Hilary J. Gryffindor.

Mis manos temblaban bajo la capa azul real. Había pasado años desde la ultima vez que había pisado ese lugar y no podia evitar llenarme de temor al pensar que encontraría ese lugar vacío. Sentí mi mejilla mojada y enseguida quité la lagrima que caía de mis ojos verdes aqua. Los recuerdos invadían mi mente, pero no podia dejar que me detuvieran. Di un gran suspiro antes de abrir la puerta entrando al edificio. Por un momento quedé impactada, no parecía el mismo lugar que dejé años atrás. Era extraño descifrar lo que era diferente pues la Mansion parecía estar vacía. En los mejores años los pasillos estaban llenos, los niños corriendo, la familia en el patio disfrutando del té o el sol. Mi corazón se detuvo por unos segundos haciéndome respirar profundo mientras intentaba calmar mis nervios. Desabroché mi capa mostrando un vestido corto del mismo color y detalles en dorado en el cuello. Colocando mi capa en el brazo comencé a caminar. Todo parecía nuevo para mi, los recuerdos dentro de esas paredes parecían sueños. El chocar de mis botas marrones contra el suelo hacían un sutil eco por cada paso dificultándome el escuchar las voces que habían en la sala. Al pasar por la puerta mi corazón se aceleró al escuchar la voz de mi hija. ¿Que debo de hacer? ¿Estará molesta conmigo? No debí de desaparecer como lo hice antes. Ahora mi mente no dejaba de analizar la situación. Todos los lados de lo que puede suceder. -¿Creen que puedan aceptar un par de manos adicionales?- Mi boca había hablado antes de que mi mente tomara la decisión de que era lo mas prudente para decir, pero ya no había vuelta atrás. @@@Helen Evans

Estaba leyendo tranquilamente sentada en un sillón en mi habitación en la mansion Gryffindor mientras Apros dormía en la cama. Duli había puesto una suave melodía para que el pequeño se mantuviera relajado y yo aprovechando el momento decidí leer algún libro que no había terminado de leer. Envuelta en las palabra hicieron que me concentrara tanto que casi caí al suelo cuando vi a una lechuza entrar por la ventana. Luego de calmar un poco mi pulso tomé el pergamino de su pata viendo la nota de urgencia de Kass. Notificándole a mi elfina que cuidara de mi pequeño me desaparecí. Caminé hacia la puerta principal notando que extrañamente estaba cerrada. Trate de forzarla sin lograr ningún resultado. Exhale un poco de aire frustrado por no haber llegado por chimenea. Guardando mi varita comencé mi camino hacia la entrada de empleados. -Por las barbas de Merlin, ¿que a sucedido aquí? Por favor dime que no es una plaga.- Definitivamente no quería tener que lidiar con ninguna comunidad de criaturas.

Kassandra comenzó a mostrar los diseños que había estado pensando para su traje. El primero me gustaba, pero no era el indicado y el segundo, buenos ese tenía muchas cosas que opinar. Lo tome en la mano y lo puse en el centro entre todos los bosquejos. – Esto esta horrible Kass, ¿quieres ser parte del bosque con tu vestido? Parece que comienza desde el vestido la naturaleza. Definitivamente no, nada de flores. Quizás algo así, es bastante sencillo.- había estado dibujando bastante en mi viaje por lo que fui a buscar mi carpeta en el escritorio. Entre los bosquejos encontré uno bastante elegante y se los mostré a las chicas. – este me gusta y podríamos hacer la falda más cernida.- Ya lo imaginaba con telas mágicas, si a la novia no le gustaba aun así lo crearía para alguna otra. Ese sería de seguro un vestido perfecto para alguna chica. Tantas telas y diseños me hacían desear tener mi propia boda. Seguramente nunca la tendría, solo esperaba que Apros no preguntara. No quería hablarle mal de su abuela y su padre no era lo suficiente independiente para enfrentarla. Pobre de mi niño, pero no lo dejaría involucrarse con esa mujer. @@@Charlot Gryffindor

Escuché a la elfina mientras limpiaba el desastre que había hecho. Mis ojos verde aqua se dirigieron al envase mencionada por la criatura. Me iba a dirigir a ella cuando entro en la cocina una particular bruja hablando, me reconoció. La realidad era imposible que no me reconociera pues era mi madre. Luego de un fuerte abrazo mi madre Repentinamente me bombardeada con preguntas por lo que comencé a responder marcando las respuestas con mis dedos como si estuviese contando. - Hola ma. Estoy bien, llegue hace un rato. En realidad acabo de llegar y vine directo a la cocina. Y ahora que lo mencionar podríamos ir al jardín hace mucho tiempo no lo visito. Siempre que vengo a la mansion, en ocasiones anteriores, a estado lloviendo.- Seguramente no había que decirle mucho a la elfina para que llevara las cosas al jardín. Al pasar por la puerta no se podia evitar ver el paraíso hermoso que tenia la Mansion. Extrañaba pasar tiempo en ese lugar, recordaba que cuando estaba en la Academia solía recostarme por horas sobre la grama mirando al cielo y pensando en lo que quería para mi futuro. La verdad es que nunca hubiese pensado que estaba muy distante a mi realidad. Nada pasó como esperaba. - ¿Como está papá? ¿Y mi hermanito? ¿Cuantos hijos han adoptado mientras estaba afuera?- Formulé la ultima pregunta sin estar segura de querer saber la respuesta. Cuando llegué a un lugar verde lo suficientemente amplio busque mi varita para conjurar una sabana sobre el suelo. - Espero que no te moleste sentarte en el suelo, si quieres buscamos unas de esas sillas de terrazas que hay por ahi. Extrañaba hacer esto, desde que estaba en la Academia no lo hacia.- me senté sobre la manta con una sonrisa. Nada es como estar en casa. Sabia que podía estar relajada aun cuando la bruja me hiciera un interrogatorio. Y estaba en su derecho, aun no habíamos hablado de cuando me desaparecí y de todo lo que había sucedido en esa isla tropical. Definitivamente teníamos que ponernos al día. @@Annick McKinnon

Mi mente viajaba entre posibles diseños y la conversacion que se estaba dando. Muchas veces no podia entender como era posible que pensara dos cosas al mismo tiempo. Quizás tendría mas talentos para otras cosas y esperaba que mi hijo hubiese heredado eso de mi. Prestando atencion a lo que decia la bruja supe que una de mis mejores amigas estaba en el mundo magico y no me lo habia hecho saber. - ¿Aime esta en Londres? Ni siquiera me ha enviado una lechuza. ¿Como esta? ¿Ha cambiado en algo?- A pesar de hacerle un cuestionario a la Weasley pude notar que se quedo distante y por lo que hablaba seguramente sus pensamientos se quedaron con Su hermano. -Entonces ¿que tal tu relación con James después de eso? ¿Como se ha adaptado? Espero que pueda seguir compartiendo tan seguido con Alice.- Lo peor que le podia suceder a los niños eran los cambios drásticos y lo sabia por cuenta propia. A pesar de todo lo que nos había sucedido a Apros y a mi, mi pequeño seguía siendo muy respetuoso aunque distante al conocer personas nuevas. Cuando iba a contestar las preguntas de la bruja sobre mi hijo. Una alarma nos avisó que alguien había entrado en la tienda. La entrada estaba vinculada a las propietarias y cuando alguna de nosotras pasábamos por la puerta no se activaba la alarma. Decidí activar esa alarma para saber si había algún cliente y nosotras estábamos en el taller o en las oficinas poder ir a atenderles. El sonido no era molestoso, pero si era notable, algo así como un timbre. Bajamos enseguida pues le había dado el día libre a los elfos. Casi en la entrada había una chica que al ver a a Kassandra comenzó a hablarle, parecía que estaba ansiosa por comenzar todos lo preparativos. -Hola Charlot, mi nombre es Hilary Gryffindor, hermana de esta chica. Si quieres acompáñanos a la oficina allí tenemos todas las muestras de tela y demás.- nos dirigimos al elevador para subir a la tercera planta. - Normalmente hacemos eso en el Atelier, pero la ocasión amerita que no se mezcle nada con nuestros otros trabajos. Le sonreí a la chica esperando que no pensara que soy una grosera. - Respondiendo a tu pregunta Kass, deje a Apros con mamá en la mansion. Esta sumamente guapo y nada de rompiendo corazones. Con siete años solo le pertenece a su mamá y a sus tías.- sabia que eso se acabaría pronto cuando su padre nos encontrara y consiguiente la madre de el. Pero definitivamente ella no sabia de lo que yo era capaz por mi hijo. Solo lamentaba que su padre no se opusiera a su madre. @@@Charlot Gryffindor

Mi mente imaginaba el momento perfecto del compromiso. Siempre había deseado tener un momento así, pero la vida se había opuesto a ello. Primero con el que por años había pensado que era el padre de su hijo y luego con el verdadero padre. Aun no había contactado con el y eso la hacia sentirse triste, pero no dejaría que eso empañara el momento especial que estaba pasando su hermana. Mi cuerpo estaba recostado frente a mi escritorio mientras escuchaba la historia. No podia evitar jugar con algunos de mis rizo mientras bebía de mi té. Cuando Kass acerco su mano con el anillo me acerque para observarlo detenidamente. No sabia mucho de joyas, ese era el departamento de Little, pero a mi me parecía perfecto para la bruja. Esta tarde estaba particularmente soleada aunque se podia notar un poco la acostumbrada humedad de Londres. Abrí las cortinas detrás de mi escritorio, la tela blanca en chiffon mágico un regalo de las hadas de Dunkeld. Era un regalo tan preciado que ninguna quizo diseñar nada para venderlo y terminamos creando esas cortinas donde las podríamos ver siempre. Bebí un poco mas de mi taza para sentarme en mi escritorio a guardar todos los detalles que había traído del viaje mientras escuchaba todo lo que decía la bruja. -No te desesperes, así no podrás pensar con claridad. Ademas somos brujas, el trabajo que le toma meses a una muggle nosotras lo hacemos con un giro de varita.- a pesar de que intentaba calmar a la Weasley, pero ella no parecía muy segura. Suspire con una sonrisa pues realmente no sabia lo que era sentirse así a días de unir tu vida con la persona que amas. - La sortija es hermosa ahora solo tenemos que encontrar algo que vaya perfecto con ella y contigo. Al menos no tenemos que diseñarle a Lit, creo que seria la mas difícil de las tres. Seguramente seria un diseño muy provocativo o de color negro. Espero que nunca decida casarse con una de esas túnicas horribles de su familia.- Me levante de mi asiento dejando la taza sobre la mesa acomodando mi vestido corto de mezclilla azul y detalles a mano alrededor del cuello. - Hablando de otra cosa ¿como esta tu hermanito? El hijo de Aime. ¿Papá está en Londres o esta en alguno de sus viajes? No le vi cuando llegue a la mansion.- el alejarme de Londres siempre creaba un gran vacío en mi vida tenia que recuperar el tiempo perdido, pero la realidad es que eso nunca sucede. @

La tarde estaba totalmente fresca, se veía un mínimo rocío sobre las hojas de las plantas del jardín Gryffindor. El camino hacia la puerta era igual a mis recuerdos de niña. Y pensar que ya habían pasados muchos años de eso. Una ráfaga de viento hizo que cerrara los ojos por un momento recordando como me había sentido la primera vez que vi esas puertas en brazos de mi padre Elvis. Nunca había tenido un hogar, por un tiempo nadie me había cuidado como papá Elvis. Abrí los ojos para entrar por la puerta dejando mi maleta en la entrada pues sabia que algún elfo lo recogería. Solté mi cabello del hongo que tenia dejando caer mis rizos negros en la espalda. Me dirigí directamente a la cocina aun sin encontrarme a nadie de la familia. No era que estuviese huyendo, todo lo contrario, seria muy extraño no encontrar a alguien allí. Aunque mis intenciones eran distintas, una taza de chocolate caliente y las galletas prohibidas de papá. Nunca olvidaría como no podíamos comerlas antes de cenar. Solo esperaba que mi hermanito no sufriera lo mismo que nosotros. Al llegar vi una elfina haciendo sus quehaceres los cuales detuvo al verme entrar por la puerta. -hola- comencé diciendo con una sonrisa. -Se que es extraño verme en la mansion y mucho mas en la cocina, pero esperaba encontrar chocolate caliente con jengibre y las galletas de papá. ¿No se habrán acabado verdad?- no sabia como se llamaba el sabor de esas galletas, algún día tendría que preguntarle a Elvis. Off Hola familia. Se que soy una abandonadora, pero por aqui estoy por un tiempito. Lamento mi mini rol, estoy fuera de practica.

Habia estado viajando por varios meses en busca de telas y materiales para la nueva colección de Avant. A pesar de haber estado en cualquier parte del mundo me había llegado una lechuza con la invitación de la boda de Kassandra y una extensa carta de que necesitaba ayuda con el diseño de su traje. En ese momento decidí que la colección podia esperar ya que no tenia fecha y pues la boda si la tendría. Había llegado la noche anterior y lo primero que haría es llevar los materiales al taller y directo a la oficina. Al llegar se podia ver casi un espectáculo, muestras de telas por todos lados, incluyendo el piso. Accesorios,diseños, colores, encajes. La oficina era un caos y en el centro se podia ver a una bruja muy confundida. Solo agradecía a Merlin el haber parado por dos tazas de té para llevar. - Creo que debes comenzar por calmarte un poco. Té de hierbas, espero que te guste.- dije dandole la taza de carton. Con varios movimientos de varita todo comenzaba a acomodarse.- y organizar todo por secciones. Ahora respira y dime, ¿como te comprometieron?- No podia evitarlo necesitaba todos los detalles. Apros estaba con sus abuelos y tendrían toda la tarde para ellas. No sabia si podían quedarse hasta el amanecer pues pronto Kass seria una Señora, pero sl menos lo intentaría.

Perpleja, confundida, definitivamente un gran manojo de emociones. Todo esto fue lo que sentí por un momento. No tenia nada que ver con el clima el cual ya estaba comenzando a dar indicios de las nevadas. Mi amiga Kass ahora era mi hermana/cuñada, parecía ser que le gustaba complicar el titulo de nuestra relación. No se conformaba con sobrina o hija de mejor amiga. Y a pesar de la defensa de la bruja hacia el mago, que resultó ser mi hermano, no pude guardar mi varita. Me sentía vigilante por lo que comencé a jugar con ella entre los dedos. Me acerqué al que seria mi escritorio, el que le daba la espalda a la ventana. Decidí no esperar mas pues necesitaba sentarme por un momento. Luego de que Little apareciera y tomara control de la situación me voltee rodando un poco mi asiento para mirar hacia el callejón. Mis pensamientos viajaron a mis tiempos de la Academia donde se formaron los cimientos de esa hermandad donde hoy se había convertido en una sociedad. Mis pensamientos me llevaron hasta Aime. ¿Como estará? ¿Seguirá en el mundo mágico o en el muggle? ¿Sabrá lo que hace su hija? -Me encantaría que pudiera estar en la inauguración.- no sabia si me habían escuchado, pero ignoré el hecho. Mi mirada se centro en Groter mientras este hablaba, no pude evitar reirme en voz alta. -Ya puedes relajarte. Tienes que entender que hay que estar a la defensiva con tantos ataques. Ademas tu voz masculina apareció en un lugar donde por el momento solo se esperaba escuchar voces femeninas.- guardé la varita en mi bolsillo mágico mientras me levantaba del asiento. -Gracias por el cumplido. Que bueno que te agrade porque ya que me diste un susto de muerte tendrás que ayudarnos a repartir las invitaciones de la inauguración por todos lados. -Vi a las chicas con intención de preguntar donde estaban las invitaciones pues aun no habíamos organizado la oficina y no se veían pergaminos acumulados. -Aun no las tengo llegaran por lechuzas. Y tu. - dije refiriendome al mago. -¿Que esperas para abrir la botella? ¿Un ritual o algo por el estilo?- Ibamos a tener semanas largas repartiendo esos pergaminos. Despues del champane lo mejor iba a ser que ordenaramos cena en algun negocio del callejon. Ya moría de hambre y queria regresar a buscar a mi hijo. La felicidad me embargaba al pensar que nuestro sueño estaba a punto de arrancar. @ @@Groter Shulton Granpié Shulton Granpié @@Little G.

Poco tiempo había pasado cuando apareció Kassandra, le sonreí cuando me saludó con un beso en la mejilla. Le miró la ropa evaluándola, se había propuesto evaluar ese aspecto en cuanto llegaran al local. Ellas tenían gustos muy distintos, pero tampoco era que fueran a crear una imagen exagerada. Aunque a quien tenia que vigilar era a Little desde que había llegado sus vestimentas eran muy estrambóticas. - Espero que no tarde ya quiero sentarme en alguna de esas sillas. Aunque estoy casi segura que escogerá el escritorio que esta frente a Coco, es su diosa.- no pude evitar reír un poco pues recordaba la primera vez que mi prima me había hablado de Channel. Había hecho un gran teatro incluso había creado proyecciones de imágenes, huera sido una gran maestra en el tema. Pensando bien en eso quizás en el Atelier pudiéramos ofrecer talleres por algunos galeones y podríamos enseñar a confeccionar algunas cosas sencillas. Exhale un poco de aire quitando la mano de mi barbilla la cual no me había dado cuenta que tenia ahí. Mi amiga miraba por el ventanal por lo que me recosté del borde del escritorio mas cercano. - A ver Kass ¿como es eso de que ahora perteneces a la familia Gryffindor? Me he enterado esta mañana cuando desayunaba en la mansión.- dejé que me explicará un poco la situación antes de cruzar los brazos y sonreír de lado. -Entonces ahora somos hermanas. Te digo que deberas tener cuidado con papá teniendo tantos hijos podrías cometer incesto.- No pude evitar reír cuando vi el rostro de Kass pues no era muy difícil ni poco común que eso sucediera. Estaba entretenida hablando con la bruja cuando sentí la presencia de un hombre en la oficina. En poco segundo estaba en posición de ataque con mi varita en mano. Se supone que nadie podía estar en el lugar aun. El intruso extendió sus brazos para luego decir "sorpresa". Algo aquí no cuadraba por lo que levante una de mis cejas evaluando todo lo que poseía.

Había regresado hacía poco tiempo al mundo mágico y que mejor que abrir un negocio con sus mejores amigas. Una de ellas me lo recomendó para distraerme de todo lo que estaba pasando en lo personal. Estuvimos varios dias buscando el local perfecto hasta que Kassandra lo encontró. La decoración fue algo más complicado hasta que decidimos que cada una se encargaría de un nivel con su respectivo departamento. Fue la mejor idea ya que el lugar quedó hermoso. Hoy era el primer dia que se usaría el local luego de acomodar todo en su lugar. Aun había mucho que organizar para el gran evento de apertura. Little, Kassandra y yo habiamos quedado en Avant Garde, para algo teniamos una oficina alli. Dejé a Apros en casa de mi padre, aunque era un niño muy bien portado no quería arriesgar nada del local hasta inagurarlo. Hoy estaba vestida con una camisa blanca y pantalones grises con un lazo al frente. Mi cabello negro ondulado tenia una trenza a medio moño y el resto del cabello cayendo en mi espalda. Y mis zapatos eran unas plataformas cremas que combinaban a la perfección. No estaba vesida de oficina, pero si tuvieramos que atender a alguien estaba presentable y sobre todo comoda. Con la calor del verano no quería saber de capas asi que no tenía ninguna. Traia una cartera pequeña con mi varita y una bolsa de galeones. Entré en el local para inmediatamente pasar por las puertas de cristal, dirigiendome al elevador mágico presioné el botón que me llevaba a la oficina. Al abrir la puerta entré observando el lugar, me encantaba su decoración al menos en ese nivel nos pusimos todas de acuerdo. Ahora faltaba estomar cual escritorio sería el de cada una, aunque suponía que Lit se decidiría por el que tiene a Coco Channel a sus espaldas.

Hola!!!! Saludos, paso para que sepan que ya abrimos la bóveda del negocio Avant Garde y que de paso aprueben la misma. Esperamos que se puedan pasar por alli. Si son duendes de Gringotts le hacemos descuento especial por tiempo limitado asi que aprovechen. *Dejo chocolates* Nombre del Negocio: Avant Garde Link a la Bóveda del Negocio: Link Trámite a Realizar: Aprobación de bóveda

1.- Link del tópico de la ficha del o los dueños y links a sus respectivas bóvedas personales: Little G Ficha ll Bóveda (Porcentaje de ganancias 10%) Kassandra Weasley Ficha ll Bóveda (Porcentaje de ganancias 80%) Hilary J. Gryffindor Ficha ll Bóveda (Porcentaje de ganancias 10%) 2.- Link del tópico de registro del negocio aprobado: Registro 3.- Link del local aprobado: Local 4.- Link de las familias del o los propietarios: Familia Karkarov Familia Weasley Familia Gryffindor 5.- Link de la bóveda de las familias del o los propietarios: Familia Karkarov Familia Weasley Familia Gryffindor

Deslizando mi mano quité las gafas que estaban sobre mi cabeza para dejarlas a un lado. Suspiré tratando de controlar mis emociones, bebí una vez mas de la taza para dejarla sobre la mesa aun a medias. - Lo se Lit, pero para él su madre es muy importante por lo que intente darle una oportunidad.- Sabia que aun en su apariencia tranquila la Karkarov estaba molesta, pero por lo mismo siempre se hacia expresar de pensamiento frío. -Si nos vamos al sentido literal de la palabra, pero aun así no tenemos que discutir temas de adultos frente a un niño de cuatro años. Eso era lo que tenía Apros en ese momento. Y sabes que ni en las familias mágicas mas antiguas se discuten temas de adultos frente a los niños. Ese dia el niño estuvo muy triste sin siquiera enteder lo que significaba la palabra. El necesita a su padre, pero no un apellido. Para ese le pongo Gryffindor o Lawrence, hasta Currington. Apellidos tiene de sobra.- Mi mirada se perdió en el paisaje mientras escuchaba las palabras de mi amiga. Los cristalinos ojos se posaron sobre la taza a media que reposaba sobre la mesa. Cuando escuché el nombre de mi pareja levante los ojos mirando directamente a la bruja. -Realmente no, eso fue lo ultimo que le dije justo antes de aparecerme aquí hace un rato. Le daré dos días. Y no me importa que sean herederos del mismo Merlin no voy a permitir que Frida arruine la vida de mi hijo como lo hizo con su cumpleaños.-

El paisaje era hermoso, estaba segura que pronto comenzaría a atardecer. Estando en el Caribe me estuviese sintiendo sofocada por el sol de la hora. El comentario de mi prima me hizo mirarla con el ceño fruncido. Entendía perfectamente sus palabras y gestos. No es que me agrade siempre comenzar, pero ella no lo haría. Tomé una poco de té para organizar mis ideas. -¿Recuerdas que les había contado que él padre de Apros apareció en mi casa muggle? Pues seguí el consejo de ustedes regresé allá intentando arreglar las cosas entre nosotros. Llegar a algún punto medio con su madre.- A este punto recordando todo ya volvía a estar enojada. - Aggh ¡Lit te juro que es imposible! Esa mujer quiere tener todo el control de Ashton y de Apros, sin olvidar que me esta arrastrando a mi. Le dije a Ashton que tenia que decidir si seguir lo que su madre quería o hacer lo correcto para Apros. Su hijo es su familia y ese mujer me envenena. ¡Se atrevió a decirle bastardo a mi pequeño!- Literalmente Frida me tenia envenenada el sistema. La bruja era totalmente arcaica y tradicional. Conociendo a mi prima quemaria viva a la bruja, inclusive yo siendo la mas pasiva tenia ganas de hacerlo. -Todas las discusiones de Frida las hace frente a Apros. He tenido que darle la instrucción s Duli que se lo lleve a otro lugar cuando ella empieza a discutir.- Recordar los ojos azules de la bruja mirando de forma maliciosa e imponente me hacia hervir la sangre. Intentando calmarme bebí varios sorbos del té. @@Little G.

Como siempre que se trataba de algún elfo Little había logrado su objetivo con dureza. No hice ninguna protesta pues no había llegado a ser grosera. Noté a mi pequeño adormilado en sus brazos cuando me hizo una seña para que la siguiera. Mientras caminaba intentaba recordar los pasillos pues estaba segura que no estaría todo el tiempo con ella. Escuché las palabras de la bruja riéndome un poco. - Me refería a Kassandra, pero estoy de acuerdo contigo con el tema de Aime. Muy autosuficiente como tú.- Mi prima se mantuvo en sus pensamientos en el momento justo, mis ojos verdes rodearon la habitación admirándolo. La Karkarov dejó al pequeño mago sobre una de las camas. Me acerqué sonriéndole estando junto a la cama me quite mis zapatillas negras sin tacón. Con un movimiento de varita cambie la vestimenta del mi hijo por unas pijamas azul con snitch doradas, las cual su padre había encantado para que no revolotearan pues el movimiento le hacia cosquillas al pequeño. Dejé su cuerpecito en el centro de la cama rodeados de almohadas y arropado, lo ultimo que hice antes de que cerrara sus ojito fue darle un beso en su frente. Cuando estuve segura que se había dormido por completo me levanté de la cama dejando sus cabellos quietos. Su calmado respirar fue lo ultimo que escuché antes de cruzar las puertas de vidrio. -Esta lugar es hermoso, ya había olvidado esta sección.- El viento soplaba mi cabello haciendo mis rizos danzar. Mi vestido era de colores primaverales haciendo le juego a el momento y la época. Me acerqué hasta la silla vacía dejando una de mis piernas entre yo y el cojín me senté para agarrar la taza que estaba servida. Suponía que era mía pues las manos de Georgina estaban ocupadas con una copa. - Muy bien. y en esta ocasión, ¿quien comienza a hablar?- Hablaba de forma jocosa, pero ambas sabíamos que ninguno de los próximos temas serian un chiste. @@Little G.

Hola Aquí estoy de regreso, quiero editar mi historia. Todo lo demas no quiero hacerle cambios. Por el momento. Si tengo que hacer algun otro cambio lo haria dentro de los proximos meses. Historia: La vida es complicada, no importa si son muggles o magos y la mía no es la excepción. Durante mi niñez fui criada por Alex**, hermana de James Potter, pensando que era hija de James** y Lily Potter.** A los 10 años me quedé sola, cuando ella desapareció, siempre había pensado que fue secuestrada por mortífagos, pero ya no se qué creer. Estuve algunos meses viviendo sola en una casa en Puerto Rico, donde Alex** había huido cuando los Potter fueron atacados, mi magia me protegió de alguna manera porque a esa edad ningún niño hubiera podido sobrevivir solo. Hasta que en una primavera me encontró Elvis F. Gryffindor vagando por las calles. Se sorprendió mucho de mis poderes y más aun que estuviera sola. Recuerdo con gracia que me estaba robando la leche de un mercado, pero también con mi magia bloqueaba las cámaras de seguridad del establecimiento, había sido mi manera de sobrevivir por un tiempo. El corazón de Elvis demostró la gran valía de la Familia Gryffindor, me recogió y me llevó con él junto a su familia, adoptándome como su hija. Cuando pequeña pase mucho tiempo en Ottery St. Catchpole, mas especifico en la Mansión Gryffindor. Viene a mi memoria mis hermanos jugando y en parte molestado. Recuerdo a mis primos, en especial a Seba que siempre me molestaba con mi juguete favorito, siempre tratando de quitármelo porque él era más grande y por eso el mandaba. Ahora que lo piensa debió de haberse visto muy gracioso desde afuera de la pelea. A la edad de 11 años en ese verano mientras desayunábamos me llegó la carta de Hogwarts donde estudie hasta los 17 años y en la cual estuve en la casa Ravenclaw. Al terminar Hogwarts hable con mi padre y decidí ir de nuevo al Caribe a buscar información sobre mi tía y mi familia biológica, o la que pensé que era. Después de 2 años regresé a Londres, sin tener la suerte de encontrar algo sobre mi familia biológica. Había vuelto con mi familia adoptiva, la cual considero mi familia, y a seguir mis estudios los cuales había dejado para irme al Caribe. Estuve cursando en la Academia por un tiempo, pero estando en mis cursos Avanzados me llegó una lechuza. El ave de color chocolate y negro se me acercó sus ojos aunque pequeños eran escalofriantes. Tomé el pergamino y pude ver una nota con las palabras escritas en sangre. Decía que tenían a mi tía Alex** y que debería tomar la carta que se convertiría en un traslador para salvarla. Nunca me pareció obra de los mortífagos esa carta y ese secuestro. Pasé por momentos muy difíciles, para comenzar me fui de Londres sin avisarle a nadie y aunque me prepare para cualquier eventualidad no fue fácil. Vi a mi tía morir y destrozada físicamente, estaba viva de milagro pues no cualquiera lo hubiera soportado hasta ese momento. Ahí supe que no era hija de los Potter, pero por más que Alex** lo intentó murió antes de decirme más sobre mi familia. Ni siquiera pude enterrarla pues los secuestradores llegaron y yo tuve que huir en escoba salvándome por los pelos. Luego estuve vagando por Brazil y Latinoamérica por una semana más, no deseaba ver a nadie, pero finalmente decidí regresar a la casa en Puerto Rico esperando encontrar alguna información allí. Grande fue mi sorpresa al encontrarme a la que hoy es mi elfina Domestica, Duli, ella había pertenecido por generaciones a mi familia sanguínea y ella me guio desde ese momento. Descubrí que era una Currington, conociendo unas primas lejanas quienes una de ella era una de mis mejores amigas casualmente. Y recibí mi herencia, el Edificio Currington, donde ahora soy matriarca junto con Little G. Después de un tiempo continué mis estudios en la Academia aunque lo tomé con calma pues tenía muchas responsabilidades, hasta que me gradué decidiendo ir al bando de la Orden del Fénix. No estuve mucho tiempo para acostumbrarme a este nuevo paso cuando apareció una joven mujer en el Edificio donde residía y era dueña. Llegó con una carta, escrita por mis verdaderos padres. En ella decía que estaban muertos y que la joven bruja era mi hermana mayor. Desde ese entonces intenté convivir conociendo a Linzey Annel y a través de ella conocer a mis padres. En ese tiempo me enamoré de un mago con el que estuve más de 2 años. En ese tiempo tuve a mi hijo Apros, el cual pensé que era hijo del mago que estaba enamorada. Poco después de que mi bebé cumpliera su primer año supe la verdad. La noche que quedé embarazada mi pareja me había drogado con una magia especial metiendo a otro hombre en mi cama. Mi hijo no tenia padre y yo había estado con un desconocido. Cuando fui a reclamarle a mi pareja se volvió agresivo por lo que huí del mundo mágico. Siempre tendría mi casa muggle donde viví con mi tía Alex**, ese fue mi refugio. Apros comenzó a crecer sin problemas, siempre le conté que éramos seres especiales y que teníamos familia en Londres. Acostumbrábamos ir todos los días a un parque cerca de la casa, allí fue donde conocí a Ashton. El hombre se acercó a simplemente hablar, siempre estuve a la defensiva por lo que me parecía sospechoso. Esa fue nuestra rutina por un poco mas de un mes. Hablar en un banquillo mientras Apros disfrutaba de los columpios, hasta que me invito a salir un día. Le expliqué que no podía pues tenía que cuidar a mi pequeño, realmente no le importó pues quería que saliéramos los tres. Así comenzó mi relación con quien yo pensaba que era un muggle. Ashton nos visitaba en la casa, me encantaba verlo jugar con Apros, era muy dedicado y recordaba todo detalle del pequeño. Cuando Apros ya tenia tres años luego de llevarlo a tomar su siesta Ashton se acercó a mi. Me dijo que se había enamorado de mi y que por esa misma razón necesitaba contarme la verdad. El era mago, sabía quien yo era y Apros era su hijo. Me dijo que el día que estaba borracho cuando todo sucedió, que no se acordaba de nada sobre aquel momento. Que su hermano había sabido que se había acostado con una mujer, pero que el pensaba que era muggle. Hasta que supo que era yo, una bruja y que habia tenido un hijo. Que desde entonces me había buscado, pero ya yo había huido del mundo mágico. Le tomó casi un año el encontrarme en Puerto Rico. Y desde entonces solo se había dedicarnos a conocernos, pero que quería tener una relación real conmigo y con nuestro hijo. Me espanté le pedí que se fuera de mi casa. Por una semana no dejé que entrara a mi casa, cada día me enviaba flores pidiéndome disculpas y una nueva oportunidad. Al final acepté, llevaba conociéndolo por mas de un año y no era justo que alejara a mi hijo de su padre por mi desconfianza, pero seria bajo mis reglas. Las cumplió cada una de ellas, inclusive siguió siendo detallista conmigo haciendo que me enamorase de él. Comenzamos a vivir juntos en el mundo muggle como una verdadera familia. Siempre pensé que estaba siendo injusta con mi familia mágica, pero me daba temor de que mi ex pareja rastreara alguna carta y nos encontrara. Todo estaba bien hasta que un día apareció en nuestra puerta Frida** la madre de Ashton. Estábamos los tres jugando en la sala, el mago fue quien contestó la puerta con voz seca dijo -Madre- le interrogó que hacia allí y como le había encontrado. Mi pequeño estaba asustado y yo en total alerta con mi varita en mano. La escuché decir que eso no importaba que quería conocer a su bastardo y a su futura esposa, que si yo no me casaba con él nos quitaría a Apros. Sin pensar ni escuchar mucho mas desaparecí con un giro de varita. Aparecí en Ottery frente a la Mansión Gryffindor rápidamente llegué a mi habitación y les envíe una lechuzas a mis amigas, necesitaba su ayuda. Ellas me hicieron entrar en razón no podía seguir huyendo, tenía que enfrentarme a la madre de mi novio y regresar a casa. Porque eso era lo que quería hacer estar en Londres con mi familia. Luego de unos días regresé a Puerto Rico enfrentándome a Frida y dejándole saber que sobre Apros decidimos solamente Ashton y yo que somos sus padres. El mago y yo estuvimos organizándonos hasta que Frida quizo hacer su voluntad para el quinto cumpleaños de Apros. Le pedí a Duli que preparara una maleta con las cosas de Apros y mías. Le dejé saber al mago que regresaba a Londres, era su decisión si seguía a su madre o a su familia. "No voy a dejar que ella domine mi vida ni la de Apros, los tiempos han cambiado y yo soy la madre del niño, no ella. Te amo Ashton, pero esta es una decisión que tu debes de tomar." Deje que Apros lo abrazara y le diera un beso en la mejilla para luego darle un beso en los labios. Con lagrimas en los ojos desaparecimos para aparecer en el mismo medio del Callejón Diagon.

Definitivamente mi amiga tenia algo mal en su cabeza, rodé mis ojos cuando me expresó que no le importaba si su vestimenta era adecuada. Definitivamente seria una guerra eterna en el tema. -¿Quien se está acostumbrando realmente, Aeryn o Valkyria?- No pude evitar reír pues sabía que mi prima se volvía blandengue con sus nietos, algo que no hizo con sus hijos. Mirar a Georgina interactuar con Apros me daba mucha paz interior. No importaba cuan cambiada pudiera estar la Karkarov ella era parte de mi familia. Alzó en brazos al pequeño mago que seguía jugando con su cabello. -Como quiera me gusta.- le dijo en un susurro a su tía. -Entonces estamos en las mismas.-No pude evitar refunfuñar al recordar todo lo sucedido en mi casa muggle. Seguí escuchando a la bruja cundo vi a mi hijo recostar su cabeza sobre el hombro de ella. - Si lo mejor es conseguir esa habitación. Apros necesita su siesta, no durmió muy bien anoche.- Me dirigí nuevamente al elfo pidiendo la habitación, que tuviera 2 camas y un buen balcón. Así el pequeño mago podría dormir bien sin nosotras interrumpir ninguna conversación o bajar la voz, estando en el balcón estaríamos mas cómodas. La criatura comenzó a buscar para dirigirnos a un buen lugar mientras co continuaba con Little. -Es cierto, desde casi el nacimiento de Apros no se de Aime. Lo lamento por Kass supongo que debe ser difícil para ella. La verdad que no pude hablar mucho con ella en mi ultima visita, ¿como se encuentra? ¿Ya tiene novio o va a ser la eterna soltera como su madre?- Siempre voy a recordar cuando Aime decidió que seria monja, incluso se vistió como una caminando por todo el Edificio Currington. Si no llega a ser por Gitax seguro Aime se hubiera quedado en el celibato. @@Little G.

-¿Tiempo indefinido? ¿Qué te parece si pedimos dos habitaciones? – Por un momento me quedé desencajada, esa voz la reconocería hasta en el fin del mundo. Me voltee soltando la mano de mi hijo para encontrarme con una mujer extraña frente a mi. -¿Little?- Tuve que pestañear varias veces para encontrar a mi amiga en esa mujer. Su in embargo, su sonrisa fue lo que me hizo estar segura de que era ella. Por lo que me acerque a abrazarla. - Espero que estés muy consciente de que tu vestimenta no es para nada adecuada.- Guerra eterna de mi parte intentando vestir a las trilliz y a Kass. Pensándolo bien por rdo quizás Little se fue del mundo mágico, para que no hiciera lo mismo con su hija. -Y Aeryn ¿dónde esta?- pregunte separando el abrazo. -¿Acabas de llegar o llevas un tiempo acá en Ottery? ¿Has visto a Kass, a tu madre, a alguien?- Me sentía como reportera, pero el encontrarlo me hizo querer alejar mi mente del enojo aunque fuera por un momento. -Apros saluda a tu tía ¿o la dejaras con los brazos abiertos?- El pequeño la veía de forma extraña, cuando la abrazó lo primero que hizo fue tocar el pelo de mi amiga y preguntarle si era de verdad. Sonreí de lado, la verdad mi hijo hace muy buenas e incomodas preguntas.

Había pasado unos meses, realmente me era imposible establecerme teniendo que viajar constantemente del mundo mágico al mundo muggle. Lo cual me hacia estar bastante enojada. La mayoría de mis pertenencias seguían en el mundo muggle donde había dejado nuevamente a mi novio con su entrometida madre. -puff- Realmente era molesto y ya yo había decidido que hacer. El viento soplaba el cabello negro suelto mientras caminaba en una mano sostenía una maleta donde guardaba algo de ropa, en la otro la mano de mi hijo con 5 años recién cumplidos. Cumpleaños que no había podido celebrar por culpa de la madre de mi novio. Al abrir la puerta del refugio la brisa momentánea hizo que la falda de mi vestido se ondeara. Rápidamente busqué un elfo que pudiera ayudarme. -Disculpe, necesito una habitación para 2, el tiempo es indefinido.- Levanté las gafas de sol sobre mi cabeza para poder mirar mejor el lugar. En el mundo mágico los lugares variaban muy poco por lo que parecía estar viendo un recuerdo.

Las chicas tenian razón, tenia que pensar con claridad y dejar mi temor por esa mujer a un lado. Lo mejor era saber si estaba embarazada, en un principio por eso les había escrito porque sola no iba a poder con la noticia. Aun no sabia si ponerse feliz o de alguna otra forma. - Quiero hacerme esa prueba, ¿no hay algún lugar que vendan la posición? Quiero pasar la noche con ustedes, pero también quiero buscar a Apros. Mi hermana debe estar volviéndose loca con el.- Sonreí de lado, sabia cuan travieso podía ser mi hijo. -Ya después que tenga los resultados de la prueba pues decido si mandarle una lechuza o no. Se que el me encontrará como quiera, pero si estoy embarazada creo que debería decirle. ¿No?- En ese caso me quedaría con ellas, se que me podrían ayudar para que la madre de mi novio no entre al refugio quedando protegidos Apros. Por ahora esas eran las cosas que mas me importaban.

Estaba nerviosa y comenzaba a decir tonterias. Definitivamente tenia que estar embarazada, estaba emocional y no pensaba con claridad. Las palabras de Aime taladraron mi celebro y en cierta manera por eso habia regresado a casa de mi padre. -Tienen razon estoy nerviosa y comienzo a decir sandeces. Por eso mismo he regresado al mundo magico. Aqui estan ustedes, mi padre y el resto de mi familia. - -El resgresar no es exactamente huir ni de él ni de su madre. Lo conozco y seguramente estará aqui la proxima semana buscandonos sabiendo que no he regresado a nuestra casa muggle.- suspiré limpiando finalmente mi rostro. Alcancé nuevamente la taza de té para beber de ella, estaba demaciado nerviosa y tenia que tranquilizarme. Ya había hablado de mi posible embarazo y no exactamente como iba a hacerlo. Miré a Aime cuando habló de las medidas anticonceptivas, era bastante ironico porque despues de Apros y la situación con el demonio no pensé que necesitaria alguna medidas mágicas. -Si estaba usando medidas anticonceptivas... Muggles, al parecer no son muy efectivas en el cuerpo de una bruja.- La reacción de Little era de esperarse pues la bruja no tenía mucha paciencia. -Hace casi una semana que comence a sospechar. Decidí quedarme aquí, sea como sea es mi hogar y aquí está mi familia. Si me llegara a pasar algo se que papá o alguna de ustedes protegerían a mis pequeños. En el mundo muggle nunca se hubieran enterado que algo habría pasado.- Sabía que era cierto, en el mundo mágico estaríamos mas protegidos. Ademas es a donde pertenecíamos. Miré a Kass mientras hablaba, ademas no estaba segura si usar los amuletos después de que Aime explicara lo que explicó al principio de la conversación. -Creo que tienes razón, debería de salir de dudas ya. Ni siquiera se como hacer esa poción. Con Apros fui a San Mungos.- suspire para jugar con un mechón de mi cabello y la verdad es que estaba hecha un manojo de nervios y emociones. Todo un desastre.

No habia tenido que decir nada para que sus amigas entendieran lo que intentaba explicar. Sí, si se habia acostado con él, pero no fue una simple noche romantica. Le sonreí de lado a Aime ante su comentario, ¿que si habia sido buen amante?. Puff. -No Lit, no te equivoques, su prioridad es Apros y siempre lo ha sido. Al igual de que nunca permitiria que se acercara ni a mi ni a mi hijo si fuera un hombre peligroso. Lo hubiera maldecido aun si hubiera estado en el mundo muggle.- No era exactamente eso lo que me espantaba o quizas si lo hacia. Aun no estaba segura de que me habi hecho huir de ese hombre. "Claro que lo sabes..." Hay estaba nuevamente mi mente hablando cuando tenía que cayar. - El hizo de todo para enamorarme, ademas de forma muggle. En una ocasión me estaba contando de su familia, me dijo que si descubria que teniamos un hijo juntos nos obligaría a casarnos. Pero estabamos tranquilos porque nadie de su familia sabía donde estaba él.- Caminé hasta el asiento nuevamente, ya mis ojos derramaban lagrimas. Bajé el rostro y con mis manos lo tapé de cierta forma avergonzada. -Yo no me quiero casar con él, con nadie en realidad. Aun no, solo llevábamos un poco más de un año juntos. Y no se ni como su madre apareció en mi casa muggle con coordinadores, diseñadores y montones de cosas más.- Seguramente Aime estaría muerta de la risa imaginando a una loca con montones de pergaminos en mano, pero aun peor. La aristocracia y elegancia de esa mujer era espantosa. -No creo que él haya sabido que ella iría a mi casa. Su rostro era sorprendido y molesto, pero no podia quedarme. Mientras peleaba con su madre agarré a Apros y desaparecí de allí hasta la Mansión Gryffindor.- Ya intentaba limpiar mis lagrimas mientras les miraba. Ahora estaba a merced de ambos del demonio y del mago, pero sobre todo de la bruja loca. - Debería huir de nuevo, al mundo muggle, desaparecer y que no me encuentren. Ademas creo que estoy embarazada nuevamente y si ellos se enteran... No puedo lidiar con eso.- Había soltado prenda sin darme cuenta, ya estaba tan alterada que no pensaba lo que estaba diciendo. O mas bien decía lo que estaba pensando, pero sin filtro.

Mi mente seguía recordando los sucesos con detalle sabía que las chicas tenian muchas dudad y que querian protegernos. Yo hubiera hecho lo mismo por ellas. -No espera que se complicara todo esto Lit. Pensé que estaría en el mundo muggle por el resto de nuestras vidas y todo se arreglaría.- Pero que equivocada estaba, aun en el mundo muggle las cosas se podían complicar porque el unico que no me podia seguir era el demonio. Kass me dio los amuletos, confiaba en ella y sabía que la bruja había conseguido lo mejor para protegernos. Escuché atenta a lo que decía, cierto era que no quería que me encontraran. "No seas mentirosa claro que quieres que él te encuentre" Mi mente me conocía mejor que yo y no la podia engañar. -Gracias Kass, esto será de mucha ayuda.- Respiré profundo dándome fuerzas para continuar. -No todo termina ahí, el verdadero padre de Apros nos encontró. El tenia 3 años y estabamos en un parque de niños. Al principio me asusté mucho, no sabía si venia con las mismas intenciones que el demonio.- -Ademas no pensaba bien de él, ¿cómo se había prestado para embarazar a una mujer drogada? Pero lo conocí bien y resulta que el estaba borracho esa noche, su hermano fue quien le hizo saber que había tenido una noche romántica con una mujer. Cuando supo por rumores que había tenido un hijo esa mujer pues me buscó, pero no me encontraba.- Tomé un sorbo de mi té el cual no sabía cuando había llegado. Me levanté para caminar un poco y por unos segundos le di la espalda a las chicas guardando finalmente los amuletos en mi bolsillo. Me voltee para mirar a las chicas, deje la taza sobre la mesa para jugar con mis manos. -Pensé que era muggle, no llegue a verlo usar la magia por mucho tiempo. Hasta una noche que Apros no queria dormir. Me dijo que no teniamos que esconderle lo que era. Yo... -exalé nuevamente era dificil contarlo todo. Bajé mi mirada a mis manos las cuales sentía fria. -No pude evitarlo, fue todo un caballero. Aun cuando seguía molesta por lo que había sucedido.- Sabía que excusarme no arreglaría nada simplemente crearia más confusión. ¿Como podia explocar lo que sentia mi corazón, como podia explicar que seguia teniendo dudas pero que lo inevitable sucedio?

Era increíble ver a las chicas allí, aun con el pequeño incidente entre Aime y Little. Me había sentado en uno de los asientos preparando mi mejor discurso, el cual aún no sabía ni como comenzar, pero como había dicho Kass era mejor por el principio. –¿Recuerdan a Apros cierto? Claro que sí, que tonta soy. El hecho es que él no es hijo del demonio al que yo creía. Resultó que me había endrogado y Apros es hijo de otro mago.- Aun recordaba cuando fue que lo supe y el muy cobarde había huido al inframundo luego de eso. –Realmente no me importa quién sea su padre, es mi pequeño y lo amo, pero tuve que irme. El demonio se había obsesionado con nosotros y la única forma de proteger al bebé era el mundo muggle. Allí él no tiene fuerza ni poder.- Pero había regresado y eso no era exactamente lo peor. Estábamos a merced del ataque de ambos magos, el demonio y el padre verdadero de mi hijo. Mis ojos verde aqua se nublaron con las lágrimas, acompañado de facciones de coraje. El recuerdo de todo volar a mi alrededor por la furia de haberme vista engañada por el mago que amaba, mi magia se había descontrolado. Lo único que había creado a conciencia era una barra protectora alrededor de Apros aun con meses de nacido. –Pensé en no hablarle a nadie del mundo mágico, pero ustedes son mi familia y no me pude separar. Ya han pasado 5 años desde que supe la verdad y otras cosas más han sucedido.- Mire a Kass a los ojos antes de continuar. –Por él necesito los amuletos, no quiero que se acerque a mi hijo, necesito protegerlo.-