café que se había traído de la planta de objetos (la tercera taza de la mañana) y saludó a quien sería el hombre que llevaría adelante a la familia de los ciervos... -Buenos días Orión; todo en orden y si, tenemos las pociones que querés. ¿Te las envuelvo?- _____________________________ @ y @Orión Yaxley todo en orden, compras ACEPTADA.
  21. El bostezo de aquella mañana fue tan grande que quedó sordo y ciego por cinco largos segundos. Fue un momento de dicha a pesar de que hubiese preferido dormir dos largas horas más. Pero allí estaba, de pie frente al mostrador y junto al pueblo (?). Snape casi había olvidado lo que era madrugar para ir a un trabajo de atención al público dado que cuando trabajaba en el ministerio podía entrar a la hora que quería o quizás era simplemente porque la noche anterior se había dormido tarde. En fin, las excusas podían ser muchas pero aquel día, Lunes por la mañana (el peor día que pudiese uno vivir ya fuese en Londres, Diagon u Ottery), no solo ya estaba preparado para recibir a los clientes sino que tenía dos tazas de café humeantes frente a él (si, dos, para más placer). -Buenos días Wanda...- saludó Felias volviendo a bostezar. La ayudante de la planta ya no era ayudante; trabajaba en aquel lugar desde hacia años, se conocía todos los productos, cada rincón de la planta y podía atender a cinco cliente al mismo tiempo sin dejar de sonreír. Cuando vieron que se acercaba una mujer de cabello blanco y con un monedero que no tintineaba (?) solo podía indicar pobreza a la vista. -Ah, creo que tengo que hacer algo...- se excusó Wanda y desapareció debajo del mostrador revolviendo cajas. -Maldi...¡Buenos días señora!- saludó Felias a la mujer. -¿En qué puedo ayudarle?- la mujer tomó un pergamino, se puso a escribir e hizo el pedido, alegando que pagaría más tarde. -No se preocupe, vaya con dios. Se lo cobraremos a su sobrino...- Dos minutos después la mujer había salido de la planta con el cabello blanco revoloteando hacia atrás. La siguiente cliente le conocía de vista, una mujer que se decía acababa de tener un hijo (? pero claro, Felias nunca le había visto embarazada aunque eso podía deberse a que no había vivido en Londres durante varios años. -Buenos días señorita. Todo en orden. Mi compañera Wanda le entregará los objetos...- Un par de minutos después la tal Lockhart partía de la planta con sendos paquetes y Felias aprovechaba para beber de su taza de café negro, mientras releía los pergaminos y notando que la primera mujer no le había dejado los datos de su sobrino. __________________________________ @@Axel Rexdemort y @ todo en orden, compras ACEPTADAS CAMARA DE FOTOS MAGICA AGOTADA
  22. Pudo percibir el titubeo en el rostro de Avril, a quien miraba fijamente, luego de que el vampiro hubo lanzado su hechizo desarmador. Pero la determinación en el rostro de la Malfoy llegó justo a tiempo cuando lanzó un conjuro muchísimo más ofensivo de lo que Felias podría haber pensando. -¡Ahhh! ¿¡Qué haces!?- exclamó con vesania. El impacto del rayo le había desestabilizado y para evitar caer hacia atrás, giró levemente su cuerpo y una rodilla tocó el suelo. Con su mano libre, la derecha, cubrió la herida del hombro que había comenzado a emanar sangre, tiñiendo el blanco de su remera en un rojo intenso. No eran las únicas heridas que se había abierto pero no podía concentrarse en ello. Sus ojos se ofuscaron por un segundo ante la repentina pérdida de sangre y temió caer en la inconciencia. Cuando su mano derecha dejó la herida y la usó para apoyarse en el suelo, pudo sentir un pequeño temblor en la hierba aunque bien podría haber sido él mismo que temblaba. Levantó la vista para ver a Avril luego de que perdió la varita y que esta había caído a varios metros de ella. Se estaba moviendo para recuperarla y así poder continuar el duelo pero a pesar de que ella no tenía varita, había logrado una pequeña ventaja sobre Snape debido que él estaaa cubriéndose de sangre cada vez más y ella se encontraba ilesa. -¡Accio varita!- había levantado la mano izquierda con presteza, aún con la mirada nublada pero intentando conseguir una clara ventaja sobre ella. Vio la oportunidad y la tomó. Antes de que Avril aferrase su varita del suelo, esta salió volando con un rápido movimiento hacia Snape quien la tomó con la misma mano izquierda, por lo que ambas quedaron juntas. El temblor del suelo estaba aumentando y Felias llegó a la conclusión de que no era él quien temblaba, no así. Malfoy estaba indefensa en ese momento por lo que se tomó la libertad de mirar a su alrededor, al centro del apagado volcán pero nada fuera de lo común le llamó la atención. Las heridas estaban comenzando a ser un problema por la cantidad de sangre que había perdido; la remera que vestía tenía más rojo que blanco e incluso su pantalón de mesclilla había adquirido un tono marrón. A pesar de que siempre había sido bueno en la medimagia (o como algunos le llamaban, primeros auxilios) ningún encantamiento acorde para la situación le vino en mente. Pero como si algo en su interior hubiese escuchado su plegaria, algo en él vibró levemente y esta vez si supo era él. Tomó el amuleto que había quitado de su monedero ubicándolo en su mano mientras contemplaba el topacio amarillo que reflejó la luz del sol. Los colores que emanaron de él no eran amarillo por el sol o la joya misma, no era luz blanca ni luz pura. Era la intersección del encuentro de luz viva con magia poderosísima, era dominio, vida y fuego al mismo tiempo. Parecía un arcoiris pequeño y brillante pero Felias supo que era algo más que simples colores: era octarino, un color púpura-amarillo-verdoso, una conjución de todos los colores pero con el agregado de vida porque no había otra forma de describirlo. Felias cerró la mano con fuerza dejando que el calor del amuleto de la curación cubriera su mano extendiéndose por su cuerpo y sintió como recobraba la compostura y algunas de sus heridas comenaron a cerrarse. Podía sentir la magia octarina violentada por los Uzza que se había hecho cargo de su propio dolor, volviéndolo a la vida, devolviéndole el sentir. A pesar de que todavía se sentía débil, pudo ponerse de pie aún con el amuleto en su mano derecha cuando le vio. Era una criatura enorme, equina, con rostro humano y salvajismo puro. Habían pasado demasiados años desde la última vez que Snape vio un centauro y se preguntó porqué estarían allí, en una isla solitaria en medio del pecífico. -¡Intrusos! ¿Cómo osáis intervenir en los terreros sagrados de nuestra Madre Tierra?- Tenía un rostro cubierto de pelo y el cabello que llegaba a sus hombros, lacio y negro como la noche, se elevaba hacia atrás con la brisa que venía del mar. Se había acercado del lado de la planicie divisando primero a Snape, por lo que le miraba a sus bicolores ojos con una furia que prometía represalias. Snape se irguió temeroso dado que no era una simple criatura lo que los enfrentaba sino un ser con orgullo y poder, y eran ellos, los magos, quienes habían invadido su tierra. -No queremos problemas- dijo Snape intentando que su voz sonara calmada pero sabía que no lo estaba. Conocía lo que un centauro podía hacer y solo magía muy poderosa podría detenerlos. -¡Lo que aquí hagamos no es de su incumbencia!- -¡Rano Raraku pertenece al clan de la Arboleda! ¡No tenéis derecho!- su voz era potente, provenía del pecho con una fuerte vibración. Dobló levemente sus patas delanteras y cargó hacia Snape. -¡Os arrepentiréis!- El temblor que sacudió la tierra fue tan intenso que el vampiro casi perdió el equilibro. Levantó la mano izquierda intentando lanzar un hechizo de desarme doble (debido a las dos varitas que portaba) pero el centauro no tenía arma alguna. Abrió su mano derecha dejando caer el amuleto y sujetó las varitas con ambas manos. Apenas cuando faltaban dos metros para la embestida, el hehizo Salvaguarda Mágica cruzó la mente del Snape quizás al recordar que la profesora lo habia utillizado para evitar el ataque de los billiwygs, y se volvió intangible en el momento. El centauro cruzó su cuerpo como si fuera niebla y Snape quedó perplejo en el lugar ante lo que habiá sucedido. Se volteó con rapidez, mirando como el centauro se había detenido varios metros más adelante mimrándolo con ferocidad. Felias no sabía que pasaba por la mente de la criatura pero quizás había llegado a la conclusión que Avril sería un blanco más fácil por lo que se dirigió hacia ella. -¡Avril! ¡Cuidado!- tomó la varita de la mujer y la lanzó con fuerza por el aire hacia su dirección. -¡Expulso!- exclamó con su propia varita apuntando a la varita de Avril, que le dió en el aire con la intención de volver a armar a Malfoy. No era su enemiga, no era su contrincante. Eran colegas y no iba a privarle de su artefacto por excelencia. ¿Sería sufiente el expulso para que cogiera la varita?
  23. Aquella mañana luego de pasar por la primera planta y atender a los clientes que habían pasado por el lugar, Felias se había tomado un merecido descanso y se puso a tomar incontables tazas de café con la compañía de Wanda. Pero luego de varias horas y sin nuevos clientes que atender había llegado a la conclusión que debía bajar a la trastienda por lo que le dejó a Wanda el cuidado de los objetos. Una vez que bajó y entró, podía notarse en lío que habían dejado los clientes los últimos días. A pesar de que estaba vacío de magos y brujas, al igual que de muchas criaturas, el desorden ocasionado por el tumulto de personas estaba presente. Eran los efectos colaterales que claramente podían suceder y sucedían cuando se sacaban a la venta no solo nuevos artículos sino cuando se reponían los stocks de productos agotados. -Buenos días Edna, Brenson...- saludó con cortesía a ambos. Edna era una joven bruja de poco más de dieciocho años y piel trigueña; Bredson era alto, africano y de contextura fuerte. A ambos les gustaba trabajar con las criaturas y se habían convertido en expertos con el tiempo. Edna estaba organizando el sector de las aves debido las nuevas especies que habían ingresado y al mismo tiempo todas las que se habían vendido; Bredson estaba alimentando a un Cangrejo de Fuego y luego iría al sector de los caballos. Felias se acercó al mostrador al ver a una clienta que reconoció como la misma que se había llevado una escoba aquel mismo día, le saludó con una sonrisa. -Buenos días señorita Black- extendió la mano para tomar el pergamino que había completado previamente y Snape lo leyó. -Tenemos Micropuffs y de varios colores, pero necesito por favor que me indique bien sus datos personales para que no haya problemas en el cobro del mismo- Mientras esperaba que ella se dispusiera a darle los datos correctos, Felias se puso a comer galletas saladas. ________________________ @ compra RECHAZADA. Esta vez has elegido criaturas correctamente habilitadas para tu rango social (osea criaturas X y lechuzas son las que puedes comprar) pero fíjate en los links que pusiste en la ficha: ambos llevan al inicio del foro. Esto suele pasar cuando copias una ficha de compras anterior y la pegas nuevamente. Te recomiendo que no lo hagas porque puede pasar esto y queda también la fecha desactualizada. Si quieres evitar errores, te vuelvo a poner la ficha original aquí, y complétala nuevamente, si? Si tienes dudas con respecto a algo, mi lechuzería está a tu disposición, ¡Estamos para ti! Por otro lado, tu ficha en la Planta de Objetos te quedó perfecta así que supongo pudiste notar tu misma los errores Recuerda que si no te gustan las criaturas X que están habilitadas (Gusamoco, Horklump, Micropuff) también puedes comprar lechuzas Son los únicos animalitos muggles de dios (?) que se pueden comprar. Repito, cualquier duda, ¡me escribes!
  24. Luego del pequeño y repentino ataque que habían sufrido de los billywig y de la pobre defensa que Felias había invocado (lo primero que se le había ocurrido; un chorro de agua y la repentina invocación de una bandada de aves), aún se sentía exaltado. A pesar de que lo que menos había hecho fue practicar o demostrar los conocimientos aprendidos para vincularse con la poderosa magia Uzza, la instructora había llegado a la insólita conclusión de que debían tener un duelo para probarse como capaces de emprender el camino que conllevaba aquel vínculo. -Oh mi****- susurró cuando la mujer hubo terminado la corta explicación de lo que deberían hacer para demostrar que merecían aquel conocimiento. -No me he leído los libros. Maldición, maldición...- agregó.. Mientras la señorita Rouvás explicaba que podrían controlar a la bestia alada que minutos atrás habían subyugado, Felias aprovechó para tomar el monedero de piel de Moke y asió todas las joyas mágicas de su interior. Siete anillos cayeron en la palma de su mano y volvió a exhalar una maldición. A pesar de que tenían diferentes usos y eran ligeramente diferentes, parecía imposible diferenciarlos y más cuando uno no estaba acostumbrado a ellos. Solo pudo reconocer el Anillo de Plagas porque era el que había vibrado minutos atrás. Snape miró a la instructora Rouvás y luego a Malfoy quien sería su contrincante en aquel duelo. No sabía que aún podría sentir algo como aquello y menos a esa edad, pero un escalofrío recorrió su espalda como un pinchazo infinito que terminó en su cabeza. Hacia muchos años que no se batía a duelo, y en esta oportunidad había dos componentes que complicaban la situación: por un lado, sabía y conocía por experiencia propia el poder duelístico de Avril Malfoy, por lo que solo un est****o le subestimaría. Por otro lado, los pocos conocimientos que tenía sobre los poderes de la Fortaleza le daban un aspecto amargo a lo que pudiese ocurrir a continuación. Solo cubrió tres dedos con anillos, reconociendo el anillo volador porque lo había visto muchas veces en la mano de Licaón; lo puso en el dedo medio. Se sonó los dedos nervioso y miró una vez más a su alrededor: la verde planicie que se perdía en el horizonte, en el mar; la brisa que elevaba el cabello de los presentes y los hermosos caballos alados que habían alzado vuelo nuevamente planeando sobre los magos. -Esto no me gusta nada, Avril- se había colocado a una buena distancia de ella, quizás a una docena de pasos, y se concentró en su figura. No entendía porque debía tener un duelo para demostrar los conocimientos de magia Uzza pero sabía era la única posibilidad de salir airoso, victorioso y con una historia que contar a El Profeta y llevar a cabo su cometido contra los guerreros. Debía poner fin de una vez por toda a esos elitistas. -Sabes que nunca te atacaría. No podría...- Le observó a los ojos, era mirada gris tan inteligente que había dedicado a la protección de criaturas y cuyo gusto compartía con Snape mismo. ¿Cómo podría hacerlo? Atacar a un colega y compañero iba en contra de sus principios si no había intereses de por medio pero por otro lado, era la única forma de que la instructora determinase que era digno de la magia que, después de todo, querían aprender. -Discúlpame Avril...- el único motivo por el que procedió, fue saber que ella sería lo suficientemente habilidosa como para defenderse correctamente. -¡Expelliarmus!- Era un encantamiento básico y más defensivo que ofensivo, pero con el poder suficiente para desarmar al objetivo quien perdería tiempo para recuperar la varita. Un segundo antes de lanzar el hechizo Felias había hecho contacto directo con la mirada azul intensa como cielo en ocaso de la instructora, preguntándose si alguien en su posición disfrutaría aquel espectáculo. El rayo que Felias invocó partió de su varita con un estruendo ensordecedor que se alejó haciendo eco por la isla, de un color rojo vivo que le recordó a la sangre. Volvió la mirada al frente y se concentró en lo que sucedería. @@Avril Malfoy
  25. Aquel día había amanecido de tal forma que el cielo se encontraba encapotado y con una posible amenaza de lluvia pero el Snape eran tan malo con la meteorología que no podría preverlo. Pero, teniendo en cuenta que era muy bueno con la adivinación uno podría pensar que sabría si llovería o no... Bueno, no era así, porque la visión de su ojo interno funcionaba cuando quería y de forma muy peculiar. Así que por las dudas aquel día fue al Magic Mall con un paraguas auto-secable. Luego de pasar por la recepción decidió pasar primero por la primera planta para no tener que subir a la planta de pociones horas después cuando Fredson le pidiera ayudar con las pociones que tendría que re-ubicar por lo que prefería realizar aquellas tareas por las mañanas. Pero cuando hubo entrado se encontró con una bruja que parecía no poder concretar las compras desde hacia varios días. ¿Cuáles eran los problemas? -Buenos días señorita Lunática Black- saludó con amabilidad a la pelirroja y recordó haberla visto en una mansión de Ottery hace un par de semanas atrás. Felias extendió la mano para tomar el pergamino que había completado y lo leyó. -Los datos están correctos, no sé porque mis compañeros tuvieron problemas contigo hace unos días (?) pero los datos están bien. Lo único que le puedo mencionar es que tenemos tantos modelos de escobas voladoras y de carrera, que espero le gusten nuestros modelos y ¡Compre más! Porque si, tenemos muchas: las Barredoras, Estrella Fugaz, Cometa, Nimbus... La que quiera, aquí las tenemos- Le pasó el mismo pergamino con el sello de "APROBADO" a Wanda McGregor, la ayudante (que aquel día había ido con una minifalda morada dado que siempre debían mantener los colores del Magic Mall), quien se dispuso a buscar entre las escobas para entregarle a Lunática la solicitada. -Recuerde también la Poción Mágica Reveladora que es la necesaria para revelar las fotos y que consigan el movimiento deseado. ¿Subirá a la segunda planta, de pociones?- ________________ @ todo en orden, compra APROBADA.

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