Jump to content

Illidan Burke

Magos Expertos
  • Mensajes

    1.257
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    1

Todo lo publicado por Illidan Burke

  1. Sus ojos, mostrando un claro cansancio, batallaban por mantenerse abiertos, fijos en la pantalla al otro lado de la sala. Frente al tan usado artefacto muggle, un enorme sofá de cuero negro, era ocupado por aquel rubio, de aspecto desalineado, vistiendo de manera cómoda, un pantalón suelto, de color negro y una remera de tiras a juego. Sus piernas se cruzaban sobre una pequeña mesa de café. Su ante brazo se posaba a un lado, sosteniendo de manera poco confiable un cigarrillo. Tras una leve calada se puso se pie. Apago el artefacto y acerco a la ventana de aquel pequeño apartamento en Italia. Clavó sus ojos en el oscuro cielo europeo, con aquella ausencia de luz en el departamento, Illidan no podía ser percibido desde las afueras de aquel edificio. De repente un destello de una fuerte luz, exploto en un extremo de la sala, para luego apagarse poco a poco. El rubio intentando recuperar la visión de la sala, fue poco a poco avanzando hasta un cuadro colgado. En el podría apreciarse el modesto castillo que tiempo atrás había habitado. En el cuadro la luz que momentos atrás destellaba con una fuerza incalculable, ahora se apagaba poco a poco, hasta morir en lo que parecía ser una figura en el suelo, a metros de la puerta principal. El rubio no podía entender quien era, pero no había dudas que alguien había caído en sus abandonados jardines. Comenzó a correr como loco, pensamientos aleatorios pasaban por su cabeza, intentando entender que pasaba. Comenzó a abrir cajón tras cajón en busca de su varita, dejándolos caer al suelo y vaciando su contenido en la superficie . Tras unos minutos, aquello parecía una escena del crimen. Agobiado por no poder encontrarla, recorrió el lugar con su mirar decepcionado. Fue hasta que pudo ver, parte del mango asomándose bajo el sofá, la tomo y sin pensar en sus descalzos pies o en el frió nocturno de Londres desapareció. Un sonido anuncio su aparición en aquellos secos y tristes jardines, comenzó a correr hasta llegar al cuerpo, llevo la mano a la nuca de la dama, para poder así ver su rostro con mas claridad. Su corazón golpeo con fuerza al reconocer a la mujer. Su diestra sentía la calidez de aquel liquido escarlata. - Monica!!! - La llamó lo mas fuerte que pudo. No obtuvo respuesta. Comenzó a realizar las curaciones pertinentes. Una vez termino la cargo en sus brazos y se encamino al interior de la casa, temía que Monica no resistiera una aparición en aquel estado, por lo que camino hasta la sala. Deposito a la mujer en el sofá, acomodo su cabeza sobre uno de los almohadones y cubrió a mujer con una manta. Se mordió el labio inferior, entre pensativo y preocupado, buscando respuestas en su cabeza, como su fuera a encontrar algo mas que alguna que otra hipótesis. Volvió en si al notar la presencia de su elfo, Sunev miraba fijamente a la malfoy. - Viejo amigo.... - Susurro agotado. - Tráeme algo de beber, voy a esperar a que despierte y me cuente que paso.... - Agrego con esfuerzo y se dejo caer en un sofá individual junto al que ocupaba la pelirroja.
  2. y díganle a @ Lord Cubias  que voy por el puesto de ministro italiano

  3. pateaba hojas secas en el salón de aquel castillo que poco tiempo habitó. Resoplaba buscando alguna señal de vida, pero fue en vano, su elfo al ser libre de seguro se paseaba en alguna cocina de la zona comercial, haciendo lo que mas le gustaba. Por otro lado, de parte de su ex esposa, no había nada mas que un leve aroma perdido escaleras arriba. Avanzó hacia la cocina pero no pudo dar mas que tres pasos, al ver al dorso de la puerta de entrada, una foto con un mensaje, fijados en aquella madera, sostenidos ambos por un cuchillo simple y ordinario. la imagen mostraba a un rubio amordazado, lo reconoció de inmediato, pero la carta iba dirigida a el, sin mencionar la foto siquiera. Repaso las palabras varias veces, comprendiendo, que llegado el punto, y sin castigo de por medio, irían por el. Tomo su varita sin poder evitar borrar la imagen de Cillian de su cabeza, y conjuro un animal plateado, entre un brillo azulado, que salió despedido atravesando la puerta en busca de Ludwig. Se quedo allí de pie, en la sala principal del castillo Burke. Desolado, frio y rustico. Porque, a pesar de estar deshabitado, aun conservaba su toque. Jalo del cuchillo, para tomar la foto y la nota, y avanzo hacia la cocina, donde dejó ambos elementos. Lleno un vaso con agua del grifo, bebió apenas un sorbo, tanteando la calidad de la misma. Tras un largo trago espero apoyado en la mesada. Mirando de lejos aquella foto. Intentando entender, al menos, de que se trataba. - No tardes amigo... - Susurro, esperando que Lud acudiera a su llamado. @ Ludwig Malfoy
  4. díganle a @ Crazy Malfoy  que me pague lo que me debe!

  5. Desde su nueva postura no pudo evitar centrarse en la zona que había abandonado, bebiendo de a sorbos aquel trago, intentando recuperar el control de su vida. El mareo quedó atrás, y la vista ya no era reducida. Aquel trago de alguna manera le devolvía el control de sus extremidades, la inquietud poco a poco se desvanecía. Echó la cabeza hacia atrás, moviendo el mentón de un lado a otra, liberando tenciones, y al fijar la mirada al frente no pudo evitar ver a su ex esposa, con la vista fija en el, moviendo los labios dirigiéndose a su acompañante, el cual claramente también lo observaba. Intento recorrer el salón, evitando observarlos, pero fue en vano, hasta que aquella pelirroja abordo la barra, lejos de el, allí su atención se centro en ella, al menos unos segundos. Volvió la vista al frente, buscando por el arco de entrada alguna cara nueva, en vano, ninguna conocida. Se puso de pie, portando un vaso vacío, y pidió otro. Del mismo contenido, poco después aquel recipiente nuevo y repleto fue envuelto por su diestra. Se giró sobre sus pasos y rodeando el salón busco un nuevo punto de observación, intentando perderse entre los invitados. No se lamentó en ningún momento aquella escena, aunque le causaba curiosidad el saber de aquel dialogo, no tenia nada que reclamar, si ausencia fue el pie a mucho, no solo en su vida amorosa, sino en muchos otros aspectos. Pero también, desde algun punto, le daba ingreso a nuevos aspectos, sociales digamos, aun no explorados.
  6. Tras los saludos y presentaciones aquella otra mujer en la que se había fijado se acerco al grupo, o tal vez estaba mas próxima que el antes de abordar la ronda. Asintió con la cabeza en forma de saludo, y tras ser correspondido con el abrazo de Ada, escucho las palabras de su viejo amigo, quien se vio mas que sorprendido por si presencia en aquel festejo. - Siempre estoy o no estoy, me alarma que no te hayas acostumbrando... - Susurro mas que nada para el circulo, pero centrado en el ministro. Recorrió el lugar con su mirar y unas simples palabras helaron su espalda. No pudo evitar girarse para ver a Mica, recorriendo el mismo camino que había transitado el minutos antes. Se mantuvo estático apenas unos segundos, mientras las interacciones entre los presentes le permitían cierta libertad de acción, al menos eso interpretaba. Asintió al grupo en general y como si actuara en modo automático, sus labios pronunciaron... - Los dejo en paz, iré a la barra, la veo demasiado vacía... - Tal vez aquel cigarrillo que había fumado le había afectado demasiado, o la ansiedad del momento se había potencia por el mismo. Aun así, como si el piloto automático se hubiera activado solo, sus pies lo llevaron a la desolada barra. Sin pensarlo ocupo uno de los bancos, posando ambos codos en la pulida superficie, levanto la mirada, obligándose a mirar al barman. - Cerveza por favor... - Dijo con voz seca. Sus pensamientos se centraron de repente en aquella mujer recién llegada. Su manera de actuar le decían que no era la misma mujer que había compartido tantas cosas con el, un aura extraña la envolvía. Una pinta fue depositada frente a el, y el golpe sobre la barra lo devolvió a la realidad. Cogió la misma con su siniestra y de un simple sorbo aniquiló la mitad del contenido. Acto seguido, como si aquel elixir le devolviera el control de la situación, se giro sobre la banca, y observo el entorno del salón. Una vez mas analizaba al grupo desde otra perspectiva.
  7. La lechuza recuperaba el aliento en un extremo de aquella rustica oficina, en el corazón de Italia. El rubio recorría aquella invitación con la mirada, para luego girarla revisando el reverso. Sus piernas descansaban entre cruzadas sobre el escritorio. Vestía una fino pantalón negro, unos zapatos del mismo color, brillaban tanto que el trabajo de Senuv merecía un premio al esmero, una camisa blanca con las mangas recogidas cubría su torso, y desde el pantalón a los hombros unas tiras elásticas color marrón, de cuero brillante. Se incorporo devolviendo los pies al suelo, se puso de pie y tras acomodas las mangas de su camisa se coloco el saco a juego con el pantalón. Recogió sus dorados y gastados cabellos en una coleta y abandono su oficina. El departamento de Seguridad Mágica Italiano parecía tranquilo, todos los escritorios salvo el de Peralta estaba ocupados. El silencio reinaba en el recinto. Bajó las escaleras mientras encendía un cigarrillo. salió a la calle y observó aquellas nubes grises unos instantes. Busco dentro de su saco la varita y tras darle una calada a aquel particular cigarro, se desvaneció en un remolino de colores. Segundos después sus pies se posaban frente a la Majestuosa Mansión Malfoy. Llevaba tiempo sin recorrer aquellas calles, salvo por el ministerio no ponía pie alguno en aquel pías desde hacia mucho. Pensó brevemente en su castillo, pero el pensamiento se desvaneció segundos después. Emprendió la marcha lamentando la falta de gala, pero no tenia intención alguna de ponerse unas mejores vestiduras. Cruzo el largo sendero del jardín y se adentro en la mansión, directo a el, una joven lo abordó con una charola, repleta de cosas de aquella famosa bebida burbujeante, junto con esta le entrego un pequeño papel con su ubicación asignada a la mesa. Avanzo un poco mas y cuando nadie lo veía dejo a un costado aquella copa sin beber un sorbo. Se encamino directo a la barra, el movimiento era nulo, parecía que se había adelantado. Su cansado mirar recorrió el salón, localizando la barra, no tan lejos de ella pudo percibir la presencia de tres individuos. Los reconoció enseguida, al menos a dos de ellos. Lanzo el cigarro al suelo tras calarlo por ultima vez, y de un prolijo pisotón acabo con su vida. Se encamino hacia el grupo, mientras se percataba de una presencia mas, una mujer. En el sector pudo reconocer a miembros de la Macusa. Como director de Seguridad, tenia cierta información que lo obligaba recordar ciertos rostros rostros. Carraspeó llegando al encuentro de Lud, un viejo amigo y muy querido. - Lamento interrumpirlos, señor ministro.... - Apago sus palabras para asentir la cabeza en un prolijo saludo. Sonrió con confianza y estiro los brazos para abrazar a su viejo amigo. Lo libero casi instantáneamente, para girar su verde mirar hacia Ada. - Hermosa como siempre... - Le dijo para repetir el acto anterior, y así abrazar a su amiga. Se giro hacia la tercera en cuestión, se le hacia familiar, pero su memoria le falló. - Señorita, buenas noches... - Se aventuro a decir. @ Ludwig Malfoy @ Ada Camille Dumbledore @ Noeline Malfoy McFarlan
  8. algún rolcito para sumarse?

    1. Mentita

      Mentita

      El que quiera y dónde quiera, don, hay mucho para elegir

    2. Mica Gryffindor
  9. buenas, vengo a dejar mi voto para líder de la orden. analizando mis días de actividad en la orden, siendo mica líder en su mayoría de mi tiempo, y teniendo en cuenta los roles que se aplicaron en ese periodo y sus participantes, creo que fueron julio y compañía quienes le dieron mas contenido a los aprendizajes y roles de bando, mas allá de las crónicas abiertas en ese periodo. Siendo así, quiero dejar mi voto para @ Hobb Graves , creo que le va a dar mejor contenido al bando, a nivel juego.
  10. Hola pequeño saltamontes, vengo a desearte feliz cumpleañitos. Nose que desearte por que la verdad te sale todo bien x lo que veo! Mucha ***a y viajes vos. Aflojale!!!! Pasale genial ludo!
  11. Buenas buenas.... yo vengo a dejar mi voto para el señor @ Ludwig Malfoy Haughton . Creo que va a tener un encare muy entretenido para lo que es el rol ministerial. Espero gane así hay fiesta.
  12. Aquel cigarrillo, que lo había mantenido tranquilo durante la ceremonia, comenzaba a abandonar su sistema, al menos a niveles activos en sangre. La percepción de las cosas del Rubio comenzó a crecer, captaba más detalles, , más rostros, palabras al aire provenientes de grupos cercanos, intentaba ordenar tanta información que le era imposible centrarse en algo en particular. De pronto todo fue silencio. Un leve suspiro basto para conservar la calma, lo vio llegar tan alegre como siempre. Si bien no le había perdido ni la pista ni el contacto, llevaba tiempo si verlo en persona. Su hermana hacia su llegada triunfal. Y nunca mejor dicho, más vale tarde que nunca. Ahora que lo evaluaba, la trifuerza era lo más impuntual del mundo. Aún faltaba gente por llegar. - Traje la peligrosa... - Le susurro a su hermano, un tanto inquieto con ganas de visitar los baños. Luego llevo su mirada hacia Mónica. - Yo que tú me lavaría las manos... - Le sugirió a la pelirroja, tras preciar el caballeroso beso que deposito el licántropo en la mano de la Malfoy. Poco a poco el desfile de saludos le pareció eterno. Seguía captando rostros al pasar, levemente asintiendo con la cabeza, o estrechando alguna mano, el gentío fue agrupándose, y el tránsito se detuvo. Tomo una cerveza de uno de los mozos de paso. Bebió un trago y se centró en Ada, que hacía acto de aparición. - Es bueno verte... - Diría recibiendo el beso de su amiga. Llevaba tiempo sin verla, aun así la joven parecía tener prisa, fue breve el momento, ya tendrían tiempo de conversar. Capto algunas sugerencias en el aire, saludar a los novios, ir por algunos tragos, pero el rubio no pudo evitar centrarse en una lejana barra al otro lado, allí tomaba asiento Mica. Imágenes fugaces entre el pasar de los invitados le permitió ver como ocupaba un lugar, pedía una botella. Comenzó el avance sin decir una palabra. Abandonando el grupo por un momento, para ir a su encuentro. Cuando una persona aparecía tan fugaz que lo obligo a detenerse. Tomaba asiento junto a ella. Se quedó de pie, apenas 2 metros alejados de su posición anterior. Reconoció a Adrian. Llevaba tiempo sin verlo. De repente, ir a saludar a Mica dejo de ser una buena idea. Volvió sobre sus pasos y volvió a la ronda que comenzaba a formarse, con nuevas personas incluso integrándola. - Voy al baño....- Dijo al grupo, dedicando la última mirada a Thanatos antes de partir. @ Monica Malfoy Haughton @ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Thanatos L. Lestrange @ Lord Cubias
  13. Se sintió un tanto extraño, de pie, alejado de aquellos que, desde sus asientos, centraban su mirar en Lud y Cillian. Una nube de humo nació de sus labios, y se perdió en lo alto, espero unos segundos y volvió a calar aquel desprolijo y mal armado cigarrillo. Su Rubio cabelló caía sobre sus hombros, llevaba tiempo sin cortarlo. Al igual que su barba, abundante, pero prolija, llevaba tiempo probando aquella nueva imagen. Sonrió al ver a su hija, sentada, con la mirada fija al frente. Vestía un traje oscuro, muy elegante y fino, una camisa apenas se asomaba por las aberturas de su saco, destacando en el cuello, con un fino doblez, en tono rojo. Su corbata, en cambio, era negra, con un desprolijo nudo, suelto para no perder la costumbre. Sintió una mano en su hombro, a penas miro a su lado cuando se percató de la presencia de Monica. - Menos mal vives aquí, más tarde no se podría llegar... - Diría sonriendo, se encaminaron juntos en busca de dos sitios libres. Para cuando quiso darse cuento, aquellos dos estaban dando sus votos. Era extraño. Se habían comprometido el mismo día, el mismo día que él se comprometió con Mica. Y allí estaba, había roto el récord del matrimonio más corto del mundo. Y aquel par de alegres pajaritos daba el primer paso en aquel camino, que el mismo había abandonado tiempo atrás. La lluvia de arroz dio lugar y pronto todo el mundo comenzó a seguir a los novios hacia la tan esperada fiesta. Siguieron al gentío hacia el traslador, y en pocos instantes el entorno cambio, se encontraban en aquel castillo imponente. Para varias, también era de Mónica. - ¿Alquilas propiedades ahora? - Bromearía, buscando con la vista a algún conocido. Esperaba ver a su hermano, tal vez alguno de sus viejos amigos se animaban a mostrar la cara. @ Monica Malfoy Haughton @ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton
  14. Las palabras de Mica eran más tranquilas, tal vez los besos, o que el rubio cediera, aunque ceder no era la palabra, ella tenía razón de enojarse, aunque claro, el soñador, ex black Lestrange, esperaba una escena de cuentos de hada, como cuando el soldado vuelve a casa y la mujer se cuelga de su cuello y ambos giran varias veces antes de darse un infinito beso. Lejos de ser un sueño, estaba a gusto con el resultado. La escucho silencioso y receptivo, siempre manteniendo aquella apacible mirada, comprensiva, amorosa. - Eres más lista y hábil que yo... Dame recursos para hablar contigo sin tapujos cuando no esté en casa... - Dijo recordando algo. - Por ejemplo... - Se alejó de ella y rebusco en uno de sus cajones. Tardo más de lo esperado, pero se giró hacia la castaña portando un espejo de mano. - Esto me lo dio Mael el día de la boda, se supone que sirve para comunicarnos, pero nunca le di uso, sigo sin entender como funciona... - Tras mostrarlo lo posó sobre el mueble de donde lo había cogido. Él no pudo verlo, pero tras dejar el espejo sobre el mobiliario, lo que el mismo reflejaba se volvió borroso, dando un reflejo ajeno al entorno. La voz de Mica resonaría, recomendando ir a comer algo. Él se mantuvo en silencio, la siguió por el castillo, aun analizando sus palabras anteriores, pero en silencio. El castillo incluso se veía mejor, más acogedor, de seguro por el trabajo de ese par de elfos, que conocían a Mica e Illidan tanto, que hasta pensaban como ellos. Al llegar a la cocina, La matriarca les pediría privacidad a los elfos, los cuales, dejarían el lugar tras su cuchicheo, Senuv por su parte, se atrevió a mirar y tirar una seña con las manos, "Después hablamos" interpreto el rubio con una sonrisa. No podría regañarlo, no era su sirviente, lo consideraba un amigo, un elfo libre. El patriarca tomaría asiento en la isla, centrar de la cocina, en una de las butacas, en lo que Mica le preguntaba que deseaba cenar. - Lo que sea... - Susurro, sabiendo que cualquier cosa en manos de ella estaría bien, pues el peor platillo de la casa sería una gloria para el rubio, que llevaba meses viviendo a comida comprada. - ¿Una larga noche? - Pregunto extrañado, seguro ahora lloverían las noticias, y sentía que ponerse al día, sería algo que no le iba a gustar, sabía por experiencia que cada que desaparecía, algo se tornaba gris y oscuro en aquella ciudad, o en el mundo mágico mejor dicho. @ Mica Burke @ Mael Blackfyre
  15. Sus manos no abandonaron ni por un segundo la cintura de la Burke, seguía observándola, directo a los ojos, sintiendo como su corazón encontraba la calma poco a poco, habían sido meses difíciles para ambos, era normal aquella especie de tensión, se dispuso a hablar, pero no quería tocar ciertos puntos, los que a él referían principalmente, solo quería saber de ella, ¿Cómo estaba?, más allá de su relación. - Hablemos de ti, ¿Cómo te ha ido? - Quiso preguntar, pero las palabras no salieron de sus labios, solamente fue una frase pensada en su cabeza, solo se quedó observándola, hasta que aquella pregunta salió de los labios de la líder de la orden, de su esposa. Se quedó helado, bastarían algo más de tres meses sin verse para apagar aquella llama, de eso no tenía dudas. - Claro que te sigo amando, de no ser así te lo diría... - Medito unos momentos, y se abalanzó por ser sincero. - Es que no era esta la reacción que esperaba al volver a vernos, pensé que correrías a mis brazos y me llenarías de besos... - Dijo sonriendo para depositar luego un corto beso sobre los labios de la mujer. - A veces le das demasiadas vueltas a las cosas, eso te puede llevar a conclusiones equívocas. - Agregaría, dejándose llevar por el tacto de sus manos sobre las de él. Entre palabras y cortos besos, su estómago comenzó a quejarse, no tenía idea de la hora que era, aun así, el hambre se hacía latente en él, se mordió el labio sin dejar de mirarla, y pensó en salir a cenar con ella, o tal vez comer en casa, después de todo llevaba tiempo lejos de allí. Aun así, espero unos momentos antes de proponer cualquier cosa, tal vez ella tenía algo mejor en mente. @ Mica Burke
  16. Buenas y santas, yo voy a ser breve x que estoy trabajando pero postulo a @ Cillian Haughton a lider de la orden, seguro que tiene lo que hay que tener, lleva tiempo x aca y es muy querido, espero no haya quedado muy cortito
  17. Aquello no parecía ser solo una discusión de pareja, o un simple mal paso de alguno de los dos, por algo que no lograba comprender, sentía que algo se había roto, que algo había cambiado, lo notaba en ella, como si ella, de algún modo supiera, que lo estaba perdiendo, pero a la vez el dolor del distanciamiento tomaba partido, y se veía obligada a reclamarle, tenía sentido, pero no lograba entender del todo lo que pasaba. Sintió su mano recorrer su rostro, tras unas palabras, y por primera vez, sintió algo de calidez, se mantuvo en silencio, sin saber qué decir. No estaban a tiempo de cambiar su vida, lo sabía con certeza, su pasado aún lo perseguía, aun ahora intentando permanecer en la luz, no había paz en ese mundo, no con las decisiones que ambos habían tomado a lo largo de su vida. De pronto sintió el beso, no lo vio venir, fue espontáneo, sincero. Y se dejó llevar, cerro los ojos tomándola por la cintura, tal vez era una tregua, o solo el principio de una larga conversación. Aun así intento no pensar, aunque le era imposible, quería entender que sucedía, o a donde llevaría todo aquello, sentía que podía pasar cualquier cosa. Cuando el beso concluyo se mantuvo con los ojos cerrados, suspiro lentamente, y los abrió, para encontrarse con los de ella. - Tenemos que ponernos al día... - Agrego, tragando saliva un tanto inquieto, tenía cosas que contarle, pero tampoco quería dejar aquella charla pendiente. - Aun así, creo que eso de vivir sin miedo, no es para nosotros... - Agrego, intentando no dar el tema por zanjado. - No creo que podamos renunciar a todo así como así, y esperar que la vida pase.... - Agregaba. - Quede solo en el ministerio, todos desaparecieron, por motivos personales, así que no puedo irme también...y tengo cosas que resolver aquí también, ese idi*** sigue libre... - Volvía a pensar en los mortifagos. @ Mica Burke
  18. Se sintió ajeno a la realidad, mientras intentaba calmarse, buscando un punto lejano en el horizonte, por encima de los grandes árboles que rodeaban los límites del castillo. Se distrajo por unos momentos. Tuvo los ojos sobre ella todo el tiempo, sabía que estaba bien, él jamás podría haber vivido tanto tiempo alejado sin tener noticias de ella. Aunque la comunicación entre ambos era sosa, casi sin información, durante aquel tiempo, no había sido el marido que había prometido ser, era cierto. Ella volvió a hablar, aunque con un tono más apacible, hasta sintió su tacto, el cual lo obligo a girar, sus ojos vidriosos se clavaron en los de ella, no era su expresión habitual, detonaba cansancio. - Ese miedo siempre estará latente, más aun sabiendo la vida que vivimos... - Susurro mirándola a los ojos. Y era cierto, ella lideraba un bando, y él era director de seguridad, las redadas, las amenazas, eran su día a día, aunque, esta vez, la noto diferente, si bien, entendía su pena y enojo, sentía que había algo más, algo que no entendía. Se quedó mirándola, intentando ver más allá de sus ojos, pero no podía hacerlo, nunca podía. - Moriríamos, pero de aburrimiento, siendo panaderos... - Contesto. - Lamento el distanciamiento, pero era necesario, y no puedo prometerte que no volverá a pasar... - Apago sus palabras, intentando ser lo más sincero posible. - Aunque, podríamos buscar la manera de estar en contacto, sin ponernos en peligro cuando eso pase... - Proponía, dejándole claro que no quería alejarse de ella, pero sabía, que tanto el cómo ella, con sus responsabilidades, tendrían eso en su día a día. @ Mica Burke
  19. No volteo a verlo, lo que genero una horrible sensación en su pecho, una que no lograba haber sentido antes, aun así, ahora, si estaba claro como estaban las cosas, se veía enojada, dolida. Un Illidan derrotado a penas sin fuerzas intentaba encontrar un punto en el que ella entendiera, pero no fue el caso. No logro decir nada, fue cuando ella comenzó a hablar. Mica estaba convirtiendo su dolor en enojo, claro de algún modo tenía que canalizarlo, lo que no entendía era, con la clase de vida que llevaban ambos, como podría pretender tener una vida tranquila, no era posible, no con ella liderando a los Odefos, o con el encargado de la seguridad de una Nación, ella parecía no entenderlo, que el mal, siempre los iba a perseguir, iba a hacerlo hasta devorar todo a su paso. Brotaban lágrimas de los ojos de la castaña, cosa que hablando un poco al rubio, que comenzaba a enojarse de igual modo. Respiro hondo y se puso de pie, camino hasta el enorme ventanal que daba al balcón, y se quedó allí, mirando los jardines traseros. - Entiendo que estés enojada... Pero ni tú ni yo podemos prometernos eso, mañana tal vez te secuestren a ti, o los traficantes logren matarme, o los mortifagos a ambos.... - Dijo con crudeza, para luego voltear y volver a mirarla. - Si esperas tener la certeza de que viviremos por siempre, esquivando el peligro, debimos haber sido panaderos.... - Volvió la vista al exterior del castillo y apretó los labios. Una sensación de enojo se apoderaba de él, apenas cinco minutos con ella, y lo único que quería hacer era volver a irse, o correr a un bar, o cualquier lugar donde no le reprocharan por una vida que ambos habían elegido. Un nudo se instaló en su garganta, aun así intento controlar la respiración, aquella sensación la conocía y muy bien, comenzaba con algo de ansiedad, luego debía salir afuera, si no comenzaría a faltarle el aire. @ Mica Burke
  20. El tiempo le pareció detenerse, poco a poco la luz del sol se arrastraba fuera del cuarto, acariciando por última vez en el día los terrenos del castillo Burke. Aun así se negaba a dormirse, su tranquilidad no lo acompañaba, y su mente solo proyectaba posibles futuros en donde Mica entraba y se comportaba de uno o cierto modo. ¿Estaría molesta?, ¿Feliz?, ¿Saltaría sobre él riendo para luego besarlo con locura?. Aun así perdió la batalla, y sus ojos se apagaron. En su sueño caminaba por un sendero de piedra, se dio cuenta de que se encontraba en los jardines de la mansión Ridlle, aquella que había conocido poco después de haber ingresado en la orden, aquella vez que había conocido al antiguo líder de la marca, y sus segundos al mando. Se inquietó al encontrarse de pie frente a la puerta negra, la cual se habría poco a poco, para dejarle ver a una persona conocida para él, dándole paso, el cabello era rizado, pero no lograba ver su rostro... Sintió el movimiento de la cama, el cual fue leve, pero bastó para quitarlo de aquel sueño intranquilo. Abrió los ojos para encontrarse con el techo del cuarto, para luego sentir aquella variación en el aroma del cuarto, giro la cabeza y la vio, sentada en la cama, de su lado, pero dándole la espalda. Le saludo de un modo el cual le pareció soso, disfrazado de enojo o amargura. Se incorporó sentándose en la cama, pero sin moverse. Estiro su mano y recorrió la espalda de su amada, comenzado por la cintura, y subiendo poco a poco. - Lamento el distanciamiento, pero ya estoy aquí... - Apago sus palabras unos momentos, en cuanto su mano llegaba al hombro de Mica. - Sé que fueron semanas difíciles... - agrego, imaginando una vez más, el día a día de Mica sin él a su lado. - Ya no me iré... - Termino esperando que la mujer a la que tanto amaba, lo mirara a los ojos y lo besara.
  21. Su mirada cansada recorría una y otra vez aquel pergamino, se había pasado los últimos meses viajando y poniendo en orden los asuntos del ministerio, a tal punto que tenía tiempo sin pasar por casar, sin siquiera ver a su esposa. De tanto en tanto intercambiaban cartas, pero parecían no contarse nada importante en las misivas, a veces por temor a que se perdiera alguna de ellas, otras veces porque no había mucho que decir, aun así la distancia era evidente entre ambos. Aunque estaba claro, que el ausente era el ahora Burke, el cual, intentaba hacerse cargo de los huecos del ministerio italiano, algunos de sus amigos se encontraban dispersos o perdidos en sus asuntos. Su corbata colgaba de su cuello con un nudo flojo y desprolijo, como si hubiera jalado de él en varias ocasiones, posándose sobre una arrugada y blanca camisa. Se lo veía agotado, y su rostro pedía una afeitada a gritos. Terminó por firmar el pergamino y enrollarlo, para posarlo junto a unos expedientes que estaban listos para ser trasladados, había terminado por fin, pero no se veía contento, en lo más mínimo. Llevo su mirada hacia la derecha, para posarla en un sofá, en el cual reposaban unas sabanas y una almohada, aquella había sido su improvisada cama en los días pasados, entre tanto trabajo y redadas, no se permitía volver a casa, o a ningún sitio, por lo que también había descuidado sus labores dentro de la orden. - ¿Señor? - Se escuchó seguido de un suave golpeteo en la puerta de su despacho, en el acto la puerta se abrió, dando paso a Amy, la cual se veía igual de cansada que él. Illidan se puso de pie, camino a paso lento hacia el perchero, para tomar su saco, el cual lejos de colocarse solo quedo suspendido a un lado, sostenido por su diestra. - Con eso terminamos Amy, vamos a tomarnos un par de días, necesito organizarme, tú y peralta lo mismo, nos vemos la semana que viene... - Diría sin más, para luego desaparecer. Era extraño que en aquella oficina no se escucharan chistes, o las extrañas apariciones de Peralta, aun así, todo el equipo había trabajado demasiado, se merecían un descanso. La cansada figura del rubio se apareció en la sala del castillo Burke, donde Senuv como si supiera de su llegada, lo esperaba ansioso, tomo el saco tras acercarse. - Es bueno verlo en casa... - Diría el pequeño que caminaría a su lado mientras el Patriarca subía las escaleras directo a su cuarto. No esperaba encontrar a Mica, pues ella estaba aún más ocupada que él, con su rol de Líder de la Orden, Aun así llevaba varios días sin saber de ella, por eso se sentía un tanto culpable de haberse ido por tanto tiempo. Llego al cuarto donde se encaminó directamente al baño, dejando caer sus prendas en el camino, las cuales el pequeño elfo iba juntando para luego arrojarlas en un cesto de mimbre. Illidan se duchó y tras se afeitó, parecía haber renacido en tan solo 20 minutos, aunque el agotamiento seguía latente en su rostro, se colocó unos cómodos pantalones de chandal, una camiseta blanca y se dejó caer en la cama. - ¿Sabes donde esta Mica? - Pregunto el rubio, clavando sus ojos en el techo del cuarto. - No señor, ¿quiere que la busque? - Preguntaría el elfo. Illidan se mantuvo callado, un tanto pensativo, para luego negar con la cabeza, tras eso el pequeño Senuv abandono el cuarto, dejando al odefo solo, estaba claro que necesitaba descansar. @ Mica Burke @ Mael Blackfyre
  22. moderame la mazmorra, mirame la ficha, haceme gancho con lud, no me banees pór el +18 en la épica fiesta en la dumby, son cosas que este señor me decía, aparte de otras que no se puede reproducir, porque el baneado seria yo xDDD Feliz cumple cabeza de escroto, espero que la pases muy bien 10, me metí al foro después de meses, solo para saludarte, sabes lo que vale eso?. "nada", pero bueno, que tengas un lindo día, no tan lindo como lo soy yo, porque sería imposible, pero que sea grato.!

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.