Volthier vio como aquella misteriosa maga quedaba confundida. Su mente divagó por un momento, dejándola vulnerable. No tenía que dejar pasar una sola oportunidad en esos casos, porque no sabía de lo que ella era capaz. Todavía estaba muy alarmado por el hecho de que esa maga había conjurado la poderosa Katana, un hechizo de muy alto nivel. Aquellos que tenían acceso a ese tipo de fuerzas tan poderosas podían significar un peligro aún mayor del que podía imaginar en ese momento. Contactos, familias poderosas, clanes, la gente de esa altura solía organizarse entre iguales. Si ella era una mortífaga, que es lo que Volthier creía, era muy probable que se codeara con los magos oscuros más poderosos a la fecha.
"Confundus" pensó de nuevo Volthier.
Justo luego de que ella volviera en sí, Volthier había lanzado otro Confundus, haciendo que la mente de la mujer caiga de nuevo en un remolino de imágenes confusas. La vio agitar un poco la Katana, mientras apuntaba con su varita a la herida de la Katana de Volthier y nada sucedía. La sangre que salía de ahí era demasiada en cantidad para cualquiera. No había constitución que aguantara eso; tanto que la mujer, tras recuperarse de la última confusión, cayó al suelo. El charco de sangre se expandía aún más.
Volthier no iba a esperar a que el resto de los mortífagos en esa batalla vengan a reclamarla. Quizás hubiera sido más inteligente rematarla, pero temía por su propia vida. Sin más, retrocedió algunos pasos, aún alerta, y desapareció con rumbo desconocido tras un destello de luz blanca, sin dejar más rastro que la nieve revuelta.
@ Kamra Ashryver D.