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Rose Riddle Granger

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Todo lo publicado por Rose Riddle Granger

  1. Yo ya ni recuerdo como van estas cosas, pero como cierta persona Taurosa me ha amenazado... Que conste que esto lo hago por la pobre Panchita (la cual se merece un futuro mejor) y por mi futuro cuerpo (el cual no tiene que ser sacado de The walking dead ). Vengo a afiliarme... Mi ficha Mi boveda Espero que esté asi todo bien *huyo*
  2. Holas vengo a actualizar la ficha, se que debi hacerlo hace muuucho, pero no daban las ganas. Espero que esté bien, porque realmente me he liado un monton y estaba perezosa u.u En fin eso es todo, saludos al que se pase ^^ [indent][color="#00BFFF"][b][u]Datos Personales:[/u][/b][/color][/indent] [color="#800080"][b]Nombre del Personaje:[/b][/color] Rose Riddle Granger [color="#800080"][b]Sexo:[/b][/color] Femenino [color="#800080"][b]Edad:[/b][/color] Joven [color="#800080"][b]Nacionalidad:[/b][/color] Británica [color="#800080"][b]Familia(s):[/b][/color] *Granger [color="#800080"][b]Padre(s) Sanguíneo:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Padre(s) Adoptivos:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Trabajo:[/b][/color] -- [indent][color="#00BFFF"][u][b]Poderes Mágicos:[/b][/u][/color][/indent] [color="#800080"][b]Rango Social:[/b][/color] Unicornio de Bronce. [color="#800080"][b]Bando:[/b][/color] Mortífago [color="#800080"][b]Rango dentro del Bando:[/b][/color] Tempestad [color="#800080"][b]Nivel de Poder Mágico:[/b][/color] 3 [color="#800080"][b]Puntos de poder en objetos:[/b][/color] [quote][color="#800080"][b]Hechizos adicionales:[/b][/color][/quote] [color="#800080"][b]Puntos de poder en criaturas:[/b][/color] [quote][color="#800080"][b]Criaturas controlables en asaltos y duelos:[/b][/color] [/quote] [color="#800080"][b]Habilidades Mágicas:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Conocimientos Especiales:[/b][/color] *Artes oscuras *Posiones [indent][color="#00BFFF"][u][b]Perfil del Personaje:[/b][/u][/color][/indent] [color="#800080"][b]Raza:[/b][/color] Vampiro [color="#800080"][b]Aspecto Físico:[/b][/color] Mide 1.75 tiene el pelo color rubio platino, largo pasando un poco los hombros y levemente ondulado, de ojos grises y fríos, piel pálida con tendencia a ruborizarse fácilmente. Al ser tan alta es bastante delgada. [color="#800080"][b]Cualidades Psicológicas:[/b][/color] Haciendo conjunto con sus ojos ella es bastante fría, borde y distante aunque si consigue confiar puede volverse más agradable. Le cuesta mucho demostrar sus sentimientos, sin embargo esta actitud solo oculta un interior bastante débil ya que se pone nerviosa con facilidad, es insegura y tímida. No le gusta para nada que le manden, es amante de la libertad y es muy difícil lograr que cumpla reglas. [color="#800080"][b]Historia:[/b][/color] Nació y residió en un pequeño pueblo rodeado de un inmenso bosque durante sus primeros años. Vivía en una pequeña casita junto a sus padres y su hermana. A pesar de que sus padres hacían todo lo que podían por sus hijas, Rose nunca estuvo a gusto con la enseñanzas de valores que le daban y siempre tenía discusiones con ellos así que un día decidió escaparse llevándose consigo a su hermanita. Estuvieron vagando durante mucho tiempo ya que Rose era muy estricta a la hora de decidirse por un nuevo hogar (además de que quería alejarse lo más posible se sus padres) así que estuvieron viviendo en varios pueblitos. A medida que crecía, desarrollaba sus cualidades predominantes, la rebeldía y la falta de responsabilidad. Además de tener facilidad para meterse en líos. Por esto mismo a cada lugar que iban siempre terminaban teniendo discusiones con sus habitantes y debían marcharse. Esta actitud errante poco a poco fue enfadando a su hermana Llewellyne y con el paso de los años su trato con Rose fue deteriorándose. Así mismo notaron que sus ideales no eran los mismos y que su visión de futuro tampoco y por lo tanto decidieron cada cual seguir un camino diferente. Antes de que esto sucediera lograron estar unos años en una pequeña ciudad en la cual al ser grande pasaban más desapercibidas. Sin embargo Rose logro volver a hacer gala de su inestabilidad y volvió a meterse en problemas y sin poder remediarlo ambas hermanas se marcharon de la ciudad. Después de esto Llewellyne decidió seguir su propio camino, por lo tanto Rose se quedo sola y sin una idea fija de a dónde dirigirse. Durante todo ese tiempo consiguió mínimamente entablar alguna amistad sin embargo al no estar mucho tiempo en las diferentes localidades sus relaciones no duraban mucho. Estuvo un tiempo sin saber qué hacer ya que renegaba de todo lo que fue su pasado. Comenzó a sentirse mal por no tener una visión a largo plazo de futuro. Mientras vagaba logro encontrar una nueva ciudad donde volver a empezar. Ella sabía que era lo mejor, ya que ahora se encontraba sola y su capacidad para la defensa era bastante nula y una ciudad tan grande le proporcionaría un buen refugio. Pero a pesar de que quiere que las cosas salgan bien y tranquilas no puede. Nada mas comenzar su relación con Alexander Malfoy, este le atacó en su forma de licántropo en una noche de luna llena y por consiguiente a provocado que Rose fuera afectada por la misma maldición. Ahora debe aceptar que ella se ha convertido en algo que durante mucho tiempo a temido y odiado. Su vida a pasado por muchos cambios, por muchas idas y venidas. Como siempre no consigue sentirse a gusto en ningún lugar, ni se encuentra cómoda en compañía de nadie. Tras un tiempo de indecisión decidió marcharse lejos para olvidar a todos, aunque finalmente ha regresado al darse cuenta de que aquí aun se encontraban las pocas personas que quería. A pesar de que fingir ser quien no era, había decidido instalarse y buscarse un nuevo futuro. Durante unos felices meses creía haberlo conseguido, había quedado embarazada dándole una razón por la cual vivir, a pesar de que su hija Mizu no estaba entusiasmada con la idea. Sin embargo como siempre las cosas no fueron bien y fruto de un accidente perdió al niño. Ya enfadada con el mundo que la rodeaba, decidió dejar de fingir y volver a ser la de siempre. Regresó con quienes compartían sus ideales, con quienes se sentía cómoda y estaba decidida a desquitarse con toda persona que se encontrase. Aun así a pesar de todo lo malo y del cambio radical en su camino, aun se mantenía estable. Había encontrado un lugar al cual llamar hogar y había encontrado trabajo. Ahora solo necesitaba buscar algo que la distrajese para no acabar tirándose por la ventana de su habitación. Con el paso de los meses sucedieron cosas que cambiaron su vida por completo. Descubrió tras la visita de Taurogirl, que su bebé no lo había perdido fruto de aquel extraño accidente. Sino que habia sido todo un plan llevado a cabo con suma malicia. Ella y un traidor llamado Pakami le quitaron el bebé tras un macabro ritual y se lo apropiaron dándoselo a una sucubo para que lo criara. Por suerte la mortifaga tuvo piedad y terminó devolviendole el bebé a Rose. A pesar de que la felicidad la embargaba por completo al volver a tener a su hijo, eso no fue suficiente. Decidida a vengarse intentó atacar a Pakami, pero este aprovechándose de la debilidad de Rose, logró derribarla y llevarse a Abaddon. Allí dentro pasó una larga temporada en la cual un miserable fenixiano terminó por morderla y convertirla en vampiro. Dicese que la causa de la debilidad, era por culpa de un tratamiento experimental que había llevado a cabo para quitarse el lycantropismo. Al ir mal la había dejado terriblemente débil y hubiera muerto sino fuera por aquel vampiro. Sin embargo a día de hoy se pregunta si no hubiera sido mejor morir. [indent][color="#00BFFF"][u][b]Pertenencias:[/b][/u][/color][/indent] [color="#800080"][b]Objeto Magico Legendario:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Objetos Magicos:[/b][/color] [b]Varita mágica:[/b]29cm, madera de roble y nucleo de nervio de dragon [b]Clasificación:[/b]AA [b]Puntos de poder:[/b]20 [color="#800080"][b]Mascotas y Criaturas:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Criaturas en la Reserva:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Elfos:[/b][/color] * Elfo personal: Sniblit * Elfina del negocio: Celestina [indent][color="#00BFFF"][b][u]Licencias, Tasas, Registros:[/u][/b][/color][/indent] [color="#800080"][b]Licencia de Aparición:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Licencia de Vuelo de Escoba:[/b][/color] -- [color="#800080"][b]Registro de XXX:[/b][/color] [indent][color="#00BFFF"][u][b]Otros Datos:[/b][/u][/color][/indent] [color="#800080"][b]Otros datos:[/b][/color] *Su Hermana Llewellyne lleva varios años inactiva en el foro. *Fanática de las grageas ácidas *Tiene grandes prejuicios hacia las criaturas mágicas. [indent][color="#00BFFF"][b][u]Links de Interés Referentes al Personaje:[/u][/b][/color][/indent] [color="#800080"][b]Link a Bóveda Personal:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78419"]Bóveda nº 78419[/url] [color="#800080"][b]Link a Bóveda de Negocio:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=93055"]Bóveda nº 93055[/url] [color="#800080"][b]Link a Bóveda Familiar:[/b][/color][url=" http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=86794"]Bóveda Familia Granger[/url]
  3. Hulas gente. Hace un monton de tiempo que no me pasaba por aqui. Asique le doy la bienvenida a todos los que se hayan apuntado en la familia ultimamente xD (mas perdida no puedo estar). Y vengo sorprendida a leer a Seth y su ficha xD Como te dije te arrepentiras de tener a Sil como madre. Bueno a Rose xD Esto del cambio de nick me lia. En fin que vengo aqui a aceptarlo como hijo. Por cierto Luna debo pedir tambien pues que me cambien el nick en el arbol familia no? Espero que no sea molestia. En fin *huyo*
  4. Rose Riddle Granger

    Language to FF

    Bleh paso del ingles y del unicornio ¬¬ *pateo a Alicia* Si ando borde hoy xD
  5. Me aparecí en los jardines de la mansión y me quedé allí de pie sin poder dar un paso mas. Sentí como aparecía un nudo en mi garganta nada mas observar aquel paisaje. Mi mente se llenó de inmediato de recuerdos que no quería dejar aflorar. Sabia que aquello sucedería, era inevitable, sin embargo ya había pasado tiempo, y esperaba que pudiese al menos soportar el tiempo necesario para lo que venia a hacer. Al final conseguí el valor suficiente, para pedirle a mi cuerpo que moviese los pies y siguiese caminando con naturalidad. Aunque no había mucha naturalidad en mi andar, mas bien se me notaba tensa y en mi rostro no reflejaba expresión alguna. Sujetaba el largo vestido gris, para levantarlo lo suficiente para que no se arrastrase y se manchase con la hierba, mientras la distancia que me separaba del edificio se fue acortando. Mis manos tocaron la puerta y la abrieron con fuerza, entrando con rapidez al interior. Suspiré mientras mis grises ojos recorran la estancia, que estaba tal cual la recordaba. Necesitaba irme una temporada de allí, lograr olvidar y solo cuando hubiese superado los fantasmas del pasado ahi poder regresar. Dirigí mi mirada hacia las escaleras que conducían hacia las plantas superiores, divisando mi objetivo, me dispuse a encaminarme. Sin embargo algo captó mi atención, algo que logré ver a través de un gran ventanal que daba lugar al jardín trasero. Frunciendo el ceño caminé hacia la ventana y observé extrañada el cambio que le habían realizado al exterior de la mansión. Estaba segura que la vegetación no era tan exuberante, ni siquiera recordaba que hubiese un lago. Sabia que habían pasado días, pero no creía que fuesen tantos como para que se obrase naturalmente un cambio así. Como una gatita curiosa, fui hacia la puerta que conducía al lugar en cuestión y salí de nuevo al aire libre. No me hacia ninguna gracia desviarme de mi objetivo, pero realmente quería ver de cerca que sucedía en el jardín. Volví de nuevo a recogerme el vestido para que no se ensuciase y rápidamente fui hacia el lago. Esbocé una extraña mueca en mis labios al encontrarme allí con con tres chicas, dos conocidas y una a la que no recordaba haber visto. Imaginaba ahora que todo esto seria obra de ellas, y de echo estando tan cerca podía percibir que estaba planeando alguna clase de fiesta o algo. Porque no me extrañaba que no me hubiesen comentado nada... Aunque también si lo pensaba bien, era normal, llevaba mis días sin querer pisar la mansión. -¿Vaya que se celebra aquí, una temporada sin ataques mortífagos?- pregunté con sarcasmo, expresando en cada una de mis palabras, la gran “simpatía” que me caracterizaba.
  6. Muchas gracias Luna por la rapida accion xD Y si yo solo veo hasta la segunda pagina de las Tres Escobas, no se porque :S Supongo que por eso no veia el topic. Gracias por recordarme que esta el link en la primera pagina, asi no lo volvere a perder xD Bue me marcho porque estoy segura que me daran la patada si sigo conversando aqui, solo venia a agradecerte.
  7. +1 Juas la de veces que he pensando en lo poco original que es la gente. Me fastidia ver que todo el mundo es perfecto, con sus cuerpos esculturales, irradiando sensualidad por donde pasan... -.- Sin embargo cuando yo creia que mi personaje era un minimo original, me has hecho ver que no es asi. Maldeta!Pero al menos tengo el consuelo de que Sil no es la tipica top-model xD
  8. Hulas Luna ahora que te leo me acordé, yo ya no veo el topic para spammear, a donde ha ido? O soy yo que estoy cegata?? :S En fin bue a lo que venia Lunosa maldetosa quiero que agregues a mi nuevo hijo, ya sabes el de rol. Porque si sopa tiene ahi a sus hijos en el arbol yo tambien quiero ¬¬ Se llama Seishiro Riddle (si con mi lindo apellido *-*) Y bue na eso es todo, me largo a seguir haciendo nada
  9. Extraña le seguí con la mirada hasta posarse tras mi cuerpo, dejando la respuesta a mi pregunta en el aire. Sentí sus brazos rodear mi cuerpo -de manera algo atrevida cabía decir- y poco a poco intenté confiar y descansar sobre él. Estaba agotada, eran demasiadas cosas en tan poco tiempo, muchas decisiones para tomar. Dejándome de aquella manera vulnerable ante él, el vampiro me hizo una pequeña demostración en mi cuello. Enseguida me alarmé y me puse tensa, ante mi reacción el joven comenzó a acariciarme mas intentando volver a tranquilizarme. A pesar de que había sospechado de cual era la solución que tenia para mi, sentía que ahora no podía aceptarla. Estaba frustrada, todo era mi culpa, sino hubiera sido tan tonta de querer regresar a mi estado de humana, nada de esto estaría pasando. No quería que el convertirme en vampiro fuese una opción, no podría soportar una vida así y menos una vida eterna. Negué con la cabeza y me aparté bruscamente de él, poniéndome de pie frente suyo. -¡No!.. no quiero ser eso, no puedo... -al decirle eso besé la frente del bebé y lo deposité en los brazos del padre -Os quiero a los dos... ahora cuida de él... Di unos pasos hacia atrás mirando al suelo y aun negando en silencio. No quería perderles, pero era demasiado para mi aceptar lo que me ofrecía. Sabia que solo aceptaría por la desesperación y por ello no quería tomar una decisión siento tan poco consciente de mis actos. Mis grises ojos les contemplaron por ultima vez, brillosos conteniendo las lagrimas. Me despedí con mi mano libre y girando sobre mis talones desaparecí de los jardines en una nube negra.
  10. "y bien sabes que mi vida te pertenece..." Y como si se burlara de mi al decir aquellas palabras, hizo aparecer la varita de roble. Sin pensármelo dos veces la tomé rápidamente con mi mano derecha y la presioné como si quisiera corroborar que era real. Pero ahora que la tenia junto a mi como tanto había deseado no sabia que hacer. Sabia que tenia razón, no importaba lo que fuese él, el amor era mas importante, pero aun asi estaría yendo contra mis ideales si ocultaba su identidad. Mis ojos pasaron del arma al bebé, el cual estaba mirando a su padre con curiosidad. Era cierto, no quería morir, tenia ante mi dos cosas por las que valía vivir. Pero si seguía con vida poco podría hacer por el pequeño, y su padre no comprendía eso. Quise replicarle, hacerle entender pero sus palabras siguientes me dejaron confusa. Tenia ya la mente tan agobiada que apenas pude deducir que quería decir con dejar de ser mortal. -Coyo, soy lo que soy, y no dejes que nuestro amor te impida ver lo que oculto. No pienso hacerte daño ni delatarte, nuestro hijo te necesitará al igual que tu dices que me necesitará a mi. Es evidente que en el fondo no quiero morir... -cerré los ojos y dejé escapar varias lagrimas, desahogando el dolor que aun sentía -Tu solución suena a hacer de mi una aberración aun peor, pero si con ello consigues que pueda estar junto al niño, lo aceptaré. Abrí los ojos y le miré suplicante, realmente no sabia cual era su plan, pero en el fondo confiaba en él. De hecho confiaba mas de lo que debería, por una vez parecía que era mi corazón quien ganaba. Aun así, no podía dejar de pensar en que me sentía traicionada, y no entendía como había estado tan ciega para no darme cuenta y haber caído ante él. Sacudí la cabeza intentando no pensar mas en ello, ya no había vuelta atrás. -Explicame en que consiste exactamente el “abandonar mi vida mortal”.
  11. Me sentía desesperada, mi mente buscaba una solución al problema dándome ideas alocadas. Realmente no sabia que hacer, tenia la sensación de que eligiese lo que eligiese estaría mal. Miré con ternura al bebé, sentía que todo era mi culpa, si yo no le hubiese pedido ese favor a su padre, nada de esto hubiera pasado. Ahora también creía comprender porque en una ocasión los enmascarados habían intentando matarme. -Lo siento pequeño, todo es culpa mía...-- dije entre sollozos acariciando delicadamente su rostro. Mi fino oído captó movimiento en un lateral, hubiera esperado ver cualquier cosa menos a él. Tenia una extraña expresión en su rostro, que no supe como interpretar. A pesar de que no podia ver sus ojos, era evidente que su mirada estaba centrada en el bebé que tenia envuelto en sabanas. Con miedo sujeté mejor al pequeño, mientras seguía con la mirada cada movimiento del ahora descubierto líder. Sus palabras realmente me sorprendieron, no quise preguntarle como lo sabia, simplemente asentí con la cabeza en silencio. En respuesta a ello el bebé volvió a abrir los dorados ojos y miró a su padre, el cual se había situado delante de mi sobre la hierba. Este me regalo un largo y dulce beso, que por un instante logró hacer desaparecer todo el dolor que albergaba ahora mi corazón. Pero como todas las cosas pronto acabó y Coyo-t se apartó mirándome con seriedad. Lo que me dijo no pudo ser peor. Sentí como si hubiera preparado el terreno para clavarme un puñal ante mi vulnerabilidad. Me puse rígida, fría y a la defensiva, mientras sujetaba con aun mas fuerza nuestro hijo, como si quisiera protegerle de él. Si había prestado atención a la conversación sabría la verdad sobre mi, y eso me aterrorizaba. -No podías haberte quedado en la mansión... no....- dije sintiendo de nuevo la ira en mi interior -Bueno, supongo que ahora ya sabemos la verdad de cada uno. Aun asi lo que siento por ti no cambiará, siempre te amaré... ¿pero como confiar en ti ahora? No pienso dejar que nos hagas daño.- al decir eso abracé al bebé apartándole de la mirada de su padre. -Tienes suerte que no posea mi varita... Mantuve mi rostro inexpresivo al tiempo que le amenazaba, mientras pensaba que hacer. La opción mas fácil era irme de allí y así ninguno tendría de que preocuparse nunca mas. Sin embargo algo me decía que él no me dejaría marchar tan fácilmente, de hecho temía que quisiera apresarme.
  12. -¡No, espera! No te vayas...- dije apagando mi voz una vez visto que había desaparecido. Me sentía mareada, abrumada por todo lo que me había dicho y mi mente se negaba a creerlo. Moví la cabeza de un lado a otro, para luego mirar al niño el cual abrió los dorados ojos y bostezó. Por un momento dejé a un lado todo lo que me había dicho y me centré en la mirada del bebé, esos ojos no los había sacado de mi, ni de mi familia. Al pensar en el padre enseguida vinieron las palabras dichas por Tau. ¿¿Había dicho líder fenixiano?? No podía ser, eso si que no podía creérmelo y sin embargo confirmaba mis sospechas. Aunque nunca hubiera imaginado que estaba ante alguien de tan alta jerarquía. Sin darme cuenta ante la ira que se agolpaba en mi interior, presioné mas al bebé contra mi pecho y cerré los ojos intentando controlarme. -¡Maldita sea no puede ser!- grité, abriendo los ojos llenos ahora de lagrimas -Por favor tiene que ser un error, ¡Tauro como te hayas equivocado yo te mato!- seguí gritando, a sabiendas que no podía ya escucharme, pero sentía que necesitaba de alguna manera desahogarme. El pequeño en mis brazos comenzó a llorar por culpa de la intranquilidad que le había transmitido. Ya desesperada intenté calmarle, pero era algo complicado ya que ni yo misma podía dejar de llorar. Era tan irreal, me habían arrebatado el niño solo porque cabía la posibilidad de que siguiera los pasos de su padre. Tenia tantas ganas de ir y gritarles que yo jamas dejaría que mi hijo se convirtiera en parte de la Orden... Me di la vuelta e intenté regresar a la mansión, sentía que no tenia fuerzas en las piernas y me costaba mantenerme en pie. Todo mi cuerpo estaba temblando, estaba furiosa y apenas lograba asimilar lo que me había contado la chica. Quería creer que era mentira, hubiera aceptado cualquier otra cosa, pero pensar que me había enamorado de alguien que me ponía en peligro a mi y de que ya había puesto en peligro a nuestro hijo, era demasiado para mi. Caminaba arrastrando los pies, mientras miraba la mansión y pensaba en que les diría cuando vieran a mi hijo. ¿Como les explicaría lo sucedido? Era evidente que no les podía contar la verdad, ni siquiera al propio padre. Por un momento me detuve sin poder seguir adelante, escuché el entorno que me rodeaba, era silencio, el niño ya no lloraba y solo quedaban mis apenas audibles sollozos. No podía regresar allí, debía irme a algún lugar, el que fuera. -No tienen porque saber de él, si yo pronto dejaré este mundo.- me dije en voz alta mientras intentaba mantenerme en pie. -Coyo lo siento mucho...- dije a sabiendas tambien que no me podria escuchar. Aunque me dolía, sabia que para él no seria nada, ya que si hasta ahora creía que había muerto, seguiría creyendo que era así. En el fondo era feliz, tenia entre mis brazos a mi hijo al cual creía que nunca llegaría a ver. Extrañamente el ver sus dorados ojos me daba esperanzas, me demostraba que la vida daba giros increíbles y que nada estaba perdido. -¿Pero Entonces si voy a morir, que importará que sepan la verdad sobre mi?- me pregunté cayendo en la cuenta que ya nada importaba si me suicidaría. Sin saber que hacer caí de rodillas sobre la hierba y me quedé inmóvil con el niño en brazos mirando la mansión.
  13. Con el ceño fruncido la observé, su comportamiento era por mas extraño y sospechoso. Aun así comprendía perfectamente el porque de no querer entrar. El lugar que había elegido como hogar definitivo era un tanto peculiar, yo misma lo sabia. Aun asi por lo pronto me encontraba bien entre las paredes de la mansión, a pesar de que sus habitantes fuesen partidarios de todo lo que yo aborrecía. Sacudí levemente mi cabeza y presté atención a lo que ahora acontecía. Me sabia un tanto mal no poderle dar un trato mas educado a la joven, pero si a lo que venia requería estar alejadas de todo lo comprendía a la perfección. Eso me traía a la mente la idea de realmente buscarme un lugar privado en aquel lugar para tratar asuntos que no les concerniese a los familiares. Mis ojos fijos en la peliceleste se abrieron un tanto mas al verla acercarse a mi. Entre sus manos llevaba algo a lo que hasta ahora no había prestado atención, pero eso pronto cambiaría. Sin entender muy bien y como acto reflejo extendí mis brazos para aceptar lo que ella me ofrecía. Acomodé el bulto pesado y calentito entre mis manos mientras apartaba las sabanas para dejar a la vista el rostro de un pequeñito y rubio bebé. Sentí un nudo en el corazón mientras miraba aquella criatura dormir entre mis brazos. A pesar de que la joven no me haya dicho nada, algo dentro de mi me contaba la verdad, como si existiera una conexión invisible entre el pequeño y yo. No supe cuanto tiempo llegué a estar sumida entre la confusión observando al pequeño respirar lentamente, pero una vez hube recuperado la sensación de realidad alcé la vista para clavarla en los celestes ojos de mi visita. -Tau dime como esto es posible... ¡Como!- dije sintiendo como la ira iba llegando a mis venas -¿De donde...? No comprendo... yo... Negaba con la cabeza a medida que hablaba sin poder apenas acabar las frases. Miraba una y otra vez al bebé y la chica, sin entender. Sabia que era mi pequeño ¡Lo sabia!, pero no lograba dar una explicación a lo sucedido, todo iba mas allá de mi simple entendimiento. Sentía una gran felicidad, esa cosita en mis brazos lograba transmitirme algo indescriptible, pero el que viniese ella de la nada trayendomelo era algo que me llenaba de una furia imparable. -Por favor explicame esto...- le imploré frenando mis impulsos, controlando mis lagrimas y mis emociones.
  14. Me había vuelto a perder en sus dulces labios y no quería apartarme. Por ello me aferré a su cuerpo de tal manera que no pudiese volver a separarnos. Sin embargo fue inevitable no escuchar el inconfundible crack que precedía a la llegada de uno de esos malditos elfos tan oportunos. Antes de verle ya sabia con quien me iba a encontrar. Sniblit nos observaba a los dos desde el centro de la habitación y parecía algo incomodo ante la situación. -Señorita Riddle sin duda parece usted ocupada...- dijo la criatura nerviosa posando sus grandes ojos primero en Coyo-t y luego en mi -pero hay alguien abajo que le busca y parece ser importante. Bastante molesta me aparté del joven no sin antes regalarle un ultimo beso y salí de la cama. Pasé mis manos por los rubios cabellos peinándome, y me acomodé el corto vestido blanco. Mis grises ojos se quedaron fijos en él con mucha tristeza, mientras pensaba que luego de ir a ver a la inesperada visita, iria a cumplir aquello que le había prometido por ahora no hacer. -Será mejor que no me esperes Coyo... te quiero.- dije para luego ir hasta el elfo y tomarle por uno de los brazos -Llevame con la visita. Desaparecimos para aparecernos en la planta baja junto a la puerta principal. Me solté del elfo con brusquedad e intenté con algo de dificultad volver a obtener estabilidad. Notaba que sin duda me encontraba mas débil de lo normal y el mínimo esfuerzo me pasaba factura. Ante mi asombro lo que me encontré frente a mi fue otro horrible elfo, el cual se aproximo a nosotros al vernos llegar. Ante un intercambio de palabras entre ellos fue evidente que la criatura me buscaba a mi. Sniblit me explicó rápidamente la situación y se marchó antes de que le lanzara una fulminante mirada. El nuevo elfo se había presentado con el nombre de Ñoqui, y me indicó que le acompañara hacia los jardines de la mansión. Fruncí el ceño extrañada ante tal comportamiento, pero no quise preguntar y me mantuve en silencio todo el trayecto. Mientras caminaba siguiendo el paso al elfo miré hacia atrás a la mansión. Sentia que poco a poco se iba esfumando el atontamiento que había sufrido en compañía del joven. De echo parecía ser todo parte de un sueño, no podía aun creerme lo que había sucedido. “Realmente el destino tiene pésimo sentido del humor”, me dije a mi misma pensando en porque justamente ahora había aparecido él, justo ahora cuando llegaba el final de mis días. Me quedé firme en el suelo sin poder dar un paso mas. Ante mi se encontraba aquella chica de nombre Taurogirl, era inconfundible, nunca olvidaba aquellos largos cabellos celestes y esos ojos a juego. Las personas con rasgos tan peculiares siempre me ponían incomoda, me hacían desconfiar, sin embargo ella era de las pocas en quien aceptaba como era, tal vez fuese debido al gran amor que le tenia Mizu. -Tau... ¿Porque aquí? ¿Acaso los malditos elfos no te han dejado entrar?- pregunté quedándome en el lugar sin moverme, como si siempre me costase entablar conversación.
  15. Oh una familia con mi apellido, me gusta *-* Nah es que solo fue ver el Riddle y ya me dije que me pasaria por aqui xD. Esto me hace mas pensar que echo de menos mi antiguo nick u.ú En fin despues de mis desvarios, vengo a confirmar mis ganas de pertenecer a la familia y bla bla bla y todo eso xD En fin me piro. Ah y Marca lo dicho eres una antisocial ¬¬
  16. Volví a sumergirme por unos segundos en esa felicidad que me daban sus labios y que tanto dolor me causaban cuando se alejaban de mi. Me quedé nuevamente contemplándole como hipnotizada mientras a mi mente llegaban sus nuevas palabras. Sentía como si todo fuese a cámara lenta y me costase captar lo que me intentaba transmitir. Pero una cosa me quedaba clara, me queria y no pensaba dejarme a mi suerte. Negué con la cabeza al tiempo que volvía a reírme. También había llegado a pensar en la idea de infiltrarme en la Malfoy e ir a la habitación de aquel joven, pero sabia que eso no seria fácil. Estaba al tanto de que disponía de alta seguridad en su cuarto, ademas de que tampoco sabia como acceder a su laboratorio. Ademas dudaba que hubiese preparado mas inyectables, teniendo en cuenta que parecía llevar meses desaparecido. -Nada... si he optado por el suicidio Coyo es porque sé que no hay mas opciones.- dije mientras una vez mas se perdía mi sonrisa -¿Porque crees que quiero tanto mi varita? Devuélvemela... y tranquilo, no lo haré hasta dentro de unos días, quiero disfrutar un poco mas de tu compañía. Cerré los ojos impidiendo que unas lagrimas escapasen y me acerqué a su cuerpo para volver a besarle con intensidad, transmitiéndole todo lo que sentia. No quería perderle, no quería morir y me parecía sumamente egoísta hacer ello y dejarle a él y a todos otra vez. Pero no encontraba otra solución, por mas optimista que se pusiera el joven. Sentía como su mano acariciaba mi cuello atrayéndome hacia él, y yo solo me dejé llevar para que así me ayudase a olvidar todo lo malo que se aproximaba.
  17. Al final había dejado a un lado los miedos y las preguntas, solo me dejé llevar por ese impulso que me hacia mantenerme a su lado. De echo por eso mismo me asusté al ver como el joven se apartaba de mi y me miraba sentado en la cama. Sentí como mi corazón se aceleró aun mas, nerviosa de haber cometido algún error. No puede evitar volver a sentir esa sensación de estar haciendo algo indebido. Pasé mi mano por mis rubios cabellos peinandolos mientras veía como el pelinegro hacia un gesto impidiéndome que le hablase. Eso solo incrementó el miedo a ser regañada y rechazada. Me quedé contemplándole con mis ojos grises, estudiando cada parte de su ser, como si quisiera guardarle en mi memoria por si no volvía a verle mas. Aun mas nerviosa ví como se acercaba de nuevo a mi, y aunque no podía verle a los ojos, sentía que estaba inquieto. Cerré los ojos unos instantes sintiendo el contacto de su piel en mi rostro y sonreí involuntariamente. Si su intención era calmarme duró poco ya que pronto sus palabras me dejaron en estado de shock. Mi mirada se perdió en un punto indefinido de la habitación, mientras intentaba que mi mente asimilase lo que me había dicho. Ahora ya no me cabía dudas de que sus palabras eran sinceras, que su obsesión por cuidarme tenia una razón. Mi corazón gritaba por dentro, me pedía que le dijese que si sin pensar mas. Pero la razón como siempre quería luchar y me mostraba que había algo que Coyo no sabia. Suspiré y volví a mirarle sin saber cuanto me había tardado en reaccionar. -Si...- dije y tome sus manos y las entrelacé con las mías -Pero debes saber que no me queda mucho tiempo de vida. ¿Recuerdas aquel experimento que te conté? Pues me quedaré sin esos inyectables y si no me suministro eso...- me detuve sin poder continuar, sintiendo al tiempo la ira que surgía de mi interior por haber confiado en el Malfoy -si no me inyecto más, pasaré a ser una bestia permanentemente. Desvié mi mirada hacia abajo observando nuestras manos entrelazadas. No solo sentía ira sino también tristeza. Hasta ahora la idea de tener que matarme nunca había sido algo malo. Sin embargo sentía que ahora las cosas habían cambiado, de un momento a otro mi vida había recuperado la ilusión por algo. Reí con amargura ante las vueltas que daba la vida. -Tengo que matarme, no permitiré que viva el resto de mi vida siendo una loba asesina.- volví a reírme con amargura -¿A que te arrepientes de tus palabras ahora?- pregunté con tristeza.
  18. Mi mundo se detuvo en aquel instante, en el que nuestros labios se juntaron dándonos un largo beso. Me sentí confundida, sin saber muy bien que sucedía ni como habíamos llegado a ese punto. Sentía el impulso de preguntarle que era lo que estaba haciendo, pero temía que si me apartaba ya no volvería a repetir lo vivido. Cerrados los ojos disfrutaba de cada segundo del sabor de sus labios y por lo que podía ver no era la única que no quería acabar. De hecho el me aferraba de tal manera que ni me soltó cuando en un movimiento nos tropezamos y caímos sobre la cama. Dejé que se situara sobre mi, mientras le acariciaba la espalda y le sujetaba con mis largas piernas para que no se escapase. No sabia exactamente que sentir, no sabia si lo que hacia era correcto no. Lo que sentía por él, esa atracción que me producía, me pedía que continuase y no pensase en nada mas. Pero la razón pedía a gritos una explicación. ¿Pero cual? El joven había dejado bien claro que no quería alejarse de mi, esa debía ser razón suficiente para que ambos acabásemos de aquella manera. Decidí no darle mas vueltas al asunto, solo quise dejarme llevar sin importarme nada mas. No estropearía aquel momento que tal vez fuese el único junto a él. Aunque en el fondo esperaba que fuese el primer de varios, no quería perderle a pesar de que ni siquiera fuese mio. Por ello le seguí besando, jugando con sus labios y su lengua, buscando poder acariciar su piel que extrañamente era aun mas pálida que la mía. ------------- off: -Luna eres genialosa -Sopa me gustaba mas tu anterior firma u.u -Coyo querias dejarme cegata con esas letritas >.<
  19. hulas Lunosa maldetosa, aqui vengo a traerte por fin la ficha del elfo. Al fin tengo oficialmente un elfo para torturar!! Y no hay nadie que me lo impida! muahahaha http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78268&view=findpost&p=3990322 Veo que Melb aun no se ha pasado, será maldeto vagoso, tendré que fustigarle un poco. Todos estos familiares estan hechos unos vagosos ains... xD Por cierto nunca entendí que tenia la firma de Sopa que Cris miraba asi ._. En fin, me largo *huyo*
  20. Me había quedado de piedra literalmente. Eran demasiadas cosas para asimilar en tan poco tiempo. Cerré los ojos y me aferré a su cuerpo fuertemente, como si aun así no me creyera que volviese a encontrarme entre sus brazos. Lo que me había dicho... dejaba algo en claro, no parecía ser solo un capricho suyo, había una razón mas fuerte por la que querer protegerme. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir sus labios tan cerca de mi cuello. Aun así, a pesar de lo nerviosa que me sentía, sabia que podría quedarme horas abrazada a él. No recordaba cuando era la ultima vez que alguien me había hecho sentir de aquella manera, esa paz y tranquilidad, no era algo normal. Sin embargo él lo conseguía, lograba que olvidase todo lo que me rodeaba y todo lo que me afligía. -Yo... yo tampoco puedo alejarme de ti.- dije saliendo de mi silencio y apartándome un poco para mirar su rostro -Me siento vacía sino estoy a tu lado. Algo raro pasaba, en condiciones normal nunca hubiera dicho algo así. Con timidez llevé mi mano hacia su rostro, tocando delicadamente la mejilla donde tenia la cicatriz. Siempre tenia sus ojos ocultos por aquellas gafas, sin dejar oportunidad de poder comprender que pasaría por su mente. Siempre decían que las personas reflejaban lo que sentían a través de sus ojos, tal vez fuese por ello que él no dejaba que se los viesen. -Me gustaría poder conocerte mas... se que no has estado bien y aun puedo notar que no te has recuperado del todo.- puse mi mano libre sobre su corazón -Quisiera poder ayudarte, pero no creo que sea la mas indicada.- al decir esto perdí la sonrisa que minutos antes tenia.
  21. No supe cuanto tiempo me quedé mirando al recién llegado, solamente volví a reaccionar cuando Joacoo salió de la habitación. Sacudí la cabeza para regresar a la realidad y rezar para que Coyo no se hubiera percatado de lo embobada que me había quedado. Me sentía mas frustrada aun, parecía ser que eso me sucedía cada vez que estaba en su presencia, era una maldita debilidad. Una vez visto que estábamos a solas, comencé a caminar acercándome un poco mas hacia él, apretando los puños con fuerza. No pensaba dejar que me cuidara, podía ser que antes quisiese hacerlo, pero ahora ya no tenia ningún por qué. Me detuve en seco al ver como encajaban las piezas del rompecabezas, sin duda tenia que ser él quien me había protegido en las anteriores ocasiones. Suspiré, eso ya no volvería a pasar, no dejaría que un asqueroso fenixiano me cuidara. -¿Acaso no crees que tengo vida mas allá de estas paredes?- pregunté saliendo de mi silencio -No pienso dejar que me vigiles a cada lado que voy...- dije esto intentando ocultar una creciente preocupación. Lo que me faltaría era que se diera cuenta de mis actividades. Seria fácil ver como frecuento mi negocio, pero sin embargo no me haría ninguna gracia que se percatase que voy a otros lugares que no son de su interés. Volví a suspirar y comencé a moverme algo inquieta, estar con él me traía cada vez mas confusión, sobretodo a medida que le conocía mas. Llegaba a un punto en que no sabia si huir o quedarme allí, sentía una extraña fuerza que me impulsaba a que querer estar cerca suyo. -Te prometí que no haría nada malo con la varita, seria bueno que me la devolvieses por las buenas... -no quisiera que fuese por las malas. Concluí en mi interior. -Así de paso evitas que haga este tipo de actos... dije estirando los brazos mostrandole el lugar donde nos encontrábamos.
  22. -Bla, bla, bla- respondí burlonamnte a sus comentarios -Si estuvieras en la escalera vigilando a la única que culparían es a mi. Suspiré de frustración, el joven podía ser realmente un incordio si se lo proponía. Me preguntaba una y otra vez como había sido que había acabado estando con él. Se notaba que para ese entonces apenas le conocía. Era un asqueroso vampiro con todo lo que conllevaba, aun así era un buen amigo y fácilmente manipulable. El mismo admitía que sabia que le utilizaba, ahi era cuando no comprendía porque entonces se dejaba... Seguí revolviendo las pertenencias de la dueña de la habitación, sin importarme nada mas. Esto me traía recuerdos de cuando tuve que robar la varita de roble. A pesar de que no había sido hecha para mi, con el paso de los años había terminado tomándole cierto cariño y por ello me fastidiaba tener que sustituirla. En eso mis finos oídos captaron algo proveniente del pasillo y mi corazón se aceleró al instante. Desvié mi mirada hacia la puerta y di un salto apartándome de la mesita cuando vi entrar alguien por ahí. Achiné los ojos intentando deducir de quien se trababa, pero aquella voz ya inconfundible para mi le delató. "¡Maldición!" pensé para mis adentro mirando con ira al Lestrange. Por un momento me asusté, pero al reconocernos bajó la varita. Me preguntaba por que siempre vivía con esa clara tendencia a estar a la defensiva. Sabia que en mas de una ocasión habían entrado indeseados a la mansión -yo misma lo había sufrido- pero lo suyo ya era de mas extraño. Todo esto no hacia nada mas que agravar mis sospechas hacia su persona. Antes de que pudiese decir algo, el maldito Lestrange lo soltó todo. Aunque no me extrañaba, la culpa de todo era mía al fin y al cabo, asique haciéndose un poco el victima se podría salvar. Bufé al escucharle terminar y mis ojos pasaron rápidamente de él a Coyo-t, y sentí como mi nerviosismo iba en aumento y no creía que fuese solo provocado por la interrupción. -¡Es culpa de vosotros dos!-- dije señalandoles -No puedo andar por la vida sin varita con la cual defenderme.- o también torturar a los desdichados de la prisión -Y tu, que sepas que existen otras maneras de quitarme la vida, que no requieren una varita.- terminé con desprecio hacia Joacoo.
  23. Cerré con cuidado la puerta tras de mi, para no producir ningún sonido. Mi sonrisa en un principio de picardía pasó a ser de pura maldad. Mis ojos brillaron al contemplar la habitación, mientras caminaba lentamente. No pude evitar sentir cierta nostalgia, hacia mucho tiempo no tenia una habitación en la que se notara que vivía una persona. Dado el hecho de que me pasaba mudando, ya habia optado por ni siquiera decorar, no valía la pena. Decidida a ir hacia mi objetivo, volví a pararme en seco en mitad del camino. Mis grises ojos contemplaron con gran asombro una serie de posters que poseía la rubia. Pero no eran de cualquier tipo, en ellos se podía ver la imagen de varios Mortifagos. “¿Que clase de persona tiene esto en su habitación?”, me pregunté sumamente extrañada y sorprendida. No sabia cuanto tiempo llevaba allí adentro, pero por lo visto fue el suficiente como para aburrir al vampiro. Di una vuelta sobre mis talones, para verle allí dentro de la habitación, mirándome con muy poca paciencia. Hasta ahora no había tenido quejas del Lestrange, pero ahora era diferente, podia sentir como me enfadaba por momentos, al verle allí de pie tan tranquilo. -¿Que crees que estas haciendo?- pregunté yendo hacia él -¿Acaso te divertías mas allí en el árbol jugando como un niño?- me detuve a escasos metros de su cuerpo - Como nos pillen por tu culpa te vas a enterar... Me di rápidamente la vuelta dándole la espalda, y fui caminando con arrogancia hasta la mesita de noche que se encontraba junto a la cama. La abrí y comencé a rebuscar en su interior, al tiempo que me sentaba sobre la mullida colcha. Sentía la ira bullir en mi interior, era evidente que no se podía confiar en la ayuda de nadie, ni siquiera en la de una persona manipulada.
  24. Miraba al suelo impaciente moviendo el pie aplastando una florecilla violeta. Me sentía frustrada y sin fuerzas para superar todo lo pasado, a pesar de que en el horizonte se divisaban nuevos caminos. Debía una vez mas dejar atrás todo y para ello lo primero era dejar de pensar en él. Quisiera o no esa persona estaba ligada a todo lo malo y por lo tanto debía ser nuevamente erradicada de mi vida. Si una vez pude, ahora también podría, o espero esperaba. Por suerte mis grises ojos divisaron al vampiro saliendo de la mansión, raudo y veloz llegó hasta mi ubicación dándome su reporte. Sonreí con malicia y miré hacia arriba a las ventanas, me preguntaba como un lugar tan grande podía estar así de deshabitado. Sin duda era una suerte contar con la ayuda del Lestrange, aunque no fuera voluntariamente, ya que bien sabia que había jugado con sus sentimientos. Sin decirle mas nada le tomé de la mano y le llevé tras de mi de nuevo al interior. Sigilosamente avanzamos hasta llegar a la escalera que conducía a la planta superior. Nos quedamos en pie mientras mis finos oídos captaban las voces de las jóvenes que se encontraban conversando. Satisfecha reanudamos el paso subiendo los escalones necesarios hasta encontrarnos en el pasillo de arriba. -Bien eso es todo, no te obligaré a venir, se que no lo deseas.- dije mientras me daba cuenta que había mantenido por un tiempo prolongado contacto con él y solté su mano. -Puedes quedarte aquí y avisarme si sube alguien. Sin mas de mi la vuelta dejandole solo en el pasillo y caminé mirando las numerosas puertas que habían allí. Me detuve ante una en especial y puse mis manos sobre la madera comprobando que en afecto no había nadie allí. Aquella habitación era de una joven rubia al igual que yo, solo recordaba haberla visto, pero nunca llegado a cruzar palabra con ella, algo que no me sorprendía. Miré una vez mas hacia donde se encontraba de pie Joacoo y sonriendole abrí la puerta y me adentré.
  25. Seguí caminando a paso firme ya viendo que poco me faltaba para alcanzar la edificación. Alcé la vista observando las ventanas de la planta superior, intentando ver si había movimiento en el interior. En eso mis oídos captaron las pisadas de alguien tras de mi y no me hizo falta girarme para saber que se trataba de Joacoo. Me preguntaba si ya venia para impedir que cometiera alguna locura, comenzaba a cansarme de los protectores. Me quedé mirándole a un lado al sentir que había llegado hasta mi. Había algo extraño en él, no parecía el de siempre, y no era solo por verle con trozos de hierba sobre su ropa. Escuché sus palabras al tiempo que intentaba asimilar y recordar que había hecho yo por él para que me debiese algo. La verdad no llegué a encontrar nada, tal vez simplemente era una excusa. -Necesito que entres allí y que averigües donde andan tus familiares ahora.- dije señalando la mansión -Tenemos que ir a sus habitaciones y no queremos evidentemente que nos descubran entrando en ellas. Escruté con mi gris mirada todas las ventanas que daban al jardín, habría que tener mucha suerte para que no estuviese nadie arriba. Tomé una de las manos del vampiro y la presioné con fuerza al tiempo que volvía a mirar sus zafiros ojos. Estaba completamente seria e inexpresiva, centrada en lo que debía hacer, ademas el joven tampoco me daba ya lugar para ser aquella simpática lycan que una vez tuvo. -Sobretodo certifica que no ande tu buen amigo Coyo-t, que estoy segura que si se entera de lo que haré aparecerá enseguida.- concluí con desagrado. Solté su mano y esperé a que cumpliera mis ordenes, mientras a mi mente volvieron los recuerdos de aquella noche. Sentí un nudo en el corazón al pensar en él, se me hacia extraño saber que vivía aquí pero sin embargo no le veía nunca. Me preguntaba en que consistiría sus días, en que trabajaría, a que se dedicaría y si mis sospechas eran ciertas... era una persona de lo mas intrigante, y despertaba algo en mi, algo que no sentía hace demasiado.

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