Esperé solo unos momentos en la puerta, cuando de pronto está se abrió y apareció Sophie, con cara sorprendida dijo- Danayel?...-e inmediatamente me llenó de atenciones invitándome a pasar y preguntando- pasa, ya comiste? tienes donde pasar la noche?- mientras me conducía a la sala de su bonita mansión y le indica al elfo que me trajera comida y cerveza de mantequilla.
Obvio era que yo me sentía de los más extraña entrando a casa de mi amiga ya que tenía un buen rato sin estar en un lugar civilizado, además sentía que no encajaba mucho con la decoración ya que comenzaba a caer en la cuenta de mi aspecto, era toda un desastre, tenía mi pelo totalmente desalineado despeinado sin forma ya no estaba a los hombros si no a media espalda, maltratado totalmente, estaba sucia después de varios días vagando, las uñas largas y sucias por no decir que no traía nada encima más que la túnica gris y mi hermosa varita, pero en fin la seguí con cierto aire de desconfianza que ya era un hábito después de más de un año fuera de la civilización y cuidándome las espaldas yo sola. Así que cuando llegué a la sala me sorprendí por la decoración estilo egipcio que predominaba en la misma, sin embargo eso no me importo mucho y me senté en un sofá tipo diván y frente a mí se sentó Sophie.
-Bueno Sophie con respecto a si ya comí, no aún no me he comido y creo que el estómago me está gruñendo de hambre y con respecto a donde pasar la noche… digamos que a mi antigua casa no quiero regresar quiero tener un nuevo comienzo y mi techo de este último año no ha sido más que la bóveda celeste
-Ok daremos solución a eso, pero ahora descansa y cuéntame ¿qué ha sido de ti, desde tú última vez entre nosotros?-
-Pues bien, como te habrás dado cuenta llevo más de un año viajando, todo este tiempo he estado sola, tratando de dilucidar si mi última incursión en este mundo era lo que yo quería, efectivamente en la Familia Weasley siempre hubo para mí excelente trato y amor pero la verdad me estaba ahogando no sentía que fuera yo, guardo un excelente recuerdo de esa casa y de esos magos y brujas siempre he sido bien recibida pero sentía que no era yo exactamente, no sé tal vez mi naturaleza me obliga a ser más libre, más agresiva, más fuerte, más renuente a las reglas, digo tú sabes que parte de ello me llevo a abandonar la escuela y mi casa- comenzaba a sentirme más relajada cuanto más hablaba con ella, no sé era como sentirme en confianza con alguien que lleva mucho tiempo contigo ó tal vez la naturaleza de nuestras razas.
Mientras tomaba un respiro se incorporó el elfo a la sala, trayendo una buen a porción de comida y una rica cerveza de mantequilla-Madame gusta Usted algo de comer?-a lo cual yo rayda y veloz comencé a devorar la comida, evitando los cubiertos y tomando todo con las manos y metiéndolo a mi boca, hasta que caí en cuenta que no estaba precisamente en el bosque y no tenía mi forma licántropa por lo cual pedí disculpas-Perdón Sophie =S es la maldita costumbre de comer como animal, lo siento trataré de acordarme de las buenas costumbres y comportarme ups- por lo cual Sophie solo gestículo una media sonrisa y haciéndome una seña con la mano dándome a entender que terminará de comer y que después continuará contando mi relato, sin embargo ella me observaba detenidamente ¿en verdad lucía tan mal?...