Doyle´s (MM B: 104907)

[Joa Macnair Crowley]

La Macnair miró un poco extrañada al chico por tan exagerada reverencia, pero además de ser un gesto un tanto extravagante, no parecía ser más que respetuoso, por lo que la pelinegra decidió tomarlo como una ofrenda de paz, incluso casi enrojece al notar los modales del hombre. Ella se había dejado llevar por su mal humor y olvidado su educación, supuso que eso tampoco sería motivo de orgullo para su familia. Pero antes de poder presentarse como correspondía, era tomada de la mano por él, haciéndola girar para caer en sus brazos y volver a dejarla en su lugar.

 

—Soy Joana Macnair Crowley —se presentó sin saber si reír o molestarse ante el acto del Castairs—, hermana de Fokker —agregó con un poco de arrogancia imitando el tono de su nuevo compañero, aunque sabía perfectamente que su parentesco con uno de los socios no causaría ninguna diferencia en sus labores, y si lo hacía, solo sería para peor—. Puedes decirme Joa, y en mis ratos libres no suelo andar bailando.

 

Apenas terminó, una mujer apareció por las escaleras, una cliente, supuso. Todo el encanto que había mostrado Carlos hace unos pocos instantes pareció disolverse por unos segundos y para Crowley se hizo evidente la tensión entre ellos. Necesitaba alejarse de allí y por suerte unos ruidos en la planta baja le dieron una excelente excusa.

 

—Iré a ver si necesitan ayuda. Con su permiso —se alejó haciendo una sutil reverencia a ambos.

 

En cuanto descendió a la planta baja fue aturdida por el desagradable e inconfundible olor de una bomba fétida, mirando un poco más lejos, habían vidrios rotos, aparentemente eran los restos de una copa, y cerca de estos su querido tío-hermano Fokker. Como pensó, su parentesco solo le daría más trabajo.

 

Odiaba entrometerse en dramas de parejas y cosas por el estilo, pero lo prefería a tener que limpiar el desastre causado por el Crowley y la que creía era su novia, así que volvió a subir las escaleras para encontrar al par que dejó anteriormente.

 

—¿Me lo prestas un momento? —se disculpó agarrando por el brazo al castaño, apartándose hasta donde no los pudiese escuchar la mujer y sonrió con inocencia—. ¿Qué te parece si yo la atiendo a ella y tú te encargas del problemita de allá abajo? —A la pelinegra no le pasó inadvertido el cambio en la expresión del encargado ante la llegada de la desconocida, esperaba poder sacar provecho de aquello.

[Mery Gaunt Karkarov]

Mery Anne Haughton.

 

La pelirroja caminaba por el callejón, en busca de un local el cual, por estar en prisión, tubo que dejar una conversación atras. Vestia un vestido negro de cuero, bastante ajustado, unos tacones de un color azul electrico, y su cabello rojo, iba suelto. Llegó hasta las puertas del local, y con un leve empujón, entró en el.

 

En ese momento no se encontraba May, por lo que se quedó algo disgustada. La mortifaga caminó hasta la barra, y se quedó hay esperando a ser atendida. Los minutos pasaban, y nada.

 

- ¿Hola? Alguien que me atienda, por favor. - Comentó la vampiresa, con un tono algo elevado. Esperaba haber sido escuchada, si no, alzaría mas su voz, y entonces, la escucharían hasta la gente que pasara por delante del local.

[Finnick Oddair]

Bueno era nuevo en el país, así menos de un mes que estaba en el Reino Unido y todavía no había salido a ningún lado, algo que aún no me lo perdonaba, trataba de no regañarme a mi mismo ocultado esa falta de salida con excusas, como recién llegaba, tenía que presentar el papeleo, asentarme, organizarme, estudiar, y miles de excusas absurdas, ja.

 

Pero aquella noche tuve tiempo libre y me decidí por recorrer el famoso callejón Diagon, todos los británicos hablaban de que era el mejor lugar para salir y realizar las compras, era hora de comprobar si estaban en lo cierto.

 

Recorrí el callejón buscando un lugar, pero el problema residía en que ni yo sabía que tipo de lugar estaba buscando, al final de detuve frete a un local de dos plantas, mis ojos, uno azul y el otro verde enfocaron el nombre del mismo, Doyle´s, parecía ser un bar restaurante. M encogí de hombre y entré.

 

La primer planta me gusto, había una pista de baile, pero en aquel momento pocas personas se movían por ella, por ahora no tenía ganas de bailar, quizás más tarde, ahora lo que me apetecía era un trago, por lo tanto me acerqué a la barra.

 

- Buenas noches, ¿Qué me recomienda?, quiero el mejor trago británico que tengan – le dije al barman que se encontraba allí, el australiano esperó la respuesta de este.

[Helen Evans]

Fokker me llevaba a otra mesa, cuando vi a una chica que, miró al fondo, se detuvo y volvió por donde había venido; suspiré y recordé que yo también le tenía que decir algo a mi novio.

 

- Bueno, creo que tendremos que dejar la salida para otro día - ante su mirada, sonreí y dije - primero porque el olor de la bomba fétida es asqueroso, y segundo porque... yo tengo que limpiar esto, trabajo aquí.

 

No pude evitar reírme de su expresión, así que, mientras salía de su conmoción, empecé por quitar el horrible olor del ambiente, y reparar el vaso roto, cuando escuché la voz de una mujer, ya que estaba en eso decidí atenderla.

 

- Bueno, cuando reacciones a ver si me ayudas con esto, que fue todo tu culpa, además tu eres el dueño - y sin dejar de reír baje a la entrada.

 

- Buenas tardes, saludé a la bruja (Mery) - la pelirroja me miró indiferente, eso no impidió que sonriera - ¿En que la puedo ayudar?

[Fokker]

Slyfer La Fayette (este tipo es francés xD)

 

El desastre que habia pasado desde hace unos momentos fue épico y aquel vampiro había estado observando todo desde su sitio sin necesida de ir a interrumpirlos. <<Que el jefe se las arregle solas>> pensó, A fin de cuentas, era un problema de pareja y segun parecia todo habia acabado <<que ellos limpien su desastre>>

 

Un cliente había llegado a aquel lugar ( Finnick), así que se acerco para atenderlo.

 

—Buenas Noches señor— respondió con formalidad, mientras limpiaba la mesa con un trapo. —Pues señor tenemos una variedad de tragos, y creo que le recomendaría un Gin Tonic, un cóctel muy ingles.

 

Espero su respuesta para preparar la bebida.

 

 

Fokker Cygnus con Helen

 

La cara de incredulidad se dibujo, mientras observaba a Helen.

 

—Y desde cuando?— fue lo único que llego a preguntar, siempre tan despistado como siempre. Ella se adelanto a todo y como si nada hubiera pasado comenzó a arreglo el lugar, atendió a una bruja que había llegado al local. Vaya que por eso la amaba ella tomaba la inicativa en todo, y el tan lento como siempre.

 

Saco la varita y termino lo que ella había empezado. Y trato de dejar el lugar a su estado anterior, culmino con eso y se fue a la zona del bar, dejando a su chica trabajar tranquila. Tenían mucho tiempo para hablar luego.

[Leslie Ashryver PB]

Caminaba por las calles del callejón buscando el lugar donde me encontraría con mi hijo Rodrigo, hace tiempo no tenia una salida con el Myrddin y extrañaba eso, nuestros momentos de madre e hijo y los mimos que le daba, camine hasta llegar a un bar, desde afuera se veía lindo y grande, un lugar perfecto para charlar con el mago.

 

Entre al lugar y vi a varias personas sentadas charlando muy animadamente, me acerque a unas de las sillas y tome asiendo, mire mis ropas eran simples un jean azul oscuro, una polera blanca lisa y un saco blanco y negro con cuadritos, apoye mis manos en mi rostro y espere a que el Myrddin apareciera.

[Finnick Oddair]

No tarde en ser atendido por el barman, el hombre que tenía un acento que denotaba que era de Francia, me ofreció un Gin Tonic, bueno nunca lo había probado y no perdía nada con hacerlo, además me lo recomendaron.

 

- Bien déme un Gin Tonic – le dije al barman, mientras este preparaba el trago le pregunte - ¿este es un local muy concurrido? – tenía que ir conociendo un poco de todo. Parecía también un lugar nuevo, de hecho por lo que había oído en el Callejón Diagon, era un lugar en pleno crecimiento, cada día aparecían nuevos bares, bailes, restaurantes y hoteles.

[Helen Evans]

Mientras la pelirroja decidía, me alejé a atener otra clienta que recién había llegado, tenía el rostro apoyado en ambas manos y parecía estar esperando a alguien, por lo que me acerqué con la lista de bebidas que podíamos ofrecerle y le dije amablemente:

 

- Bienvenida a Doyle´s, estaré atenta a su pedido

 

Pensaba regresar con Fokker para explicarle lo del trabajo, mientras ambas brujas decidían que iban a pedir, cuando una presencia llamo mi atención. El mago que estaba conversando con el barman pertenecía a mi casa, me acerqué a él.

 

- Hola, ¿Finnick? - le dije - lamento interrumpir, ¿Me recuerdas? soy Helen, tu compañera de los aethonans - luego sonriendo agregué - trabajo aquí así que cualquier cosa no dudes en avisarme

[Finnick Oddair]

Mientras esperaba la respuesta y el trago del barman, una voz me saludo, era voz de una mujer y me resultaba conocida, cuando me volví, me encontré con Helen, compañera de la casa de los Aethonans de Salem, le sonreí a la chica.

 

- Helen, no esperaba encontrarte aquí – y era cierto, el lugar que meno esperaba encontrarme con ella era aquel bar – ¿Así que trabajas aquí? – le preguntó a su compañera, por lo menos podía que charlase con alguien aquella noche.

[Helen Evans]

- Así que si me recuerdas, ¿Puedo? - dije jalando una silla a su costado. Ante el asentimiento del joven, sonreí y continué - si trabajo aquí y por ahí tal vez me veas en otros lugares, uno nunca sabe.

 

Como empleada del lugar no podía tomar con un cliente, eso ni que hablar, pero si podía quedarme conversando con él, por lo menos hasta que alguien más necesitara que lo atienda.

 

- Y, cuéntame, ¿que te parece la casa? ¿tu tienes algún trabajo?