Jump to content

Sophie M.

Magos Expertos
  • Mensajes

    707
  • Ingresó

  • Última visita

Acerca de Sophie M.

  • Cumpleaños 11/12/1991

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    6
  • Rango Social
    Unicornios de Oro
  • Galeones
    107658
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Munter
  • Trabajo
    0
  • Escalafón laboral
    T1
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    60
  • Puntos de Poder en Criaturas
    20
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Rango de Criaturas
    10 a 200
  • Conocimientos
    Runas Antiguas
    Idiomas
    Adivinación (Conocimiento Adquirido)
    Encantamientos (Conocimiento Adquirido)
  • Medallas
    0
  • Tickets
    0

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Slytherin
  • Género
    Femenino
  • Location
    She is fire and ice. You'll fear the cold and crave the burn.
  • Interests
    Judge me when you're perfect.

Campos para Gringotts

  • Escalafón último mes cerrado
    T1
  • Posteos acumulados último mes cerrado CMI
    10
  • Posteos último mes cerrado CMI
    0

Contact Methods

  • MSN
    hp111291@hotmail.com
  • Website URL
    https://www.facebook.com/sophie.haughtonselwyn
  • Skype
    Irina_M_B

Visitantes recientes al perfil

14.936 visitas al perfil

Logros de Sophie M.

Apprentice

Apprentice (3/17)

  • Well Followed
  • Dedicated
  • Reacting Well
  • First Post
  • Collaborator

Insignias recientes

594

Reputación

  1. Aquí... 10+ años después intentado descifrar esto... tener ayuda sería interesante...

    1. Mostrar comentarios anteriores  31 más
    2. Sean -Ojo Loco- Linmer

      Sean -Ojo Loco- Linmer

      nahh si me acuerdo Eliah por eso me sorprendio verte por aqui.....y dije lo de los fantasmas jajaja. Por lo menos en el foro tengo buena memoria. Lo mismo para Sophie...aunque ella ya piense lo mejor de mi...jajaja 

    3. Eliah Selwyn R.

      Eliah Selwyn R.

      jajaja volvi despues de siglos pero con ganas de roler a tope!!

    4. Sean -Ojo Loco- Linmer

      Sean -Ojo Loco- Linmer

      esa es la idea....cuenta conmigo....para lo que haga falta

  2. Te dejo amor Tenebroso. ♥ 

  3. Dejando amor amoroso 👻

  4. Tantos años de historia y no me alcanzaba para descubrir como lo hacía. Como era capaz de hacerme olvidar y es que era tan fácil ser con ella. Eso, solo ser. Habían personas que se pasaban la vida buscando a alguien así para compartirse y es que no se resumía solo a algo romántico, podía ser mi amiga o mi amante con la misma facilidad. ¿Yo? solo había topado con muchísima suerte. Lo sabía. Había mencionado que conozco muy bien sus ángulos, aquello era de todo menos una exageración más dejé pasar el comentario, como la dama que era. Pero si había negado enérgicamente cuando dijese que exageraba sobre su belleza, ninguna metáfora o hipérbole le hacían justicia. Pero esa era yo, una empedernida romántica que ha amado y se ha ha enamorado una, otra vez y de todas las maneras posibles de esa mujer, más de lo que era humanamente posible. Cuando tomo su mano, es cuando en realidad olvido totalmente que me trajo hasta ahí, por primera vez en todo ese día y los últimos me siento tranquila, protegida. Su tacto es tan cálido, idéntico al mío y es que no se puede olvidar la complicidad en la sangre que recorre sus venas. Más allá de los sentimientos, aquello si que nos uniría para siempre. Se me antojó tan confuso abrir una puerta y encontrar un mundo de naturaleza detrás. El fuerte olor a tierra se entremezclaba con aromas dulces y amargos de la infinidad de plantas allí, más de las que podía contar en un primer vistazo. Nuevamente cautivada dejo que me cuente sus pensamientos. Hasta que doy un brinquito cuando un tentáculo se acerca. Río al ver como lo aparta como si fuese nada. Aquello definitivamente no era lo mío. – Es fascinante – digo aun ida en la cúpula de cristal, me daba la sensación de ser minúscula cuan alta se encontraba. Cuando bajo la mirada le dedico una sonrisa y me tomo en serio lo que pide acercándome muy peligrosamente a ella. – Pero creí que íbamos a empezar por mi lugar favorito – la veo mirarme contrariada. Es obvio que no conozco más que el ático mismo y ahora el jardín. – Tu habitación – robo un beso de la comisura de sus labios y antes de que las dos perdamos el hilo de la conversación continúo. – Cuéntame ¿ que hacías antes de que yo llegara? – me separo un poco de ella solo para examinar un excelente ejemplar de asfódelo. Y para tomar aire. Ahora mismo me sentía cobarde. Habría hecho lo que fuese por aplazar conocer a la tal Anne.
  5. De golpe lo había olvidado todo. Era tan fácil hablar con ella que, momentáneamente, había olvidado la rabia, la obsesión más no el resentimiento. Era una locura y lo sabía. ¿En qué momento había pensado que toda esto era buena idea? Absurdo era un mejor adjetivo, hasta ahora me daba cuenta que parecería muy posiblemente una niña buscando a su madre, lo cual era dolorosamente irónico. Parece que algo tenemos en común con aquel nombre. Mi rostro sombrío y el suyo tenso lo confirman. Al mismo tiempo me había confirmado que estaba en la pista correcta, un paso más en este misterio de mi propia historia y ascendencia. Miro de soslayo el árbol genealógico antiguo como si esperara ver mi nombre allí dibujado. El hecho de tener la certeza de que Anne Gaunt estaba ahí mismo, provocó que una emoción me recorriera el cuerpo. Era difícil distinguir si era euforia o genuina repulsión. Niego ante su inquisitiva, no requiere mucha de mi suspicacia reconocer que no hubiese servido de nada mentirlo, parecía descifrarlo. – No exactamente – confirmo pero me gusta tanto cuando me lee así, porque zanja el tema de inmediato. Sonrío en lo que asiento, me cautiva escucharla hablar así de sus pociones, como una niña también solo que en un sentido menos macabro y retorcido que el mío. O casi, sabía lo peligrosa que podía ser con una sola de sus cocciones. -–¿Alguna buena poción para este momento? – pregunto señalando con un ademán y en broma mi mano derecha vacía como si le faltara exactamente una bebida. – Hmmm – finjo observar la estancia e incluso me levanto para explorar alrededor como un perito haciendo su trabajo. – El cuadro, por ejemplo – lo señalo antes de regresar sobre mis pasos. Miro desafiante a sus ojos topacios que sé que no han dejado de seguirme en mi recorrido, sin permiso alguno comienzo a servir dos whiskys de su propia mesilla en la sala – pienso que no te hace justicia – entrego su vaso y tomo asiento, ésta vez a su lado – sé que tienes mejores ángulos – rio y doy un sorbo. – Confieso que me gusta mucho – exhalo mucho más relajada de lo que me había sentido en días tramando todo aquello –¿merezco saber que hay detrás de las puertas? Aquello me diría muchísimo sobre los inquilinos. @
  6. Pierdo noción del espacio tan pronto se abren las puertas que no dudo en cruzar antes de que despierte el elfo del ascensor, que incluso aprovecho para enviar de nuevo al primer piso; todo en mi intento de no dejar demasiada evidencia de mi presencia, algo que parecía horrible de hacer si se tenía en cuenta las 7 puertas a mi alrededor, de las cuales, solamente una tenía algún indicio de lo que escondía porque no creía que fuese gratuito ese oso cuidando la entrada. Detrás de mi, podía ver los jardines que se extendían más de lo que me permitían observar las ventanas . Respiro y doy cada paso más premeditado que el otro. No sabía de trampas para visitantes no deseados, pero a todo parecer aquella estancia era inofensiva, diseñada para los mismos habitantes del edificio. Lo siguiente que detectó mi vista me recordó que de cualquier manera no iba a poder relajarme. Dos ojos amarillos parpadearon al tiempo que encontraron los míos y desaparecieron rápidamente por una de las puertas. – Maldición – susurro y es demasiado tarde para intentar seguirlo. Es en aquel momento que abandono mi postura de tratar de infiltrarme. Era un plan ridículo de todas maneras, a partir de ese mismo instante haría algo que se me deba muchísimo mejor, actuar como si fuese la ama y señora de aquel lugar y correr con las consecuencias luego. Es curioso como me da confianza haber tomado aquella decisión. De hecho, me distraigo un poco más con los ornamentos alrededor hasta que por fin noto algo que debió capturar mi atención primero. – ¿Tauro? – murmuro acercándome al cuadro suyo. Aquello no representa ninguna complicación, si algo, sería bastante útil contar con al menos una persona conocida en mi empresa de descifrar todo aquello. Beltis, lee el otro cuadro y no reconozco a la mujer los otros cuadros. Al menos ya sabía como lucía aquella mujer. Había sido como invocar al diablo. – Huh... – a la defensiva me giro a descubrir desde donde me llama. Siento la demanda de su pregunta, pero no la culpo, es una excelente pregunta que no quería responder de inmediato así que aprovecho su saludo para pensar que decir – ¿Quieres la verdad o una cortés mentira? – le pregunto y asumida, tomo asiento en uno de sus sillones, porque ahora me queda claro que en cierta manera eran sus dominios. Quería abrazarla, quería conversar de su hogar, quería saber como es que nos estábamos encontrando ahí también. Preguntarle que pensaba de que la vida insistiera en cruzarnos, pero ahora mismo no puedo nada de aquello. – Busco a alguien – sin rodeos, la verdad quisiera salir de aquel asunto de inmediato – ¿conoces a Anne Gaunt?
  7. No había sido nada fácil llegar hasta allí, de hecho había requerido métodos poco convencionales extraer la información suficiente para saber que aquella era la pista correcta. No eran métodos agradables pero si eran eficientes. Aquella edificación tenía que ser la que pertenecía a mi familia. Bufo amargamente, estaba demasiado acostumbrada a no tener nada como aquello. No esperaba nada y tampoco tenía nada que perder. Es más, había dejado aquella búsqueda por años, había abandonado la idea de una familia, más ahora, dado mis nuevos poco anuentes informantes, la ansiedad de conocer la verdad era más que suficiente para vencer el orgullo y el rencor. Cual espía, estaba observándolo todo desde la esquina más distante. Habían pasado horas desde que la última persona hubiese ingresado. Los transeúntes muggles, ni siquiera parecían poder apreciar lo majestuoso de aquel lugar, ciegos ante la realidad llena de magia en frente de ellos. Por mi parte, solamente estaba recontando los obstáculos aún por vencer. Tenía apenas un nombre: "Anne", un cosquilleo me recorría al pensar su nombre, era una emoción extraña entremezclada con repudio. Luego de años de esforzarme al tratar de recordar, parecía como si mi memoria estuviese atada y solamente su nombre hubiese escapado. De hecho, muchas veces pensaba que todos los recuerdos de mi familia estaban mitigados por algún encantamiento. Suspiro y sacudiendo mi cabeza para concentrarme, echo a andar con resolución hasta la entrada. - Soy invitada de Anne - digo sin darle mucha oportunidad al conserje de preguntarme nada, todo con un tono de autoridad que tampoco lo invitaba a desafiarme. Había incluso elegido mi vestimenta, totalmente formal y de buen gusto, podía pasar por una mujer de negocios para un muggle y de clase para un mago o bruja, la capa de viaje no era más que una estrategia para llevar la varita convenientemente cerca de las manos y escondida- no le gustará nada que me deje esperando en el umbral así que puede mostrarme el camino hasta el elevador inmediatamente- aquel era el otro único dato que tenía sobre la arquitectura del lugar. El hombre me dedicó una mirada de sospecha aunque igual me guió hasta donde le había indicado. Parecía expectante como si algo fuese a suceder, me aferro a mi varita como preparándome a un duelo, parecía esperar a atraparme en mi mentira al tiempo que caminábamos en absoluto silencio. Para sorpresa de los dos, nada me detuvo de ingresar al elevador que tuve que operar por mi misma pues luego de incluso empujar al elfo seguía llenando el aire con fuertes ronquidos. Todo mi plan se acababa ahí, a partir de aquel momento debía improvisar y al tiempo, aferrarme a mi historia de ser invitada de una mujer que no reconocería y aun si lo hiciese no sería alguien de mi confianza. Iba por respuestas y no por el amor de una madre, pero lo cierto es que tampoco sabía que iba a terminar encontrando.
  8. Hola! Venía humildemente a pedirles una firma nueva! Pago con chocos, abrazos o en realidad lo que haga falta (? Imagen: https://hdqwalls.com/download/emeraude-toubia-po-3840x2400.jpg Texto: Sophie Munter -/// I may be bad... but I am perfectly good at it. Avatar: Si Observaciones: Medidas estándar, lo demás a discreción del diseñador Gracias de antemano por su ayuda :3 Gracias de antemano por su ayuda :3
  9. Hola de nuevo a todos! Si, sabes que siempre te he adorado y sos la mejor mami del mundo asi que confirmo para que esa sea nuestra relación en este familia! Si nos echan por una ventana no te preocupés, nos metemos por otra La emoción es toda mía Prometo pasar a rolear tan pronto como me acuerde como se escribe una palabra junto a la otra. También tengo que hacer mil cambios en mi ficha, pero los estaré incluyendo muy pronto... por lo demás.. los veo por ahí
  10. Hola!!! Como a mi nadie me dice que hacer, aqui estoy. Nombre: Sophe (hay apellido allí, dos en la ficha pero la verdad no soy de ningún lado *drama* ) me gustaría creer que Munter de una vez (??? Ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/topic/83402-ficha-de-sophie-haughton-ryddleturn/ Bóveda personal: http://www.harrylatino.org/topic/84072-boveda-de-sophie-haughton/ Indica tu relación con la familia o como te gustaría aparecer: Pues, donde quede un espacio me viene bien, sé que no quiero estar debajo de Tauro.. o quizá si? pero en realidad me gustaría y me honraría muchísimo si Anne me acepta ¿Qué piensas de los muggles?: Mientras que pocos son salvables, la mayoría son divertidos de jugar con. :3 Pero esta humanidad, sin poderes otros que la arrogancia sin fundamento, sigue demostrando que lo mejor que puede pasar es la extinción. ¿Con o sin?: Con?. Siempre. ¿2 o 3?: Donde caben dos, caben tres. Nunca lo olviden. Y nada, a ver como me va con todo esto!! Saludos!
  11. No niego que me gusta su confianza y temple, pero se me antojan ajenos a la Kyttara que conozco o mejor dicho, conocía. Inmutable esperó mi pregunta e incluso aventura una sagaz sonrisa. Aquello pone a hervir mi sangre por dos buenas razones: atracción y el recelo con tinta de rencor. Me domina el momento, la cercanía y el contacto con su piel con la mía me evocan imágenes y sensaciones complicadas de reprimir, especialmente por estar acostumbrada a ya no tener que hacerlo y aunque hay una sutil brisa barriendo las hojas secas, yo siento calor. ¿Realmente me importaba, aquí y ahora mismo, si aquella mujer aprisionada por el peso de mi cuerpo y filo de mi varita era mi exesposa? Mi convicción flaquea y sonrío en respuesta a mi propia pregunta y por lo que responde mi interlocutora. Había una pequeña posibilidad de que ella hubiese cambiado, pero es que parecía el día y la noche. Pero finalmente lo cierto es que no me importaba en absoluto si estaba ante una trampa, estaba decidida a apostarlo todo. Me la había arrancado del corazón dejando un charco de sangre en su lugar. Había sentido hasta el alma partirse en cientos sino es que miles de pedazos, suficiente rota como para volver a descender hasta el mismo infierno y empeñar de nuevo las sobras de mi alma a cambio de poder y soberbia. Podía y era más fácil dar rienda suelta a mis deseos allí mismo, acciones primero, como el beso apasionado que podía arrancarle de sus labios tan peligrosamente cerca y las preguntas para después... - Es cierto - le concedo liberándola solo un poco de mi agarre, igual precavida, igual agitada - en definitiva tendré que pensar una mejor manera de comprobar que no este siendo engañada - lo que aquella mujer no podría prever es que tampoco me importaba, que no me iba a sentir traicionada si ya esperaba el peor resultado... que no sería nada claro quien jugaba con quien... - Se me ocurre una sola... - murmuro y mi mirada se desvía de sus ojos para guiar mi varita por su cuello, que baja muy despacio su pecho. Otra sonrisa en mi rostro, la que sabe que esto podría doler e igual no se detiene. Cuando veo que está por decir algo más la callo con mis labios que besan los suyos con la intensidad que conoce el que ha odiado y amado al mismo tiempo. Un beso que yo no detendría sino hasta sus últimas consecuencias, mis manos tiemblan buscando más de su piel pero no por miedo... aquello lo detendría solo ella si así lo decidía y de no hacerlo pronto, mis sospechas quedarían más que confirmadas.
  12. No estaba muy segura de si hacía calor o frío, pero si podía sentir la caricia de un rayo de sol en mi mejilla. Extrañamente ya no estaba adormecida, de hecho, me sentía llena de energía, más consciente de lo que me rodeaba y no solo por la sensación de peligro inminente. Era un amargo despertar. Los segundos transcurrían, mientras me internaba poco entre árboles envejecidos y aun así frondosos, el aire limpio cosquilleaba en mi nariz, más era prueba de que nadie más se encontraba cerca. Igual mi varita y un apurado Homenum Revelio terminaron de confirmarlo. Estar allí de primera me daba para pensar que tenía algún tipo de ventaja, pero lo cierto es que nada de esto no era un juego o apuesta. No había ventaja, lo mismo que no habría ganadores. Era una ecuación cuyas únicas soluciones eran perder o ganar. Unos pasos detrás míos me alertaron y aún así no me giré a enfrentar lo inevitable, seguía escudriñando el sendero que se extendía hasta perderse en medio de follaje. Un segundo que parecía durar para siempre y después eran solo los delicados pasos de la elfina. Respirando tan hondo como se hace al consumirse en un furioso mar, me giré para encontrarme con ella. Mi rostro, sereno, no dejaría ver dolor, ni la angustia que me recorría, por ahora una actuación impecable. Casi indiferente, quizá aún llena de orgullo o quizá con la intención de no recordarnos cuanto habíamos sufrido desde el último día en mis brazos hasta hoy. Me dice bienvenida a casa y sopeso lo que he de contestar, o bien solo hago algo de tiempo porque tengo la boca seca ¿Podría ser más hermosa que lo que mi mente era capaz de recordar? Era injusto. – ¿Bienvenida? ¿A casa? – el sarcasmo es notorio, parte de mí. Noto que estoy a la defensiva. No es aquella mi primera intención por lo que suavizo mi gesto y mirada. Rendida sin empezar ninguna batalla – Gracias, es bueno estar de regreso – era una afirmación evidentemente muy pesada dada aquel tenso recibimiento, pero cierta al fin y al cabo. – Debo reconocer que eres la última persona que esperaba aquí y para recibirme, me siento honrada – sonrío a mi pesar. – ¿Haremos un teatro o iremos directo al grano? – suelto resoplando y señalando un tronco que se veía bastante cómodo y haberse usado para sentarse con anterioridad. Me quedo observándola tan decidida a cualquier camino que pudiese tomar aquel encuentro, impaciente por saber ya si haríamos más grande la herida o si sanaría. Instinto. Hay algo en ella que me genera desconfianza, sus expresiones, me da la impresión que hasta en el caminar. Deben ser imaginaciones, paranoia, era muy posible que las dos estuviéramos tan cambiadas, pero dudaba que pudiéramos dejar de reconocernos. – Me arrepiento – susurro cuando se sienta, si era cuestión de confesar mejor empezar por mí misma – de algunas cosas – porque sería mentirle que de todo. Era consecuente con mis decisiones aun una como esta, que había dolido como arrancarse el alma. Mentirle es algo que jamás haría; de hecho, era aquel el motivo por el que llegamos al extremo, porque prefería dejarla que mentirle, que decirle que era enteramente feliz – pero lo siento por todo – apenas audible. Ni siquiera un latido ha transcurrido. No hay un revuelo ni sonidos alarmantes. Pero mi varita se encuentra clavada en su garganta, mi rostro aun sin inmutarse; mi voz le habla queda pero firme. Sus ojos se encuentran con los míos, no veo miedo o pánico, aquello me gusta. Solo veo resolución. – Dime... Kyttara – pronuncio su nombre con una sonrisa – ¿De qué color... – ajusto mi posición más en forma de llave para inmovilizar o arruinar cualquier intento de alcanzar su varita - ...era el liguero debajo de mi vestido de novia? - le clavo más la varita en la delicada piel de su cuello que no hace demasiado tiempo antes besaba mis labios. Yo misma pienso en aquel encaje negro a la altura de mi muslo y solo ella podría saberlo, solo la verdadera Kyttara porque aquella noche había sido nuestra. Y es que había aprendido que nunca se podía ser demasiado precavida. O vulnerable. @
  13. Las conexiones con el pasado no son sencillas de olvidar, de hecho, tenía la teoría de que era imposible, incluso con magia involucrada. En la vida, se puede aprender, con suerte y mucho esfuerzo, a vivir con tu pasado en paz y con demasiada fortuna: sin dolor. Per allí estaba, apenas unos minutos en aquel país y ya estaba en la incómoda y dolorosa situación de tener que enfrentar mis demonios, con toda la ironía que esta frase implicaba. En una fracción de segundo, las diversas posibilidades invadían mi mente, no podía negar el instinto. Huir era la opción más fácil, un simple hechizo para aturdir la elfina. Deseché aquella idea de inmediato, la pobre criatura no lo merecía, más un Confundus lograría más o menos los mismos resultados. Mientras tanto, la elfina balbuceaba más palabras de las que era humanamente posible entenderle al mismo tiempo que se incorporaba. Intenté acallarla mientras volteaba a ver alrededor en busca de testigos, mi plan A aun en consideración, casi en moción. Escuché su acusación y aquello devolvió mi atención a su rostro. Tenía razón, me escondía, supuse que no había forma de convencerla de lo contrario. – la Ama Kyttara...– el resto se perdió. Solo su nombre detuvo mi corazón, era tan doloroso, como si hubiese estado quieto por demasiado tiempo y por primera vez, casi hecho piedra, recibiera la sangre que requería para latir con fuerza, rompiendo mi pecho. Me llevé la mano a la altura de la garganta, el aire de pronto era denso, me sentía mareada. Pero entre tanto logré escuchar a medias que quería hablar conmigo. No estaba segura como sentirme. Sabía tan bien el daño que le había hecho, no sin al mismo tiempo, a mi misma. Había sido egoísta mi espíritu libre había ganado entre tanto. Me había rendido de luchar por lo nuestro, por nuestro matrimonio. Otro instante más, el más bello de todos, sus cabellos rubios entre mis manos, sus labios con los míos. Me erguí recuperada, sopesé mi decisión y comencé a dar más que instrucciones, órdenes. – Detente – pues estaba intentando guiarme a donde estuviera Kyttara. – Desharás cualquier ridiculez que esté pasando por mi regreso y - no habían palabras correctas – le dirás a…– su nombre era difícil de pronunciar – tu Ama que la esperaré allí – señalé los lindes del bosque por el que yo misma había entrado. Había un sendero que seguir, ni yo sabía donde desembocaba Pasara lo que pasara, no habrían testigos. Me giré antes de que pudiera protestar, echando a andar hacia mi destino. @
  14. El concepto de tiempo se había vuelto ajeno, abstracto, pero en mi ya casi todo lo era. Incluso yo misma. Por unos días inmensurables había vivido en automático. Entre vivos, muertos y malditos, más cómoda entre los últimos dos. Durmiendo cuando estaba cansada, comiendo famélica, matando por antojo. Adormecida sin pensar demasiado porque aquel estupor era mi equivalente a ser feliz... después de todo ¿cuántas veces se puede quebrar una persona y volverse a componer? Había dedicado mi tiempo, mi silencio y sed de odio a opacar cualquier rastro de amor, a la búsqueda de demonios entre malos y peores, a acuñar conocimiento y poderes que me mantenían la meten ocupada y el cuerpo cansado. Quizá el motivo por el que aquella vida resultaba sencilla era que me había acostumbrado a fingir ser alguien más. Cambiar mi apariencia me era tan fácil como respirar, lo mismo que influenciar a los demás, mis características de súcubo seguían siendo las más potentes, pero otros cuantos artificios y artimañas estaban probando ser muy útiles, fruto de relacionarme con gentes de inframundo. Había abandonado hasta mi nombre reemplazando Sophie por Euphie. Aquel era el motivo por el que firmar mi carta dirigida al Castillo Selwyn había resultado tan extraño, porque llevaba mi verdadera firma. No tenía mucho contenido, era básicamente una solicitud de asilo, pensaba que nadie me buscaría allí a diferencia de mi familia sanguínea. Había sido explicita en que solo encargados de la familia se enteran, para lo último que tenía humor era para un recibimiento ornamentado. Los ojos grises de mis dos formas me devolvían la mirada en el espejo con un mechón rubio y rizado. Así empecé mi regreso a Londres, desconfiada de presentarme como Sophie sino hasta que hubiese cruzado el umbral de algún lugar que pudiera llamar seguro, por eso volvía, cansada de tener que cuidarme, volver iban a ser como las vacaciones más tensas que se puedan imaginar. Sin duda, llenas de recuerdos punzantes, personas indeseables y otras más anheladas. El ocaso al fondo parecía querer presagiarme algo, nada convencida volví mi espalda, caminando entre el bosque hasta el castillo que imponente se alzaba entre las copas de los árboles. Hasta ese momento o había pensado lo inusual de mi acercamiento, entre penumbras y sombras. Un sonido a mi derecha me alertó, un rayo verde esmeralda de mi varita al instante después, más solo era un zorro que había logrado escapar por escasos milímetros. Solté una carcajada algo macabra, debía dejar aquella costumbre atacar a matar para luego hacer preguntas, era la fuerza de la costumbre. ¿Quién estaría en el castillo? ¿Alguien me reconocería? ¿Me quedaría el tiempo suficiente para socializar o escaparía de nuevo? Preguntas no me dejaban de rondar, más las aparté un momento en lo que cerraba mis ojos y cuando los volví a abrir el cabello largo, liso y negro me rozaban las caderas. Las botas de cuero hacían escaso sonido al pisar en la grava, ataviada en una larga capa de viaje, era la que hacía más alboroto. Lo siguiente que vi, entre varios elfos correteando, me heló la sangre; un latido después borboteaba como lava. Me escabullí de toda vista antes de que se me notara. ¿Organizaban una fiesta? Chillé los dientes pensando que no podía ser para mi aunque mis ojos no pudieron dejar de notar lo que ponía un pastel casi tan grande como la mesa que lo sostenía, con mi nombre. Solo faltaban fuegos artificales. Consideré mis posibilidades de entrar sin ser vista y comencé a rodear el castillo. Distraída como estaba no había notado que había tropezado con lo que solo podía ser una elfina. Que de inmediato intenté acallar y levantar. – ¿Naika?
  15. Kaytleen - Súcubo Es cierto que la música se apaga y vuelve un poco distante, justo en el momento que un segundo parece perdurar para siempre. Recuerdos que se agolpan por tomar la estelaridad de mis pensamientos. Rostros, colores, hasta sensaciones al mismo tiempo que el whiskey se acaba en el último sorbo que doy mientras se presenta. «Soph...» una frase que no sale de mis labios, Kaytleen no lo permite. Forcejeo conmigo misma, pues aquella demonio es la que vive en mi luego de que Lilith consiguiera su propio cuerpo... y agradezco no haber tomado la iniciativa de Lilith the acompañarme o aquella demonio infame ya estaría enrollada a aquel hombre o bien habría dicho mi verdadero nombre. Y aquella noche no quería ser Sophie ni podía serlo, seguía demasiado rota y por eso estaba escapando en mi forma más demónica, totalmente alejada de mi. Ese mismo segundo, en ese infinitesimal segundo, lo observo más críticamente. ¿Qué podía decirse de Eragon a simple vista? Típico del estratega en un juego o una guerra... y coquetear es también un lucha de poderes, de ego. Dejo caer el vaso pesadamente en la barra frente a mi interlocutor. - Lo mismo que toma Eragon - le solicito que llene nuevamente mi vaso, con ningún otro objetivo que no sea comprarme más tiempo. Medir el peligro de la situación, si es que había alguno o simplemente disfrutar el momento. - Dado que ha demostrado tener un excelente gusto. No estaba segura, pero podía estar resultando solo paranoica, entre nosotros dos no me cabía la duda de que fuese mi conciencia la más cargada de crímines, lástima que hubiese perdido el pudor hace tanto como para que eso me afectara, no puedo evitar soltar una risita que apago componiendo mi máscara cuando regresa y me entrega mi vaso. - Kaytleen - pronunció denotando mi acento inglés. Agradezco el líquido chocando mi vaso fugazmente con el suyo. Acababa de pensar aquel nombre, realmente nunca antes lo había usado, pero tampoco la apariencia que ando, que sigue oculta bajo la capa. - No parece usted de por aquí - no era una pregunta, tampoco una afirmación, era más una trampa para ver cuando se dejaba conocer - si lo requiere saber yo ya no soy ni de aquí ni de allá - agrego cruzando una pierna al tiempo que el hombre se sienta en la silla junto a mi ante la abierta invitación de conversar más.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.